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Inclusión educativa y laboral

Según la declaración universal de los derechos humanos “Todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, (Asamblea General de las Naciones Unidas,
1948). Pero hoy, a casi de 70 años de aquella manifestación aún existen personas a quienes
se les limitan algunos de sus derechos como el de una buena educación o un trabajo digno
en el cual puedan desarrollarse a plenitud; estas personas son aquellas que poseen alguna
discapacidad.

Actualmente se ha estado haciendo énfasis en la preponderancia de la inclusión de


las personas con discapacidad a los diferentes contextos como los son: el educativo, el
laboral y el social. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que diferentes instancias hacen
buscando sensibilizar a la sociedad acerca del tema, aún existen individuos en el colectivo
que interpretan esto como una condescendencia hacia las personas como discapacidad y no
como el pleno ejercicio de los derechos que les corresponden.

La realidad es que en materia de inclusión aún hace falta mucho por trabajar ya que
únicamente se ha alcanzado la integración de la discapacidad, sin que esto sea el
equivalente a la inclusión. El concepto de integración es multidimensional y se aplica a
contextos y niveles macro, mientras que la inclusión serían temas relativos sólo a grupos de
personas o individuos. Hace falta mucho para alcanzar que las personas con discapacidad
puedan desarrollarse al máximo y más aún que la sociedad sea capaz de ver en ellos el
potencial que son competentes de alcanzar, más allá de las limitaciones que puedan
presentar o el diagnostico en el que se les pueda etiquetar.

La discapacidad, va más allá de las limitantes que otorga una condición, son el
conjunto de experiencias que viven cada una de las personas en el transcurro de su vida,
muchas de ellas, de opresión, discriminación, indiferencia, exclusión e incomprensión que
incluso resultan ser más limitantes que sus mismas condiciones ya que las lleva a
enfrentarse a las barreras sociales, culturales, materiales o de acceso físico que para el resto
de las personas no representa ningún problema. Cosas tan simples como el diseño y la
estructura del entorno representan una restricción y si aunado a esto se ubica la actitud de
las personas ante la discapacidad.
Como punto de partida para lograr la inclusión es necesario ser muy claros acerca
de que es lo que representa dicho termino. La inclusión es comprensión y respuesta a la
diversidad, es reducción de barreras, es aprender a vivir y trabajar juntos compartiendo los
bienes y oportunidades sociales disponibles, es además cambiar la idea de que las personas
con discapacidad necesitan ayuda para encajar dentro de los sistemas, estructuras y
políticas ya establecidas, es ir mas allá de desarrollar nuevos enfoques o modelos de
enseñanza y proveer asistentes de apoyo.

Una de las barreras que obstaculizan la adecuada inclusión de las personas con
discapacidad al ámbito laboral es sin duda la percepción de que estas personas no son
productivas, los empleadores no las perciben como personas preparadas para desempeñarse
en el trabajo y como consecuencia no les ofrecen la oportunidad de demostrar esto ni de
contribuir a desarrollo de sus países. Por otra parte, muchos de ellos no han tenido acceso a
una educación o formación profesional que les permita tener los conocimientos y
habilidades para desempeñarse en el ámbito laboral satisfactoriamente. Esta situación
introyecta en muchos de ellos la propia percepción de la incapacidad y se vuelven pasivos y
conformistas para vivir de la asistencia pública, de sus familias o de la lastima de algunas
personas a quienes les piden dinero en las calles.

En la educación cuando hablamos de inclusión nos referimos a todos los niño/as y


jóvenes, con y sin discapacidad o dificultades, aprenden juntos en las diversas instituciones
educativas (preescolar, colegio/escuela, post secundaria y universidades) con un área
apropiada dependiendo la situación. La inclusión se ve como el proceso para identificar y
responder a la diversidad de las necesidades de todos los estudiantes a través de la mayor
participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades, y reduciendo así la
exclusión en la educación.

En Europa y algunos países asiáticos el sistema de gobierno ha tomado medidas con


el propósito de lograr inclusión de las personas con discapacidad y ha dispuesto en las leyes
reservar en las empresas un determinado porcentaje de puestos de trabajo exclusivos para
ellos. De tal manera que si no llegaran a cumplir con esta disposición se verán sancionados
económicamente. Sin embargo, la misma pasividad de los gobiernos al respecto del
cumplimiento de estas leyes hace que las empresas hagan caso omiso a las mismas ya que
no reciben realmente una sanción. Por otro lado, existen países que incentivan con apoyo
económico a aquellos que deseen establecer sus propios negocios sin embargo muchas de
estas organizaciones creadas no tienen éxito ya que más allá del beneficio económico, las
personas necesitan también capacitación para la adquisición de habilidades como la
contabilidad, la gerencia u otro tipo de apoyo para la adquisición de equipo propio de cada
negocio.

Recientemente se ha optado por una opción denominada “empleo con apoyo”, que
brinda acompañamiento a las personas, no solo para la búsqueda de un empleo sino
también para aprender de él y lo más importante, mantenerlo. Funciona como un periodo de
transición entre los talleres especiales en donde se les enseña una actividad laboral y la
realidad en ese ámbito. En este tipo de proyecto, un tutor puede ser quien realice la
capacitación de la persona en el trabajo y posterior a esto realizar visitas periódicas para
darle seguimiento o asistir en cuanto sea requerido por el empleador para prevenir o
resolver de manera más rápida y efectiva problemas. Esta ayuda se proporciona en función
de las necesidades de la persona y de la propia empresa en conjunto.

