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Objetivos
Enumerar las secciones de un laboratorio de análisis clínico.
Definir los conceptos principales cada una de ellas.
Desarrollar el procedimiento a seguir en cada sección.
Mapa conceptual
Tinción: También conocida como coloración, es una técnica auxiliar que se utiliza
para mejorar el contraste en la imagen vista al microscopio. Esta técnica es
utilizada en biología y medicina para resaltar la definición y examinar cortes de
tejido, poblaciones celulares u organelos dentro de las células individuales.
Las tinciones directas sobre los productos originales permiten prever lo que se
puede encontrar en las muestras. Resultan de utilidad para colaborar en la
elección de los medios de cultivo adecuados y para presumir si los
microorganismos que crezcan en los medios de cultivo pueden estar en producto
original o ser una contaminación posterior por la manipulación.
6. Sección de bacteriología
Según la Real Academia Española, la bacteriología es la parte de la
microbiología que tiene por objeto el estudio de las bacterias. La bacteriología es
una rama de la biología que trata del estudio de la morfología, ecología, genética y
bioquímica de las bacterias. Tiene gran importancia para las implicaciones
médicas, alimentarias y tecnológicas.
En la sección de bacteriología se desarrollarán las técnicas de diagnóstico directo
e indirecto de las infecciones ocasionadas por bacterias y hongos.
Un paso fundamental en el diagnóstico bacteriológico es el aislamiento de
bacterias en cultivo puro. Luego, por procedimiento de laboratorio de naturaleza
variada (pruebas bioquímicas, coloraciones, serología…) se procede a su
identificación.
Por lo tanto, es de gran importancia poder realizar las técnicas para obtención de
cultivos puros a partir de una flora mixta.
En esta sección se interpretan los cultivos, tinciones y otras técnicas, realizando la
identificación y pruebas de sensibilidad (se refiere a qué tipo de antibiótico es
sensible el microorganismo).
Las técnicas de diagnóstico rápido para la detección de antígenos/anticuerpos
directamente en las muestras son:
Urocultivos (tomando como muestra la orina).
Coprocultivos y parásitos (tomando como muestra las heces).
Exudados y anaerobios (tomando como muestra las secreciones).
Hemocultivos (tomando como muestra la sangre).
Se deberá tener en cuenta que, siempre que sea posible, la muestra para
cultivos tiene que ser recolectada antes de la administración de antibióticos.
7. Sección de micobacterias
8. Sección de micología
9. Sección de antibióticos
Recuerda
Objetivos
Conocer los materiales empleados en el laboratorio.
Identificar los principales instrumentos y aparatos de laboratorio
Conocer la importancia del material volumétrico: probeta, pipeta, bureta, etc.
Identificar la importancia de los equipos automáticos, para el procesamiento de
las muestras y para el laboratorio de hematología.
Analizar los reactivos químicos y biológicos, así como sus equipos empleados.
Mapa conceptual
1. Materiales de laboratorio
Los materiales de plástico pueden ser de uso múltiple, por ejemplo, las probetas,
matraces, vasos de precipitados, las placas de Petri…. El plástico ofrece algunas
ventajas frente al vidrio, es resistente a la rotura, tiene un peso bajo. Los utensilios
de plástico de laboratorio son monómeros orgánicos polimerolarizadas.
Hay gran variedad de plásticos, van a tener distintas propiedades físicas y
químicas (por ejemplo, poliestireno, PVC, polipropileno...).
Cuando se utiliza un plástico hay que tener en cuenta el tipo de plástico que se
emplea porque algunos plásticos pueden ser atacados por disolventes orgánicos,
por ácidos, por bases, además pocos plásticos pueden superar temperaturas
altas.
El material de plástico del laboratorio puede ser termorresistente o termosensible.
Los primeros son resistentes al calor. Entre ellos se pueden incluir:
Puntas para micropipetas automáticas.
Tubos de ensayo.
Microtubos (tubos de Eppendorff). Son tubos de ensayo para pequeños
volúmenes (< 2 ml.).
Vasos de precipitados, probetas y otro material volumétrico.
Este tipo de material se pude esterilizar antes de su uso utilizando autoclave de
vapor. Tras su utilización se desecha directamente o esteriliza nuevamente antes
de ser desechado. Todo el material volumétrico reutilizable, se limpia de acuerdo
con las mismas normas aplicables al vidrio.
El material termosensible, en cambio, no es resistente a las altas temperaturas, ya
que se trata de plástico convencional. Entre el material de plástico termosensible
encontramos:
Placas Petri: Son parecidas a una caja redonda y se usan para realizar
cultivos en medio sólido en microbiología. Aunque las hay de vidrio, las de
plástico son las más utilizadas actualmente.
Pipetas Pasteur: Tienen la misma función que las de vidrio, pero en este caso,
son de plástico de un solo uso.
Tubos de ensayo: En muchos casos son material desechable. Se
comercializan estériles y no estériles.
Más adelante se verán más instrumentos de este tipo de forma más desarrollada,
en el aparatado de materiales volumétricos.
2.1 Balanzas
Tipos de balanzas
Existen varios tipos, que aún en la actualidad se pueden encontrar en el
laboratorio. Frecuentemente vamos a encontrar balanzas analíticas, aunque las
balanzas electrónicas son utilizadas habitualmente.
Balanza analítica
Una balanza analítica de brazos iguales consiste esencialmente en una cruz
sustentada en su centro por un soporte o fulcro, de forma que actúa como una
palanca sencilla. De cada extremo de la cruz, en puntos equidistantes del punto de
apoyo central, pende un platillo para colocar el objeto a pesar y las pesas.
El objeto, que se coloca en el platillo izquierdo, tiene la misma masa que las
pesas, que se colocan en el platillo derecho, cuando la cruz está en posición
horizontal, lo cual indica que la fuerza gravitacional que actúa en cada uno es la
misma en los dos brazos. La posición de la cruz respecto a la horizontal está
indicada por una aguja llamada fiel, unida a la cruz y perpendicular a ella que se
mueve sobre una escala graduada con un trazo en el centro, que está debajo y
exactamente en la vertical del fulcro. Han desarrollado balanzas analíticas
nomoplato, que poseen un contrapeso regulable en un extremo del brazo y pesas
removibles (en realidad masas calibradas) colgadas en el otro extremo, en un
soporte unido al platillo. Las pesas se añaden y se quitan del soporte mediante
controles externos, sin necesidad de ser manipuladas directamente por el
operario.
Balanzas electrónicas
A principios de los años 70 apareció la balanza electrónica híbrida que conservaba
el brazo y la cuchilla afilada, pero empleaba un solenoide en lugar de pesas para
proporcionar la fuerza equilibrante y hacer regresar el platillo a su posición original.
Posteriormente las pesas se eliminaron totalmente, hasta llegar al diseño de la
balanza electrónica moderna.
En las balanzas modernas, el circuito electromagnético está diseñado de forma tal
que la corriente en el solenoide es proporcional a la desviación del platillo de su
posición de equilibrio, que a su vez también es proporcional al valor de la masa
colocada en el mismo. Mediante circuitos electrónicos, esta corriente se utiliza
para indicar el valor de la masa en una escala digital.
El sistema de procesamiento de la señal, en estas balanzas electrónicas, está
compuesto por el circuito que transforma la señal eléctrica, emitida por el
transductor de medida en datos numéricos que pueden ser leídos en una pantalla.
El proceso de la señal comprende las siguientes funciones:
Tara: Se utiliza para colocar en cero el valor de la lectura, con cualquier carga
dentro del rango de capacidad de la balanza. Se controla con un botón ubicado
generalmente en el frente de la balanza.
Control para ajuste del tiempo de integración: Los valores de peso son
promediados durante un período predefinido de tiempo. Dicha función es muy
útil cuando se requiere efectuar operaciones de pesaje en condiciones
inestables. Por ejemplo: presencia de corrientes de aire o vibraciones.
Redondeo del resultado: En general las balanzas electrónicas procesan
datos internamente de mayor resolución que aquellos que se presentan en la
pantalla. De esta forma se logra centrar exactamente la balanza en el punto
cero, cuando la balanza es tarada. El valor interno neto se redondea en la
pantalla.
Detector de estabilidad: Se utiliza en operaciones de pesaje secuencial y
permite comparar los resultados entre sí. Cuando el resultado se mantiene, es
liberado y puesto en pantalla, aspecto que se detecta al encenderse el símbolo
de la unidad de peso seleccionada.
Procesamiento electrónico de las señales: Permite disponer de otras
funciones tales como conteo de partes, valor porcentual, valor objetivo, entre
otras. Dichos cálculos son realizados por el microprocesador, de acuerdo con
las instrucciones que el operador ingresa a través del teclado de la balanza.
Recomendaciones generales
Para instalar y utilizar satisfactoriamente una balanza, se requiere lo siguiente:
Disponer de un ambiente que no presente corrientes de aire, cambios bruscos
de temperatura y que esté libre de polvo.
Tener una superficie perfectamente nivelada y de área suficiente para instalar
la balanza y aquel equipo auxiliar con el que se interactúa en los procesos de
pesada.
Evitar que en los alrededores se encuentren instalados equipos que produzcan
campos magnéticos elevados o vibraciones como centrífugas, motores
eléctricos, compresores y generadores.
Evitar que se encuentre bajo la influencia directa de los sistemas de aire
acondicionado, (corrientes de aire) y de la luz solar.
La operación de una balanza electrónica moderna está claramente definida en el
manual de operación que suministran los fabricantes.
En general se debe cumplir el siguiente procedimiento:
Permitir que la balanza equilibre sus condiciones con las del ambiente donde
se encuentra instalada.
Permitir que la balanza se precaliente antes de iniciar las actividades.
Normalmente basta que la misma se encuentre conectada al sistema de
alimentación eléctrico. Algunos fabricantes sugieren que se deje transcurrir un
período de tiempo de al menos 20 minutos, desde el momento en que se
energiza hasta el momento en que se inicia la utilización de esta.
Verificar que la balanza se encuentre calibrada.
Las balanzas electrónicas por lo general disponen de una calibración hecha en
fábrica, almacenada en la memoria, la cual puede utilizarse si no se dispone de
masas de calibración.
Operaciones previas
En primer lugar, se debe verificar que la balanza a calibrar se encuentre en buen
estado: debe estar limpia y ubicada en un sitio libre de vibraciones y fuentes de
calor. En el proceso de calibración se utilizarán generalmente pesas patrón.
Previamente al proceso de calibración, las pesas patrón se deben limpiar con una
mezcla de éter y alcohol, y se han de dejar estabilizar en las condiciones del
recinto de calibración durante las 12 horas previas a la calibración. También se
tiene que asegurar la estabilidad de la temperatura durante la calibración (ésta
deberá realizarse en una sala con temperatura controlada a 20 ± 1° C), así como
de la presión atmosférica y de la humedad.
2.2 Centrífugas
Las centrífugas son instrumentos que permiten someter a las muestras a intensas
fuerzas que producen la sedimentación en poco tiempo de las partículas que
tienen una densidad mayor que la del medio que las rodea.
En general, se diferencian en función de los márgenes de aceleración a que
someten a las muestras en: centrífugas (de pocas g a aprox. 3000 g), super
centrífugas (o centrífugas de alta velocidad, rango de 2.000 g a 20.000 g) y
ultracentrífugas (de 15.000 g a 60.0000 g).
