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DERECHO CIVIL III

I. LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES:

Concepto: Aquellos hechos o actos jurídicos que las generan, es decir, son la causa
que originan las obligaciones o derechos personales.
Las fuentes de las obligaciones no producen jamás derechos reales (Art. 577), a
lo menos en forma directa e inmediata.

Clasificación:

1. Clasificación Quíntuple: Art. 1437: Las obligaciones nacen, ya del concurso real de
voluntades de dos o más personas, como en los contratos y convenciones, ya de un
hecho voluntaria de la persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o
legado y en todos los cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido
injuria o daño a otra persona, como en los delitos y cuasidelitos; ya por disposición de la
ley, como entre los padres y los hijos sujetos a patria potestad.
Tenemos entonces que en virtud de esta disposición las fuentes de las
obligaciones son: El contrato; cuasicontratos, delitos, cuasidelitos y la ley.

Este artículo, cuando se refiere a los cuasicontratos lo hace de un modo amplio,


permitiría entonces, incluir dentro de las fuentes de las obligaciones a la declaración
unilateral de voluntad.

2. Clasificación Doble: Art. 578: Derechos personales o créditos son los que sólo
pueden reclamarse de ciertas personas, que, por un hecho suyo o la sola disposición de
la ley han contraído las obligaciones correlativas; como el que tiene el prestamista
contra su deudor por el dinero prestado, o el hijo contra el padre por alimentos. De
estos derechos personales nacen las acciones personales.
Esta norma distingue entre aquellas fuentes de obligaciones que consisten en un
hecho del obligado y aquellas obligaciones que se originan por la propia disposición
de la ley, poniendo de relieve la importancia de la ley como fuente de las obligaciones.

3. Clasificación Triple: Art. 2284: Las obligaciones que se contraen sin convención,
nacen de la ley, o del hecho voluntario de una de las partes. Las que nacen de la ley se
expresan en ella.
Tenemos: Convención; Ley y Hecho Voluntario.

Teoría de la Declaración Unilateral como Fuente de las Obligaciones: Un sujeto por


su propio y único acto volitivo, puede transformarse en deudor, sin que sea necesaria la
concurrencia de otra voluntad. Sin embargo, de todas maneras es necesaria la
intervención del acreedor para que acepte su derecho. Ello porque nadie puede ser
obligado a adquirir derechos en contra de su voluntad.
Según esta teoría, la obligación no nace cuando el acreedor acepta o ejerce su
derecho, sino desde que ha sido creado, por parte del obligado (deudor) el acto jurídico
unilateral.

II. LOS CONTRATOS COMO FUENTES DE LAS OBLIGACIONES.

1. Teoría General del Contrato: Se justifica una teoría general del contrato, toda vez que
existen principios comunes a todos los contratos, hay principios para una determinada
clase de contratos (ejemplo: Contratos Reales), y también hay reglas de los contratos
en particular.
Los principios generales y los principios para determinadas clases de contratos,
se aplican incluso a los contratos innominados. Esta existencia de principios generales
de los contratos (Buena fe, autonomía de la voluntad), se transforma en la razón de
existir de la teoría general de los mismos.

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2. Ubicación del contrato dentro del fenómeno jurídico: Dentro de los hechos jurídicos
voluntarios, encontramos los actos jurídicos, que pueden ser unilaterales o bilaterales o
convenciones, si dicha convención está destinada a crear derechos y obligaciones
estaremos en presencia de un contrato.
Se dice que nuestro Código pareciera haber una confusión entre convención y
contrato. Convención es el acto jurídico bilateral capaz de crear, modificar o extinguir
obligaciones. El contrato es una especie de convención, es un acto jurídico bilateral
que sólo crea derechos y obligaciones. Doctrinariamente, son términos distintos.

3. La Autonomía de la Voluntad: Es la piedra angular de la teoría general del contrato


y se enlaza directamente con el concepto de propiedad privada y de circulación de la
riqueza. Es un aspecto de la libertad en general, es la libertad jurídicamente protegida
por el ordenamiento, esto significa que:
Ninguna de las partes puede imponer unilateralmente a la otra un contrato, o su
contenido, sin que esta otra lo acepte por su parte;
El contenido puede ser fijado por las partes como les parezca, con la excepción de
las normas de carácter imperativo, las cuales no pueden ser derogadas por
voluntad de las partes.
Los contratantes pueden derogar las normas legales dispositivas o supletorias,
establecidas para los contratos nominados en particular;
Las partes pueden inventar contratos con finalidades no previstas en la ley, siempre
que no se opongan al ordenamiento jurídico (Contratos atípicos)

Este principio esta consagrado, principalmente en los arts. 1545 y 1560.


Art. 1545: Todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y no
podrá ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales.

Art. 1560: Conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella
más que a lo literal de las palabras.

Este principio se manifiesta en:


El principio de libertad contractual: Cada parte es libre para contratar o no, para
elegir su contraparte y para fijar su contenido (cláusulas)
Principio del consensualismo: La voluntad de las partes, por regla general, es
suficiente para dar origen a un contrato;
Principio de fuerza obligatoria de los contratos: El contrato es ley para los
contratantes.
Principio del efecto relativo de los contratos: Sólo los que han manifestado voluntad
quedan obligados por el contrato;
Interpretación de los contratos: Art. 1560, la voluntad real es el principio rector.

Límites a la Autonomía de la Voluntad:


Las normas legales imperativas deben ser respetadas por los contratantes, toda
vez que éstas son inderogables. Ejemplo: Los elementos esenciales del
contrato, las relativas al objeto y causa lícitos.
Las reglas generales de la política económica y social nacional, a las cuales el
contrato debe subordinarse. La intervención estatal busca proteger a la parte
más débil y se manifiesta en el contrato dirigido → Aquel que se encuentra
reglamentado y fiscalizado por los poderes públicos, en su formación,
ejecución y duración.
La Lesión, considerada en general como una desproporción chocante entre las
prestaciones de las partes.

4. La Buena Fe en los Contratos: Este principio se encuentra tanto en la celebración


del contrato, como en el momento de su cumplimiento. En general, todas las relaciones
jurídicas, en todos sus aspectos y en todo su contenido, están sujetas al principio de la
buena fe. Por ello, es la regla general y constituye una presunción de aplicación amplia.
En consecuencia, la mala fe y el dolo deben probarse.

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El ámbito en que debe actuarse de buena fe, abarca a todo el fenómeno de la
contratación → Tratativas preliminares, al celebrarse, durante su desarrollo y ejecución,
al cumplirse las obligaciones, como idea inspiradora de su interpretación, y en su
conclusión.

En consecuencia, los contratos obligan: Art. 1546


A lo que en ellos se expresa, según la interpretación que se haga de sus
cláusulas;
A lo que emana de la naturaleza de la obligación, esto es, los elementos de la
naturaleza;
A lo que por ley pertenece a la obligación. Requisitos señalados en forma
imperativa. Ejemplo: Reglas sobre licitud del objeto;
A lo que por la costumbre pertenece a la obligación. La costumbre es un
elemento integrante de los contratos, dando cumplimiento a lo dispuesto en el
art. 2 del Código Civil en torno al valor de la costumbre en materia civil. La
remisión del 1546, es general para todos los contratos.

5. Fases de la Vida de un Contrato (el íter contractual): La doctrina española,


distingue tres fases o momentos principales en la vida de un contrato, también llamado
íter contractual, estas son: La generación, la perfección y la consumación.

o Fase de Generación: Comprende el proceso interno de formación del contrato o


los preliminares. Se trata de un periodo preparatorio, del cual resultan una serie
de actos que tienen como propósito el surgimiento del consentimiento contractual
final. Caben aquí los contratos preparatorios, como la promesa.

o Fase de Perfección: Determinada por el encuentro de voluntades de las partes,


esto es, oferta más aceptación pura y simple, lo que trae como resultado la
formación del consentimiento, y tratándose de los contratos consensuales
constituirá el nacimiento del contrato a la vida jurídica. En el caso de los
contratos reales, esta fase quedará completa con la tradición o entrega; y en los
contratos solemnes con el cumplimientos de la respectiva solemnidad ad
solemnitatem.

o Fase de Consumación: Cumplimiento del objetivo para el cual el contrato ha sido


celebrado, en otras palabras, constituirá el momento en que se cumplirán las
prestaciones nacidas del contrato.

Diez-Picazo: Una observación atenta de estas tres etapas, nos debiera llevar a
concluir que tan solo serían dos, a saber, 1) Fase de preparación o formación del
contrato y 2) Fase de Ejecución del contrato.
La formación del contrato, comprendería aquella serie de actos que preceden o
que puedan preceder a la perfección de un contrato y que se llevan a cabo con tal
finalidad.

6. Contenido del Contrato:

a) Contenido Principal del contrato: Son los derechos personales o créditos y


obligaciones emanadas del contrato, y los llamados derechos potestativos.
→ Derechos potestativos: Corresponden a las acciones a
que dan origen los contratos (Nulidad, Resolución,
Cumplimiento forzado), las facultades para poner término
unilateral en ciertos contratos, la obligación de las partes de
actuar de buena fe, la de emplear la diligencia que
corresponde según la naturaleza del contrato, etc.

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b) Contenido Aleatorio del contrato: Contratar es prever. Las partes pretenden
adelantarse, explorar el futuro inmediato cuando contratan.
En todo contrato hay un alea previsible, una contingencia incierta de ganancia o
pérdida. Es un alea normal, como por ejemplo, el alza del IPC, el retardo en la llegada
de una mercadería, perder un juicio que se cree justo, etc.
Hay también un alea imprevisible, imposible de imaginar en condiciones
normales. Si pasa a este estado podría resolverse por excesiva onerosidad (teoría de la
imprevisión).
Todo contrato de cumplimiento diferido puede incluir aleas previsibles e
imprevisibles.

c) Contenido o Aspecto Material del Contrato: Dice relación con los contratos que
constan por escrito. Indudablemente debe contener la individualización de los
contratantes y testigos si los hubiera.
Todo contrato tiene, generalmente, un preámbulo y cláusulas. El preámbulo es
la parte introductiva o preliminar del contrato, no es necesaria, puede carecer de ella. Si
no contienen el acuerdo mismo, las cláusulas se llaman enunciativas. El instrumento
público o privado hace fe entre las partes aun en lo meramente enunciativo, con tal que
tenga relación directa con lo dispositivo del fallo.
Las cláusulas, son las disposiciones del contrato, en ellas se distribuye el
contenido mismo de éste. El contrato es el conjunto de cláusulas que se integran
armónicamente entre sí, constituyendo un todo orgánico.
Las cláusulas que contienen lo medular de la declaración se llaman
dispositivas. Ellas son la parte sustancial del contrato, lo que las partes han querido.
Los contratos, además pueden tener anexos, que son los documentos que se
agregan, o a los que se remite el contrato, expresando que se tiene como parte
integrante del mismo.
No debe confundirse el contrato con el documento en el cual conste. El contrato
es un acuerdo de voluntades, y como tal no tiene materialidad física. El documento es
otra cosa, es la forma de expresar tal acuerdo, pero no es el acuerdo mismo. A pesar
que en algunos casos la ley exija como solemnidad que el consentimiento se manifieste
por escrito.

7. Elementos de los Contratos: (Art. 1444)

▪ Elementos Esenciales: Aquellos sin los cuales el acto no produce efecto alguno
o degenera en otro distinto.
Entre ellos hay algunos que son generales a todos los contratos: Elementos
Esenciales Generales o Comunes→ Consentimiento, capacidad, objeto lícito,
causa lícita, solemnidades.
Y los que son especiales de un contrato en particular: Elementos Esenciales
Especiales. Ejemplo: cosa y precio en la compraventa.

▪ Elementos de la Naturaleza: Aquellos que no siendo esenciales en el acto se


entienden pertenecerle, sin necesidad de una declaración o cláusula especial. La
voluntad de las partes es necesaria para excluirlos.
Estos elementos son particulares de cada contrato. Un ejemplo clásico es el que
aparece en el art. 1489 del Código Civil → Condición Resolutoria Tácita.

▪ Elementos Accidentales: Aquellos que ni esencial ni naturalmente le


pertenecen y que se agregan por medio de declaraciones o cláusulas especiales.
Son introducidos por las partes voluntariamente, y vienen a modificar sus efectos
normales. Son excepcionales, por lo que hay que probarlos. Ejemplo: Las
Modalidades.

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8. La Representación: Es la relación jurídica entre dos personas en virtud de la cual
una (representante) tiene el poder de actuar en lugar e interés de otra (representado),
de manera que si aquella obra en lugar e interés de la segunda, y dentro de los límites
del poder, los efectos del acto se radican en el patrimonio del representado.

Requisitos:
Declaración de Voluntad del Representante: Debe manifestar su voluntad, ya que
es él quien contrata. Los relativamente incapaces pueden ser mandatarios ya
que los actos no comprometen su patrimonio, sino el del representado;
Debe manifestar de un modo inequívoco su intención de contratar por cuenta
y a nombre de otro: Debe en consecuencia, manifestar esa intención y que su
contraparte participe de esa intención;
El representante debe tener poder: Facultad dada por ley o convención de
representar.

Fuentes de la Representación:
La Ley: Son representantes legales de una persona el padre, la madre, el adoptante
y su tutor o curador (No es taxativo). Las facultades con que actúa son las que
señala la ley;
Voluntaria: Emana de la voluntad de las partes. Por regla general, todos los actos
jurídicos admiten representación, excepción el testamento, ya que la facultad de
testar es indelegable.

Otorgamiento de Poder: Acto por el cual una persona autoriza a otra para que la obligue
respecto de un tercero en los actos y contratos que ejecute a nombre de ella.

Efectos de la Representación: Los derechos y obligaciones del acto se radican en el


representado como si hubiese contratado él mismo. Por tanto, es la persona del
representado la que importa para determinar la capacidad y la legitimación.

9. Interpretación de los Contratos:


La norma hermenéutica básica en esta materia es el artículo 1560, esta es la
base de todo el sistema subjetivo de interpretación.
Conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más
que a lo literal de las palabras. Su vinculación con la autonomía de la voluntad resulta
evidente, lo que importa es lo que las partes quisieron al contratar.
Lo que nos dice el art. 1560, es que hay que reconstruir el pensamiento y la
voluntad de las partes para interpretar un contrato.
En la interpretación de la ley la expresión lingüística del legislador es esencial, en
cambio, en la interpretación de los contratos las palabras usadas por los contratantes
no tiene ese carácter.
Uno de los elementos más importantes será, en todo caso, la letra del contrato,
el art. 1560 dice que hay que estar a la intención de los contratantes más que a lo literal
de las palabras, cuando se conoce claramente la intención de éstos. Luego, el
intérprete no puede pasar por encima de las palabras del contrato, cuando se llega a
conocer claramente la intención de los contratantes, por tanto, las palabras utilizadas en
un contrato juegan un papel muy importante en su interpretación.

Elementos de Interpretación en materia contractual:

- Elemento Lógico: Las cláusulas de un contrato se interpretarán unas por otras,


dándose a cada una el sentido que mejor convenga al contrato en su totalidad (art.
1564 inc. 1). El contrato ha de estimarse como un todo coherente, y sus cláusulas se
interpretan unas por otras.

- Elemento Sistemático: Es facultativa su aplicación. Podrán también interpretarse por


las de otro contrato entre las mismas partes y sobre la misma materia.

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- Principio de Interpretación Restrictiva de los Contratos: Por generales que sean
los términos de un contrato, sólo se aplicarán a la materia sobre que se ha contratado.
Una aplicación de esta regla la encontramos en la transacción → Si la transacción
recae sobre uno o más objetos específicos, la renuncia general de todo derecho, acción
o pretensión deberá sólo entenderse de los derechos, acciones o pretensiones relativos
al objeto u objetos sobre que se transige.
.
- Principio de Interpretación extensiva del contrato: Si se explica el contrato, o una
obligación derivada de éste con un ejemplo, no debe entenderse restringido sólo a éste.
El contrato, se extiende a todos los casos que naturalmente puedan aplicarse.

- Principio de Favor Contractus: Cuando sea dudoso que el contrato en su conjunto o


alguna de sus cláusulas debe o no surtir efecto, debe entenderse que puede
producirlo, porque las partes han querido que lo produzca.

- La Naturaleza del contrato predomina, si no aparece voluntad contraria: En


aquellos casos en que no apareciere voluntad contraria deberá estarse a la
interpretación que mejor cuadre con la naturaleza del contrato. Las cláusulas de uso
común, según rijan en el lugar en que se celebra el contrato se entienden incorporadas
al mismo. De esta manera, según la clase de contrato que se trate determinará que tipo
de cláusulas son las que se incorporan a éste (usos y costumbres locales). Para
algunos autores la expresión naturaleza del contrato del art. 1563, se refiere a los
elementos de la naturaleza y no a las cláusulas consuetudinarias.

- Principio de la aplicación práctica del contrato: 1564 inc. 3: o por la aplicación


práctica que hayan hecho de ellas ambas partes, o una de ellas con aprobación de la
otra. Esta es una regla de gran importancia, toda vez que la aplicación práctica del
contrato, trasluce claramente su intención.

- Las cláusulas ambiguas se interpretarán a favor del deudor o en contra de quien


redactó el contrato. El art. 1566 establece una regla subsidiaria: No pudiendo
aplicarse ninguna de las reglas precedentes de interpretación, se interpretarán las
cláusulas ambiguas a favor del deudor. Pero las cláusulas ambiguas que hayan sido
extendidas o dictadas por una de las partes, sea acreedora o deudora, se interpretarán
contra ella, siempre que la ambigüedad provenga de la falta de una explicación que
haya debido dar por ella.

Integración de los Contratos: Se busca colmar lagunas del contrato, no de averiguar


la intención de los contratantes. La integración es ordenada por el legislador. La ley es
la que agrega al contrato ciertas cláusulas o mínimos. Así sucede en el contrato
dirigido, en donde se establecen ciertos mínimos irrenunciables en beneficio de la parte
más débil. También las colma con los elementos de la naturaleza de un contrato.
Lo normal será que no se puedan integrar contratos a los que le falten elementos
de la esencia, toda vez que éstos o serán inexistentes o degenerarán en otro distinto.
No se puede integrar lo que no existe, ni colmar un contrato con los elementos de otro.
Muy Excepcionalmente, el legislador admite que el contrato sea colmado por quien no
es parte: Art. 1809 (compraventa): Podrá asimismo dejarse el precio al arbitrio de un
tercero...”

Clasificación Jurídica del Contrato: Al igual que la integración, es una operación


diferente a la interpretación. Se califica un contrato, cuando establecemos, mediante un
análisis en derecho, la naturaleza jurídica de un contrato. Con ello sabremos que
normas aplicarle (las del derecho civil o mercantil, las de la compraventa o las de la
permuta) y que efectos jurídicos producirá el contrato. En otras palabras, se trata de
establecer dentro de que normas jurídicas se enmarca si es nominado, o que normas
generales de la contratación le son aplicables si es innominado.

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El nombre que las partes den al contrato no es decisivo, debe calificarse el
contrato de acuerdo a la voluntad real de las partes, y no a la voluntad que ellas
declaran.
La calificación de los contratos es una cuestión de derecho, no así la
interpretación que es una cuestión de hecho. Sin embargo, las dos operaciones son
una misma en distinta fase, las que pueden separarse sólo intelectualmente. Esta
distinción tiene importancia para la procedencia del recurso de casación en el fondo, el
que no procede frente a problemas de interpretación de los contratos.

10. Clasificación legal de los contratos y su importancia:

a. Contratos Unilaterales y Bilaterales: Art. 1439.

- Unilaterales: Cuando una sola de las partes se obliga y la otra no contrae obligación
alguna. Ejemplo: comodato, mutuo, depósito, prenda, fianza, anticresis, donación,
mandato gratuito, renta vitalicia.

- Bilaterales: En virtud del contrato ambas partes se obligan recíprocamente. Ejemplo:


Compraventa, permuta, arrendamiento, transacción, mandato remunerado.

Contratos sinalagmáticos imperfectos: Aquellos que nacen unilaterales, pero


que luego devienen en bilaterales, por hechos posteriores y eventuales y a
veces ajenos al contrato mismo. Esta clasificación no es reconocida por el
Código Civil, toda vez que el art. 1439 atiende al número de partes
obligadas al momento de perfeccionarse el contrato.