En cuanto al ámbito educativo, la inclusión modifica contenidos, estructuras y


estrategias, con una visión común para todos los niño/as sin importar rango de edad. Se
basa en que niño/a tiene características, intereses, capacidades y necesidades de aprendizaje
distintos y deben ser los sistemas educativos los que están diseñados, y los programas
educativos puestos en marcha, teniendo en cuenta la amplia diversidad de dichas
características y necesidades.

La educación inclusiva es una estrategia diseñada para facilitar el aprendizaje de los


niño/as jóvenes e incluso, adultos. Además, tiene como objetivos: eliminar todas las
barreras para el aprendizaje, y facilitar la participación de todos los estudiantes, lo que
significa que los estudiantes recibirán los soportes necesarios para tener la oportunidad de
participar como miembros de una clase. Es por esto que la inclusión se ve más como un
enfoque de la educación que como un conjunto de técnicas educativas.

Para lograr un ámbito educativo que se fomente en la inclusión, se requiere de


cambios en la aproximación y las prácticas educativas, pero además en repensar actitudes
fundamentales acerca de la educación, implementar cambios estructurales en ella y verla
como una aproximación al desarrollo de todo el sistema escolar. En la visión inclusiva el
aula regular se asume como el lugar apropiado para llevar a cabo el proceso educativo. Los
docentes del aula son los responsables directos de todos sus alumnos y por ello cuentan con
los apoyos y soportes que requieren para responder a las necesidades de sus alumnos.

Desde un enfoque inclusivo se proponen los siguientes cambios:

Enfoque tradicional Enfoque inclusivo


Se hacen diagnósticos de los Se identifican las características de los
estudiantes para su categorización y estudiantes para definir los apoyos que requieren.
remediar el déficit Planeación Centrada en la persona.
Se enfoca en el estudiante Se enfoca en la clase
Valoración por expertos Solución de Problemas por Equipos
Colaborativos
Programa especial para el estudiante Estrategias para el profesor
definido
Ubicación en un programa especial Un aula que responde y es efectiva para todos sus
estudiantes

El principio de Educación Inclusiva se establece desde la Conferencia Mundial en la


educación especial: acceso y calidad (Salamanca, España, 1994) y se retoma en el Foro
Mundial en Educación (Dakar, Senegal, 2000) y en las Normas en la Igualdad de
Oportunidades de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas que proclama
participación e igualdad para todos. Aun cuando publicaciones, experiencias, políticas…
soportan esta idea, es indudable que existe un debate histórico sobre si esta es la respuesta
para la educación de calidad para alumnos con discapacidad.
Desde la declaración de Salamanca, la UNESCO (1944) ha generado una pauta
alrededor de la educación inclusiva y su significado. Aquellos alumnos con necesidades
educativas especiales deben tener acceso a los colegios de educación regular, donde deben
ser acomodados con estrategias pedagógicas centradas en el alumno para responder a sus
necesidades. Para el caso de aquellos alumnos con discapacidad propuso en algunos países
realizar un seguimiento enfocado a este grupo particular, utilizando como herramienta la
bandera de la inclusión.
La educación inclusiva representa así un modelo social para aproximarse a la
educación de las personas con discapacidad, a diferencia del modelo médico tradicional. La
educación en este contexto es un concepto amplio que busca posibilitar que el estudiante
con NEE adquiera conocimiento y desarrolle habilidades, actitudes y hábitos que
contribuyan a su bienestar mental y social.
Como ya se ha mencionado anteriormente, brindarles la educación bajo modelos de
inclusión se establece como una mejor práctica educativa deseable para la población con
NEE por su condición de discapacidad y se propone un proceso continuo que identifique
los cambios graduales y dinámicos que deben darse en todos los sistemas y estructuras para
poder llegar al ideal de una comunidad para todos.

El psicólogo como profesional de la salud cumple un papel muy importante en el


proceso de atención a los alumnos con NEE ya que forma parte del equipo
multidisciplinario de apoyo a estos estudiantes. Una de sus tareas es la de realizar el
diagnóstico, tratamiento y seguimiento de las dificultades de aprendizaje y del desarrollo
que puedan presentar estos alumnos, así como de proporcionar asesoría psicopedagógica y
técnica a los docentes, a la familia y a la misma comunidad educativa. Esta asesoría es de
vital importancia sobre todo la que se da a los padres ya que son ellos quienes cumplen un
rol muy importante en la inclusión de sus hijos, puesto que el niño no solo aprende en el
centro educativo, sino también relacionándose con su medio social y en este caso la familia
es el medio social primario y más importante del niño.
Referencias bibliográficas

Falla, B. y Mogollón, D. (2014). La escuela inclusiva: Desafíos y oportunidades del


psicólogo

escolar. Alteridad. Revista de Educación, Vol. 9, No. 2. Pp. 92-107. Recuperado de


https://dspace.ups.edu.ec/bitstream/123456789/13742/1/Alt_v9n2_Mogollon_Falla.
pdf

Lorenzo, R. (s/f). El futuro de los discapacitados en el mundo: el empleo como factor


determinante

para la inclusión. Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Recuperado


de
http://www.empleo.gob.es/es/publica/pub_electronicas/destacadas/revista/numeros/
50/est04.pdf

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