En las centrífugas se suele controlar la temperatura de la cámara para evitar
sobrecalentamiento de las muestras debido a la fricción. En las ultracentrífugas, la
velocidad extrema (más de 100.000 rpm), hace que sea necesario hacer un
intenso vacío en la cámara de la centrífuga para evitar el calentamiento de rotor y
muestra.
Los parámetros a tener presentes en cualquier centrifugación, que determinarán
las condiciones son:
Volumen de solución a centrifugar, que determinará el tipo de tubos y rotores a
emplear.
Naturaleza química de la solución, que determinará la naturaleza del tubo a
emplear.
Diferencial de densidad entre la partícula a sedimentar y la densidad del medio
en el que se encuentra. En general cuanto mayor sea esa diferencia antes
(menor tiempo y menor fuerza de aceleración) sedimentará. Cuando el
diferencial es muy pequeño se pueden aplicar centrifugaciones de cientos de
miles de g durante horas.
Todo rotor tiene unas propiedades que determinan las condiciones en que se
podrá centrifugar la muestra. Son especialmente importantes el ángulo de giro, el
radio mínimo, medio y máximo, y la velocidad máxima de giro. La relación entre la
velocidad de giro, medida en revoluciones por minuto (rpm) y la fuerza de
aceleración (fuerza centrífuga relativa, RCF: relative centrifuge force) a que se
somete la muestra, se recoge en la expresión siguiente:
Tijeras
Es un instrumento de tamaño variable. Generalmente su forma es recta o curva,
pero puede ser diferente en algunos modelos especiales. Las más usadas son:
Tijeras para disección: se usan en intervenciones quirúrgicas. Dependiendo
de la profundidad del campo operatorio al que se pretenda acceder, pueden
ser cortas o largas. Las más usadas son:
o Tijeras de mango: se usan para la disección superficial de los tejidos
duros, por lo que son anchas y fuertes.
o Tijeras de Metzenbaum: son más alargadas y finas que las anteriores y
se usan para la disección de los tejidos profundos.
o Tijeras ginecológicas: son largas y curvas para facilitar el acceso a
planos profundos.
o Tijeras para vendajes enyesados: son parecidas a unas tenazas con
una de sus ramas provista de sierra.
o Tijeras para vendajes y ropa: son muy parecidas a las que se tienen
normalmente en casa.
Tijeras para sutura: se emplean para retirar los puntos de sutura. Una de las
ramas termina en punta y la otra es redondeada y con una muesca para coger
la seda.
Bisturí
El bisturí también se usa para cortar tejidos y puede ser:
De hoja fina: escalpelo.
De hoja recambiable: con mango Bard—Parker y hoja desechable de filo
simple o doble.
Bisturí electrónico.
Lancetas: es un instrumento con punta cortante, utilizado para extraer sangre
capilar de la yema de los dedos o del lóbulo de la oreja.
Incluye todo aquel instrumental que se utiliza para la comprensión de los vasos
sanguíneos, con el fin de evitar la hemorragia.
Dependiendo de los usos o fines específicos de este instrumental podemos
distinguir:
Pinzas de kelly: tienen dos ranuras en sus ramas y un sistema de cremallera
permite dejarla fija. Puede ser recta o curva.
Pinzas de Crile: tienen dientes en el extremo final de su rama y se usan
preferentemente en ginecología para sujetar los tejidos duros y ligamentosos.
Pinzas de Pean: son utilizadas tanto en el quirófano como en planta y se
caracterizan por sus extremos en forma de espátula.
Pinzas de Allis: tienen terminaciones con dientes y se utilizan en los vasos
sanguíneos intestinales.
Pinzas mosquito: son las más pequeñas y se utilizan en vasos superficiales.
2.6 Instrumental de talla
Las tallas o campos son paños estériles que delimitan el área a intervenir
quirúrgicamente, dejándola accesible.
Sobre estas tallas o campos se colocan los instrumentos utilizados en la aplicación
de antisépticos. Pueden ser de varios tipos:
Paños para compresas: Se usan para aplicar el antiséptico mediante una
toalla empapada.
Paños de primers campo: También son conocidas como cangrejos y se usan
para fijar los paños de campo entre sí.
Paños de segundo campo: También denominadas pinzas de Doye, se usan
para fijar los paños de campo a los bordes de la herida.
3. Material volumétrico
3.1 Probeta
3.2 Pipeta
3.3 Bureta
Se caracteriza por tener forma de pera, con el fondo plano o ligeramente convexo,
un cuello largo y estrecho, el extremo del matraz está cerrado por un tapón
hermético, el cuello lleva una marca, que es una línea muy delgada llamada línea
de aforo, indica también la temperatura a la que debe de usarse, generalmente
están calibrados para contener líquidos, muy pocos se utilizan para verter. Los
matraces utilizados para verter llevan dos líneas de aforo o una escala graduada.
Se utilizan para preparar disoluciones de concentración conocida, o para diluir
muestras.
4. Equipos automáticos
Los sistemas automáticos permiten procesar y analizar las muestras con una
mínima manipulación. Con ello se consigue, además, una disminución del gasto
de reactivos, un ahorro considerable de tiempo y la reducción de los errores
humanos durante todo el proceso.
En función del tipo de análisis, los sistemas automatizados pueden cubrir la
totalidad o parte del proceso, de forma que se minimicen las operaciones
manuales.
Automatización en la identificación de las muestras
La identificación de las muestras se lleva a cabo en el momento de la recepción
y/u obtención de esta, de manera que queda inequívocamente relacionada con la
persona a la que pertenece. En este sentido, los equipos automáticos permiten
minimizar los errores que podrían invalidar el resto del trabajo. Por ello, son
ampliamente utilizados los sistemas de marcado automático, tanto directos como
indirectos.
Marcado directo: Identifica la muestra mediante un código de barras. Las
etiquetas con el código se adhieren al tubo de extracción o a los recipientes donde
se colocan las muestras para su análisis. No obstante, y debido a la introducción
de marcas secundarias en determinados procesos de análisis (por ejemplo, en la
separación y división de la muestra), se opta por emplear un tubo primario que se
aprovecha, tanto para la obtención de la muestra como para su análisis.
Marcado indirecto: En este caso, la muestra se relaciona con la posición que
ocupa en una secuencia analítica y se identifica con el paciente/donante a través
de una “lista de trabajo”. Aunque se emplea también el tubo primario, éste no se
marca directamente sino mediante la posición de la lista de trabajo.
Repertorio de pruebas
Los analizadores pueden ejecutar una variedad de pruebas, por lo que se debe
especificar:
El número de pruebas totales que el analizador puede realizar.
El número de pruebas que puede realizar de forma inmediata en una misma
serie de análisis y sin necesidad de cambiar reactivos ni otras condiciones del
analizador.
Se pretende que los auto analizadores realicen la mayor cantidad de trabajo
posible, por lo tanto, los sistemas altamente automatizados se emplean en los
análisis que se realizan con más frecuencia en el laboratorio, mientras que los
menos automatizados se reservan para las operaciones menos solicitadas.
Tiempo de retardo
Es la mínima cantidad de tiempo que se necesita para obtener el resultado desde
que se comienza a procesar la Muestra . Algunos instrumentos ofrecen resultados
en muy poco tiempo, mientras que otros tardan más porque tienen que realizar
varias determinaciones para una misma muestra.
Capacidad
Es el número de determinaciones que pueden ser procesadas en una hora. Se
calcula de diferente manera dependiendo del tipo de autoanalizado, teniendo en
cuenta el tiempo de retardo.
De acuerdo con estos criterios, podemos distinguir dos tipos principales de auto
analizadores:
Analizadores monocanal: realizan una sola determinación cada vez. Para
realizar otra determinación se debe cambiar de reactivo y volver a colocar la
muestra.
Analizadores multicanal: poseen varios canales de determinación, de tal forma
que cada muestra es sometida a un proceso de análisis múltiple o análisis
multitest. Estos equipos permiten, además, seleccionar para cada paciente, las
pruebas que se deseen del repertorio total. Cuando el equipo es capaz de
realizar las pruebas de manera simultánea se le denomina “auto analizador
simultáneo”.
Además, dependiendo del sistema de mezcla de muestras y reactivos, los
analizadores pueden clasificarse en los siguientes tipos:
Analizadores discretos: poseen un compartimento por cada reacción de la
muestra. La mezcla del reactivo y de la muestra se produce en una cubeta
individual separada del resto. La lectura se puede llevar a cabo en la misma
cubeta de reacción o en otra diferente.
Analizadores de flujo continuo: bombean de forma continua los reactivos a
través de tuberías para formar una corriente de flujo, bombeando
posteriormente la muestra a esta corriente. El bombeo de reactivos y muestras
se realiza mediante bombas peristálticas. La proporción entre muestra y
reactivo se determina por el control de las velocidades de bombeo de ambos.
Analizadores centrífugos: emplean fuerza centrífuga para mezclar la muestra
y los reactivos. Éstos se cargan en compartimentos separados de un rotor
centrífugo y, cuando comienza a girar, la muestra y el reactivo son arrojados a
la periferia y se mezclan. Las muestras se mantienen separadas mediante
divisiones radiales. Además, un haz de luz atraviesa cada muestra a medida
que ésta rota y así se mide su absorbencia o fluorescencia.
Contadores celulares
Permiten el recuento de los elementos formes de las muestras. Su principal
aplicación es el recuento de células sanguíneas y, generalmente, trabajan con un
tubo primario, absorbiendo la muestra de sangre total con Anticoagulante y
separando su composición celular.
El sistema de recuento puede tener distinto grado de sofisticación en función del
grado de automatización de los distintos pasos del proceso de análisis.
Coagulómetros
Permiten determinar parámetros relacionados con la hemostasia, a través del
estudio del proceso de coagulación y de los diversos factores que sobre éste
influyen. Se distinguen dos tipos dependiendo del sistema de análisis:
Mecánicos: detectan el momento de formación del coágulo por la interrupción
del movimiento de una pieza metálica.
Turbidimétricos/colorimétricos: detectan la formación del coágulo por
espectrometría.
Sistemas automatizados para gasometrías
Permiten realizar determinaciones de gases en los fluidos. Miden la presión parcial
de O2 y de CO2, el pH y, además, calculan el exceso de base. Con este equipo se
suelen analizar las muestras de sangre arterial.
Los constituyentes de estos reactivos van a ser tanto de origen químico como
biológico. Entre los reactivos que frecuentemente se encuentran en los
laboratorios se pueden nombrar: tampones, colorantes, ácidos, bases, sales,
enzimas, aldehídos, cetonas, alcoholes….
El diluyente universal es el agua que para su uso en el laboratorio va a ser,
generalmente, de grado reactivo, es decir, cumpliendo los estándares. Esta agua
está libre de impurezas que pueden influir en la determinación de determinados
parámetros.
Recuerda
Introducción
La manipulación de agentes biológicos comporta unos riesgos, cuya prevención
debe responder a unas estrictas pautas de comportamiento. Desde la recepción
de las muestras, hasta la eliminación de los residuos generados, todas las
operaciones que se realizan en un laboratorio de estas características deben estar
debidamente sistematizadas.
Por tales motivos, presentamos a continuación las directrices a tener en cuenta en
estos lugares de trabajo, con el fin de que las actividades que en ellos se realizan
habitualmente, transcurran en las mejores condiciones de seguridad posibles.