→ Importancia de esta clasificación:


→ La excepción de contrato no cumplido (Art. 1552), sólo es aplicable a
los contratos bilaterales.
→La condición resolutoria tácita como elemento de la naturaleza sólo está
presente en los contratos bilaterales;
→El riesgo de la cosa debida, sólo plantea dificultades en los contratos
bilaterales, toda vez que en los contratos unilaterales existe un solo
deudor, por lo que se aplica el aforismo las cosas perecen para el deudor.

b. Gratuitos y Onerosos: Art. 1440.

- Gratuito o de beneficencia: Cuando sólo una de las partes obtiene beneficio o


utilidad y la otra soporta el gravamen. Ejemplo: Donación, mutuo sin interés, depósito,
mandato gratuito, fianza, prenda, hipoteca.
→ Gratuitos Interesados: Existe una ostensible disminución patrimonial
en quien sufre el gravamen, como ocurre en la donación, el donante se
desprende de lo donado a favor del donatario;
→ Gratuitos Desinteresados: El que sufre el gravamen no sufre una
notoria y evidente disminución patrimonial, su gravamen no constituye
donación. Ejemplo fianza, mandato gratuito, comodato, etc.

- Oneroso: Cuando ambas partes obtienen utilidad o beneficio en el contrato, y ambas


soportan el gravamen de su participación en el mismo. Ejemplo: compraventa, permuta,
arrendamiento, mutuo con interés, sociedad, transacción, etc.
Los contratos bilaterales son siempre onerosos, en cambio, no necesariamente
un contrato unilateral es gratuito, por ejemplo, el mutuo con interés es oneroso. Lo
anterior no obsta a que se afirme que, por regla general, los contratos unilaterales sean
gratuitos.

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→ Importancia de esta clasificación:
- En cuanto al error en la persona, por regla general los contratos gratuitos
serán intuito persona, por lo que el error en la persona acarreará un vicio de
nulidad relativa del contrato. No obstante, existen contratos onerosos en que
el error en persona es relevante → Transacción.
- En cuanto a la responsabilidad del deudor en caso de incumplimiento de su
obligación, ella varía según que el contrato reporte utilidad a ambos
contratantes o a uno de ellos solamente.
- Para determinar la responsabilidad del deudor en caso de evicción de la
cosa materia del contrato, mientras en los contratos onerosos el deudor
responde de la evicción, en los gratuitos, por lo genera, no le afecta
responsabilidad por esta causa.
- Para determinar la procedencia de la acción pauliana. A este respecto la ley
es más exigente tratándose de los contratos onerosos que de los gratuitos,
porque mientras en los onerosos es menester, a más del perjuicio del
acreedor, que hayan sido celebrados estando de mala fe el otorgante y el
adquirente; respecto de los gratuitos, basta la mala fe del deudor y el perjuicio
de los acreedores;
- Los contratos gratuitos nunca son mercantiles;
- Para determinar la transmisibilidad de los derechos del acreedor condicional
que fallece entre el contrato y el cumplimiento de la condición: mientras en los
contratos onerosos esos derechos son transmisibles, en ciertos contratos
gratuitos, como la donación entre vivos, son intransmisibles.

c. Conmutativos y Aleatorios: Art. 1441.

En relación a como se mira la equivalencia de las prestaciones entre sí, los


contratos onerosos se clasifican en conmutativos y aleatorios.
- Conmutativos: Cuando las prestaciones recíprocas se miran como equivalentes.
Constituyen la regla general en los contratos onerosos.
Que sólo se miren como equivalentes, quiere decir que el requisito no es la real,
efectiva equivalencia de las prestaciones, sino que se tengan por equivalentes, o que
las partes estimen a las prestaciones recíprocas como equivalentes.

- Aleatorio: Cuando una de las prestaciones a que da origen el contrato, se mira como
una contingencia de ganancia o pérdida.

→ Importancia de esta clasificación:


➢ En cuanto a la determinación de la sanción en los casos de la cláusula
penal enorme, el inc. 1 del art. 1544, sólo es aplicable a los contratos
conmutativos en que una de las prestaciones sea pagar una cantidad
determinada de un género (por lo general dinero).
➢ Sólo los contratos conmutativos pueden ser rescindidos por lesión
enorme.
➢ La teoría de la imprevisión sólo tendría cabida en los contratos
onerosos conmutativos.

d. Principales y Accesorios: Art. 1442.

- Accesorio: Aquel contrato que tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una
obligación principal contenida en un contrato principal. Son contratos accesorios la
fianza, la prenda y la hipoteca

- Principal: Aquel contrato que no requiere de otro para subsistir, ni para garantizarlo.
Ejemplo: compraventa, mandato.

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→ Importancia de esta clasificación: Lo accesorio sigue la suerte de lo principal.

e. Contratos Consensuales, Reales y Solemnes: Art. 1443.

- Consensuales: Aquellos que se perfeccionan por el mero acuerdo de voluntades de


ambas partes. Ejemplo: Compraventa de bienes muebles, arriendo, mandato, entre
otros;

- Reales: Aquellos que se perfeccionan a través de la tradición o entrega de la cosa a


que se refieren. Si bien el Código Civil sólo señala a la tradición como requisito de
perfeccionamiento de los contratos reales, no es menos cierto que una interpretación
armónica y lógica del Art. 1443 con las demás instituciones del mismo Código, fuerza a
concluir que a la tradición se debe agregar la simple entrega como modo de
perfeccionar ciertos contratos reales.
→ El mutuo, contrato real, se perfecciona con la tradición, porque requiere hacer dueño
de la cosa dada en mutuo al deudor.
→ El comodato, contrato real, se perfecciona con la simple entrega de la cosa.

- Solemnes: Aquellos que para perfeccionarse requieren el cumplimiento de


formalidades externas, sin las cuales no producen efectos civiles. Ejemplo:
compraventa de inmuebles.

→ Importancia de esta Clasificación: Permite identificar como y cuando nacen a la vida


del derecho (o nacen en forma sana).

11. Efectos de los Contratos: Los efectos de los contratos son el conjunto de
derechos y obligaciones que de él emanan para las partes.

Efecto Relativo de los Contratos:


Este tema ha sido elevado a la categoría de principio general del derecho
privado, y es conocido como el principio de la relatividad de la fuerza obligatoria de los
contratos. La idea fuerza que está detrás de este principio, consiste en que los
contratos generan derechos y obligaciones sólo respecto de las partes que concurren a
su celebración, sin beneficiar ni perjudicar a los terceros.
Si el contrato se considera como una manifestación de voluntad privada, tal
manifestación de voluntad no puede producir sus efectos más que en relación con las
personas que han realizado dicha manifestación. Si el contrato se considera como una
manifestación de la autonomía privada, en orden a la reglamentación de los propios
intereses, resulta claro que sólo ha de afectar a la esfera jurídica de sus autores. De ahí
la idea de que todo contrato limita su eficacia a la esfera de las partes que lo han
celebrado y que no produce ningún efecto respecto de terceros. Ello queda de
manifiesto en el art. 1545 del Código Civil, respecto a la fuerza obligatoria de los
contratos.

Las Partes y los Terceros:


→ Partes: Quienes han concurrido a su celebración personalmente o por medio de
representante, emitiendo las declaraciones de voluntad o realizando los
comportamientos constitutivos del negocio y que son los titulares de los intereses
reglamentados por él.
→ Tercero: Todos aquellos que no son parte. Se distingue entre terceros absolutos y
relativos.
1. Tercero Absoluto: Aquellos que no son parte y además son
completamente extraños al contrato, el cual no le afecta ni le afectará
en el futuro.
2. Tercero Relativo: Aquellos que no son parte al momento del celebrar
el contrato, pero que con posterioridad entran en la relación jurídico
obligacional. Se subclasifican en:

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➢ Sucesores o causahabientes a título universal → Herederos;
➢ Sucesores a título singular → Por acto entre vivos (comprador,
cesionario) o mortis causa (legatario) sobre un bien
específicamente determinado. Ejemplo: El que compra un bien
que se encuentra hipotecado, le afectará el contrato de
hipoteca.

III. CONTRATOS EN PARTICULAR:

❖ LA COMPRAVENTA:

Es un contrato en que una de las partes se obliga a dar una cosa y la otra a
pagarla en dinero. Aquella se dice vender y ésta comprar. El dinero que el
comprador da por la cosa vendida se llama precio. Art.1793

Características:

1. Consensual: Por regla general, se perfecciona con el consentimiento de las


partes. Puesto de acuerdo el comprador y el vendedor en la cosa y el precio,
nace el contrato. Excepcionalmente, el contrato es solemne → Inmuebles. Si el
precio excede de 2 UTM debe otorgarse por escrito.
2. Principal: Subsiste sin la necesidad de otro;
3. Bilateral: Al momento de perfeccionarse genera obligaciones recíprocas. *Son
de la esencia del contrato la obligación del vendedor de entregar la cosa y la del
comprador de pagar el precio. *Son de la naturaleza: sanear la evicción y los
vicios redhibitorios;
4. Oneroso: Ambas partes se imponen un gravamen y reciben un beneficio;
5. Conmutativo: Lo que cada parte se obliga a dar se mira como equivalente. Por
excepción, puede ser aleatorio, se compra la suerte;
6. Nominado: Está expresamente reglado por el Código Civil;
7. Es título traslaticio de dominio: Habilita al comprador para hacerse dueño de
la cosa por medio de la tradición. Mientras la tradición no se efectúe el contrato
está perfecto, pero no transfiere el dominio. La compraventa es un título que
requiere siempre de un modo.

Requisitos: Debe cumplir con los requisitos comunes a todo contrato. La


compraventa debe reunir también ciertos requisitos esenciales que le son
propios y que son precisamente los que le dan su fisonomía a este contrato.
Estos elementos esenciales son: 1. La cosa vendida, 2. El precio.

o La cosa vendida: Es el objeto de la obligación del vendedor, puede ser


corporal o incorporal y, para que el contrato de compraventa sea válido,
ésta debe reunir los siguientes requisitos:
1. La cosa vendida tiene que ser comerciable: Sólo pueden ser objeto del
contrato de compraventa las cosas comerciables, entendiéndose por tales a
aquellas cuya enajenación no esté prohibida por la ley. El art.1810, establece
que pueden venderse todas las cosas corporales o incorporales cuya
enajenación no esté prohibida por ley.
2. La cosa vendida tiene que ser real: La cosa vendida debe existir; Hay que
distinguir: → Si la cosa ha dejado de existir al tiempo del contrato: No puede
formarse por falta de objeto sobre el que recaiga la obligación del vendedor;
→ Si al tiempo del contrato la cosa no existe pero se espera que
exista: El contrato será condicional. Si la condición no se cumple, el contrato
se tendrá por no celebrado;

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→ Si lo que se vende, no es la cosa misma, sino la contingencia de que la
cosa llegue a existir: Es pura y simple, porque lo vendido es la suerte.
3. La cosa vendida debe ser determinada y singular: Si la cosa es
indeterminada, no hay contrato. La ley no acepta que se vendan
universalidades jurídicas. Una persona puede vender todo lo que tiene, pero
enumerados, si algo escapa a la enumeración, se entiende que eso no se
vende. Aunque el vendedor venda todo su patrimonio designado
nominativamente, la venta valdrá.
4. La cosa vendida no debe pertenecer al comprador: El hecho de que el
legislador establezca claramente que la venta de cosa propia no vale, se
debe a que ésta carecería de causa.
La venta de cosa ajena: La venta no es un acto de enajenación, sino que es
un acto creador de derechos y obligaciones. Puede, entonces, venderse una
cosa que pertenece a otro, "porque vender no es enajenar", sino que implica
contraer solamente ciertas obligaciones entre las cuales no está la de transferir
el dominio.
Efectos de la venta de cosa ajena: Si el vendedor entregó la cosa vendida al
comprador en este caso, el verdadero dueño tiene derecho a reivindicar de
manos del comprador el objeto vendido, ello porque en la venta de cosa ajena
hay un caso de inoponibilidad por falta de concurrencia. No p odrá reivindicar si
ratifica la venta o si el comprador la ganó por prescripción.
Si el vendedor no ha entregado la cosa vendida al comprador, el
verdadero dueño puede reivindicar la cosa vendida de manos del vendedor.
En este caso, si el verdadero dueño reivindica la cosa y el vendedor es
desposeído de ella, el comprador va a poder demandar la resolución del
contrato con la correspondiente indemnización de perjuicios.
Caso en que la venta de cosa ajena produce plenos efectos como si fuera
venta de cosa propia: Vendida y entregada a otro una cosa ajena, si el
vendedor adquiere después el dominio de ella, se mirará al comprador como
verdadero dueño desde la fecha de la tradición.

o El precio: El dinero que el comprador se obliga a dar por la cosa.


1. Tiene que ser real: Tiene que ser fijado de tal manera que quede de
manifiesto la intención de pagarse por el comprador y de exigirse por el
vendedor. No es Precio el simulado, el irrisorio o ridículo.
2. El precio tiene que ser determinado: Que se conozca con toda precisión y
que se sepa exactamente a cuanto asciende. Debe ser fijado por los
contratantes; → En la venta de cosa fungible al precio corriente de plaza, se
entenderá el corriente a la entrega, a menos que se exprese otra cosa; →
Puede dejarse al arbitrio de un tercero y si este no los determina podrá hacerlo
por él cualquiera que acuerden las partes.
3. El precio tiene que ser pactado en dinero: Lo que la ley exige es que el
precio se pacte en dinero, no es forzoso que se pague en dinero, ya que pue de
suceder que después de celebrado el contrato de compraventa se produzca en
relación con el precio una novación o una dación en pago. En estos casos, si
bien el precio se estipuló en dinero, no se va a pagar en dinero.
Si el precio no se pacta en dinero, sino que se conviene que el valor va a
consistir en una cosa, hay permuta.
Si se da una parte en dinero y el resto en especie → se entenderá
permuta si la cosa vale más que el dinero; y venta en el caso contrario.

132
Las solemnidades en el contrato de compraventa: Por regla general, es
consensual. Sólo por excepción el contrato de compraventa se convierte en
solemne.
1. Solemnidades legales: En la compraventa de bienes raíces, servidumbres,
censos y herencia, la solemnidad consiste en que el contrato se otorgue por
escritura pública.
2.- Solemnidades voluntarias: No hay impedimento para que las partes
convengan que una venta que es consensual no se repute perfecta mientras no
se cumpla con la solemnidad convenida por las partes, que puede consistir en
el otorgamiento de una escritura pública o privada.

Situación de las ventas forzadas en el juicio ejecutivo : Las ventas que se


hacen por el ministerio de la justicia, constituye también un contrato de
compraventa. Entre esta clase de ventas y las ventas vo luntarias existen dos
diferencias:
- En la venta forzada el juez es el representante legal del vendedor o
deudor.
- En cuanto a la forma de establecer el precio, en la compraventa
voluntaria el precio se establece por un acuerdo entre comprador y
vendedor; en cambio, en la venta forzada se realiza en pública
subasta y el precio se establece por la pugna entre los interesados.

Normas sobre capacidad para el contrato de compraventa : Se aplican las


reglas generales de capacidad. (Art. 1795).
Incapacidades especiales o particulares en la compraventa:
- Incapacidad para comprar y vender: Es nulo el contrato de compraventa
entre cónyuges no separados judicialmente, y entre el padre o madre y el hijo
sujeto a patria potestad.
En primer término, es nulo absolutamente el contrato de compraventa
celebrado entre cónyuges no separados judicialmente, sea que recaiga sobre
inmuebles o muebles, corporales o incorporales. Tampoco tiene importancia el
régimen patrimonial en que estén casados. Sólo es válido el contrato entr e
ellos cuando están separados judicialmente.
El contrato de compraventa entre el padre o madre y el hijo sujeto a patria
potestad que tiene peculio profesional es válido en relación con ese peculio
profesional.
- Incapacidad para vender: Se prohíbe a los administradores de
establecimiento públicos vender parte alguna de los bienes que administra y
cuya enajenación no está comprendida en sus facultades administrativas
ordinarias, salvo el caso de expresa autorización de la autoridad competente;
- Incapacidad para comprar: Se prohíbe al empleado público comprar los
bienes públicos o particulares que se vendan por su ministerio. Por otro lado,
se prohíbe a los jueces, abogados, procuradores, escribanos comprar los
bienes en cuyo litigio han intervenido y que se vendan a consecuencia del
litigio, aunque la venta se haga en pública subasta. Si se contraviene esta
norma se produce la nulidad absoluta.
- Compra por Tutores y curadores: Prohibido comprar parte alguna de los
bienes del pupilo. El art. 412 hace un distingo → Prohíbe la compra de

133
muebles del pupilo sin la autorización de otros tutores o curadores o del juez
en subsidio (Nulidad Relativa Omisión de formalidad habilitante) → Prohíbe la
compra de bienes raíces, Sanción Nulidad Absoluta.
- En relación con los albaceas, no podría comprar bienes inmuebles del
causante bajo ningún respecto y, si lo hiciere, la sanción sería la nulidad
absoluta del respectivo contrato.

Efectos del Contrato de Compraventa: Los derechos y obligaciones que de


ese contrato emanan (Art. 1825).

➢ Obligaciones del vendedor: a) obligación de entregar la cosa, y b)


obligación de saneamiento de la cosa. 1824.
A) Obligación de entregar la cosa vendida: Consiste en conferir al
comprador la posesión legal y material de la cosa a que se h a referido el
contrato.
→ Si la cosa vendida es una especie o cuerpo cierto , el vendedor tiene la
obligación de entregar la cosa, y de conservarla hasta su entrega empleando
en su custodia el debido cuidado. Responde hasta de la culpa leve.
→ El riesgo de la cosa vendida, si se pierde o deteriora a consecuencia de
caso fortuito, es de cargo del comprador desde que se perfecciona el contrato.
Esta regla tiene dos excepciones:
1) Cuando las partes han establecido expresamente lo contrario;
2) Venta condicional, si la cosa perece antes del cumplimiento de la
condición, el riesgo es del vendedor.
→ Si la venta es de género, la pérdida del género es del vendedor.

Obligación de conferir al comprador la posesión legal y material de la


cosa vendida: En relación con ella hay que distinguir:
1. El vendedor es el dueño de la cosa vendida: La forma en que el vendedor
va a conferir la posesión al comprador es mediante la correspondiente
tradición, la cual va a tener que hacerse ajustada a las normas de la ley y
según la naturaleza de la cosa. En los casos en que la tradición se efectúa
mediante la inscripción del título en el Registro Conservatorio, sobre él también
recae la obligación de conferir la posesión material de la misma.
2. Caso en que el vendedor no es el dueño de la cosa: Debe conferir la
posesión al comprador mediante la tradición, pero como no es dueño de la
cosa que vende, no va a poder transferir el dominio, solamente lo va a poner
en posesión de la cosa vendida.

Lugar en que debe hacerse la entrega de la cosa:


1° En el lugar que han estipulado las partes,
2° Si las partes nada han dicho sobre el lugar en que deba hacerse la entrega,
se hará ésta en el lugar en que se encontraba la cosa al momento de la
celebración, siempre que se trate de una especie o cuerp o cierto.
3° Si lo vendido es una cantidad determinada de un género limitado, la entrega
se va a hacer en el domicilio del deudor.

134
Momento en que debe hacerse la entrega o tiempo de la entrega:
1. Obligación Pura y Simple: Tiene que efectuar la entrega tan pronto
quede perfecto el contrato de compraventa;
2. Contrato sujeto a plazo o condición suspensiva: En este caso, el
vendedor va a tener que efectuar la entrega al vencimiento del plazo o
cuando se cumpla la condición.

Importancia de establecer el momento o tiempo de la entrega: Para el caso en


que el vendedor ha vendido una misma cosa a dos o más personas distintas:
→ Si se ha entregado a una, esa persona será preferida;
→ Si la cosa ha sido entregada a dos o más personas, prevalece a quien se le
entregó primero la cosa.
→ Si no ha habido entrega a ninguno de los dos o más compradores, va a
prevalecer el título más antiguo, según la fecha de la compraventa.

Qué debe comprender la entrega: Hay que estarse a las estipulaciones que las
partes hayan hecho en el contrato. Tratándose de bienes inmuebles, la venta
de un inmueble por naturaleza va a comprender también los inmuebles por
adherencia o por destinación. Pero estos pueden ser excluidos de la
compraventa por el acuerdo de las partes.
La entrega en materia de venta de predios rústicos: Aquellos que están
destinados al cultivo agrícola, esto es, a la explotación de la tierra.
a) Como especie o cuerpo cierto,
b) Con relación a su cabida.
La regla general es que se vendan como especie o cuerpo cierto, si endo
la excepción la venta de los mismos con relación a su cabida. El legislador ha
señalado que la venta se entiende hecha con relación a su cabida en aquellos
casos en que el contrato de compraventa se expresa la extensión, superficie o
cabida del predio.
La determinación de la cabida o superficie puede hacerse de cualquier
forma. Así, podrá hacerse indicándose la superficie total del predio, o bien,
señalándose la de cada una de las partes que la forman o componen.

