Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
IsabelVal
1º Grado en Filosofía
Facultad de Filosofía
Universidad de Salamanca
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
Capítulo VI
ACERCA DE LOS NOMBRES DE LAS SUSTANCIAS
1
a64b0469ff35958ef4ab887a898bd50bdfbbe91a-1318746
conlleve esas cualidades que están contenidas en la idea abstracta que significa
cualquier término general, no puede ser clasificada dentro de esa especie, ni ser llamada
por ese nombre, desde el momento en que esa idea abstracta es la misma esencia de esa
especie.
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
tanto, resulta imposible que las clases de cosas, que ordenamos bajo nombres generales,
puedan ser determinadas por otra cosa distinta a esa idea cuyo nombre ha sido
designado como signo suyo; y esto es, según hemos venido mostrando, lo que nosotros
llamamos esencia nominal. ¿Por qué decimos que esto es un caballo y ésa una mula, que
esto es un animal y eso una hierba? ¿Cómo sucede que una cosa particular llegue a ser
de esta clase o aquélla, sino porque tiene esa esencia nominal, o, lo que es igual, porque
se conforma a esa idea abstracta a la que va anexo el nombre? Me gustaría que cada uno
reflexionara sobre sus propios pensamientos cuando escuche o emplee alguno de esos
nombres de sustancias, para saber qué clase de esencias significan.
8. Cómo formamos la naturaleza de las especies
Y que las especies de las cosas no sean para nosotros sino el ordenarlas bajo nombres,
2
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
necesarias las condiciones siguientes:
15. Primero
Sería necesario estar seguros de que la naturaleza, en la producción de las cosas,
siempre se propone que participen de ciertas esencias ordenadas y establecidas, que
tendrían que ser los modelos de todas las cosas que han de ser producidas. Esto, en el
sentido crudo en que habitualmente se propone, necesitaría de una explicación más
convincente antes de poder consentir en ello totalmente.
18. Cuarto, los hombres pueden carecer de ideas di las esencias reales
Las esencias reales de esas cosas que distinguimos en especies, y a las que damos
nombres una vez que han sido distinguidas de esta manera, debieran ser conocidas;
ergo, deberíamos tener ideas acerca de ellas. Pero desde el momento en que somos
ignorantes con respecto a esos cuatro puntos, las supuestas esencias reales de las cosas
no nos sirven de ayuda para distinguir las sustancias en especies.
19. Quinto, nuestras esencias nominales de las sustancias no son colecciones perfectas
de las propiedades que fluyen de sus esencias reales
La única ayuda imaginable en este caso sería que, una vez que se habían formado ideas
complejas perfectas de las propiedades de las cosas que fluyen de sus diferentes
esencias reales, pudiéramos distinguirlas en especies. Pero esto no puede hacerse, pues,
como ignoramos la esencia real misma, resulta imposible conocer todas esas
propiedades que fluyen de ella, y que tan unidas están a ella, de manera que, faltando
cualquiera de ellas, podamos concluir con certeza que esa esencia no está allí y que, por
tanto, la cosa no es de esa especie. Nunca podremos saber cuál es el número preciso de
propiedades que dependen de la esencia real del oro, faltando una de las cuales, la
esencia real del oro, y, en consecuencia, el oro no estaría allí a no ser que conociéramos
3
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
entienda que uso la palabra oro para designar un fragmento particular de materia; la
última guinea que ha sido acuñada. Pues si se tomara aquí en su significado ordinario,
por esa idea compleja que yo o cualquier otro llamamos oro, es decir, por la esencia
nominal del oro, sería una jerigonza; tan difícil resulta mostrar los distintos significados
e imperfecciones de las palabras, cuando no tenemos otra cosa que palabras para
hacerlo.
21. Pero contienen una colección tal de ideas simples como la que nosotros hemos
26. Por eso son muy diversas e inciertas en las ideas de diferentes hombres
Puesto que es evidente que nosotros clasificamos y nombramos las sustancias por sus
esencias nominales y no por sus esencias reales, lo siguiente que debemos considerar es
cómo y por quién se hacen esas esencias. En cuanto a lo último, resulta evidente que las
hace la mente y no la naturaleza, pues si fueran obra de la naturaleza no podrían ser
varias y diferentes en los distintos hombres como la experiencia nos dice que lo son.
Pues si examinamos esto, encontraremos que la esencia nominal de cualquier especie de
sustancia no es la misma en todos los hombres, ni siquiera aquella que nos es más
íntimamente familiar entre todas. […]
31. Las esencias de las especies bajo un mismo nombre son muy diferentes en las
distintas mentes de los hombres
Pero aun cuando esas especies de sustancias son suficientes para la conversación
común, es evidente que la idea compleja, a la que se advierte que se ajustan diversos
individuos, está formada muy diferentemente por los distintos nombres: por algunos con
mayor exactitud, por otros con menos. Para algunos esa idea compleja contiene un
mayor número de cualidades que para otros, así que resulta claro que es según la forme
la mente. El amarillo luminoso significa el oro para los niños; otros añadirá el peso, la
maleabilidad, la fusibilidad; y otros unas cualidades distintas que encuentran unidas a
ese color amarillo de manera tan constante como el peso y la fusibilidad. Porque en
todas esas cualidades y en otras similares, cada una tiene tan legítimo derecho de ser
incluida en la idea compleja de esa sustancia, en la que todas están unidas, como
cualquier otra. Y por eso hombres diferentes, omitiendo o incluyendo diversas ideas
simples que los demás no hacen, según el diverso examen, habilidad u observación
sobre el asunto, tienen diferentes esencias del oro, que deben ser, por eso, obra de ellos
mismos y no de la naturaleza.