En esta Unidad Didáctica se van a desarrollar las normas básicas de higiene en el
laboratorio clínico, diferenciando los procesos de limpieza, desinfección y
esterilización. Además, se van a describir los procedimientos a seguir para la
conservación, el mantenimiento de los equipos y las normas de orden que se
deben tener en cuenta.
Objetivos
Conocer las normas de higienes del laboratorio clínico que se deben tener en
cuenta para garantizar la obtención de los resultados adecuados.
Describir la limpieza del material en función de su riesgo específico.
Determinar los procedimientos a seguir de desinfección y esterilización.
Desarrollar las diferentes normas de conservación y mantenimiento de los
equipos.
Mapa conceptual
1. Normas básicas de higiene en el laboratorio
Incluye todos aquellos instrumentos y materiales que no van a ser utilizados para
obtener las muestras biológicas ni en la manipulación directa de las mismas (por
ejemplo, los utilizados en la preparación de reactivos).
Sin embargo, en algunas ocasiones, este material sí entra en contacto con las
muestras, pero nunca con aquellas que van a someterse a análisis. Tampoco se
incluyen en este grupo los instrumentos que contienen los medios de cultivo o
reactivos.
El material de este tipo se lava inmediatamente tras su utilización con agua y
jabón, mediante el empleo de escobillas y estropajos. Posteriormente se enjuagan
con agua corriente y se dejan secar en escurridores o en estufa Pasteur a 70º-90º
C. Una vez seco este material ha de guardarse en sus correspondientes lugares
de almacenamiento.
Este material sí entra en contacto con las muestras y, por lo tanto, debe estar libre
de microorganismos y residuos. Se incluye en este grupo el material altamente
contaminado que supone un riesgo de diseminación de microorganismos, entre los
que podemos distinguir dos grupos fundamentales:
Material esterilizable: Material que por su tamaño o naturaleza puede ser
sometido a procedimientos de esterilización, como el autoclave de vapor o de
óxido de etileno, horno Pasteur, etc.
Material no esterilizable: Debido a su naturaleza, tamaño o características, no es
susceptible de ser esterilizado, por lo que se somete a un proceso de
desinfección. Entre el material no esterilizable incluimos el material eléctrico, los
bancos de trabajo, etc.
Además de proceder a la desinfección o esterilización, este material también debe
ser lavado, al igual que los instrumentos de escaso riesgo. Podemos distinguir tres
fases en el proceso completo:
Esterilización/desinfección post-uso: se trata de la desinfección o
esterilización (generalmente en el autoclave) tras el uso.
Limpieza: una vez estéril o desinfectado se procede a la limpieza en las
mismas condiciones que el material de bajo riesgo.
Esterilización/desinfección pre-uso: tras la limpieza y para volverlo a utilizar,
el material se somete de nuevo a un proceso de esterilización y se conserva de
manera que se evite la contaminación.
Antisépticos
Clorhexidina: compuesto bifenólico con acción bactericida. Su mecanismo de
acción se basa en atacar a las proteínas de las membranas celulares
desnaturalizándolas y produciendo la muerte de la célula. Se puede usar en
estado puro o mezclada con alcohol. Es también frecuente su uso como
antiséptico bucal en solución acuosa al 0,1-0,5%.
Povidona yodada (betadine): tienen efecto bactericida y fungicida. Es un
yodóforo. Suele emplearse como desinfectante de la piel, en punciones, en
curas de algunas heridas, etc.
Cloruros
El más usado es el hipoclorito sódico (lejía). Tiene un efecto bactericida y también
actúa sobre hongos y virus. Se usa sobre todo en equipos, superficies, suelos,
lavabos, ropa, etc. Se utiliza a varias concentraciones, siendo la más habitual
aquella que contiene de 20 a 40 g/l.
Ventajas:
Barato.
Efectivo.
Actúa rápidamente.
Inconvenientes:
Es un compuesto inestable.
Es muy irritante.
Es corrosivo para los metales.
Sufre modificaciones con el pH, la temperatura….
Fenol y derivados
Se basa en la acción sobre las proteínas, a las que desnaturaliza y lesiona en su
membrana. El fenol es poco usado en la actualidad porque ha sido sustituido por
los metilfenoles en la limpieza de superficies. Los alcoholes más empleados en
clínica son el isopropílico y el etílico, este segundo al 70%.
Aldehídos
El formaldehído se usa en estufa o cámara de fenol donde emite vapores a
temperatura de 40º C. Necesita actuar al menos durante 7-10 horas y se utiliza en
la desinfección de materiales de goma, caucho, etc.
Glutaraldehído 2%. Es un bactericida muy potente. Se usa en desinfección por
inmersión durante 10 minutos y en esterilización durante 10 h. La toxicidad que
emite puede depositarse en el instrumental, por lo que puede producir cierta
irritación en los tejidos.
Óxido de etileno
Se encuentra en estado gaseoso y se emplea en la esterilización de locales,
autoclave, etc. Es un producto muy utilizado a pesar de los inconvenientes que
presenta:
Es un gas muy inflamable.
Puede producir intoxicaciones agudas.
Se tiene la sospecha de que puede ser cancerígeno y teratogénico.
Se sigue empleando porque no existe en la actualidad otro producto que consiga
esterilizar los materiales que no resisten el calor.
Radiaciones ionizantes
Se utilizan para material de un solo uso. No se emplea en el hospital. Son de uso
industrial. Los rayos que más se utilizan son los gamma.
Radiaciones ultravioletas
No es un método esterilizante muy efectivo. Se utilizan lámparas generadoras de
luz ultravioleta. Se utilizan en salas de envasado de medicamentos, quirófanos,
etc. La longitud de onda más eficaz es 3300 angström.
Ondas ultrasónicas
Se utilizan para limpiar materiales de restos orgánicos, antes de esterilizarlos por
autoclave u óxido de etileno. El sistema que se utiliza son los generadores de
ondas ultrasónicas.
Esterilización por calor seco
Flameado: consiste en exponer a la llama los materiales durante unos minutos.
Se utiliza para ello mecheros Bunsen o mecheros de gas. Sin embargo, este
método sólo permite esterilizar materiales metálicos. Se aplica la llama
directamente sobre el objeto. No se utiliza apenas, salvo en el laboratorio de
microbiología para esterilizar el asa de platino antes de sembrar.
Estufa de calor seco: el calor seco ejerce su acción bactericida por oxidación o
por coagulación de las proteínas bacterianas debido a la acción exclusiva del
calor. Estas estufas disponen de un termostato que permite controlar la
temperatura y se emplean generalmente para esterilizar los materiales de vidrio y
otro material de laboratorio. El horno Pasteur o Poupinel son sencillos y baratos.
Son de actuación lenta y sus altas temperaturas se soportan por todos los
materiales. Se emplean en pequeñas clínicas. El calor seco se utiliza a 160º
durante 2 o 4 horas. Se utilizan para casi todos los objetos de vidrio, porcelana o
metal. El inconveniente de las estufas es que son muy pequeñas
Radiaciones ionizantes: se generan rayos cargados de energía (iones) que
lesionan la materia de los organismos vivos. La energía liberada se transforma en
calor y causa la muerte de los microorganismos.
Incineración: se produce en hornos crematorios por medio de combustión. Es una
esterilización definitiva porque destruye todo (objetos, residuos hospitalarios…).
Peróxido de Hidrógeno
Se utiliza tanto vaporizado como el plasma gas. Produce interacción con las
membranas celulares, enzimas y ácidos nucleicos, destruyendo las funciones
vitales de los microorganismos. Es una opción para la esterilización a baja
temperatura, para material termosensible y por otro lado un complemento para la
esterilización con OE.
El plasma gas se describe como «el cuarto estado» de la materia, siendo los
anteriores estados el sólido, líquido y gas. En el plasma gas se da la Ionización y
se produce por la acción de altas temperaturas o fuertes campos eléctricos o
magnéticos.
En el terreno de la esterilización aparece esta nueva tecnología a baja
temperatura, como alternativa al OE, es un proceso seco y el ciclo de
esterilización es corto 72 ó 54 minutos y no requiere largos períodos de aireación.
No hay riesgos cancerígenos a su exposición y no daña la capa de ozono.
Es por tanto un procedimiento para la esterilización de instrumentos termolábiles a
baja temperatura que utiliza en su aplicación como principio activo el plasma gas
de peróxido de hidrógeno para instrumentos sin restos orgánicos y que estén
completamente secos.
Entre otros elementos este Plasma gas está compuesto por radicales hidroxi- e
hidroxilo-, que al combinarse con componentes de las estructuras de los
microorganismos los dañan de forma irreversible.
Después de esta fase los productos terminales del principio activo se eliminan de
la cámara de plasma gas y de los materiales o instrumentos esterilizados por
medio de la aireación fraccionada y la filtración a través de carbón activado, los
dos productos finales del proceso son agua y oxígeno.
No se deben esterilizar por este proceso objetos que contengan:
Látex-goma natural (1 vez).
Látex-caucho (máximo hasta 3 veces).
Madera.
Materiales degradables por oxidantes.
Líquidos.
Materiales con celulosa. (no utilizar para los paquetes de envolver porque
absorbe parte del peróxido de hidrógeno disminuyendo la concentración
requerida en la cámara de plasma gas.
Se debe utilizar como embalaje bolsas de Tyvek-Mylar y envolturas de poliuterano
y polipropileno).
Recuerda
Introducción
El análisis clínico es un examen cualitativo y cuantitativo de ciertas sustancias del
organismo de una persona y sirve para determinar si sufre algún trastorno. Estos
análisis forman parte de las pruebas complementarias que ayudan a diagnosticar
o a descartar una enfermedad.
Los análisis clínicos que se pueden realizar son tan variados que deberemos
agruparlos para explicarlos con más claridad. Algunos de los criterios de
clasificación son los siguientes: el campo de estudio, el tipo de información
obtenida y la complejidad del análisis.
A lo largo de la presente unidad didáctica serán tratados los principales ensayos
analíticos básicos.
Objetivos
Conocer los principios elementales de los métodos de análisis clínicos.
Analizar las principales características de la analítica automatizada, así como
su tipología y funcionamiento.
Identificar las principales características de la Ley de Protección de Datos
Personales.
Mapa conceptual
1. Principios elementales de los métodos de análisis clínicos
2. Fotometría de reflexión
Manantial patrón
Célula fotorresistente
A: batería.
B: fotodiodo de silicio.
C: mecanismo de medición.
Con los fotómetros podemos hacer dos tipos diferentes de lecturas de la luz.
Podemos medir la luz incidente, es decir, podemos medir la Iluminación, la
densidad del flujo luminoso. Esta medida se hace en Lux o en foot-candels. Para
pasar Lux a foot-candels basta con dividir los Lux por 10,76 o multiplicarlos por
0,09. En la práctica y para simplificar se puede utilizar 10 en lugar de 10,76 pues
los resultados son bastante aproximados a efectos prácticos.
Otra medida que se puede hacer es la de la luz reflejada, en este caso lo que
medimos es la luminancia. Sus unidades son el Nit, ASB, footlambert.
En el método de la luz incidente, el modo en que se orienta el fotómetro y como
éste recoge la luz es diferente que en el método de luz reflejada. Encima de la
fotocélula se coloca una semiesfera opalina. Lo que hace esta semiesfera es
recoger la luz de todas las direcciones y promediarla. Cuando medimos la luz
incidente debemos colocarnos en la posición del sujeto y orientando el fotómetro
paralelo y en dirección a la cámara, la semiesfera mira a la cámara.
