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CONFERENCIA DE MG.

MARCELA COVARRUBIAS
Licenciada en Ciencias Sociales y Humanidades. Mención en Teoría Social (UNQ),
Magister en Desarrollo Humano (FLACSO) y Diplomada en Discapacidad como categoría
social y política (UBA). Actualmente se desempeña como Directora Provincial de
Educación Especial, modalidad del sistema educativo destinada a asegurar el derecho a la
educación de las personas con discapacidad, en todos los niveles y modalidades del
sistema educativo.
AGOSTO 2017

TEMA: INCLUSIÓN

La escuela no debe olvidarse que hace inclusión como derecho.


La inclusión es un tema más amplio, es el acompañamiento a las
trayectorias de los estudiantes con discapacidad, obligatoria y no
obligatoria y las modalidades.
Se debe pensar a la discapacidad institucionalmente.
Se deben desmitificar algunas afirmaciones: “todos tenemos
discapacidad”, “no todos tenemos una discapacidad”.
El concepto de discapacidad es un concepto neoliberal, jerarquiza
los cuerpos de acuerdo a sus producciones, se pone la mirada en lo
que falta, en lo que no se puede hacer. El mercado pone el eje en la
producción de los cuerpos donde los CV, dicen lo menos importante
de nuestras vidas, y a datos que no tienen que ver con lo que
somos, tenemos que acompañarlos con una foto, no siempre basta
con la información que demos sobre nosotros mismos.
Muchas veces las personas con discapacidad son vistas como
inservibles.
¿Cómo repensar el sistema educativo con políticas educativas
sobre el eje de la Inclusión socioeducativa?
La discapacidad es un concepto político y social, no se debe
culpabilizar a las personas por lo que no tienen, tienen derechos,
son ciudadanos /as con derechos políticos, sociales y deciden sobre
sus vidas, eligen dónde, cómo y con quién y qué quieren para su
propia vida.
Coexisten distintos modelos en la discapacidad, modelos médicos y
sociales. No se debe poner la mirada en el déficit ni en la condición
de discapacidad sino poner la mirada en las condiciones del
entorno.
Modelo Médico: el certificado de discapacidad. El requisito es el
diagnóstico. En un papel escrito se considera todo. Es necesario ver
nuevas miradas.
Modelo social: la discapacidad no es un déficit. Hay que ver en el
entorno que barreras hay para que puedan ejercer sus derechos.
¿Qué diferencia hay entre tener una ley y no tenerla?
Año 2006: Convención para las personas con discapacidad.
Hay un antes y un después en relación a los derechos para las
personas con discapacidad.
El Estado no ha garantizado el derecho para las personas con
discapacidad.
Necesariamente la Convención toma estado constitucional en el
2014. Los tiempos de los legisladores, no son los tiempos de las
historias personales y singulares.
Ley 27.044: rango constitucional a la Convención
Ley 26.206: ley de Educación Nacional
En nuestra provincia el decreto 2703 (2010) fue muy importante,
estableció las pautas de organización y articulación de proyectos de
inclusión entre los niveles y la educación especial.
Se siguió trabajando diariamente para lograr un proyecto
pedagógico de inclusión. Se habilitaron espacios muy importantes,
reuniones de consejo donde participan escuelas de todos los
niveles para trabajar en torno al proceso de inclusión de los
estudiantes con discapacidad. Espacio valioso para el avance:
experiencias que se pueden socializar y se acuerdan y se resuelven
a nivel del consejo. Se habilitó la figura de los apoyos adicionales a
la inclusión, profesionales del ámbito de la salud que acompañen el
proceso.
Resolución 311 (15/12/2016) Impacta en todos los niveles
obligatorios y en la educación superior. Fue el producto de un
proceso:
-A cargo del Consejo Federal de Educación: la aprobación unánime
de todas las provincias, de cada uno de los Ministerios de
Educación.
-Norma a nivel nacional que enmarca el hacer en relación a la
promoción, acreditación, certificación y titulación de los estudiantes
con discapacidad.
Complementarias a la Resolución 311 fueron:
2509 (2017): guía de orientación para la implementación de la
resolución 311.
2945 (2017): validez nacional a todos los certificados emitidos en el
nivel secundario en el marco de la resolución 311.
La Res. 311 garantiza el derecho a la educación desde un piso de
igualdad a todos los estudiantes desde la educación secundaria que
finaliza en el último año aunque los haga con un PPI. Faltan las
pautas de certificados secundarios con PPI.
PPI: Proyecto Pedagógico para la Inclusión: instrumento dinámico
con información que permite diseñar las configuraciones de apoyo,
las redes y los apoyos necesarios que necesita un estudiante con
discapacidad para transitar su trayectoria educativa en igualdad de
condiciones.
Este documento que es un anexo de la 311, tiene los aportes de
nuestra provincia y se está mejorando en los últimos años,
agregando datos del estudiante, apoyo adicional, contenidos y
materias.
“Corresponsabilidad”: el estudiante con discapacidad no es un
estudiante de la Educación especial, o sólo de ella. Los estudiantes
son estudiantes de las escuelas en general y no de las comunes o
las especiales.
El PPI es esa forma de trabajar a la par del docente del nivel común
y el docente de la modalidad especial a la par de manera
corresponsable, nos falta mucho aún trabajar en base a esta
corresponsabilidad.
Carlos Skliar menciona que hay que estar dispuesto a trabajar con
otro docente a la par.
La modalidad especial y la educación especial están más presentes
hoy que antes, no va a desaparecer la educación especial, hay que
trabajar de manera corresponsable con cada uno de los docentes
de los niveles y modalidades para garantizar el derecho a la
educación de los estudiantes con discapacidad.

