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Unidad III

HISTORIA DE LA
SALUD PÚBLICA

Participante:

Dr. Andrés Sánchez


Introducción.

El concepto de salud ha sido objeto de varias intervenciones en los últimos 100


años, ya que ha sido conceptualizado desde diversas cosmovisión, en una construcción
social e histórica, pasando del simple concepto de ausencia de enfermedad a un
concepto amplio con diversas dimensiones, como biológico, conductual, social,
ambiental, político y económico.

Hoy en día, el concepto adoptado en todo el mundo es el de la Organización


Mundial de la Salud que lo define como: “un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no consiste sólo en la ausencia de enfermedad o enfermedad“. (OMS,
1946)

Sin embargo, la salud no siempre ha sido tratada en el curso de su evolución


histórica, porque en el estudio realizado aquí, se encontró que la salud “va desde la
mágica concepción religiosa, a través de la concepción simplista de la ausencia de
enfermedad, hasta llegar a la concepción más completa adoptada por la Organización
Mundial de la Salud” (CZERESNIA, 2003).

Por lo tanto, se observa que la concepción de lo que es la salud ha sufrido varias


modificaciones hasta llegar al concepto más adoptado actual que es el de la
Organización Mundial de la Salud y busca principalmente la promoción de la salud que
se basa en el derecho humano fundamental con el fin de aumentar el control sobre su
salud y sus determinantes, y la salud de todos los pueblos es esencial para lograr la paz
y la seguridad.

Un breve comentario sobre el origen del término salud se hace, proviene de la


raíz etimológica salus. En latín, este término designa el atributo principal de los enteros,
intacto, intacto, y en el griego salus proviene del término holos, en el sentido de la
totalidad, raíz de los términos holismo, holístico. Es decir, este término se refiere al
conjunto.

Una vez definida la salud, es de suma importancia entender su evolución


histórica en el mundo, porque como se ha dicho anteriormente, la salud ha sufrido
intervenciones religiosas, sociales y económicas. Y para entender el enfoque de la salud
es actualmente necesario conocer su historia, ya que lo que se ve actualmente es el
relato de la contemporaneidad y que tiene sus raíces en épocas muy antiguas. Se
observa tal importancia sobre la historia de la salud y la enfermedad:
Salud pública:

“La salud Pública es la ciencia y arte de impedir las enfermedades, prolongar la


vida y fomentar la salud mediante el esfuerzo organizado de la comunidad para:

 El saneamiento del medio


 El control de las infecciones transmisibles
 La educación de los individuos en higiene personal
 La organización de los servicios médicos y de enfermería para el diagnóstico
precoz y el tratamiento preventivo de las enfermedades

El desarrollo de un mecanismo social que asegure a cada uno un nivel de vida


adecuado para la conservación de la salud, organizando estos beneficios de modo tal
que cada ciudadano se encuentre en condiciones de gozar de su derecho natural a la
salud y la longevidad.” (1)

Para Freeman y Holmes “salud pública es una denominación que define tanto el
estado de bienestar de la comunidad como el estado de aquellas estructuras,
instalaciones y formas de acción que la comunidad aplica para conservar la salud
colectiva”.

Como ciencia, es el sistema de conocimientos ordenados cuya veracidad se


comprueba y se puntualiza constantemente en el curso de la práctica. La fuerza del
conocimiento científico que la sustenta radica en el carácter general, universal,
necesario y objetivo de su veracidad.

Esta ciencia aprehende a la salud en conceptos mediante los recursos del


pensamiento lógico y formula sus conclusiones basándose en hechos. La fuerza de esta
ciencia se encuentra en sus generalizaciones, en el hecho de que tras lo casual y caótico,
halla e investiga leyes objetivas sin cuyo conocimiento no es posible desplegar una
actividad práctica consciente y orientada hacía un determinado objetivo.

La fuerza motriz que la impulsa estriba en las necesidades de desarrollar de la


producción material que documente las necesidades del avance de la sociedad en este
aspecto. Concepto de hombre, de salud y de proceso de salud-enfermedad

Desde la primera clase en la asignatura se relaciona la capacidad de reflexión que


posee el hombre acerca de sí mismo como sujeto de hecho y de derecho, el sentido de su
vida, del conocimiento y de sus capacidades para desarrollar prácticas tendientes a
mejorar la calidad y su estilo de vida, asociadas por lo tanto a la promoción de la salud y
la prevención de la enfermedad.