Hemos de tener en cuenta que estamos midiendo la luz incidente, es decir, la
cantidad de luz que llega a una persona, a una pared o a un terciopelo negro, y no
la lux que ese objeto refleja. Es decir, con la misma intensidad de luz unos objetos
parecerán más brillantes que otros pues reflejan diferentes cantidades de luz.
Otra medida de luz incidente que podemos hacer es el cálculo de la relación de
contraste de la iluminación. En este caso tenemos que acoplar otro accesorio al
fotómetro que se conoce con el nombre de colector o disco plano. En este caso en
vez de tener una semiesfera opalina, que promedia la luz, tenemos un disco plano
opalino, que solo recoge la luz que le llega directamente de una fuente de luz.
Por eso el modo de utilización para la medida de la relación de contraste es
orientar el fotómetro directamente a la fuente de luz desde la posición del sujeto,
hasta obtener la relación de contraste deseada, 2:1-3:1-4:1, etc.
Las lecturas que proporciona el fotómetro tanto en incidente como en reflejada son
para la zona V de una escala de grises de, normalmente, diez pasos, esta zona V
representa la zona de la escala que corresponde a una reflectancia del 18%, que
corresponde a la reflectancia media de la mayoría de los sujetos.
En el Método de luz reflejada, podemos hacer tres tipos de lecturas principales:
Lecturas Generales. Se sitúa el fotómetro en la posición de la cámara. Con
este tipo de lectura obtenemos una medición integrada de todas las
luminosidades de la escena. El ángulo de lectura suele ser bastante grande,
con lo que si queremos saber, por ejemplo, la lectura de la cara del actor
tendremos que utilizar un fotómetro tipo spot, que tiene un ángulo de lectura de
1º o bien acercarnos al sujeto.
Lectura de la tonalidad clave. Cuando queremos mantener una continuidad en
el tono de algún objeto. Medimos con el fotómetro de luz reflejada, que como
hemos visto nos da la lectura para la zona V de la escala de grises.
o Lectura de la tonalidad clave: se mantiene la misma exposición
independientemente de las altas luces o de las sombras.
Lectura de la escala de luminosidades. Con este método se trata de situar la
zona más obscura, que deba reproducirse, en el talón de la curva característica
del material sensible, y las altas luces en el hombro, la parte alta de la curva..
Deberemos hacer lecturas localizadas por todo el decorado para saber si la
iluminación que se está realizando entra dentro de los márgenes que el
material con el que estamos trabajando puede reproducir.
o Lectura de la escala de luminosidad. Puntos de subexposición y
sobreexposición
3. Analítica automatizada
Hay tres enfoques básicos con los instrumentos: flujo continuo, análisis centrífugo
y análisis discretos. Los tres pueden usar análisis por lotes.
Instrumentos de flujo continuo
Se basan en el bombeo, de muestras, reactivos y diluyentes, por un sistema de
tubería continua. Las muestras se introducen de manera secuencial, y cada una
fluye por la misma red. Una serie de burbujas de aire a intervalos regulares sirven
como medios de separación y limpieza. Permiten la ejecución de muchas
muestras que requieren el mismo procedimiento.
Los auto analizadores de flujo continuo más complejos emplean canales simples
paralelos para ejecutar pruebas múltiples.
Instrumentos de análisis centrífugo
Emplean la fuerza que genera la centrifugación para transferir y después contener
líquidos en cubetas separadas para la medición en el perímetro de un rotor
giratorio.
Tienen mayor capacidad para ejecutar muestras múltiples, una prueba a la vez en
un lote.
El análisis por lotes es su principal ventaja porque las reacciones en las cubetas
se leen casi al mismo tiempo.
Instrumentos de análisis discreto
El análisis discreto es la separación de cada muestra y reactivos adicionales en un
recipiente separado. Los analizadores discretos tienen la capacidad de ejecutar
pruebas múltiples con una muestra a la vez o varias con una muestra a la vez.
Han reemplazado casi por completo a los anteriores analizadores.
Manejo del reactivo: Varía según las capacidades del instrumento y metodología.
Muchos procedimientos de prueba usan reactivos de trabajo sensibles de corta
duración; así, los analizadores contemporáneos emplean diversas técnicas para
conservarlos.
4. Aplicaciones
Hasta finales de los años 50, los análisis de laboratorio se realizaban con técnicas
manuales que consumían mucho tiempo y que eran muy laboriosas. Con el
tiempo, se incrementó el número de parámetros y de peticiones para cada
paciente.
Debido a ello, si se utilizaban sólo métodos anuales, se hacía imposible llevar a
cabo de forma eficiente el aumento de la carga de trabajo, particularmente la
entrega de resultados en unos intervalos de tiempo que fuesen compatibles con
las necesidades de atención a los pacientes.
Los primeros instrumentos que se automatizaron de forma significativa se
introdujeron en las secciones de bioquímica y hematología del laboratorio clínico.
Al menos existen dos razones para las cuales se introdujo fácilmente la
automatización en el laboratorio de bioquímica. La primera es la facilidad de
adaptación de las pruebas existentes a los procesos automáticos. Técnicamente,
estas pruebas implican el pipeteo y el mezclado de volúmenes concretos de
espécimen y reactivos, acoplándose el proceso con algún tipo de capacidad de
lectura. Generalmente, los resultados de las pruebas bioquímicas se dan en forma
de datos numéricos, de tal manera que los cambios de la intensidad de la luz
pueden convertirse fácilmente por el mecanismo de lectura. La segunda es que,
en la mayoría de los laboratorios, los constituyentes bioquímicos suponen la
mayor parte del número total de peticiones de análisis.
Los primeros modelos de auto analizadores se centraron en automatizar la
determinación de los constituyentes que se solicitaban con más frecuencia
(glucosa, urea y electrolitos).
Los primeros sistemas no eran adecuados para realizaren un tiempo suficiente
pruebas urgentes, a menos que el instrumento se dedicase sólo a una prueba. A
pesar de estas y otras limitaciones, el número de resultados de pruebas completas
en una hora era unas 20 veces más rápido que si el mismo constituyente se
analizaba de forma manual.
En 1956, Coulter Electronics introducía para el laboratorio de hematología un
contador de células automatizado. El primer modelo requería diluciones
individuales y análisis independientes para los recuentos de leucocitos y
eritrocitos. El instrumento suponía un gran ahorro de tiempo en personal técnico,
ya que podía realizar estos recuentos de forma mucho más rápida que lo que
tardaba un técnico en realizar dos diluciones separadas de la sangre, cargar dos
portas sobre cada uno de dos hemocitómetros contar las células en el
microscopio.
A partir de estos comienzos, los sistemas automatizados se han introducido en
cada área del laboratorio. El impacto que ha supuesto la tecnología del laboratorio
ha sido enorme, fundamentalmente se ha expandido con el desarrollo de los
ordenadores, de tal forma que, en el laboratorio actual, el microprocesador es un
componente integral de la mayoría de los instrumentos. Cada nueva generación
de instrumentos ofrece la realización de más pruebas y la tecnología cada vez es
más sofisticada, con el objetivo de suministrar más resultados en menos tiempo.
Son diversas las razones que justifican el aumento de la demanda de pruebas a
los laboratorios y, por tanto, la necesidad imperiosa de la automatización. Una de
ellas, deriva del hecho de que muchos médicos practican una «medicina
defensiva», pidiendo pruebas innecesarias sólo como una protección frente a un
posible pleito. Otra, es el hecho de que, como consecuencia de los avances de la
medicina, los pacientes con patologías más críticas sobreviven cada vez más y
con enfermedades que se acompañan de una complejidad de problemas.
Consecuentemente, los pacientes necesitan una respuesta amplia y rápida de los
sistemas de apoyo, incluyendo dentro de éstos, servicios de laboratorio muy
automatizados.
La tecnología ha revolucionado la práctica del laboratorio, por otra parte, ésta es
muy cambiante, y así una nueva generación de instrumentos aparece
aproximadamente cada 5 años. Esto fuerza a los bioquímicos clínicos a adaptarse
y actualizarse de forma continua. En la actualidad, un instrumento puede ser
capaz de realizar análisis que típicamente se realizaban en diferentes secciones
del laboratorio, es decir, la bioquímica de rutina, la Bioquímica especial (análisis
de fármacos, hormonas e inmunoglobulinas) y la coagulación. Además, se
desarrollan nuevas pruebas para medir constituyentes que no se medían
previamente. Por lo tanto, al tener más opciones los bioquímicos clínicos han de
ampliar sus conocimientos y habilidades, con objeto de incorporar estas nuevas
pruebas a su área de responsabilidad.
La automatización también ha permitido los análisis en casa para algunas
personas con enfermedades crónicas. Por ejemplo, muchos diabéticos son
capaces de monitorizar en casa su glucemia, transmitir los datos al médico y
recibir en el mismo día los ajustes de la dieta y de la terapia. Lógicamente, esto
supone una mayor libertad de vida para los pacientes y promueve un nivel de
autocuidado que reduce en gran medida las complicaciones de un proceso
patológico crónico.
La medición real de cada alícuota para cada muestra debe ser muy exacta. Esto
se hace en general a través de la aspiración de la muestra en una sonda. Cuando
el instrumento discreto está en operación, la sonda se sumerge de forma
automática en cada taza de muestra y aspira una porción de líquido. Después de
un intervalo de tiempo preestablecido, controlado por la computadora, la sonda
sube rápidamente desde la taza. Las sondas de muestreo en los instrumentos que
usan tazas de muestreo específicas se programan o ajustan para alcanzar una
profundidad prescrita en esas tazas a fin de maximizar el uso de muestras desde
tubos de recolección primarios normalmente tienen una sonda paralela sensible al
nivel del líquido que controlará la entrada de la sonda de muestreo hasta una
trayectoria mínima debajo de la superficie del suero o la coagulación.
En los analizadores de flujo continuo, cuando la sonda de muestra sube hasta la
taza, el aire es aspirado durante un tiempo específico para producir una burbuja
entre los tapones de líquido de muestra y reactivo. Luego la sonda desciende
hacia un recipiente donde se extrae disolución de lavado hacia la sonda y por el
sistema. Por lo general, la disolución de lavado es agua desionizada,
posiblemente con un tensión activo añadido.
Recuerda
Introducción
Objetivos
Mapa conceptual
1. Control de calidad
Para el control de calidad de los reactivos se deben efectuar controles diarios con
las bacterias tipo y seguir estrictamente las indicaciones en cuanto a
almacenamiento de los reactivos, metodología de prueba y tiempo de lectura. Es
recomendable que los reactivos comerciales sean examinados inmediatamente
cuando se abre un nuevo lote o vial y llevar un registro de su funcionamiento.
Para el control de calidad de las tinciones es necesario comprobar la
concentración de las soluciones de tinción, por efecto de la evaporación de los
disolventes o las variaciones introducidas en los métodos recomendados, pueden
afectar a resultados de las tinciones para diferenciar microorganismos por su
reacción a la tinción de Gram y la morfología, tintes para cápsulas, esporas, etc. El
control de calidad de estos tintes debe realizarse primero con cada nuevo lote,
luego basta con un control semanal para mantener un grado de seguridad
apropiado en su uso. Para facilitar el control de los tintes, se recomienda preparar
placas con microorganismos aislados en el trabajo rutinario o cepas de la ATCC
frescas, teniendo en cuenta aquellos que pudieran ser más útiles según la tinción
a evaluar.
