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Las perspectivas sociales se refieren a las formas en que los factores sociales influyen en el
comportamiento y la salud mental de una persona. Estos factores pueden incluir la cultura, la
sociedad, la economía, la política, la educación, la familia y la comunidad, entre otros.
Las perspectivas sociales son importantes en la psicología clínica porque ayudan a comprender
cómo los problemas de salud mental pueden ser el resultado de las experiencias y desafíos
sociales que enfrentan las personas en su vida cotidiana. Por ejemplo, el estrés relacionado con el
trabajo, la pobreza, el racismo y la discriminación pueden tener un impacto significativo en la
salud mental de una persona.
Los factores sociales en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mentales puede ser
esencial para brindar un tratamiento más efectivo y personalizado para el paciente. Algunos
ejemplos de cómo los factores sociales pueden influir en la salud mental incluyen:
La cultura y el sistema de creencias: La cultura puede influir en las creencias y valores de
una persona, lo que a su vez puede afectar su salud mental. Por ejemplo, algunas culturas
pueden estigmatizar la búsqueda de ayuda psicológica, lo que puede llevar a que las
personas no reciban el tratamiento que necesitan.
El entorno familiar: La familia es una influencia importante en la vida de una persona y
puede afectar su salud mental de muchas maneras. Por ejemplo, la presencia de un
ambiente familiar conflictivo o abusivo puede aumentar el riesgo de trastornos de
ansiedad, depresión o trauma.
La comunidad: El entorno social y la comunidad en la que vive una persona también
pueden influir en su salud mental. Por ejemplo, la falta de apoyo social, el aislamiento
social y la exposición a la violencia en la comunidad pueden aumentar el riesgo de
trastornos mentales.
Al tener en cuenta estos factores sociales, los terapeutas pueden brindar un tratamiento más
efectivo y personalizado para el paciente. Por ejemplo, si un paciente proviene de una cultura
que estigmatiza la búsqueda de ayuda psicológica, el terapeuta puede trabajar para comprender
las creencias y valores de esa cultura y encontrar formas de abordar la salud mental del paciente
de manera que sea más aceptable para su cultura. De esta manera, se puede reducir la brecha
cultural entre el terapeuta y el paciente y mejorar la eficacia del tratamiento.
Opinión en general
La perspectiva psicodinámica es una corriente teórica importante en la psicología que ha influido
en el desarrollo de otras teorías y enfoques terapéuticos. Los subtemas que se derivan de esta
perspectiva, como la teoría del desarrollo psicosexual de Freud o la teoría de los complejos de
Jung, ofrecen herramientas útiles para comprender la complejidad de la mente humana y sus
procesos internos.
Sin embargo, como cualquier corriente teórica, la perspectiva psicodinámica también tiene sus
críticas y limitaciones. Por ejemplo, algunos críticos argumentan que la teoría psicodinámica es
demasiado centrada en la experiencia individual del paciente y no tiene en cuenta factores
externos como la cultura o el entorno social.
En general, creo que la perspectiva psicodinámica es una herramienta valiosa para entender la
mente humana y puede ser útil en el tratamiento de diversas condiciones psicológicas. Pero
también creo que es importante complementar esta perspectiva con otros enfoques teóricos y
tener en cuenta las críticas y limitaciones de cada teoría para una comprensión más completa de
la psicología.
La perspectiva interpersonal
Alfred Adler destacó la importancia de los determinantes sociales por encima de los agentes
internos de la conducta. Desde su perspectiva, las personas somos seres sociales, que estamos
motivados por el deseo de pertenencia y de participación en un grupo.
Otros teóricos psicodinámicos también se enfrentaron a la teoría psicoanalítica debido a su
olvido de los factores sociales.
Erich Fromm se centró sobre las orientaciones o disposiciones que adoptan las personas cuando
interaccionan con los demás. Consideraba que cuando las orientaciones hacia el entorno social
están inadaptadas, terminan por generar una psicopatología.
Horney desarrolló una idea similar y rechazó concepción psicoanalítica freudiana de las mujeres.
Erik Erikson amplió los aspectos interpersonales de la teoría psicoanalítica. Elaboró y extendió
las etapas psicosexuales propuestas por Freud, pero con una orientación de carácter social,
describiendo una serie de crisis o conflictos a lo largo de ocho etapas, de las cuales puede llegar a
resolverse de una manera adecuada o inadecuada.
Harry Stack Sullivan consideraba que la personalidad se desarrolla a lo largo de varias etapas,
caracterizadas por diferentes patrones de relaciones interpersonales, que se centran inicialmente
sobre la interacción con los padres, después con los compañeros y, en relaciones íntimas en la
edad adulta.