Desde el paradigma alternativo (Stolkiner 1989 E. Morín 1994) se concibe al


hombre como una totalidad biopsicosocial, inserto en una sociedad, un medio ambiente
y en un momento histórico determinado. Desde esta perspectiva y desde una mirada
interdisciplinaria es que la salud es un concepto integral.

Por tal motivo se denomina “proceso salud/enfermedad” y no de salud solamente


por entender que el tratamiento aislado de uno de los dos conceptos permite abordar una
visión parcial y reducida. Un concepto nos remite necesariamente al otro y viceversa,
por eso para comprender de una manera más integral y dinámica a los dos, es necesario
pensarlos como un proceso donde se juegan tensiones, intereses y circunstancias.

Es complejo en tanto que el proceso salud-enfermedad es un conjunto de


entretejidos, de eventos, acciones, azares, relaciones, retroacciones, determinantes y
posiciones (E. Morín 1994). Esto configura un campo complejo y multidimensional que
para su análisis se deberá deconstruirse cada una de estas dimensiones. Sólo de esta
manera es posible podremos acceder a una visión más global del fenómeno y menos
fragmentada y simple.

Este paradigma también sostiene al hombre como un ser social, con un rol activo
que atraviesa etapas, crisis vitales y que sus acciones provocan efectos sobre los otros y
viceversa. Desde esta perspectiva las críticas de la unicausalidad es de carácter simplista
y reduccionista (x produce a y) que no da cuenta de la complejidad de relaciones e
interacciones que conforman las dimensiones del proceso salud-enfermedad.

Siguiendo los lineamientos de Laurell Asa Cristina (2002) se comprende al proceso


salud-enfermedad como proceso social, en tanto refiere a los individuos inmersos en un
contexto social con particulares condiciones de existencia que se constituirían en
determinantes sociales para las condiciones colectivas de salud en un momento histórico
dado. Por lo tanto, este proceso tiene también un carácter histórico ya que existen
modos particulares de enfermar de los distintos grupos humanos, variables también a lo
largo de las transformaciones sociales.

“…al existir una articulación entre proceso social y el proceso de salud-enfermedad,


éste debe asumir características distintas según el modo diferencial en que cada uno de
los grupos se inserta en la producción y se relaciona con el resto de los grupos sociales”.

Por lo tanto este proceso es histórico porque en cada periodo de la historia los
modos de producción relaciones sociales de producción fueron diferentes, estos
contextos y textos van a impactar en la subjetividad social configurando formas
diferentes de conceptualizar la salud.

Se reconoce el sentido dinámico del proceso salud enfermedad entendiendo a la


salud como “una búsqueda incesante de la sociedad como apelación constante a la
resolución de los conflictos que plantea la existencia” Entonces la enfermedad tiene que
ver con la imposibilidad de resolver dichos conflictos desde lo físico, mental y social.
Según F. A. Ferrara los fenómenos de salud deben ser pensados y observados
como determinados por estructuras que pueden serle propias pero a su vez determinados
por las estructuras que generan el modo de producción y las relaciones sociales que son
sus consecuencias. Los gobiernos, sus posicionamientos y programas políticos deciden
la salud de una población. La economía, el trabajo, la desocupación también son
factores importantes.

Por otro lado la cultura, los modos de afrontamiento de las crisis, los grados de
información, las situaciones de derecho, el poder de decisión y las redes de
sostenimiento social de los pobladores influyen en este proceso.

Historia de la salud pública.

La Salud Pública es la disciplina que conjuga una serie de ciencias y acciones


humanas que buscan contribuir a mejorar la salud de la población.

Esta disciplina empezó a definirse desde cuando comenzaron a aparecer los


primeros procesos industriales, que a su vez, llevaron a la confluencia de
congregaciones humanas en torno a asentamientos urbanos, trayendo con ello la
necesidad de tomar medidas tendientes a procurar el saneamiento de las fuentes de agua,
el manejo de las excretas y basuras, el control de vectores, como zancudos, roedores y
animales domésticos, y la búsqueda de mecanismos para interrumpir las cadenas de
transmisión de enfermedades contagiosas. Años después se fueron sumando
progresivamente otras disciplinas relacionadas con la salud y el bienestar de las
colectividades humanas, como la prevención de emergencias y desastres, el seguimiento
a condiciones que alteraban la salud crónicamente, como las enfermedades
cardiocerebrovasculares y las enfermedades ocupacionales.