Los antisueros deben ser aprobados cada vez que se recibe un nuevo lote y cada
vez que se utilicen deben analizarse los controles positivo y negativo que vienen
con cada juego de reactivo. Se deben llevar registros con la fecha de expiración
del lote, casa comercial, fecha en que ingresó al laboratorio, fecha en que se abrió
el juego y el registro de los controles realizados.
Debe redactarse un manual de procedimientos operacionales que incluya:
Listado de los equipos con nombre, marca, modelo, número de serie, fecha de
recibo y número de inventario de la institución.
Registros del mantenimiento preventivo y correctivo, periodicidad de la
inspección y fallas del instrumento.
Debe incluirse un apartado de corrección de fallas y acciones correctivas
efectuadas.
Instrucciones de uso del instrumento, redactadas en forma clara y en el idioma
de los usuarios. Incluir precauciones de seguridad, procedimientos de limpieza,
cuidado del instrumento y acciones correctivas.
Debe existir una ficha técnica de cada trabajador donde se registren los posibles
accidentes sufridos, así como las infecciones suscitadas al manipular secreciones
u organismos infecciosos. Además, se recomienda realizar estudios radiológicos
de aquel personal ligado al trabajo con Mycobacterium tuberculosis.
Recuerda
El control de calidad es una serie de procesos sistemáticos designados para
detectar problemas sutiles antes de que causen errores mayores, resultando
esenciales exámenes constantes y revisiones periódicas de todos los procesos
analíticos para asegurar la calidad dentro del laboratorio.
El control de la calidad en la fase analítica se realizará con el principal objetivo
de mantener una vigilancia constante para detectar a tiempo los errores que
pueden afectar la excelencia de los resultados. Durante años, la industria
realizó el control estadístico de la calidad para supervisar la eficacia de los
productos que se fabricaban.
Algunas de las características de los materiales empleados en el control
externo de laboratorio son: estabilidad, homogeneidad, conmutabilidad,
diferentes niveles de concentración, presentación.
El aseguramiento interno de la calidad tiene como principal objetivo la
detección de errores en el trabajo diario del laboratorio, para resolverlos de
inmediato. La liberación de los resultados obtenidos con el método afectado
está supeditada a la detección y corrección de la fuente del error o errores del
procedimiento analítico de que se trata.
Los programas de evaluación externa de la calidad tienen como principal
objetivo la reducción de la variación de los resultados entre laboratorios de un
área geográfica determinada: municipio, provincia, nación y entre países, para
lograr de esta forma que los resultados de los análisis realizados en
laboratorios separados por pequeñas o grandes distancias sean comparables
entre sí.
Unidad 6 Fundamentos generales sobre calidad en los
laboratorios
Introducción
Objetivos
Mapa conceptual
1. Calidad en el laboratorio
La Acreditación
Según la propia definición que proporciona ENAC (Entidad Nacional de
Acreditación), “la acreditación es el procedimiento mediante el cual un Organismo
autorizado reconoce formalmente que una organización es competente para la
realización de una determinada actividad de evaluación de la conformidad”.
Una vez establecidas las normas que ordenan la actividad de las empresas en el
ámbito de la calidad, es necesaria la existencia de organismos que atestigüen o
demuestren el cumplimiento de esas normas por las empresas. Estos organismos
son las entidades de certificación, los laboratorios de ensayo, las entidades
auditoras y de inspección y los laboratorios de calibración industrial.
Sin embargo, para constituirse en un organismo de cualquiera de estos tipos, es
necesario que se cumplan un conjunto criterios y procedimientos recogidos en las
normas UNE específicas.
El organismo reconocido y designado en España para acreditar a los organismos
antes citados es la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), de reciente
creación.
Entre las obligaciones de la ENAC cabe reseñar:
Recuerda
Introducción
El personal sanitario está expuesto a diversos riesgos para su salud, en todos los
ambientes donde desarrolla su labor. Algunos de estos riesgos fueron descritos
por Ramazzini a principios del siglo XVIII, pero hasta mediados del presente siglo
no comienzan a ser estudiados con la atención que realmente se merecen.
Actualmente, desde el punto de vista etiológico, podemos clasificar los riesgos en
el medio hospitalario en:
Riesgos físicos: Electrocución, incendios, explosiones, trauma sonoro,
traumatismos, radiaciones ionizantes y no ionizantes.
Riesgos químicos: Óxido de etileno, glutaraldehído, formaldehído, citostáticos,
gases anestésicos, etc.
Riesgos biológicos: Bacterias, hongos, virus, parásitos.
Riesgos psíquicos: Adicción a drogas, fármacos, alcohol, estrés, ansiedad.
Riesgos sociales: Organización sanitaria, ritmos y turnos de trabajo,
agresiones, responsabilidad civil y penal.
Intoxicación aguda:
o Efectos locales: lesiones cutáneas alérgicas o irritativas, conjuntivitis,
quemaduras en la córnea y cataratas.
o Efectos generales: náuseas, vómitos, cefaleas, disnea, cianosis, edema
pulmonar, alteraciones neurológicas, hematológicas,
electrocardiográficas, etc.
Intoxicación crónica:
o Alteraciones neurológicas.
o Alteraciones neurovegetativas.
o Abortos y partos prematuros.
Glutaraldehído
Es un desinfectante activo frente a VHB y VIH, actualmente muy utilizado para la
desinfección en el ámbito hospitalario.
Debe ser manipulado utilizando guantes de goma. Cuando se manejan
concentraciones superiores al 1% es imprescindible usar protección ocular. Con
concentraciones bajas no es necesario proteger las vías respiratorias.
Al inhalar vapores con concentraciones superiores a 0.3 ppm se pueden producir
irritación de garganta y de las vías respiratorias, dificultad para respirar, síntomas
de bronquitis y cefalea.
Cuando el contacto es cutáneo, puede ocasionar enrojecimiento de la piel,
dermatitis alérgica de contacto, y si es prolongado o repetido, quemaduras y
absorción de cantidades peligrosas.
En los ojos puede causar daños importantes en la córnea y los párpados.
Además, puede penetrar en el organismo por ingestión accidental, aunque en este
caso el efecto es menos tóxico, pudiendo originar náuseas, vómitos y malestar
general.
Formaldehído
Es un gas que se utiliza como desinfectante de ropa, habitaciones, etc. En
solución acuosa al 40% se emplea como antiséptico general.
Los efectos sobre el organismo por exposición a formaldehído a bajas
concentraciones son: Irritación ocular y de las vías respiratorias superiores, acción
mutagénica y sensibilización alérgica cutánea y respiratoria.
Citostáticos
Los citostáticos son quimioterápicos que detienen el crecimiento de las neoplasias
y hemopatías malignas (son medicamentos que causan la muerte celular).
Los citostáticos son peligrosos y de difícil manejo, generalmente irritantes para la
piel, mucosas y ojos. Pueden originar cuadros de alergia respiratoria, cutánea y
ocular, alteraciones hepáticas, aborto, cefaleas y mareos. Además, poseen
propiedades mutagénicas, carcinogénicas y teratogénicas ya que por su propio
mecanismo de acción producen daño celular.
Al reconstituirlos se debe garantizar la asepsia final del producto. En su
manipulación (preparación, administración, etc.), se producen salpicaduras,
aerosoles y pulverizaciones que pueden ser inhaladas al quedar en suspensión en
el medio ambiente.
El riesgo de accidente del personal en contacto con citostáticos depende de
factores como las características tóxicas del citostático, la susceptibilidad
individual a los efectos tóxicos de cada fármaco, elementos que pueden modificar
la susceptibilidad individual (hábitos alimenticios, ser fumador), el número de
veces y la magnitud de la exposición a citostáticos y el tipo de contacto
(exposición cutánea, inhalación, etc). No pueden manipular estos productos las
mujeres embarazadas, en puerperio o con historia de abortos, las personas con
problemas alérgicos, el personal que trabaja con radiaciones ionizantes, ni las
personas con tratamientos previos con citostáticos o radiaciones.
De todas formas, los riesgos se minimizan cuando se emplean códigos de buena
praxis. Así, el lugar idóneo para la preparación de citostáticos es una campana de
flujo laminar vertical, a la que sólo accederá el personal autorizado. Si no se
dispone de ella, el lugar de preparación debe ser: aislado, destinado
exclusivamente a la preparación de citostáticos, no se debe comer, fumar, etc.,
mientras se trabaja, debe estar aireado, pero sin que existan corrientes de aire,
dispondrá de un lavabo de agua corriente y sus superficies serán lisas para
facilitar la limpieza.
Los utensilios de protección del operador son: Gorro, mascarilla, guantes de
cloruro de polivinilo que se cambiarán cada 30-60 minutos, si se contaminan,
rompen o después de cada utilización y batas desechables con puños elásticos
ajustados que deben cambiarse inmediatamente si se contaminan o después de
cada utilización.
En caso de contaminación, las medidas a tomar serán: En contacto directo, lavar
inmediatamente con agua y jabón la zona afectada durante un mínimo de 10
minutos. Si el contacto es en los ojos, lavar inmediatamente con agua abundante
al menos durante 15 minutos y consultar rápidamente al oftalmólogo. Si se
contaminan los guantes o la ropa protectora se cambiarán inmediatamente y se
procederá al lavado de la zona afectada. La ropa se descontaminará con lejía. En
el caso de derrames por accidentes durante la preparación se neutralizará el
citostático, si es posible. Los restos se recogerán utilizando paños absorbentes
embebidos en neutralizante o agua. El área contaminada se limpiará
cuidadosamente con agua y detergente.
Gases anestésicos
La exposición continuada a los gases anestésicos puede ocasionar trastornos
como: alteraciones de conducta y psicomotoras, alteraciones de hígado y riñón,
malformaciones congénitas y abortos, irritación de las vías respiratorias, laringitis y
crisis asmáticas.
Otros agentes químicos de uso hospitalario
Entre el personal sanitario, es muy frecuente la aparición de eczema alérgico,
siendo los más afectados los enfermeros, el personal de quirófano y el de
laboratorio, ya que mantienen un contacto repetido con productos químicos,
medicamentos, anestésicos y antisépticos, realizando además lavados y
cepillados frecuentes de manos y antebrazos.
La manipulación del yeso puede causar el denominado "síndrome de las manos
secas", en el personal de traumatología.
Con una resina acrílica, el metilmetacrilato, también se puede producir eczema
alérgico de contacto en las manos de cirujanos y enfermeros al preparar cemento
para prótesis óseas. Para su manipulación se recomienda utilizar guantes de
caucho de butilo. Además, durante el mezclado y colocación del cemento se
pueden ocasionar accidentes al inhalar los vapores tóxicos con monómeros
liberados al aire del quirófano, apareciendo (aunque son infrecuentes): cefaleas,
náuseas, trastornos gastrointestinales y anormalidades en las enzimas hepáticas.
El diclorofluorometano y el triclorofluorometano, usados como propelentes de
muchos sprays utilizados para el recubrimiento de la herida quirúrgica, pueden
contribuir a la aparición de arritmias cardíacas, agregando sus efectos a los
efectos irritantes sobre el miocardio de los gases anestésicos, por la exposición
simultánea de ambos productos.
El agua oxigenada puede actuar como irritante a nivel local.
