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Esquema de De ente et essentia de

Santo Tomás de Aquino


Capitulo I: Significado de ente y esencia.
Ente: se dice de dos maneras:
1. a) La que lo divide en diez géneros. Modos de realidad, denominados
predicamentos o categorías. El primero de estos, la sustancia, que existe en sí.
Los nueve restantes: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición,
situación, acción y pasión, existen en una sustancia concreta.
2. b) Designa todo ente del cual pueda formarse una proposición afirmativa, aún
cuando sea el caso de que no ponga nada en la realidad. Es decir, todo lo que
pueda ser sujeto de una proposición afirmativa. Así se dice que la ceguera está
en los ojos.
Escolio

1. a) Con la primera acepción, se designa un ente que pone algo en la realidad,


señalando así un compuesto de esencia y existencia. Por eso debe tomarse el
nombre de esencia de este primer significado.
2. b) Con la segunda acepción, no se designa un ente que tenga esencia, pues
como se expresa en el ejemplo citado la ceguera no añade, sino mas bien se
trata de una negación, carencia de visión.
3. c) El ente dicho del primer modo, se divide en diez géneros en consecuencia,
es necesario que la esencia signifique algo común a todas las naturalezas, y de
esto resulta asimismo la diversificación en géneros y especies.
Entramos ahora en otro concepto, la quididad. Término similar al de esencia pero
distinguiéndose de ésta, en la precisión de la existencia. Lo que una cosa quede
constituida dentro de un género propio o una especie, es lo que viene significado
por medio de la definición que indica qué es la cosa.

También se le dice forma, o naturaleza, según la definición clásica de Boecio: todo


aquello que de una manera o de otra pueda ser captado por el entendimiento,
siendo así que es inteligible en virtud de su definición y esencia. Este significado
de naturaleza parece afirmar la esencia de la cosa según presente orden a su
operación propia, ya que ninguna naturaleza puede ser destituida de la operación
que le es propia.

Diferencia entre esencia y quididad: la esencia se dice según que por ella y en ella
tiene existencia el ente. Mientras que la quididad se toma de lo que es significado
por medio de la definición.

Capítulo II: Esencia de las sustancias materiales o


compuestas.
El ente se dice en primer lugar de las substancias, que existen in se. Y en segundo
lugar de los accidentes, existentes in alio. La esencia reside propiamente en las
substancias y solo de modo derivado o secundum quid en los accidentes. Pero
hemos de afirmar que ambos son ente, distinguiéndose en el modo de poseer la
esencia, la substancia en si y los accidentes de modo derivado o secundum quid.
Entre la substancias que conocemos (en mi opinión solo las compuestas y con
dificultad), existen unas que son simples y otras que son compuestas. En ambas
hay esencia, pero de modo más verdadero en las simples, que son causas de las
compuestas.

En las sustancias compuestas se observan la materia y la forma. La materia no es


la esencia ni tampoco lo es la forma, consideradas ambas aisladas. El hombre,
compuesta de alma y cuerpo no se dice que su esencia sea el alma, ni mucho
menos el cuerpo.

La materia no es la esencia de algo porque en razón de ella un ente no se inserta


ni en un género ni en una especie. Por ello no es principio de conocimiento, ni
tampoco se determina a un género o a una especie. La materia no hace que algo
pase de potencia a acto, eso es función de la esencia, que estando en acto una
causa extrínseca a ella la hace pasar en potencia y por ello nos es inteligible.

Tampoco la forma sola puede llamarse esencia, pues la esencia es la definición de


la cosa, pero la definición de las sustancias naturales no solo contiene la forma
sino también la materia, de lo contrario no habría diferencia entre las definiciones
naturales y las matemáticas: la definición de un objeto matemático no comprende
la materia, mientras que la de las sustancias materiales si la comprende.

En la definición de estas sustancias naturales, no debe entenderse a la materia


como algo advenido a la forma, agregado a su naturaleza o esencia. Esto es propio
de los accidentes, que no poseen en sí la esencia y reciben de este modo en su
definición un sujeto exterior a su género.

Sirvamonos de un ejemplo: Cuando defino un león, digo de él que es un ser vivo.


Este enunciado no precisa que determine que es un cuerpo, pues en su misma
definición lo contiene, de otro modo qué sería lo que estuviera vivo sino un
cuerpo. Pero sí debo precisar si se trata de un macho o una hembra, esto es
accidental y sobrevenido a la definición.

Conclusión: El nombre de esencia en las sustancias compuestas se aplica


o incluye materia y forma.

Boecio nos dice que la ousía es el compuesto. Ousía es para los griegos lo que
para nosotros esencia. En la misma línea Avicena recoge que la quididad de las
sustancias compuestas es la misma composición de materia y forma. El
comentador afirma a propósito del libro VII de la Metafísica de Aristóteles: La
naturaleza que tienen las especies en las cosas nacidas es algo intermedio, esto
es, un compuesto a partir de la materia y la forma.
La existencia del compuesto no es solo la de la forma ni la de la materia, sino la
del compuesto mismo. La esencia dice lo que es la cosa, hace que algo sea un ente.
Por esta razón es preciso que la esencia recoja materia y forma, aunque la forma
sola sea a su modo la causa de la existencia y de la esencia.

Escolio

Siendo la materia principio de individuación se sigue que la esencia que


comprende materia y forma sea sólo particular y no universal, de lo que se deduce
que los universales no tienen definición, pues como se dijo la esencia es aquello
que se significa por medio de la definición.

