Hno.

Francisco Sixteco Isidoro SNSJ

19 de enero de 2023
¿Por qué, en su concepto, se piensa hoy en la filosofía actual?

La filosofía contemporánea, que ha sido precedida por las filosofías moderna, medieval y antigua
se encuentra ahora mismo sin temor a equivocarme en pleno desarrollo de buscar su objeto de
estudio, algo que incluso podemos decirlo así, ella misma desconoce. Esto por la influencia del
relativismo y el cambio continuo de nada permanece y todo fluye. Simon Bauman con su teoría de
la modernidad liquida hace una referencia a esto.

Si hacemos un pequeño recorrido por la evolución en el pensamiento filosófico desde la filosofía

antigua a hasta nuestros días, nos damos cuenta que, desde los filósofos presocráticos, hasta las
grandes figuras filosóficas griegas como Sócrates, Platón y Aristóteles, el centro de estudio de
estos era el conocido λογος, el origen, el principio, de donde surge todo. En unas palabras el
cosmos. Era una filosofía cosmocéntrica,

Un poco después, en la filosofía medieval, con grandes personajes tales como San Agustín,
Boecio, el Pseudo- Dionisio, Santo Tomas de Aquino, entre muchos otros, el giro filosófico continúa
por así decirlo en lo alto, es decir, ya que en la filosofía antigua se busca los orígenes o el cosmos,
como lo he dicho arriba, ahora el objeto de estudio es Dios. Que sigue estado fuera de la
capacidad intelectiva del hombre. Esta es una época filosófica Teocéntrica: el origen de todo es
Dios, la causa primera es Dios, el fin ultimo es Dios, incluso lo que ahora podemos decir, sobre la
sagrada escritura antes era impensable, ya que de Dios solo podían hablar los que estaban
“capacitados” para ello.

Un hecho que marca el fin de la filosofía medieval es el descubrimiento de la verdad la teoría

heliocéntrica, cuando la iglesia afirmaba que el centro del sistema solar era la Tierra y no el Sol,
hecho que condenó a Nicolas Copérnico, este constituyó junto con el Renacimiento y la Ilustración
la gran apertura al cuestionamiento racional y no fidentista de las cosas. El objeto de estudio que
antes era Dios, ahora es la razón, la duda, el cuestionamiento, el hombre.

Con el antropocentrismo que ha marcado la gran etapa de la filosofía moderna, el hombre con su
razón dejó de ir con su pensamiento fuera del él, y comenzó a buscarse dentro de sí mismo. Tan
dentro de si mismo, que incluso perdió su sentido de ser, en el mismo. No por que el hombre no
sea, sino que a la vez que se buscaba el mismo se perdía. Aquí en esta etapa aparecen las
grandes ciencias en ayuda del hombre, como la sociología, la antropología y la psicología, ciencias
que ayudan al hombre a entenderse, a buscarse y a encontrarse a si mismo.

También la libertad y la razón marcaron un punto de partida en la desmitificación de muchas cosas

desconocidas para el hombre y así los seres humanos explicaban su esencia, lugar y devenir en el
mundo donde son.

Las múltiples propuestas de pensamiento filosófico dieron al hombre mas de un rumbo por recorrer
y así llegar a si mismos. Ya que ante la misma pregunta sobre ¿Qué es el hombre? Y la gran
cantidad de respuestas el hombre no supo hacia donde inclinarse o que concluir por sí mismo, ya
que uno decía el hombre es esto, el hombre es aquello. El hombre terminó perdiéndose cuando
trataba de encontrarse.

El pensamiento contemporáneo obtuvo su giro con la muerte de Dios y la llegada de super hombre,
en un mundo donde no existe ya una figura que te diga que hacer para poder encontrarte a ti
mismo, y la perdida de la identidad de ser hombre, los mismos hombres perdieron de vista la
verdad, por las múltiples verdades relativas a él. Así el hombre posmoderno, el hombre
contemporáneo, incluso la filosofía contemporánea es (me atrevo a decirlo) una filosofía en crisis.
Crisis de verdad. Crisis de identidad. Crisis del ser. Crisis de libertad, Crisis de pensamiento.
 Hno. Francisco Sixteco Isidoro SNSJ
19 de enero de 2023
Porque, si todo pasa, cambia y no permanece entonces no se puede ser, estarías cambiando
continuamente sin llegar a atener un ser determinado.