Existen diversas sustancias que se encuentran en los hospitales, que poseen
efectos mutagénicos o cancerígenos conocidos, como la betapropiolactona
(cancerígena), el ortofenilfenato sódico y los glicoles, responsables de cuadros de
cáncer de vejiga, el benzol que produce leucemia y aberraciones cromosómicas,
etc.
El tolueno y xileno son narcóticos y neurotóxicos. Se han observado cuadros de
distrés respiratorio agudo, cefaleas, náuseas, pérdida de apetito, laxitud y
dificultades de coordinación en el personal expuesto al xileno.
4. Riesgos biológicos
Vía respiratoria
Por inhalación de aerosoles en el medio de trabajo, que son producidos por la
centrifugación de muestras, agitación de tubos, aspiración de secreciones, toses,
estornudos, etc.
Para que se produzca una infección son necesarios una serie de elementos que
constituyen la cadena de transmisión.
Agente
Los principales agentes causantes de infecciones son bacterias, virus hongos y
parásitos, con capacidad para producir enfermedades.
Patógenos
La patogenicidad de un determinado microorganismo depende de la virulencia y el
poder invasivo que posee o adquiere.
Fuente
La fuente constituye el origen de la infección, en ella se localiza el microorganismo
patógeno. Generalmente, en el laboratorio, la fuente es el material biológico
(sangre, heces, biopsias, fluidos corporales,) utilizado para las distintas
determinaciones analíticas.
Mecanismo de transmisión
Incluye las diferentes vías mediante las cuales pueden transmitirse los
microorganismos desde la fuente al huésped, como aérea, sanguínea, digestiva.
Huésped
Persona, animal o planta en el que se aloja un microorganismo patógeno o un
parásito.
La puerta de entrada del agente infeccioso al huésped, como se ha comentado
anteriormente, puede ser la piel, las mucosas, el tracto respiratorio, el tracto
urinario y el aparato gastrointestinal.
El huésped posee, en condiciones normales, mecanismos de defensa tanto
específicos como inespecíficos. Los específicos son la inmunidad natural y la
artificial y los inespecíficos incluyen, la piel, las secreciones, la inflamación, la
edad, el sexo, los factores genéticos, la nutrición y los factores de
comportamiento.
El término "contención" se emplea para describir los métodos que hacen seguro el
manejo de materiales infecciosos en el laboratorio. El propósito de la contención
es reducir al mínimo la exposición del personal de los laboratorios, otras personas
y el entorno a agentes potencialmente peligrosos.
Se suelen describir cuatro niveles de contención o de seguridad biológica, que
consisten en la combinación, en menor o mayor grado, de los tres elementos de
seguridad biológica descritos: técnica microbiológica, equipo de seguridad y
diseño de la instalación. Cada combinación está específicamente dirigida al tipo de
operaciones que se realizan, las vías de transmisión de los agentes infecciosos y
la función o actividad del laboratorio.
Los riesgos psíquicos y sociales muchas veces están íntimamente ligados entre sí,
de forma que, la organización sanitaria, los ritmos y turnos de trabajo, además de
alterar el ciclo vital del trabajador y producir cierto desequilibrio familiar, originan
falta de adaptación al trabajo, estrés, ansiedad, insatisfacción, etc., debido entre
otros factores, a exceso de trabajo (falta de personal), falta de comunicación y
coordinación entre el propio personal, falta de medios materiales, etc.
Las agresiones, tanto verbales como físicas, se pueden producir en cualquier área
del hospital, aunque se suceden con mayor frecuencia en el área de urgencias
debido a la tensión que soportan pacientes y familiares. En la mayoría de los
casos, la humanización de la sanidad, favorecer la comunicación entre pacientes y
personal, facilitar la información a los pacientes y familiares, etc., puede redundar
en la disminución de este tipo de riesgo.
Hoy día cada vez son más numerosas las demandas judiciales por presunta
negligencia o mala praxis, con lo que la responsabilidad civil o penal del personal
es un factor importante que va a influir en el desarrollo de la actividad profesional
del mismo.
Recuerda
Unidad 8. Planificación de la acción preventiva
Introducción
Objetivos
Mapa conceptual
1. Identificación de peligros e identificación de riesgos asociados.
Clasificación de los riesgos: higiénicos, de seguridad y
ergonómicos.
Riesgos de seguridad
Según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, las condiciones de trabajo
corresponden con cualquier característica del propio trabajo que pueda tener una
influencia significativa en la generación de riesgos para la seguridad y la salud del
trabajador.
Las condiciones de seguridad son aquellas condiciones de tipo material que
pueden ocasionar accidentes de trabajo. Son factores de riesgo derivados de las
condiciones de seguridad aquellos elementos que, estando presentes en las
condiciones de trabajo, pueden producir daños a la salud del trabajador. Así, los
factores de riesgo pueden derivarse de:
Los lugares: Lugares de trabajo: zonas del área del centro de trabajo en las
que debe permanecer el trabajador o a las que pueda acceder en razón a su
trabajo. La utilización de los lugares de trabajo no debe originar riesgos para la
seguridad y salud de los trabajadores, y estos lugares deberán cumplir las
disposiciones mínimas establecidas en Real Decreto 486/1997 en cuanto a sus
condiciones constructivas, orden, limpieza y mantenimiento, señalización,
instalaciones de servicio o protección, condiciones ambientales, iluminación,
servicios higiénicos y locales de descanso, y material y locales de primeros
auxilios.
Equipos de trabajo: Los equipos de trabajo son cualquier maquinaria, aparato,
instalación o herramienta utilizada en el trabajo.
Electricidad: La electricidad es una de las fuentes de energía más utilizada,
tanto en el ámbito doméstico (televisión, lavadora) como en el laboral
(ordenador, maquinaria). Los accidentes provocados por la electricidad no
suponen un porcentaje elevado, pero sus consecuencias pueden ser muy
graves y llegar incluso a producir la muerte.
Se produce riesgo eléctrico cuando existe la posibilidad de que una corriente
eléctrica circule por el cuerpo humano (riesgo de electrocución).
Los accidentes eléctricos pueden producirse por:
o Contacto directo, cuando las personas entran en contacto con las partes
activas de la instalación o con equipos en tensión (enchufes, cables,
empalmes).
o Contacto indirecto, cuando las personas acceden a elementos
accidentalmente puestos en tensión (por ejemplo, carcasas de las
máquinas).
o Incendios y explosiones, como consecuencia de sobrecargas o
cortocircuitos.
La gravedad de este tipo de accidentes es proporcional a la intensidad de la
corriente, que es la que realmente determina la peligrosidad del choque
eléctrico. También influye la tensión, la resistencia y el recorrido que siga la
corriente a través del cuerpo humano.
Los riesgos derivados del uso de las instalaciones eléctricas pueden ser
evitados con la adopción de medidas de carácter preventivo y de protección, y
con el uso de equipos de protección individual.
Incendios: El fuego es una oxidación rápida en la que se produce emisión de
luz y calor. Cuando este se propaga da lugar a un incendio, pudiendo
ocasionar pérdidas personales y materiales considerables. Los incendios
generan gases tóxicos que desplazan el oxígeno del aire produciendo un
efecto asfixiante, siendo ésta la principal causa de las muertes producidas en
los incendios. También pueden producir humos y gases calientes cuya
inhalación provoca quemaduras internas y externas. El calor causa fatiga,
deshidratación y bloqueo respiratorio. Las llamas producen quemaduras
externas. Y no hay que olvidar tampoco el pánico que produce un incendio,
que puede alterar el comportamiento correcto ante tal situación.
Riesgos ergonómicos
El esfuerzo que el trabajador tiene que realizar para desarrollar la actividad laboral
se denomina “carga de trabajo”. Cuando la carga de trabajo sobrepasa la
capacidad del trabajador se pueden producir sobrecargas y fatiga.
Cuando el trabajo es muscular, se habla de carga física. Si, por el contrario,
supone un mayor esfuerzo intelectual, se habla de carga mental.
o Carga física: la carga física es el conjunto de requerimientos físicos a los
cuales se ve sometido el trabajador a lo largo de la jornada. Al estudiar la carga
física hay que analizar los siguientes aspectos: esfuerzo físico, postura de
trabajo y manipulación manual de cargas.
o Manipulación manual de cargas: el peso máximo que se recomienda no
sobrepasar en el manejo de cargas (en condiciones ideales de manipulación)
es de 25 kg. Para evitar los sobreesfuerzos derivados de la manipulación de
cargas en el trabajo se tendrán en cuenta las características personales de
cada individuo (sexo, edad, peso, etc.). Es importante que a la hora de
manipular cargas el trabajador haya recibido la formación necesaria sobre las
técnicas que conviene utilizar.
o Carga mental de trabajo: la carga mental es el conjunto de requerimientos
psíquicos a los que se ve sometido el trabajador a lo largo de la jornada
laboral. La aparición de la fatiga está determinada por dos factores: la cantidad
de información que recibe el trabajador y su mayor o menor complejidad, y el
tiempo disponible por el trabajador para realizar el trabajo. Junto a estos
factores también influyen las condiciones físicas y psicosociales del puesto de
trabajo, las características individuales del trabajador y otros de carácter extra-
laboral. Además de una disminución del rendimiento, una carga mental
excesiva puede provocar cefaleas, insomnio, depresión, ansiedad, agresividad,
etc.
Protección colectiva
Tiene como finalidad actuar sobre la fuente que provoca la situación de riesgo, de
forma que ofrezca una protección eficaz a todo el colectivo de trabajadores
expuestos.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales cita en el Art. 15 como uno de los
principios de la acción preventiva anteponer la protección colectiva a la individual.
Así se elimina o minimiza la exposición del trabajador a la situación de riesgo.
En el caso de los laboratorios, en función de su peligrosidad, el uso que se haga
de productos químicos, su carga de fuego, etc., deberán disponer de:
Vitrinas extractoras de gases. También llamadas campanas. Capturan,
contienen y expulsan las emisiones generadas por sustancias químicas
peligrosas. Las vitrinas extractoras de gases están provistas de una superficie
de trabajo en la que se disponen los materiales y aparatos necesarios en un
proceso. Se conecta al laboratorio mediante una apertura por la que penetra el
recinto del aire necesario para arrastrar los contaminantes.
Duchas de seguridad y fuentes lavaojos. Equipos de emergencia para los
casos de proyecciones, derrame o salpicaduras de productos químicos, con
riesgos de contaminación o quemadura química. Alimentados con agua potable
a temperatura media.
Extintores. Si no es factible controlar los pequeños incendios que se producen
en el laboratorio, por su ubicación, características, persistencia o extensión,
con mantas ignífugas o textiles mojados, hay que recurrir a los extintores. Los
extintores son aparatos que contienen un agente extintor que puede ser
proyectado y dirigido sobre el fuego por acción de una presión interna.
Mantas ignífugas. Las mantas permiten una acción eficaz en el caso de fuegos
pequeños y sobre todo cuando se prende fuego en la ropa, como alternativa a
las duchas de seguridad. La utilización de la manta puede en ciertos casos
evitar el desplazamiento del sujeto en llamas, lo que ayuda a limitar y frenar
sus consecuencias y avance de éstas.
Puertas resistentes al fuego. Elemento constructivo resistente al fuego, siendo
sus principales características la estabilidad, que no permita el paso de las
llamas y/o gases calientes, que no emita gases inflamables y que sea un
aislante térmico.