¿A qué llamamos inclusión?


La inclusión es un proceso, y es necesario hablar de inclusión
porque hay ciertas condiciones que no están presentes en
determinados ámbitos y que son condiciones que necesitan ser
revisadas, miradas, transformadas, al ser un proceso significa que
estamos afortunadamente caminando tiempos de transformación.
La inclusión busca la participación y el aprendizaje de todas y todos
los estudiantes. Nadie fuera de la escuela, todos ejerciendo el
derecho a la educación.
Se precisa la identificación y eliminación de las barreras.
Cuando recorremos el territorio con el equipo aparece la pregunta
¿y qué hacemos? ¿Concretamente por dónde empezamos?
Tener presente que los estudiantes con discapacidad tienen voz.
Estamos acostumbrados a habilitar y deshabilitar derechos que son
de otros, que no va a poder, que no va a llegar, que no va a
terminar el primer año, quién le va a dar el certificado si tiene
discapacidad?
Desnaturalizar y visibilizar ciertas prácticas, eliminar e identificar las
barreras que no es tarea fácil pero nos compete a todos si todos
trabajamos desde la convicción de que esto es posible y que
queremos una mejor sociedad para todos.
Identificar y eliminar las barreras, tener la mirada atenta en aquello
que obstaculiza y trabajar en acciones para eliminar las barreras,
poner énfasis en aquellos estudiantes que están en riesgo de
marginación, exclusión o fracaso escolar.
La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas
con Discapacidad, incorpora términos que son replicables,
pensando en una educación para todos.
La inclusión requiere cambios, esto es fundamental y la Res. 311 lo
incorpora diciendo que es necesario, no sólo fijar el sistema de
certificación y titulación para personas con discapacidad sino
también trabajar en torno a la cultura escolar inclusiva.
Los valores y las creencias a nivel institucional son las que
motorizan los cambios y si no se trabaja en este nivel difícilmente
haya una transformación.
Un ejercicio que se sugiere es la introspección, cómo cada uno de
nosotros pensamos la inclusión, cómo nos vinculamos con otras
personas, cómo nos vinculamos con personas con discapacidad.
Cómo nos vinculamos en el aula y cómo nos vinculamos
diariamente con las personas con discapacidad, es un ejercicio
hacia adentro, para trabajar fuertemente el tema de los valores,
creencias aptitudes propias, siempre se responsabiliza al sistema,
al entorno, al otro…
¿Qué hacemos nosotros como docentes?
Posibilitamos o no posibilitamos, dialogamos, damos la voz,
sabemos trabajar desde el deseo o desde los mandatos, desde el
debería ser.
En educación superior, los estudiantes con discapacidad son
mayores de edad. ¿Cuáles son sus expectativas, deseos, por qué
quieren estar allí?, ¿por qué la educación superior es una elección?,
¿cómo se vincula esa elección con su proyecto de vida?, ¿cómo se
generan todas las alternativas posibles para que cada uno pueda
elegir ese transitar y ese proyecto de vida propio?
Transformar las formas de enseñar, evaluar el pensamiento de que
cada uno de nosotros aprende de manera diferente, acompañado
con las políticas educativas, con la organización y funcionamiento
de la escuela.
No hay normativa por más perfecta que sea que pueda generar una