Problemas que se pueden presentar con relación a la cabida: Cuando no


corresponda a la cabida establecida en el contrato (cabida declarada), con
aquella que realmente se ha entregado (cabida real), pudiendo darse aquí dos
alternativas:
a) Que la cabida real sea menor que la declarada. Hay que distinguir:
- Si el precio de la cabida que falta para completar la declarada no excede del
10%: En este caso, el vendedor está obligado a completar la cabida declarada
y, si ello no fuere posible, va a tener que rebajar proporcionalmente el precio;
- Si el precio de la cabida que falte alcanza a más del 10%: Puede el
comprador aceptar la disminución del precio o desistirse del contrato más
indemnización de perjuicios.

135
b) Que la cabida real sea mayor que la declarada (Art.1832 inc.1).
- Si el precio de la cabida que sobra excede de un 10 por ciento del precio de
la cabida real: El comprador a su arbitrio puede aumentar proporcionalmente el
precio o desistirse del contrato, en este caso se le deben resarcir los
perjuicios.
- Si el precio de la cabida que sobra no excede del 10 por ciento del precio de
la cabida real: El comprador está obligado a aumentar proporcionalmente el
precio.

Venta como especie o cuerpo cierto: La venta como especie o cuerpo cierto se
puede presentar en dos formas:
1.- Sin señalamiento de linderos: Nada puede reclamar el comprador,
cualquiera que sea la extensión de terreno entregada, el vendedor habrá
cumplido su obligación
2.- Con señalamiento de linderos. El vendedor está obligado a entregar toda la
extensión o superficie comprendida en los deslindes. En caso que no pudiera
hacerlo, se aplica la misma regla del art.1833 inc.2, es decir, habrá que ver si
el precio de la extensión que falta excede o no un 10 % del precio de la
superficie comprendida en los linderos.
Plazo de prescripción de estas acciones: Sea que la venta del predio rústico se
haga en relación con la cabida o como especie o cuerpo cierto, las acciones
prescriben en el plazo de 1 año, contado desde la entrega material.

Gastos de la entrega: Los gastos en que se debe incurrir para la entrega de la


cosa vendida al comprador son de cargo del vendedor, a menos que en el
contrato se haya estipulado otra cosa.

B) Obligación del vendedor de saneamiento de la cosa vendida :


En el fondo, esta obligación consiste en garantizar al comprador una posesión
pacífica y tranquila de la cosa que se vende y una posesión útil.
Que la posesión sea pacífica y tranquila, significa que el comprador no debe
ver perturbada su posesión con las acciones que terceros hagan valer respecto
de la cosa vendida para privarle de esa cosa.
Que la posesión sea útil, significa que la cosa no tenga vicios ocultos que
imposibiliten su uso por el comprador.

o El saneamiento de la evicción: Consiste en la obligación del vendedor


de garantizar al comprador la posesión pacífica de la cosa, esto es, una
posesión que no sea perturbada por terceros.
Evicción: Privación del todo o parte de la cosa comprada que sufre el
vendedor a consecuencia de una sentencia judicial.
Requisitos:
1. Que el comprador sea privado del todo o parte de la cosa comprada a
consecuencia de un derecho que intente un tercero sobre la cosa;
2. Que la privación tenga una causa anterior a la venta;

136
3. Que la Evicción se produzca por Sentencia Judicial.
Obligaciones del Vendedor:
- Obligación de hacer: Amparar al comprador en el juicio que el tercero ha
iniciado, constituye el objeto principal de la obligación de sanear.
- Obligación de Dar: Resuelto el litigio en forma desfavorable al comprador, el
vendedor está obligado a indemnizar los perjuicios al comprador por la pérdida
de la cosa.
La citación de evicción: Es el llamamiento que en forma legal hace el
comprador a su vendedor para que comparezca defenderlo en el juicio ;
mediante la citación de evicción, el vendedor tiene conocimiento de la a cción
que el tercero ha entablado en contra del comprador, esta citación hace
exigible la obligación del vendedor de amparar al comprador. El procedimiento
de citación está reglamentado en el Código de Procedimiento Civil.

Efectos de la Citación:

a. Durante el juicio: hay que distinguir:


- Si el vendedor se allana: Si el comprador acepta sin reparos, deberá ser
indemnizado. Si el comprador no acepta, si se produce la evicción queda el
vendedor obligado a sanear, pero si el comprador sigue con el juicio y es
vencido no tendrá derecho para exigir del vendedor el reembolso de las costas
ni de los frutos percibidos, durante dicha defensa y satisfechos al dueño.
- Si el vendedor no se allana: El juicio se sigue hasta su terminación y el
vendedor asume el rol de demandado, sin perjuicio del derecho del comprador
de comparecer como tercero coadyuvante.
- Si el vendedor no comparece: No queda exento de responsabilidad, no será
responsable en el caso que el juicio se pierda por culpa del comprador.

b. Fallado el Juicio: Si la sentencia es favorable al comprador y vendedor, es


decir, no hay evicción, el vendedor queda exento de toda responsabilidad. Si la
sentencia es favorable al tercero, el vendedor debe indemnizar los perjuicios al
comprador. Estos serán distintos si la evicción fue total o parcial.
- Total: Restitución del precio, aunque la cosa al tiempo de la evicción valga
menos, las costas legales del contrato, satisfechas por el comprador, el valor
de los frutos que el comprador fuere obligado a restituir al dueño, las costas
del juicio, el aumento del valor que la cosa evicta haya tomado en manos del
comprador.
- Parcial: Si es de tal magnitud que de haber sido conocida del comprador no
habría contratado, puede pedir la resolución del contrato o el saneami ento, si
la magnitud no es tan grande, el comprador puede pedir el saneamiento de la
evicción parcial.
Corresponde solicitar el saneamiento de la evicción al comprador, sus
herederos o cesionarios.

137
Extinción de la obligación de saneamiento: Puede extinguirse por dos
causales:
1. Renuncia: La obligación de sanear la evicción es un elemento de la
naturaleza del contrato de compraventa.
2. Prescripción: El derecho a citar de evicción al vendedor no prescribe
(Obligación de hacer del vendedor), el derecho que el c omprador tiene
para exigir del vendedor el saneamiento de la evicción prescribe en 4
años, excepto en lo que toca a la restitución del precio que prescribe en
3 años como ejecutiva y 5 años como ordinaria.
3. Articulo 1846: Si el comprador y el que demanda la cosa como suya se
someten a arbitraje, sin consentimiento del vendedor, y fallaren contra el
comprador. Si el comprador perdió la posesión por su culpa y de ello se
siguió la evicción.

o Los vicios redhibitorios: Aquellos vicios o defectos que


existiendo en la cosa vendida al tiempo de la venta, y siendo
ocultos, esto es, no conocidos por el comprador hacen que ella no
sirva para su uso natural, o sólo sirva imperfectamente.
Acción Redhibitoria: La que tiene el comprador para que se resuelva la venta o
se rebaje proporcionalmente el precio por los vicios ocultos de la cosa vendida,
raíz o mueble.
Acción de Cuanti Minoris: La que tiene el comprador para que pueda pedir una
rebaja proporcional del precio. En este caso, a diferencia del anterior, el
contrato de compraventa subsiste, pero se produce una rebaja proporcional en
el precio.
La resolución conserva el nombre de acción redhibitoria, la rebaja del precio →
acción de cuanti minoris.

Requisitos del vicio redhibitorio:


1. Existir al tiempo de la celebración del contrato: Basta que el vicio exista en
germen;
2. Grave: La cosa no sirve, o sirve parcialmente, de modo que el comprador no
hubiese celebrado el contrato de conocer la existencia del vicio;
3. Oculto: El vendedor no debe haberlos manifestado y el c omprador no los
descubrió (no debe haber culpa del comprador).

Efectos de los vicios redhibitorios:


Dan derecho al comprador para exigir la resolución de la venta o la rebaja del
precio, según mejor le pareciere. Pero no todos los vicios redhibitorios dan
derecho a ejercer uno y otro, únicamente le dan esta facultad los vicios graves.
Extinción de la acción y/u obligación de saneamiento :
- Renuncia: Puede renunciarse porque son elementos de la naturaleza, pero
aun en caso de renuncia está obligado a sanear si está de mala fe;
- Ventas Forzadas: Si se vende en pública subasta, el vendedor no tiene la
obligación de manifestar la existencia de vicios ocultos. Pero si el comprador le
pide que declare la existencia de ellos y no lo hace estará en la obligación de
sanear los vicios.

138
- Prescripción: Hay que distinguir:
→ Acción redhibitoria: Cosas Muebles 6 meses, inmuebles 1 año;
→ Acción de Cuanti minoris: Cosas Muebles 1 año, inmuebles 18 meses.
Estos plazos se cuentan desde la entrega de la cosa.

➢ Obligaciones del Comprador: Recibir la cosa comprada y Pagar el


precio.
A. Obligación de recibir la cosa comprada: Si el comprador se ha constituido
en mora de recibir la cosa, va a tener que pagarle al vendedor los gastos de
alquiler de los almacenes, graneros y vasijas en que se contenga lo vendido.
Además, cesa la responsabilidad del vendedor por el cuidado de la cosa
respondiendo solamente del dolo o culpa grave.
B. Obligación de pagar el precio: Esta es la principal obligación del
comprador (Art.1871). Es un requisito de la esencia del contrato de
compraventa. En lo que dice relación con el tiempo y lugar de pago del precio,
hay que estarse a lo estipulado por las partes.
Si nada se dijo, en el lugar y tiempo de la entrega, de lo que se deduce
que el pago del precio es posterior, siquiera un instante, a la entrega.
El comprador está autorizado para retener el precio, a causa de haberse
perturbado su posesión de la cosa o de existir acciones reales sobre ella, y de
las cuales el vendedor no le haya dado conocimiento.
Si el comprador se constituye en mora de pagar el precio, el vendedor va
a poder demandar a su arbitrio el pago del precio o la resolución del contrato,
en ambos casos, con indemnización de perjuicios (Art. 1873).

Consecuencia de la resolución de la compraventa:


Para las partes:
- El vendedor debe restituir la parte del precio que se le hubiera pagado;
- Si la resolución se produce por el no pago del precio, el comprador va a tener
que restituir los frutos, ya sea totalmente cuando no ha pagado nada, o
parcialmente en proporción a la parte no pagada;
- Se presume legalmente la mala fe del comprador que no ha pagado el precio,
por lo que se le van a rembolsar solamente las expensas necesarias que
hubiere hecho, pero no las útiles ni las voluptuari as, salvo que pruebe haber
sufrido en su fortuna y sin culpa de su parte menoscabo tan grande que lo
haya hecho imposible cumplir lo pactado;
- Si hubiese habido arras, la resolución del contrato de compraventa por no
pago del precio faculta al vendedor para retenerlas si las hubiera recibido o
para exigirlas dobladas si las hubiera dado;
Arras: Consisten en una determinada cantidad de dinero u otras cosas
muebles dadas como garantía de la celebración del contrato, o bien como
parte del precio o como señal de quedar convenidos.
Respecto de terceros: La resolución por el no pago del precio, respecto a los
efectos que produce en relación con los terceros poseedores, se rige por los
arts.1490 y 1491.

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→ Expresión de Haberse pagado el precio: Si en la escritura de venta
se expresare haberse pagado el precio, no se admitirá prueba alguna en
contrario, sino la de “nulidad o falsificación de la escritura”, y sólo en virtud de
esa prueba habrá acción contra terceros poseedores.
Este resguardo es solo respecto de terceros, de tal manera que entre las
partes podrá probarse que no hubo pago del precio de la compraventa, aun
cuando en la escritura se diga lo contrario y las únicas limitaciones que
pudieran existir aquí son las de la testimonial de acuerdo con el valor de la
cosa. Si llega a probarse que no hubo pago del precio, no obstante haberse
pagado, se va a poder pedir la resolución del contrato.

Pactos Accesorios al Contrato de Compraventa.


→ Pacto Comisorio; Retroventa; Retracto; Otros Pactos lícitos.
▪ Pacto Comisorio: El pacto comisorio es la estipulación expresa de la
condición resolutoria tácita. El pacto comisorio procede en toda clase de
contratos en virtud del principio de la autonomía de la voluntad.
El pacto comisorio está definido y tratado en el cont rato de compraventa en
relación con la obligación del comprador de pagar el precio.
Para el análisis del pacto comisorio se debe distinguir :
1. Pacto comisorio en el contrato de compraventa por incumplimiento de la
obligación de pagar el precio: Puede ser simple o calificado.
2. Pacto comisorio en el contrato de compraventa, por incumplimiento de
cualquiera otra obligación. Puede ser simple o calificado.
▪ Pacto de retroventa: Es aquel por el cual el vendedor se reserva la
facultad de recobrar la cosa vendida, reembolsando al comprador la
cantidad determinada que se estipulare, o en defecto de esta
estipulación lo que haya costado la compra. Se trata entonces de una
venta sujeta a una condición resolutoria ordinaria potestativa que
depende de la sola voluntad del acreedor (vendedor); luego, es válida.
Requisitos del Pacto de Retroventa.
- Tiene que estipularse al momento del contrato, por cláusula expresa;
- Debe estipularse un precio que el vendedor va a tener que pagar por la cosa
cuando vuelva a comprarla. En caso que nada se diga a este respecto, ese
precio será el mismo de la compraventa.
- Debe señalarse un plazo dentro del cual el vendedor va a poder recuperar la
cosa que ha vendido, el cual no puede exceder de 4 años. Se trata de un plazo
de caducidad.
Efectos del pacto de retroventa.
Efectos entre las partes:
a. Si el vendedor no hace uso de la facultad de recobrar la cosa o si deja
transcurrir el plazo dentro del cual pudo ejercitar esta facultad, se consolida
el derecho del comprador, ya que la condición se entiende fallida;
b. Si el comprador no se allana a efectuar la restitución de la cosa, el vendedor
ejercita su derecho a recobrar la cosa vendida, entablando acción judicial
dentro del plazo de 4 años. Si la ejerce dentro de plazo se producen todos
los efectos de la condición resolutoria ordinaria.

140
Efectos respecto de terceros: Si pudieron obtener algún derecho sobre la cosa,
se aplica lo dispuesto en los Arts.1490 y 1491.
▪ Pacto de retracto: Se trata de una venta sujeta a una condición
resolutoria que consiste en que, si dentro de cierto plazo, que no puede
pasar de 1 año, se presenta un tercero como comprador ofreciendo un
mejor precio que el que se estipuló en la compraventa, se va a producir
la resolución de ésta, a menos que el comprador o su adquirente mejore
el precio en los mismos términos (Art. 1886).
Una vez producida la resolución en virtud del pacto de retracto, se
aplican a éste, las mismas reglas aplicables al pacto de retroventa.
▪ Otros pactos accesorios. De conformidad a lo dispuesto en el Art.1887,
pueden agregarse al contrato de compraventa cualesquiera otros pactos
accesorios, siempre que sean lícitos. Dichos pactos accesorios se van a
regir por las reglas generales de los contratos.

La rescisión de la venta por lesión enorme: La regla general en el derecho


chileno, es no aceptar la lesión como vicio de los contratos.
Sin embargo, hay algunos contratos en que el legislador acepta como
vicio la lesión enorme, siendo uno de ellos el contrato de compraventa de
bienes raíces.
La lesión enorme en la compraventa consiste en una desproporción
grave entre el precio que se ha convenido y el verdadero valor de la cosa
vendida.
En este caso lo que existe es una “falta de equivalencia” entre las
prestaciones de las partes, lo que se traduce en que una de las partes obtiene
una utilidad o ventaja desmedida frente a la otra, sufriendo esta última un
perjuicio por la diferencia de valores.
Es justamente para proteger a las partes de esta situación, y frente al
aprovechamiento que una de ellas puede hacer de la ignorancia o necesidad
de la otra, que el legislador establece en la compraventa la lesión enorme. Aún
más, le da el carácter de irrenunciable.

Requisitos para que opere.


1.- Que la lesión sea enorme en los términos del Art.1889:
a) Para el vendedor. Cuando el precio que recibe es inferior a la mitad
del justo precio de la cosa vendida.
b) Para el comprador. Cuando el justo precio de la cosa que compra es
inferior a la mitad del que paga por ella.
El justo precio se refiere al tiempo del contrato, es una estimación
objetiva, no cuenta el valor de afección, el justo precio se determina por el
valor de mercado que tenga la cosa.
2.- Que la compraventa sea susceptible de rescindirse por lesión enorme.
Venta de bienes raíces, con excepción de los que se hacen por el Ministerio de
la Justicia.

141
Efectos que produce la lesión enorme: Declarada la rescisión de la venta por
lesión enorme por sentencia judicial, la parte a quien le es imputable la lesión
(culpable), tiene un derecho opcional:
1. Completar el precio o devolver la diferencia. En este caso va a subsistir el
contrato, y debemos distinguir A quién es imputable la lesión:
- Imputable al comprador: Este completa el precio pagando la diferencia. Para
establecer a cuanto asciende la diferencia, ella debe permitir completar el justo
precio, menos un 10 por ciento.
- Imputable al vendedor: Este tiene que restituir el exceso de precio recibido.
Es decir, va a tener que pagar una diferencia, y para determinarla, se aumenta
el justo precio en un 10 por ciento.

2. Aceptar la rescisión enorme con todas sus consecuencias. Es decir, se


allana a ella, quedando así extinguido y sin efecto el contrato de compraventa.
Lo que significa que se produjo la rescisión del mismo. Pero esta rescisión no
es en realidad una nulidad, sin embargo produce sus mismos efectos,
presentándose las siguientes diferencias:
→ El comprador no restituye ni intereses ni frutos, sino a contar del día en que
se notificó la demanda;
→ Las partes no se reembolsan los gastos ordinarios por la celebración del
contrato;
→ El comprador no está obligado a indemnizar los deterioros de la cosa, salvo
que se hubiere aprovechado de ellos;
→ Los derechos reales con que el comprador haya gravado la cosa antes de la
rescisión, no caducan de pleno derecho por la sola declaración de rescisión,
sino que el comprador va a tener que cancelar esos gravámenes para devolver
la cosa sin ellos al vendedor;

Extinción de la Acción Rescisoria.


1. Por la destrucción de la cosa. Porque ya no es posible su restitución, y éste
es el efecto propio de la rescisión del contrato.
2. Por la enajenación de la cosa. Si la cosa vendida sale del patrimonio del
comprador, no hay acción rescisoria, siendo éste uno de los aspectos en que
se presenta gran diferencia con la nulidad, la cual da acción reivindicatoria
contra terceros poseedores. Pero si el comprador ha enajenado la cosa,
obteniendo un precio mayor al que él había pagado por la cosa, procede en
su contra una acción indemnizatoria, que produce el efecto que el comprador
va a tener que devolver el sobreprecio con un límite, que es el justo precio
de la cosa con deducción de un 10 por ciento. En lo que el sobreprecio
exceda de este tope, le pertenece lícitamente al comprador.
3. Prescripción. La acción rescisoria por lesión enorme, prescribe en 4 años
contados desde la fecha del contrato.

142
❖ CESIÓN DE DERECHOS.
La cesión de derechos latu sensu es el traspaso de un derecho por acto
entre vivos. Es el traspaso o tradición que tiene lugar como resultado de
una convención por la cual una persona transfiere voluntariamente a otra
que acepta los derechos personales que tiene contra un tercero.
El Código Civil se ocupa de ciertos créditos o derechos personales; no
trata de la cesión de los derechos reales sino solo del de herenc ia, y de la
cesión de derechos litigiosos que, naturalmente, pueden ser reales o
personales.

▪ Cesión de créditos personales.