La falta de planeación de acueductos, alcantarillados y mecanismos para la


disposición de basuras, fueron durante mucho tiempo condiciones que favorecieron el
flagelo de grandes epidemias en distintas colectividades a lo largo de la historia.
Ejemplos de ellos fueron los distintos brotes de la peste negra o bubónica durante la
edad media y la gran epidemia de influenza de 1918.

Fue en Londres en 1853 donde durante la gran epidemia de cólera donde se


vieron los beneficios del conjunto de acciones por los que propende la salud pública,
fruto de la observación y análisis de la situación de salud de la colectividad, para
formular respuestas sociales organizadas informadas que luego se evalúan para ver los
resultados. Durante ese evento histórico, el doctor John Snow puso alfileres en los
lugares donde sucedían las muertes de las personas afectadas por el cólera, así como en
las fuentes del agua, encontrando una llamativa relación entre el pozo de “Broad Street”
y las muertes que sucedían a su alrededor. Frente a esto, recomendó a la autoridad
pública cerrar el pozo y se acabó la epidemia.

Durante esta misma década, prosperó el movimiento sanitarista en Londres,


donde las personas se levantaron contra el Estado solicitándole que se hiciera cargo de
la salud, lo que conllevo a la "Ley de Salud Pública" de 1848, la cual puede
considerarse como la primera ley estructurada de salud pública que permitió que los
problemas de salud de la comunidad se vincularan con los grandes problemas sociales
desencadenados por la revolución industrial.

Este movimiento se une con el descubrimiento de los antibióticos y las vacunas


en el siglo XX con las que se puede tratar y prevenir las enfermedades, por lo que
empieza a sistematizarse el uso de los medicamentos.

Con el renacimiento se industrializa la producción de los medicamentos y


aumenta la expectativa de vida. Empiezan a sobrevivir más personas a la enfermedades
maternoperinatales, infecciosas y nutricionales. Después de la segunda guerra mundial,
se establecen organizaciones multilaterales, entre ellas la Organización Mundial de la
Salud y UNICEF, promotora de programas del cuidado de la salud para reducir las
enfermedades prevalentes y la desnutrición en niños.

A medida que empieza a aumentar las esperanza de vida, se evidencia la forma


en que distintas enfermedades crónicas y las comorbilidades llaman la atención sobre la
necesidad de otro tipo de abordaje que contemple el cambio en los estilos de vida y la
prevención de enfermedades producto del estilo de vida y la exposición a ambientes
nocivos para la salud.

A través de la historia la Salud Pública ha conseguido llegar a posicionarse como


una disciplina que es el resultado de sociedades que alcanzan una construcción social
sólida y robusta, donde se evidencia el despliegue en distinta medida de lo que hoy en
día se conoce como que se las funciones esenciales de Salud Pública: análisis de
situación de la salud, vigilancia en salud pública, promoción de la salud, participación
social e intersectorial, desarrollo de políticas y planificación, regulación y control,
equidad en acceso, recursos humanos, calidad de los servicio, investigación en salud
pública y atención a emergencias y desastres.
Conclusión.

Después de tantas movilizaciones sociales en las décadas de 1970 y 1980 con la


consternación de la salud de toda la población, que hasta entonces sólo se proporcionaba
a los trabajadores formales, era necesaria una redefinición de las políticas de salud en
Brasil, como Menicucci (2007, p. 186) afirma:

Después del colapso del régimen autoritario, con el ascenso del primer
presidente de la república civil después de veinte años de gobiernos militares, en un
momento de constitución de un nuevo pacto social del país, creció las articulaciones en
torno a la redefinición de la política sanitaria, que, entre todas las políticas sociales,
tenía una propuesta política y sustancialmente mucho más articulada. El proceso de
toma de decisiones de la reforma estuvo precedido por la creación o convocatoria de
varios foros colectivos, en los que la propuesta de transformación de la política sanitaria
se implementó de manera formal y política.

Así, fue en la Constitución Federativa del Brasil donde el derecho a la salud


llegó a consolidarse a través de la lista de derechos sociales, Art. 6º del CF/1988, según
lo dispuesto:

Arte. 6º. Los derechos sociales son la educación, la salud, la alimentación, el


trabajo, la vivienda, el ocio, la seguridad, la seguridad social, la protección de la
maternidad y la infancia, la asistencia a las personas sin hogar, en la forma de esta
Constitución. (BRASIL, 1988)

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