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DEFINICIÓN
Los Trastornos del Espectro Autista, se definen como una disfunción neurológica
crónica con fuerte base genética que desde edades tempranas se manifiesta en
una serie de síntomas relacionados con la interacción social, la comunicación y la
falta de flexibilidad en el razonamiento y comportamientos. El grado de gravedad,
forma y edad de aparición de cada uno de los criterios va a variar de un individuo
a otro, definiendo cada una de las categorías diagnósticas. A pesar de las
clasificaciones, ninguna persona que presenta un TEA es igual a otro en cuanto a
características observables.
Otro caso histórico es el del insólito Fray Junípero Serra, quien ejemplifica muchos
de los síntomas que se pueden observar en personas con autismo. De acuerdo
con los relatos recogidos en el libro anónimo "Las Florecillas de San
Francisco" (2), escrito en el siglo XVII, donde se relatan pequeñas historias de
este santo, Fray Junípero no comprendía las claves sociales o el lenguaje
pragmático, no detectaba la intencionalidad del comportamiento de los demás, no
se adaptaba a las diferentes convenciones sociales y mostraba dificultades para
comprender la comunicación no verbal. Una divertida anécdota, referida en el
libro, ilustra la candidez y la tendencia a la interpretación literal implícita en el
lenguaje del fraile. Resulta que el hermano Junípero se brindó a un pobre enfermo
para servirle en lo que pudiera ser útil. Ante tal solicitud, el enfermo pidió al buen
fraile: ""Sería un gran consuelo si me pudieras traer un trozo de jamón". Sin
pensárselo dos veces, el hermano Junípero tomó de la cocina un enorme cuchillo
y se dirigió a un bosque donde iban los cerdos a comer. Atrapó uno de ellos y
sujetándolo con fuerza consiguió cortarle una pata. Tras dejar al gorrino mal
herido, corrió al convento donde con gran esmero cocinó la pata, dando de este
modo satisfacción a los deseos del enfermo quien la comió con gran voracidad.
ESTRUCTURA TEORÍA
Kanner y Asperger, interrogados sobre una posible similitud entre los dos
síndromes que describieron cada uno por su lado, estuvieron de acuerdo en decir
que se trataba de entidades nosológicas completamente diferentes a pesar de la
referencia común a la psicopatología autística.
Actualidad
Evaluar el autismo hasta mediados de los años ochenta del pasado siglo requería
una evaluación conductual previa a la exploración cognitiva del sujeto, dada la
gran dificultad que el uso de pruebas estandarizadas de inteligencia conllevaba en
tal población clínica (62), lo que forzó a investigadores y clínicos a agudizar el
ingenio y plantear procedimientos de evaluación alternativos a los hasta entonces
existentes. Fruto de tal esfuerzo intelectual surgieron dos tipos de escalas
conductuales específicas para explorar el autismo, unas con fines diagnósticos
como la Diagnostic Checklist for Behavior Disturbed Children y el British Working
Party Diagnostic System, y otras con objetivos principalmente descriptivos, como
eran la Behavior Evaluation Scale (BES), la Adaptative Behavior Scale y la
Vineland Social Maturity Scale. Ha de indicarse, sin embargo, que tales escalas
diagnósticas resultan de más utilidad si están acompañadas de otras pruebas que
evalúen el comportamiento adaptativo o el nivel/perfil psicoeducacional. En lo que
concierne a las escalas descriptivas, pueden proporcionarnos información muy
relevante de los déficits conductuales y nivel de funcionamiento del sujeto
HEREDITARIO
Que existían genes implicados en el desarrollo del autismo, era algo que
sabíamos. Sin embargo, añadir con precisión los genes asociados al trastorno del
espectro autista (TEA) es más complicado. Ahora, una nueva mirada a los datos
de investigaciones anteriores ha confirmado lo que muchos investigadores
pensaban: el autismo está principalmente en los genes. Y no solo esto, el estudio
llevado a cabo por científicos de la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai de
Nueva York (EE. UU.) ha extraído una cifra: el 83% de los casos de autismo son
heredados.
Teniendo en cuenta que los síntomas no son muy claros hasta que el niño
desarrolla habilidades avanzadas de comunicación, esto es, con 2 o 3 años de
edad, esto dificulta desenredar las causas genéticas y ambientales de esta
condición neurológica.
Las causas del autismo son mayoritariamente genéticas, así, la mayor parte del
riesgo de sufrir TEA viene determinado por variantes genéticas en nuestro
genoma. De hecho, se estima que la heredabilidad del TEA es del 80%,
confirmando que la genética tiene una mayor influencia que otros factores en su
desarrollo.
congénito
DIAGNOSTICO
Diagnosticar los trastornos del espectro autista (TEA) puede ser difícil porque no
existe una prueba médica, como un análisis de sangre, para diagnosticarlos. Para
dar un diagnóstico, los médicos evalúan el desarrollo del niño y su conducta.
Por eso los encargados de diagnosticar a los TEA son los psicopedagogos
pediatrías y especialistas quienes formulan un planteamiento de manera inicial y
sugiera la investigación con mayor profundidad; probablemente no el diagnóstico
específico sino la sospecha que algo en el desarrollo no está ocurriendo de
acuerdo a los parámetros esperados para la edad en alguna, varias o todas las
grandes áreas del desarrollo:
Lenguaje
EDUCACION ESPECIAL
los niños con TEA puedan recibir ayuda e incluso requiera mayor estimulación y
desafíos para alcanzar todo su potencial. En cambio, un niño que
recurrentemente se muestra agresivo, que no habla o que no tolera determinados
estímulos como el ruido ambiental, seguramente se beneficie de la interacción uno
a uno con un educador bien preparado. No todas las escuelas están bien
preparadas para responder a las necesidades especiales de estos niños ni
ayudarlos a interactuar con un grupo de pares. los niños con TEA requieren de un
apoyo especial, maestro integrador o acompañante, además del docente a cargo
del aula. Son preferibles las escuelas con grupos pequeños y, en lo posible, que
cuenten con aulas especiales.
EDUCACION INCLUSIVO
Es necesario que los docentes y directivos de las instituciones escolares, así como
todos los miembros de la comunidad educativa puedan comprender cómo
piensan, sienten y aprenden los alumnos con condiciones del espectro autista.
CONCLUCION
Ese era el objetivo de este curso: aportar información para aplicar en nuestro
futuro, ya que si nos encontramos con personas autistas, podremos tener una
base de conocimientos sobre su comportamiento y aportarle todo aquello que
necesiten en cada momento.
Esto ha sido un resumen exhaustivo sobre los puntos principales del trastorno
para poder desvelar las dudas principales, pero el ámbito es muy amplio y
complejo.