La expresión “créditos personales” es redundante. Los créditos son
necesariamente personales en el sentido de que solo pueden recl amarse de
quienes por un hecho suyo o la sola disposición de la ley han contraído la
obligación correlativa.
Con esta expresión el legislador ha querido significar cierto tipo de
créditos en que se encuentra precisamente determinado el acreedor,
denominados, por lo mismo, “nominativos”.
En principio, todos los créditos son transferibles, excepto aquellos que
tienen un carácter personalísimo. Pero la manera de efectuar la cesión varía
según la forma del titulo en que consta el crédito. Desde este punto de vista
los créditos pueden ser:
Nominativos: Aquellos en que se indica con toda precisión la persona del
acreedor y que no son pagaderos sino precisamente a la persona designada.
A la orden: Aquellos en que el nombre de la persona del titular se antepone l a
expresión “a la orden” u otra equivalente. Tales créditos son pagaderos a la
persona designada o a quien ésta ordene o designe. Las letras de cambio, los
pagares y cheques adoptan generalmente esa forma.
Al portador: Aquellos en que no se designa la persona del acreedor o llevan la
expresión “al portador”. De este tipo son los billetes bancarios, los bonos
hipotecarios, los cheques en que no se han borrado las expresiones “al
portador”.
El Código Civil reglamenta solo la cesión de créditos nominativos.
El art.1908 prescribe que las disposiciones de este titulo no se aplicarán
a las letras de cambio, pagares a la orden, acciones al portador y otras
especies de transmisión que se rigen por el Código de Comercio o por leyes
especiales.
Naturaleza jurídica de la cesión: La ubicación en el libro IV, entre la permuta
y el arrendamiento, sugiere que la cesión de derechos es un contrato. Pero un
atento examen conduce a una conclusión diversa. En suma, la cesión es la
tradición de los derechos personales o créditos.
Por de pronto, el art.1901 establece la forma como se perfecciona la
cesión, entre cedente y cesionario “a cualquier titulo que se haga”. La
disposición deja en claro que la cesión requiere de un titulo y que este puede
adoptar diversas formas. Un crédito puede cederse, en efecto, a titulo de
compraventa, de permuta, de donación, de aporte en sociedad.
El art.1901 reproduce casi literalmente la regla del art.699: la tradición
de los derechos personales que un individuo cede a otro se verifica por la
entrega del titulo hecha por el cedente al cesionario.

143
1. Perfeccionamiento de la cesión entre las partes. El solo acuerdo de
voluntades, no es suficiente para que se perfeccione la cesión. La cesión de un
crédito personal, a cualquier titulo que se haga, no tendrá efecto entre cedente
y cesionario sino en virtud de la entrega del titulo. En virtud de esta entrega del
titulo, el cesionario se convierte, frente al cedente, en titular del crédito.
Al efectuarse la entrega deberá anotarse en el documento mismo el
traspaso del derecho, con designación del nombre del cesionario bajo la firma
del cedente.
2. Perfeccionamiento de la cesión respecto del deudor y terceros . Para que la
cesión se perfeccione respecto del deudor cedido y de terceros, es menester
que se notifique al deudor o este acepte la cesión. Mientras no intervenga la
notificación o aceptación, para el deudor y terceros, el titular del crédito
continua siendo el cedente.
Consecuencias particulares de este principio general:
→ El deudor podrá paga validamente al cedente;
→ Los acreedores del cedente podrán embargar el crédito que se reputa
pertenecerle.
Mientras no medien la notificación o aceptación, la cesión es inoponible
al deudor y a terceros.
3. Perfeccionamiento de la cesión respecto del deudor cedido y terceros.
1. Notificación del deudor. La cesión se perfecciona respecto de terceros y
del propio deudor, en primer término, por la notificación de éste:
La notificación del deudor debe ser judicial. Debe efectuarse
personalmente previa resolución judicial. El art. 47 del CPC previene que esta
forma de notificación se utilizará siempre que la ley disponga que se notifique
a una persona para la validez de ciertos actos.
La iniciativa de la notificación del deudor corresponde al cesionario .
El cesionario está primordialmente interesado en que la notificación se
practique y, además, tiene el titulo del crédito que la ha sido entregado por el
cedente. No hay inconveniente para que se cometa este encargo al cedente
que, en tal caso, se reputará como un representante del cesionario.
La notificación debe practicarse cumpliendo con los requisitos
generales de toda notificación personal; además deberá cumplir con lo
dispuesto en el art.1903, debiendo hacerse con exhibición del titulo, que
llevará anotado el traspaso del derecho con la designación del cesionario y
bajo la firma del cedente.
2. Aceptación del deudor. La cesión se perfecciona igualmente, respecto del
deudor y terceros, por la aceptación del primero. Puede ser expresa o tácita.
→ Expresa: consistirá en una explícita declaración del deudor de que aprueba
la cesión;
→ Tácita: Consiste en un hecho que la suponga, como la litis contestación con
el cesionario, un principio de pago al cesionario, etc.
El Código no ha rodeado la aceptación de ningún requisito de forma.

Efectos de la cesión.
1. En cuanto a la extensión de la cesión: Comprende sus fianzas, privilegios
e hipotecas; pero no traspasa las excepciones personales del cedente. Sin

144
embargo, la cesión no transfiere las excepciones personales d el cedente. Se
exceptúa la nulidad relativa que, de acuerdo con el art.1684, pueden invocar
las personas en cuyo favor la establece la ley y sus cesionarios.
- Situación de la excepción de compensación. El deudor que acepta sin
reserva alguna la cesión que el acreedor haya hecho de sus derechos a un
tercero, no podrá oponer en compensación al cesionario los créditos que antes
de la aceptación hubiere podido oponer al cedente. La aceptación sin reservas
importa una renuncia de la compensación. Cuando la ces ión se perfecciona por
la notificación, el deudor podría oponer al cesionario todos los créditos que
antes de la notificación haya adquirido en contra del cedente, aun cuando no
hubieren llegado a ser exigibles sino después de la notificación.
2. En cuanto a la Responsabilidad del cedente. Depende si es a título
gratuito u oneroso. Gratuito, no le cabe ninguna responsabilidad. Oneroso, se
hace responsable de su existencia al tiempo de la cesión, esto es, de que
verdaderamente le pertenecía; no se hace resp onsable de la solvencia futura,
sino solo de la presente, salvo que se comprenda expresamente la primera.
Por acuerdo de las partes, el cedente puede asumir otras responsabilidades
como, por ejemplo, la obligación de indemnizar perjuicios al cesionario.

▪ Cesión del Derecho de Herencia:


La herencia es un derecho real que comprende la totalidad de los bienes
y obligaciones transmisibles de un difunto o una parte de éstos. La herencia
forma un todo independiente de los elementos que la componen. Para efectuar
actos jurídicos válidos sobre la herencia es absolutamente necesario que la
sucesión esté abierta, es decir, que el causante haya fallecido, de lo contrario
los actos son nulos por ilicitud de objeto.
Maneras de efectuar la cesión: La cesión puede hacerse de dos maneras:
1. Especificando los bienes comprendidos en la cesión . Pero en realidad aquí
no habría cesión, sino compraventa, aplicándosele las reglas generales de
dicho contrato.
2. Sin especificar los bienes de que se compone la herencia o legado . Sólo es
correcto aquí hablar de la cesión del derecho real de herencia.
La cesión puede hacerse a título gratuito o a título oneroso :
- A título Gratuito: Lo que realmente hay aquí es donación, por lo se rige
por las reglas generales de ella.
- A título Oneroso: Aquí hay cesión del derecho real de herencia
propiamente tal, y se aplican las reglas del párrafo 2º del titulo XXV, “De
la cesión de derechos”.
No es la calidad de heredero lo que se cede(puesto que ello emana
de las relaciones de familia), sino que las consecuencias patrimoniales
que de la calidad de heredero resulten.

Concepto: Es la tradición o enajenación a título oneroso que el heredero


(cedente) hace del todo o parte de su herencia a otra persona (cesionario). El
contrato que le sirva de título debe constar por escritura pública, por lo tanto,
el contrato que le sirve de antecedente a la cesión es solemne.
La cesión del derecho real de herencia no requiere de inscripción en el
Conservador de Bienes Raíces, aunque en la herencia existan inmuebles . Sin

145
embargo, hay autores como Meza Barros que sostienen que la tradición se
efectúa de acuerdo a los bienes que los integran.
Efectos de la cesión.
1. El cesionario tiene derecho a obtener de la herencia el mismo beneficio
que le correspondería al heredero;
2. Si el heredero (cedente) se ha aprovechado en cualquier forma de los
efectos hereditarios o sus frutos naturales o civiles, está obligado a
reembolsar su valor al cesionario, salvo estipulación en contrario;
3. La cesión comprende todo aquello que increment e la cuota del cedente,
salvo estipulación en contrario;
4. El cesionario de un derecho de herencia es obligado a cargar con las
obligaciones y gravámenes que por su cuota hereditaria le corresponda.
Si el heredero hubiere ya pagado alguna deuda u otra carga hereditaria,
el cesionario deberá reembolsarle dichos pagos;
5. Todo lo dicho respecto del heredero, es igualmente aplicable a la cesión
de un legado (inc. final art. 1910).

▪ Cesión de Derechos Litigiosos:


→ Cosas Litigiosas: Aquellas especies cuya propiedad se litiga y en cuya
enajenación hay objeto ilícito si se ha dictado prohibición de enajenar por el
Tribunal competente.
→ Derechos Litigiosos: Aquellos que se debaten en juicio, que son objeto de
discusión judicial.

Hay venta de los derechos litigiosos cuando el vendedor se obliga a


ceder el evento incierto de la litis, del que no se hace responsable el cedente.
La cesión de derechos litigiosos es perfectamente válida aunque el contrato
sea aleatorio.
Tal como en la cesión del derecho real de herencia y la cesión de
créditos, la cesión de los derechos litigiosos es la tradición o enajenación de
éstos y no el contrato que obliga a una de las partes a transferir dichos
derechos. Para el perfeccionamiento de la cesión se aplican las reglas de la
cesión de créditos.
Sólo hay cesión de derechos litigiosos cuando ésta es hecha por el
demandante.

Efectos: El título que sirve de base a la cesión es un contrato aleatorio, que no


impone al cedente la obligación de sanear la evicción los vicios redhibitorios.
→ Para que el derecho sea litigioso:
- Que se litigue sobre la existencia o inexistencia de él;
- Que haya sido notificada judicialmente la demanda.

Derecho de Rescate: Facultad que tiene el demandado de liberarse de la


prestación a que ha sido condenado en el juicio, pagando al cesionario el
precio que dio éste al cedente y sus intereses desde que le ha sido notificada

146
la cesión. Debe hacerse dentro de los 9 días siguientes contados desde la
notificación del decreto en que se manda ejecutar la sentencia.

Con todo, este derecho no es absoluto y admite excepciones. Veamos


algunas de ellas:
- En las cesiones enteramente gratuitas;
- En las cesiones que se hacen por ministerio de la justicia;
- En las cesiones que van comprendidas en la enajenación de una cosa de
que el derecho litigioso forma una parte o accesión;

❖ EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO.
El arrendamiento es un contrato en que las dos partes se obligan
recíprocamente, la una a conceder el goce de una cosa o a ejecutar una
obra o prestar un servicio, y la otra a pagar por este goce, obra o servicio
un precio determinado.
En concepto del legislador existen tres tipos o clases de arrendamiento:
a). La concesión de goce de una cosa, o arrendamiento de cosas.
b). La confección de obra.
c). La prestación de un servicio o arrendamiento de servicios.

Características generales del arrendamiento:


1). Consensual: Sin embargo, se encuentra sometido a algunas formalidades:
a) Por Vía de Prueba: Por ejemplo, en el arrendamiento de predios
urbanos;
b) Habilitantes: En el arrendamiento de predios urbanos o rústicos de
incapaces, debe hacerse con autorización judicial. Lo mismo sucede,
en el arrendamiento de predios en determinados plazos en que los
cónyuges se encuentren casados en sociedad conyugal;
c) Solemnidades que las partes hayan acordado;
d) El arrendamiento de predios rústicos es solemne, el contrato
respectivo debe constar en escritura pública o escritura privada
suscrita por dos testigos mayores de edad;

2). De tracto sucesivo: De aquí se sigue que tanto los efectos de la condició n
resolutoria como aquellos de la nulidad operan hacia el futuro. La resolución
aquí recibe el nombre de “terminación”.

3). Constituye un titulo de mera tenencia: El contrato transforma al


arrendatario en mero tenedor de la cosa. Por lo anterior, el cont rato es un acto
de administración y no de enajenación.
4). Bilateral; Oneroso; Conmutativo; Principal y Típico o Nominado.

147
▪ El Arrendamiento de Cosas: Aquel contrato en que una de las partes
denominada arrendador proporciona a otra, llamada arrendatario, el
goce de una cosa, quien paga por ella un precio determinados. El
precio pagado recibe el nombre de renta, cuando se paga en forma
periódica.

Arrendamiento y Usufructo: En ambos casos se concede a una persona el


derecho de gozar de una cosa ajena. La principal diferencia que los separa es
que el derecho de usufructo es real, aquel que se deriva del arrendamiento es
personal, puesto que de los contratos sólo nacen derechos personales o
créditos.

Elementos del Arrendamiento de Cosas.


1.- El consentimiento: Es el acuerdo de voluntades recaído en la naturaleza
del contrato, el precio y la cosa. El arrendamiento de cosas es consensual. Se
perfecciona por el solo acuerdo en la cosa y el precio. No es necesario un
documento que lo respalde, pero el instrumento es importante por tratarse de
una formalidad probatoria. También puede ser conveniente celebrarlo por
escritura pública e inscribirlo en el Conservador de Bienes Raíces entre los
títulos que pueden inscribirse. De esta manera las partes pueden disponer de
un titulo ejecutivo para solicitar compulsivamente el cumplimiento de las
mutuas obligaciones y, además, en caso de enajenarse la cosa arrendada, el
adquirente queda obligado a respetar el arriendo, e incluso debe ser respetado
por los acreedores hipotecarios cuando el contrato se encuentra inscrito con
antelación a la inscripción hipotecaria.

2.- La cosa arrendada: Debe reunir los requisitos generales del objeto en las
obligaciones de dar, la cosa debe ser real, determinada y susceptible de ser
dada en arrendamiento. Son susceptibles de ser dadas en arrendamientos
todas las cosas corporales e incorporales, que pueden usarse sin consumirse,
excepto aquellas que la ley prohíbe arrendar, y los derechos estrictamente
personales, como los de habitación y uso.
Puede arrendarse aun la cosa ajena, y el arrendatario de buena fe tendrá
acción de saneamiento contra el arrendador, en caso de evicción. Esta norma
es muy similar a la de la compraventa. En ambos casos, la venta o el
arrendamiento de cosa ajena son validos, ello, sin perjuicio de los derechos del
dueño, el que podrá reclamar la cosa, porque el contrato le es inoponible.

3.- El precio o renta en el contrato de arrendamiento: A diferencia de la


compraventa, el precio puede consistir en dinero y también en f rutos naturales
de la cosa arrendada. Si el pago es con frutos, puede fijarse una cantidad
determinada o una cuota o parte alícuota de cada cosecha. Esta última forma
de pago recibe el nombre de aparcería, siendo común en el arrendamiento de
predios rústicos. El precio podrá determinarse de los mismos modos que en la
compraventa, esto es, por los contratantes de común acuerdo, por
cualesquiera medios o indicaciones que lo fijen, al arbitrio de un tercero, si
este tercero no lo determinare, podrá hacerlo por él cualquiera otra persona en
que convinieren los contratantes. En ningún caso podrá dejarse el precio al
arbitrio de uno de los contratantes.
- Forma o Pago del Precio: *Si se paga en forma periódica recibe el
nombre de renta. *En el caso del arrendamiento de transporte recibe el
nombre de flete, y *En el caso de servicios inmateriales se le denomina

148
sueldo u honorario. A diferencia de la compraventa, la legislación actual
chilena no contiene limitaciones generales respecto de la relación entre
el precio y la cosa. No cabe tampoco la lesión enorme.

Efectos del Contrato de Arrendamiento sobre Cosas :

o Obligaciones del Arrendador:


- Entregar la cosa;
- Mantener la cosa arrendada en forma tal que le sirva al arrendatario para
el objeto que la arrendó;
- Evitarle las molestias y embarazos que pueda sufrir con la cosa
arrendada.

1.- Entrega de la cosa arrendada.


En el art.1920 se señala que la entrega de la cosa que se da en arriendo
podrá hacerse bajo cualquiera de las formas de tradición reconocidas por la
ley. La disposición es atinada tratándose de bienes muebles, pero no de los
bienes raíces, en que para efectuar la tradición se requiere inscripción en el
Conservador de Bienes Raíces. Siendo este contrato un titulo de mera
tenencia, y tratándose de la propiedad raíz basta con que simplemente se
ponga a disposición material del arrendatario la cosa.

Momento y lugar de la entrega de la cosa arrendada . Se aplican las normas


generales. El contrato se iniciará en la época prefijada en él y, a falta de
estipulación, inmediatamente después de su celebración. En cuanto al lugar,
se aplican las reglas del pago.

Estado en que debe entregarse la cosa arrendada. La entrega debe ser


completa y en estado de servir para el fin para el que fue arrendada. Si la cosa
presenta vicios ocultos, hace nacer para el arrendatario derecho a solicitar la
terminación del contrato y, aún la rescisión, bajo las siguientes condiciones:
a) El mal estado o la mala calidad de la cosa debe impedir al arrendatario
hacer el uso para que ha sido arrendada;
b) El arrendatario no debe conocer el vicio, y
c) El vicio puede haber comenzado a existir con posterioridad a la
celebración del arrendamiento, siempre y cuando no sea por culpa del
arrendatario.
d) Si el mal estado o calidad de la cosa es parcial o la cos a se destruye en
parte, el juez decidirá si las circunstancias dan lugar a la terminación o
bien a una rebaja del precio o renta.

Entrega de la cosa a varias personas. En este caso se sigue el mismo criterio


que en la compraventa. El arrendatario a quien primero se haya entregado la
cosa es preferido; si se ha entregado a los dos, la entrega posterior no valdrá;
si a ninguno, el titulo anterior prevalecerá.

149
Incumplimiento de la obligación de entregar. Si el incumplimiento se debe a un
hecho o culpa del arrendador, o de sus agentes o dependientes, el
arrendatario tiene derecho a desistirse del contrato, con indemnización de
perjuicios. Habrá lugar a indemnización aún cuando el arrendador haya creído
erróneamente y de buena fe que podía arrendar la cosa, sal vo que el
arrendatario haya conocido la imposibilidad o que ésta provenga de fuerza
mayor o caso fortuito, en cuyo caso sólo podrá solicitar el término del contrato.

La Mora. El arrendatario tendrá derecho a obtener indemnización de perjuicios,


a menos que con ocasión del retardo disminuya notablemente para este la
utilidad del contrato; en este caso, además de la indemnización, podrá
desistirse del mismo, siempre que el retardo no se deba a caso fortuito o
fuerza mayor.

2.- Mantener la cosa en el estado de servir para el objeto para el que ha


sido arrendada.
No basta con que la cosa arrendada sea al principio apta, sino que el
arrendador debe procurar al arrendatario el goce de la cosa prolongado en el
tiempo, hasta el término del arriendo.
En razón de esta obligación, tiene a su cargo las reparaciones que sean
del caso, a excepción de las locativas, que corresponden al arrendatario, a
menos que los deterioros de las locativas provengan de caso fortuito o mala
calidad de la cosa arrendada.
▪ Reparaciones Locativas: Aquellas que por la costumbre
general del lugar corresponden al arrendatario.
Reparaciones Necesarias: Son las indispensables para mantener la cosa en
el estado de servir para el objeto a que ha sido arrendada. Sin esas
reparaciones, la cosa se destruye, o desaparece o no sirve para su fin. Puede,
en determinadas circunstancias, efectuarlas el arrendatario pero el arrendador
debe reembolsarle siempre que concurran las siguientes condiciones:
a. Que no se hayan hecho necesarias por culpa del arrenda tario;
b. Que se haya dado pronta noticia al arrendador, a menos que la noticia
no hubiere podido darse a tiempo;
c. Que el arrendador no haya tratado de hacerlas oportunamente;
d. Que el arrendatario pruebe la necesidad de las reparaciones de que
se trata.
Las Mejoras Útiles: El arrendador deberá reembolsar siempre que haya
consentido en que se efectúen, con la expresa condición de pagarlas. En los
demás casos, el arrendatario podrá separar y llevarse los materiales siempre
que sea sin detrimento de la cosa arrendada, a menos que el arrendador este
dispuesto a abonarle lo que valdrían los materiales considerados
separadamente.
Las mejoras voluptuarias: Estas mejoras en el contrato se arrendamiento
jamás se indemnizan. El arrendatario podrá llevárselas en conformida d a las
reglas generales.

