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Concepciones dominantes sobre salud y enfermedad

El poder sobre la vida y la muerte ha estado vinculado a los dioses, porque ellos son entidades externas al
mundo de las cosas, son ellos quienes pueden obrar sobre las fuerzas que las animan. Pero los seres
humanos han contado con embajadores quienes tienen influencia con los dioses o, a la manera de
Prometeo, han podido robarles sus poderes. Los mediums o medicums, esos sacerdotes del cuerpo,
poseen los secretos de los dioses y en virtud de ese poder tienen acceso, casi sin límites, a nuestro cuerpo:
nos desnudan, nos tocan, abren nuestras entrañas, nos administran sus brebajes misteriosos y, después de
que hemos perdido esos 21 gramos3 que nos mantienen con vida, declaran oficialmente que estamos
muertos.

En ese tránsito entre el nacimiento y el último suspiro, la enfermedad es una premonición del fin y la
salud nos aproxima a la eternidad, es por ello que la salud es y ha sido la gran persecución de la
humanidad, porque evita o retarda la fatalidad de la muerte, por extensión o metáfora, la salud transita
desde lo individual hasta lo social y lo cósmico (1). Ahora bien, la salud como proceso vital del hombre
no ha sido ajena a los cambios epistemológicos por los cuales ha atravesado la ciencia, lo que ha hecho
que el concepto haya evolucionado o involucionado dependiendo de los paradigmas en los que en
ocasiones nos ubicamos. De dicha evolución epistemológica me ocuparé en este trabajo y para ello
analizaré los cambios del término salud desde la concepción tradicional hasta la concepción
posmoderna.

El acceso universal a la salud

El acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud implican que todas las
personas y las comunidades tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios integrales
de salud, adecuados, oportunos, de calidad, determinados a nivel nacional, de acuerdo con
las necesidades, así como a medicamentos de calidad, seguros, eficaces y asequibles, a la vez
que se asegura que el uso de esos servicios no expone a los usuarios a dificultades
financieras, en particular los grupos en situación de vulnerabilidad.

El acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud requieren la definición e


implementación de políticas y acciones con un enfoque multisectorial para abordar los
determinantes sociales de la salud y fomentar el compromiso de toda la sociedad para
promover la salud y el bienestar. El acceso universal a la salud y la cobertura universal de
salud son el fundamento de un sistema de salud equitativo. La cobertura universal se
construye a partir del acceso universal, oportuno, y efectivo, a los servicios. Sin acceso
universal, oportuno y efectivo, la cobertura universal se convierte en una meta inalcanzable.
Ambos constituyen condiciones necesarias para lograr la salud y el bienestar.

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