transformación si eso no va acompañado de un cambio estructural.
La resolución 311 profundiza la cultura inclusiva contenida también
en la Convención.
La UNESCO en el año 2005 habla de avances en la educación
inclusiva y dice cuáles son las transformaciones del sistema
educativo que deben promoverse e impulsarse para generar las
condiciones que favorezcan el aprendizaje y la participación de
todos los estudiantes.
El adjetivo inclusivo es como que se coloca para hablar de
educación, de escuela, de sociedad, formando parte de este
proceso de visibilización que es necesario hacer. En algún
momento hablaremos sólo de educación, suponiendo que la
inclusión forma parte del hacer. Debería de ser así pero, hoy por
hoy, es necesario hablar de educación inclusiva.
Las barreras físicas: rampas, baños adaptados, etc., generan
obstáculos, en ocasiones, difíciles de eliminar. También están las
barreras comunicacionales (interpretes) y actitudinales: nuestra
sociedad es fuertemente discriminatoria y excluyente. Estas
aparecen diariamente cuando son el obstáculo para que otras cosas
sucedan. Habilitar o inhabilitar derechos que son de los demás, lo
decidimos por otro (“este estudiante no va a poder”, “debería ir a
otra escuela y no a esta”), decimos con palabras cuestiones que
tienen un impacto en la otra persona.
Cuando vinculamos las barreras a uno de los derechos que
aparecen en la convención que es la “accesibilidad”, hacemos
hincapié en la importancia de esta condición en el entorno físico,
social, económico y cultural de accesibilidad a la salud, a la
educación en la información y en las comunicaciones para que las
personas con discapacidad puedan gozar plenamente de todos los
derechos y libertades fundamentales. No solamente las personas
con discapacidad sino todas las personas.
Nuestro objetivo es equiparar oportunidades, trabajar en términos
de equidad, dar a cada uno lo que está necesitando, sobre un piso
de igualdad porque no todos necesitamos lo mismo.
En educación superior trabajamos con las condiciones de
accesibilidad académica, acompañamos desde el año 2016 las
trayectorias de estudiantes con discapacidad en institutos de
formación en tecnicaturas y formación artística en diferentes
localidades.
El Diseño Universal de Aprendizaje (DUA) trabaja sobre
determinados ejes para permitir ver desde el aula, desde la tarea
docente, las cuestiones que tienen que ver con la accesibilidad,
teniendo presente fundamentalmente que todos aprendemos de
forma diferente.
Citando a Corali Helizondo, docente española que trabaja en
inclusión educativa para personas con discapacidad, en el DUA,
afirma que la educación inclusiva es un derecho, que la educación
con mayúscula, debe ofrecer posibilidades para todo el alumnado,
debe ser un relato escrito en primera persona, un relato humano
con final abierto, que lo decide, define y elige la propia persona con
discapacidad. Es importante reconocer todo lo que nos falta y ser
partícipes en estos tiempos de transformación. Las categorías no
son absolutas y estamos en un incesante cambio, debemos
reflexionar en las adolescencias con discapacidad, la inclusión en el
trabajo. El docente debe ser un puente.

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