150
3.- Librar al arrendatario de toda turbación en el goce de la cosa .
Esta obligación se descompone en dos. La primera de ellas recae sobre
las turbaciones que el propio arrendador pueda ocasionar y de las cuales debe
abstenerse. La segunda, recae sobre las perturbaciones de que sea víctima
por parte de terceros.
Obligaciones respecto de las turbaciones propias y de terceros:
a.- Proscripción de Turbaciones: Bajo esta obligación, el arrendador debe
abstenerse de ejecutar ninguna obra o transformación en la cosa arrendada
que turben o embaracen el goce de ella, salvo que medie el consentimiento del
arrendatario.
Sin embargo, como pueden ser indispensables las reparaciones, el
arrendatario tendrá derecho a que se le rebaje proporc ionalmente la renta. Si
las reparaciones simplemente impiden el uso de la cosa, podrá el arrendatario
dar por terminado el arrendamiento.

Además, el arrendatario podrá solicitar indemnización de los perjuicios


ocasionados por las reparaciones en los siguientes casos:
1. Si las reparaciones provienen de una causa que ya existía al tiempo
del contrato, desconocida del arrendatario, pero que el arrendador
conoció o era tal que tuviere antecedentes para temerla o por su
profesión debiese conocerla;
2. Si las reparaciones han de dificultar el goce por mucho tiempo, de
manera que no pueda subsistir el contrato de arrendamiento sin grave
molestia o perjuicio del arrendatario.
b.- Turbaciones de terceros: Respecto de los actos de terceros, la turbación
puede ser de hecho o de derecho:
- De Hecho: Aquellas que importan ejecución de actos materiales que
no implican pretensiones de derecho. Estas no imponen al arrendador
ninguna responsabilidad, es el arrendatario el que deberá preocuparse
de perseguir la responsabilidad y obtener la reparación del daño;
- De derecho: Implican que hay un tercero que pretende tener un
derecho sobre la cosa arrendada. Como se ve afectado el derecho del
arrendador, este debe necesariamente intervenir. La acción intentada
por el tercero debe dirigirse contra del arrendador, y el arrendatario
tiene la obligación de notificarle a éste toda turbación o molestia, y si
la omitiera o dilatare culpablemente, abonará los perjuicios que de ello
se sigan al arrendador. En realidad, se trata de la evicción ap licada al
contrato de arrendamiento.

Derechos del arrendatario respecto del incumplimiento de la obligación de


liberar las turbaciones en el goce de la cosa arrendada .
- Cuando la perturbación es de escasa importancia, sólo tiene derecho a
una rebaja en el precio o canon de arrendamiento;
- Si la perturbación es considerable podrá pedir la terminación del
contrato;
- Indemnización de perjuicios si la causa de turbación fue o debió haber
sido conocida por el arrendador al tiempo del contrato, pero no lo fue del
arrendatario, o siendo conocida de éste intervino estipulación especial
de saneamiento respecto de ella.

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- Si el arrendador no la conoció al momento de celebrar el contrato, no
será obligado a abonar el lucro cesante.
- El Derecho legal de retención. En aquellos casos en que se deba
indemnización al arrendatario por causa de turbaciones, no podrá éste
ser expelido o privado de la cosa arrendada sin que se le pague o se le
asegure el pago de lo adeudado.

Obligación de Entregar Recibo. En el caso de arrendamiento de predios


urbanos regidos por la ley 18101, el arrendador de bienes raíces urbanos, está
obligado a entregar recibo de las rentas pagadas, so pena de multa de 1 a 60
UF a beneficio fiscal.

o Obligaciones del Arrendatario:


- Pagar el precio o renta;
- Usar la cosa conforme los términos del contrato;
- Cuidar la cosa arrendada;
- Efectuar las mejoras locativas;
- Terminado el contrato, restituir la cosa arrendada.

1. Obligación de Pagar el Precio o Renta.


Constituye el precio o renta un elemento de la esencia del c ontrato de
arrendamiento. En el caso que se haya producido la entrega y hubiese disputa
sobre éste y no se produjere prueba legal de lo estipulado se estará al precio
que fijen peritos pagados en partes iguales por los contratantes. Sin perjuicio
de lo anterior, la ley 18.101, ante un contrato verbal, presume que la renta es
la que declara el arrendatario, debiendo el arrendador desvirtuarlo si ella no
corresponde a la realidad.

Época del pago del precio. En la época convenida, a falta de estipulación,


conforme a la costumbre, en defecto de éstas, conforme a las reglas
siguientes:
1. Si se trata de predios urbanos, se pagará por meses anticipados y, por
lo general, dentro de los cinco o diez primeros días. En los Predios
rústicos, por años;
2. Si se refiere a una cosa mueble o semoviente que se arrienda por
cierto numero de años, meses o días, cada una de las pensiones
periódicas se deberá inmediatamente después de la expiración del
respectivo día, mes o año;
3. Si se arrienda por una sola suma, se deberá ésta lueg o que termine el
arrendamiento.

Efectos del incumplimiento en el pago de la renta . El no pago de la renta


confiere al arrendador el derecho alternativo del Art.1489, esto es, *o la
ejecución forzada *o la resolución del contrato más la indemnización de
perjuicios. En este caso la resolución se denomina terminación.

152
La mora de un periodo entero en el pago de la renta dará derecho al
arrendador, después de dos reconvenciones entre las cuales medien 4 días
para hacer cesar inmediatamente el arriendo, si no presta seguridad
competente de que verificará el pago dentro de un periodo razonable, que no
bajará de 30 días.
La primera reconvención de pago se verifica por el receptor judicial
cuando notifica la demanda de terminación del arriendo; la segunda, en el caso
de los inmuebles urbanos se practica en la oportunidad que señala el art. 10
de la ley 18101, en la audiencia de contestación de la demanda.

2. Usar la Cosa Según los Términos o Espíritu del Contrato .


Usar la cosa, implica utilizarla únicamente según los términos o espíritu
del contrato. En caso que éstos no se hayan estipulado, deberán dársele
aquellos usos para los cuales la cosa generalmente se destina o que deban
presumirse de las circunstancias del contrato o de la costumbre del país.
Si el arrendatario contraviene a esta regla, podrá el arrendador reclamar
la terminación del arriendo con indemnización de perjuicios, o limitarse a esta
indemnización, dejando subsistir el arriendo. En caso de controversia toca al
juez decidir cual es el destino que deba dar el arrendatario a la cosa, tomando
en consideración las circunstancias del caso particular.
El arrendatario no tiene derecho a subarrendar o a ceder el contrato y si
lo hace, el arrendador tiene derecho a pedir la terminación del contrato. Esta
facultad requiere de pacto expreso de las partes.

3. Cuidar la cosa como un buen padre de familia.


El nivel de cuidado, que debe emplear el arrendatario, quedará
determinado por la estipulación de las partes. A falta de acuerdo, responderá
de culpa leve. Faltando a esta obligación, responderá de los perjuicios y en el
caso de un grave y culpable deterioro el arrendador podrá poner término al
contrato. El deterioro solo autoriza para solicitar indemnización de perjuicios.
El arrendatario, no sólo responde de su propia culpa, sino también de la
culpa de su familia, huéspedes y dependientes.

4. Efectuar Reparaciones Locativas.


Aquellas que tienen por objeto subsanar los deterioros que son
consecuencia normal del goce que el arrendatario tiene sobre la cosa.
Excepcionalmente el arrendatario no está obligado a efectuar las
reparaciones locativas, cuando los deterioros provienen de fuerza mayor o
caso fortuito o de la mala calidad de la cosa arrendada.

5. Restitución de la cosa arrendada.


El goce del arrendatario es esencialmente temporal, y por tanto, este
debe restituir la cosa al término del arriendo, en el estado en que le fue
entregada, sin perjuicio de los deterioros ocasionados por el uso y goce
legítimos de la cosa. Si las partes han dejado constancia de co mo se entregó
la cosa no habrá problema, pero si no lo han señalado, la ley presume haberse
recibido la cosa en un estado satisfactorio.

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Forma de restituir. Si la cosa arrendada es un bien mueble se restituye,
poniéndolo materialmente a disposición del arrendador. Si es inmueble, se
desocupará la propiedad enteramente, poniéndola a disposición del
arrendador a través de la entrega de las llaves.
Salvo estipulación en contrario, la restitución debe hacerse
inmediatamente después de terminado el contrato. P ara que el arrendatario
sea constituido en mora de restituir, será necesario requerimiento del
arrendador, aun cuando haya precedido desahucio; y si requerido no la
restituye, será condenado al pleno resarcimiento de todos los perjuicios de la
mora, y a lo demás que contra él competa como injusto detentador.

Derecho legal de retención del arrendador. Es un derecho auxiliar del acreedor


que garantiza el pago del pago del precio o renta, y demás prestaciones
pecuniarias derivadas del contrato de arrendamient o. En virtud de este
derecho, el arrendador puede retener todas las especies muebles con que el
arrendatario ha provisto la cosa arrendada, los que se equiparan a los bienes
dados en prenda. En este caso, dichos bienes servirán para garantizar lo que
se le deba al arrendador por los siguientes conceptos:
1. El uso de la cosa contrariando los términos o espíritu del contrato;
2. Deterioro causados a la cosa por no emplear el cuidado debido;
3. Perjuicios derivados de la mora en la restitución de la cosa;
4. Perjuicios derivados de la terminación del contrato por culpa del
arrendatario; y
5. Por concepto de no pago de la renta o precio.

La expiración o término del contrato de arrendamiento de cosas.


El arrendamiento de cosas expira de los mismos modos que los otros contratos, y
especialmente:
1. Por la destrucción total de la cosa arrendada;
2. Por la expiración del tiempo estipulado para la duración del arriendo;
3. Por la extinción del derecho del arrendador, según las reglas que más adelante se
expresarán.
4. Por sentencia del juez en los casos que la ley ha previsto.

1. La destrucción total de la cosa arrendada: Para que la destrucción ponga término


al contrato de arrendamiento, ésta debe ser total, quedando liberado el arrendatario de
pagar el precio, pues su obligación carece del objeto. Si la destrucción se debe a hecho
o culpa del arrendatario o de las personas que éste llama al goce de la cosa, también
se extingue el contrato, pero se debe indemnizar perjuicios. Si la destrucción no es total
el juez decidirá atendidas las circunstancias, si debe tener lugar la terminación del
arrendamiento, o concederse una rebaja del precio o renta.

2. La expiración del plazo estipulado para la duración del arriendo: La duración del
contrato puede ser determinada o indeterminada.
- En el contrato de duración determinada las partes han señalado un plazo, o la
duración del mismo está determinada por la naturaleza del servicio o bien su término

154
está determinado por la costumbre del país. En tales casos, la llegada del término pone
fin automáticamente al contrato, sin necesidad de desahucio.
- En el contrato de duración indeterminada, no se extinguirá mientras las partes no
manifiesten su voluntad de ponerle término, a través del desahucio.
El desahucio en el contrato de arrendamiento de las cosas. El desahucio es un acto
jurídico unilateral y no revocable y que consiste en el aviso anticipado que una de las
partes da a la otra de su voluntad de poner fin al contrato. Es un acto unilateral que
puede ser judicial o extrajudicial. El extrajudicial puede ser verbal o escrito. Actualmente
el desahucio extrajudicial que emana del arrendador sólo tiene cabida tratándose de
cosas muebles.
La tácita reconducción. Es la renovación o continuación de un contrato de
arrendamiento de bienes raíces por el consentimiento tácito de ambas partes.
El Código Civil la admite, en términos muy restringidos, cuando las partes así
lo han estipulado y cuando el arrendamiento recaiga sobre una cosa raíz y el
arrendatario con el beneplácito del arrendador hubiera pagado la r enta de
cualquier espacio de tiempo subsiguiente a la terminación, o si ambas partes
hubieren manifestado por cualquier otro hecho igualmente inequívoco su
intención de perseverar en el arriendo.
La reconducción importa un nuevo contrato bajo las mismas c ondiciones
que antes, pero por tres meses en los predios urbanos, y el necesario para
recoger los frutos pendientes en los predios rústicos.
Al suponer un nuevo contrato, se extinguen las cauciones que terceros
constituyeron para garantizar el arrendamiento.

3. La extinción del derecho del arrendador. Si se extingue el derecho del arrendador


se pone fin al contrato, ya que el arrendador se coloca en la imposibilidad de satisfacer
una de sus obligaciones principales, cual es proporcionar al arrendatario el goce de la
cosa arrendada. Las causas que hace expirar el derecho del arrendador pueden ser
varias, y tener lugar con ocasión de una fuerza mayor o caso fortuito, o bien, por hecho
o culpa del arrendador, lo que tiene importancia para determinar la posible
indemnización de perjuicios.
La extinción involuntaria del derecho del arrendador. El legislador distingue entre la
buena y la mala fe del arrendador, señalando que sólo indemniza el de mala fe; esto es,
el que sabe incierta la duración de su derecho. Cuando el arrendador ha contratado en
una calidad particular que hace incierta la duración de su derecho, como la de
usufructuario, o la de propietario fiduciario, y en todos los casos en que su derecho esté
sujeto a una condición resolutoria, no habrá lugar a la indemnización de perjuicios por la
cesación del arriendo en virtud de la resolución del derecho. Pero si teniendo una
calidad de esa especie, hubiere arrendado como propietario absoluto, será obligado a
indemnizar al arrendatario, salvo que éste haya contratado a sabiendas de que el
arrendador no era propietario absoluto. En caso de expropiación, para que el contrato
expire, la expropiación debe ser total; la parcial sólo autoriza al arrendatario para pedir
la terminación del contrato cuando sea de presumir que sin la parte que falta no habría
contratado.
La extinción del derecho de arrendador por un hecho o culpa suyos. El caso más
frecuente es la enajenación de la propiedad arrendada, o también si el arrendador no
paga el precio de una compraventa y se resuelve el contrato que le sirvió de título para
su adquisición. Para determinar los efectos hay que distinguir si el adquirente está o no
obligado a respetar el arriendo:
1. Si el que adquiere la propiedad no está obligado a respetar el arriendo. Se deben
pagar indemnizaciones al arrendatario por los perjuicios causados. Entre ellos se
incluyen los del subarrendatario, quien puede dirigirse contra el arrendador sólo si el
arrendatario le cede su acción.

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2. Si el que adquiere la propiedad está obligado a respetar el arriendo. Por regla
general el tercero no está obligado a respetar el arrendamiento. Por excepción, están
obligados a respetarlo:
- Todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador por un título lucrativo;
- Todo aquel a quien se transfiere el derecho del arrendador, a título oneroso, si el
arrendamiento ha sido contraído por escritura pública
- Los acreedores hipotecarios, si el arrendamiento ha sido otorgado por escritura
pública, inscrita en el Registro del Conservador antes de la inscripción hipotecaria.

4. Por sentencia judicial en los casos que la Ley ha previsto: Esta forma de
terminación tendrá lugar cuando arrendador o arrendatario reclamen el término del
mismo, por incumplimiento de cualquiera de las obligaciones contraídas.

5. Otras causales de Término:


1) La insolvencia del arrendatario: Sólo cuando los acreedores no se sustituyan al
arrendatario, prestando fianza a satisfacción del arrendador, tiene, además, acción de
perjuicios contra el arrendatario de conformidad a las reglas generales.
2) Casos en que deban hacerse reparaciones en la cosa arrendada que impidan el
goce de ella en todo o en parte, en este caso se debe indemnización de perjuicios al
arrendatario
3) Los arrendamientos celebrados por tutores o curadores, por un plazo superior a 5 u 8
años, serán inoponibles al incapaz. En el caso del marido o la mujer que representan a
la sociedad conyugal, los arriendos adolecen de nulidad relativa..

La cláusula de no enajenar la cosa arrendada. Este pacto, aunque tenga cláusula de


nulidad de la enajenación, no dará derecho al arrendatario sino para permanecer en el
arriendo, hasta su terminación natural.
El embargo de la cosa arrendada. La resolución judicial que decreta el embargo de la
cosa arrendada no pone fin al arriendo, sino que se sustituirán el acreedor o acreedores
en los derechos y obligaciones del arrendador. Adjudicada la cosa a los acreedores,
éstos deberán respetar el arriendo en los casos señalados anteriormente.

▪ El Arrendamiento de Predios Urbanos.


El arrendamiento de bienes raíces urbanos está sometido a las normas
generales del arrendamiento de cosas y a las especiales que se consignan en el párrafo
5 del Título XXVI, denominado Reglas particulares relativas al arrendamiento de casas,
almacenes u otros edificios y por la Ley 18101 de 1982.
Ámbito de aplicación de la Ley 18101.
A.- Los bienes raíces ubicados dentro del radio urbano;
B.- Viviendas ubicadas fuera del radio urbano, aunque incluyen terreno, siempre que su
superficie no exceda de una hectárea. Lo dicho para el arriendo también se aplica al
subarriendo.
Se exceptúan:
1. Predios de una cabida superior a una hectárea que tengan aptitud agrícola, ganadera
o forestal o que estén destinados a este tipo de explotación;

156
2. Inmuebles fiscales;
3. Viviendas que se arrienden por temporadas no superiores a 3 meses, por períodos
continuos o discontinuos, siempre que lo sean amobladas y para fines de descanso o
turismo.
4. Hoteles, residenciales y establecimientos similares, en las relaciones derivadas del
hospedaje, esto es, entre el hotelero o posadero y sus parroquianos; y
5. Estacionamientos de automóviles o vehículos;
6. Viviendas regidas por la Ley 19281, que establece normas sobre leasing
habitacional.

Características de la Ley 18101:


1.- Presunción en el monto de la renta. Si el contrato no consta por escrito se presume
que la renta es la que declara el arrendatario.
2.- Respecto del pago de rentas morosas o devoluciones de exceso de rentas y
garantías. Deberán hacerse reajustados según la variación de la UF, durante el lapso
que media entre el momento en que la obligación se hizo exigible y aquel en que se
cumplió. En el caso de adeudarse intereses, se calcularán sobre la suma primitivamente
adeudada debidamente reajustada.
3.- Irrenunciabilidad de los derechos de los arrendatarios.
4.- Consignación de la renta ante la negativa del arrendador de recibir el pago. Si el
arrendador se niega a recibir el pago, se puede pagar por consignación o bien,
depositar la renta en la Tesorería respectiva. Este pago se considerará hecho al
arrendador para todos los efectos legales, pero su suficiencia será calificada en el juicio
que corresponda. El retiro del depósito por el arrendador no significará renuncia a sus
derechos ni producirá la tácita reconducción.

El Desahucio y la Restitución.
- El desahucio: Se aplica a los contratos en que el plazo se haya pactado mes a mes y
en los de duración indefinida. Se realiza judicialmente o mediante notificación personal
efectuada por un notario. Desde el desahucio, el arrendatario dispondrá del plazo de 2
meses para restituir el inmueble, el que se aumentará en un mes por cada año
completo que el arrendatario haya ocupado el inmueble, no pudiendo exceder de 6
meses.
- La Restitución: Se aplica a los contratos de plazo fijo cuya duración no exceda de un
año. Sólo puede solicitarse judicialmente la restitución. El arrendatario tiene dos meses
para restituir desde la notificación de la demanda. El arrendatario queda obligado a
pagar la renta y los servicios y gastos comunes hasta el momento de la restitución. En
caso de abandono sin restitución, se podrá solicitar al juez su entrega, sin forma de
juicio con la sola certificación del abandono por parte de un Ministro de Fe, quien
levantará acta del estado en que se encuentra la cosa.

El Subarrendamiento: En los contratos de arriendo destinados a la habitación


con plazo fijo superior a un año, se entenderá siempre implícita la facultad de
subarrendar, salvo estipulación en contrario, en cuyo caso el arrendatario
puede dar por terminado el contrato sin que esté obligado a pagar la renta por
el periodo que aún falte para su terminación.
En el caso del subarrendador que reciba las rentas del subarrendatario y
no pague las del arrendamiento será sancionado con una multa a benefi cio

157
fiscal de 1 a 60 UF, si a consecuencia de esta situación el subarrendatario es
expulsado del inmueble.

El Salvoconducto: Autorización que otorga la Unidad de Carabineros respectiva


a un sujeto para que pueda cambiarse de domicilio a trasladar muebles de un
lugar a otro. Si quien se traslada es el arrendatario deberá presentar
autorización del dueño del inmueble o exhibir recibo de pago de la última renta
de arrendamiento, así como una constancia de encontrarse al día en el pago
de los servicios básicos. Esta autorización busca impedir que se burle el
derecho legal de retención del arrendador.