Sólo es posible definir las esencias de las substancias naturales, éstas son
particulares, luego no es posible definir las los universales universales. Este error
se soluciona del siguiente modo:

1. La materia es sólo principio de individuación cuando se encuentre signada,


particularizando un ente. Considerada bajo unas dimensiones determinadas.
2. Esta materia no es la que entra en la definición de esencia, sino aquella que
no está signada. La idea de materia en general.
3. Así cuando definimos a Sócrates no definimos esta materia no signada, sino
la signada, que no es la que pondríamos en la definición de hombre como tal.
Por tanto al definir un particular utilizamos la materia signata quantitate,
mientras que en la definición universal de hombre utilizamos aquella no
signada, la idea de materia. Así salvamos las esencias de los particulares y la
de los universales.
Capítulo III: Diferencias de las esencias en las
sustancias materiales.
1. La esencia de hombre y de un hombre particular: Sócrates, difieren como lo
no signado y lo signado. Del mismo modo difieren la esencia del género y la
de la especie. La designación del individuo respecto de la especie se da por
medio de la materia signada, pero la especie respecto del género se da por
medio de la diferencia constitutiva, que se extrae de la forma de la cosa, esto
es la diferencia específica.
Explicación:

La designación que se da en la especie respecto del género no se da por algo que


se encuentre en la esencia de la propia especie . Ni tampoco en la esencia del
género. pues todo elemento de la especie se encuentra en el género, sólo que de
forma indeterminada. Así es lícito predicar del hombre que es animal, pues lo es
todo él, no una parte suya. De lo contrario, la especie sería algo ajeno al género y
el hombre no sería todo él animal y hombre, sino una parte hombre y otra animal.

El cuerpo tomado en sentido de parte animal difiere si lo tomamos en sentido de


género.
Cuerpo puede tomarse con varios significados:

1º) En cuanto que es predicamento de la sustancia. El primer predicamento es la


substancia, el segundo y primero de los accidentes es la cantidad. En este sentido
cuerpo es una naturaleza que tiene dimensiones mensurables. (La res extensa
cartesiana. Lo primero que advertimos al observar una sustancia corporal.) Estas
dimensiones mensurables son tres: ancho, largo y profundo. Y constituyen el
cuerpo entendido en el género de la cantidad.

2º) Entre las cosas sucede que algunas que poseen una perfección pueden
alcanzar otra superior. Así ocurre con el hombre que teniendo una naturaleza
sensitiva, tiene otra mayor, la intelectiva. La perfección de la forma en el cuerpo
es que tiene tres dimensiones, pero a esa naturaleza puede añadirse otra
perfección no advenida de la forma estricta del cuerpo. Así resulta que el cuerpo
es parte integral y estricta de lo animal y el alma será algo sobrevenido al cuerpo.
Resultando así un compuesto de alma y cuerpo como partes integrantes del
mismo compuesto.

3º) Este cuerpo, entendido como forma perfecta: poseedora de las tres
dimensiones. Puede adquirir una ulterior perfección. Un primer grado, la
sensibilidad, y otro mayor la racionalidad. El último incluye el primero, pero el
primero no incluye este último grado. Observamos que estas perfecciones son
diferencias según la especie, implícitas en el género, pero no en acto, pues de lo
contrario todo cuerpo sería sensible y racional. Cosa absurda pensarla. Así el
género incluye la forma, que es lo propio, y también sus posible diferenciaciones.

El género significa de modo indeterminado todo el contenido de la especie y no


solo el de la materia. Del mismo modo que la diferencia especifica significa todo
el de la especie y no sólo el de la forma, pero de modo distinto la expresión del
todo por parte del género indica la determinación de la materia sin contar con la
determinación propia de la forma. Por eso es de la materia de donde se toma el
género, pese a que éste no es materia. Lo contrario sucede con la diferencia que
es una determinación generada en la forma por la que se excluye toda materia
determinada.

A favor de esto expresa Avicena que el género no está en la diferencia como una
parte de la esencia de éste, sino como un ente externo a la quidididad o la esencia.
Por ello no se predica el género de la diferencia. Pero la definición o especie
comprende una y otra a saber, una materia determinada que viene nombrada por
el nombre de género y una forma determinada que se nombra con el de diferencia.

Conclusión: el género, la especie y la diferencia están relacionadas


proporcionalmente con la materia, la forma y el compuesto existentes en la
naturaleza, pero no son lo mismo que ellos, pues ni el género es la materia sino
que se toma de ella para designar el todo, ni la diferencia es la forma, sino que se
toma de ella para designar el todo. Ejemplo: el hombre es un compuesto: animal
racional y no está hecho de un animal y un racional, pero sí decimos que está
compuesto de un alma y un cuerpo. Resulta así como una tercera cosa diferente
de sus dos componentes, pero no es ni alma ni cuerpo.
El género expresa la esencia entera de la especie, pero no por ello ha de admitirse
que hay una sola esencia para las diversas especies que caen bajo el mismo
género, porque la unidad de éste viene de su propia indeterminación o
indiferencia. Tampoco lo expresado por el género es una naturaleza dividida en
especies a la que sobreviene una cosa distinta, la diferencia que lo determina,
como determina la forma a la materia, que es numéricamente una, sino que el
género expresa la forma, pero no esta o aquella determinada, sino la que expresa
de manera determinada por la diferencia, la cual no es otra que la expresada de
modo indeterminado por el género.

Lo mismo que el género en cuanto se predica de la especie lleva implícito en su


significado de manera indeterminada todo lo que de manera determinada hay en
la especie, también la especie en cuanto se predica del individuo expresa de
manera indeterminada todo lo que hay en la esencia del individuo.

Escolio: La determinación de la especie respecto del género se produce por medio


de las formas y la del individuo respecto de la especie se produce por medio de la
materia signada.

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