Botiquín. Ubicados en sitios de rápido y fácil acceso, dicha ubicación será
conocida por todo el personal de la empresa. Contenido básico: apósitos, 10
apósitos autoadhesivos, algodón estéril, sobres de gasa estéril, vendas de
varios tamaños, cinta adhesiva antialérgica, alcohol de 96º, agua oxigenada,
guantes de látex estériles, caja de gasa furacinada, agua destilada en sachet,
tijera.
Asimismo, deberán contar con iluminación de emergencia, megafonía y
pulsadores de emergencia. Además de extintores, deberán existir, próximas a los
laboratorios, bocas de incendio equipadas con manguera (BIEs).
Protección individual
En la Unión Europea, la Directiva 89/656/CEE 1 del Consejo de Gobierno de 30-
11-1989, establece las disposiciones mínimas de seguridad y de salud para la
utilización por los trabajadores en el trabajo de equipos de protección individual. A
los efectos de dicha Directiva se entiende por equipo de protección individual (EPI)
cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador o trabajadora
para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o
su salud en el trabajo, así como cualquier complemento o accesorio destinado a
tal fin.
Son equipos llevados por el trabajador para protegerle de los riesgos que puedan
producir daños para su salud.
Los tipos de EPI´s más frecuentes en laboratorios incluyen:
Bata.
Gafas de seguridad.
Guantes de látex.
Gafas de seguridad certificadas deberán proteger contra proyecciones de
ácidos, bases y partículas de vidrio, como mínimo.
Deben existir en el laboratorio otros medios personales de protección tales como:
Guantes de protección específica (para ácidos y bases concentrados, para
trabajo con muestras a temperaturas extremas, para protección contra
mordeduras de animales de laboratorio, etc.).
Máscaras antigases.
Pipeteadores.
Encendedores piezoeléctricos.
Cualquier otro elemento de protección que se considere necesario.
Por último, señalar que los equipos de protección individual deberán utilizarse
cuando:
Los riesgos no se puedan evitar o no puedan limitarse suficientemente por
medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas, métodos o
procedimientos de organización del trabajo.
En operaciones en las que no se vea afectado el personal próximo al área de
trabajo.
En operaciones que se lleven a cabo en solitario con sustancias de baja
peligrosidad.
En situaciones de emergencia (vertidos, derrames, escapes, etc.).
7. Plan de emergencias: Identificación de los escenarios de
emergencia, organización del abordaje de la emergencia,
organización de la evacuación, organización de los primeros
auxilios
8. Recuerda
Introducción
Objetivos
Mapa conceptual
1. Residuos de laboratorio
Los residuos son aquellas sustancias, objeto o material del cual su poseedor se
quiere desprender o tiene la intención u obligación de ello.
En el laboratorio se manejan gran cantidad de productos y se realizan diversas
actividades que conllevan la generación de residuos presentando situaciones de
peligro para la salud y el medio ambiente.
Unas adecuadas condiciones de trabajo en el laboratorio implican inevitablemente
el control, tratamiento y eliminación de los residuos generados en el mismo, por lo
que su gestión es un aspecto imprescindible en la organización de todo
laboratorio.
Otra cuestión a considerar es la de los derrames, que, si bien tienen algunos
aspectos coincidentes con los métodos de tratamiento para la eliminación de
residuos, la actuación frente a ellos exige la consideración de otros factores como
la rapidez de acción, aplicación de métodos de descontaminación adecuados, etc.
Para una correcta realización de lo indicado anteriormente es aconsejable
designar personas responsables, así como facilitar una completa información a
todo el personal del laboratorio sobre estos temas.
Clasificación de residuos :
El tipo de tratamiento y gestión de los residuos del laboratorio depende, entre
otros factores, de las características y peligrosidad de los mismos, así como de la
posibilidad de recuperación, de reutilización o de reciclado, que para ciertos
productos resulta muy aconsejable.
Se trata de sustancias muy diversas, en función del tipo de laboratorio de que se
trate (químico o biológico) y de la peligrosidad propia de los materiales u
organismos utilizados. Considerando la peligrosidad, se puede establecer la
siguiente clasificación:
Residuos no peligrosos: son residuos con un riesgo potencial para la salud
humana y el medio ambiente limitado, los cuales se entregan a gestores
autorizados que se encargan de su gestión.
Residuos químicos peligrosos: incluyen las sustancias que son inflamables,
combustibles o explosivas, y los sólidos, líquidos y gases que son tóxicos o
irritantes por ingestión, inhalación o contacto. Requieren tratamiento específico
para su eliminación.
Combustibles: pueden utilizarse como combustible suplementario o
incinerarse. Debe controlarse la posible peligrosidad de los productos de
combustión.
No combustibles: pueden verterse a las aguas residuales o vertederos
controlados siempre que previamente se haya reducido su peligrosidad
mediante tratamientos adecuados.
Explosivos: son residuos con alto riesgo y normalmente deben ser
manipulados fuera del laboratorio por personal especializado.
Gases: su eliminación está en función de sus características de peligrosidad
(tóxicos, irritantes, inflamables). Para su eliminación, deberán tenerse en
cuenta las normativas sobre emisión existentes.
Residuos biológicos: son los materiales o parte de ellos que presentan riesgos
para la salud humana o el medio ambiente derivados de agentes patógenos o que
pueden servir de vehículo para los mismos. Requieren tratamiento específico.
Residuos radiactivos: proceden de los equipos de análisis o de los reactivos
utilizados en experimentación. Aunque están en muy pequeña cantidad, la
radiactividad que generan puede ser suficiente para provocar daños irreversibles.
Deben ser entregados a entidades o empresas autorizadas para su eliminación.
En general, los residuos menos peligrosos proceden de los laboratorios de
docencia de colegios e institutos, ya que estos alumnos no manipulan elementos
peligrosos. Se trata de compuestos inorgánicos o de disolventes orgánicos, que
pueden ser responsables de un aumento de la concentración salina, de
variaciones de pH, aumento de la DQO, malos olores, etc.
Los que son realmente peligrosos son los residuos procedentes de los laboratorios
de investigación (en universidades y centros específicos), ya que en éstos se
utilizan compuestos químicos (orgánicos e inorgánicos) muy tóxicos, y organismos
patógenos. En estos casos, unas condiciones de trabajo adecuadas implican
inevitablemente el control, tratamiento y eliminación de los residuos generados en
los respectivos centros, y su gestión debe ser un aspecto imprescindible en la
organización de todo laboratorio. El problema viene cuando no se realiza una
gestión adecuada, o cuando suceden accidentes (derrames de productos
químicos, escape de organismos peligrosos).
Normas básicas: Normas generales para el tratamiento y manipulación de
residuos y vertidos:
Disponer de un programa de recogida selectiva según las características de los
residuos generados.
No acumular residuos en el laboratorio. Almacenarlos en un lugar específico y
gestionarlos según las disposiciones legales vigentes.
Recoger el material de vidrio en contenedores especiales.
Tratar los derrames con los productos adecuados según sus características
(ácidos, bases, disolventes, mercurio, etc.) y recogerlos como residuos.
Minimizar los residuos, optimizando la gestión de compras, los procedimientos
de trabajo, valorando su recuperación (materiales) y su reutilización.
Tratamiento y vertido:
Haluros de ácidos orgánicos: añadir NaHCO3 y agua. Verter al desagüe.
Clorhidrinas y nitroparafinas: añadir Na2 CO3. Neutralizar. Verter al desagüe.
Ácidos orgánicos sustituidos (*): añadir NaHCO3 y agua. Verter al desagüe.
Aminas alifáticas (*): añadir NaHCO3 y pulverizar agua. Neutralizar. Verter al
desagüe.
Sales inorgánicas: añadir un exceso de Na2 CO3 y agua. Dejar en reposo
(24h). Neutralizar (HCl 6M). Verter al desagüe.
Oxidantes: tratar con un reductor (disolución concentrada). Neutralizar. Verter
al desagüe.
Reductores: añadir Na2 CO3 y agua (hasta suspensión). Dejar en reposo (2h).
Neutralizar. Verter al desagüe.
Cianuros: tratar con (CIO)2 Ca (disolución alcalina). Dejar en reposo (24h).
Verter al desagüe.
Nitrilos: tratar con una disolución alcohólica de NaOH (conversión en cianato
soluble), evaporar el alcohol y añadir hipoclorito cálcico. Dejar en reposo (24h).
Verter al desagüe.
Hidracinas (*): diluir hasta un 40% y neutralizar (H2 SO4). Verter al desagüe.
Alcalis cáusticos y amoníaco: neutralizar. Verter al desagüe.
Hidruros: mezclar con arena seca, pulverizar con alcohol butílico y añadir agua
(hasta destrucción del hidruro). Neutralizar (HCI6M) y decantar. Verter al
desagüe. Residuo de arena: enterrarlo.
Amidas inorgánicas: verter sobre agua y agitar. Neutralizar (HCI 3M ó NH4 OH
6M). Verter al desagüe.
Compuestos internometálicos (cloruro de sulfúrilo, tricloruro de fósforo, etc.):
rociar sobre una capa gruesa de una mezcla de Na2 CO3 y cal apagada.
Mezclar y atomizar agua. Neutralizar. Verter al desagüe.
Peróxidos inorgánicos: diluir. Verter al desagüe.
Sulfuros inorgánicos: añadir una disolución de Fe Cl3 con agitación. Neutralizar
(Na2 CO3). Verter al desagüe.
Carburos: adicionar sobre agua en un recipiente grande, quemar el
hidrocarburo que se desprende. Dejar en reposo (24h). Verter el líquido por el
desagüe. Precipitado sólido: tirarlo a un vertedero.
(*) Estas sustancias o sus residuos también pueden eliminarse por incineración
(Ver apartado de "incineración").
Incineración:
Aldehídos: absorber en vermiculita ó mezclar con un disolvente inflamable.
Incinerar.
Alcalinos, alcafinotérreos, alquilos, alcóxidos: mezclar con Na2 CO3, cubrir con
virutas. Incinerar.
Clorhidrinas, nitroparafinas (**): incinerar.
Compuestos orgánicos halogenados: Absorber sobre vermiculita, arena o
bicarbonato. Incinerar.
Ácidos orgánicos sustituidos (**): absorber sobre vermiculita y añadir alcohol, o
bien disolver directamente en alcohol. Incinerar.
Aminas aromáticas: absorber sobre arena y Na2 CO3. Mezclar con papel o con
un disolvente inflamable. Incinerar.
Aminas aromáticas halogenadas, nitrocompuestos: verter sobre NaHCO3.
Mezclar con un disolvente inflamable. Incinerar.
Aminas alifáticas (**): mezclar con un disolvente inflamable. Incinerar.
Fosfatos orgánicos y compuestos: mezclar con papel, o arena y cal apagada.
Incinerar.
Disulfuro de carbono: absorber sobre vermiculita y cubrir con agua. Incinerar.
(Quemar con virutas a distancia).
Mercaptanos, sulfuros orgánicos: mezclar con un disolvente inflamable.
Incinerar.
Eteres: mezclar con un disolvente inflamable. Incinerar. Si hay peróxidos
llevarlos a lugar seguro (canteras, etc.) y explosionarlos.
Hidracinas (**): mezclar con un disolvente inflamable. Incinerar.
Hidruros (**): quemar en paila de hierro.
Hidrocarburos, alcoholes, cetonas, esteres: mezclar con un disolvente
inflamable. Incinerar.
Amidas orgánicas: mezclar con un disolvente inflamable. Incinerar.