❖ EL CONTRATO DE MANDATO.
Contrato en que una persona confía la gestión de uno o más
negocios a otra, que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la
primera.

Elementos del mandato.


1. Confianza en la gestión del negocio. Es un contrato intuito personae. De
manera que si muere el mandante o mandatario se extingue el mandato. Las
obligaciones del mandatario no se transmiten, Se puede revocar el mandato
y el error en la persona es causal de nulidad. Para el derecho el elemento
confianza es al mandato como la afectio societatis es a la sociedad.
2. Se confía la gestión de uno o más negocios. El objeto del mandato es que el
encargo constituye la ejecución de un hecho o acto jurídico. Implica la idea
de administrar un negocio ajeno (conservar, cultivar y reparar), es decir,
gobernar, regir, cuidar y dar término a actuaciones de interés económico,
para lo cual pueden ser necesarios la ejecución de hechos o actos jurídicos .
➢ Pueden ser objeto del mandato: La Conservación de un patrimonio; La
Administración de una industria o empresa; La Ejecución de cualquier
negocio económico o de interés para el mandante; La Ejecución de un
hecho jurídico (adquirir la posesión) y la realización de cualquier acto
jurídico.
3. El negocio encargado se ejecuta por cuenta y riesgo del mandante . Es una
característica esencial del mandato. Esto significa que será siempre el
mandante el que se aprovechará de los beneficios y soportará las pérdidas
como si el negocio lo hubiese realizado personalmente, aun cuando el
mandante actúe a su propio nombre.

Mandato y representación. Por regla general el mandatario es representante


del mandante y, por ello, los efectos del mandato se producen para el
mandante y no para el mandatario.
Sin embargo, esta característica de llevar envuelta la representación no
es de su esencia, porque el mandatario puede perfectamente contratar a
nombre propio y no a nombre del mandante. La representación es un elemento
de la naturaleza del mandato. Se trata de ideas tan distintas que
perfectamente puede haber mandato sin representación (art.2151) y
representación sin mandato (art.1448).

158
Mandato y agencia oficiosa. La agencia oficiosa es un cuasicontrato por el cual
el que administra sin consentimiento de otro lo obliga. En ambos el objeto es el
mismo, gestionar un negocio ajeno. La diferencia es que en el mandato se
hace previo acuerdo de voluntades, por ende las obligaciones son siempre
contractuales, así la obligación la determinarán las partes, o supletoriamente la
ley. No ocurre así en la agencia oficiosa.

Características del mandato:


1.- Bilateral: Genera derechos y obligaciones para ambas partes. Aunque el
mandato sea gratuito, el mandante igualmente contrae obligación, cua l es,
entre otras, proveer fondos para la recta ejecución del mandato. Un sector de
la doctrina señala que el mandato por excepción puede ser unilateral, cuando
por estipulación expresa de las partes o por la naturaleza misma del contrato,
el mandante no es obligado a remunerar ni a proveer de lo necesario para la
ejecución del encargo.
2.- Generalmente Oneroso: La remuneración es de la naturaleza del mandato.
La remuneración, llamada honorario, es determinada por las partes, por la ley,
la costumbre e incluso por el juez. La importancia de establecer uno u otro
carácter radica especialmente en la determinación de la responsabilidad del
mandatario, que será mayor cuando el mandato sea remunerado.
3.- Generalmente conmutativo: Normalmente el beneficio se mira como
equivalente. Existe una relación entre la remuneración estipulada, la actividad
desplegada por el mandatario para la ejecución del encargo y la utilidad que el
mandante obtiene de la gestión realizada. Sin embargo, podrá ser aleatorio en
determinados casos, como en aquellos casos en que el mandatario sujeta su
honorario a las resultas de la gestión.
3.- Generalmente consensual: Por regla general, es un contrato consensual.
En relación con el mandato y con la formación del consentimiento del mismo,
cabe tener presente que aquí se presenta uno de los casos en que se ha
indicado que el silencio constituye manifestación de voluntad.
Excepciones al consensualismo en el Mandato:
- Mandato para contraer Matrimonio: Debe otorgarse por escritura pública
y debe designarse expresamente a los contrayentes;
- Mandato Judicial: Mediante escritura pública, mediante acta extendida
ante el juez y suscrita por todos los intervinientes; o mediante
declaración escrita del mandante, autorizada por el secretario del
Tribunal.
- El otorgado por la mujer para la enajenación de bienes raíces sociales :
Debe constar por escrito o por escritura pública si el acto requiere esa
solemnidad.
El Mandato para efectuar un acto solemne, ¿debe serlo también?
La jurisprudencia, en torno a los bienes raíces se inclinó por exigir
solemnidad del acto, por lo tanto se exigía escritura pública, tratándose de la
compraventa de bienes raíces, por cuanto el poder es el único instrumento en
que el comprador o vendedor manifiesta su consentimiento, y co mo la ley
prescribe que este elemento esencial se produzca de una manera especial, es
obvio que el documento que lo contenga se sujete a esa formalidad; Si bien se
establece la regla del consensualismo, dentro de las excepciones está el caso
en que el mandato deba constar por escritura pública.
Hoy en día parece no haber duda que no es necesario la celebración de
mandato solemne en la ejecución de actos solemnes, por cuanto el mandante

159
autoriza o faculta al mandatario para que celebre ese contrato, a su tu rno, el
mandatario al celebrar el contrato manifiesta su propio consentimiento y no el
del mandante (aplicación de la Teoría de la representación como modalidad),
aun cuando contrate a nombre de éste.

Partes e Intereses en el Mandato:


Partes:
1. Mandante o comitente. Persona Natural o Jurídica que confiere
el encargo.
2. Mandatario, Apoderado o Procurador: Persona que acepta el
encargo.
Interés en el Mandato: Un punto de tradicional discusión es si es o no
necesario el interés personal del mandante en el negocio que encomienda. La
mayoría de la doctrina estima que no, pues la ley así no lo exige, no obstante,
debe asumir los riesgos del mandato.
El negocio encomendado puede interesar al mandante, al mandatario o a
un tercero. Si sólo interesa al mandatario, es un mero consejo que no produce
obligación alguna. Si interesa a un tercero puede el mandante actuar con o sin
autorización del tercero. Si hay autorización hay un contrato en que el
mandante asume el rol de mandatario respecto del tercero. Si lo hace sin
autorización hay agencia oficiosa.
En general, la simple recomendación no es mandato. El juez decidirá,
según las circunstancias, si es mandato o recomendación, y en caso de duda
será recomendación. Con todo, la recomendación de negocios no genera
responsabilidad contractual pues no hay contrato, pero puede ser
extracontractual, si se da maliciosamente.
Pluralidad de Mandatarios: Pueden ser muchos los mandatarios que obren
individualmente o de consuno. La ley no ha establecido responsabilidad entre
mandatarios, sin perjuicio de que pueda pactarse solidaridad entre ellos.

Capacidad de los Contratantes:


Capacidad del mandante. No hay regla especial, por lo que cabe aplicar por
tanto las reglas generales. El mandante debe tener una doble capacidad, en
cuanto ha de ser capaz de celebrar el contrato de mandato y de ejecutar por sí
mismo el acto o contrato que encomienda. Si el mandante no está autorizado
para ejecutar por sí mismo el contrato que encomienda, el contrato es nulo por
ilicitud de objeto. Por ello si una persona no separada judicialmente otorga un
mandato a un tercero para que ese venda un bien a su cónyuge, ese mandato
será nulo.
Capacidad del mandatario. Puede ser un incapaz relativo (menor adulto) y la
razón de esto es que la incapacidad relativa se encuentra establecida para
proteger el patrimonio del incapaz y cuando hay mandato, los actos del
mandatario no comprometen su patrimonio, sino el del mandante.
Si el mandatario es relativamente incapaz debe aceptar el encargo
autorizado por su representante legal, de lo contrario el mandatario podría
alegar su incapacidad frente al mandante al momento de exigírsele rendición
de cuentas. Si contrata a nombre propio, el mandatario debe ser autorizado por
su representante legal, de lo contrario es nulo. Si el mandatario actúa en
representación del mandante el acto es valido en virtud de la representación

160
modalidad. Si el mandatario contrata a nombre del mandante, aun cuando sea
incapaz, el mandante queda obligado respecto de terceros.

Clasificación del mandato


Mandato General y Especial.
- Mandato General: Otorgado para todos los negocios del mandante, o bien,
para todos ellos con una o más excepciones. Puede ejecutar actos de
administración y de conservación. No puede ejecutar actos de disposición, y
aún cuando en el mandato se señale que el mandatario puede obrar como
mejor le parezca, no puede ejecutar aquellos actos para los cuales requiera
poder especial. Son muchos. Ejemplo: Para Donar, para constituirse deudor
prendario, etc.
- Mandato especial: Es aquel que comprende uno o más negocios
especialmente determinados.
Mandato Civil, Comercial y Judicial:
Mandato Comercial: Cuando el negocio sea un acto de comercio.
Mandato Judicial: Cuando consista en la comparecencia en juicio a nombre
de otro.
Mandato Civil: Cuando se trate del encargo de actos que no sean de comercio
ni de la comparecencia en juicio.

Delegación del mandato.


1.- Si el mandante no lo autoriza ni prohíbe. Se entiende que se puede
delegar. En materia judicial la regla es la misma. Ento nces se entiende que la
facultad de delegar es un elemento de la naturaleza del mandato. Los efectos
de la delegación debemos analizarlos desde distintos puntos de vista:
a) Entre el mandante y el mandatario. El mandatario que delega opera, en
principio, dentro de sus facultades. En todo caso este mandatario no delega la
responsabilidad de que el encargo se cumpla, por eso responde de los hechos
del delegado como de los suyos propios.
b) Entre mandante y delegado. Hay que distinguir:
- Si el mandatario delega a nombre propio. El contrato celebrado entre
mandante y mandatario es ajeno a la delegación, y el delegado responde al
mandatario, y el mandante no tiene acciones directas contra el delegado, tiene
las acciones que el mandatario tiene en contra del dele gado pudiendo
subrogarse.
- Si el mandatario delega a nombre del mandante. Obliga a éste con el
delegado y viceversa. El mandante tiene acción directa contra el delegado, y el
delegado responde ante el mandante.
- Entre el mandatario y el delegado. Si el mandatario delega a nombre propio
se produce un nuevo mandato. Si el mandatario delega a nombre del
mandante, el delegado se obliga con el mandante.
- Entre mandante y terceros. Se dice que el art. 2136, al señalar que la
delegación no autorizada o no ratificada expresa o tácitamente por el
mandante no da derecho a terceros contra el mandante por los actos del
delegado, es una norma desconcertante. Algunos entienden que para que el
delegado represente al mandante el mandatario requiere facultad especial par a

161
delegar. Otros opinan que el delegado representa al mandante, luego si se
puede delegar, los actos del delegado obligan al mandante. Por eso cuando el
art.2136 dice “no autorizada” es que la delegación prohibida no afecta al
mandante a menos que se ratifique. No habría que entender el art.2136 en su
tenor literal.
2.- El mandante autoriza la delegación. Se distinguen dos situaciones:
- Si la delegación fue a persona determinada. Si el mandatario delega
cumplió su encargo. Entonces tenía una opción, o cumplir el encargo o
delegar. Así, si delega cumple su gestión y se produce un nuevo mandato
entre el mandante y el delegado.
- Si la autorización fue genérica. En este caso si el delegado es notoriamente
incapaz o insolvente, responde el mandatario igual qu e cuando no se autoriza
expresamente.
3.- El mandante prohíbe la delegación. Si el mandatario delega el mandato, el
mandante tiene acción de perjuicios por los actos que le afectan a él mismo.
También se subroga en las acciones que tenia el mandatario en c ontra del
delegado.

Efectos del Contrato de Mandato:


Efectos para las Partes:
a) Obligaciones del mandatario. Ejecutar el encargo y rendir cuenta.

- Ejecutar el Encargo: Se trata de una obligación de hacer. Debe ceñirse


rigurosamente a los términos del mandato.
Casos en que la ley lo autoriza a actuar de otro modo .
1. Puede acontecer que los medios por los cuales el mandante ha deseado que
se lleve a efecto el mandato no pudieren emplearse; en ese caso, el
mandatario va a poder usar otros medios equivalentes si la necesidad le
obligare a ello, pero siempre que de este modo obtuviere completamente el
objeto del mandato.
2. Si el mandatario está impedido o se haya en la imposibilidad de cumplir el
mandato con arreglo a las instrucciones del mandante, no se haya obligado a
constituirse en agente oficioso, pero pesa sobre él la obligación de adoptar las
providencias conservativas que requieran las circunstancias. Además, como no
puede dejar al mandante expuesto a sufrir perjuicios por no haberse previsto
oportunamente los medios de que debe hacer uso el mandatario, éste en tal
caso deberá actuar en la forma que más se acerque a sus instrucciones y que
más convenga al negocio.

- Rendir cuenta: Se trata de una obligación de la naturaleza del Mandato. Es


obligado a ella sea que el mandatario haya obrado a su propio nombre o en
representación de su mandante.
Si el mandante actúa a nombre propio debe traspasar al mandante todos los
derechos y obligaciones derivados del contrato celebrado.
La rendición puede ser judicial o extrajudicial.
Las partidas de la cuenta en lo posible deben ser documentadas, aunque el
mandante puede exonerar al mandatario de esta obligación porque está

162
establecida en su interés. Pero, si lo exime de esta obligación, ello no significa
que el mandatario quede liberado de los cargos que el mandante justifique en
su contra.
La acción de rendición de cuentas: Es personal, porque deriva del
contrato de mandato y solo se puede dirigir en contra del mandatario, y en
contra de sus herederos. Prescribe en cinco años como acción ordinaria y
tres años como ejecutiva, contado desde que la obligación se hizo exigible.
Si el mandatario se ha quedado con bienes que pertenecen al mandante,
éste podrá intentar acción reivindicatoria.
El mandatario deberá los intereses de los dineros que hubiere empleado
en su propia utilidad. Debe asimismo intereses del saldo que resulte en contra
de él, desde que se constituya en mora.

b) Obligaciones del mandante. Estas obligaciones son de la naturaleza. Se


distinguen dos grupos de obligaciones:
1. Obligaciones que se generan al tiempo de perfeccionarse el contrato: El
mandante debe proveer al mandatario de lo necesario para la ejecución del
mandato, ello comprende todas las cosas que puedan necesitarse para la
correcta ejecución del encargo. Si el mandante no cumple esta obligación, el
mandatario puede desistirse del encargo.

2. Obligaciones que se generan con posterioridad al perfeccionamiento


del contrato:
i) Reembolso de los gastos causados en la ejecución del Mandato : Son
los gastos razonables, su cuantía debe ser determinada por el juez;
ii) Pago de la Remuneración estipulada o la usual: Las partes pueden
fijar a su arbitrio la forma de remuneración;
iii) Obligación de Pagar las anticipaciones de dinero con los intereses
corrientes: Las anticipaciones de dineros propios que el mandatario
hace durante el desempeño de su cometido, importan un contrato de
mutuo. Terminado el mandato, el mandatario puede exigir su
reembolso con los intereses corrientes desde el día de su
anticipación.
iv) Obligación de Indemnizar las Pérdidas: Debe indemnizar todos los
perjuicios que ha sufrido el mandatario sin culpa y por causa del
mandato;
v) Derecho Legal de Retención: Para asegurar el pago de estas
prestaciones, el mandatario goza de este beneficio, s obre los bienes y
efectos que le hayan entregado por cuenta del mandante.

Efectos del mandato respecto de terceros: Debemos distinguir si el


mandatario contrajo a titulo personal o a nombre del mandante.
a) A su propio nombre. El contrato celebrado tiene fuerza obligatoria para el
mandatario y terceros. Ellos concurrieron a la celebración. No tiene fuerza
obligatoria para el mandante, quien no puede dirigirse contra los terceros. En
este caso, terminado el encargo debe traspasar al mandante los créditos,

163
bienes, acciones y obligaciones que proceden. Los créditos los traspasa a
través de las reglas de la cesión de créditos.
b) A nombre del mandante. Lo representa, el mandatario no se obliga
personalmente sino el mandante.

Extralimitación de las facultades del mandatario. Se distingue,


responsabilidad del mandatario frente al mandante, frente a terceros y
responsabilidad del mandante frente a terceros:
Responsabilidad del Mandatario frente al Mandante : Se trata de una
responsabilidad contractual, pues ha infringido su obligación de ceñirse a los
términos de su mandato, por lo tanto deben cumplirse los requisitos de la
responsabilidad contractual (Imputabilidad, mora y perjuicios);
Responsabilidad del Mandante frente a Terceros: Hay que distinguir:
- Si el mandatario contrató a su propio nombre el mandante está ajeno a los
efectos del contrato. Los efectos sólo se producen entre terceros y el
mandatario.
- Si el mandatario contrató a nombre del mandante éste no se obliga, porque el
acto le es inoponible por falta de concurrencia, a menos que ratifique.
→ Ratificación del mandato. La ratificación es un acto unilateral en virtud del
cual una persona acepta como suya las declaraciones de voluntad hechas en
su nombre por otra persona que carecía de poder sufic iente. Puede ser
expresa o tácita. Es irrevocable.
Responsabilidad del mandatario frente a terceros. Si el mandatario contrata a
nombre del mandante y los terceros entendieron que contrataban con él, y ello
no es así debido a que el mandatario se excedió e n sus facultades, los
terceros tienen acción de indemnización de perjuicios.

Extinción del mandato. El mandato se extingue por las causales generales y


por aquellas especiales al Mandato.
1. Por el desempeño del negocio para el que fue constituido.
2. Por la expiración del término o por el evento de la condición prefijada
para la terminación del mandato. Se trata de un mandato sujeto a plazo o
condición.
3. Por la revocación del mandante. Es importante, es una consecuencia del
carácter de contrato de confianza. En cualquier momento el mandante puede
revocar. El efecto se produce desde que el mandatario toma conocimiento
de ella. A los terceros no les afecta mientras no queden informados, y los
que contratan de buena fe no les afecta la revocación. La revocación pue de
ser expresa o tácita. Art.2164. En la tácita se encarga del mismo negocio a
distinta persona. Cuando se revoca debe ponerse en conocimiento del
mandatario. Porque mientras no se toma conocimiento no produce efectos.
4. Por la renuncia del mandatario. Pone término al mandato una vez vencido
el tiempo razonable para que el mandante se lo encargue a otro o lo asume
él mismo. En cuanto a los terceros, les es inoponible mientras no se les
comunique. Puede pactarse irrenunciabilidad.
5. Por la muerte del mandante o del mandatario. Por regla general, sin
perjuicio que se haya pactado que el mandato continúe con los herederos
del mandante o del mandatario.

164
6. Por quiebra o insolvencia del mandante o mandatario .
7. Por interdicción del mandante o mandatario. Quien ha sido declarado
interdicto, ha sido privado de la administración de sus bienes, por lo que el
mandato cesa de pleno derecho.
8. Por cesación de funciones del mandante, si el mandato fue dado en el
ejercicio de ellas. Por ejemplo si el padre otorgó mandato en el ejercicio
de la patria potestad y el hijo se emancipó, el mandato se extingue a
consecuencia de haber cesado la patria potestad.
En general, todas las veces que el mandato expira por causa ignorada
por el mandatario, lo que éste hizo después de terminado el mandato será
valido dando derecho a los terceros en contra del mandante. Esto es lo que se
denomina “mandato aparente”. Si el mandatario sabía que terminó el contrato
es responsable frente a terceros y al mandante.

❖ EL CONTRATO DE TRANSACCIÓN.
La transacción es un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente o precaven un litigio eventual,
efectuándose éstas concesiones recíprocas.
Características:
a) Consensual: La ley no ha dispuesto solemnidad alguna, sin embargo,
para que constituya un título traslaticio de dominio sobre inmuebles u
otros derechos reales deberá reducirse a escritura pública. Lo anterior,
sólo constituye una exigencia para materializar la respectiva tradición.
b) Bilateral: A consecuencia de las concesiones recíprocas que deben
hacerse las partes.
c) Oneroso: Ambas partes se benefician al poner término al litigio pendiente o
precaver uno eventual, beneficio mutuo que tiene como contrapartida las
concesiones o renuncias recíprocas que ellas deban hacerse;
d) Puede configurar un título declarativo o traslaticio de dominio: Si la
transacción se limita a reconocer o declarar derechos preexistentes, no forma un
nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad de un objeto no disputado,
constituye un título nuevo (traslaticio de dominio).

