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El trabajo social se originó en el siglo XIX en Estados Unidos e Inglaterra para ayudar a los pobres. Inicialmente eran voluntarios de la iglesia, pero luego se profesionalizó la disciplina con escuelas de trabajo social. En el siglo XX, el trabajo social creció en respuesta a problemas como la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, estableciéndose como una profesión con programas de maestría y organizaciones como el CSWE y NASW.
Descripción original:
Título original
Antecedentes Históricos de trabajo social en Estados Unidos
El trabajo social se originó en el siglo XIX en Estados Unidos e Inglaterra para ayudar a los pobres. Inicialmente eran voluntarios de la iglesia, pero luego se profesionalizó la disciplina con escuelas de trabajo social. En el siglo XX, el trabajo social creció en respuesta a problemas como la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, estableciéndose como una profesión con programas de maestría y organizaciones como el CSWE y NASW.
El trabajo social se originó en el siglo XIX en Estados Unidos e Inglaterra para ayudar a los pobres. Inicialmente eran voluntarios de la iglesia, pero luego se profesionalizó la disciplina con escuelas de trabajo social. En el siglo XX, el trabajo social creció en respuesta a problemas como la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, estableciéndose como una profesión con programas de maestría y organizaciones como el CSWE y NASW.
Antecedentes Históricos de trabajo social en Estados Unidos.
Trabajo Social es una profesión y disciplina académica comprometida a mejorar el
bienestar social, los cambios y la justicia sociales. Este campo trabaja hacia la investigación y práctica para mejorar la calidad de vida de cada individuo, grupo y comunidad en la sociedad. Trabajo Social desarrolla intervenciones a través de investigaciones, administración, organizando comunidades, práctica directa y educación. (M., 2011) Para entender el origen y desarrollo de la profesión de Trabajo Social es necesario remontarse a la Inglaterra del siglo XVIII, donde se sientan las bases de bienestar social en la creación de servicios de trabajo social. (M., 2011) Trabajo social, como profesión tuvo su origen en el siglo XIX. El movimiento empezó principalmente en los Estados Unidos e Inglaterra. Después del final del feudalismo, los pobres fueron vistos como una amenaza directa al orden social, por lo tanto, el estado formó y organizó un sistema de ayuda para atenderlos. En Inglaterra, la Ley del Pobre sirvió para clasificar a los pobres en diferentes categorías, los pobres que podían trabajar, los imposibilitados, y los haraganes. Este sistema desarrolló diferentes respuestas para ayudar a estos grupos de personas. (M., 2011) Antes de la Revolución del siglo 18 en Estados Unidos, ya se había establecido en Norteamérica un sistema formalizado de ayuda al pobre, de bienestar infantil, e inclusive de salud mental. Estos sistemas tenían el doble propósito de ofrecer compasión y protección. En los albores del siglo 19 los estados de la unión empezaron a responsabilizarse por la distribución de beneficios sociales en poblados y condados. Debido a que las respuestas que daba el gobierno eran en gran parte insuficientes o inefectivas en el trato al creciente número de problemas sociales, sociedades privadas benéficas y organizaciones de esfuerzo personal (self-help), los antecesores de las agencias de los servicios sociales modernos jugaban un papel cada vez más importante en la solución de problemas de índole social. (Michael, s.f.) La Revolución Industrial tuvo éxito durante el siglo XIX. Hubo grandes avances en conocimientos tecnológicos y científicos, pero también hubo grandes migraciones a zonas urbanas a través del Mundo Occidental. Esto condujo a muchos problemas sociales, los cuales a cambio condujeron a un aumento de movimientos sociales (Social Work History, 2007). (M., 2011) En los Estados Unidos, los trabajadores conocidos como los “amigos visitantes” eran pagados por la Iglesia y otras organizaciones de beneficencia, trabajaron dando oraciones, enseñando el evangelio y dando alivio a los problemas sociales (Huff, D. 2008). (M., 2011) En los Estados Unidos, los diferentes métodos de trabajo social llevaron a una pregunta fundamental ¿Es Trabajo Social una profesión? Este debate tiene su origen en el comienzo del siglo XX entre el debate de La Organización de la Sociedad de Beneficencia de Mary Richmond y el Movimiento del Hogar Comunitario de Jane Addams. El interés de este debate era el de saber si el problema debería de ser intervenido con el método tradicional y científico con el enfoque eficiente y de prevención o con el Movimiento del Hogar Comunitario profundizándose en el problema, anulando las líneas entre el interventor y el cliente (Parker,O, D; Demiris, G. 2006). (M., 2011) A pesar de que se abrieron muchas escuelas de trabajo social y se formalizaron para que trabajo social empezara su desarrollo, la pregunta continuó. En 1915, en la Conferencia Nacional de Beneficencias y Correcciones, el Dr. Abraham Flechner habló sobre el tema “¿Es Trabajo Social Una profesión? El Dr. Flechner dijo que no porque a esta le faltaba conocimiento especializado y la aplicación específica