Ácidos orgánicos: mezclar con papel o con un disolvente inflamable. Incinerar.
(**) Estas sustancias o sus residuos también pueden eliminarse mediante un
procedimiento de tratamiento y vertido.
Recuperación
Desechos metálicos: recuperar y almacenar (según costes).
Mercurio metal: aspirar, cubrir con polisulfuro cálcico y Recuperar.
Mercurio compuestos: disolver y convertirlos en nitratos solubles. Precipitarlos
como sulfuros. Recuperar.
Arsénico, bismuto, antimonio: disolver en HCL y diluir hasta aparición de un
precipitado blanco (SbOCI y BiOCI). Añadir HCI 6M hasta redisolución. Saturar
con sulfhídrico. Filtrar, lavar y secar.
Selenio, teluro: disolver en HCI. Adicionar sulfito sódico para producir SO2
(reductor). Calentar. (se forma Se gris y Te negro). Dejar en reposo (12h).
Filtrar y secar.
Plomo, cadmio: añadir HNO3 (Se producen nitratos). Evaporar, añadir agua y
saturar con H2S. Filtrar y secar.
Berilio: disolver en HCI 6M, filtrar. Neutralizar (NH4 OH 6M). Filtrar y secar.
Estroncio, bario: disolver en HCI 6M, filtrar. Neutralizar (NH4 OH 6M).
Precipitar (Na2 CO3). Filtrar, lavar y secar.
Vanadio: añadir a Na2 CO3 (capa) en una placa de evaporación. Añadir NH4
OH 6M (pulverizar). Añadir hielo (agitar). Reposar (12h).
Filtrar (vanadato amónico) y secar.
Otros metales (talio, osmio, deuterio, erbio, etc.): recuperación
Disolventes halogenados: destilar y almacenar.
Devolver al suministrador
Se recomienda que todos los productos que no tengan un uso más o menos
inmediato en el laboratorio, sean devueltos al suministrador o entregados a un
laboratorio al que le puedan ser de utilidad.
Entre estos productos se pueden citar, los metales recuperados (Pb, Cd, Hg, Se,
etc.), cantidades grandes de mercaptanos (especialmente metilmercaptano),
disolventes halogenados destilados, etc.
Recuerda
Los residuos son aquellas sustancias, objeto o material del cual su poseedor
se quiere desprender o tenga la intención u obligación de ello.
Unas adecuadas condiciones de trabajo en el laboratorio implican
inevitablemente el control, tratamiento y eliminación de los residuos generados
en el mismo, por lo que su gestión es un aspecto imprescindible en la
organización de todo laboratorio.
Los residuos se pueden clasificar en:
o Residuos no peligrosos.
o Residuos químicos peligrosos.
o Residuos biológicos.
o Residuos radioactivos.
Una gestión eficaz de los residuos contribuye a la mejora de la salud y
seguridad de las personas que pueden estar en contacto con los mismos.
Son varios los procedimientos de eliminación empleados normalmente para los
residuos:
o Vertido.
o Tratamiento térmico.
o Recuperación.
o Reutilización-reciclado.
Unidad 10. Realización de la acción preventiva
Introducción
Objetivos
Mapa conceptual
1. Información y comunicación interna de los riesgos asociados a
las diferentes actividades del laboratorio
Cuando no sea posible la eliminación del riesgo o mientras se toman las medidas
necesarias para su eliminación, es necesario implantar medidas de control del
riesgo. Las medidas de control se pueden aplicar en:
La fuente de emisión.
La vía de transmisión.
El propio trabajador.
Las medidas más efectivas serán aquellas que van encaminadas al control de la
fuente. Esta aproximación es la base de la jerarquía de control. Aunque esta
jerarquía establece unas medidas prioritarias en función del control que las
mismas ofrecen, en determinadas ocasiones puede ser necesario la utilización y
combinación de varias de estas medidas.
De esta forma se distinguen:
Diseño del proceso y selección del mismo.
Encerramiento.
Sistemas de extracción localizada.
Ventilación general.
Segregación.
Buenas prácticas, métodos de trabajo seguros.
Reducción del tiempo de exposición.
Equipos de protección individual.
Generalmente, se aplicarán medidas técnicas acompañadas de medidas
organizativas. Es decir, no será suficiente con instalar un sistema de extracción,
sino que además éste tendrá que ser revisado, estará sometido a un proceso de
mantenimiento, limpieza, los trabajadores tendrán además que ser formados sobre
su adecuada utilización para obtener la mayor efectividad y rendimiento del
mismo, notificación de averías, sistema organizacional de supervisión. Una buena
gestión y estrategia de control de riesgo utilizará una combinación de medidas
técnicas y organizativas.
Muchos accidentes y daños tienen como última causa una situación de desorden y
suciedad. Para hacer el trabajo más fácil, con un ritmo más fluido y en condiciones
de seguridad, conviene mantener los puestos de trabajo en condiciones óptimas
de orden y limpieza. No se trata solamente de disponer de cada elemento a utilizar
en su lugar correcto, sino de prever y corregir aquellas causas que originan un
área de trabajo sucia y desordenada.
Propiedades Fisicoquímicas:
Explosivos. Sustancias o preparados que incluso en ausencia de oxígeno,
pueden reaccionar de forma exotérmica y que en determinadas condiciones
deflagran y en caso de confinamiento explosionan.
Comburentes. Sustancias o preparados que, en contacto con sustancias
inflamables, producen una reacción exotérmica.
Inflamables. Las sustancias y preparados con bajo punto de ignición.
Fácilmente inflamables. Sustancias y preparados que pueden calentarse o
inflamarse a temperatura ambiente sin aporte de energía o que en contacto
con el agua o aire húmedo desprenden gases inflamables.
Extremadamente inflamables. Sustancias y preparados líquidos que tengan un
punto de ignición extremadamente bajo y un punto de ebullición bajo y las
sustancias y preparados gaseosos que a temperatura y presión normales son
inflamables con el aire.
Propiedades toxicológicas:
Tóxicos. Sustancias y preparaciones que, por inhalación, ingestión o
penetración cutánea, pueden implicar riesgos graves, agudos o crónicos a la
salud.
Muy Tóxicos. Las sustancias y preparados que por inhalación, ingestión o
penetración cutánea en pequeñas cantidades puedan provocar efectos agudos
o crónicos e incluso la muerte.
Nocivos. Sustancias y preparaciones que, por inhalación, ingestión o
penetración cutánea, pueden implicar riesgos a la salud de forma temporal o
alérgica.
Corrosivos. Sustancias o preparados que en contacto con tejidos vivos ejercen
una acción destructiva de los mismo.
Irritantes. Sustancias o preparados no corrosivos que, por inhalación o
penetración cutánea, puedan ocasionar una reacción inflamatoria.
Sensibilizantes. Sustancias o preparados que por inhalación o penetración
cutánea pueden ocasionar una reacción de hipersensibilidad, de forma que una
exposición posterior a esa sustancia o preparado puede dar lugar a efectos
negativos para la salud.
Almacenamiento de productos:
Los principios básicos para un adecuado y seguros almacenamiento de los
productos en los laboratorios son:
Reducción de las existencias al mínimo: cuando se trata de sustancias
peligrosas, la minimización de las cantidades almacenadas es una medida
preventiva básica. Lo ideal es generar y mantener el inventario lo más
actualizado posible. De esta forma se identifican con mayor facilidad las
caducidades, ayuda a la planificación de existencias, se realizan las
adquisiciones en el momento preciso, etc.
Correcto etiquetado de los reactivos: todos los productos deben estar
identificados siempre, con etiquetas que incluirán al menos la información
básica.
Establecimiento de separaciones: en algunos casos, por su naturaleza y
propiedades algunas sustancias son incompatibles entre sí, ya que pueden
reaccionar violentamente. En estos casos, las sustancias deben almacenarse
por separado, sobre todo a partir de determinadas cantidades. En casos de
fuga o incendio los embalajes podrían resultar dañados y las sustancias
incompatibles podrían entrar en contacto, provocando reacciones peligrosas.
Mantenimiento de la instalación:
El estado general de la instalación.
Estado de las válvulas y verificación de que se accionan suavemente.
Que el suministro de agua es adecuado y que no hay depósitos u
obstrucciones.
El estado de los desagües.
Instrucciones generales:
c) Protección respiratoria:
Si se manipulan compuestos volátiles de alta toxicidad, o si se actúa en caso
de derrames o fugas de estos, es imprescindible el uso de máscaras de
protección respiratoria con cartuchos para gases y vapores homologados para
el producto en cuestión. Su utilización exige la sustitución periódica del
cartucho, el adecuado mantenimiento y la señalización de la situación.
El uso de equipos de protección para las vías respiratorias debe ser utilizados
por periodos cortos de tiempo. Generalmente, No se debe trabajar con ellos
más de dos horas seguidas.
Comprobar la fecha de caducidad antes de utilizar un filtro.
Se recomienda que todos los trabajadores que utilicen equipos de protección
respiratoria se sometan a un reconocimiento del aparato respiratorio realizado
por un médico.
Es importante que la empresa disponga de un sistema de control para verificar
que los equipos de protección respiratoria se hallan en buen estado y se
ajustan correctamente a los usuarios, a fin de evitar cualquier situación de
riesgo.
Controlar especialmente el estado de las válvulas de inhalación y exhalación
del adaptador facial, el estado de las botellas de los equipos de respiración
autónomos y de todos los elementos de estanqueidad y de unión entre las
distintas partes.
Conformado por fibras sintéticas. Se utiliza para una intervención rápida en caso
de derrame accidental.
5.4 Conocimientos básicos sobre primeros auxilios
Recuerda
La eficacia de los equipos de protección de riesgos depende de su correcto
funcionamiento, su buen estado y su buen uso. Por este y otros motivos se
hace imprescindible informar y formar a todo el personal para proporcionar
todas las herramientas y conocimientos necesarios para aplicar los sistemas
de prevención.
Los principales riesgos laborales en el laboratorio pueden ser diferenciados en
cuatro grupos:
o Riesgos químicos.
o Riesgos físicos.
o Carga física y postural.
o Riesgos biológicos.
Además de conocer las situaciones peligrosas y su grado de peligrosidad que
con más frecuencia se presentan en el laboratorio es importante conocer y
adoptar unas normas generales de conducta.
Según el Real Decreto 374/2001, las medidas a adoptar deben seguir el
siguiente orden de prioridad: eliminar los riesgos, reducir o controlar los riesgos
y proteger al trabajador.
Las medidas de control del riesgo más efectivas son aquellas que se centran
en el control de la fuente.
La protección de riesgos incluye la planificación de medidas de protección
personal y ambiental que ayudan a minimizar la probabilidad de accidentes.
Este tipo de medidas corresponde con la protección colectiva e individual.
Las medidas preventivas evitan o reducen el riesgo, actuando sobre la causa.
Sin embargo, las medidas de protección no evitan el riesgo, trata de reducir
sus consecuencias actuando sobre el trabajador.
Los trabajadores tienen el derecho a la consulta y participación en las
actividades preventivas, constituyendo a la mejora de las intervenciones.
Las consultas de los trabajadores pueden ser de dos tipos: legalmente
obligadas y consultas proactivas.
La participación de los trabajadores puede ser reactiva o proactiva.
Según OSHAS 18001, el Sistema de Gestión de la Prevención de Riesgos
Laborales corresponde con el sistema que describe los procesos y
procedimientos para la correcta integración de la PRL en una empresa.