4
a64b0469ff35958ef4ab887a898bd50bdfbbe91a-1318746
34. Ejemplo en los casuarios
Si yo deseara hablar con alguien de una clase de pájaros que últimamente vi en el
parque de St. james, de unos tres o cuatro pies de altura, con una extraña cubierta entre
las plumas y el pelo, de un color marrón oscuro, sin alas, pero en su lugar dos o tres
pequeñas ramas apuntando hacia abajo como brotes de retama, con unas patas largas y
grandes, con sólo tres garras y sin cola, sería necesario que hiciera toda la descripción
precedente si quisiera que los demás pudieran entenderme. Pero cuando se me ha dicho
que el nombre de este animal es casuario, entonces ya puedo hacer uso de esta palabra
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
para significar en mi conversación toda la idea compleja mencionada en aquella
descripción, aunque por esa palabra, que ahora ha llegado a ser un nombre específico
para mí, no sé más acerca de la esencia real o de la constitución de esa clase de animales
de lo que sabía antes; y seguramente conocía tanto sobre la naturaleza de esa especie de
aves antes de saber su nombre, como muchos ingleses sobre la naturaleza de los cisnes
o las garzas, que son nombres específicos y muy conocidos de ciertas aves muy
conocidas en Inglaterra.
35. Los hombres son los que determinan las clases de las sustancias
A partir de lo que se ha dicho, resulta evidente que los hombres hacen las clases de las
cosas. Pues siendo únicamente las esencias diferentes las que hacen las diferentes
especies, es evidente que quienes hacen esas ideas abstractas que son las esencias
5
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
mientras que otros lo han sido con cinco; pero ¿es esto una diferencia especial para el
artífice? Algunos tienen cuerdas y husos, otros no; algunos tienen el balancín suelto,
otros regulado por un resorte en espiral y otros por cerdas de puerco. ¿Son suficientes
algunas o todas esas circunstancias en conjunto para constituir una diferencia específica
para el artífice, que conoce cada una de esas diferencias y otras diferentes que presentan
los mecanismos dentro de la constitución interna de los relojes? Es totalmente cierto que
cada una de aquéllas presenta una diferencia real con respecto a las demás; pero si es o
no una diferencia esencial, o una diferencia específica, es algo que sola- mente se
refiere a la idea compleja a la que se da el nombre de reloj; en tanto todas éstas se
conformen con la idea que el nombre significa, y ese nombre no sea un nombre
genérico que abarque diferentes especies, no serán esencial o específicamente
diferentes. Pero si alguien quiere hacer divisiones más minuciosas, partir de las
40. Las especies de las cosas artificiales son menos confusas que las naturales
A partir de lo que se ha dicho, podemos ver el motivo por el que, en las especies de las
cosas artificiales, hay generalmente menos confusión e incertidumbre que en las
naturales. Pues siendo las cosas artificiales un producto humano que el artífice se
propuso hacer, y de¡ que, por tanto, tiene una idea conocida, se su- pone que el nombre
de la cosa no significa otra idea, ni implica otra esencia que no pueda ser conocida con
seguridad y fácilmente aprendida. Porque como la idea o la esencia de las diversas
clases de cosas artificiales no consiste, la mayor parte de las veces, en otra cosa que la
forma determinada de las partes sensibles, y algunas veces en un movimiento
dependiente de ellas, lo cual el artífice labra con los materiales que encuentra adecuados
para este fin, no sobrepasa el alcance de nuestras facultades el forjarnos una
determinada idea de ello, y fijar así el significado de los nombres, por los que se
6
No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
equivocaciones de las que podemos cometer con respecto a las cosas naturales, cuyas
diferencias y operaciones dependen de los mecanismos que sobrepasan el alcance de
nuestros descubrimientos.
48. Las ideas abstractas de las sustancias son siempre imperfectas y, por tanto, diversas
Pero eso no es todo. También quisiera añadir que los nombres de las sustancias no
solamente tendrían, como de hecho tienen, diferentes significados cuando son usados
por hombres distintos, sino que también se sospecharía que era así, lo cual resultaría un
inconveniente bastante considerable para el uso del lenguaje. Pues si se supusiera que
cada cualidad distinta que se descubriera en cualquier materia formaba una parte
necesaria de la idea compleja significada por el nombre común que se le da, se debería
seguir que la misma palabra significa cosas diferentes en hombres distintos, puesto que
no se puede poner en duda que diferentes hombres puedan haber descubierto diversas
cualidades en sustancia de una misma denominación de las que otros nada supieran.
7
a64b0469ff35958ef4ab887a898bd50bdfbbe91a-1318746