de teorías y conocimiento intelectual para resolver los problemas humanos y sociales (Lubove, R.1965). Esto condujo a la profesionalización de trabajo social, concentrándose en trabajo de casos y en el método científico. (M., 2011) Los primeros amigos visitantes fueron mujeres quienes eran voluntarias o misioneras y la mayoría de ellas eran de la alta sociedad. Estas mujeres se esforzaban en disminuir la carga pública de los pobres a través de servicios directos y con oraciones. Los amigos visitantes primero estudiaban e investigaban las solicitudes de ayuda, luego separaban a los solicitantes en diferentes clases, los que merecían y los que no merecían ayuda, luego los ayudaban dándoles apoyo emocional y refiriéndolos a diferentes lugares para que los ayuden (M., 2011). En 1891, el movimiento de la organización de beneficencia en New York empezó a publicar e implementar nuevas ideas en este campo. Programas de adiestramiento bajo la dirección de profesionales tales como Mary Richmond se dieron a conocer alrededor del país. En 1898 estas actividades culminaron con el establecimiento de la Escuela de Verano para la Filantropía Aplicada. Inmediatamente después las amigas visitantes fueron reemplazadas por o resultaron siendo trabajadores sociales “profesionales.” Al principio las nuevas educadas/ adiestradas amigas visitantes se identificaban como “\Trabajadoras Sociales.” Las primeras trabajadoras sociales ampliaron la sus destrezas al incluir otra clase de trabajo de bienestar social al expandir la práctica de trabajo de casos en instituciones de beneficencia infantil y corte juvenil. Al principio del siglo XX, las amigas visitantes voluntarias de las primeras organizaciones de bienestar social desarrollaron lo que ahora se identifica como trabajo social de caso (Barker, R. 1998). (M., 2011) El trabajo social moderno en los Estados Unidos tiene su origen en la inmigración masiva del siglo XIX. Muchos de los inmigrantes llegaron a New York y se mudaron a otras ciudades del este, donde la conglomeración de masas condujo a los problemas sociales y enfermedades (Gehlert, S. y T.A. Brown. 2006). Elizabeth Blackwell fue la primera mujer en ejercer medicina en los Estados Unidos y creó el primer Dispensario Médico para Mujeres y Niños Indigentes en 1853 (M.A. Elston, 2004, 2008). El Dispensario Médico operó ofreciendo ayuda a las comunidades pobres del lado este, y pronto se diversificó más allá de la enfermería básica, facilitando evaluaciones sociales y apoyo a las familias de la zona. En 1889 Jane Addams era una estudiante joven de medicina quien creó un Hogar para expatriados y comunidades pobres en Chicago, el Hogar era un centro para servicios a la comunidad y también tenía un programa de investigación social. Los precursores del trabajo social moderno se originaron en el Dispensario Médico de Blackwell y en el Hogar a manera que los profesionales de salud empezaban a trabajar con determinantes problemas sociales de salud (Ghelert, S. y T.A. Brown, 2006). (M., 2011) En 1930, el sistema estadounidense para el bienestar social, Welfare, comprendía un conjunto de agencias benéficas locales y estatales sin coordinación entre ellas, con fondos y recursos módicos provenientes de organizaciones caritativas con personal voluntario. Las agencias públicas, sin embargo, no suministraban los mismos servicios, ni interactuaban a nivel administrativo. Tampoco las organizaciones de voluntarios poseían suficientes recursos para prestar atención a las crecientes necesidades puestas en evidencia durante la Gran Depresión. (Michael, s.f.) El trabajo social se puso en práctica como respuesta a la Depresión; al gobierno se le asignó un funcionamiento instrumental para el bienestar social. El pueblo tomó conciencia de la pobreza como resultado de circunstancias económicas y no como fracaso personal. También se dio amplia aceptación al concepto de la asistencia al bienestar social como responsabilidad gubernamental fuera de la beneficencia por entidades privadas. Estos cambios iniciaron el establecimiento de una extensa serie de programas gubernamentales bajo la Administración de Roosevelt, denominados ‘Pacto Nuevo’, luego convirtiéndose en un sistema nacional complejo para el bienestar social, denominado el Welfare. El Pacto Nuevo también elevó la posición del trabajo social como profesión, en particular a través de los esfuerzos de asistentes del presidente Roosevelt como Harry Hopkins y Frances Perkins. (Michael, s.f.) Durante la Segunda Guerra Mundial muchos trabajadores sociales aceptaron tareas relacionadas a la guerra, estimulados por el establecimiento de una clasificación especial para el trabajo social militar en el desarrollo de servicios para las comunidades impactadas por el conflicto bélico. En la década posterior a la Guerra, esfuerzos de gran envergadura se llevaron a cabo para elevar el nivel profesional en el trabajo social. Estos incluyeron una mejor normalización de agencias y prácticas, el desarrollo de programas interdisciplinarios para el doctorado, y la creación de un núcleo esencial de programas educativos para la Maestría en Trabajo Social (MSW). La formación del CSWE en 1952 y el establecimiento de la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales (NASW, sus siglas en inglés) en 1955 