Capacidad para Transigir: Además de tener capacidad de ejercicio, es


menester estar facultado para disponer de los objetos a que se refiere esta
convención. Ejemplo: El marido no puede transigir sobre bienes sociales, ni
respecto de derechos hereditarios de la mujer, sin autorización de ésta.

Transacción y Mandato: Para que la transacción por medio de mandatario sea


eficaz se requiere que el mandatario esté especialmente facultado para ello y
que dicho poder contenga los bienes, derechos y acciones sobre las que se
requiere transigir. Cabe preguntarse cual es la sanción en caso que el
mandatario celebre un contrato de transacción sin estar facultado o que
estándolo lo haga extensivo a materias no comprendidas en el mandato. La
doctrina está dividida:
- Inoponibilidad: No le afecta lo actuado por el mandatario, salvo
que ratifique lo obrado por éste;

165
- Nulidad Absoluta: El mandatario debe estar premunido de un
poder especial con las condiciones señaladas precedentemente
para poder transigir, por consiguiente, si transige el habría objeto
ilícito por tratarse de un contrato prohibido por las leyes;
- Nulidad Relativa: Esta solución permitiría la ratificación posterior.

El Objeto: Constituido por los derechos y acciones que, en su virtud son


renunciados, reconocidos, constituidos y transferido. Sin perjuicio de las reglas
generales del objeto, el Código Civil reglamenta situaciones especiales
relativas a éste en la transacción.
- No es posible la transacción de la acción penal derivada de un del ito;
- No se puede transigir sobre el estado civil de las personas. Sin perjuicio de
transigir respecto de las consecuencias pecuniarias de dicho estado civil;
- No puede se puede transigir sobre los alimentos futuros debidos por ley;
- No vale la transacción sobre derechos ajenos o derechos inexistentes. En
relación a esta norma, debe señalarse que no es nula la transacción sobre
derechos ajenos, ya que sólo no empese al verdadero dueño.
La causa: La existencia de un litigio pendiente o eventual que las p artes
pretenden poner término o precaver, constituye la causa jurídica del contrato
de transacción.
La Nulidad en la Transacción: Se rige por las reglas generales, además el
legislador aborda aspectos particulares relativos al error.

Efectos de la Transacción:
1. Efectos en cuanto a las personas: La transacción produce efectos sólo
respecto de las personas que la celebran. En consecuencia, si son muchos los
interesados en el negocio que se transige, la transacción consentida por uno
de ellos no perjudica ni aprovecha a los otros. Excepción: Transacción del
deudor solidario que configura novación.
2. Efectos en cuanto al objeto: Señalado anteriormente.
3. Efectos en cuanto a la Cosa Juzgada: La transacción legalmente celebrada la
transacción se transforma en un equivalente jurisdiccional.

❖ EL CONTRATO DE PRENDA O EMPEÑO.


Por el contrato de empeño o prenda se entrega una cosa mueble a un
acreedor para la seguridad de su crédito. La cosa entregada se llama prenda.
Características:
1. Real o Solemne: Es Real en la prenda civil y solemne el as especiales.
Nunca es consensual.
2. Unilateral: Sólo queda obligado a restituir el que recibe la cosa, es decir, el
acreedor. Puede devenir en sinalagmático imperfecto.
3. Oneroso o Gratuito: Será oneroso cuando la garantía la otorga el propio
deudor. Será gratuita, si es constituida por un tercero.

166
4. Accesorio: Constituye una garantía real.
5. Título de Mera Tenencia: La prenda civil es con desplazamiento, por lo
tanto, el acreedor es sólo mero tenedor de la cosa prendad a.
6. Es un Principio de enajenación: De no cumplirse ciertas condiciones el
deudor pierde la cosa a favor del acreedor.
7. En cuanto derecho, es un derecho real, mueble, privilegiado e indivisible.
Indivisibilidad de la Prenda. Comprende dos aspectos:
1.- Dentro de las excepciones a la divisibilidad, señala que la acción prendaria
se dirige contra aquel de los codeudores que tenga o posea la cosa empeñada.
2.- Integralmente se encuentra afecta al pago total del crédito, no puede
pedirse la restitución del todo o parte de la cosa prendada, mientras no se
haya satisfecho el total de la deuda.
Obligaciones susceptibles de garantizarse con prenda civil : En principio
cualquier obligación puede garantirse mediante prenda, sean de dar, hacer o
no hacer, se puede garantizar la obligación principal o una obligación
accesoria, civil o natural. En cuanto a las obligaciones futuras, de lo dispuesto
en el Código Civil pareciera desprenderse que no es posible, por lo tanto, es
de dudosa validez la cláusula de garantía general prendaria.
Capacidad de las Partes:
1. EL Deudor: Debe tener facultad de disposición y capacidad de ejercicio. La
prenda de cosa ajena vale, sin perjuicio de los derechos del dueño, por tanto
se refiere a la capacidad de disposición en general.
2. El Acreedor: Sólo debe tener capacidad de ejercicio y no facultad de
disposición, ya que él mismo no está disponiendo de la cosa
Se puede dar en prenda una cosa personalmente o mediando
representación legal o convencional, en ambos casos se deberá estar
facultado para ello.
Bienes Susceptibles de darse en Prenda: La cosa dada en prenda debe ser
comerciable. Recae sobre toda clase de bienes muebles, excepto las naves o
aeronaves de más de 50 toneladas de registro. Pueden ser bienes muebles por
naturaleza o anticipación, corporales o incorporales. En cuanto a los derechos
personales, en tal caso para la eficacia de la prenda es necesario que se
notifique al deudor cedido, prohibiéndole que lo pague en otras manos. Se
pueden dar en prenda los derechos reales muebles. Se puede dar en prenda
una cosa ajena, en este caso el verdadero dueño puede reclamarla, y
verificada la restitución el acreedor podrá pedir que se le otorgue otra prenda
de igual o mayor calidad, que se le de otra garantía adecuada, o estimar la
deuda como de plazo vencido, existiendo plazo pendiente para el pago.
Forma de Practicar la Entrega: La entrega debe ser real y no ficta. Ello por
razón de publicidad para que los terceros se enteren que existe sobre la cosa
un derecho real, y porque el Código Civil regula latamente los deberes de
cuidado y restitución del acreedor, cosa imposible frente a una entrega ficta.
Se ha fallado que puede entregarse la cosa dada en prenda a un tercero.

Efectos del Contrato:


- Derechos del Acreedor:
1. Derecho de Retención: Consiste en la facultad del acreedor para retener la
prenda (conservar la tenencia de la cosa empeñada) hasta el pago total de la

167
obligación. Esta situación no obsta a que el deudor pueda pedir el reemplazo
de una prenda por otra. Este derecho no lo habilita, en principio, a usar la cosa
no obstante puede usarla en los mismos términos del depositario, es decir,
requiere consentimiento del deudor. Si la prenda ha dado frutos , puede
imputarlos al pago de la deuda.
Por regla general, Satisfecho el crédito el acreedor debe restituir la
prenda, excepto, en el caso de la prenda tácita, caso en que la prenda se
prolonga más allá de la extinción de la obligación primitivamente caucionada.
Supone la existencia de otras obligaciones entre acreedor y d eudor, es un
caso de apariencia jurídica calificada, en la que se privilegia la existencia de
nuevos créditos, dándoseles el carácter de créditos garantizados mediante el
derecho real de prenda. Constituye un caso de prenda legal. No supone un
nuevo contrato de prenda, aquí la fuente y el modo de adquirir es la ley.
2. Derecho de Venta: Si la obligación principal del deudor no es cumplida,
puede el acreedor solicitar la realización de la prenda. El deudor no puede
pagarse con la cosa dada en prenda, una estipulación en este sentido es nula
absolutamente. Sin perjuicio de ello el acreedor puede concurrir como postor
en la subasta. El derecho de venta no excluye la garantía general del acreedor
sobre los bienes del deudor, ya que éste puede perseguir la obliga ción por
otros medios.
3. Derecho de Preferencia: Dice relación con la prelación de créditos. El
privilegio del acreedor prendario es especial porque él se hace efectivo en el
bien dado en prenda, pero no en el resto del patrimonio del deudor. Si parte
del crédito queda insoluto con el producto de su realización, el saldo queda
como crédito valista.
4. Derecho de Persecución: Deriva del carácter de derecho real de la prenda.
Tiene acción para perseguirla de manos de quien la tenga, incluso el deudor.
5. Derecho de Reembolso e Indemnización: Se le pagarán los gastos
necesarios de conservación y a la indemnización de perjuicios que le haya
acarreado la tenencia de la cosa.
- Obligaciones del Acreedor: No servirse de la cosa dada en
prenda, cuidar y conservar la cosa como un buen padre de familia,
restituir la cosa una vez satisfecho el crédito, con todos los aumentos
que haya recibido.

- Derechos del Deudor:


1. Derecho a que se le restituya la cosa: Satisfecho el crédito, puede exigir la
restitución de la cosa. Para estos efectos goza de la acción prendaria
(personal) y si es dueño de la cosa acción reivindicatoria -
2. Derecho a Gravar o Enajenar la cosa. Aquí no cabría la prenda tácita.
3. Derecho a concurrir a la subasta en que se licite la prenda .
4. Derecho a reclamar la restitución inmediata en caso de abuso ;
5. Derecho de sustituir la prenda;
6. Derecho a ser indemnizado por los deterioros a la cosa que provengan del
hecho o culpa del acreedor.
- Obligaciones del Deudor: En tanto contrato unilateral no genera
obligaciones para éste, pero puede quedar obligado a pagar los gastos y
perjuicios que de la tenencia de la cosa haya podido ocasionar al
acreedor, en cuyo caso deviene en bilateral (sinalagmático imperfecto).

168
Transferencia de la Prenda: Se verifica por la tradición del crédito ipso jure, a
través de la cesión del crédito prendario.
Extinción de la Prenda:
a. Por vía consecuencial: Lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Asó se
extinguirá por la prescripción de la obligación principal, el pago , etc.
b. Por vía directa: Se extingue la prenda, sin necesidad de extinción ni
modificación de la obligación principal, en los siguientes casos:
1.- Por destrucción completa de la cosa empeñada;
2.- Por confusión;
3.- Por la resolución del derecho del constituyente. Si el deudor pierde el
dominio de la cosa por el evento de una resolución se extingue la prenda, sin
perjuicio de los derechos del acreedor de buena fe (que no sabía que la cosa
estaba sujeta a condición) de exigir otra caución competente o el cumplimiento
de la obligación aun cuando exista plazo pendiente para el pago.
4.- Abuso de la prenda por parte del acreedor.

169
IV. LA RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL (DERECHO DE DAÑOS).

1. Generalidades:
Parte de la doctrina señala que esta noción, abarcaría todas aquellas
obligaciones que no fueren estrictamente contractuales, englobando aquí: los delitos y
cuasidelitos civiles, los cuasicontratos, la voluntad unilateral, las obligaciones legales
propiamente dichas, y la responsabilidad precontractual.
No obstante, se utiliza principalmente la voz “responsabilidad extracontractual”
sólo como comprensiva de la obligación de indemnizar el daño derivado de la comisión
de hechos ilícitos: delitos y cuasidelitos civiles.
Contemporáneamente, se habla de un Derecho de Daños; traspasando el eje
de interés desde el hecho ilícito a la reparación, poniendo un mayor énfasis en la
víctima. Con todo, la temática cobra verdadero interés, considerando que la reparación
es considerada no sólo una solución del conflicto civil, sino que también se erige como
una solución alternativa del conflicto penal (acuerdos reparatorios, suspensión
condicional del procedimiento del nuevo proceso penal).

La responsabilidad derivada de la comisión de hechos ilícitos, se encuentra


tratada en el Libro IV del Código Civil, título XXXV, artículos 2.314 a 2.334, bajo el
epígrafe “De los delitos y cuasidelitos”.

Art. 2.314: “El que ha cometido un delito o cuasidelito que ha inferido daño a
otro, es obligado a la indemnización; sin perjuicio de la pena que le impongan las leyes
por el delito o cuasidelito.”

2. Funciones de la Responsabilidad Extracontractual

a). Función de reparación: Ésta, sería la función primordial de la responsabilidad


extracontractual, vale decir, dejar a la víctima indemne, reparar o resarcir el daño y el
mal causado por la comisión del ilícito (indemnizar).

b). Función de garantía de la libertad de actuar: Esta función, tiene relación con la
afirmación que nadie tiene derecho a actuar si con ello perjudica a alguien; nadie debe
dañar a otro injustificadamente. El saber de antemano esta máxima, permitiría limitar a
priori, la libertad de actuación de los sujetos, y al mismo tiempo brindar garantía a los
demás ciudadanos que –a lo menos- su persona y sus bienes estarían resguardados
por el ordenamiento jurídico (aplicación del principio de certeza o seguridad jurídica).

c). Función preventiva: La tercera función, estaría vinculada con la anterior,


cumpliendo aquí la responsabilidad extracontractual un rol disuasivo tanto en el sentido
particular del que ya ha sufrido la condena civil por un actuar ilegítimo, como del resto
de los integrantes de la sociedad.

d). Función punitiva: Se refiere a considerar este tipo de responsabilidad, como una
pena en contra del autor del ilícito civil. Existen Sistemas, en donde se reconoce a la
responsabilidad extracontractual esta función punitiva en forma explícita y declarada. En
Chile, la función punitiva no sería esencial, pero sí coexistente con la reparatoria. Ahora
bien, no podemos perder de vista que la función punitiva en Chile, no está asociada
necesaria y directamente a la responsabilidad civil extracontractual propiamente dicha,
sino más bien lo estaría con la responsabilidad infraccional (como en el caso de los
accidentes de tránsito) o derechamente con la responsabilidad penal.

e). Función económico-institucional: Desde el punto de vista económico, un sistema


de responsabilidad eficiente, será el que pueda asignar los costos de los accidentes de
modo que contribuya a un mayor bienestar de la población, y reduzca su ocurrencia.

170
3. Fundamentos de la Responsabilidad Civil Extracontractual. Se distinguen dos
tendencias:
a). La teoría clásica o de la responsabilidad subjetiva; y
b). La teoría moderna o de la responsabilidad objetiva.

a). La teoría clásica o de la responsabilidad subjetiva: El fundamento de la


obligación de indemnizar para la teoría clásica, viene dada por la culpabilidad (dolo-
culpa) del agente causante del daño. Se la llama subjetiva porque la razón de existir de
la obligación de indemnizar es la actuación imputable de quien causa el daño.

El eje aquí es, la culpabilidad o imputabilidad (dolo-culpa), sobre este punto


pues, versará la actividad probatoria de la víctima.

En contra de esta posición, sus críticos argumentaron que es prácticamente


imposible probar un aspecto tan subjetivo como el dolo o la culpa, máxime en aquellos
casos en que las víctimas eran sujetos de escasos recursos y trabajadores de las
empresas de la centuria decimonónica. También se le criticó, el hecho que en realidad
en sede civil, poco importa si la acción fue o no culpable, lo importante es la reparación
del daño ocasionado.

b). La teoría moderna o de la responsabilidad objetiva: Producto de las críticas en


contra del fundamento anterior, y producto de la realidad social y económica, derivadas
de la Revolución Industrial nace la doctrina del riesgo o de la responsabilidad objetiva.
En ésta, no se atiende como en la anterior a la conducta dolosa o culpable del agente
causante del daño, sino que sólo al resultado material producido: el daño. La obligación
de indemnizar se funda en “la idea que toda persona que desarrolla una actividad, crea
un riesgo de daño a los demás”, si el riesgo se materializa dañando a otro, resulta
evidente que quien creó el riesgo deba indemnizar a la persona dañada,
independientemente si es o no culpable del accidente. A partir de esta base teórica, los
autores distinguieron actos normales y anormales, siendo estos últimos indemnizables.
Los accidentes del trabajo y los provocados por empresas del transporte
influyeron mayormente en el nacimiento de la responsabilidad por riesgo creado. Hoy
en día, la tendencia es regularlos en una disciplina autónoma cual sería el Derecho de
la Seguridad Social o bien el Derecho de los Seguros. A las empresas no les cabe otra
posibilidad que tomar los seguros obligatorios para proteger a sus trabajadores en caso
de accidentes del trabajo y/o enfermedades profesionales, otro tanto ocurre con los
seguros automotrices obligatorios, para los dueños de los vehículos motorizados.

El sistema seguido por el Código Civil es el de la responsabilidad subjetiva,


debido a su origen histórico.

Art. 2.329 inc. 1º: “Por regla general todo daño que pueda imputarse a malicia o
negligencia de otra persona, debe ser reparado por ésta.”

Sin perjuicio de lo anterior, el Código Civil establece un caso de responsabilidad


objetiva o sin culpa:

Art. 2.327: “El daño causado por un animal fiero, de que no se reporta utilidad para la
guarda o servicio de un predio, será siempre imputable al que lo tenga, y si alegare que
no le fue posible evitar el daño, no será oído.”

4. Requisitos de la Obligación de Indemnizar el Daño: Los requisitos de la


responsabilidad extracontractual, y por consiguiente, los requisitos para configurar la
obligación de indemnizar derivada de los delitos y cuasidelitos civiles, son los
siguientes:
A. La acción u omisión del agente; B. El dolo o culpa de éste (imputabilidad,
reprochabilidad); C. La capacidad del agente; D. La antijuridicidad; E. El daño; y F. La
relación de causalidad o nexo causal.

171
A. La acción u omisión del Agente: Para que exista responsabilidad extracontractual
es menester que se de un acto humano, es decir, un hecho voluntario del hombre. Este
acto humano puede consistir en un hacer o en un no hacer.
Se necesita que el agente causante del daño despliegue alguna actividad que
sea causante del daño que, en definitiva, se indemnizará. La omisión, se configura
cuando el deber general de cuidado prescribía al agente asumir una determinada
conducta y éste no la realizó. Esta posición en la que el agente debe actuar, es
conocida por la dogmática penal como la posición de garante. No es necesario que el
acto omisivo se de en el contexto de una conducta activa, basta con que el autor no
haya actuado, debiendo y pudiendo hacerlo sin grave menoscabo para su propia
persona.

Exclusión de Responsabilidad por Falta de Voluntad. Caso Fortuito o Fuerza Mayor

Se llama fuerza mayor o caso fortuito el imprevisto a que no es posible resistir,


como un naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los actos de autoridad
ejercidos por un funcionario público, etc.

Para configurarlo como un caso de exclusión de responsabilidad, el caso fortuito


o la fuerza mayor debe ser la única causa del daño y en él no debe contribuir la culpa
del agente.

B. El dolo o culpa del Agente: El acto humano desplegado y que ocasionó un daño,
ha de ser ejercido por el agente causante de éste con culpa o dolo.
Como ha señalado la doctrina, la distinción tradicional entre delitos y cuasidelitos
civiles, descansa justamente en la diferente actitud del agente: si actuó con dolo, su
acción constituye un delito civil; si actuó con culpa o negligencia, un cuasidelito civil.
El juicio de reproche (culpa o dolo), constituye el elemento subjetivo de los
requisitos de la responsabilidad civil extracontractual, en contraposición al anterior
(acción u omisión) que sería el aspecto objetivo de la responsabilidad.
En general, se ha dicho que en términos prácticos no habría diferencias entre un
delito y un cuasidelito civiles en relación a sus consecuencias. En efecto, en ambos
casos (dolo o culpa), lo relevante viene dado por la intensidad del daño y no por la
actuación del agente.
No obstante que en principio, la distinción dolo-culpa en materia de
responsabilidad extracontractual carece de relevancia para sus efectos (indemnización),
existen normas aplicables sólo al caso de delitos civiles (dolo), por cuanto sólo se exige
dolo y no culpa.

Art. 2.316 inc. 2: El que recibe provecho del dolo ajeno, sin ser cómplice en él, sólo es
obligado hasta concurrencia de lo que valga el provecho.”

Art. 2.119 inc. 2: Pero si este consejo se da maliciosamente, obliga a la indemnización


de perjuicios.”

o El Dolo: El dolo se encuentra definido en el inciso final del artículo 44, el cual
señala: El dolo consiste en la intención positiva de inferir injuria a la
persona o propiedad de otro.
Recordemos aquí, que justamente éste sería uno de los aspectos relevantes de
la tridimencionalidad del dolo en materia civil: dolo, vicio del consentimiento; dolo,
agravante de la responsabilidad contractual; y, dolo, elemento o requisito de la
responsabilidad extracontractual (elemento subjetivo), aplicable a los delitos civiles.
El dolo se aprecia in concreto según las circunstancias, ya que incluye un
elemento psicológico. Éste sería, la intención, el deseo de causar el daño, cuya prueba
corresponderá siempre al demandante, puesto que el dolo (al igual que la mala fe) no
se presume. Dadas las dificultades probatorias del dolo, basta la prueba de la culpa;
dejando los casos de delitos civiles (dolo) cuando concurrieren conjuntamente en un
mismo hecho con delitos penales.

172
o La Culpa: Llamada aquí aquiliana, es de mayor relevancia en materia civil
extracontractual que el dolo, y origina el cuasidelito civil.
El daño producido será más frecuentemente originado por un cuasidelito civil;
constituirá en términos prácticos la regla general.

El Código Civil no definió culpa tal como lo hizo con el dolo. Pero, en el artículo
44 efectuó la clásica distinción entre culpa: grave, leve y levísima. Esta graduación de la
culpa no se aplicaría en materia de responsabilidad extracontractual, pero ha permitido
que la doctrina a partir de éstas elabore un concepto de culpa.

La falta de diligencia o cuidado en la ejecución de un hecho.

a). Formas de apreciar la culpa: En doctrina, existen dos métodos para apreciar la
culpa, los cuales son:
Culpa en abstracto (objetiva); y
Culpa en concreto (subjetiva).

• En el método de apreciación de la culpa objetiva o en abstracto, se compara


la actitud del sujeto causante del daño, con la que hipotéticamente habría tenido
una persona prudente expuesta a la misma situación. En otras palabras, se
elabora teóricamente el comportamiento de un sujeto ideal y se determina luego,
cómo éste se habría comportado.

• Aplicando el método de apreciación subjetivo de la culpa o in concreto, se


procede analizando la situación particular del agente, sin compararlo con un
sujeto ideal.

Según don René Abeliuk nuestra legislación adopta el primer método, vale decir,
el de la culpa en abstracto, y el sujeto ideal de comparación sería el buen padre de
familia.

b). Graduación de la culpa: En la responsabilidad extracontractual, carece de sentido


la distinción del artículo 44 en relación a la culpa, toda vez que ella es propia de la
responsabilidad contractual, dado lo preceptuado en el artículo 1.547 inciso primero.

La culpa extracontractual, por más leve que sea (cumpliéndose los demás
requisitos), generará la obligación de indemnizar, no hay diferencia en cuanto a sus
efectos, entre el delito y el cuasidelito civil.

c). Prueba de la culpa: En materia contractual la culpa del deudor se presume, la culpa
en la responsabilidad extracontractual, no se presume y debe acreditarse por quien
demande la acción indemnizatoria.

Art. 1.698 inc. 1º: “Incumbe probar las obligaciones o su extinción al que alega aquéllas
o ésta.”

Como se trata de probar un hecho, la prueba en esta materia no tiene ninguna


restricción en relación a lo dispuesto en los artículos 1.708 y 1.709.

Como la prueba de la culpa, es uno de los puntos más difíciles desde la


perspectiva de la víctima del daño, el legislador ha tratado de aminorar su rigor
estableciendo presunciones de culpabilidad. Dichas presunciones pueden ser legales o
de Derecho.

C. La Capacidad del Agente: La capacidad en materia extracontractual, está sujeta a


reglas particulares que difieren a las generales, dadas a propósito de la capacidad de
ejercicio en los contratos.

173
Son capaces de ser agentes causantes de daño extracontractual, todos aquellos
que la ley no declare incapaces. En esta materia, no existe la distinción entre capacidad
absoluta o relativa.
Incapacidades Extracontractuales: De acuerdo al artículo 2.319, sólo
existen tres grupos de incapacidades. Los menores de siete años (los infantes);
los mayores de siete y menores de 16, que hubieren sido declarados
judicialmente sin discernimiento, y los dementes.
1) Los menores de siete años. Recuérdese aquí que, dentro de la categoría
impúberes, el Código Civil en su artículo 26 establece una subdistinción, llamando
infantes o niños a los menores de siete años. Pues bien, esta clasificación no es odiosa
ni ociosa, se justifica precisamente en el hecho de que estas personas son, a la luz del
artículo 2.319, incapaces de ser autores de delito o cuasidelito civil.

2) Los mayores de siete y menores de dieciséis años que hubieren sido


judicialmente declarados sin discernimiento. Es el juez, quien en forma casuística,
decidirá si estos menores son o no, capaces en esta materia. Quién decidirá, si actuó
con o sin discernimiento, será el juez que conozca de la demanda civil indemnizatoria,
el cual, por regla general, será el juez civil. No tiene competencia a este respecto el juez
de Familia.
Respecto al discernimiento civil, existen dos formas de comprenderlo. La
primera, como posibilidad del menor de representarse los riesgos o peligros de su
conducta. La segunda, como aptitud para juzgar si está o no incumpliendo un deber
jurídico de cuidado. La doctrina se inclina por la primera.

3) Los dementes. Para que la demencia sea causa de inimputabilidad, es menester


que sea actual, total y no imputable al sujeto.

i) Demencia actual: La enajenación o discapacidad mental debe ser una


situación permanente, importando que esté presente al momento de ejecución
del hecho. A diferencia de lo que ocurre en materia contractual, se admite que el
demente sea responsable si ha mediado algún intervalo lúcido. Así las cosas,
incluso la interdicción por demencia no impediría la responsabilidad si se prueba
que el demente obró en dicho intervalo lúcido.

ii) Demencia total: El sujeto debe estar absolutamente impedido de darse


cuenta del acto y sus consecuencias, el solo diagnóstico de la enfermedad
mental no basta.

iii) Demencia no imputable a la voluntad del sujeto (involuntaria): Este


requisito se explica, atendida la regulación legal del caso del ebrio. En efecto, la
enajenación mental ha de ser involuntaria, puesto que si el sujeto se auto
enajena ocasionalmente responderá por la imprudencia temeraria que dicha
acción encierra. Es por esta razón, que el artículo 2.318 se aplicaría por analogía
a los casos de locuras tóxicas, vale decir, aquellas privaciones de razón por el
uso y/o abuso de sustancias psicotrópicas.

¿Quién responde por los actos del incapaz?


Este tema, es tratado por la doctrina con el rótulo de responsabilidad del
guardián del incapaz. Frente a esta situación, cabe preguntarse quién responderá por el
hecho dañoso generado por el demente, los infantes, o el mayor de 7 y menor de 16
años declarado sin discernimiento.

Esta problemática la resuelve el propio inciso primero del artículo 2.319 al


señalar: “(...) pero serán responsables de los daños causados por ellos las personas a
cuyo cargo estén, si pudiere imputárseles negligencia.”

174
Se usa aquí el término guardián para designar a quién debe cuidar o vigilar al
incapaz. Es por ello que, este caso no puede catalogárselo como aquellos que la
doctrina denomina responsabilidad por el hecho ajeno, sino que aquí la responsabilidad
deriva del hecho propio, esto es, la negligencia o falta del debido cuidado en la
vigilancia del incapaz. Se enfatiza que no hay responsabilidad por el hecho ajeno, toda
vez que en tales casos, es menester que el autor sea plenamente capaz
extracontractualmente, en cambio en los supuestos del presente acápite, justamente,
se está hablando de daños producidos por un incapaz.
Así pues, la víctima en el juicio indemnizatorio, tendrá que probar la negligencia
del guardián. Esta responsabilidad es aplicable no sólo a los padres del incapaz, sino
que (como el Código no distingue) a cualquier persona que lo tenga a su cuidado.

Comprobada que sea su negligencia y condenado por sentencia firme, el


guardián no puede pedir reembolso de lo que tuvo que pagar. Lo anterior se deduce
aplicando contrario sensu el artículo 2.325, el cual sólo da derecho al que respondió por
el hecho ajeno, para ser indemnizado sobre los bienes del que era capaz del delito o
cuasidelito.

D. La antijuridicidad: La doctrina tradicional destaca como elemento relevante, la


existencia de un hecho dañoso y no su ilicitud, dándola por entendida o absorbida por el
elemento subjetivo (dolo-culpa).

La tendencia contemporánea, pone acento en el daño, y agrega que este es


antijurídico, salvo que concurra alguna causal de justificación. El aporte de la moderna
tendencia sería entonces, la incorporación de la antijuridicidad como un elemento más
de la responsabilidad extracontractual.
Así, la antijuridicidad se inserta en el ámbito del acto ilícito, y consiste en la
contradicción entre una determinada conducta y el ordenamiento jurídico.
La antijuridicidad se clasifica en formal y material. En el primer caso, la conducta
contradice una norma expresa del ordenamiento jurídico, y en el segundo, contraviene
el orden público, la moral y los principios generales del Derecho.

La antijuridicidad material exige la concurrencia de los requisitos generales de la


responsabilidad extracontractual: acto u omisión, imputabilidad (dolo-culpa), capacidad,
antijuridicidad, daño y relación causal.

La antijuridicidad formal, plantea un ilícito civil típico o cerrado, y la


responsabilidad extracontractual se satisface con la simple ejecución de la conducta
tipificada en la Ley. Sus elementos son: acción u omisión, capacidad, daño, conducta
descrita en la ley, y relación causal. La imputabilidad aquí se presume con la prueba
de la ejecución del hecho descrito en la Ley.

Causales de Justificación: Para la doctrina tradicional, algunas de las causas de


justificación, obedecen a los casos de ausencia de dolo o culpa. Las tendencias
actuales, señalan que las causas de justificación hacen desaparecer la antijuridicidad,
convirtiendo el acto en legítimo y ajustado a Derecho. Se han señalado como causas de
justificación, La legítima defensa; El estado de necesidad; Obrar en cumplimiento de un
deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, autoridad, oficio o cargo; Obrar
violentado por una fuerza irresistible o impulsado por un miedo insuperable. Ésta es
más bien una causal de exclusión de voluntariedad del hecho, mas no de su ilicitud; La
exceptio veritatis. La veracidad de la imputación constituye una vía que extingue la
responsabilidad civil, por hacer desaparecer la antijuridicidad.

La culpa de la víctima. Si el daño fue producido por algún sujeto, y el actuar de la


víctima fue la única causa que lo originó; el primero no tiene responsabilidad.
En cambio si existe concurso de culpas entre ambos, la apreciación del daño
está sujeta a reducción, si el que lo ha sufrido se expuso a él imprudentemente.”

175
Pactos de Irresponsabilidad. Se discute en doctrina su validez, sin embargo existe
consenso en que éstos quedarían absolutamente proscritos en los siguientes casos:

- Cuando la Ley expresamente señale su irrenunciabilidad, como en


materia laboral;
- En caso de dolo (y culpa grave);
- En caso de daño a las personas.

E. El daño: El daño es un requisito esencial en la responsabilidad extracontractual, y


ello es así porque la acción indemnizatoria respectiva va a nacer sólo si el hecho ilícito
causó daño.

Según la jurisprudencia, daño es todo detrimento o menoscabo que una persona


experimente, por culpa de otra, sea en su persona, en sus bienes, o cualquiera de sus
derechos extrapatrimoniales.

Para José Diez: Daño es toda lesión, menoscabo o detrimento a simples


intereses de la víctima.

Debemos destacar desde ya, que en esta materia se aplica el principio de la


reparación integral del daño producido.

Requisitos del Daño Indemnizable:

a). Debe originarlo una persona distinta del ofendido. Cuando el daño lo
genera la propia víctima, no procede la reparación, afirmación que parece obvia,
máxime que en la relación jurídica respectiva han de ser sujetos distintos el
demandante y demandado (víctima-victimario; acreedor-deudor).
b). Debe consistir en una turbación o molestia anormal. Se ha dicho, que
carecen de efectos jurídicos las simples molestias; por cuanto la vida en sociedad
implica ciertas limitaciones o molestias que es preciso soportar sin que pueda obtenerse
un resarcimiento por ellas.
c). Debe turbar, menoscabar o perjudicar una situación lícita.
d). Debe ser cierto. Sólo son reparables los daños ciertos, entendiendo por tales
los daños reales y efectivos. De esta suerte, se excluyen los daños meramente
eventuales o hipotéticos.
e). No debe estar ya reparado. No es posible exigir la reparación de un perjuicio
ya indemnizado. Con esta noción se evita el cúmulo de indemnizaciones. Aplicación
del principio de la proscripción del enriquecimiento sin causa. Lo anterior no es óbice,
para demandar los perjuicios no indemnizados, Vg. daños morales, daños en las cosas
en el caso que opere el seguro obligatorio en los accidentes de tránsito.

Tipos de Daños Indemnizables:

a). Daño emergente: Está constituido, por aquel empobrecimiento real y efectivo
padecido por quien pide que se le indemnice. Ejemplo: en el caso de destrucción de un
vehículo, su valor.

b). Lucro cesante: Hoy nadie pone en duda que el lucro cesante es un daño cierto, y
en muchas ocasiones muchísimo más grave que el daño emergente, y bastante más
cierto y cuantificable que el daño moral. El lucro cesante, ha sido definido como la
utilidad o provecho que se deja de obtener a causa del hecho dañoso.

c). Daño moral: Este tipo de daño es reparable por la vía extracontractual, sobre la
base del criterio que todo daño ha de ser indemnizado.

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Sujeto Activo de la Reparación: Se admiten como sujetos activos en la acción
indemnizatoria por daño moral, a la víctima directa; y en caso de muerte o lesión grave
de ésta: el cónyuge y parientes más cercanos, como lo son los padres, los hijos
(inclusos los póstumos) y los hermanos (también en algunas ocasiones en favor de los
abuelos); o el conveniente,

La Prueba del Daño: Aplicando las reglas generales, será la víctima, quien tenga que
desplegar la actividad probatoria para acreditar cada una de las tipologías de daño que
demande.

F. La Relación de Causalidad o Nexo Causal: El nexo causal es una exigencia


indispensable para configurar la obligación de indemnizar. Tanto es así, que aunque se
presuma en algunas ocasiones la culpa por parte del legislador, o aunque nos
encontremos frente a un caso de antijuridicidad formal o culpa infracción de ley o
reglamento, el nexo causal es insoslayable por quien pretenda establecer en juicio, la
reparación por daño extracontractual.
Se entiende por relación de causalidad que el hecho culpable debe ser la
causa necesaria y directa del daño.

Algunos fallos parecen fundar sus consideraciones en la idea de la conditio sine


qua non y en el mecanismo de la supresión mental hipotética, entendiendo que hay
vínculo causal cuando eliminada la acción negligente e imprudente y conjeturando una
conducta cuidadosa, no se habrían ocasionado las consecuencias dañosas.

Categorías De Responsabilidad Extracontractual:

Una vez configurados los requisitos anteriores, estaremos en presencia de


responsabilidad por el hecho propio. Sin embargo, la doctrina y las legislaciones, han
elaborado categorías especiales de responsabilidad sobre la base de presunciones de
responsabilidad. Nos referimos a la responsabilidad por el hecho ajeno y por el hecho
de las cosas.

➢ Responsabilidad por el Hecho Ajeno: La regla general es que se responde tan


sólo de los hechos propios y que por excepción, se responda de los hechos de
los otros.

a). Responsabilidad de los padres por los hechos de los hijos:


- El hijo, que fue victimario, debe ser menor de edad, pero no incapaz.
- El hijo menor, debe vivir en la misma casa que los padres.

Lo importante es tener presente que los padres deben estar al cuidado personal
del menor, cuidado personal que es limitado dentro los estándares jurídicos y los usos
normales (tuición, patria potestad). Existe, sin embargo, una presunción dada en el
artículo 2.321 respecto a este cuidado personal, que se refiere a los malos hábitos que
los padres han dejado adquirir a sus hijos.

“Los padres serán siempre responsables de los delitos o cuasidelitos cometidos


por sus hijos menores, y que conocidamente provengan de mala educación, o de los
hábitos viciosos que les han dejado adquirir.”

b). Responsabilidad de tutores y curadores (Art. 2.320 inc. 3º).


“Así el tutor o curador es responsable de la conducta del pupilo que vive bajo su
dependencia y cuidado.”

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Estos también son responsables del cuidado y conducta del pupilo que vive bajo
su dependencia (Art. 2320 inc. 3°). Asimismo, son responsables los directores de
colegio de los discípulos que estén bajo su cuidado, aún siendo mayores de edad (Art.
2320 inc. 4°).

c). Responsabilidad de los artesanos y empresarios del hecho de sus aprendices


y dependientes mientras estén bajo su cuidado (2320 inc. 5°).

“Así los jefes de colegios y escuelas responden del hecho de los discípulos,
mientras están bajo su cuidado; y los artesanos y empresarios del hecho de sus
aprendices o dependientes, en el mismo caso.
Pero cesará la obligación de esas personas si con la autoridad y el cuidado que
su respectiva calidad les confiere y prescribe, no hubieren podido impedir el hecho.”

d). Responsabilidad de los amos por la conducta de sus criados o sirvientes (art.
2.322).
“Los amos responderán de la conducta de sus criados o sirvientes, en el ejercicio
de sus respectivas funciones; y esto aunque el hecho de que se trate no se haya
ejecutado a su vista.
Pero no responderán de lo que hayan hecho sus criados o sirvientes en el
ejercicio de sus respectivas funciones, si se probare que las han ejercido de un modo
impropio que los amos no tenían medio de prever o impedir, empleando el cuidado
ordinario, y la autoridad competente. En este caso toda la responsabilidad recaerá
sobre dichos criados o sirvientes.”

➢ Responsabilidad por el Hecho de las Cosas: Este tipo de responsabilidad, en


el Código Civil, puede provenir de la ruina de un edificio, de una cosa que cae, o
de los animales.

a) Responsabilidad por la ruina de un edificio. El daño debe ser necesariamente


proveniente de un edificio; Debe surgir de su ruina; El dueño no tiene que haber
ejecutado las obras necesarias para prevenir el daño; Si hay pluralidad de dueños, la
indemnización se debe a prorrata del dominio, lo que importa una excepción al principio
de la solidaridad dado por el artículo 2.317.
Si el daño se le ha causado a un vecino, sólo puede invocar la responsabilidad si
ha notificado la denuncia de obra ruinosa.

b). Responsabilidad por la cosa que cae: En el segundo caso, hay responsabilidad
por la cosa que cae o es arrojada desde la parte superior de un edificio, Vg..: cuando
uno va pasando y cae un macetero. La responsabilidad es para todas las personas que
habiten la misma parte del edificio, con excepción de que pueda probar la parte exacta
de donde cayó la cosa. La responsabilidad que señala esta disposición es una
responsabilidad simplemente conjunta.

c). Responsabilidad por el hecho de los animales: Existen dos situaciones distintas:
- El daño de un animal que reporta guarda o utilidad para el servicio de un predio. El
dueño, es responsable de los daños que éste causa si se le ha soltado o extraviado,
salvo si esto ocurre sin su culpa.
- El daño de un animal que no reporta guarda o cuidado para el servicio de un predio.
Si hay un animal que no reporta utilidad para el servicio o guarda un predio, Vg.: un
león, una pantera, el dueño responde en todo caso, aún cuando se tenga al animal en
una jaula de hierro y se escapa por caso fortuito. Es un caso de responsabilidad
objetiva por provocar el riesgo.

Acción Indemnizatoria Civil: En primer término, es preciso referirse a la prescripción


de la acción indemnizatoria. Esta acción prescribe transcurridos que fueren cuatro
años desde el hecho ilícito.

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En relación a las vías para hacer efectiva esta responsabilidad, la regla general
la constituye el juicio indemnizatorio civil, en un procedimiento ordinario y de lato
conocimiento.

Sin embargo, puede suceder que la víctima, ya hubiere obtenido sentencia


favorable en un juicio infraccional (juzgado de policía local), o bien una sentencia penal
favorable a sus intereses. En estos casos, si no hubiere intentado antes su acción civil,
le queda abierta la posibilidad para demandar los perjuicios en sede civil, pero ahora, y
como ya se cuenta con una sentencia firme, en un juicio sumario. Lo mismo ocurrirá si
la causa penal, derivó en un procedimiento abreviado o se suspendió por cualquier
motivo.
También, le queda abierta la posibilidad a la víctima, de demandar civilmente los
perjuicios dentro del procedimiento infraccional o penal respectivo, conforme a las
normas que los gobiernan.

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