Perspectiva conductual
Desde su punto de vista, solamente el estudio de la conducta observable y de las condiciones de
estímulos y refuerzos que la controlan, puede constituir la base para la comprensión de la
conducta humana. El aprendizaje, la modificación de la conducta como consecuencia de la
experiencia, constituye el tema principal de esta perspectiva. Debido a que la mayor parte de la
conducta es aprendida, los conductistas intentaron averiguar de que manera se produce este
aprendizaje. Se centraron fundamentalmente sobre los efectos de las condiciones ambientales
sobre la adquisición, modificación y posible eliminación de diversos tipos de respuesta, tanto
adaptados como desadaptadas.
Condicionamiento clásico
Un estímulo especifico puede llegar a provocar una respuesta concreta mediante un proceso de
condicionamiento clásico. Tenemos estímulos incondicionados (EI) y la respuesta
incondicionada (RI), cuando el estímulo está presente y provoca una respuesta se llama estimulo
condicionado (EC), se ha producido un condicionamiento cuando la presentación del estímulo
condicionado por sí mismo provoca la respuesta condicionada (RC).
Ahora sabemos que este proceso de condicionamiento clásico no es tan ciego o automático.
Parece que tanto los animales como las personas adquieren información de manera activa sobre
los estímulos condicionados que les permiten predecir, esperar o prepararse para un
acontecimiento biológico significativo (EI). De hecho, solamente los EC que proporcionan
información fiable y no redundante sobre la ocurrencia de un EI adquieren la capacidad de
provocar RC.
Normalmente las respuestas condicionadas se mantienen a lo largo del tiempo; esto es, no se
olvidan con facilidad. Sin embargo, si un estímulo condicionado se presenta repetidamente sin ir
seguido del estímulo incondicionado, entonces la respuesta condicionada empieza a extinguirse
de manera gradual. Este proceso gradual, que se conoce como extinción, Es posible que aparezca
una respuesta condicionada, aunque algo más débil en contextos diferentes a aquel en que se
produjo la extinción.
Condicionamiento instrumental
Al principio es necesario una gran cantidad de reforzamiento para conseguir establecer una
respuesta instrumental, pero posteriormente es suficiente tan solo con unos cuantos
reforzamientos para que esa respuesta se mantenga. De hecho, la respuesta instrumental resulta
especialmente persistente cuando el reforzamiento se aplica de manera intermitente, esto es,
cuando el estímulo reforzante no siempre va detrás de la respuesta.
Generalización y discriminación
Los principios del condicionamiento afirmaban que los impulsos del ello para buscar el placer
simplemente eran una faceta del principio de reforzamiento, que la ansiedad constituía
simplemente una respuesta condicionada de miedo, que la represión no era más que una
retención del pensamiento, reforzada por la reducción de la ansiedad, y así sucesivamente. A
partir de unos cuantos conceptos básicos, la perspectiva conductual intenta explicar la
adquisición, modificación y extinción de prácticamente cualquier tipo de conducta. Para los
terapeutas conductuales, la terapia debe centrarse en la modificación de conductas específicas y
de respuestas emocionales, eliminando reacciones indeseables y aprendiendo otras deseables. Por
su precisión y objetividad, por la riqueza de su investigación, y por su demostrada eficacia para
modificar conductas específicas. Un terapeuta conductual debe especificar en primer lugar cual
es la conducta que debe modificarse, así como la manera de hacerlo. Posteriormente, se evaluará
objetivamente la eficacia de la terapia, constatando en qué medida se han alcanzado los objetivos
propuestos.
Por otra parte, esta perspectiva también ha recibido críticas debido a su preocupación casi
exclusiva por los síntomas. Sin embargo, muchos terapeutas consideran injusta esta crítica, dado
que con mucha frecuencia el éxito en el tratamiento de los síntomas redunda también de manera
muy positiva sobre otros aspectos de la vida de la persona. Otros críticos han argumentado que la
perspectiva conductual simplifica excesivamente la conducta humana, y es incapaz de explicar
toda su complejidad. Sean cuales sean sus limitaciones, la perspectiva conductual ha tenido y
continúa teniendo un tremendo impacto sobre la concepción contemporánea de la naturaleza
humana, de su conducta, y de la psicopatología.
La perspectiva cognitivo-conductual
Albert Bandura, nacido en 1925, es un te6rico del aprendizaje que desarrollo una perspectiva
cognitivo-conductual, en la que otorgaba una gran importancia a los aspectos cognitivos del
aprendizaje. Bandura recalcaba que los seres humanos regulan su propia conducta recurriendo a
procesos simb6licos internos, esto es, al pensamiento. Así pues, son capaces de aprender
mediante un reforzamiento interno.
Teoría cognitiva
Cada una de las perspectivas sobre la conducta humana que hemos descrito -1a psicodinámica, la
conductual y la cognitivo-conductual contribuyen a nuestra comprensión de la psicopatología,
pero ninguna por sí misma es capaz de explicar la compleja variedad de conductas humanas
inadaptadas.