fortalecieron aún más la posición de la profesión. (Michael, s.f.) A principio de los años 1960, revelaciones de gran publicidad sobre la pobreza y el surgimiento de nuevas perspectivas “estructurales” sobre los problemas sociales forzaron a los estadounidenses a un redescubrimiento de más de 40 millones de personas, aproximadamente una tercera parte de ellos niños, cuyas vidas habían sido dadas de lado por el progreso moderno económico y social. Esto motivó el desarrollo de nuevos modelos organizativos para el servicio social, como, por ejemplo, la Movilización para la Juventud en Nueva York (Mobilization for Youth), que condujo a la proclamación del presidente Johnson a declarar “una guerra incondicional a la pobreza” en enero del 1964. (Michael, s.f.) El presidente Nixon transfirió la administración de programas antipobreza a estados y zonas locales. En los años 1972 y 1973, el Congreso aprobó la Ley para la Asistencia Económica Estatal y Local y el Acta de Empleo y Entrenamiento Comprensivo (CETA, Comprehensive Employment and Training Act). Esta legislación estableció el concepto de compartimiento de ingresos y en fin condujo al desmantelamiento de la Oficina de Oportunidades Económicas. Los mayores logros en política social de la Administración de Nixon, sin embargo, fueron las Enmiendas a la Seguridad Social de 1972, que centralizaron y estandardizaron la ayuda a los discapacitados y a los ancianos de bajos ingresos, imponiendo control inflacionario sobre los beneficios. Los programas de estampillas para la comida (food stamps), nutrición infantil, y de jubilación para los trabajadores del ferrocarril se relacionaron a las tasas del costo de vida. (Michael, s.f.) Los cambios en política que inspiraron a la llamada “Revolución de Reagan” en los 80, forzaron a los trabajadores sociales a depender, en parte o del todo, en el sector privado para buscar soluciones a la problemática del bienestar social. Programas enteros fueron reducidos, detenidos o eliminados por completo. Fondos en bloque se crearon para áreas de bienestar infantil y desarrollo comunitario. La crisis que amenazaba al presupuesto del Seguro Social y al Medicare fue detenida gracias a aumentos módicos de impuestos junto a reducciones en los beneficios. Al mismo tiempo, el rápido aumento en el déficit federal impidió el desarrollo de nuevas iniciativas de amplio alcance para el bienestar social. (Michael, s.f.) En el transcurso de la política en los 90 se notaron consecuencias serias para la profesión de trabajo social. Reformas en el bienestar social motivaron la reestructuración de departamentos para el bienestar social público y presionaron aún más a organizaciones privadas (sin fines de lucro) para que llenaran los vacíos dejados por la carencia de servicios gubernamentales. La introducción de managed care (cuidado administrado) en áreas médicas y de salud mental, de inmediato alteraron la práctica de muchos trabajadores sociales, así también como cambiaron políticas para el bienestar infantil. Aunque oposición a los programas de Acción Afirmativa aumentó durante estos años, los trabajadores sociales, en particular en ámbitos universitarios, daban un mayor énfasis a la diversidad racial, de género, y etnia en sus programas académicos y de reclutamiento estudiantil. NASW revisó su Código Ético para impulsar a la justicia social hacia un imperativo ético, y CSWE requirió en sus programas la instrucción en el trabajo por la justicia social y económica. (Michael, s.f.) Durante más de un siglo la profesión del trabajo social se ha desarrollado y reinventado en respuesta a los rápidos cambios sociales y económicos, manteniendo su enfoque sobre la defensa al cumplimiento de las necesidades de los segmentos más vulnerables de la sociedad y al mejoramiento de su bienestar. Hoy, los trabajadores sociales constituyen el mayor número de profesionales que trabajan en las áreas de salud mental y de servicios a familias. Se calcula que para el año 2005, habrán alrededor de 650,000 trabajadores sociales, un incremento del 30 por ciento en 10 años. A pesar de cambios recientes en la sociedad y en su compromiso al bienestar social, la misión primaria del trabajo social, de acuerdo al Código Ético de NASW, sigue siendo “dar realce al bienestar humano y ayudar a satisfacer las necesidades humanas básicas de todo el pueblo, prestando atención particular a las necesidades y a los derechos de personas vulnerables, que están oprimidas, o que viven en la pobreza”. En el futuro, esta misión pudiera inspirar el desarrollo de una nueva síntesis en el trabajo social, en la que los estados ofrecen el financiamiento, pero delegan el cumplimiento de servicios a otros sectores. Es probable que surjan nuevas prácticas y causas para los trabajadores sociales. En una sociedad de mayor aspecto multicultural, las organizaciones de base comunitaria pueden jugar un papel importante en dar realce a la participación de clientes (beneficiados) en el diseño y en la entrega de servicios sociales, mientras se amplía y revitaliza la naturaleza misma del trabajo social. (Michael, s.f.)
Bibliografía M., G. C. (2011). Historia Cronológica de Trabajo Social en los Estados Unidos. New York: Bronx Lebanon Hospital Center.
Michael, N. T. (s.f.). redandgreen. Obtenido de redandgreen: