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TEMAS PARCIAL CONTRATOS MODERNOS

Unidades 1 a 7

Unidad 1:

TEORÍA GENERAL DEL CONTRATO

1. Metodología del Código Civil y Comercial. Categorías del tipo general. Contratos
discrecionales, por adhesión y de consumo.

2. Concepto clásico de contrato. Nueva concepción del contrato en la época actual. Definición
del Código Civil y Comercial.

3. Elementos esenciales del contrato: Capacidad, consentimiento, causa, objeto.

4. Clasificación de los contratos. Categorías tradicionales. Otros criterios clasificatorios.


Contratos atípicos: Su importancia en la actualidad. Contratos de consumo: características,
reglas aplicables.

5. Formación del contrato.

6. Forma y prueba de los contratos. Interpretación del contrato.

7. Extinción de los contratos.

Concepto del código civil y comercial: Art 957: Contrato es el acto jurídico mediante el cual dos
o más partes manifiestan su consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o
extinguir relaciones jurídicas patrimoniales.

La definición dada por el código civil y comercial hace hincapié en dos aspectos importantes:
por un lado el acuerdo de voluntades manifestado en el consentimiento que tiende a reglar
relaciones jurídicas con contenido patrimonial. Por el otro recepta, un contenido amplio del
contrato, desde que abarca no solo la creación de tal relacion jurídica, si no también las
diferentes vicisitudes que ella puede tener, tales como las modificaciones que las partes
puedan introducir con posterioridad a la celebración del contrato, la transferencia a terceros
de las obligaciones y derechos que nacen del contrato y hasta la extinción misma del contrato
por acuerdo de voluntades.

El contrato es un acto jurídico; el acto jurídico es un acto voluntario licito que tiene por fin
inmediato la adquisisción, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.

El contrato es entonces un acto jurídico, que tiene las siguientes características especificas: a-
es bilateral, b- es un acto entre vivos y c-tiene naturaleza patrimonial.

REGULACION DEL CONTRATO DISCRECIONAL, POR ADHESION Y DE CONSUMO:

El Código Civil y Comercial de la Nación elabora una teoría general, que comprende tres
categorías de contratos. El contrato discrecional que surge de la autonomía de la voluntad de
las partes contratantes, el contrato por adhesión a cláusulas predispuestas y el contrato de
consumo

Contrato discrecional o paritario: la forma clásica del contrato es aquella que supone una
deliberación y discusión de sus clausulas, hechas por personas que gozan de plena libertad

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para consentir o disentir. Es lo que se denomina contrato paritario y es el que el ccyc ha tenido
particularmente en mira , estructurando sobre el la parte general de los contratos.

Contrato por adhesión: (llamado también con clasulas generales predispuestas) es aquel en el
cual una de las partes fija todas las condiciones, mientras que la otra solo tiene la alternativa
de de rechazar o consentir. Es por ej el caso de contrato de transporte celebrado con una
empresa de servicio publico.

El ccyc regula este tipo de contrato al referirse a la formación del consentimiento, pero lo hace
dentro de las normas grales del contrato. Aca se define el contrato por adhesión, establece los
recaudos que deben cumplir las clausulas predispuestas a la que se debe adherir, incluye
normas referidas a la interpretación del contrato y establece las sanciones que corresponde
aplicar a las clausulas que sean abusivas.

Contrato de Consumo: Tiene por objeto la defensa de los consumidores o usuarios,


normalmente parte débil de la relación contractual. A partir de la reforma de 1994 de la CN
(art 42) comienza un proceso de ampliación de la noción de contrato de consumo, que ya
existía en la ley n°24240 de defensa al consumidor, hasta abarcar las llamadas relaciones de
consumo.

El ccyc define al contrato de consumo como el celebrado entre un consumidor o usuario final
con una persona humana o jurídica que actua profesional u ocasionalmente o con una
empresa productora de bienes o servicios, publica o privada que tenga por objeto la
adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por parte de los consumidores o usuarios para
su uso, privado, familiar o social. También define a la relación de consumo como el vinculo
jurídico entre un proveedor y un consumidor: lo que fácticamente excede el marco
contractual.

El código los regula en el libro tercero, titulo 3 dandole autonomía conceptual, desde que ha
sido separado de los contratos en gral, regulados en el mismo libro, pero en el titulo 2.

PUNTO 3:

OBJETO: Concepto: el objeto de los contratos es la presentación prometida por las partes, el
bien o el hecho sobre los que recae la obligación contraída

Como regla toda prestación puede ser objeto del contrato. El código ha establecido
expresamente cuales prestaciones NO pueden ser objeto del contrato. Ella son: el hecho
imposible o prohibido por la ley, o que sea contrario a la moral y al orden publico, o que sea
lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad de la persona humana. Tampoco puede serlo un
bien que por un motivo especial se haya prohibido que lo sea.

CAUSA: dispone el art 281: que la causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento
jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También integran la causa los motivos
exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma expresa o
tácitamente si son esenciales para ambas partes-

Como se puede apreciar, el código ha adherido a la concepción de la causa que se ha


denominado dualista. En efecto, por un lado afirma que la causa es el fin inmediato,
determinante de la voluntad de las partes y que esté autorizado por el ordenamiento jurídico.

Es entonces, la razón directa y concreta de la celebración del acto, cuya evidencia es tan nítida,
que la contraparte no puede ignorarla. Pero a esta función económica y social que el negocio

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es idóneo a realizar por si, es necesario añadir un sentido moralizador, y ello se logra
afirmando que integran la causa los motivos o fines mediatos y subjetivos, que hayan sido
exteriorizados siempre que sean licitos y estén incorporados al contrato de manera expresa o
implícita si son esenciales para ambas partes.

CAPACIDAD: En el contrato, la capacidad, es un presupuesto de validez del consentimiento,


anterior y extrínseca del sujeto, es decir, existe independientemente del contrato

Establece el ccyc que toda persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y
deberes jurídicos. Es lo que se denomina capacidad de derecho. A la par el código dispone que
toda persona humana puede ejercer por si misma sus derechos, excepto las limitaciones
expresamente previstas en dicho cuerpo legal y en una sentencia, es lo que se denomina
capacidad de ejercicio o de hecho. Existen por lo tanto dos tipos de capacidad: de derecho y de
ejercicio. Esta capacidad rige para todos los actos jurídicos, incluidos obviamente los contratos.

CAPACIDAD DE DERECHO: la capacidad de derecho importa la aptitud para ser titular de


derechos y deberes jurídicos, lo que implica la consiguiente facultad para adquirir derechos y
contraer obligaciones. Esta aptitud la tienen todos los sujetos.

CAPACIDAD DE EJERCICIO: o de hecho: es la aptitud que tiene la persona humana para ejercer
por si misma actos de la vida civil, para ejercer personalmente sus derechos.

Punto 4: clasificación de los contratos:

Artículos 966 a 970:

ARTÍCULO 966. Contratos unilaterales y bilaterales Los contratos son unilaterales cuando una
de las partes se obliga hacia la otra sin que ésta quede obligada. Son bilaterales cuando las
partes se obligan recíprocamente la una hacia la otra. Las normas de los contratos bilaterales
se aplican supletoriamente a los contratos plurilaterales

Se llaman contratos unilaterales: a aquellos en los que solo una de las partes resulta obligada
hacia la otra, sin que esta quede obligada, como ocurre por ej en la donación.

Bilaterales: son los contratos que engendran obligaciones reciprocas entre las partes.

Consecuencias de esta clasificación: - en los contratos bilaterales una de las partes no puede
exigir el cumplimiento de las obligaciones contraídas por la otra si ella misma no probara haber
cumplido las suyas u ofreciera cumplirlas, caso contrario, la demandada puede oponerse al
progreso de su acción fundada en el incumplimiento de la actora. En los contratos unilaterales
esta excepción no se concibe ya que una de las partes nada debe

-clausula resolutoria: solo funciona en los contratos bilaterales.

Contrato PLURILATERAL: en este: #las obligaciones no son correlativas para las partes, sino
que cada una adquiere derechos y obligaciones respecto de todas las demás,# el vicio del
consentimiento de uno de los contratantes afecta su adhesión pero no anula necesariamente
el contrato,# son de tracto sucesivo, #las obligaciones de las partes pueden ser de objeto
diferente que confluyen en un fin común, #admite el ingreso de nuevas partes o el retiro de
alguna de ellas,# el incumplimiento de una de las partes no acarrea inexorablemente la
resolución del contrato .

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ARTÍCULO 967CONTRATOS A TITULO ONEROSO Y A TITULO GRATUITO: Los contratos son a
título oneroso cuando las ventajas que procuran a una de las partes les son concedidas por una
prestación que ella ha hecho o se obliga a hacer a la otra. Son a título gratuito cuando
aseguran a uno o a otro de los contratantes alguna ventaja, independiente de toda prestación
a su cargo.

Los contratos a titulo oneroso son aquellos en los cuales las partes asumen obligaciones
reciprocas de modo que se promete una prestación para recibir otra (ej compraventa: cosa por
dinero)

Los contratos a titulo gratuito son aquellos en que una sola de las partes se ha obligado, en los
que una sola asegura a la otra una ventaja, con independencia de toda otra prestación a su
cargo. Ej donación, comodato, deposito.

Algunos autors admiten un 3er genero: los contratos neutros: donde el ejemplo corriente es la
fianza. Se trata de contratos que vienen a insertarse en otros, de tal modo que lo que sirve de
causa a las obligaciones contraídas por la parte beneficiada en la fianza no es la promesa del
fiador si no del otro contratante.

Importancia del encuadre de un contrato como oneroso o gratuito La caracterización de un


contrato como oneroso o como gratuito es relevante porque: a) La persona emancipada no
puede, ni con autorización judicial, hacer donación de bienes que hubiese recibido a título
gratuito (art. 28, inc. b, CCyC). y requiere autorización judicial para disponer de ellos (art. 29
CCyC).

b) En los contratos a título gratuito constituye error esencial el que recae sobre la persona, si
ella fue determinante para su celebración (art. 267, inc. e, CCyC)

c) Los actos a título gratuito se encuentran más expuestos a la acción por fraude prevista

en el art. 338 CCyC, pues para que proceda con relación a actos a título oneroso se

exige que quien contrató con el deudor haya conocido o debido conocer que el acto

provocaba o agravaba la insolvencia del otorgante (art. 339 CCyC).

d) La aplicación del instituto de la lesión (art. 332 CCyC) exige realizar una evaluación

concreta sobre la onerosidad de las contraprestaciones en juego, pues para su procedencia se


requiere la existencia de una notoria desproporción (factor objetivo), verificable al tiempo del
otorgamiento del acto y subsistente al de la demanda; la que debe

concurrir con el elemento subjetivo, imprescindible para la procedencia del instituto

en un caso concreto.

e) El transmitente a título oneroso está obligado al saneamiento (art. 1033 CCyC), que

garantiza por evicción y por vicios ocultos (art. 1034 CCyC). El adquirente a título

gratuito puede, empero, ejercer en su provecho las acciones de responsabilidad por

saneamiento correspondientes a sus antecesores (art. 1035 CCyC).

f) Suele haber mayores recaudos formales para el otorgamiento de actos a título gratuito; por
ejemplo, deben ser hechas en escritura pública, bajo pena de nulidad, las

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donaciones de cosas inmuebles y las de cosas muebles registrables (art. 1552 CCyC).

g) La imprevisión (art. 1091 CCyC) resulta aplicable a los vínculos contractuales con
componente de onerosidad, el que puede verificarse, por ejemplo, en el caso de una donación
con cargo, cuando la excesiva onerosidad incide en la posibilidad de cumplimiento del
estipulado (art. 1564 CCyC).

h) La frustración de la finalidad (art. 1090 CCyC), definitiva o temporánea tiene a los

contratos a título oneroso como su principal territorio de aplicación.

i) Quien resulta sub-adquirente de buena fe y a título oneroso de un derecho real sobre

una cosa mueble, goza de protección frente a la acción reivindicatoria (art. 2260 CCyC).

j) Resultan válidos los actos de disposición a título oneroso realizados por el heredero

aparente a favor de terceros que ignoraban la existencia de herederos de mejor o igual

derecho que aquel con quien contratan, o que los derechos de este se encontraban

judicialmente controvertidos (art. 2315 CCyC).

ART 968: CONTRATOS CONMUTATIVOS Y ALEATORIOS: Los contratos a título oneroso son
conmutativos cuando las ventajas para todos los contratantes son ciertas. Son aleatorios,
cuando las ventajas o las pérdidas, para uno de ellos o para todos, dependen de un
acontecimiento incierto.

Son contratos conmutativos aquellos en los cuales las obligaciones mutuas están determinadas
de una manera precisa, de alguna manera, estas contraprestaciones se suponen equivalentes
desde el punto de vista económico.

Son aleatorios: los contratos en que las ventajas o las perdidas para al menos de una de las
partes, dependen de un acontecimiento incierto. Tal es el caso por ej de una renta vitalicia, en
el cual una de las partes entrega un capital a cambio de una renta que durará mientras viva la
persona cuya vida se ha tenido en cuenta. El alcance económico de la promesa hecha por el
deudor es impreciso, depende de la duración de la vida contemplada.

Los contratos conmutativos y aleatorios son una subespecie de los onerosos.

IMPORTANCIA: en principio solo los contratos conmutativos están sujetos a resolución o


reducción de las prestaciones excesivas por causa de lesión,. En los aleatorios, las partes
asumen deliberadamente el riesgo de que el contrato pueda resultar desventajoso,
especulando en la posibilidad contraria. Por excepción puede admitirse la aplicación de la
lesión también a los contratos aleatorios, cuando las diferncias de las contraprestaciones sea
de tal carácter que ni el alea mismo pueda justificarla.

Tampoco es aplicable a estos contratos, en principio, la teoría de la imprevisión, cuando el


desequilibrio ha resultado del alea normal del contrato.

ART 969: CONTRATOS FORMALES Y NO FORMALES: Los contratos para los cuales la ley exige
una forma para su validez, son nulos si la solemnidad no ha sido satisfecha. Cuando la forma

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requerida para los contratos, lo es sólo para que éstos produzcan sus efectos propios, sin
sanción de nulidad, no quedan concluidos como tales mientras no se ha otorgado el
instrumento previsto, pero valen como contratos en los que las partes se obligaron a cumplir
con la expresada formalidad. Cuando la ley o las partes no imponen una forma determinada,
ésta debe constituir sólo un medio de prueba de la celebración del contrato.

se llaman contratos no formales, aquellos cuya validez no depende de la observancia de una


forma establecida en la ley, basta el acuerdo de voluntades, cualquiera sea su expresión,
escrita, verbal y aun tacita. Son FORMALES: los contratos cuya validez depende de la
observancia de la forma establecida por la ley.

La formalidad exigida para la celebración del contrato rige también básicamente para las
modificaciones que luego le sean introducidas, salvo disposición legal en contrario o que se
trate de una modificación referida a un aspecto claramente accesorio (art. 1016 CCyC). Según
la finalidad perseguida por la exigencia formal, los contratos pueden ser clasificados como
sujetos a:

a) Formas absolutas. Son las que acarrean la ineficacia absoluta del acto en caso de
inobservancia (art. 285, última parte CCyC). Si no se cumple la forma impuesta, el acto se ve
privado de todo efecto, resultando absolutamente ineficaz. En el Código son contratos sujetos
a formas absolutas las donaciones de inmuebles, de muebles registrables y de prestaciones
periódicas o vitalicias (art. 1552 CCyC).

b) Formas relativas. Decimos que los contratos están sujetos a una formalidad relativa cuando
el cumplimiento de la formalidad no es exigido bajo sanción de nulidad; si bien no quedan
concluidos hasta que no se de cumplimiento a la solemnidad prevista, valen como contratos en
los que las partes se obligan a cumplir la formalidad pendiente (art. 285 CCyC). Esta categoría
comprende los contratos mencionados en el art. 1017 CCyC, que abarca: i) los que tienen por
objeto la adquisición, modificación o extinción de derechos reales sobre inmuebles cuando la
transmisión no se opera por subasta judicial o administrativa; ii) los que tienen por objeto
derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles; iii) los actos accesorios de contratos otorgados
en escritura pública; y iv) los demás contratos que, por acuerdo de partes o disposición de la
ley, deben ser otorgados en escritura pública y no correspondan a la categoría formal absoluta

En tales supuestos, aun cuando el acto no se hubiera celebrado con la forma legalmente
exigida, el otorgamiento del instrumento previsto constituye una obligación de hacer, que
puede ser suplida por el juez en representación de quien evidencia una actitud remisa al
cumplimiento de la obligación; ello, en tanto se encuentren cumplidas las contraprestaciones o
asegurado su cumplimiento (art. 1018 CCyC), lo que posibilita la conversión formal del acto,
permitiendo que alcance plenitud en sus efectos

c) Formas dispuestas con fines probatorios. El legislador también establece formas en


previsión de necesidades probatorias; en cuyo caso, la inobservancia del recaudo formal no
afecta al contrato ni a su existencia, que podrá ser acreditada por otros medios,

ARTÍCULO 970. Contratos nominados e innominados Los contratos son nominados e


innominados según que la ley los regule especialmente o no. Los contratos innominados están
regidos, en el siguiente orden, por: a) la voluntad de las partes; b) las normas generales sobre
contratos y obligaciones; c) los usos y prácticas del lugar de celebración; d) las disposiciones
correspondientes a los contratos nominados afines que son compatibles y se adecuan a su
finalidad.

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Entonces son contratos nominados los que están previstos y regulados especialmente en la
ley. Su regulación legal, salvo disposiciones excepcionales, solo tiene carácter supletorio, las
partes tienen libertad para prescindir de la solución legal y regular de una manera distinta las
relaciones. Por lo tanto el propósito del legislador no es sustituir la voluntad de las partes por
la ley, simplemente desea evitar conflictos, para el caso de que las partes no hayan previsto
cierto evento.

Los contratos innominados no están legislados y resultan de la libre creación de las partes.

La importancia de la distinción reside hoy en que si el acuerdo celebrado entre las partes
configura una de las variedades previstas en la ley, puede aplicarse el conjunto de normas que
lo regulan; en tanto que no hay leyes supletorias para los contratos atípicos.

Reglas aplicables a los contratos innominados: el código dispone que deben regirse en el
siguiente orden: i) la voluntad de las partes ii) las normas grales sobre contratos y obligaciones,
iii)los usos y practicas del lugar de celebración del contrato y iv) las disposiciones
correspondientes a los contratos nominados afines que sean compatibles y se adecuen a su
finalidad. Cabe señalar que cuando la norma se refiere a la voluntad de las partes, se abarca
tanto la voluntad expresa como la tacita de los contratantes.

Si se trata de una unión de contratos se aplicaran las reglas relaticas a cada uno de los
contratos unidos. En los contratos mixtos, el juez debe, sobre todo, atender a una sana
composición de los intereses legitimos de las partes.

En el caso de los contratos que están vinculados entre si, estos se deben interpretar los unos
por medio de los otros y atribuirles el sentido apropiado al conjunto de la operación.

CONTRATOS de cumplimiento inmediato, diferido sucesivo o periódico. El contrato de larga


duración:

Con respecto al momento del cumplimiento, los contratos pueden clasificarse de la siguiente
manera:

a- De ejecución inmediata: las partes cumplen con todo sus derechos y obligaciones en el
momento del mismo contrato

b- De ejecución diferida: las partes postergan el cumplimiento de sus obligaciones para


un momento o varios momentos ulteriores, asi ocurre en la venta hecha con condición
suspensiva, o cuyo pago se pacta en varias cuotas, las que comienzan a vencer al cabo
de cierto tiempo pactado.

c- De ejecución instantánea: las partes cumplen sus obligaciones en un solo instante,


momento este que puede ser: el de la celebración del contrato, o posterior a el.

d- De ejecución continuada, o periódica o de tracto sucesivo: las relaciones entre las


partes se desenvuelven a trave de un periodo mas o menos prolongado, tal el contrato
de prestación de servicios, la locación, la sociedad, etc.

Contratos de LARGA DURACION: el art 11011 establece que los contratos de larga duración el
tiempo es esencial para el cumplimiento del objeto, de modo que se produzcan los efectos
queridos por las parte o se satisfaga la necesidad que las indujo a contratar.

Por tal motivo las partes deben ejercitar sus derechos conforme con un deber de colaboración,
respetando la reciprocidad de las obligaciones del contrato, considerada en relación a la

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duración total. La parte que decide la rescisión debe dar a la otra la oportunidad razonable de
negociar de buena fe, sin incurrir en ejercicio abusivo de los derechos.

La norma apunta a la importancia que tiene el factor tiempo en los contratos de larga
duración, lo que pone de manifiesto las dificultades que se ciñen sobre los contratos cuando se
los pretende inmodificables, quedando obligadas las partes inexcusablemente en los términos
convenidos.

Esta claro que estos contratos no permiten situaciones cristalizadas. Se hace necesario admitir
un proceso de permanente renegociación y colaboración respetando la reciprocidad de las
obligaciones contractuales, para alcanzar la finalidad perseguida dentro de un marco d justicia
contractual

OTRAS CLASIFICACIONES USUALES:

-Contratos Principales y Accesorios: hay entre ellos una relación de subordinación: uno de ellos
es principal: es decir que puede existir por si solo, y el otro es accesorio: y su existencia no se
concibe sin el principal: de tal modo de que si este fuera nulo o quedara rescindido o resuelto,
también quedara privado de efectos el accesorio. El ejemplo típico de contrato accesorio es el
de fianza.

-Contratos de Cambio y de Asociacion: en los primeros una de las partes da o hace algo, para
recibir del contratante otra cosa o servicio por ej la compraventa, la permuta, la locación. En
estos contratos hay intereses contrapuestos. En los contratos de asociación en cambio no hay
intereses contrapuestos, sino por el contrario coincidentes. Ejemplo típico: la sociedad.

CONTRATOS SEGÚN SU FUNCION ECONOMICA Y SOCIAl: hay contratos que tienen una función
de crédito. Son los contratos de préstamo, sean estos de consumo o de uso. El contrato de
mutuo es un préstamo de consumo: quien recibe el préstamo, no esta obligado a devolver la
misma cosa, sin otra de igual calidad y especie. Es el caso del préstamo de dinero. En cambio el
contrato de uso, como es el de comodato, lo que se presta es una cosa cierta y determinada
que obliga a quien la recibe a devolver esa misma cosa.

Hay contratos que tienen una función de garantía, esto es, tienen como fin asegurar el
cumplimiento de una obligación. Es el caso del contrato de fianza.

Contratos que tienen una función de custodia o cuidado: ej el contrato de deposito.

Y contratos que tienen una función de previsión: en efecto frente a daños que pueden llegar a
producirse, se busca protección recurriendo por ej: al contrato de seguro.

LOS CONTRATOS CONEXOS: en este caso se advierte que existe una pluralidad de contratos
donde se conserva la individualidad del negocio, pero en los cuales las vicisitudes de uno de
ellos, puede repercutir en el otro u otros.

Contratos de larga duración:

La irrupción de los contratos de larga duración ha permitido advertir que, en muchos casos, el
contrato no es un acto aislado sino que configuran un verdadero proceso. En este punto, es
necesario insistir en la importancia de estar dispuestos a una continua renegociación, en
donde se contemplan no solo las posibles y muchas veces abruptas variaciones de precios sino
también las innovaciones tecnológicas y los nuevos requerimientos de la comunidad.

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El art 1011 establece: que en los contratos de larga duración el tiempo es esencial para el
cumplimiento del objeto, de modo que se produzcan los efectos queridos por las partes o se
satisfaga la necesidad que las indujo a contratar. Las partes deben ejercitar sus derechos
conforme con un deber de colaboración, respetando la reciprocidad de las obligaciones del
contrato, considerada en relación a la duración total. La parte que decide la rescisión debe dar
a la otra la oportunidad razonable de renegociar de buena fe, sin incurrir en ejercicio abusivo
de los derechos.

Se hace necesario admitir un proceso de permanente reorgaizacion y de colaboración,


respetado la reciprocidad de las obligaciones contractuales, para alcanzar la finalidad
perseguida dentro de un marco de justicia contractual. Para ello será necesario atender a la
calidad y eficicencia de la prestaciones prometidas, la competividad de la economía, las
inversiones, etc.

De allí la importancia de la norma legal en cuanto impide extinguir sin mas el contrato ante el
incumplimiento, si es de larga duración, debiendo otorgar a la otra parte la oportunidad de
renegociar de buena fe la pautas contractuales, para no incurrir en un ejercicio abusivo de los
derechos.

SUBCONTRATOS: SUBCONTRATOSARTICULO 1069.- De*nición. El subcontrato es un nuevo


contrato mediante el cual el subcontratante crea afavor del subcontratado una nueva posición
contractual derivada de la que aquél +ene en el contrato principal

.ARTICULO 1070.- Disposición general. En los contratos con prestaciones pendientes éstas
pueden ser subcontratadas, en el todo o en parte, a menos que se trate de obligaciones que
requieren prestaciones personales

Formación del contrato: Los elementos del contrato se pueden clasificar en esenciales,
naturales y accidentales. Dentro de los esenciales están el consentimiento, objeto, causa,
oferta, aceptación, capacidad.

La capacidad es un presupuesto de validez del consentimiento. Para que un acto jurídico sea
válido, debe ser efectuado con intención, libertad y discernimiento y además trascender de la
esfera interna del sujeto y manifestarse en el exterior, ya sea de forma expresa- de forma oral,
escrita, por signos inequívocos o mediante la ejecución de un hecho material- o tacita- cuando
resulta de actos que permiten conocer la voluntad con certidumbre, y siempre que la ley no
exija una manifestación expresa- y en ciertos casos inclusive el silencio (opuesto a un acto o
interrogación cuando existe un deber de expedirse).

Para arribar al consentimiento existen dos caminos:

- De manera instantánea

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- De manera progresiva, mediante un inter-contractus, que son las charlas o tratativas
que pueden o no arribar en un contrato.

El art. 971: “Formacion del consentimiento. Los contratos se concluyen con la recepción de la
aceptación de una oferta o por una conducta de las partes que sea suficiente para demostrar
la existencia de un acuerdo.”

Consentimiento: es el acuerdo de voluntades que surge de un entrelazamiento entre la oferta


y la aceptación y que tiene aptitud para producir efectos jurídicos.

¿Cómo se consigue este consentimiento? Puede ser de forma instantánea o de forma


progresiva: que va a contar el intervalo de tiempo desde que las partes so ponen en contacto y
concluyen por el acuerdo.

Las voluntades deben exteriorizarse, y esto puede ser en forma expresa o tacita.

EL SILENCIO: el silencio no vale ni como si ni como un no. Hay ausencia de la manifestación de


la voluntad-

El deber de expedirse esta establecido en la ley.

OFERTA: oferta es una proposición unilateral que una de las partes dirige a otra para celebrar
un contrato. Es la manifestación dirigida a persona determianda o determinable con la
intención de obligarse y con las precisiones necesarias para establecer los efectos que debe
producir de ser aceptada. No es un acto preparatorio del contrato, sino una de las
declaraciones contractuales. Asi pues, solo hay oferta cuando el contrato puede quedar
cerrado con la sola aceptación de la otra parte, sin necesidad de una nueva manifestación del
que hizo la primera proposición.

La aceptación de la oferta consuma el acuerdo de voluntades. Para que se produzca su efecto


propio (la conclusión del contrato) es preciso que a) que sea lisa y llana, es decir, que no este
condicionada ni contenga modificaciones de la oferta b) que sea oportuna, no lo será si ha
vencido ya el plazo de la oferta, que puede ser expreso o resultar de los usos y costumbres o
de un tiempo que pueda considerarse razonable para recibir la respuesta.

La aceptación debe referirse a todos los puntos de la propuesta, basta el desacuerdo con uno
solo de ellos, aunque sea secundario, para que el contrato quede frustrado.

Hay aceptación cuando existe una declaración o acto del destinatario que revele la
conformidad con la oferta. Incluso el silencio, si bien como regla no puede ser tenido como
una aceptación, si lo será si existe el deber de expedirse el que puede resultar de la voluntad
de las partes, por que así lo han pactado, de los usos o de las prácticas que las partes hayan
establecido entre ellas o de una relación entre el silencio actual y las declaraciones
precedentes.

La aceptación perfecciona el contrato pero debe diferenciarse según se trate de un contrato


entre presentes o ausentes. En el primer caso, la aceptación perfecciona el contrato cuando
ella es manifestada; en el segundo caso la aceptación perfecciona el contrato cuando es
recibida por el proponente, siempre que ello ocurra dentro del tiempo de vigencia de la oferta.

CONTRATOS ENTRE PRESENTES Y AUSENTES: ¿Cuándo debe reputarse concluido el acuerdo


de voluntades en los contratos entre ausentes? La cuestión ha dado origen a distintos sistemas
sostenidos en la doctrina y la legislación comparada:

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a) Según el sistema de la declaración el contrato queda concluido en el momento en que
el aceptante ha manifestado de alguna manera su voluntad de aceptar, aunque esa
declaración no haya sido remitida al oferente

b) Según el sistema de la expedición, es preciso que la declaración de aceptación haya


sido remitida al oferente.

c) Según el sistema de la recepción seria necesario que el oferente haya recibido la


aceptación.

d) Según el sistema de la información, no basta que el oferente haya recibido la


aceptación, sino que es necesario que haya tomado conocimiento de ella.

Sistema del código civil: el art 983: dispone que la manifestación de voluntad de una de las
partes (sea la oferta sea la aceptación) es recibida por la otra parte, cuando esta ultima la
conoce o debió conocerla, tratase de comunicación verbal, de recepción en su domicilio de un
instrumento pertinente o de otro modo útil.

Si bien se habla de conocimiento de la manifestación de la voluntad, lo que podría dar a


entender que estamos ante una aplicación de la teoría de la información, la ley presume tal
conocimiento cuando el receptor de tal manifestación debió conocerla. Y ello sólo puede
ocurrir a partir del momento en que la recibió. Basta entonces la recepción para que se tenga
por conocida la manifestación de la voluntad.

FORMA Y PRUEBA DE LOS CONTRATOS:

Libertad de formas: Sólo son formales los contratos a los cuales la ley les impone una forma
determinada.

Modificaciones al contrato: La formalidad exigida para la celebración de contrato rige también


para las modificaciones ulteriores que le sean introducidas, excepto que ellas versen
solamente sobre estipulaciones accesorias o secundarias, o que exista disposición legal en
contrario.

DISTINTAS CLASES DE FORMA:

Los contratos formales son aquellos cuya validez depende de la observancia de la forma
establecida por la ley. Dentro de la categoría de contratos formales hay que diferenciar los
contratos cuya forma es requerida a los fines probatorios de aquellos otros en los cuales la
finalidad tiene carácter constitutivo o solemne. Incluso, las formas solemnes se dividen en
absolutas y relativas.

El incumplimiento de la forma solemne absoluta trae aparejado la nulidad del acto celebrado.
La forma solemne absoluta es esencial a la validez del acto, pues su omisión lo priva de todos
sus efectos, por más que el consentimiento se pruebe inequívocamente. Por ejemplo la
donación de un inmueble que debe hacerse por escritura publica.

El incumplimiento de la forma solemne relativa, no acarreará la nulidad del acto sino que
permitirá exigir el cumplimiento de la forma establecida por la ley. La omisión de la forma
solemne relativa impide considerar concluido el contrato celebrado pero valdrá como un
contrato por el cual las partes se obligan a cumplir con la formalidad establecida. Provoca el
nacimiento de la obligación de cumplir con la forma legal y el derecho a exigirla judicialmente.

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Finalmente cuando se trata de una forma probatoria, ella solo tiene importancia a los efectos
de la prueba del acto jurídico.

La forma probatoria vigente admite la existencia del contrato, si hay principio de ejecución o
principio de prueba instrumental, aunque no exista el instrumento contractual

LA FORMA COMO RECAUDO DE PUBLICIDAD: En este sentido tienen particular importancia los
registros en los que se asienta no solo quien es el titular del dominio, sino también, cual es el
estado de este, si existen gravámenes, embargos, inhibiciones, etc. Los registros son así el gran
medio de publicidad moderno, pero no son el único. La inscripción en los registros tiene el
siguiente efecto: el acto es oponible a terceros. El contrato no registrado tiene plena vigencia
entre las partes pero no es oponible a 3ros. Pero hay veces que la ley impone la forma como
un requisito esencial de validez, no ya tan sólo respecto de terceros, sino respecto de las
mismas partes: mientras el acto no se ha registrado se lo tiene por no existente. En este caso la
registración del acto tiene valor constitutivo, tal como ocurre con el contrato de compraventa
de automotores.

FORMA PACTADA: la forma de los contratos puede resultar de la ley o de la voluntad de las
partes. Las partes están facultadas para convenir formas más exigentes que las establecidas
por la propia ley.

FORMA EN LAS MODIFICACIONES CONTRACTUALES: si el contrato debe ser celebrado


respetando una forma determinada, las posteriores modificaciones que las partes convengan
deben ser hechas con la misma formalidad. Excepto: si las modificaciones versan sobre
estipulaciones accesorias o secundarias y si existe un disposición legal que expresamente
admita que no se cumpla en la modificación con la formalidad fijada para el contrato original.

CONTRATOS QUE DEBEN CELEBRARSE EN ESCRITURA PUBLICA: Según el art 1017 deben
celebrarse por escritura publica: a) los contratos que tienen por objeto la adquisición,
modificación o extinción de derechos reales sobre inmuebles. Quedan exceptuados los casos
en que el acto es realizado mediante subasta proveniente de ejecución judicial o
administrativa;

b) los contratos que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles;

c) todos los actos que sean accesorios de otros contratos otorgados en escritura pública;

d) los demás contratos que, por acuerdo de partes o disposición de la ley, deben ser otorgados
en escritura pública.

Omisión de la escritura publica: efectos: cuando la escritura publica sea exigida como una
solemnidad relativa, mientras no esté suscripta, las partes que han celebrado un contrato por
instrumento privado no pueden reclamarse el cumplimiento de las obligaciones derivadas del
contrato definitivo, pero pueden exigir el otorgamiento de la escrituración, cumplido lo cual el
contrato producirá todos sus efectos.

Si una de las partes se niega a escriturar la otra podrá iniciar la llamada demanda por
escrituración. Si a pesar de exigirse judicialmente el cumplimiento de la obligación asumida, la
parte condenada a otorgarlo es remisa, el juez lo hará en su representación, siempre que las
contraprestaciones estén cumplidas, o sea asegurado su cumplimiento.

Art 1018: Otorgamiento pendiente del instrumento El otorgamiento pendiente de un


instrumento previsto constituye una obligación de hacer si el futuro contrato no requiere una

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forma bajo sanción de nulidad. Si la parte condenada a otorgarlo es remisa, el juez lo hace en
su representación, siempre que las contraprestaciones estén cumplidas, o sea asegurado su
cumplimiento.

Punto 5: La prueba de los contratos IMPORTANTE. PREGUNTA EXAMEN: medios. Facultades de


a nación y de las provincias en materia de prueba. Sistemas de prueba. Disposiciones sobre
prueba en el ccyc. Prueba de los contratos formales. Principio general y excepciones.

La prueba se vincula con los medios de demostrar la existencia del contrato, cualquiera que
haya sido su forma. La vinculación entre prueba y forma es muy estrecha y deriva sobre todo
de la circunstancia de que las formas en el derecho moderno están principalmente instituidas
con el objeto de facilitar la prueba, sea a las partes, sea a terceros.

Hay dos sistemas probatorios: el de la prueba legal y el de la libre convicción. Según el


primero, sólo puede admitirse como prueba suficiente la que indica la ley; de acuerdo con el
segundo, el juez puede admitir todo género de pruebas y tendrá como suficientes aquellas que
según su ciencia y conciencia sean suficientes para tener por acreditados los hechos. En el
derecho moderno, el sistema imperante es el de la libre convicción, las limitaciones al libre
arbitrio judicial para la apreciación de la prueba tienen carácter excepcional.

Medios de prueba: los contratos pueden ser probados por todos los medios aptos para llegar a
una razonable convicción según las reglas de la sana critica, y con arreglo a lo que disponen las
leyes procesales, excepto disposición legal que establezca un medio especial. Art 1019

Los contratos que sea de uso instrumentar, no pueden ser probados exclusivamente por
testigos.

Según lo establecido en el art. 1019 CCyC, los contratos pueden ser probados por todos los
medios aptos para alcanzar una razonable convicción según las reglas de la sana crítica y con
sujeción a lo que disponen las leyes procesales. Dado que el dictado de las normas procesales
es potestad propia de cada provincia o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por tratarse
de materia no delegada en el gobierno federal, la regulación específica de la cuestión relativa a
cómo se producirá la prueba queda sujeta a la regulación local, aun cuando es claro que, en
razón del principio establecido en el art. 31 CN, la norma de derecho común da una amplitud
que, en modo alguno, puede ser limitada por la local, más allá de los supuestos de excepción
que la propia ley sustantiva enuncia.

FACULTADES DE LA NACION Y DE LAS PROVINCIAS EN MATERIA DE PRUEBA: Conforme con el


art 75 inciso 12 de la CN, corresponde al congreso nacional dictar los códigos de fondo, en
cambio los códigos procesales son atribución de las provincias.

Todo lo relativo a la admisibilidad de un medio de prueba y a su eficacia probatoria es materia


propia del ccyc porque se vincula con el reconocimiento de los derechos sustantivos, en
cambio la forma de producción de la prueba es materia propia de los códigos locales.

- SISTEMAS DE PRUEBA: VIMOS QUE ERAN DOS: El de la prueba legal: solo admite como
prueba aquellas que admite la ley

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- El de libre convicción: el juez puede admitir todo tipo de prueba y tendrá como suficientes
aquellas que según su ciencia y consciencia, sean suficientes para tener por acreditados los
hechos. Este sistema es el que impera en el derecho moderno

CARGA DE LA PRUEBA: incumbe a quien alega el hecho en el cual se funda su acción o su


excepcion

DISPOSICIONES SOBRE PRUEBA EN EL CODIGO: ARTÍCULO 1019. Medios de prueba Los


contratos pueden ser probados por todos los medios aptos para llegar a una razonable
convicción según las reglas de la sana crítica, y con arreglo a lo que disponen las leyes
procesales, excepto disposición legal que establezca un medio especial. Los contratos que sea
de uso instrumentar no pueden ser probados exclusivamente por testigos.

EN GENERAL, los contratos pueden probarse:

a- Por instrumentos públicos: es decir por aquellos instrumentos que gozan de


autenticidad, porque ha actuado el oficial publico en los limites de sus atribuciones y
de su competencia territorial y porque está firmado por ese oficial publico, las partes y
en su caso sus representantes.

b- Por instrumentos particulares firmados o no firmados. Si están firmados se llaman


instrumentos privados si no lo están se deno.

c- minan instrumentos particulares no firmados. Son instrumentos particulares no


firmados los impresos, los registros visuales o auditivos, etc

d- Por los libros y demás registros contables.

e- Por la correspondencia: cualquiera sea el medio empleado para crearla o transmitirla.


Los terceros no pueden valerse de la correspondencia sin el asentimiento del
destinatario y del remitente si es confidencial.

PRUEBA DE LOS CONTRATOS FORMALES: Los contratos en los cuales la formalidad es


requerida a los fines probatorios pueden ser probados por otros medios, inclusive por testigos,
si hay imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida la formalidad o si existe
principio de prueba instrumental, o comienzo de ejecución. Se considera principio de prueba
instrumental cualquier instrumento que emane de la otra parte, de su causante o de parte
interesada en el asunto, que haga verosímil la existencia del contrato.

Si la formalidad establecida por la ley es meramente requerida a los fines probatorios, el


contrato puede ser probado por otros medios. Asi:

a) No será necesaria la prueba por la forma legal cuando hubiese imposibilidad de


obtenerla.

b) Tampoco lo será cuando mediare principio de prueba instrumental.

c) Ni cuando ha existido comienzo de ejecución, est es cuando una de las partes ha


recibido alguna prestación y se negase a cumplir el contrato.

d) Ni cuando la cuestión versare sobre los vicios del error, el dolo, violencia, fraude
simulación, o falsedad de los instrumentos en que constaren.

En estos casos se admite cualquier medio de prueba, incluso testigos.

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En el caso de los contratos formales solemnes ellos solo pueden probarse con el instrumento
que acredite el cumplimiento de la formalidad legal.

-Principio de Prueba Instrumental: para que haya principio de prueba instrumental es


necesario: que el instrumento emane de la otra parte, su causante o parte interesada y que
haga verosímil el contrato.

CONTRADOCUMENTO: las clausulas de un contrato celebrado por instrumento publico pueden


ser alteradas por un documento privado, el llamado contradocumento, pero esa alteración
sólo tendrá efectos entre las partes y no podrá oponerse a terceros.

EXTINCION DE LOS CONTRATOS:

Los contratos se extinguen normalmente por el cumplimiento de las obligaciones que los
contratantes han asumido. Así por ejemplo en la compraventa el contrato se extingue con la
entrega de la cosa por una parte y el pago del precio por la otra.

Como consecuencia del principio de la libertad de contratación y su efecto vinculante


contenidos en los arts. 958 y 959 del CCC, las partes crean una norma que regirá sus relaciones
privadas desde el momento del consentimiento, debiendo cumplir con las obligaciones que se
han establecido.

Ahora bien, en el ámbito estrictamente jurídico, no es sólo el cumplimiento normal del


contrato lo que puede ocurrirle, sino que uno todavía vigente, podrá enfrentarse a otras
situaciones extintivas, entre las más típicas, la rescisión bilateral o unilateral, la revocación y la
resolución.

También se extinguen por la imposibilidad de cumplir la prestación. El art 995 establece que tal
imposibilidad debe ser sobrevenida, absoluta y definitiva; esto es que la imposibilidad sea
posterior al nacimiento de la obligación, que importe un impedimento para cualquier persona
y que no sea transitoria.

NULIDAD: La nulidad es una sanción prescripta en la ley, que priva a los contratos de sus
efectos normales en razón de un vicio originario, es decir, anterior o concomitante a la
celebración del acto. El principio generl en materia de nuidades, es que la nulidad de una
clausula no entraña la nulidad de todo el acto, si las clausulas fueran separables. Se trata de un
supuesto de nulidad parcial y en este caso el juez deberá integrar el contrato, si fuere
necesario de acuerdo a su naturaleza y los intereses que razonablemente puedan considerarse
perseguidos por las partes.

Pero si las disposiciones no son separables, porque el acto no puede subsistir sin cumplir su
finalidad, debe declararse la nulidad total del contrato.

Entre los casos de cláusulas separables, cuya nulidad no invalida todo el acto, cabe citar a) el
de las clausulas nulas sustituidas de iure por normas indisponibles. Ejemplo la convención que
fije al contrato de locación un término menor que el que determina el art 1198 es de ningún
valor; la relación jurídica mantiene toda su vigencia y debe sustituirse la cláusula nula por otra
acorde con el plazo indicado en esa norma. B) El de la cláusula accesoria, cuando resulte
evidente de una interpretación contextual que, aun sin ella, el contrato se habría celebrado de
todas maneras. C) Finalmente, hay que admitir que la parte afectada por la nulidad de una
clausula tiene derecho a mantener la validez del resto del contrato, si aun así, le conviniera: en

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ese caso nada justificaría la nulidad total. Bien entendido que debe tratarse siempre de partes
separables, pues si se tratara de una clausula fundamental relativa al objeto, la causa, etc, es
inconcebible la nulidad parcial.

RESCISION BILATERAL PREGUNTA DE EXAMEN : concepto y efectos: la rescisión bilateral es un


acuerdo de voluntades por el cual se deja sin efecto un contrato. Por ello se la llama también
distracto. Puesto que el acuerdo de voluntades ha podido crear un vinculo jurídico, puede
también aniquilarlo o extinguirlo. Los efectos de la rescisión bilateral dependen de la voluntad
de las partes, aunque si nada se conviene, solamente produce efectos para el futuro. En otras
palabras, las partes pueden acordar que el contrato originario quede sin efecto
retroactivamente, con obligación de la partes de restituirse mutuamente todo lo que hubieran
recibido la una de la otra; o bien puedan acordar que el contrato deja de producir sus efectos
en adelante, quedando firmes los efectos ya producidos. Debe decirse, sin embargo, que la
retroactividad resultante de una rescisión bilateral no puede perjudicar nunca los derechos
que los terceros hubieran adquirido en el interin como consecuencia del contrato originario.

ARTÍCULO 1076. Rescisión bilateral El contrato puede ser extinguido por rescisión bilateral.
Esta extinción, excepto estipulación en contrario, sólo produce efectos para el futuro y no
afecta derechos de terceros.

La carga de la prueba sobre la existencia de la rescisión recae sobre quien la invoca.

RESCISION UNILTERAL: la rescisión unilateral no importa un acuerdo de voluntades, por el


contrario una sola de las partes, por voluntad propia, está facultada a poner fin a las relaciones
contractuales total o parcialmente. Esta facultad excepcional es reconocida por la ley en
ciertos contratos, asi por ej, en el contrato de trabajo, que puede ser rescindido por voluntad
unilateral del obrero o del patrón; en el contrato de obra el dueño puede desistir por su sola
voluntad.; en el contrato de locación, el locatario puede rescindir unilateralmente en la
medida que de cumplimiento con las pautas fijadas en el art 1221. Esta rescisión unilateral
pone termino a las relaciones contractuales a partir del momento en que la voluntad se ha
manifestado; pero no afecta los efectos anteriores del contrato, es decir, no tiene
retroactividad, salvo pacto en contrario.

También es posible que las partes hayan pactado la posibilidad de rescindir el contrato de
manera unilateral. En este cao la facultad rescisoria no puede ser ejercida, abusiva,
desconsiderada o desmedidamente, y ninguna de las partes, en caso de indeterminación del
plazo de vigencia del contrato, está autorizada para hacer cesar abruptamente la relación,
salvo que un “ casus” le imponga hacerlo o hubiere acaecido una actividad francamente
culpable o dolosa de una de las partes. También en este caso, los efectos, son solo para el
futuro, salvo estipulación en contrario.

La ley nada dice de la situación de los terceros ante un caso de rescisión unilateral. La omisión
quizás se debe a que se prevé como regla que los efectos solo serán para el futuro. Sin
embargo, no puede olvidarse que la propia norma deja a salvo la posibilidad de convenir que
los efectos se retrotraigan hacia el pasado; en este caso, parece claro que no pueden afectarse
los derechos de los terceros.

“ARTÍCULO 1077. Extinción por declaración de una de las partes El contrato puede ser
extinguido total o parcialmente por la declaración de una de las partes, mediante rescisión
unilateral, revocación o resolución, en los casos en que el mismo contrato, o la ley, le
atribuyen esa facultad.”

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RESOLUCION: la resolución supone la extinción del contrato por virtud de un hecho posterior
sobreviniente a la celebración, hecho que a veces es imputable a la otra parte o que puede ser
extraño a la voluntad de ambos. La resolución del contrato puede operar ipso iure (como
sucede en la condición resolutoria) o bien puede requerir la manifestación de voluntad de la
parte interesada en ella (como ocurre en la que se funda en el arrepentimiento o en el
incumplimiento de la contraria)
la resolución deja sin efecto el contrato entre las partes, de manera retroactiva. Su
consecuencia es volver las cosas al estado en que se encontraban antes de la celebración del
contrato. En este punto, sus efectos son semejantes a los de nulidad, pero se diferencia
claramente de ésta en que el hecho que provoca la resolución es siempre posterior al contrato,
en tanto que el que da lugar a la nulidad, debe ser anterior o concomitante con la celebración.
Respecto de los terceros debe diferenciarse según si se trata de adquirientes a titulo oneroso o
gratuito y si son de buena o mala fe. La norma citada protege solo el derecho adquirido a
titulo oneroso por terceros de buena fe.

El régimen de los contratos de consumo presenta en este tema algunas particularidades. Ante
el incumplimiento del cocontratante, el consumidor tiene derecho- entre otros- resolver el
contrato, pudiendo exigir la restitución de lo pagado, sin perjuicio de los efectos producidos,
considerando la integridad del contrato. Además de ello, está facultado para accionar por los
daños y perjuicios que correspondan. Tienen especial importancia como causa de resolución el
pacto comisorio, la seña, la teoría de la imprevisión, y la frustración del fin contractual.

REVOCACION: Establece el art 1077 que el contrato pueda ser extinguido total o parcialmente
por la declaración de una de las partes, mediante revocación, en los casos en que el mismo
contrato o la ley le atribuyan esa facultad. Y más adelante, se dispone que, como regla,
produce efectos solo para el futuro.

En su significado estricto, la idea de revocación esta unida a la de liberalidad: se revoca una


donación, un testamento. Importa un acto de voluntad por el cual se deja sin efecto la
liberalidad. En el campo de los contratos, ya que la solución en el derecho sucesorio es
distinta), diremos que la revocación exige un causa jurídica que la justifique, asi por ejemplo
será necesario que medie ingratitud del donatario o incumplimiento por este de los cargos que
le fueron impuestos. Pero el motivo que da lugar a la revocación no opera ipso iure, es
menester que el donante, fundado en esa causa, pida la revocación. Y ningún inconveniente
hay en que, a pesar de mediar una justa causa de revocación, el donante mantenga la
donación.

La revocación es un modo de extinción de los actos jurídicos unilaterales, y en algunos casos de


contratos, en cuya virtud el autor de la declaración de la voluntad, en los actos unilaterales, o
una de las partes, en los contratos, "retrae su voluntad, dejando sin efecto el contenido del
acto o la transmisión de algún derecho"

La revocación es un medio de extinción de un contrato en que se concluyó el proceso de


formación del consentimiento, a diferencia de la retractación, por la que se deja sin efecto una
oferta en el proceso de formación del consentimiento contractual (art. 975 CCyC). Al igual que
la rescisión, la revocación opera a partir de su ejercicio, para el futuro (art. 1079, inc. a, CCyC) y
deja subsistentes los efectos producidos en el período transcurrido desde la existencia del
contrato y hasta su extinción. También en este caso debe tenerse presente lo previsto en los
arts. 1080, 1081 CCyC —según los casos— en materia de restitución, y en el art. 1082 CCyC, en
lo relativo a la reparación del daño. Son casos de revocación previstos en este Código en

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materia de contratos: el de la donación, cuando es planteada por incumplimiento del cargo o
por ingratitud, y la que deja sin efecto el contrato por verificarse supernascencia de hijos (art.
1569 CCyC) o la derivada del cambio de objeto de una fundación, cuando se estableció la
revocación de la donación de los bienes aportados en caso de producirse dicho cambio (art.
218 CCyC); el supuesto de extinción del mandato por revocación del mandante (art. 1329, inc.
c, CCyC) y, en el fideicomiso, la revocación por el fiduciante que se reservó expresamente esa
facultad, en tanto no se trate de un fideicomiso financiero en el que se inició la oferta pública
de los certificados de participación o de los títulos (art. 1697 CCyC).

CUESTIONES COMUNES LA EXTINCION DEL CONTRATO POR DECLARACION DE UNA DE LAS


PARTES:

El ccyc establece una serie de disposiciones que resultan comunes a todos los tipos de
extinción del contrato de manera unilateral, comprendiéndose tanto la rescisión unilateral
como la revocación, como la resolución. Desde luego esta normas son aplicables siempre y
cuando no exista una disposición en contrario, prevista por la ley o por el propio contrato.

a) Para extinguir de manera unilateral el contrato es necesario comunicar la decisión a la


otra parte. Si bien no existe una indicación precisa, es conveniente que tal
comunicación se haga por un medio fehaciente, como por ejemplo a través de una
carta a documento.

b) La extinción del contrato puede declararse extrajudicialmente o demandarse ante un


juez

c) La otra parte puede oponerse a la extinción del contrato si, al tiempo de la


declaración, el declarante no ha cumplido, o no esta en situación de cumplir, la
prestación que debía realizar para poder ejercer la facultad de extinguir el contrato.
Estamos ante un supuesto de aplicación de la excepción de incumplimiento
contractual

d) La extinción del contrato no queda afectada por la imposibilidad de restituir que tenga
la parte que no la declaró. Es claro que, si ocurre este caso, esta ultima deberá reparar
el daño que eventualmente pueda causar.

e) La parte que tiene derecho a extinguir el contrato puede optar por requerir su
cumplimiento y la reparación de daños. Esta demanda no impide deducir
ulteriormente una pretension extintiva. Esta facultad de modificar la pretension,
llamada ius variandi no puede ser usada en sentido inverso, esto es, quien requirió la
extinción del contrato, no puede luego pretender su cumplimiento.

FRUSTRACION DE LA FINALIDAD: EL Art. 1090 del CCC prevé que "La frustración definitiva de
la finalidad del contrato autoriza a la parte perjudicada a declarar su resolución, si tiene su
causa en una alteración de carácter extraordinario de las circunstancias existentes al tiempo
de su celebración, ajena a las partes y que supera el riesgo asumido por la que es afectada. La
resolución es operativa cuando está parte comunica su declaración extintiva a la otra. Si la
frustración de la finalidad es temporaria, hay derecho a resolución sólo si se impide el
cumplimiento oportuno de una obligación cuyo tiempo de ejecución es esencial".

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Mayoritariamente se ha entendido que la frustración del fin del contrato, es un capitulo
inherente a la causa; entendida esta como el móvil determinante, razón de ser o fin individual
o subjetivo que las partes han tenido en vista al momento formativo del negocio. Con otras
palabras cuando ese móvil determinante, esa finalidad perseguida por las partes se frustra, la
parte perjudicada puede reclamar la resolución siempre que se cumplan con los recaudos que
la propia ley exija.

Conforme al articulo 1090 los presupuestos de admisibilidad de este instituto son: 1) que
exista un acontecimiento ajeno a la voluntad de las partes ( esto es que no haya sido
provocado por ninguna de ellas) 2) que provoca una alteración de carácter extraordinario de
las circunstancias existentes al tiempo de la celebración del contrato (lo que indica que el
hecho debe ser posterior a la fecha de su celebración) y 3) que supere el riesgo asumido por la
parte afectada.

La norma no es suficientemente clara en un aspecto que Borda considera importante que es


que las circunstancias que importan no solo son aquellas existentes al tiempo de la celebración
del contrato sino las que se prevé que existan al momento de su ejecución.

También debe agregarse como recaudo de aplicación de este instituto que el contrato haya
sido válidamente celebrado, que la finalidad haya sido declarada conocida y aceptada- expresa
o tácitamente- por las partes y que el acontecimiento extraordinario incida sobre la finalidad
del contrato de manera tal que malogre el motivo que impulsó a contratar, a punto que
desaparezca el interés o utilidad de la subsistencia del contrato.

Morello dice que el fin del contrato consiste en un núcleo complejo referido no solo al
propósito practico y básico que a la parte acreedora de la prestación le representa el resultado
de ella, sino también que a tal propósito sea igualmente conocido y aceptado por la otra. En
cambio, la finalidad expresada en forma confusa o no expresada, aun en el caso de que el
cocontratante de haberla conocido la hubiera aceptado, no puede ser causal de resolución
contractual.

Por ultimo el art 1090 en su parte final prevé que si la frustración de la finalidad es temporaria.
Hay derecho a resolución solo si se impide el cumplimiento oportuno de una obligación cuyo
tiempo de ejecución es esencial. Esto es que en principio no hay derecho a resolver a menos
que el tiempo de ejecución sea esencial.

Efectos: cuando la finalidad tenida en cuenta por lo contratantes se ha frustrado parece


razonable admitir la resolución del contrato. Para esto es imprescindible que la finalidad haya
sido expresada o haya sido conocida por la otra parte. Pues el motivo determinante que cada
parte tuvo al celebrar el contrato recién se vuelve común cuando se lo expresa.

El art 1090 expresamente dispone que la resolución es operativa cuando la parte afectada
comunica su declaración extintiva a la otra.

La resolución que prevé la ley importará que 1)) se puede repetir la prestación cumplida antes
del acontecimiento frustrante si crece de reciprocidad 2) nada se deberá si no se ha hecho el
pago antes del acontecimiento frustrante 3) las prestaciones reciprocas, equivalentes y
cumplida antes del acontecimiento frustrnte quedaran firmes siempre que se traten de
contrato de ejecución continuada o periódica 4) los gastos realizados antes del acontecimiento
frustrante o después de el pero en la ignorancia de que hubiera sucedido son resarcibles.

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¿Cuáles son los contratos incluidos en este instituto? El punto central es que se trate de un
contrato de ejecución diferida; que el tiempo influya en la ejecución del contrato.

IMPREVISION- REVISION JUDICIAL: Muchas veces, después de celebrado un contrato se


produce una alteración profunda en las circunstancias ( principalmente las de orden
económico) existentes en el momento de la celebración. Como ejemplos notables pueden
citarse una guerra, una profunda e imprevisible crisis, etc- los precios de las mercaderías
prometidas varían sustancialmente, la crisis de la mano de obra subsecuente a una
movilización hace dificultosísima la producción o fabricación etc. No es totalmente imposible
cumplir, pero el cumplimiento se hace sumamente gravoso y quizás origine la ruina del
deudor. Es de toda evidencia la justicia de reajustar las clausulas del contrato, y en ciertos
casos, de considerarlo insubsistente. Es esto lo que en derecho moderno se llama teoría de la
imprevisión.

En el derecho moderno la teoría de la imprevisión tiene una aceptación cada vez mas amplia.
Las profunda alteraciones provocadas en la economía mundial por la grandes guerras del siglo
xx y el fenómeno de la inflación, que en algunos países ha tenido caracteres agudísimos, no
podían dejar impasibles a legisladores y jueces.

Es necesario tener presente que no basta un cambio de las circunstancias sino que ese cambio
sea, en u existencia misma o en su intensidad imprevisible. Asi por ejemplo si durante un
periodo de inflación, uno de los contantes asume obligaciones que en el momento de cumplir
le resultan mas onerosas de lo que eran cuando contrató, no podrá eximirse de sus
compromisos si la inflación siguió su curso normal y previsible.

Diferencia con el caso fortuito: El caso fortuito implica imposibilidad de cumplir, la teoría de la
imprevisión supone una dificultad grave para cumplir pero no una imposibilidad. En el primer
caso el obligado queda totalmente exento de cumplir en el segundo está obligado a cumplir,
no ya lo que prometió sino lo que en equidad corresponda que cumpla.

Condiciones de aplicación: para que sea posible aplicar la teoría de la imprevisión es necesario:
a) que se trate de contratos conmutativos, esto es contratos en los cuales las obligaciones
mutuas están determinadas de una manera precisa. Quedan comprendidos en esta categoría,
por lo tanto los contratos bilaterales y los onerosos. En principio los contratos aleatorios no
son atacables por vía de imprevisión mientras las onerosidad sobreviniente sea la
consecuencia del alea asumida, pero si ella es ajena a dicha alea, la teoría de la imprevisión es
aplicable.

b) que se trate de contratos de ejecución diferida o de ejecución permanente o continuada. No


se concibe en cambio en los contratos de cumplimiento instantáneo e inmediato.

c) que la prestación a cargo de una de las partes se torne excesivamente onerosa. Esto es : que
se produzca una alteración grave del equilibrio normal de las prestaciones.

d) que la excesiva onerosidad se haya producido como consecuencia de una alteración


extraordinaria de las circunstancias existentes al tiempo de su celebración y al riesgo asumido
por la parte que es afectada. La alteración responde a acontecimientos graves e imprevisibles,
tal como puede ser una guerra, una revolución, una grave crisis económica.

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e) es necesario que el perjudicado no hubiese obrado con culpa, pues es la excesiva
onerosidad debe sobrevenir por causas ajenas a las partes. En efecto, cuando el deudor no
hubiera cometido perjuicio alguno si hubiera cumplido lealmente y en termino de sus
obligaciones, no puede luego pretender ampararse en la teoría de la imprevisión para evitar un
perjuicio que solo resulta de la falta de cumplimiento oportuno que le es imputable.

f) aunque nuestra ley no lo dice expresamente, debe tratarse de acontecimientos de carácter


general o social, las situaciones o acontecimientos de carácter personal no afectan el contrato,
a menos que constituyan un caso de fuerza mayor que impida el cumplimiento.

EFECTOS: Reunidas las circunstancias señaladas en el numero anterior, la parte perjudicada


con la alteración de las prestaciones puede plantear extrajudicialmente o pedir ante un juez, la
resolución total o parcial del contrato. Pero en los contratos de ejecución continuada, la
resolución no alcanzará a los efectos ya cumplidos, si las prestaciones son equivalentes,
divisibles y han sido recibidas sin reservas. Por ejemplo si se trata de una locación, resuelto el
contrato ni el propietario ni el inquilino pueden reclamarse nada por lo que ya quedó cumplido
antes de la sentencia que declaró resuelto el contrato.

El art 1091 faculta al accionante a reclamar, además de la resolución, la adecuación del


contrato, lo que implica un ajuste de las prestaciones a cargo de las partes. El texto derogado
brindaba al demandado por la resolución la posibilidad de mantener la vigencia del contrato,
ofreciendo mejorar equitativamente los efectos del contrato. Si bien esta disposición ha
suprimida por el ccyc, parece lógico sostener que ella es invocable, con fundamento en el
principio de conservación del contrato. En tal caso, será el juez quien determine cuales son las
prestaciones equitativas que permiten la subsistencia del contrato.

El derecho a invocar la teoría de la imprevisión también lo tiene el tercero a quien se le ha


conferido derechos o impuesto obligaciones por un contrato. Es el supuesto del contrato a
cargo de un tercero, cuando este ha aceptado la encomienda recibida, podrá invocar esta
teoría si se dan las condiciones de su aplicabilidad.

ARTICULOS: ARTÍCULO 1091. Imprevisión Si en un contrato conmutativo de ejecución diferida


o permanente, la prestación a cargo de una de las partes se torna excesivamente onerosa, por
una alteración extraordinaria de las circunstancias existentes al tiempo de su celebración,
sobrevenida por causas ajenas a las partes y al riesgo asumido por la que es afectada, ésta
tiene derecho a plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por acción o como
excepción, la resolución total o parcial del contrato, o su adecuación. Igual regla se aplica al
tercero a quien le han sido conferidos derechos, o asignadas obligaciones, resultantes del
contrato; y al contrato aleatorio si la prestación se torna excesivamente onerosa por causas
extrañas a su álea propia

2.3. Procedimiento En el régimen del CCyC, según el art. 1091, el afectado se encuentra
legitimado para demandar la resolución o el reajuste equitativo de los términos del contrato —
no así en el CC, en el que se preveía solo como posibilidad que planteara directamente la
resolución—. Pero el CCyC, en forma innovadora, reconoce expresamente legitimación para
formular planteos vinculados con las soluciones previstas en la norma para las situaciones de
excesiva onerosidad sobreviniente al tercero a quien, en el contrato, le han sido conferidos
derechos o asignadas obligaciones —cuestión que, más allá de lo aquí específicamente
previsto, debe regirse por lo establecido en los arts. 1021, 1022 y 1026 a 1028 CCyC—. El
planteo puede ser hecho en el ámbito extrajudicial o en proceso judicial y, en este caso, por
acción iniciada por el afectado para lograr de su contraparte una revisión de los términos del

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contrato, o por medio de una excepción por ella interpuesta ante una demanda de
cumplimiento planteada por la otra parte. En el ámbito judicial, el afectado por la excesiva
onerosidad puede solicitar el dictado de una medida cautelar que, de permitirlo la naturaleza
del contrato, suspenda los plazos de cumplimiento hasta tanto se agote el debate o varíen las
circunstancias desequilibrantes. 2.4. Efectos 2.4.1. Supuesto de readecuación Los efectos
dependerán del planteo que efectúe el afectado. Si opta por la adecuación de los términos del
contrato y ella es alcanzada en la negociación con la otra parte, se produce una reformulación
que podrá llegar a tener efectos novatorios si esa es la voluntad de las partes (conf. art. 934
CCyC y conc.), lo que no necesariamente afectará los derechos de terceros, en tanto ellos
participen del acuerdo (art. 940 CCyC). Salvo previsión específica en contrario, el reajuste no
tendrá efectos retroactivos. En el reajuste no se modifica el contrato desde su inicio, sino solo
en lo relativo al desquicio, por lo que si se intercambiaron prestaciones, pagaron cuotas, etc.,
no deben quedar alcanzadas por los efectos inmediatos de ese acuerdo. Los pagos hechos con
sujeción a los requisitos mencionados en el art. 897 CCyC y recibidos sin reservas tienen efecto
liberatorio (art. 880 CCyC)

La readecuación de los términos del contrato no debe ser una mera operación aritmética, sino
que debe estar orientada a reconfigurar justamente las obligaciones alteradas por el hecho
externo al vínculo.

Supuesto de resolución : Operada la resolución por imprevisión, total o parcial, las


prestaciones cumplidas quedan firmes. Resulta de aplicación la teoría del consumo jurídico,
por la que en los contratos de ejecución continuada la resolución no alcanza los efectos ya
cumplidos. Corresponde asimilar a los efectos recíprocamente cumplidos los que debieron
haberse ya cumplido al tiempo en que sobreviene la circunstancia generadora de la excesiva
onerosidad. Salvo posibilidad de división, en los contratos de ejecución diferida la resolución
debe, en principio, extenderse retroactivamente hasta el momento de la celebración. Cuando
el caso imprevisible aparece luego de haber el perjudicado cumplido con su prestación, pero
antes de cumplir la suya el beneficiado, el aniquilamiento del contrato traerá como
consecuencia que el demandado deberá restituir lo recibido y quedará liberado de cumplir con
su prestación.

22
UNIDAD 2:

CONTRATOS DE COMERCIALIZACIÓN

1. Comercialización Directa: a) Shopping center; b) Factoy; c) Stand: Concepto.

2. Comercialización Indirecta: Agencia: Concepto y forma. Caracteres. Exclusividad. Garantía


del agente. Obligaciones del agente. Obligaciones del empresario. Representación del agente.
Remuneración. Plazo del contrato. Preaviso. Omisión de preaviso. Resolución del contrato:
causales. Compensación por clientela. Cláusula de no competencia. Subagencia. Figuras afines
regidas por leyes especiales: Agente de seguros; Agente marítimo; Agencia de viajes. Contrato
de viaje y turismo; Agencia de publicidad; Agencia artística; Agente de deportistas: Concepto.
Notas características.

3.Concesión: Concepto. Caracteres. Exclusividad. Obligaciones del concedente. Obligaciones


del concesionario. Plazo del contrato. Retribución. Gastos. Rescisión del contrato por tiempo
indeterminado. Resolución del contrato: causales. Subconcesión y cesión de contrato.
Aplicación a otros contratos. Diferencias con figuras afines.

4.Distribución: Concepto. Caracteres. Derechos y obligaciones de las partes. Cláusula de


exclusivas. Extinción del contrato. Diferencias con figuras afines.

PUNTO 1: COMERCIALIZACION DIRECTA:

El contrato de shopping center es un contrato que no se encuentra tipificado en nuestro


Código Civil y Comercial. Se lo puede definir como aquel mediante el cual una de las partes,
propietaria o con derecho a la explotación comercial de un edificio en el que funciona un
centro de compras (shopping center), se obliga, a proporcionar el uso de uno o más espacios
dentro de un área desarrollada especialmente para alojar un conjunto de locales comerciales,
a otra persona que se compromete al pago de un precio, adquiriendo el correlativo derecho a
recibir facilidades y servicios adicionales comunes a otros usuarios, de modo que facilite el
desarrollo de las actividades para las cuales requiere dicho espacio . En la práctica estos
contratos se denominan vulgarmente como “concesiones de locales”, buscando así
diferenciarlos de los clásicos arrendamientos de inmuebles.

Los shopping centers están constituidos por una pluralidad de locales comerciales, que
cuentan con servicios comunes, como la iluminación y el mantenimiento de las partes de uso
común y paseos públicos, los servicios de seguridad, publicidad y ambientación, entre otros.

En cuanto a su organización diremos que, en primer termino, los centros de compras reciben la
visita de decenas de miles de personas mensualmente. Las organizaciones priorizan la
incorporación de marcas y anuncios de productos conocidos y prestigiosos, para atraer mayor
cantidad de clientela potencial. Los shopping centers permanecen abiertos al público en
horarios notoriamente más amplios que cualquiera de las otras ofertas comerciales, también
cabe mencionar que existe una colaboración estrecha entre los comerciantes y el organizador.

En cuanto a su dirección, a su frente encontramos una gerencia general asistida por una
comisión asesora o de dirección. Además cabe mencionar, al respecto la existencia de una
gerencia de mantenimiento (que tiene a su cargo la atención del mantenimiento del edificio),
una gerencia de depósito y adquisiciones (que tiene a su cargo el manejo del volumen de sus

23
materiales), por ultimo una gerencia de servicios (la cual provee las tareas de limpieza, manejo
de productos, de residuos, el mantenimiento de los baños, etc.).

Este tipo de contratación constituye una figura atípica, ya que no se trata de un simple
contrato de locación, pues el acuerdo involucra además del espacio físico, donde se habrá de
montar la actividad comercial propia, todo el desarrollo, desenvolvimiento y contenido del
centro comercial .

No cabe duda que el contrato de shopping center a la hora de ser estudiado, presenta ciertas
dificultades dado que su naturaleza jurídica no se encuentra enmarcada dentro de ninguna de
las disposiciones legales de nuestro derecho positivo.

En nuestro medio, la Sala K de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, en un fallo


dictado en el año 2018, ratificó que corresponde rechazar el emplazamiento del “contrato de
shopping center” como especie de la locación de cosas. En la causa “I. P C. SA c/ S. M. SRL y
otro s/ Desalojo por vencimiento de contrato”, la demandada apeló la sentencia de grado al
considerarla arbitraria, pues basándose en el contrato acompañado a las actuaciones –no
desconocido por la recurrente- se concluyó que la relación jurídica invocada excedía el marco
de un contrato de locación urbana quedando excluida la aplicación de la normativa
contemplada por los Arts. 1198 y 1199 del CCC.

Los jueces Oscar José Ameal y Osvaldo Onofre Álvarez señalaron que las particularidades “del
acuerdo suscripto por las partes, permiten emparentarlo con un contrato atípico de shopping
center”, puntualizando que “son elementos esenciales particulares de este contrato:

a) Finalidad común, consistente en inducir al consumo masivo de bienes y servicios a los


potenciales destinatarios, con el propósito de ampliar las ganancias de todos los participantes
en el sistema y reducir los costos operativos;

b) Organización de los factores de comercialización, tales como marketing, publicidad,


servicios comunes, etc.;

c) Plazo variable, con un mínimo relacionado a la tasa de retorno de la inversión efectuada por
las partes, sin que resulten aplicables los plazos emergentes del régimen de las locaciones
inmobiliarias;

d) Canon determinado o determinante, con participación del organizador del sistema en las
ganancias del operador, convenido al tiempo de la celebración del contrato”.

El fallo añadió que “no puede calificarse a este tipo de contratos como un mero contrato de
locación”, dado que “más allá de algunas dudas que se presentaron inicialmente, lo cierto es
que en la actualidad se encuentra consolidada a nivel doctrinario la tesis que rechaza el
emplazamiento del ‘contrato de shopping center’ como especie de la locación de cosas”.

Del análisis del fallo comentado podemos discernir que el contrato de Shopping Center es un
contrato atípico que incorpora institutos propios de variados contratos. En efecto, en este
fenómeno negocial se presentan varios sub contratos autónomos que se encuentran coligados
en un sólo contrato. El fundamento de este coligamento contractual esta dado por la
autonomía de la voluntad, esa libertad tiene para el sujeto de derecho límites positivos que
implican que debe usar los instrumentos que el ordenamiento jurídico determina.

Ello tiene su fundamento en que la principal característica del shopping center es la


organización. Cuando analizamos la mayoría de los contratos que los shopping center celebran

24
en la República Argentina con los comerciantes que deciden instalarse en esos centros se
denominan “contrato de locación”. Sin embargo, el funcionamiento del shopping center no
persigue como principal objetivo o fin el arrendar un espacio, sino que, como ya vimos, tiene
una finalidad comercial más amplia, la que surge claramente de la atenta lectura de los
contratos analizados y sus anexos, a pesar de ser denominados “contratos de locación”. A lo
largo de esos contratos se incluyen cláusulas que desnaturalizan totalmente a la locación como
ser plazos distintos del mínimo legal para el contrato de locación, la imposición de cargas al
comerciante que deberían ser asumidas por el propietario del shopping center, la obligación
de compartir gastos de publicidad, la obligación de aceptar las políticas comerciales y
promocionales que establezca el dueño o administrador del shopping center, la exigencia de
aceptar determinados medios de pagos, el pago de cargos extraordinarios en concepto de
publicidad y actividades promocionales, etc.

Lo expresado anteriormente nos permite concluir que esta figura contractual no es en realidad
una locación de inmuebles, sino que su naturaleza y origen estarían configurados por una
coexistencia de obligaciones y derechos provenientes de varios contratos que se encuentran
interrelacionados dando origen así a un nuevo contrato de carácter estrictamente comercial, al
que se ha denominado “contrato de shopping center”.

Como consecuencia de ello, podría afirmarse que en estos casos no sería aplicable lo dispuesto
por el art. 1203 del CCC, debiendo recurrirse a la teoría general del caso fortuito y/o fuerza
mayor que se rige por los arts. 1730 y cc. del CCC en forma conjunta con la frustración del fin
del contrato, incorporado al CCC en su art. 1090.

CONTRATO DE FACTORY

El Cód. Civ. y Comercial, aprobado por la Ley Nº 26.994, trae la novedad de regular el negocio
de factoring en los arts. 1421 a 1428, bajo la denominación de “contrato de factoraje”, de
modo que este tipo de negocio deja de ser un contrato atípico e innominado para adquirir
carta de ciudadanía contractual con tipificación legal y nominación propia dentro de la familia
de los contratos financieros por representar una inequívoca alternativa de financiación
empresarial (principalmente para las pequeñas y medianas empresas).

Sin perjuicio del avance que significa su introducción en la legislación de fondo, el articulado
referido ofrece algunas imprecisiones que pueden dar lugar a confusiones conceptuales e
interpretaciones equívocas, atento la reticencia generalizada de legislar sobre aquellos
negocios de naturaleza financiera, es decir, negocios que giran alrededor de la trilogía capital,
interés y tiempo, ingredientes tipificante de las operaciones financieras.[1]

No olvidar que una operación financiera es toda aquellas operación donde un capital que un
sujeto presta a otro, muta por el transcurso del tiempo, a raíz de la aplicación de una tasa de
interés estipulada entre las partes vinculadas.

De este modo, la tipificación social que goza el factoraje en nuestro país pasa a tener
tipificación legal, pero a mi criterio muy livianamente, atento el articulado asignado en el
nuevo Código. Analicemos la normativa específica.

“ARTICULO 1421.- Definición. Hay contrato de factoraje cuando una de las partes, denominada
factor, se obliga a adquirir por un precio en dinero determinado o determinable los créditos
originados en el giro comercial de la otra, denominado factoreado, pudiendo otorgar anticipo
sobre tales créditos asumiendo o no los riesgos.”

25
El aspecto más interesante que surge de la definición contenida en este artículo, es señalar
que el factoraje consiste en la “adquisición” de créditos originados en el giro comercial del
asistido, lo que permite desprender que los créditos comprometidos salen del patrimonio del
factoreado asistido para pasar a integrar el patrimonio del factor; de este modo, queda
regulada la diferencia existente con el descuento de documento donde los documentos
negociados se transfieren a título de respaldo de la asistencia crediticia otorgada (“pro
solvendo”), puesto que el cliente descontado se endeuda con el banco y se obliga a cancelar la
totalidad del crédito otorgado, en el supuesto de que alguno de los documentos descontados
no pudieran cobrarse.

De modo que en el factoraje, es natural la asunción del riesgo de incobrabilidad por parte del
factor, quien tiene plenas facultades para evaluar y seleccionar los créditos que va a asumir y
financiar. No sucede lo mismo en el descuento de documentos.

Existen dos modalidades comerciales en la materia: financiamiento “con recursos” y


Financiamiento “sin recurso”.

La primera modalidad es afín con el descuento bancario, visto que el cliente se endeuda
mediante esta alternativa.

En cambio, en el factoraje la modalidad con recurso es procedente en los anticipos que haga el
factor a cuenta de futuros créditos, que si no resultan adquiridos, el factoreado queda
obligado a restituir ese dinero anticipado. Por el contrario, una vez adquiridos, el factoreado
no responde por el incumplimiento de los créditos negociados, en razón de que el factor
asume los riesgos de incobrabilidad.

En el factoraje, concretado el financiamiento el dinero ingresa en Caja y Bancos del factoreado


y como contrapartida egresan Cuentas por Cobrar, por haber sido adquiridos por el factor.

Respecto a los créditos objeto del negocio financiero, el nuevo Código no hace distinción
alguna, ya que la previsión legal es amplia y no limitativa, lo que resulta positivo porque
permite que sean objeto de factoraje todos los créditos que se encuentran representados por
contratos o convenciones como así también los créditos expresados en títulos cambiarios,
cartulares o escriturales.

Asimismo, la venta y transmisión de los créditos originados por la actividad del asistido
financieramente, puede comprometer la totalidad o una parte de los créditos originados por el
factoreado en el desempeño de su actividad, ya que la norma bajo análisis no hace ninguna
diferencia hace al respecto.

Los usos y costumbres indican que el factor tiene plena libertad de selección, bajo la premisa
que no todos los créditos sirven y no todos los deudores del factoreado son pasibles de ser
aceptados. Téngase presente que el factoreado va a pretender vender aquellos créditos de
solvencia no muy sólida y, por el contrario, el factor va a tratar de adquirir los créditos de
mayor calidad de cobro.

Pero una vez cerrado el contrato de factoraje, el factor estará obligado a aceptar los créditos
que reúnan las características materiales y formales, cuantitativas y cualitativas que se hayan
determinado previamente, conforme el proceso de selección que hubiere realizado a los fines
de minimizar el riesgo de incobrabilidad de los mismos.

26
En otro orden de ideas, si bien toda negociación de una asistencia financiera se acuerda y
realiza por un precio determinado, lo que no se alcanza a entender es el significado de la
consigna de que el factor, también se obliga a adquirir los créditos en cuestión por un precio
en dinero determinable, atento que los contratos financieros son conmutativos por excelencia
y el precio del financiamiento acordado consiste en la fijación de una tasa de interés, que
queda determinada al momento de cerrarse la operación (sea tasa fija o tasa variable).

No es razonable que las asistencias crediticias se pacten con tasas de interés determinables a
fijarse más adelante (¿cuándo?, ¿en que momento contractual?, ¿bajo que parámetros de
fijación?). Tal previsión resulta incomprensible en el mundo financiero, pues el precio del
dinero debe determinarse “ab inicio”, precisamente por la característica conmutativa de los
contratos financieros.

Lo que si resulta positivo es que la norma contemple la posibilidad de otorgar anticipos o


adelantos sobre los créditos seleccionados, asumiendo o no los riesgos de incobrabilidad. De
esta manera se sigue los lineamientos que fija la ley de entidades financieras, que faculta a los
bancos comerciales y a las compañías financieras a “otorgar anticipos sobre créditos
provenientes de ventas, adquirirlos, asumir sus riesgos, gestionar su cobro y prestar asistencia
técnica y administrativa.” (arts. 21 y 24 de la Ley Nº 21.526).

En este sentido, es importante señalar que los adelantos que pudieren realizarse, configuran
simples asistencias crediticias, razón por la cual no resulta procedente que el factor asuma el
riesgo de incobrabilidad, por la sencilla razón de que el factoreado no vende créditos
preexistentes sino que se compromete a transferir créditos futuros en la medida que vayan
generándose (pueden nacer o no). Por consiguiente, el factoreado al recibir el adelanto se
endeuda y queda obligado ante el factor a restituir las sumas adelantadas, en los supuestos
que esos créditos futuros comprometidos no llegaran a nacer, precisamente porque no hay
venta ni adquisición de créditos.

Por el contrario, si los créditos han nacido, los mismos resultan adquiridos por el factor y, por
lo tanto, la asunción del riesgo de insolvencia es natural a la operatoria de factoraje; de lo
contrario, habría confusión con el descuento bancario.

“ARTÍCULO 1422.- Otros servicios. La adquisición puede ser complementada con servicios de
administración y gestión de cobranza, asistencia técnica, comercial o administrativa respecto
de los créditos cedidos.”

También resulta positiva la previsión de complementar el factoraje con la prestación de otros


servicios, amén del financiero. Es decir que, además de la financiación, puede pactarse que el
factor preste otros servicios complementarios, como ser, investigación de mercados,
publicidad, mercadotecnia, contabilización, información de interés, etc.

Va de suyo que tales servicio complementarios, podrán ser remunerados (comisión, abono
periódico, arancel) o no remunerados, conforme sea lo acordado en el respectivo contrato.

La prestación de estos servicios no financieros, complementarios de la financiación, es


importante porque consolida la relación contractual entre factor y factoreado, en cuanto a
conocimiento recíproco y predisposición a la colaboración, aspectos significativos en la
consolidación de la relación, si se tiene presente que el factoraje es un contrato de
financiación de ejecución continuada, es el contrato marco del negocio de adquisición y cesión

27
de los créditos comprometidos durante el lapso acordado (generalmente anual, con
renovación automática).

“ARTÍCULO 1423.- Créditos que puede ceder el factoreado. Son válidas las cesiones globales de
parte o todos los créditos del factoreado, tanto los existentes como los futuros, siempre que
estos últimos sean determinables.”

Teniendo en cuenta la particular mecánica funcional que presenta el factoring financiero, va de


suyo que la selección y ulterior transmisión de los créditos que resulten adquiridos no es tarea
meramente formal y menor desde el ángulo del riesgo crediticio. Todo lo contrario, la
adquisición de los créditos que dan origen al financiamiento y su cesión, resulta de vital
relevancia para el perfeccionamiento de los derechos en cabeza de su nuevo titular y de su
oponibilidad a los deudores cedidos y terceros con intereses legítimos sobre los mismos.

Desde el punto de vista operativo, en la práctica la transmisión de los créditos puede darse de
dos maneras:

- Transmisión individual y sucesiva de los créditos presentes, porque se va materializando a


medida que van naciendo (sistema de la pluralidad de cesiones individuales).

- Transmisión global y anticipada de los créditos futuros, que no tienen existencia actual pero
que pueden llegar a existir (sistema de la cesión única global).

La cesión global es un tema altamente debatidos en la doctrina, entre los que consideran que
el crédito cedido debe existir en el propio momento de la cesión pertinente y aquellos a
aceptan que también pueden quedar comprendidos los créditos que se originen en el futuro,
con fundamento que el factoring es un contrato de ejecución continuada.

Al respecto, cabe recordar que nuestro ordenamiento jurídico admite que puedan cederse
todos los créditos presentes como también los condicionales o eventuales y futuros (arts. 1446
y 1447 del derogado Cód. Civ.), siempre que se encuentren en el comercio y que sean
determinables (art. 1131 del nuevo Código), salvo que una ley o una convención, prohíba
expresamente sucesión (art. 1616 del nuevo Código).

Por lo tanto, no existe una traba para convalidar la cesión global y anticipada de los créditos a
originarse en la actividad comercial del cliente que requiere ser asistido mediante el factoring
financiero; y además, esa mecánica operativa del contrato, es natural al desenvolvimiento de
la financiación requerida.

La Convención de las Naciones Unidas sobre la Cesión de Créditos en el Comercio Internacional


(Nueva York, 2001), elimina los obstáculos jurídicos para las operaciones de financiación
mediante la cesión de créditos (adoptable para el factoraje) dando validez a las cesiones de
créditos futuros y a las cesiones globales y dejando parcialmente sin efecto las limitaciones
contractuales de la cesión de créditos; fomentando la certeza y la seguridad respecto de una
serie de cuestiones, como la validez de una cesión entre el cedente y el cesionario y frente al
deudor; aclarando la ley aplicable a cuestiones fundamentales, como la prelación entre
reclamaciones concurrentes; y previendo un régimen legal sustantivo que rige la prelación
entre las reclamaciones concurrentes y que los Estados tienen la opción de adoptar.

Consecuentemente, la norma del nuevo Código bajo análisis al autorizar la cesión global, no
resulta objetable y hace factible una sola negociación para plasmar el contrato de factoring
financiero y del que derivaría una pluralidad de cesiones de los créditos adquiridos existentes o

28
futuros, que se limitarían solamente a su implementación efectiva y a su instrumentación, para
surtir efectos entre partes y hacia terceros.

Un antecedente jurisprudencial trascendente ha sido el caso “Heller Sud c/Polisur” que


convalidó la cesión global de créditos operada en el contrato pertinente y la notificación
también global al deudor cedido mediante carta documento, donde se le avisaba que en virtud
del contrato de factoring celebrado, todas las facturas el factoreado emita su cargo, deberán
ser abonadas a Heller Sud, sosteniéndose que no era necesario notificar luego cada crédito
individualmente. La notificación global causa efectos “erga omnes”, por lo cual el deudor
cedido debe abstenerse de pagar o realizar cualquier acto que modifique o extinga el crédito,
respecto del acreedor primitivo.[2]

Sean créditos existentes o créditos futuros, en uno y otro caso el contrato de factoring
financiero va a contener todos y cada uno de los términos y condiciones de cesión y
adquisición de los créditos afectados al negocio como los procedimientos a seguir para
perfeccionar y documentar las transmisiones crediticias y la recepción de fondos provenientes
del pertinente financiamiento.

La adquisición de los créditos y la notificación de ello en forma global, quedan


indiscutiblemente convalidadas, lo que constituye un aporte eficaz para facilitar el
financiamiento a través del factoraje.

“ARTÍCULO 1424.- Contrato. Elementos que debe incluir. El contrato debe incluir la relación de
los derechos de crédito que se transmiten, la identificación del factor y factoreado y los datos
necesarios para identificar los documentos representativos de los derechos de crédito, sus
importes y sus fechas de emisión y vencimiento o los elementos que permitan su identificación
cuando el factoraje es determinable.”

La exigencia legal no hace más que puntualizar los aspectos troncales que debe contener el
contrato de factoraje, a efectos de determinar su objeto. Pero además, es preciso tener
presente que el negocio de factoraje es complejo y de duración temporal, por lo tanto, el
cuerpo contractual debe configurar el principal instrumento regulador de los derechos y
obligaciones de las partes y de las vicisitudes de la dinámica del negocio.

De allí que el contrato deba ser autosuficiente y completo en su función reguladora, de modo
de reducir lo más estrechamente posible el marco de aplicación por analogía de otras normas
legales, las que tal vez no resulten idóneas para solucionar los conflictos que eventualmente se
originen durante la vigencia de la relación contractual.

En esta tesitura deviene trascendente que el cuerpo contractual refleje la realidad económica
del negocio y su correcto encuadramiento jurídico (contrato financiero), a fin de evitar la
desnaturalización del contrato y los perjuicios que de ello pueden derivar para las propias
partes como para los terceros interesados.

Mediante el formalismo es factible arribar a un grado mínimo de incertidumbre en la


constitución de las relaciones jurídicas. En el caso del factoraje financiero, dada la
particularidad del conjunto de derecho y obligaciones de los participantes en el negocio y sus
reflejos hacia los terceros, el formalismo contractual se impone inexorablemente. En este
sentido, es preciso compatibilizar la utilización de determinadas formalidades con la agilidad
que exige el negocio y la flexibilidad que concierne a su desarrollo.

El adecuado y puntilloso contrato de factoraje financiero, tiene las ventajas siguientes:

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- Certifica la voluntad de las partes expresada en el acuerdo del negocio.

- Determina todos y cada uno de los derechos y obligaciones y cargas asumidas por cada una
de ellas como así también delinea las responsabilidades emergentes

- Prueba la existencia del negocio concertado.

- Facilita la interpretación del espíritu del contrato.

- Tutela indirectamente los intereses de los terceros.

“ARTÍCULO 1425.- Efecto del contrato. El documento contractual es título suficiente de


transmisión de los derechos cedidos.”

El contrato es un acto jurídico y patrimonial que traduce una declaración de voluntad común
de los contratantes, de la que nacen derechos y obligaciones recíprocos. De modo tal, que su
contenido jurídico configura el marco que regula la relación constituida y su contenido
económico, configura un mecanismo para transferir riesgos entre las partes.

Suscripto el contrato, las partes quedan obligadas a sus términos y condiciones como si fuera
una ley propia, con fuerza vinculante. Solo tiene efectos entre las partes contratantes; no lo
tiene respecto de terceros, excepto en los casos previstos en la ley (art. 1021 del nuevo
Código).

El contrato es equivalente a una ley a medida sancionada por la autonomía de la voluntad de


las partes, para regular una relación jurídica concreta. La cesión global de los créditos futuros
que adquiere el factor, por sí mismo perfecciona el contrato de factoraje, aunque los efectos
traslativos de la propiedad de los créditos involucrados queden supeditados a su existencia
posterior y sometidos, a la condición del ejercicio de la facultad del factor de aceptarlos
financiar.

“ARTÍCULO 1426.- Garantía y aforos. Las garantías reales y personales y la retención


anticipada de un porcentaje del crédito cedido para garantizar su incobrabilidad o aforo son
válidos y subsisten hasta la extinción de las obligaciones del factoreado.”

La posibilidad de constituir garantías reales y personales no está vedada, pero debe


compatibilizarse con la asunción del riesgo de incobrabilidad que deviene natural en el
factoraje.

También reviste importancia desde el punto de vista comercial, por el rol del “aforo” y su
incidencia en el costo total de la operatoria. Recuérdese que el aforo no reviste naturaleza
financiera, por lo que no integra el costo del financiamiento acordado; pero si integra el
denominado costo financiero total de la operación.

A través del aforo, el factor procura cubrirse del riesgo crediticio, ante el eventual no pago del
deudor cedido. El aforo se determina por decisión comercial y juega un rol preponderante en
el negocio, especialmente, conforme sea la naturaleza de la instrumentación del crédito a
transmitirse.

Si los créditos negociados se encuentran sustentados en instrumentos contractuales o


convencionales, susceptibles de la oposición de defensas y excepciones personales y causales,
es frecuente pactar un aforo que oscila entre el 10 % y el 20 % del valor del crédito.

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Por el contrario, si los créditos se hallan instrumentados en títulos cartulares o cambiarios, solo
susceptibles de defensas y excepciones formales e inherentes al propio título, no se pacta
aforo.

Atento el rol que se asigna al aforo en la práctica bancaria, va de suyo que si los créditos
aforados son abonados puntualmente a sus respectivos vencimientos, la cobertura queda
abstracta, por lo que correspondería restituir o acreditar al cliente, el importe deducido como
aforo.

“ARTÍCULO 1427.- Imposibilidad del cobro del derecho de crédito cedido. Cuando el cobro del
derecho de crédito cedido no sea posible por una razón que tenga su causa en el acto jurídico
que le dio origen, el factoreado responde por la pérdida de valor de los derechos del crédito
cedido, aun cuando el factoraje se haya celebrado sin garantía o recurso.”

La norma contempla la responsabilidad del factoreado respecto a la existencia y legitimidad de


cada uno de los créditos transferidos. La existencia del crédito significa que el mismo
realmente ha nacido e integra el patrimonio del factoreado al momento de perfeccionarse el
contrato de factoraje. La legitimidad del crédito representa la inexistencia de ninguna causal
de nulidad o anulabilidad del mismo.

Estamos en presencia de la garantía de evicción que trataba el art. 1476 del derogado Cód. Civ.
y que se encuentra reproducida en el art. 1628 del nuevo Código. Consecuentemente, la
frustración o la ineficacia del traspaso acordado, el factoreado deberá restituir el importe del
crédito en cuestión, con más sus intereses, y accesorios más la indemnización de los demás
daños y perjuicios que hubiere sufrido el factor.

No encuadra en esta responsabilidad descripta, la garantía de la solvencia del deudor cedido,


porque la asunción de esta responsabilidad es resorte exclusivo de acuerdo y previsión
contractual, circunstancia que no es factible en el factoring atento la selección y adquisición de
los créditos por parte del factor. Si se asume el riesgo de incobrabilidad por parte del
factoreado, se estaría en presencia de otro negocio crediticio

Por ello, la frase final de la norma “aun cuando el factoraje se haya celebrado con o sin
recurso”, no ayuda a precisar la línea técnica demarcatoria entre el factoraje financiero (art.
1421), el descuento bancario (art. 1409) y la cesión de créditos con recurso (art. 1630), todos
del nuevo Código.

“ARTÍCULO 1428.- Notificación al deudor cedido. La transmisión de los derechos del crédito
cedido debe ser notificada al deudor cedido por cualquier medio que evidencie razonablemente
la recepción por parte de éste.”

Respecto de cada deudor cedido, la ley exige que la cesión o transmisión del crédito le sea
notificada por cualquier medio fehaciente que evidencie el cumplimiento de la carga legal. Se
sigue el principio general consagrado por el art. 1620 del nuevo Código. Mientras esa
notificación no tenga lugar o carezca de validez y eficacia, el deudor cedido está comprendido
en el concepto de terceros a que alude la norma legal precitada, por lo que la cesión no le
surte efectos.

Cumplida la notificación, el deudor cedido tiene la certeza que en lo sucesivo debe pagar al
factor y no a su acreedor originario (factoreado). Esta notificación puede provenir de cualquier
medio utilizado, facilitándose el procedimiento, pero siempre y cuando tenga eficacia para
evidenciar que el deudor cedido ha tomado conocimiento de la o las cesiones traspasadas al

31
factor (por ejemplo, publicación de las cesiones globales en el Boletín Oficial nacional: 2ª
Sección – Comerciales)

COMERCIALIZACION INDIRECTA:

CONTRATO DE AGENCIA:

ARTÍCULO 1479. Definición y forma Hay contrato de agencia cuando una parte, denominada
agente, se obliga a promover negocios por cuenta de otra denominada preponente o
empresario, de manera estable, continuada e independiente, sin que medie relación laboral
alguna, mediante una retribución. El agente es un intermediario independiente, no asume el
riesgo de las operaciones ni representa al preponente. El contrato debe instrumentarse por
escrito.

Pueden distinguirse los siguientes caracteres: a) bilateral, porque existen obligaciones para las
partes que son recíprocas; es decir que, a la obligación de promover negocios que le permitan
al empresario vender su mercadería a terceros —que es precisamente a lo que se obliga el
agente (obligación de hacer)—, le corresponde una retribución a cargo del preponente o
empresario por el beneficio que le apareje aquella gestión (obligación de dar); b) formal,
porque como ya se vio, se exige la forma escrita; c) oneroso, porque las partes acuerdan en
vista de una ventaja o utilidad recíproca; d) mercantil, porque en función de su propia
naturaleza, importa para las partes la realización de actividad económica organizada; e)
nominado y típico, porque cuenta con una denominación receptada por el Código y se prevé
una regulación que le da sus propias características; f) estable, porque de acuerdo a su propia
definición, el vínculo es de continuidad y potencialmente comprende la realización de una
pluralidad de operaciones.

ARTÍCULO 1480. Exclusividad El agente tiene derecho a la exclusividad en el ramo de los


negocios, en la zona geográfica, o respecto del grupo de personas, expresamente
determinados en el contrato.

ARTÍCULO 1481. Relación con varios empresarios El agente puede contratar sus servicios con
varios empresarios. Sin embargo, no puede aceptar operaciones del mismo ramo de negocios
o en competencia con las de uno de sus preponentes, sin que éste lo autorice expresamente.

ARTÍCULO 1482. Garantía del agente El agente no puede constituirse en garante de la cobranza
del comprador presentado al empresario, sino hasta el importe de la comisión que se le puede
haber adelantado o cobrado, en virtud de la operación concluida por el principal.

ARTICULO 1483- Obligaciones del agente. Son obligaciones del agente:

a) velar por los intereses del empresario y actuar de buena fe en el ejercicio de sus actividades;

b) ocuparse con la diligencia de un buen hombre de negocios de la promoción y, en su caso, de


la conclusión de los actos u operaciones que le encomendaron;

c) cumplir su cometido de conformidad con las instrucciones recibidas del empresario y


transmitir a éste toda la información de la que disponga relativa a su gestión;

d) informar al empresario, sin retraso, de todos los negocios tratados o concluidos y, en

32
particular, lo relativo a la solvencia de los terceros con los que se proponen o se concluyen
operaciones;

e) recibir en nombre del empresario las reclamaciones de terceros sobre defectos o vicios de
calidad o cantidad de los bienes vendidos o de los servicios prestados como consecuencia de
las operaciones promovidas, aunque él no las haya concluido, y transmitírselas de inmediato;

f) asentar en su contabilidad en forma independiente los actos u operaciones relativos a cada


empresario por cuya cuenta actúe.

ARTICULO 1484.- Obligaciones del empresario. Son obligaciones del empresario:

a) actuar de buena, fe, y hacer todo aquello que le incumbe, teniendo en cuenta las
circunstancias del caso, para permitir al agente el ejercicio normal de su actividad;

b) poner a disposición del agente con suficiente antelación y en la cantidad apropiada,


muestras, catálogos, tarifas y demás elementos de que se disponga y sean necesarios para el
desarrollo de las actividades del agente;

c) pagar la remuneración pactada;

d) comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los quince días
hábiles de su conocimiento, la aceptación o rechazo de la propuesta que le haya sido
transmitida;

e) comunicar al agente, dentro del plazo de uso o, en su defecto, dentro de los quince días
hábiles de la recepción de la orden, la ejecución parcial o la falta de ejecución del negocio
propuesto.

ARTICULO 1485.- Representación del agente. El agente no representa al empresario a los fines
de la conclusión y ejecución de los contratos en los que actúa, excepto para recibir las
reclamaciones de terceros previstas en el artículo 1483, inciso e). El agente debe tener poder
especial para cobrar los créditos resultantes de su gestión, pero en ningún caso puede
conceder quitas o esperas ni consentir acuerdos, desistimientos o avenimientos concursales,
sin facultades expresas, de carácter especial, en las que conste en forma específica el monto
de la quita o el plazo de la espera. Se prohíbe al agente desistir de la cobranza de un crédito
del empresario en forma total o parcial.

ARTICULO 1486.- Remuneración. Si no hay un pacto expreso, la remuneración del agente es


una comisión variable según el volumen o el valor de los actos o contratos promovidos y, en su
caso, concluidos por el agente, conforme con los usos y prácticas del lugar de actuación del
agente.

ARTICULO 1487.- Base para el cálculo. Cualquiera sea la forma de la retribución pactada, el
agente tiene derecho a percibirla por las operaciones concluidas con su intervención, durante
la vigencia del contrato de agencia y siempre que el precio sea cobrado por el empresario. En
las mismas condiciones también tiene derecho:

33
a) si existen operaciones concluidas con posterioridad a la finalización del contrato de agencia;

b) si el contrato se concluye con un cliente que el agente presentara anteriormente para un


negocio análogo, siempre que no haya otro agente con derecho a remuneración;

c) si el agente tiene exclusividad para una zona geográfica o para un grupo determinado de
personas, cuando el contrato se concluye con una persona perteneciente a dicha zona o grupo,
aunque el agente no lo promueva, excepto pacto especial y expreso en contrario.

ARTICULO 1488.- Devengamiento de la comisión. El derecho a la comisión surge al momento


de la conclusión del contrato con el tercero y del pago del precio al empresario. La comisión
debe ser liquidada al agente dentro de los veinte días hábiles contados a partir del pago total o
parcial del precio al empresario.

Cuando la actuación del agente se limita a la promoción del contrato, la orden transmitida al
empresario se presume aceptada, a los fines del derecho a percibir en el futuro la
remuneración, excepto rechazo o reserva formulada por éste en el término previsto en el
artículo 1484, inciso d).

ARTICULO 1489.- Remuneración sujeta a ejecución del contrato. La cláusula que subordina la
percepción de la remuneración, en todo o en parte, a la ejecución del contrato, es válida si ha
sido expresamente pactada.

ARTICULO 1490.- Gastos. Excepto pacto en contrario, el agente no tiene derecho al reembolso
de gastos que le origine el ejercicio de su actividad.

ARTICULO 1491.- Plazo. Excepto pacto en contrario, se entiende que el contrato de agencia se
celebra por tiempo indeterminado. La continuación de la relación con posterioridad al
vencimiento de un contrato de agencia con plazo determinado, lo transforma en contrato por
tiempo indeterminado.

ARTICULO 1492.- Preaviso. En los contratos de agencia por tiempo indeterminado, cualquiera
de las partes puede ponerle fin con un preaviso.

El plazo del preaviso debe ser de un mes por cada año de vigencia del contrato.

El final del plazo de preaviso debe coincidir con el final del mes calendario en el que aquél
opera.

Las disposiciones del presente artículo se aplican a los contratos de duración limitada
transformados en contratos de duración ilimitada, a cuyo fin en el cálculo del plazo de preaviso
debe computarse la duración limitada que le precede.

Las partes pueden prever los plazos de preaviso superiores a los establecidos en este artículo.

ARTICULO 1493.- Omisión de preaviso. En los casos del artículo 1492, la omisión del preaviso,
otorga a la otra parte derecho a la indemnización por las ganancias dejadas de percibir en el
período.

34
ARTICULO 1494.- Resolución. Otras causales. El contrato de agencia se resuelve por:

a) muerte o incapacidad del agente;

b) disolución de la persona jurídica que celebra el contrato, que no deriva de fusión o escisión;

c) quiebra firme de cualquiera de las partes;

d) vencimiento del plazo;

e) incumplimiento grave o reiterado de las obligaciones de una de las partes, de forma de


poner razonablemente en duda la posibilidad o la intención del incumplidor de atender con
exactitud las obligaciones sucesivas;

f) disminución significativa del volumen de negocios del agente.

ARTICULO 1495.- Manera en que opera la resolución. En los casos previstos en los incisos a) a
d) del artículo 1494, la resolución opera de pleno derecho, sin necesidad de preaviso ni
declaración de la otra parte, sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 1492 para el supuesto
de tiempo indeterminado.

En el caso del inciso e) del artículo 1494, cada parte puede resolver directamente el contrato.

En el caso del inciso f) del artículo 1494, se aplica el artículo 1492, excepto que el agente
disminuya su volumen de negocios durante dos ejercicios consecutivos, en cuyo caso el plazo
de preaviso no debe exceder de dos meses, cualesquiera haya sido la duración del contrato,
aun cuando el contrato sea de plazo determinado.

ARTICULO 1496.- Fusión o escisión. El contrato se resuelve si la persona jurídica que ha


celebrado el contrato se fusiona o se escinde y cualquiera de estas dos circunstancias causa un
detrimento sustancial en la posición del agente. Se deben las indemnizaciones del artículo
1497 y, en su caso, las del artículo 1493.

ARTICULO 1497.- Compensación por clientela. Extinguido el contrato, sea por tiempo
determinado o indeterminado, el agente que mediante su labor ha incrementado
significativamente el giro de las operaciones del empresario, tiene derecho a una
compensación si su actividad anterior puede continuar produciendo ventajas sustanciales a
éste.

En caso de muerte del agente ese derecho corresponde a sus herederos.

A falta de acuerdo, la compensación debe ser fijada judicialmente y no puede exceder del
importe equivalente a un año de remuneraciones, neto de gastos, promediándose el valor de
las percibidas por el agente durante los últimos cinco años, o durante todo el período de
duración del contrato, si éste es inferior.

Esta compensación no impide al agente, en su caso, reclamar por los daños derivados de la

35
ruptura por culpa del empresario.

ARTICULO 1498.- Compensación por clientela. Excepciones. No hay derecho a compensación


si:

a) el empresario pone fin al contrato por incumplimiento del agente;

b) el agente pone fin al contrato, a menos que la terminación esté justificada por
incumplimiento del empresario; o por la edad, invalidez o enfermedad del agente, que no
permiten exigir razonablemente la continuidad de sus actividades. Esta facultad puede ser
ejercida por ambas partes.

ARTICULO 1499.- Cláusula de no competencia. Las partes pueden pactar cláusulas de no


competencia del agente para después de la finalización del contrato, si éste prevé la
exclusividad del agente en el ramo de negocios del empresario. Son válidas en tanto no
excedan de un año y se apliquen a un territorio o grupo de personas que resulten razonables,
habida cuenta de las circunstancias.

ARTICULO 1500.- Subagencia. El agente no puede, excepto consentimiento expreso del


empresario, instituir subagentes. Las relaciones entre agente y subagente son regidas por este
Capítulo. El agente responde solidariamente por la actuación del subagente, el que, sin
embargo, no tiene vínculo directo con el empresario.

ARTICULO 1501.- Casos excluidos. Las normas de este Capítulo no se aplican a los agentes de
bolsa o de mercados de valores, de futuros y opciones o derivados; a los productores o
agentes de seguros; a los agentes financieros, o cambiarios, a los agentes marítimos o
aeronáuticos y a los demás grupos regidos por leyes especiales en cuanto a las operaciones
que efectúen.
Concesión

ARTICULO 1502.- Definición. Hay contrato de concesión cuando el concesionario, que actúa en
nombre y por cuenta propia frente a terceros, se obliga mediante una retribución a disponer
de su organización empresaria para comercializar mercaderías provistas por el concedente,
prestar los servicios y proveer los repuestos y accesorios según haya sido convenido.

ARTICULO 1503.- Exclusividad. Mercaderías. Excepto pacto en contrario:

a) la concesión es exclusiva para ambas partes en el territorio o zona de influencia


determinados. El concedente no puede autorizar otra concesión en el mismo territorio o zona
y el concesionario no puede, por sí o por interpósita persona, ejercer actos propios de la
concesión fuera de esos límites o actuar en actividades competitivas;

b) la concesión comprende todas las mercaderías fabricadas o provistas por el concedente,


incluso los nuevos modelos.

ARTICULO 1504.- Obligaciones del concedente. Son obligaciones del concedente:

36
a) proveer al concesionario de una cantidad mínima de mercaderías que le permita atender
adecuadamente las expectativas de venta en su territorio o zona, de acuerdo con las pautas de
pago, de financiación y garantías previstas en el contrato. El contrato puede prever la
determinación de objetivos de ventas, los que deben ser fijados y comunicados al
concesionario de acuerdo con lo convenido;

b) respetar el territorio o zona de influencia asignado en exclusividad al concesionario. Son


válidos los pactos que, no obstante la exclusividad, reserva para el concedente cierto tipo de
ventas directas o modalidades de ventas especiales;

c) proveer al concesionario la información técnica y, en su caso, los manuales y la capacitación


de personal necesarios para la explotación de la concesión;

d) proveer durante un período razonable, en su caso, repuestos para los productos


comercializados;

e) permitir el uso de marcas, enseñas comerciales y demás elementos distintivos, en la medida


necesaria para la explotación de la concesión y para la publicidad del concesionario dentro de
su territorio o zona de influencia.

ARTICULO 1505.- Obligaciones del concesionario. Son obligaciones del concesionario:

a) comprar exclusivamente al concedente las mercaderías y, en su caso, los repuestos objeto


de la concesión, y mantener la existencia convenida de ellos o, en defecto de convenio, la
cantidad suficiente para asegurar la continuidad de los negocios y la atención del público
consumidor;

b) respetar los límites geográficos de actuación y abstenerse de comercializar mercaderías


fuera de ellos, directa o indirectamente por interpósita persona;

c) disponer de los locales y demás instalaciones y equipos que resulten necesarios para el
adecuado cumplimiento de su actividad;

d) prestar los servicios de preentrega y mantenimiento de las mercaderías, en caso de haberlo


así convenido;

e) adoptar el sistema de ventas, de publicidad y de contabilidad que fije el concedente;

f) capacitar a su personal de conformidad con las normas del concedente.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso a) de este artículo, el concesionario puede vender


mercaderías del mismo ramo que le hayan sido entregadas en parte de pago de las que
comercialice por causa de la concesión, así como financiar unas y otras y vender, exponer o
promocionar otras mercaderías o servicios que se autoricen por el contrato, aunque no sean
accesorios de las mercaderías objeto de la concesión ni estén destinados a ella.

ARTICULO 1506.- Plazos. El plazo del contrato de concesión no puede ser inferior a cuatro
años. Pactado un plazo menor o si el tiempo es indeterminado, se entiende convenido por

37
cuatro años.

Excepcionalmente, si el concedente provee al concesionario el uso de las instalaciones


principales suficientes para su desempeño, puede preverse un plazo menor, no inferior a dos
años.

La continuación de la relación después de vencido el plazo determinado por el contrato o por


la ley, sin especificarse antes el nuevo plazo, lo transforma en contrato por tiempo
indeterminado.

ARTICULO 1507.- Retribución. Gastos. El concesionario tiene derecho a una retribución, que
puede consistir en una comisión o un margen sobre el precio de las unidades vendidas por él a
terceros o adquiridas al concedente, o también en cantidades fijas u otras formas convenidas
con el concedente.

Los gastos de explotación están a cargo del concesionario, excepto los necesarios para atender
los servicios de preentrega o de garantía gratuita a la clientela, en su caso, que deben ser
pagados por el concedente conforme a lo pactado.

ARTICULO 1508.- Rescisión de contratos por tiempo indeterminado. Si el contrato de


concesión es por tiempo indeterminado:

a) son aplicables los artículos 1492 y 1493;

b) el concedente debe readquirir los productos y repuestos nuevos que el concesionario haya
adquirido conforme con las obligaciones pactadas en el contrato y que tenga en existencia al
fin del período de preaviso, a los precios ordinarios de venta a los concesionarios al tiempo del
pago.

ARTICULO 1509.- Resolución del contrato de concesión. Causales. Al contrato de concesión se


aplica el artículo 1494.

ARTICULO 1510.- Subconcesionarios. Cesión del contrato. Excepto pacto en contrario, el


concesionario no puede designar subconcesionarios, agentes o intermediarios de venta, ni
cualquiera de las partes puede ceder el contrato.

ARTICULO 1511.- Aplicación a otros contratos. Las normas de este Capítulo se aplican a:

a) los contratos por los que se conceda la venta o comercialización de software o de


procedimientos similares;

b) los contratos de distribución, en cuanto sean pertinentes.

CONTRATO DE DISTRIBUCION: No esta regulado en el código.

 Es un contrato en virtud del cual el distribuidor comercializa a nombre propio un


determinado producto del fabricante o productor mediante un sistema de reventas,
previamente planificadas en una zona”.

38
Las partes del contrato son: el distribuidor y el fabricante o productor.

 OBLIGACIONES DEL FABRICANTE: Entregar la mercadería pactada

 No vender directamente los productos

 No designar otro distribuidor en la zona exclusiva

OBLIGACIONES DEL DISTRIBUIDOR:

 Vender los productos en la zona determinada

 Cumplir con mínimo de compras o ventas. Mantener stock suficiente

 Pagar mercaderías adquiridas al fabricante

UNIDAD 3:

1. Franquicia: Concepto. Caracteres. Elementos tipificantes. Clases de franquicia. Obligaciones


del franquiciante. Obligaciones del franquiciado. Plazo del contrato. Cláusulas de exclusividad.
Otras cláusulas. Régimen de responsabilidad. Extinción del contrato. Funcionamiento de la
figura.

2. Suministro: Concepto. Caracteres. Plazo del contrato. Reglas sobre las prestaciones: a) A
cargo del suministrante: cantidades; plazo de provisión; b) A cargo del suministrado: precio.
Pacto de preferencia. Contrato por tiempo indeterminado. Resolución del contrato.
Suspensión del suministro. Diferencias con la compraventa y con la concesión.
Aprovisionamiento de comidas: Catering y fast food.

3. Estimatorio: Concepto. Caracteres. Elementos. Derechos y obligaciones de las partes.


Efectos.

RTICULO 1512.- Concepto. Hay franquicia comercial cuando una parte, denominada
franquiciante, otorga a otra, llamada franquiciado, el derecho a utilizar un sistema probado,
destinado a comercializar determinados bienes o servicios bajo el nombre comercial, emblema
o la marca del franquiciante, quien provee un conjunto de conocimientos técnicos y la
prestación continua de asistencia técnica o comercial, contra una prestación directa o indirecta
del franquiciado.

El franquiciante debe ser titular exclusivo del conjunto de los derechos intelectuales, marcas,
patentes, nombres comerciales, derechos de autor y demás comprendidos en el sistema bajo
franquicia; o, en su caso, tener derecho a su utilización y transmisión al franquiciado en los
términos del contrato.

El franquiciante no puede tener participación accionaria de control directo o indirecto en el


negocio del franquiciado.

ARTICULO 1513.- Definiciones. A los fines de la interpretación del contrato se entiende que:

a) franquicia mayorista es aquella en virtud de la cual el franquiciante otorga a una persona


física o jurídica un territorio o ámbito de actuación Nacional o regional o provincial con
derecho de nombrar subfranquiciados, el uso de sus marcas y sistema de franquicias bajo
contraprestaciones específicas;

39
b) franquicia de desarrollo es aquella en virtud de la cual el franquiciante otorga a un
franquiciado denominado desarrollador el derecho a abrir múltiples negocios franquiciados
bajo el sistema, método y marca del franquiciante en una región o en el país durante un
término prolongado no menor a cinco años, y en el que todos los locales o negocios que se
abren dependen o están controlados, en caso de que se constituyan como sociedades, por el
desarrollador, sin que éste tenga el derecho de ceder su posición como tal o subfranquiciar, sin
el consentimiento del franquiciante;

c) sistema de negocios: es el conjunto de conocimientos prácticos y la experiencia acumulada


por el franquiciante, no patentado, que ha sido debidamente probado, secreto, sustancial y
transmisible. Es secreto cuando en su conjunto o la configuración de sus componentes no es
generalmente conocida o fácilmente accesible. Es sustancial cuando la información que
contiene es relevante para la venta o prestación de servicios y permite al franquiciado prestar
sus servicios o vender los productos conforme con el sistema de negocios. Es transmisible
cuando su descripción es suficiente para permitir al franquiciado desarrollar su negocio de
conformidad a las pautas creadas o desarrolladas por el franquiciante.

ARTICULO 1514.- Obligaciones del franquiciante. Son obligaciones del franquiciante:

a) proporcionar, con antelación a la firma del contrato, información económica y financiera


sobre la evolución de dos años de unidades similares a la ofrecida en franquicia, que hayan
operado un tiempo suficiente, en el país o en el extranjero;

b) comunicar al franquiciado el conjunto de conocimientos técnicos, aun cuando no estén


patentados, derivados de la experiencia del franquiciante y comprobados por éste como aptos
para producir los efectos del sistema franquiciado;

c) entregar al franquiciado un manual de operaciones con las especificaciones útiles para


desarrollar la actividad prevista en el contrato;

d) proveer asistencia técnica para la mejor operatividad de la franquicia durante la vigencia del
contrato;

e) si la franquicia comprende la provisión de bienes o servicios a cargo del franquiciante o de


terceros designados por él, asegurar esa provisión en cantidades adecuadas y a precios
razonables, según usos y costumbres comerciales locales o internacionales;

f) defender y proteger el uso por el franquiciado, en las condiciones del contrato, de los
derechos referidos en el artículo 1512, sin perjuicio de que:

i) en las franquicias internacionales esa defensa está contractualmente a cargo del


franquiciado, a cuyo efecto debe ser especialmente apoderado sin perjuicio de la obligación
del franquiciante de poner a disposición del franquiciado, en tiempo propio, la documentación
y demás elementos necesarios para ese cometido;

ii) en cualquier caso, el franquiciado está facultado para intervenir como interesado
coadyuvante, en defensa de tales derechos, en las instancias administrativas o judiciales

40
correspondientes, por las vías admitidas por la ley procesal, y en la medida que ésta lo
permita.

ARTICULO 1515.- Obligaciones del franquiciado. Son obligaciones mínimas del franquiciado:

a) desarrollar efectivamente la actividad comprendida en la franquicia, cumplir las


especificaciones del manual de operaciones y las que el franquiciante le comunique en
cumplimiento de su deber de asistencia técnica;

b) proporcionar las informaciones que razonablemente requiera el franquiciante para el


conocimiento del desarrollo de la actividad y facilitar las inspecciones que se hayan pactado o
que sean adecuadas al objeto de la franquicia;

c) abstenerse de actos que puedan poner en riesgo la identificación o el prestigio del sistema
de franquicia que integra o de los derechos mencionados en el artículo 1512, segundo párrafo,
y cooperar, en su caso, en la protección de esos derechos;

d) mantener la confidencialidad de la información reservada que integra el conjunto de


conocimientos técnicos transmitidos y asegurar esa confidencialidad respecto de las personas,
dependientes o no, a las que deban comunicarse para el desarrollo de las actividades. Esta
obligación subsiste después de la expiración del contrato;

e) cumplir con las contraprestaciones comprometidas, entre las que pueden pactarse
contribuciones para el desarrollo del mercado o de las tecnologías vinculadas a la franquicia.

ARTICULO 1516.- Plazo. Es aplicable el artículo 1506, primer párrafo. Sin embargo, un plazo
inferior puede ser pactado si se corresponde con situaciones especiales como ferias o
congresos, actividades desarrolladas dentro de predios o emprendimientos que tienen prevista
una duración inferior, o similares. Al vencimiento del plazo, el contrato se entiende prorrogado
tácitamente por plazos sucesivos de un año, excepto expresa denuncia de una de las partes
antes de cada vencimiento con treinta días de antelación. A la segunda renovación, se
transforma en contrato por tiempo indeterminado.

ARTICULO 1517.- Cláusulas de exclusividad. Las franquicias son exclusivas para ambas partes.
El franquiciante no puede autorizar otra unidad de franquicia en el mismo territorio, excepto
con el consentimiento del franquiciado. El franquiciado debe desempeñarse en los locales
indicados, dentro del territorio concedido o, en su defecto, en su zona de influencia, y no
puede operar por sí o por interpósita persona unidades de franquicia o actividades que sean
competitivas. Las partes pueden limitar o excluir la exclusividad.

ARTICULO 1518.- Otras cláusulas. Excepto pacto en contrario:

a) el franquiciado no puede ceder su posición contractual ni los derechos que emergen del
contrato mientras está vigente, excepto los de contenido dinerario. Esta disposición no se
aplica en los contratos de franquicia mayorista destinados a que el franquiciado otorgue a su
vez subfranquicias, a esos efectos. En tales supuestos, debe contar con la autorización previa
del franquiciante para otorgar subfranquicias en las condiciones que pacten entre el
franquiciante y el franquiciado principal;

41
b) el franquiciante no puede comercializar directamente con los terceros, mercaderías o
servicios comprendidos en la franquicia dentro del territorio o zona de influencia del
franquiciado;

c) el derecho a la clientela corresponde al franquiciante. El franquiciado no puede mudar la


ubicación de sus locales de atención o fabricación.

ARTICULO 1519.- Cláusulas nulas. No son válidas las cláusulas que prohíban al franquiciado:

a) cuestionar justificadamente los derechos del franquiciante mencionado en el artículo 1512,


segundo párrafo;

b) adquirir mercaderías comprendidas en la franquicia de otros franquiciados dentro del país,


siempre que éstos respondan a las calidades y características contractuales;

c) reunirse o establecer vínculos no económicos con otros franquiciados.

ARTICULO 1520.- Responsabilidad. Las partes del contrato son independientes, y no existe
relación laboral entre ellas. En consecuencia:

a) el franquiciante no responde por las obligaciones del franquiciado, excepto disposición legal
expresa en contrario;

b) los dependientes del franquiciado no tienen relación jurídica laboral con el franquiciante, sin
perjuicio de la aplicación de las normas sobre fraude laboral;

c) el franquiciante no responde ante el franquiciado por la rentabilidad del sistema otorgado


en franquicia.

El franquiciado debe indicar claramente su calidad de persona independiente en sus facturas,


contratos y demás documentos comerciales; esta obligación no debe interferir en la identidad
común de la red franquiciada, en particular en sus nombres o rótulos comunes y en la
presentación uniforme de sus locales, mercaderías o medios de transporte.

ARTICULO 1521.- Responsabilidad por defectos en el sistema. El franquiciante responde por los
defectos de diseño del sistema, que causan daños probados al franquiciado, no ocasionados
por la negligencia grave o el dolo del franquiciado.

ARTICULO 1522.- Extinción del contrato. La extinción del contrato de franquicia se rige por las
siguientes reglas:

a) el contrato se extingue por la muerte o incapacidad de cualquiera de las partes;

b) el contrato no puede ser extinguido sin justa causa dentro del plazo de su vigencia original,
pactado entre las partes. Se aplican los artículos 1084 y siguientes;

c) los contratos con un plazo menor de tres años justificado por razones especiales según el

42
artículo 1516, quedan extinguidos de pleno derecho al vencimiento del plazo;

d) cualquiera sea el plazo de vigencia del contrato, la parte que desea concluirlo a la expiración
del plazo original o de cualquiera de sus prórrogas, debe preavisar a la otra con una
anticipación no menor de un mes por cada año de duración, hasta un máximo de seis meses,
contados desde su inicio hasta el vencimiento del plazo pertinente. En los contratos que se
pactan por tiempo indeterminado, el preaviso debe darse de manera que la rescisión se
produzca, cuando menos, al cumplirse el tercer año desde su concertación. En ningún caso se
requiere invocación de justa causa. La falta de preaviso hace aplicable el artículo 1493.

La cláusula que impide la competencia del franquiciado con la comercialización de productos o


servicios propios o de terceros después de extinguido el contrato por cualquier causa, es válida
hasta el plazo máximo de un año y dentro de un territorio razonable habida cuenta de las
circunstancias.

ARTICULO 1523.- Derecho de la competencia. El contrato de franquicia, por sí mismo, no debe


ser considerado un pacto que limite, restrinja o distorsione la competencia.

ARTICULO 1524.- Casos comprendidos. Las disposiciones de este Capítulo se aplican, en cuanto
sean compatibles, a las franquicias industriales y a las relaciones entre franquiciante y
franquiciado principal y entre éste y cada uno de sus subfranquiciados.
ARTICULO 1176.- Definición. Suministro es el contrato por el cual el suministrante se obliga a
entregar bienes, incluso servicios sin relación de dependencia, en forma periódica o
continuada, y el suministrado a pagar un precio por cada entrega o grupo de ellas.

ARTICULO 1177.- Plazo máximo. El contrato de suministro puede ser convenido por un plazo
máximo de veinte años, si se trata de frutos o productos del suelo o del subsuelo, con proceso
de elaboración o sin él, y de diez años en los demás casos. El plazo máximo se computa a partir
de la primera entrega ordinaria.

ARTICULO 1178.- Cantidades. Si no se conviene la entidad de las prestaciones a ser cumplidas


por el suministrante durante períodos determinados, el contrato se entiende celebrado según
las necesidades normales del suministrado al tiempo de su celebración.

Si sólo se convinieron cantidades máximas y mínimas, el suministrado tiene el derecho de


determinar la cantidad en cada oportunidad que corresponda, dentro de esos límites. Igual
derecho tiene cuando se haya establecido solamente un mínimo, entre esta cantidad y las
necesidades normales al tiempo del contrato.

ARTICULO 1179.- Aviso. Si las cantidades a entregar en cada período u oportunidad pueden
variarse, cada parte debe dar aviso a la otra de la modificación en sus necesidades de
recepción o posibilidades de entrega, en la forma y oportunidades que pacten. No habiendo
convención, debe avisarse con una anticipación que permita a la otra parte prever las acciones
necesarias para una eficiente operación.

ARTICULO 1180.- Plazo en prestaciones singulares. El plazo legal o convencional para el


cumplimiento de las prestaciones singulares se presume establecido en interés de ambas
partes, excepto pacto en contrario.

43
ARTICULO 1181.- Precio. A falta de convención o uso en contrario, en las prestaciones
singulares, el precio:

a) se determina según el precio de prestaciones similares que el suministrante efectúe en el


tiempo y lugar de cada entrega, si la prestación es de aquellas que hacen a su giro ordinario de
negocios o modo de vida;

b) en su defecto, se determina por el valor corriente de plaza en la fecha y lugar de cada


entrega;

c) debe ser pagado dentro de los primeros diez días del mes calendario siguiente a aquel en
que ocurrió la entrega.

ARTICULO 1182.- Pacto de preferencia. El pacto mediante el cual una de las partes se obliga a
dar preferencia a la otra en la celebración de un contrato sucesivo relativo al mismo o similar
objeto, es válido siempre que la duración de la obligación no exceda de tres años.

La parte que desee contratar con terceros el reemplazo total o parcial del suministro cuyo
plazo ha expirado o expirará en fecha próxima, debe dar aviso a la otra de las condiciones en
que proyecta contratar con terceros, en la forma y condiciones pactadas en el contrato. La otra
parte debe hacer uso de la preferencia, haciéndolo saber según lo acordado. A falta de
estipulación en el contrato, se aplican la forma y condiciones de uso. En su defecto, una parte
debe notificar por medio fehaciente las condiciones del nuevo contrato con una antelación de
treinta días a su terminación y la otra debe hacer saber por igual medio si utilizará el pacto de
preferencia dentro de los quince días de recibida la notificación. En caso de silencio de ésta,
expira su derecho de preferencia.

ARTICULO 1183.- Contrato por tiempo indeterminado. Si la duración del suministro no ha sido
establecida expresamente, cualquiera de las partes puede resolverlo, dando aviso previo en las
condiciones pactadas. De no existir pacto se aplican los usos. En su defecto, el aviso debe
cursarse en un término razonable según las circunstancias y la naturaleza del suministro, que
en ningún caso puede ser inferior a sesenta días.

ARTICULO 1184.- Resolución. En caso de incumplimiento de las obligaciones de una de las


partes en cada prestación singular, la otra sólo puede resolver el contrato de suministro, en los
términos de los artículos 1077 y siguientes si el incumplimiento es de notable importancia, de
forma tal de poner razonablemente en duda la posibilidad del incumplidor de atender con
exactitud los posteriores vencimientos.

ARTICULO 1185.- Suspensión del suministro. Si los incumplimientos de una parte no tienen las
características del artículo 1184, la otra parte sólo puede suspender sus prestaciones hasta
tanto se subsane el incumplimiento, si ha advertido al incumplidor mediante un preaviso
otorgado en los términos pactados o, en su defecto, con una anticipación razonable
atendiendo a las circunstancias.

ARTICULO 1186.- Normas supletorias. En tanto no esté previsto en el contrato o en las normas
precedentes, se aplican a las prestaciones singulares las reglas de los contratos a las que ellas

44
correspondan, que sean compatibles.
CONTRATO ESTIMATORIO ¿¿?? El último precepto que integra el Capítulo 9, "Contrato de
consignación", es el art. 1344, C.Civ.yCom., y bajo el raro epígrafe de "Obligación de pagar el
precio", encubre y encierra la regulación mínima del contrato estimatorio en nuestro Derecho.
Los anteriores Proyectos de Reforma del Código Civil trasuntaban la misma línea metodológica,
es decir, tratar esta figura en el mismo capítulo dedicado al contrato de consignación. (3)
Corresponde realizar las siguientes aclaraciones previas: — El contrato estimatorio constituye
una figura diferente del contrato de consignación, como se constata en el Derecho comparado
—arts. 1556 a 1558, Código Civil y Comercial italiano, por caso—. — Por tal motivo, debió ser
regulado de manera separada al contrato de consignación; — Aun incluyéndoselo dentro del
mismo articulado que la consignación, habérselo tratado con mayor precisión y amplitud, y no
de la manera escueta y fragmentaria como se lo disciplinó; — Al concebir el contrato
estimatorio como si fuera una modalidad del contrato de consignación, el nuevo Código
denomina consignante y consignatario a quienes en verdad son tradens y accipiens,
respectivamente, como lo ampliaré a continuación. Aclarado estos aspectos, cabe formular las
siguientes reflexiones generales: 1) El contrato estimatorio se verifica usualmente en el tráfico
negocial y es aquel por el cual una parte, denominada tradens, entrega a otra, llamada
accipiens, una o varias cosas muebles por las cuales debe pagar un precio "estimado" al
momento de contratar, o restituir esas cosas en el plazo fijado en el contrato. © Thomson La
Ley 8 2) Se trata de una modalidad contractual muy utilizada entre comerciantes para, por
ejemplo, promover nuevos productos: el distribuidor o mayorista entrega el nuevo producto al
minorista para que éste lo venda al público y, si no lo vende, debe restituirlo o pagar él mismo
el precio estimado. Pero también este contrato se presenta en la distribución de periódicos y
revistas, en la venta de automotores, muebles, joyas, ropas, etc., que se dejan "en
consignación" al vendedor. Esta expresión coloquial utilizada en la vida cotidiana no debe
llevar a confusión dado que en la mayor parte de los casos en que se deja algo en
"consignación para la venta", se celebra un contrato estimatorio precisamente, y no un
contrato de consignación. 3) Las reglas que trae el nuevo Código en la materia son muy básicas
y no regulan más que aspectos puntuales y accesorios de esta figura. 4) Entre esas reglas, se
prevé que el plazo establecido en el contrato para que el accipiens (consignatario, en el
vocablo del art. 1344, C.Civ.yCom.) restituya las cosas se considera puesto a su favor. Por ese
motivo, el tradens (consignante, en la terminología legal) no puede disponer de las cosas hasta
tanto no le sean restituidas por el accipiens. Si éste no las restituye en el plazo debido y
pactado, incurre en mora automática (art. 886, C.Civ.yCom.), y el tradens podrá solicitar su
restitución y, con ella concretada, disponer libremente de las cosas que le había entregado al
accipiens. 5) Los acreedores del accipiens no pueden embargar las cosas entregadas con
motivo de este contrato hasta tanto no se haya pagado su precio al tradens. Esto constituye
una regla razonable en el funcionamiento de esta figura y tiene su fundamento en que,
mientras no se haya abonado el precio de las cosas, éstas no son de propiedad del accipiens
(consignatario), sino que siguen siendo de propiedad del tradens (consignante). Por lo tanto,
los acreedores de aquél sólo podrían embargar los bienes que integran el patrimonio de su
deudor (doct. arts. 242 y 743, C.Civ.yCom.), y, como esos bienes solo se incorporarán al
patrimonio del consignatario con el pago del precio, ese acto habilita a los acreedores a
embargarlos.

CONTRATOS ELECTRÓNICOS

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1. Contratos electrónicos: Concepto. Rasgos particulares. Momento de conclusión del
contrato. Diferencia entre el contrato electrónico y el informático. Contrato informático:
Concepto. Contratos informáticos en particular. Contratos celebrados por Internet: Clases.

Podríamos definir a los contratos electrónicos como acuerdos de voluntad cuya celebración se
perfecciona sin la presencia física de las partes contratantes y a través del uso de medios
electrónicos.

De la definición propuesta, emergen sus características esenciales, a saber:.

a) Es claro que no hay "presencia física" de las partes contratantes al momento de


perfeccionarse el consentimiento contractual.

En principio, creemos que normalmente la contratación electrónica formará parte del género
"contratos a distancia" o "contratos entre ausentes", cuyas principales características son,
justamente, la distancia geográfica entre las partes contratantes, y el transcurso de un tiempo
jurídicamente relevante entre la oferta y la aceptación.

Es de rigor destacar que los usos y costumbres del comercio electrónico marcan que los
contratos por medios electrónicos se celebran, en su gran mayoría -y en particular aquellos
que regulan relaciones de consumo-, mediante la modalidad "click-wrap", que, como se verá
ut infra, presupone que las cláusulas y condiciones que se aceptan mediante "click" se
encuentran previamente redactadas por su proveedor de modo unilateral. De este modo, ese
lapso entre oferta y aceptación, como así la ausencia física de los contratantes, determinan su
inclusión en la categoría de contratos a distancia.

Ahora bien, dada la instantaneidad en la comunicación que permiten las redes telemáticas
actuales, es perfectamente posible la manifestación de la voluntad de manera concomitante e
inmediata, es decir, sin un lapso considerable entre la oferta y la aceptación, de lo cual se
colige que no toda contratación electrónica es exactamente asimilable a la categoría de
"contrato entre ausentes" (1). Volveremos sobre ello al referirnos al consentimiento
contractual (acápite 2.2).

b) En relación a los contratantes, los contratos electrónicos pueden ser clasificados según el
tipo de relación que tiendan a regir, a saber: relaciones entre comerciante y consumidor
(Business to Consumer o B2C), entre comerciantes (Business to Business o B2B) o entre
consumidores (Consumer to Consumer o C2C). En el presente trabajo, nos referiremos
principalmente a la relación proveedor-consumidor (B2C), pues es la que interesa al Derecho
de Consumo, y sobre la que haremos hincapié en el presente trabajo (2).

c) La contratación electrónica se destaca por la forma de manifestación del consentimiento a


través de un medio electrónico. Debe entenderse por tal a aquella que "se realiza mediante la
utilización de algún elemento electrónico, con influencia decisiva, real y directa sobre la
formación de la voluntad, el desarrollo o la interpretación de un acuerdo"(3).

d) La modalidad más usual de celebración de contratos electrónicos es a través de los llamados


"contratos click-wrap" (4), que son aquellos en los que una de las partes (aceptante)
manifiesta su voluntad de aceptar las condiciones o cláusulas redactadas por la otra
(predisponente) mediante un simple "click" en la leyenda "Acepto", "Estoy de acuerdo" o
similar, que aparece normalmente al final del documento escrito que se muestra en el
dispositivo del usuario.

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Si bien usados mayormente en sus inicios para licencias de uso de software, ya sean adquiridos
en formato físico o en formato digital, los contratos click-wrap también se utilizan para otorgar
licencias de otros productos digitales disponibles en la red, como por ejemplo, libros digitales,
música, video juegos, entre otros, y para la aceptación de servicios digitales, como por
ejemplo, adherirse a una base de datos o a una red social, obtener un espacio virtual para
crear y moderar un blog, adherirse a una plataforma de compra-venta o subasta de bienes o
servicios en línea, etc.

En lo que respecta al formato en que se presenta típicamente el contrato en la pantalla del


usuario, por lo general aquel trae aparejadas serias dificultades. Por ejemplo, suele aparecer
en idioma extranjero, o con deficiencias en la traducción que lo hacen inentendible. Asimismo,
se requiere que el usuario acepte las condiciones generales antes de utilizar el producto o
gozar del servicio, pero después de haberlo adquirido, incluso cuando el consumidor no pudo
tener acceso a ellas para leerlas, lo cual genera ciertas dudas en cuanto a su legalidad.
Finalmente, al pie de dichos contratos, se estila colocar la leyenda "Acepto", "Estoy de
acuerdo" u otra similar, marcada por defecto, sin requerir acción alguna del usuario. Como
veremos, estos problemas pueden generar situaciones abusivas sobre las que volveremos ut
infra en el acápite 4.3.

2.2. FORMACIÓN DEL CONSENTIMIENTO.

Una de las cuestiones más debatidas dentro de la contratación electrónica es la relativa a la


formación del consentimiento.

Es menester tener presente que, con anterioridad a la entrada en vigencia del Código Civil y
Comercial (Ley 26.994 (5), en adelante "CCC"), el Código Civil (Ley 340 y modificatorias
(derogadas), en adelante "CC") no consagraba normas expresas y claras respecto de este tipo
de contratación, por lo cual era necesario remitirse a sus principios liminares, de los cuales
podía inferirse su validez (6).

El actual CCC, no sólo comprende aquellos principios, sino que además regula de manera más
precisa la contratación por medios electrónicos de la siguiente manera:

a) Autonomía de la voluntad: en relación a los principios aplicables a todos los actos jurídicos y
contratos, cabe traer a consideración que en materia contractual rige el principio de la
autonomía de la voluntad, según el cual lo pactado por las partes forma una regla a la cual
deben someterse como a la ley misma (arts. 957, 959 y 2651 del CCC). El fundamento del
mismo radica no sólo en el respeto de la voluntad de los contratantes, sino también en el
respeto hacia el orden público económico, pues la mayoría de las relaciones jurídicas nacen y
dependen de la fuerza obligatoria de los contratos (7).

Tal principio, a su vez, presupone que tales actos jurídicos hayan sido efectuados con
discernimiento, intención y libertad, todos ellos elementos de la voluntad, los cuales, ausentes
en cualquiera de las partes, genera nulidad por vicio en la voluntad, sea que se trate de error,
dolo o violencia (arts. 267 a 278 del CCC). Asimismo, presupone que haya habido una
manifestación de tal voluntad (art. 260 CCC), sea oralmente, por escrito, por signos
inequívocos o por la ejecución de un hecho material por consentida por hecho material (arts.
262 CCC), o bien tácita, a través de actos por los cuales se la puede conocer con certidumbre
(art. 264 CCC).

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b) Consentimiento - Contratos entre ausentes: un tema íntimamente vinculado con la
autonomía de la voluntad es el del consentimiento contractual. Cabe recordar que el
consentimiento es el elemento esencial del contrato determinado por la convergencia entre
una oferta y una aceptación válidamente expresada (arts. 971, 972 y 978 del CCC).

Tratándose de contratos entre ausentes, cabe resaltar que el Código de Vélez si bien los
contemplaba, lo atinente al consentimiento estaba regulado según los medios conocidos en
aquella época, a punto tal que, su manifestación estaba prevista realizarse por dos vías, a
saber: por medio de agentes o por medio de correspondencia epistolar (art. 1147 CC). Si bien
por analogía podía entenderse que las comunicaciones electrónicas punto a punto encajan en
el concepto de "correspondencia epistolar", la subsunción de los contratos electrónicos -una
realidad jurídica más compleja que la mera "correspondencia epistolar", pues aquellos
permiten una celebración a partir de una voluntad consensual instantánea- a la regulación de
los contratos entre ausentes devenía forzada, siendo necesaria una regulación expresa y
precisa, que, en efecto, el CCC viene a introducir.

c) Oferta: el CCC, al referirse a la fuerza obligatoria de la oferta, establece que la oferta "hecha
a una persona presente" o "formulada por un medio de comunicación instantáneo", sin
fijación de plazo, sólo puede ser aceptada inmediatamente (974 CCC).

El pragmatismo de la citada norma, al equiparar los contratos entre presentes a los que se
celebran por un medio de comunicación instantáneo -donde parecería leerse
fundamentalmente al supuesto de los contratos electrónicos que permiten una manifestación
de la oferta de manera instantánea (vgr. servicios de Internet tales como telefonía IP,
mensajería instantánea en la que ambas partes se encuentran en línea, videoconferencias,
etc.)-, resulta una buena solución legislativa, pues evita la discusión respecto de si la
contratación electrónica es "entre presentes" o "entre ausentes", ahorrando así conceptos
ontológicos que compliquen los conceptos jurídicos de "presencia" y/o "ausencia" (8).

d) Invitación a ofertar: también el CCC establece que "la oferta dirigida a personas
indeterminadas es considerada como invitación para que hagan ofertas, excepto que de sus
términos o de las circunstancias de su emisión resulte la intención de contratar del oferente"
[...] (art. 973 CCC).

Es de destacar que esta norma, dentro del ámbito del comercio electrónico, se refiere
principalmente al supuesto de los sitios web que muestran catálogos de productos u ofrecen
servicios, los cuales, siempre y cuando estén dirigidos a persona indeterminada, resultan
invitaciones a ofertar.

Cabe recordar, no obstante, que si están dirigidos a consumidores, la oferta es vinculante en


todos sus términos (7 Ley 24.240 de Defensa del Consumidor (9), en adelante LDC), como lo
veremos ut infra.

e) Aceptación: una de las principales modificaciones que introduce el CCC, vinculada con el
momento de perfeccionamiento de un contrato, es la consagración de la teoría de la recepción
de la aceptación de la oferta (art. 971 y 980 CCC) por sobre la anteriormente vigente teoría de
la expedición (art. 1154 CC), considerándose en la ley ahora vigente que "la manifestación de
voluntad de una parte es recibida por la otra cuando ésta la conoce o debió conocerla, trátese
de comunicación verbal, de recepción en su domicilio de un instrumento pertinente, o de otro
modo útil" (983 CCC).

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Tal cambio resultaba necesario para evitar que la regla de la expedición devenga forzada en la
realidad de los contratos entre ausentes, y en particular como consecuencia de la irrupción de
nuevas formas de contratación, en particular, del comercio electrónico, en razón de que las
comunicaciones instantáneas suprimen para muchos casos la diferencia temporal entre la
expedición y la recepción de la oferta, y así, el fundamento que justificaba la adopción de
aquella teoría, es decir, el de evitar que el aceptante corra con los riesgos durante ese lapso.

f) Retractación de la aceptación: la regla está dada por el art. 981 CCC: "La aceptación puede
ser retractada si la comunicación de su retiro es recibida por el destinatario antes o al mismo
tiempo que ella". No obstante, como luego se verá (punto 3.1. inciso d), cuando
existen contratos de consumo, dicha regla se modifica.

g) Contratos de adhesión: finalmente, reviste importancia como modificación en materia de


contratos electrónicos -en particular aplicables a los contratos click-wrap-, la introducción de
los "contratos de adhesión" en el CCC10, figura que si bien se encontraba reglada por la LDC,
naturalmente sólo regía para el caso en que exista una relación de consumo. Volveremos con
detenimiento sobre el tema en el punto 3.2.

De la lectura de estas normas, puede afirmarse que, la legislación argentina goza de un marco
adecuado y actualizado en materia de formación del consentimiento en la contratación
electrónica. Así, conforme a lo expuesto, entendemos que la flexibilidad de las normas citadas
permiten inferir que los contratos celebrados por medios electrónicos pueden perfeccionarse:
a) de acuerdo a las reglas de los contratos entre presentes -siempre y cuando exista una
comunicación interactiva que permita manifestar la voluntad de manera instantánea-, y, b) de
acuerdo a las reglas de los contratos entre ausentes, para los casos en los que no exista
comunicación interactiva instantánea.

CONTRATOS INFORMATICOS Y SU DIFERENCIA CON EL CONTRATO ELECTRONICO.

Resulta pertinente distinguir conceptualmente la contratación electrónica de la contratación


informática.

Se denomina contratación electrónica o por medios informáticos aquella que se realiza


mediante la utilización de algún elemento electrónico, con influencia decisiva, real y directa
sobre la formación de la voluntad, el desenvolvimiento o la interpretación de un acuerdo.

En un sentido amplio esta clase de contratación comprende a todos los contratos que se
celebran por medios electrónicos o telemáticos. En cambio, desde un punto de vista más
restringido se consideran tales solamente a aquellos contratos que se celebran mediante EDI,
es decir, mediante la transmisión electrónica de datos de ordenador a ordenador.

En cambio, se entiende por contrato informático al que tiene por objeto bienes y servicios
informáticos. Los bienes informáticos comprenden tanto los 'elementos materiales' que
constituyen el soporte físico o hardware, su unidad central de procesamiento, periféricos,
complementos, en definitiva todos los otros equipos que componen el soporte físico del
elemento informático; como los 'bienes inmateriales' que proporcionan las órdenes, los datos,
los procedimientos y las instrucciones en el tratamiento automático de información, cuyo
conjunto constituye el soporte lógico del elemento informático. En cambio, los servicios
informáticos abarcan todos aquellos servicios que se relacionan con el tratamiento
automatizado de la información y sirven de apoyo a la informática, tales como el diseño, el
análisis y el mantenimiento del sistema.

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Clasificación de los contratos informáticos Según la materia del acto que se celebre, los
contratos informáticos pueden corresponder a: a) equipamiento: unidades centrales de
procesamiento; periféricos para entrada, salida o almacenamiento de datos; equipos de
comunicaciones; etc

. b) software: de base y aplicativo.

c) servicios: de análisis y diseño de sistemas; programación, adecuación de locales e


instalación, capacitación; mantenimiento de equipos, de software;

Por otra parte, estos contratos son clasificados por Bonneau 9 , según el negocio jurídico que
se celebre: a') de venta de: equipo informático; de programas.

b') de leasing: la anterior ley 24.441 establecía que entre el fabricante de material informático
y la entidad financiera de leasing existía un contrato de compraventa, en tanto que entre dicha
entidad financiera y el usuario existía un alquiler (locación) con compromiso de venta. Sin
embargo, la nueva Ley de leasing, Ley 25.248, modifica el anterior concepto y lo regula como
un contrato distinto.

c') de locación: de equipo; de programas; etc. .

d') de horas máquina: es un contrato de cesión de uso para una cantidad determinada de
horas máquina.

e') de mantenimiento.

f') de prestaciones intelectuales: de estudios previos; pliego de condiciones; formación del


personal; contrato llave en mano; etc.

g') de prestación de servicios.

UNIDAD IV:

FIDEICOMISO

1. Concepto. Caracteres. Contenido.

2. Plazo. Forma. Objeto.

3. Sujetos intervinientes. El Fiduciario. Derechos y obligaciones. Cese y sustitución.

4. La propiedad y el patrimonio fiduciario. El dominio fiduciario.

5. Clases de fideicomiso.

6. Extinción: causales y efectos.


CONCEPTO: el fideicomiso tuvo su origen en el derecho romano, pero se enriqueció y asumió
distintas modalidades en el common law. Su nombre deriva de fiducia que significa fe confiaza.
En esencia el contrato de fideicomiso es un convenio por el cual una persona transmite a otra
la propiedad de ciertos bienes o activos, obligándose el que los recibe a administrarlos bien y
fielmente por cierto tiempo, al cabo del cual debe entregarlos a la persona indicada en el
contrato que puede ser un tercero o el primer transmitente.

El contrato de fideicomiso encuentra fundamento y caracterización suficiente en ese deber de


lealtad, habiéndose aplicado primero a sistemas de venta crédito como sustituto de la prenda o
hipoteca. Posteriormente se lo adoptó con respecto a usos, contratos o comisiones de

50
confianza y alcanzó especial importancia en otras materias como la propiedad horizontal,
fondos de inversión, etc.

El código civil y comercial en su art 1666 establece: ARTÍCULO 1666. Definición Hay contrato
de fideicomiso cuando una parte, llamada fiduciante, transmite o se compromete a transmitir la
propiedad de bienes a otra persona denominada fiduciario, quien se obliga a ejercerla en
beneficio de otra llamada beneficiario, que se designa en el contrato, y a transmitirla al
cumplimiento de un plazo o condición al fideicomisario

Este contrato se distingue por la transferencia —o por la obligación de efectuarla— de los


bienes que sean objeto de la prestación al fiduciario para que este los administre, de acuerdo a
las pautas establecidas por el fiduciante, a favor del beneficiario. Esta transferencia, si bien se
considera gratuita, tiene como base el interés en el cumplimiento del encargo al que se obliga
el fiduciario. El fideicomiso tiene una estructura que le ha permitido adaptarse a diversas
finalidades (como garantía, inversión, ahorro, administración), lo que ha favorecido su
utilización cada vez más extendida. Aunque, por los mismos motivos, ha sido objeto de uso con
fines fraudulentos, como puede ser en perjuicio de los acreedores o para la evasión impositiva.

Resulta evidente el carácter bilateral de este contrato, atento a la existencia de obligaciones


tanto en cabeza del fiduciante (la de entregar los bienes), como del fiduciario (la de ejercer la
propiedad en beneficio del beneficiario y entregar los bienes al finalizar el contrato, art. 966
CCyC). Si bien la transferencia efectuada por el fiduciante a favor del fiduciario, se entiende
gratuita, esto no lleva a clasificar el contrato como tal. El fideicomiso será un contrato gratuito
cuando se pacte que el fiduciario no recibirá una retribución por su actividad, y será oneroso si
esta contraprestación existe, aún cuando no esté determinada en el contrato, ya que podrá ser
fijada consensual o judicialmente con posterioridad.

PARTES: Los sujetos intervinientes en el contrato de fideicomiso son los siguiente:

a) El FIDUICIANTE: que es la parte que transmite o se compromete a transmitir la


propiedad de bienes o activo determinados, pero no aparece regulado en particular
como lo han sido los otros sujetos intervinientes. Esta parte debe ser el titular de los
bienes dados en fideicomiso, por lo que si se tratara de bienes gananciales o activos
registrables en el régimen de comunidad, o de la vivienda familiar y de sus muebles
indispensables en cualquiera de los regímenes patrimoniales del matrimonio, deberá
constar con el asentimiento conyugal conforme lo imponen los artículos.
b) El fiduciario: que es el sujeto a quien se transfieren los bienes y que está obligado a
administrarlos con la prudencia y diligencia propias del buen hombre de negocios, que
actúa sobre la base de la confianza depositada en él. Puede ser cualquier persona
humana o jurídica, pero nadie puede ofrecerse al publico a actuar como fiduciario a
menos que se trate de entidades financieras autorizadas a funcionar como tales o a las
personas jurídicas que autorice el organismo de contralor de los mercados de valores.
El fiduciario puede ser el beneficiario, pero en tal caso deberá evitar cualquier conflicto
de intereses y obrar privilegiando los de los restantes sujetos intervinientes en el
contrato antes que el propio.
Art 1673: El fiduciario puede ser cualquier persona humana o jurídica. Sólo pueden
ofrecerse al público para actuar como fiduciarios las entidades financieras autorizadas a
funcionar como tales, sujetas a las disposiciones de la ley respectiva y las personas
jurídicas que autoriza el organismo de contralor de los mercados de valores, que debe
establecer los requisitos que deben cumplir. El fiduciario puede ser beneficiario. En tal
caso, debe evitar cualquier conflicto de intereses y obrar privilegiando los de los restantes
sujetos intervinientes en el contrato.

El fiduciario es la figura central del contrato y sobre quien recae toda la atención, ya que de
su actuación y obrar eficiente surgirá el provecho del negocio. Las obligaciones a su cargo
resultarán del contrato, y si bien actúa en nombre propio y por cuenta propia, lo hace en
beneficio de otra persona, el beneficiario. El fiduciario será quien administrará el patrimonio
fideicomitido en el marco de las pautas previstas por el fiduciante, y se obligará a

51
transmitirlo al fideicomisario al vencimiento del plazo o el cumplimiento de la condición que
determine la conclusión del fideicomiso. Esta persona o personas, físicas o jurídicas, serán
los depositarios de la confianza a la que remite el término “fideicomiso” y deberán regir su
actuación como un “buen hombre de negocios”, como se analiza en el artículo siguiente.

c) El beneficiario: que es la persona en cuyo beneficio se ha instituido el fideicomiso, sin


ser necesariamente el destinatario final de los bienes. Por ejemplo: un fideicomiso en
que el fiduciante transfiere bienes al fiduciario para que éste los administre y pague con
sus rentas los gastos de educación de un pariente menor de edad del fiduciante.
Beneficiarios pueden ser una o varias personas humanas o jurídicas, inclusive pueden
ser personas que no existan en el momento de celebrarse el contrato, siempre que
consten los datos que permitan su individualización futura. Este ultimo caso es una
hipótesis excepcional que sin embargo puede darse.
- ARTÍCULO 1671. Beneficiario El beneficiario puede ser una persona humana o
jurídica, que puede existir o no al tiempo del otorgamiento del contrato; en este último
caso deben constar los datos que permitan su individualización futura. Pueden ser
beneficiarios el fiduciante, el fiduciario o el fideicomisario. Pueden designarse varios
beneficiarios quienes, excepto disposición en contrario, se benefician por igual; para el
caso de no aceptación o renuncia de uno o más designados, o cuando uno u otros no
llegan a existir, se puede establecer el derecho de acrecer de los demás o, en su caso,
designar beneficiarios sustitutos. Si ningún beneficiario acepta, todos renuncian o no
llegan a existir, se entiende que el beneficiario es el fideicomisario. Si también el
fideicomisario renuncia o no acepta, o si no llega a existir, el beneficiario debe ser el
fiduciante. El derecho del beneficiario, aunque no haya aceptado, puede transmitirse
por actos entre vivos o por causa de muerte, excepto disposición en contrario del
fiduciante. Si la muerte extingue el derecho del beneficiario designado, se aplican las
reglas de los párrafos precedentes.
El Código define que el beneficiario deberá estar determinado en el contrato, previendo
en su defecto que se fijen las pautas suficientes para su posterior individualización. Por
eso, su designación, o las pautas para su determinación, como prevé el art. 1667, inc.
c, CCyC constituye uno de los elementos esenciales del contrato. La norma reproduce
lo previsto en el art. 2° de la ley 24.441 respecto del régimen de reemplazos en caso de
la no aceptación, renuncia o inexistencia de los beneficiarios y los fideicomisarios, e
incorpora la posibilidad de que el fiduciante pueda ser beneficiario, circunstancia que
se encontraba reservada en la mencionada ley para el caso de que los beneficiarios y
fideicomisarios no aceptaran o renunciaran.
También se establece que el fiduciario podrá ser beneficiario del fideicomiso,
circunstancia específicamente vedada en la normativa anterior, y que será examinada
en el comentario al art. 1673 CCyC.
El derecho del beneficiario es crediticio, y como tal, susceptible de ser transmitido por
actos entre vivos —salvo disposición en contrario—, o por causa de muerte, con la
salvedad que se haya designado un beneficiario sustituto, en cuyo caso será este
último quien comenzará a percibir los frutos al momento del fallecimiento del
beneficiario original, y no los herederos de este. De acuerdo a lo previsto por el art.
1686 CCyC los acreedores de los beneficiarios podrán subrogarse en sus derechos,
pudiendo requerir directamente al fiduciante la percepción de los beneficios.

d) El fideicomisario: que es la persona a quien se le transmite la propiedad de los bienes


o de los activo al concluir el fideicomiso o sea que es el destinario final de ellos. Puede
ser fideicomisario el fiduciante, el beneficiario o una persona distinta a ellos.
Normalmente el beneficiario y el fideicomisario son una misma persona, pero puede
ocurrir que no lo sean.
El fideicomisario puede ser inclusive el propio fiduciante. Ejemplo una persona que posee
un cuantioso patrimonio y que se encuentra enfermo o fatigado de atender sus negocios,
da en fideicomiso a una persona de su confianza, determinados bienes para que los

52
administre y le entregue sus rentas y al final del plazo convenido, le devuelva el pleno
dominio.

ARTÍCULO 1672. Fideicomisario El fideicomisario es la persona a quien se transmite la


propiedad al concluir el fideicomiso. Puede ser el fiduciante, el beneficiario, o una persona
distinta de ellos. No puede ser fideicomisario el fiduciario. Se aplican al fideicomisario los
párrafos primero, segundo y tercero del artículo 1671. Si ningún fideicomisario acepta,
todos renuncian o no llegan a existir, el fideicomisario es el fiduciante.

El artículo prevé expresamente que este sujeto podrá coincidir con el beneficiario o con el
fiduciante, dejando atrás las posiciones que entendían que, como en el caso del
beneficiario que resultaba ser fiduciante, esa sustitución estaba reservada para el caso de
vacancia o renuncia. También se prevé la aplicación del régimen de sustituciones
dispuesto por el art. 1671 CCyC, en consecuencia, para el caso de que se hayan
designado múltiples fideicomisarios, todos recibirán los bienes por partes iguales, pudiendo
establecerse el derecho a acrecer en caso de renuncia o no aceptación de alguno de ellos.
Su derecho es personal y en consecuencia, susceptible de ser transmitido por actos entre
vivos salvo pacto en contrario; y se entiende que se encuentra subordinado al cumplimiento
de una modalidad suspensiva, sea un plazo o una condición. Vale decir, este derecho es
plenamente existente, pero no completamente eficaz, pues no será exigible hasta el
cumplimiento del plazo o la condición.

Requisitos

ARTICULO 1667.- Contenido. El contrato debe contener:

a) la individualización de los bienes objeto del contrato. En caso de no resultar posible tal
individualización a la fecha de la celebración del fideicomiso, debe constar la descripción
de los requisitos y características que deben reunir los bienes;

b) la determinación del modo en que otros bienes pueden ser incorporados al fideicomiso,
en su caso;

c) el plazo o condición a que se sujeta la propiedad fiduciaria;

d) la identificación del beneficiario, o la manera de determinarlo conforme con el artículo


1671;

e) el destino de los bienes a la finalización del fideicomiso, con indicación del fideicomisario
a quien deben transmitirse o la manera de determinarlo conforme con el artículo 1672;

f) los derechos y obligaciones del fiduciario y el modo de sustituirlo, si cesa.

Los bienes y las pautas para su incorporación Respecto de la individualización de los


bienes objeto del fideicomiso, el inc. a de la norma prescribe la posibilidad de que no
queden determinados al momento de la celebración del contrato o de la suscripción del
testamento, sino que únicamente se fijen las pautas para su identificación futura. En
relación a sus cualidades, deberá estarse a lo dispuesto por el art. 1670 CCyC. Por otra
parte, el inc. b CCyC establece que el contrato deberá contener la determinación del modo
en que se integrarán otros bienes al fideicomiso. La disposición prevista en este inciso
podría o no estar incluida: debe entenderse su ausencia como la inexistencia de limitación
alguna. Habría entonces, libertad para efectuar incorporaciones siempre que tengan
relación con el fin para el que fue concebido el fideicomiso.

El plazo El inc. c se refiere al plazo o condición a la que se sujeta la propiedad fiduciaria


como parte del contenido esencial. Su ausencia puede ser suplida judicialmente, de
acuerdo al caso, teniendo en cuenta la finalidad de las partes al constituir el fideicomiso,

53
indagando cuál ha sido su voluntad e integrando el contrato a partir de esta, en virtud del
principio de conservación que emana del art. 1066 CCyC.

El beneficiario y el fideicomisario Los incs. d y e enuncian que deberán estar determinados


el beneficiario así como el fideicomisario. Este requisito no resulta necesariamente
indispensable, ya su inobservancia pondrá en movimiento el régimen de suplencias
previsto en los arts. 1671 y 1672 CCyC.

El fiduciario Si bien el inc. f establece que deberán asentarse las obligaciones y derechos
del fiduciario, esta convención no resulta de carácter esencial, toda vez que la restante
normativa funcionará supletoriamente dando un marco a su actuación. Lo que resultará
relevante, en caso de omitirse estos derechos y obligaciones, será dejar claramente
establecida la finalidad de la operatoria, de vital importancia para entender los límites de la
actuación de esta parte en la administración, así como para interpretar su eficiencia en el
marco de lo previsto por el art. 1674 CCyC. Por otro lado, de acuerdo al art. 1679 CCyC,
para el supuesto de no haberse designado un fiduciario suplente ni determinado el modo
de sustituir al titular, será el juez el que deberá designarlo entre las entidades autorizadas
conforme al art. 1690 CCyC.

PLAZOS: Plazo. Condición El fideicomiso no puede durar más de treinta años desde la
celebración del contrato, excepto que el beneficiario sea una persona incapaz o con
capacidad restringida, caso en el que puede durar hasta el cese de la incapacidad o de la
restricción a su capacidad, o su muerte. Si se pacta un plazo superior, se reduce al tiempo
máximo previsto. Cumplida la condición o pasados treinta años desde el contrato sin
haberse cumplido, cesa el fideicomiso y los bienes deben transmitirse por el fiduciario a
quien se designa en el contrato. A falta de estipulación deben transmitirse al fiduciante o a
sus herederos.

El CCyC mantiene el plazo máximo de treinta años para la duración del fideicomiso, tal
como se encuentra previsto en la ley 24.441. La excepción está contemplada en los casos
en que el beneficiario sea un incapaz o una persona con capacidad restringida, en cuyo
caso el plazo máximo no resultará aplicable. En dichos supuestos podrá disponerse un
plazo mayor o una condición resolutoria cuyo cumplimiento ocurra luego de transcurridos
los treinta años. Se trata de una norma de orden público, por lo que el plazo máximo de
duración no puede ser dejado de lado por las partes, salvo en los supuestos de excepción
ya mencionados. La nueva redacción deja en claro que para el caso de excederse el plazo
máximo previsto, no corresponde la nulidad del contrato, sino su adecuación al plazo antes
referido. También resulta procedente la incorporación de otras modalidades, como los
plazos o condiciones suspensivas, en cuyo caso el fideicomiso entrará en vigencia una vez
vencido dicho plazo u ocurrida la condición. Resulta evidente entonces, que el plazo
máximo dispuesto en este artículo solo empezará a correr a partir de ese momento

OBLIGACIONES- INCUMPLIMIENTO- RESPONSABILIDADES: El fiduciario es


naturalmente titular de todas las facultades inherentes a la finalidad del fideicomiso, en
particular las relativas al dominio y administración que tiene de la cosa. Asi puede usar y
disponer de los bienes, incluidos los frutos, pero siempre con miras y para lograr el fin del
contrato.

El art 1674 indica- como pauta de actuación- que el fiduciario debe cumplir las obligaciones
impuestas por la ley y por el contrato con la prudencia y diliencia del buen hombre de
negocios que actua sobre la base de la confianza depositada en él. Y añade que en caso
de designarse a mas de un fiduciario para que actúen simultáneamente sean en forma
conjunta o indistinta, su responsabilidad es solidaria por el cumplimiento de las
obligaciones resultantes del fideicomiso.

De allí que el art 1676 sentencie que el fiduciario no puede ser dispensado de la culpa ni
del dolo, en que puedan incurrir él o sus dependientes, ni de la prohibición de adquirir para
si los bienes fideicomitidos.

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Son asi obligaciones propias el actuar con lealtad, como buen hombre de negocios, dar
preferencia a los intereses que administra antes que los propios, administrar activamente
los bienes y activo fideicomitidos en la forma establecida, efectuar las mejoras y
reparaciones a tales bienes, contratar seguros, pagar los tributos que los graven, etc.

Decimos activamente porque su administración debe ser encaminada a producir frutos


según la utilización regular de los bienes, sin disponer de ellos, pero produciendo el mayor
rendimiento.

Es obligación inexcusable y típica del fiduciario mantener la identidad de los bienes del
encargo separada de su patrimonio. Asi no pueden incluirse en su contabilidad como
propios, ni considerarlos en su activo.

Sin embargo podrá gravar y aún disponer los bienes y activos fideicomitidos cuando lo
requieran los fines del fideicomiso y deberá ejercer todas las accione que correspondan
para la defensa de duchos bienes, tanto contra terceros como contra el fiduciante, el
beneficiario o el fideicomisario.

Debe transferir los bienes de acuerdo a lo convenido o al concluir el contrato, al


beneficiario, al fiduciante, o al fideicomisario.

Además el fiduciario esta obligado a contratar un seguro contra la responsabilidad civil que
cubra los daños causados por las cosas objeto del fideicomiso

Finalmente el fiduciario tiene el deber de rendir cuentas de todas las gestiones realizadas y
debe mantener informados a los interesados sobre el movimiento operativo de su
administración, de todos los bienes y activos en su poder. El código expresamente indica que la
rendición de cuentas puede ser solicitada por el beneficiario, por el fiduciante o por el
fideicomisario, en su caso, conforme a la ley, y a las previsiones contractuales. Pero aun
cuando nada se previera en el contrato deben ser rendidas con una periodicidad no mayor a un
año. En ningún caso el contrato de fideicomiso podrá dispensar al fiduciario de la obligación de
rendir cuentas.

Retribución

ARTICULO 1677.- Reembolso de gastos. Retribución. Excepto estipulación en contrario, el


fiduciario tiene derecho al reembolso de los gastos y a una retribución, ambos a cargo de quien
o quienes se estipula en el contrato. Si la retribución no se fija en el contrato, la debe fijar el
juez teniendo en consideración la índole de la encomienda, la importancia de los deberes a
cumplir, la eficacia de la gestión cumplida y las demás circunstancias en que actúa el fiduciario

Cesación

ARTICULO 1678.- Cese del fiduciario. El fiduciario cesa por:

a) remoción judicial por incumplimiento de sus obligaciones o por hallarse imposibilitado


material o jurídicamente para el desempeño de su función, a instancia del fiduciante; o a pedido
del beneficiario o del fideicomisario, con citación del fiduciante;

b) incapacidad, inhabilitación y capacidad restringida judicialmente declaradas, y muerte, si es


una persona humana;

c) disolución, si es una persona jurídica; esta causal no se aplica en casos de fusión o


absorción, sin perjuicio de la aplicación del inciso a), en su caso;

d) quiebra o liquidación;

e) renuncia, si en el contrato se la autoriza expresamente, o en caso de causa grave o


imposibilidad material o jurídica de desempeño de la función; la renuncia tiene efecto después

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de la transferencia del patrimonio objeto del fideicomiso al fiduciario sustituto.
Supuestos particulares La remoción por incumplimiento no requiere, de por sí,
que la inejecución parcial o total de alguna de las obligaciones haya causado un daño. Esto
último será la base para reclamar la indemnización respectiva en caso de corresponder. Pero
aún cuando no existiera ese daño, el incumplimiento puede acarrear la remoción a través de un
procedimiento judicial. Con relación a la entidad del incumplimiento, se entiende que cualquiera
sea la obligación que no haya sido cumplida íntegramente podrá ser causa de remoción.
Empero, la inejecución de una obligación de escasa importancia no conllevará necesariamente
esa consecuencia cuando las obligaciones principales y la gestión llevada a cabo por el
fiduciario hayan conducido eficazmente a dar cumplimiento con la finalidad del fideicomiso. Al
respecto, cabe recordar que el contrato de fideicomiso se sustenta, entre otras cosas, en la
confianza y en las facultades de gestión del fiduciario. En consecuencia, no es desatinado
suponer que cualquier incumplimiento, de la índole que sea, afectará la confianza depositada
en él. Sin perjuicio de ello, no debe confundirse la remoción por incumplimiento de las
obligaciones, aquí prevista, con la revocación, cuya facultad puede reservarse el fiduciante en
los términos del art. 1697 CCyC. Para el supuesto de que existan una pluralidad de fiduciantes,
beneficiarios o fideicomisarios, deberá preverse contractualmente la mayoría necesaria para
peticionar la remoción. En caso de silencio, cabe considerar que cualquier fiduciante,
beneficiario o fideicomisario puede solicitar la remoción del fiduciario, ya que la canalización de
la petición en el marco de un proceso judicial impedirá el uso abusivo de este derecho, vale
decir, aquel fundado en incumplimientos intrascendentes (art. 10 de la ley 24.441). Finalmente,
la norma establece que la petición de remoción del fiduciario podrá ser formulada por el
beneficiario o el fideicomisario, con citación del fiduciante, originante del contrato. Resulta
evidente que también podría ser solicitada por los acreedores del beneficiario o el
fideicomisario, en caso de que se subroguen en los derechos de estos.

Otros supuestos en personas físicas: También cesará el fiduciario en su cargo, en caso de


inhabilitación o capacidad restringida declaradas judicialmente, ampliando los supuestos
previstos por la legislación anterior, que contemplaba únicamente la muerte y la incapacidad
judicialmente declarada.

Supuestos de cese en personas jurídicas: La disolución de la persona jurídica abre el proceso


de liquidación que dará lugar a su extinción. En consecuencia, ese acontecimiento pone fin a la
actuación como fiduciario en el marco del contrato. La norma contempla la excepción en caso
de fusión o absorción, manteniendo los restantes supuestos de disolución previstos en el art.
163 CCyC.

Quiebra La quiebra trae aparejada la pérdida de la administración de los bienes del fallido, y en
caso de que ello ocurra con el fiduciario, le impide continuar con el ejercicio del patrimonio de
afectación en virtud de la desaparición de la confianza depositada en él, derivada de su
insolvencia

Renuncia del fiduciario Para que la renuncia del fiduciario tenga validez, deberá estar prevista
en el contrato, aun sin expresión de la causa. Pero, a falta de esta estipulación, la norma prevé
que podrá ser invocada con fundamento en una causa grave o en la imposibilidad material o
jurídica para continuar con la gestión del patrimonio. Ahora bien, la norma establece que la
renuncia solo tendrá efecto una vez efectuada la transferencia del patrimonio al fiduciario
sustituto, por lo que se impone al renunciante continuar con su función hasta ese momento, con
todas las facultades y responsabilidades contractuales íntegras.

Nada impide que la renuncia, causada o incausada, genere una obligación de resarcir a las
restantes partes del contrato, lo que puede ocurrir cuando el éxito del negocio común dependa
de las condiciones personales del fiduciario saliente. Por último, en el supuesto de una
pluralidad de fiduciarios, ante la renuncia de uno de ellos en los términos del presente inciso,
salvo pacto en contrario, se entiende que, si bien será necesaria la designación de uno nuevo,
el renunciante cesará una vez transmitidos los bienes al sustituto o los restantes fiduciarios en
ejercicio.

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Reemplazo

ARTICULO 1679.- Sustitución del fiduciario. Producida una causa de cese del fiduciario, lo
reemplaza el sustituto indicado en el contrato o el designado de acuerdo al procedimiento
previsto por él. Si no lo hay o no acepta, el juez debe designar como fiduciario a una de las
entidades autorizadas de acuerdo a lo previsto en el artículo 1690.
En caso de muerte del fiduciario, los interesados pueden prescindir de la intervención judicial,
otorgando los actos necesarios para la transferencia de bienes.
En los restantes casos de los incisos b), c) y d) del artículo 1678, cualquier interesado puede
solicitar al juez la comprobación del acaecimiento de la causal y la indicación del sustituto o el
procedimiento para su designación, conforme con el contrato o la ley, por el procedimiento más
breve previsto por la ley procesal local. En todos los supuestos del artículo 1678 el juez puede,
a pedido del fiduciante, del beneficiario, del fideicomisario o de un acreedor del patrimonio
separado, designar un fiduciario judicial provisorio o dictar medidas de protección del
patrimonio, si hay peligro en la demora.
Si la designación del nuevo fiduciario se realiza con intervención judicial, debe ser oído el
fiduciante.
Los bienes fideicomitidos deben ser transmitidos al nuevo fiduciario. Si son registrables es
forma suficiente del título el instrumento judicial, notarial o privado autenticado, en los que
conste la designación del nuevo fiduciario. La toma de razón también puede ser rogada por el
nuevo fiduciario.

EFECTOS DEL FIDEICOMISO: FRENTE A TERCEROS, BIENES REGISTRABLES,


PATRIMONIO SEPARADO, ACREEDORES DEL FIDUCIARIO, RESPONSABILIDADES,
ACTO DE DISPOSICION, EJERCICIO DE ACCIONES.

El efecto esencial del fideicomiso es la constitución de un patrimonio separado del patrimonio


del fiduciante, del fiduciario, del beneficiario y del fideicomisario. Tanto es asi que los bienes del
fiduciario no responden por las obligaciones contraídas en la ejecución del fideicomiso, las que
solo son satisfechas con los bienes fideicomitidos. Incluso, tampoco responden por esas
obligaciones el fiduciante, el beneficiario ni el fideicomisario, excepto compromiso expreso de
estos. Demás esta decir que lo expuesto no impide la responsabilidad del fiduciario por
aplicación de los principios generales si así correspondiere.

El patrimonio fiduciario esta integrado por los bienes y activos objeto del contrato, por lo frutos
naturales o civiles de lo bienes fideicomitidos, y por los bienes que adquiera con esos frutos o
productos o por subrogación real de todos esos bienes, produciendo efectos frente a terceros
desde el momento del contrato o desde que se cumplan los recaudos propios de la naturaleza
de los bienes que integran tal patrimonio.

Como consecuencia de esto, se producen diversos efectos, no solo respecto de las partes si no
también de terceros.

En primer lugar, el fiduciario tiene todos los derechos propios del dominio pleno, inclusive la
facultad de gravar y enajenar los bienes fideicomitidos cuando lo requieran los fines del
fideicomiso, sin necesidad de contar con el consentimiento del fiduciante, del beneficiario o del
fideicomisario.

Si bien la norma requiere que tales facultades deben ejercerse cuando lo requieran los fines dl
fideicomiso esta reserva solo alude las relaciones entre el fiduciante y el fiduciario o el
beneficiario o fideicomisario, pues el tercero a quien se enajena un bien de los fideicomitidos
ignora si la venta tiene por objeto facilitar el cumplimiento de la finalidad del fideicomiso o si la
venta hubiera podido evitarse. Será una cuestión de criterio o prudencia, pero no es posible
que ese tercero de buena fe, que ha pagado el precio, se vea eventualmente privado de los
bienes legítimamente adquiridos debido a una causa o razón que el no pudo razonablemente
prever.

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Entonces el acto de disposición realizado por el fiduciario cuando no lo requieran los fines del
fideicomiso solo puede tener como efecto su remoción a pedido del fiduciante, del beneficiario
o del fideicomisario sin perjuicio de la consiguiente acción de daños y perjuicios.

Esta facultad del fiduciario titular de un dominio imperfecto de transmitir al adquiriente un


dominio pleno, resulta contrario al principio elemental de que nadie puede transmitir un derecho
mejor o mas extenso del que tiene (art 399) aunque esta norma es clara “ sin perjuicio de las
excepciones legalmente dispuestas”, lo que involucra la facultad concedida al fiduciario en el
referido art 1688. Esta excepción al principio general del art 399 se justifica por una razón de
interes publico, que es la de dar pleno vigor a la institución del fideicomiso, ya que muchas
veces la buena administración exigirá la enajenación de algún bien y es muy difícil, si no
imposible, encontrar comprador de un dominio que sea imperfecto.

No esta demás señalar que el contrato puede prever limitaciones a las facultades de disponer o
gravar los bienes fideicomitidos ( incluyéndose la posibilidad de prohibir la enajenación). Tales
limitaciones deben ser inscriptas en los registros correspondientes a cosas registrables.

En segundo lugar el fiduciario está legitimado para ejercer todas las acciones que
correspondan para la defensa de los bienes fideicomitidos, contra terceros, el fiduciante, el
beneficiario o el fideicomisario. Ello implica que podrá ejercer todas las acciones que
correspondan al dominio pleno, inclusive la reivindicatoria y puede ejercerlas no solo contra
terceros sino también contra el mismo beneficiario, el fideicomisario o contra el fiduciante.

Si el fiduciario fuere moroso en el ejercicio de las acciones que correspondan a la debida


defensa de los bienes fideicomitidos, o no la ejerciera sin motivo suficiente, el juez podrá
autorizar al fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario a ejercerlas sin perjuicio del derecho de
ellos a pedir su remoción si se tratare de una negligencia grave que mereciera esta sanción.

Al ser el principal efecto del contrato de fideicomiso la constitución de un patrimonio separado,


tanto del patrimonio del fiduciante, como del fiduciario, del beneficiario y del fideicomisario,
como consecuencia de ello el art 1686 dispone que los bienes fideicomitidos quedan exentos
de la acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario. Y añade la norma que
tampoco pueden agredir a los bienes fideicomitidos los acreedores del fiduciante, quedando a
salvo las acciones por fraude y de ineficacia concursal.

De ello surge que el dinero fideicomitido está excluido de la posible ejecución individual o
colectiva invocada por los acreedores personales del fiduciante o fiduciario. Sin embargo, dado
que el dinero es cosa mueble fungible, se producirá una confusión patrimonial inescindible con
el patrimonio del propio fiduciario desde el momento mismo de la tradición del dinero. Es cierto
que los bienes objeto del contrato deber ser individualizados, para poder determinar
exactamente el patrimonio fiduciario y mantenerlo separado de los bienes, sujeto a riesgos y
afectaciones independientes de las que puedan correr los bienes de quien debe ejecutar el
encargo.

Pero la individualización o la especificidad del objeto del fideicomiso en el supuesto del dinero
se diluye inmediatamente después de su recepción, pues la confusión patrimonial con otros
fondos del fiduciario es inevitable. Como consecuencia los acreedores del fiduciario podrían
embargar y ejecutar sus cuentas bancarias, ya que en la actualidad no existen cuentas
fiduciarias – trust accounts- o cuentas de registro, en dcho anglosajon, para depósito de dinero
dado en fideicomiso. Por lo tanto, el fiduciante, el beneficiario y el fideicomisario dependen en
exceso del buen obrar del fiduciario quien debería eventualmente, advertir y acreditar que el
dinero embargado no le pertenece en dominio pleno sino fiduciario, y en ese caso será
imperativo el levantamiento del embargo y no corresponderá el pago a sus propios acreedores
con esos fondos. Los acreedores del beneficiario y del fideicomisario pueden subrogarse en los
derechos de su deudor.

Efectos del fideicomiso.


ARTICULO 1682.- Propiedad fiduciaria. Sobre los bienes fideicomitidos se constituye una
propiedad fiduciaria, regida por las disposiciones de este Capítulo y por las que correspondan a

58
la naturaleza de los bienes.

ARTICULO 1683.- Efectos frente a terceros. El carácter fiduciario de la propiedad tiene efectos
frente a terceros desde el momento en que se cumplen los requisitos exigidos de acuerdo con
la naturaleza de los bienes respectivos.

ARTICULO 1684.- Registración. Bienes incorporados. Si se trata de bienes registrables, los


registros correspondientes deben tomar razón de la calidad fiduciaria de la propiedad a nombre
del fiduciario.

Excepto estipulación en contrario del contrato, el fiduciario adquiere la propiedad fiduciaria de


los frutos y productos de los bienes fideicomitidos y de los bienes que adquiera con esos frutos
y productos o por subrogación real respecto de todos esos bienes, debiéndose dejar constancia
de ello en el título para la adquisición y en los registros pertinentes.

ARTICULO 1685.- Patrimonio separado. Seguro. Los bienes fideicomitidos constituyen un


patrimonio separado del patrimonio del fiduciario, del fiduciante, del beneficiario y del
fideicomisario.

Sin perjuicio de su responsabilidad, el fiduciario tiene la obligación de contratar un seguro


contra la responsabilidad civil que cubra los daños causados por las cosas objeto del
fideicomiso. Los riesgos y montos por los que debe contratar el seguro son los que establezca
la reglamentación y, en defecto de ésta, los que sean razonables. El fiduciario es responsable
en los términos de los artículos 1757 y concordantes cuando no haya contratado seguro o
cuando éste resulte irrazonable en la cobertura de riesgos o montos.

ARTICULO 1686.- Acción por acreedores. Los bienes fideicomitidos quedan exentos de la
acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario. Tampoco pueden agredir los bienes
fideicomitidos los acreedores del fiduciante, quedando a salvo las acciones por fraude y de
ineficacia concursal. Los acreedores del beneficiario y del fideicomisario pueden subrogarse en
los derechos de su deudor.
ARTICULO 1687.- Deudas. Liquidación. Los bienes del fiduciario no responden por las
obligaciones contraídas en la ejecución del fideicomiso, las que sólo son satisfechas con los
bienes fideicomitidos. Tampoco responden por esas obligaciones el fiduciante, el beneficiario ni
el fideicomisario, excepto compromiso expreso de éstos.

Lo dispuesto en este artículo no impide la responsabilidad del fiduciario por aplicación de los
principios generales, si así corresponde.

La insuficiencia de los bienes fideicomitidos para atender a esas obligaciones, no da lugar a la


declaración de su quiebra. En tal supuesto y a falta de otros recursos provistos por el fiduciante
o el beneficiario según previsiones contractuales, procede su liquidación, la que está a cargo
del juez competente, quien debe fijar el procedimiento sobre la base de las normas previstas
para concursos y quiebras, en lo que sea pertinente.

ARTICULO 1688.- Actos de disposición y gravámenes. El fiduciario puede disponer o gravar los
bienes fideicomitidos cuando lo requieran los fines del fideicomiso, sin que sea necesario el
consentimiento del fiduciante, del beneficiario o del fideicomisario.

El contrato puede prever limitaciones a estas facultades, incluso la prohibición de enajenar, las
que, en su caso, deben ser inscriptas en los registros correspondientes a cosas registrables.
Dichas limitaciones no son oponibles a terceros interesados de buena fe, sin perjuicio de los
derechos respecto del fiduciario.

Si se nombran varios fiduciarios, se configura un condominio en función de lo previsto en el


artículo 1674, los actos de disposición deben ser otorgados por todos conjuntamente, excepto

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pacto en contrario, y ninguno de ellos puede ejercer la acción de partición mientras dure el
fideicomiso.

Quedan a salvo los actos de disposición realizados por el fiduciario de conformidad con lo
previsto en esta norma.

ARTICULO 1689.- Acciones. El fiduciario está legitimado para ejercer todas las acciones que
correspondan para la defensa de los bienes fideicomitidos, contra terceros, el fiduciante, el
beneficiario o el fideicomisario.

El juez puede autorizar al fiduciante, al beneficiario o al fideicomisario, a ejercer acciones en


sustitución del fiduciario, cuando éste no lo haga sin motivo suficiente.

FIDEICOMISO FINANCIERO:

EL fideicomiso financiero es una operación propia del mundo de las finanzas. Es un


instrumento importantísimo para la acumulación de capitales y el emprendimiento de grandes
obras de interés social. Nuestro país comenzó regulándolo en las leyes 23576 y por la
resolución de la comisión nacional de valores n368 del 17 de mayo de 2001 y sus
modificaciones

Esta ultima define que habrá fideicomiso cuando una o mas personas (fiduciante) transmitan la
propiedad fiduciaria de bienes determinados a otra (fiduciario) quien deberá ejercerla en
beneficio de titulares de los certificados de participación en la propiedad de los bienes
transmitidos o de titulares de valores representativos de deuda garantizados con los bienes asi
transmitidos ( benefiicarios) y transmitirlos al fiduciante a los beneficiarios o a terceros
(fideicomisarios) al cumplimiento de los plazos o condiciones previstos en el contrato.

La jurisprudencia ha caracterizado a este acuerdo como una especie dentro del genero del
fideicomiso determinado por las características de que el fiduciario es a) una entidad financiera
o b) una sociedad especialmente autorizado por la comisión nacional de valores y los
beneficiarios son 1) los titulares de certificados de participación o 2) titulares de títulos
representativos.

Ests características fueron volcadas a la definición que da el aer 1690: Definición.


Fideicomiso financiero es el contrato de fideicomiso sujeto a las reglas precedentes, en el
cual el fiduciario es una entidad financiera o una sociedad especialmente autorizada por el
organismo de contralor de los mercados de valores para actuar como fiduciario financiero,
y beneficiarios son los titulares de los títulos valores garantizados con los bienes
transmitidos.
Es una operación propia del mundo de las finanzas. Es, en efecto, un instrumento
imoprtantisimo para la acumulación de capitales y el emprendimiento de grandes obras de
interés social.

En rigor cabe señalar que la estructura descripta en la norma responde al propósito de crear
condiciones que permitan el desarrollo de la llamada securitazacion, que consiste en el proceso
de transformación de una masa de activos o créditos en un conjunto de títulos valores para ser
colocados entre el publico. El esquema de esta operación es el siguiente: una entidad
(fiduciante), que es titular de una masa de créditos o activos, los cede a otra entidad financiera
o sociedad especialmente autorizada ( la fiduciaria), la que a la vez emite títulos valores
representativos de deuda llamados titulo de deuda o certificados de participación que importan
un fraccionamiento del capital y que son ofrecidos al publico. Se trata de títulos divisibles y
negociables que pueden ser al portador o nominativos. A este proceso se lo llama
securitizacion o titulizacion del fondo fideicomitido.

Dicho en otros términos se trata de un proceso por el cual se somete un conjunto de activos
homogéneos a la composición de una cartera, afectados con exclusividad al pago de títulos

60
emitidos con respaldo en esa cartera. Ese mecanismo permite generar recursos
anticipadament con la emisión de títulos valores que luego serán rescatads con los créditos u
otros bienes afectados a sostener esa emisión.

Finalmente además de las exigencias de contenido generales previstas para el contrato de


fideicomiso en el art 1667, el contrato de fideicomiso financiero debe incluir los términos y
condiciones de emisión de los titulo valores, las reglas para la adopción de decisiones por parte
de los beneficiarios que incluyan las previsiones para el caso de insuficiencia o insolvencia del
patrimonio fideicomitido y la denominación o identificación particular del fideicomiso financiero.

ARTICULO 1692.- Contenido del contrato de fideicomiso financiero. Además de las exigencias
de contenido generales previstas en el artículo 1667, el contrato de fideicomiso financiero debe
contener los términos y condiciones de emisión de los títulos valores, las reglas para la
adopción de decisiones por parte de los beneficiarios que incluyan las previsiones para el caso
de insuficiencia o insolvencia del patrimonio fideicomitido, y la denominación o identificación
particular del fideicomiso financiero.

Certificados de participación y títulos de deuda

El fideicomiso financiero, es el marco jurídico en el que se desarrolla ese proceso llamado de


securitizacion o titulización. El papel de la misma es convertir activos crediticios inmovilizados
(ej. prestamos prendarios o hipotecas) en títulos valores susceptibles de ser colocados entre el
publico inversor.

ARTICULO 1693.- Emisión y caracteres. Certificados globales. Sin perjuicio de la posibilidad de


emisión de títulos valores atípicos, en los términos del artículo 1820, los certificados de
participación son emitidos por el fiduciario. Los títulos representativos de deuda garantizados
por los bienes fideicomitidos pueden ser emitidos por el fiduciario o por terceros. Los
certificados de participación y los títulos representativos de deuda pueden ser al portador,
nominativos endosables o nominativos no endosables, cartulares o escriturales, según lo
permita la legislación pertinente. Los certificados deben ser emitidos sobre la base de un
prospecto en el que consten las condiciones de la emisión, las enunciaciones necesarias para
identificar el fideicomiso al que pertenecen, y la descripción de los derechos que confieren.
Pueden emitirse certificados globales de los certificados de participación y de los títulos de
deuda, para su inscripción en regímenes de depósito colectivo. A tal fin se consideran
definitivos, negociables y divisibles.

ARTICULO 1694.- Clases. Series. Pueden emitirse diversas clases de certificados de


participación o títulos representativos de deuda, con derechos diferentes. Dentro de cada clase
se deben otorgar los mismos derechos. La emisión puede dividirse en series. Los títulos
representativos de deuda dan a sus titulares el derecho a reclamar por vía ejecutiva.
Con estas pequeñas inversiones puede formarse una masa de capital que permita afrontar
importantes obras de interés social.

Insuficiencia del patrimonio fideicomitido La insuficiencia de los bienes fideicomitidos para


atender a las obligaciones del fideicomiso en general, no da lugar a la declaración de su
quiebra. En tal supuesto y a falta de otros recursos provistos por el fiduciante o el beneficiario
según previsiones contractuales, procede su liquidación, la que está a cargo del juez
competente, quien debe fijar el procedimiento sobre la base de las normas previstas para los
concursos y quiebras, en lo que sea pertinente.

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Extinción del fideicomiso

ARTICULO 1697.- Causales. El fideicomiso se extingue por:

a) el cumplimiento del plazo o la condición a que se ha sometido, o el vencimiento del plazo


máximo legal;

b) la revocación del fiduciante, si se ha reservado expresamente esa facultad; la revocación


no tiene efecto retroactivo; la revocación es ineficaz en los fideicomisos financieros
después de haberse iniciado la oferta pública de los certificados de participación o de los
títulos de deuda;

c) cualquier otra causal prevista en el contrato.

ARTICULO 1698.- Efectos. Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario está


obligado a entregar los bienes fideicomitidos al fideicomisario o a sus sucesores, a otorgar
los instrumentos y a contribuir a las inscripciones registrales que correspondan.

Fideicomiso financiero

ARTICULO 1690.- Definición. Fideicomiso financiero es el contrato de fideicomiso sujeto a las


reglas precedentes, en el cual el fiduciario es una entidad financiera o una sociedad
especialmente autorizada por el organismo de contralor de los mercados de valores para
actuar como fiduciario financiero, y beneficiarios son los titulares de los títulos valores
garantizados con los bienes transmitidos.

ARTICULO 1691.- Títulos valores. Ofertas al público. Los títulos valores referidos en el artículo
1690 pueden ofrecerse al público en los términos de la normativa sobre oferta pública de
títulos valores. En ese supuesto, el organismo de contralor de los mercados de valores debe
ser autoridad de aplicación respecto de los fideicomisos financieros, quien puede dictar
normas reglamentarias que incluyan la determinación de los requisitos a cumplir para actuar
como fiduciario.

ARTICULO 1692.- Contenido del contrato de fideicomiso financiero. Además de las exigencias
de contenido generales previstas en el artículo 1667, el contrato de fideicomiso financiero
debe contener los términos y condiciones de emisión de los títulos valores, las reglas para la
adopción de decisiones por parte de los beneficiarios que incluyan las previsiones para el caso
de insuficiencia o insolvencia del patrimonio fideicomitido, y la denominación o identificación
particular del fideicomiso financiero.

Fideicomiso testamentario

ARTICULO 1699.- Reglas aplicables. El fideicomiso también puede constituirse por testamento,
el que debe contener, al menos, las enunciaciones requeridas por el artículo 1667.

Se aplican los artículos 2448 y 2493 y las normas de este Capítulo; las referidas al contrato de
fideicomiso deben entenderse relativas al testamento.

62
En caso de que el fiduciario designado no acepte su designación se aplica lo dispuesto en el
artículo 1679.

El plazo máximo previsto en el artículo 1668 se computa a partir de la muerte del fiduciante.

ARTICULO 1700.- Nulidad. Es nulo el fideicomiso constituido con el fin de que el fiduciario esté
obligado a mantener o administrar el patrimonio fideicomitido para ser transmitido
únicamente a su muerte a otro fiduciario de existencia actual o futura.

UNIDAD V:

LEASING

1. Concepto. Función económica. Caracteres. Modalidades.

2. Elementos: a) Sujetos. b) Objeto. c) Precio. d) Opción de compra.

3. Forma e inscripción. Oponibilidad.

4. Derechos y obligaciones de las partes.

5. Cancelación de la inscripción. Incumplimiento del tomador y ejecución.

Leasing

ARTICULO 1227.- Concepto. En el contrato de leasing el dador conviene transferir al tomador


la tenencia de un bien cierto y determinado para su uso y goce, contra el pago de un canon y le
confiere una opción de compra por un precio.

ARTICULO 1228.- Objeto. Pueden ser objeto del contrato cosas muebles e inmuebles, marcas,
patentes o modelos industriales y software, de propiedad del dador o sobre los que el dador
tenga la facultad de dar en leasing.

ARTICULO 1229.- Canon. El monto y la periodicidad de cada canon se determina


convencionalmente.

ARTICULO 1230.- Precio de ejercicio de la opción. El precio de ejercicio de la opción de compra


debe estar fijado en el contrato o ser determinable según procedimientos o pautas pactadas.

ARTICULO 1231.- Modalidades en la elección del bien. El bien objeto del contrato puede:

a) comprarse por el dador a persona indicada por el tomador;

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b) comprarse por el dador según especificaciones del tomador o según catálogos, folletos o
descripciones identificadas por éste;

c) comprarse por el dador, quien sustituye al tomador, al efecto, en un contrato de


compraventa que éste haya celebrado;

d) ser de propiedad del dador con anterioridad a su vinculación contractual con el tomador;

e) adquirirse por el dador al tomador por el mismo contrato o habérselo adquirido con
anterioridad;

f) estar a disposición jurídica del dador por título que le permita constituir leasing sobre él.

ARTICULO 1232.- Responsabilidades, acciones y garantías en la adquisición del bien. En los


casos de los incisos a), b) y c) del artículo 1231, el dador cumple el contrato adquiriendo los
bienes indicados por el tomador. El tomador puede reclamar del vendedor, sin necesidad de
cesión, todos los derechos que emergen del contrato de compraventa. El dador puede
liberarse convencionalmente de las responsabilidades de entrega y de la obligación de
saneamiento.

En los casos del inciso d) del artículo 1231, así como en aquellos casos en que el dador es
fabricante, importador, vendedor o constructor del bien dado en leasing, el dador no puede
liberarse de la obligación de entrega y de la obligación de saneamiento.

En los casos del inciso e) del mismo artículo, el dador no responde por la obligación de entrega
ni por garantía de saneamiento, excepto pacto en contrario.

En los casos del inciso f) se deben aplicar las reglas de los párrafos anteriores de este artículo,
según corresponda a la situación concreta.

ARTICULO 1233.- Servicios y accesorios. Pueden incluirse en el contrato los servicios y


accesorios necesarios para el diseño, la instalación, puesta en marcha y puesta a disposición de
los bienes dados en leasing, y su precio integrar el cálculo del canon.

ARTICULO 1234.- Forma e inscripción. El leasing debe instrumentarse en escritura pública si


tiene como objeto inmuebles, buques o aeronaves. En los demás casos puede celebrarse por
instrumento público o privado.

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A los efectos de su oponibilidad frente a terceros, el contrato debe inscribirse en el registro
que corresponda según la naturaleza de la cosa que constituye su objeto. La inscripción en el
registro puede efectuarse a partir de la celebración del contrato de leasing, y con
prescindencia de la fecha en que corresponda hacer entrega de la cosa objeto de la prestación
comprometida. Para que produzca efectos contra terceros desde la entrega del bien objeto del
leasing, la inscripción debe solicitarse dentro de los cinco días hábiles posteriores. Pasado ese
término, produce ese efecto desde que el contrato se presente para su registración. Si se trata
de cosas muebles no registrables o de un software, deben inscribirse en el Registro de Créditos
Prendarios del lugar donde la cosa se encuentre o, en su caso, donde ésta o el software se
deba poner a disposición del tomador. En el caso de inmuebles, la inscripción se mantiene por
el plazo de veinte años; en los demás bienes se mantiene por diez años. En ambos casos puede
renovarse antes de su vencimiento, por rogación del dador u orden judicial.

ARTICULO 1235.- Modalidades de los bienes. A los efectos de la registración del contrato de
leasing son aplicables las normas legales y reglamentarias que correspondan según la
naturaleza de los bienes.

En el caso de cosas muebles no registrables o software, se aplican las normas registrales de la


Ley de Prenda con Registro y las demás que rigen el funcionamiento del Registro de Créditos
Prendarios.

Cuando el leasing comprenda a cosas muebles situadas en distintas jurisdicciones, se aplica lo


dispuesto en la Ley de Prenda con Registro para iguales circunstancias.

El registro debe expedir certificados e informes. El certificado que indique que sobre
determinados bienes no aparece inscrito ningún contrato de leasing tiene eficacia legal hasta
veinticuatro horas de expedido.

ARTICULO 1236.- Traslado de los bienes. El tomador no puede sustraer los bienes muebles del
lugar en que deben encontrarse de acuerdo a lo estipulado en el contrato inscrito. Sólo puede
trasladarlos con la conformidad expresa del dador, otorgada en el contrato o por acto escrito
posterior, y después de haberse inscrito el traslado y la conformidad del dador en los registros
correspondientes. Se aplican las normas pertinentes de la Ley de Prenda con Registro al
respecto.

ARTICULO 1237.- Oponibilidad. Subrogación. El contrato debidamente inscrito es oponible a


los acreedores de las partes. Los acreedores del tomador pueden subrogarse en los derechos
de éste para ejercer la opción de compra.

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ARTICULO 1238.- Uso y goce del bien. El tomador puede usar y gozar del bien objeto del
leasing conforme a su destino, pero no puede venderlo, gravarlo ni disponer de él. Los gastos
ordinarios y extraordinarios de conservación y uso, incluyendo seguros, impuestos y tasas, que
recaigan sobre los bienes y las sanciones ocasionadas por su uso, son a cargo del tomador,
excepto convención en contrario.

El tomador puede arrendar el bien objeto del leasing, excepto pacto en contrario. En ningún
caso el locatario o arrendatario puede pretender derechos sobre el bien que impidan o limiten
en modo alguno los derechos del dador.

ARTICULO 1239.- Acción reivindicatoria. La venta o gravamen consentido por el tomador es


inoponible al dador.

El dador tiene acción reivindicatoria sobre la cosa mueble que se encuentre en poder de
cualquier tercero, pudiendo hacer aplicación directa de lo dispuesto en el artículo 1249 inciso
a), sin perjuicio de la responsabilidad del tomador.

ARTICULO 1240.- Opción de compra. Ejercicio. La opción de compra puede ejercerse por el
tomador una vez que haya pagado tres cuartas partes del canon total estipulado, o antes si así
lo convinieron las partes.

ARTICULO 1241.- Prórroga del contrato. El contrato puede prever su prórroga a opción del
tomador y las condiciones de su ejercicio.

ARTICULO 1242.- Transmisión del dominio. El derecho del tomador a la transmisión del
dominio nace con el ejercicio de la opción de compra y el pago del precio del ejercicio de la
opción conforme a lo determinado en el contrato. El dominio se adquiere cumplidos esos
requisitos, excepto que la ley exija otros de acuerdo con la naturaleza del bien de que se trate,
a cuyo efecto las partes deben otorgar la documentación y efectuar los demás actos
necesarios.

ARTICULO 1243.- Responsabilidad objetiva. La responsabilidad objetiva emergente del artículo


1757 recae exclusivamente sobre el tomador o guardián de las cosas dadas en leasing.

ARTICULO 1244.- Cancelación de la inscripción. Supuestos. La inscripción del leasing sobre


cosas muebles no registrables y software se cancela:

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a) por orden judicial, dictada en un proceso en el que el dador tuvo oportunidad de tomar la
debida participación;

b) a petición del dador o su cesionario.

ARTICULO 1245.- Cancelación a pedido del tomador. El tomador puede solicitar la cancelación
de la inscripción del leasing sobre cosas muebles no registrables y software si acredita:

a) el cumplimiento de los recaudos previstos en el contrato inscrito para ejercer la opción de


compra;

b) el depósito del monto total de los cánones que restaban pagar y del precio de ejercicio de la
opción, con sus accesorios, en su caso;

c) la interpelación fehaciente al dador, por un plazo no inferior a quince días hábiles,


ofreciéndole los pagos y solicitándole la cancelación de la inscripción;

d) el cumplimiento de las demás obligaciones contractuales exigibles a su cargo.

ARTICULO 1246.- Procedimiento de cancelación. Solicitada la cancelación, el encargado del


registro debe notificar al dador, en el domicilio constituido en el contrato, por carta certificada:

a) si el notificado manifiesta conformidad, se cancela la inscripción;

b) si el dador no formula observaciones dentro de los quince días hábiles desde la notificación,
y el encargado estima que el depósito se ajusta a lo previsto en el contrato, procede a la
cancelación y notifica al dador y al tomador;

c) si el dador formula observaciones o el encargado estima insuficiente el depósito, lo


comunica al tomador, quien tiene expeditas las acciones pertinentes.

ARTICULO 1247.- Cesión de contratos o de créditos del dador. El dador siempre puede ceder
los créditos actuales o futuros por canon o precio de ejercicio de la opción de compra. A los
fines de su titulización puede hacerlo en los términos de los artículos 1614 y siguientes de este
Código o en la forma prevista por la ley especial. Esta cesión no perjudica los derechos del

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tomador respecto del ejercicio o no ejercicio de la opción de compra o, en su caso, a la
cancelación anticipada de los cánones, todo ello según lo pactado en el contrato.

ARTICULO 1248.- Incumplimiento y ejecución en caso de inmuebles. Cuando el objeto del


leasing es una cosa inmueble, el incumplimiento de la obligación del tomador de pagar el
canon produce los siguientes efectos:

a) si el tomador ha pagado menos de un cuarto del monto del canon total convenido, la mora
es automática y el dador puede demandar judicialmente el desalojo. Se debe dar vista por
cinco días al tomador, quien puede probar documentalmente el pago de los períodos que se le
reclaman o paralizar el trámite, por única vez, mediante el pago de lo adeudado, con más sus
intereses y costas. Caso contrario, el juez debe disponer el lanzamiento sin más trámite;

b) si el tomador ha pagado un cuarto o más pero menos de tres cuartas partes del canon
convenido, la mora es automática; el dador debe intimarlo al pago del o de los períodos
adeudados con más sus intereses y el tomador dispone por única vez de un plazo no menor de
sesenta días, contados a partir de la recepción de la notificación, para el pago del o de los
períodos adeudados con más sus intereses. Pasado ese plazo sin que el pago se verifique, el
dador puede demandar el desalojo, de lo que se debe dar vista por cinco días al tomador.
Dentro de ese plazo, el tomador puede demostrar el pago de lo reclamado, o paralizar el
procedimiento mediante el pago de lo adeudado con más sus intereses y costas, si antes no
hubiese recurrido a este procedimiento. Si, según el contrato, el tomador puede hacer
ejercicio de la opción de compra, en el mismo plazo puede pagar, además, el precio de
ejercicio de esa opción, con sus accesorios contractuales y legales. En caso contrario, el juez
debe disponer el lanzamiento sin más trámite;

c) Si el incumplimiento se produce después de haber pagado las tres cuartas partes del canon,
la mora es automática; el dador debe intimarlo al pago y el tomador tiene la opción de pagar lo
adeudado más sus intereses dentro de los noventa días, contados a partir de la recepción de la
notificación si antes no hubiera recurrido a ese procedimiento, o el precio de ejercicio de la
opción de compra que resulte de la aplicación del contrato, a la fecha de la mora, con sus
intereses. Pasado ese plazo sin que el pago se verifique, el dador puede demandar el desalojo,
de lo que debe darse vista al tomador por cinco días, quien sólo puede paralizarlo ejerciendo
alguna de las opciones previstas en este inciso, agregándole las costas del proceso;

d) producido el desalojo, el dador puede reclamar el pago de los períodos de canon adeudados
hasta el momento del lanzamiento, con más sus intereses y costas, por la vía ejecutiva. El
dador puede también reclamar los daños y perjuicios que resulten del deterioro anormal de la
cosa imputable al tomador por dolo, culpa o negligencia por la vía procesal pertinente.

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ARTICULO 1249.- Secuestro y ejecución en caso de muebles. Cuando el objeto de leasing es
una cosa mueble, ante la mora del tomador en el pago del canon, el dador puede:

a) obtener el inmediato secuestro del bien, con la sola presentación del contrato inscrito, y la
prueba de haber interpelado al tomador por un plazo no menor de cinco días para la
regularización. Producido el secuestro, queda resuelto el contrato. El dador puede promover
ejecución por el cobro del canon que se haya devengado ordinariamente hasta el período
íntegro en que se produjo el secuestro, la cláusula penal pactada en el contrato y sus intereses;
todo ello sin perjuicio de la acción del dador por los daños y perjuicios, y la acción del tomador
si correspondieran; o

b) accionar por vía ejecutiva por el cobro del canon no pagado, incluyendo la totalidad del
canon pendiente; si así se hubiera convenido, con la sola presentación del contrato inscripto y
sus accesorios. En este caso, sólo procede el secuestro cuando ha vencido el plazo ordinario
del leasing sin haberse pagado el canon íntegro y el precio de la opción de compra, o cuando
se demuestre sumariamente el peligro en la conservación del bien, debiendo el dador otorgar
caución suficiente. En el juicio ejecutivo previsto en ambos incisos, puede incluirse la ejecución
contra los fiadores o garantes del tomador. El domicilio constituido es el fijado en el contrato.

ARTICULO 1250.- Normas supletorias. En todo lo no previsto por el presente Capítulo, al


contrato de leasing se le aplican subsidiariamente las reglas del contrato de locación, en
cuanto sean compatibles, mientras el tomador no ha pagado la totalidad del canon y ejercido
la opción, con pago de su precio. No son aplicables al leasing las disposiciones relativas a
plazos mínimos y máximos de la locación de cosas ni las excluidas convencionalmente. Se le
aplican subsidiariamente las normas del contrato de compraventa para la determinación del
precio de ejercicio de la opción de compra y para los actos posteriores a su ejercicio y pago.

UNIDAD VI:

CONTRATO DE ARBITRAJE

ontrato de arbitraje

ARTICULO 1649.- Definición. Hay contrato de arbitraje cuando las partes deciden someter a la
decisión de uno o más árbitros todas o algunas de las controversias que hayan surgido o
puedan surgir entre ellas respecto de una determinada relación jurídica, contractual o no
contractual, de derecho privado en la que no se encuentre comprometido el orden público.

ARTICULO 1650.- Forma. El acuerdo de arbitraje debe ser escrito y puede constar en una
cláusula compromisoria incluida en un contrato o en un acuerdo independiente o en un
estatuto o reglamento.

La referencia hecha en un contrato a un documento que contiene una cláusula compromisoria


constituye contrato de arbitraje siempre que el contrato conste por escrito y la referencia
implique que esa cláusula forma parte del contrato.

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ARTICULO 1651.- Controversias excluidas. Quedan excluidas del contrato de arbitraje las
siguientes materias:

a) las que se refieren al estado civil o la capacidad de las personas;

b) las cuestiones de familia;

c) las vinculadas a derechos de usuarios y consumidores;

d) los contratos por adhesión cualquiera sea su objeto;

e) las derivadas de relaciones laborales.

Las disposiciones de este Código relativas al contrato de arbitraje no son aplicables a las
controversias en que sean parte los Estados nacional o local.

ARTICULO 1652.- Clases de arbitraje. Pueden someterse a la decisión de arbitradores o


amigables componedores, las cuestiones que pueden ser objeto del juicio de árbitros. Si nada
se estipula en el convenio arbitral acerca de si el arbitraje es de derecho o de amigables
componedores, o si no se autoriza expresamente a los árbitros a decidir la controversia según
equidad, se debe entender que es de derecho.

ARTICULO 1653.- Autonomía. El contrato de arbitraje es independiente del contrato con el que
se relaciona. La ineficacia de éste no obsta a la validez del contrato de arbitraje, por lo que los
árbitros conservan su competencia, aun en caso de nulidad de aquél, para determinar los
respectivos derechos de las partes y pronunciarse sobre sus pretensiones y alegaciones.

ARTICULO 1654.- Competencia. Excepto estipulación en contrario, el contrato de arbitraje


otorga a los árbitros la atribución para decidir sobre su propia competencia, incluso sobre las
excepciones relativas a la existencia o a la validez del convenio arbitral o cualesquiera otras
cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia.

ARTICULO 1655.- Dictado de medidas previas. Excepto estipulación en contrario, el contrato de


arbitraje atribuye a los árbitros la facultad de adoptar, a pedido de cualquiera de las partes, las
medidas cautelares que estimen necesarias respecto del objeto del litigio. Los árbitros pueden
exigir caución suficiente al solicitante. La ejecución de las medidas cautelares y en su caso de
las diligencias preliminares se debe hacer por el tribunal judicial. Las partes también pueden
solicitar la adopción de estas medidas al juez, sin que ello se considere un incumplimiento del
contrato de arbitraje ni una renuncia a la jurisdicción arbitral; tampoco excluye los poderes de
los árbitros.

Las medidas previas adoptadas por los árbitros según lo establecido en el presente artículo
pueden ser impugnadas judicialmente cuando violen derechos constitucionales o sean
irrazonables.

ARTICULO 1656.- Efectos. Revisión de los laudos arbitrales. El convenio arbitral obliga a las
partes a cumplir lo estipulado y excluye la competencia de los tribunales judiciales sobre las

70
controversias sometidas a arbitraje, excepto que el tribunal arbitral no esté aun conociendo de
la controversia, y el convenio parezca ser manifiestamente nulo o inaplicable.

En caso de duda ha de estarse a la mayor eficacia del contrato de arbitraje.

Los laudos arbitrales que se dicten en el marco de las disposiciones de este Capítulo pueden
ser revisados ante la justicia competente por la materia y el territorio cuando se invoquen
causales de nulidad, total o parcial, conforme con las disposiciones del presente Código. En el
contrato de arbitraje no se puede renunciar a la impugnación judicial del laudo definitivo que
fuera contrario al ordenamiento jurídico.

ARTICULO 1657.- Arbitraje institucional. Las partes pueden encomendar la administración del
arbitraje y la designación de árbitros a asociaciones civiles u otras entidades nacionales o
extranjeras cuyos estatutos así lo prevean. Los reglamentos de arbitraje de las entidades
administradoras rigen todo el proceso arbitral e integran el contrato de arbitraje.

ARTICULO 1658.- Cláusulas facultativas. Se puede convenir:

a) la sede del arbitraje;

b) el idioma en que se ha de desarrollar el procedimiento;

c) el procedimiento al que se han de ajustar los árbitros en sus actuaciones. A falta de acuerdo,
el tribunal arbitral puede dirigir el arbitraje del modo que considere apropiado;

d) el plazo en que los árbitros deben pronunciar el laudo. Si no se ha pactado el plazo, rige el
que establezca el reglamento de la entidad administradora del arbitraje, y en su defecto el que
establezca el derecho de la sede;

e) la confidencialidad del arbitraje;

f) el modo en que se deben distribuir o soportar los costos del arbitraje.

ARTICULO 1659.- Designación de los árbitros. El tribunal arbitral debe estar compuesto por
uno o más árbitros en número impar. Si nada se estipula, los árbitros deben ser tres. Las partes
pueden acordar libremente el procedimiento para el nombramiento del árbitro o los árbitros.

A falta de tal acuerdo:

a) en el arbitraje con tres árbitros, cada parte nombra un árbitro y los dos árbitros así
designados nombran al tercero. Si una parte no nombra al árbitro dentro de los treinta días de
recibido el requeri-miento de la otra parte para que lo haga, o si los dos árbitros no consiguen
ponerse de acuerdo sobre el tercer árbitro dentro de los treinta días contados desde su
nombramiento, la designación debe ser hecha, a petición de una de las partes, por la entidad
administradora del arbitraje o, en su defecto, por el tribunal judicial;

b) en el arbitraje con árbitro único, si las partes no consiguen ponerse de acuerdo sobre la
designación del árbitro, éste debe ser nombrado, a petición de cualquiera de las partes, por la

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entidad administradora del arbitraje o, en su defecto, por el tribunal judicial.

Cuando la controversia implica más de dos partes y éstas no pueden llegar a un acuerdo sobre
la forma de constitución del tribunal arbitral, la entidad administradora del arbitraje, o en su
defecto, el tribunal judicial debe designar al árbitro o los árbitros.

ARTICULO 1660.- Calidades de los árbitros. Puede actuar como árbitro cualquier persona con
plena capacidad civil. Las partes pueden estipular que los árbitros reúnan determinadas
condiciones de nacionalidad, profesión o experiencia.

ARTICULO 1661.- Nulidad. Es nula la cláusula que confiere a una parte una situación
privilegiada en cuanto a la designación de los árbitros.

ARTICULO 1662.- Obligaciones de los árbitros. El árbitro que acepta el cargo celebra un
contrato con cada una de las partes y se obliga a:

a) revelar cualquier circunstancia previa a la aceptación o que surja con posterioridad que
pueda afectar su independencia e imparcialidad;

b) permanecer en el tribunal arbitral hasta la terminación del arbitraje, excepto que justifique
la existencia de un impedimento o una causa legítima de renuncia;

c) respetar la confidencialidad del procedimiento;

d) disponer de tiempo suficiente para atender diligentemente el arbitraje;

e) participar personalmente de las audiencias;

f) deliberar con los demás árbitros;

g) dictar el laudo motivado y en el plazo establecido.

En todos los casos los árbitros deben garantizar la igualdad de las partes y el principio del
debate contradictorio, así como que se dé a cada una de ellas suficiente oportunidad de hacer
valer sus derechos.

ARTICULO 1663.- Recusación de los árbitros. Los árbitros pueden ser recusados por las mismas
razones que los jueces de acuerdo al derecho de la sede del arbitraje. La recusación es resuelta
por la entidad administradora del arbitraje o, en su defecto, por el tribunal judicial. Las partes
pueden convenir que la recusación sea resuelta por los otros árbitros.

ARTICULO 1664.- Retribución de los árbitros. Las partes y los árbitros pueden pactar los
honorarios de éstos o el modo de determinarlos. Si no lo hicieran, la regulación se hace por el
tribunal judicial de acuerdo a las reglas locales aplicables a la actividad extrajudicial de los
abogados.

ARTICULO 1665.- Extinción de la competencia de los árbitros. La competencia atribuida a los


árbitros por el contrato de arbitraje se extingue con el dictado del laudo definitivo, excepto

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para el dictado de resoluciones aclaratorias o complementarias conforme a lo que las partes
hayan estipulado o a las previsiones del derecho de la sede.

CONTRATOS ASOCIATIVOS

Contratos asociativos

SECCION 1ª

Disposiciones generales

ARTICULO 1442.- Normas aplicables. Las disposiciones de este Capítulo se aplican a todo
contrato de colaboración, de organización o participativo, con comunidad de fin, que no sea
sociedad.

A estos contratos no se les aplican las normas sobre la sociedad, no son, ni por medio de ellos
se constituyen, personas jurídicas, sociedades ni sujetos de derecho.

A las comuniones de derechos reales y a la indivisión hereditaria no se les aplican las


disposiciones sobre contratos asociativos ni las de la sociedad.

ARTICULO 1443.- Nulidad. Si las partes son más de dos la nulidad del contrato respecto de una
de las partes no produce la nulidad entre las demás y el incumplimiento de una no excusa el de
las otras, excepto que la prestación de aquella que ha incumplido o respecto de la cual el
contrato es nulo sea necesaria para la realización del objeto del contrato.

ARTICULO 1444.- Forma. Los contratos a que se refiere este Capítulo no están sujetos a
requisitos de forma.

ARTICULO 1445.- Actuación en nombre común o de las partes. Cuando una parte trate con un
tercero en nombre de todas las partes o de la organización común establecida en el contrato
asociativo, las otras partes no devienen acreedores o deudores respecto del tercero sino de
conformidad con las disposiciones sobre representación, lo dispuesto en el contrato, o las
normas de las Secciones siguientes de este Capítulo.

ARTICULO 1446.- Libertad de contenidos. Además de poder optar por los tipos que se regulan
en las Secciones siguientes de este Capítulo, las partes tienen libertad para configurar estos
contratos con otros contenidos.

ARTICULO 1447.- Efectos entre partes. Aunque la inscripción esté prevista en las Secciones
siguientes de este Capítulo, los contratos no inscriptos producen efectos entre las partes.

SECCION 2ª

Negocio en participación

ARTICULO 1448.- Definición. El negocio en participación tiene por objeto la realización de una

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o más operaciones determinadas a cumplirse mediante aportaciones comunes y a nombre
personal del gestor. No tiene denominación, no está sometido a requisitos de forma, ni se
inscribe en el Registro Público.

ARTICULO 1449.- Gestor. Actuación y responsabilidad. Los terceros adquieren derechos y


asumen obligaciones sólo respecto del gestor. La responsabilidad de éste es ilimitada. Si actúa
más de un gestor son solidariamente responsables.

ARTICULO 1450.- Partícipe. Partícipe es la parte del negocio que no actúa frente a los terceros.
No tiene acción contra éstos ni éstos contra aquél, en tanto no se exteriorice la apariencia de
una actuación común.

ARTICULO 1451.- Derechos de información y rendición de cuentas. El partícipe tiene derecho a


que el gestor le brinde información y acceso a la documentación relativa al negocio. También
tiene derecho a la rendición de cuentas de la gestión en la forma y en el tiempo pactados; y en
defecto de pacto, anualmente y al concluir la negociación.

ARTICULO 1452.- Limitación de las pérdidas. Las pérdidas que afecten al partícipe no pueden
superar el valor de su aporte.

SECCION 3ª

Agrupaciones de colaboración

ARTICULO 1453.- Definición. Hay contrato de agrupación de colaboración cuando las partes
establecen una organización común con la finalidad de facilitar o desarrollar determinadas
fases de la actividad de sus miembros o de perfeccionar o incrementar el resultado de tales
actividades.

ARTICULO 1454.- Ausencia de finalidad lucrativa. La agrupación, en cuanto tal, no puede


perseguir fines de lucro. Las ventajas económicas que genere su actividad deben recaer
directamente en el patrimonio de las partes agrupadas o consorciadas.

La agrupación no puede ejercer funciones de dirección sobre la actividad de sus miembros.

ARTICULO 1455.- Contrato. Forma y contenido. El contrato debe otorgarse por instrumento
público o privado con firma certificada notarialmente e inscribirse en el Registro Público que
corresponda. Una copia certificada con los datos de su correspondiente inscripción debe ser
remitida por el Registro al organismo de aplicación del régimen de defensa de la competencia.

El contrato debe contener:

a) el objeto de la agrupación;

b) la duración, que no puede exceder de diez años. Si se establece por más tiempo, queda
reducida a dicho plazo. En caso de omisión del plazo, se entiende que la duración es de diez
años. Puede ser prorrogada antes de su vencimiento por decisión unánime de los participantes

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por sucesivos plazos de hasta diez años. El contrato no puede prorrogarse si hubiese
acreedores embargantes de los participantes y no se los desinteresa previamente;

c) la denominación, que se forma con un nombre de fantasía integrado con la palabra


“agrupación”;

d) el nombre, razón social o denominación, el domicilio y los datos de inscripción registral del
contrato o estatuto o de la matriculación e individualización, en su caso, de cada uno de los
participantes. En el caso de sociedades, la relación de la resolución del órgano social que
aprueba la contratación de la agrupación, así como su fecha y número de acta;

e) la constitución de un domicilio especial para todos los efectos que deriven del contrato de
agrupación, tanto entre las partes como respecto de terceros;

f) las obligaciones asumidas por los participantes, las contribuciones debidas al fondo común
operativo y los modos de financiar las actividades comunes;

g) la participación que cada contratante ha de tener en las actividades comunes y en sus


resultados;

h) los medios, atribuciones y poderes que se establecen para dirigir la organización y actividad
común, administrar el fondo operativo, representar individual y colectivamente a los
participantes y controlar su actividad al solo efecto de comprobar el cumplimiento de las
obligaciones asumidas;

i) los casos de separación y exclusión;

j) los requisitos de admisión de nuevos participantes;

k) las sanciones por incumplimiento de obligaciones;

l) las normas para la confección de estados de situación, a cuyo efecto los administradores
deben llevar, con las formalidades establecidas por este Código, los libros habilitados a
nombre de la agrupación que requiera la naturaleza e importancia de la actividad común.

ARTICULO 1456.- Resoluciones. Las resoluciones relativas a la realización del objeto de la


agrupación se adoptan por el voto de la mayoría absoluta de los participantes, excepto
disposición contraria del contrato.

La impugnación de las resoluciones sólo puede fundarse en la violación de disposiciones


legales o contractuales. La acción debe ser dirigida contra cada uno de los integrantes de la
agrupación y plantearse ante el tribunal del domicilio fijado en el contrato, dentro de los
treinta días de haberse notificado fehacientemente la decisión de la agrupación.

Las reuniones o consultas a los participantes deben efectuarse cada vez que lo requiera un
administrador o cualquiera de los participantes.

No puede modificarse el contrato sin el consentimiento unánime de los participantes.

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ARTICULO 1457.- Dirección y administración. La dirección y administración debe estar a cargo
de una o más personas humanas designadas en el contrato, o posteriormente por resolución
de los participantes. Son aplicables las reglas del mandato.

En caso de ser varios los administradores, si nada se dice en el contrato pueden actuar
indistintamente.

ARTICULO 1458.- Fondo común operativo. Las contribuciones de los participantes y los bienes
que con ellas se adquieran, constituyen el fondo común operativo de la agrupación. Durante el
plazo establecido para su duración, los bienes se deben mantener indivisos, y los acreedores
particulares de los participantes no pueden hacer valer su derecho sobre ellos.

ARTICULO 1459.- Obligaciones. Solidaridad. Los participantes responden ilimitada y


solidariamente respecto de terceros por las obligaciones que sus representantes asuman en
nombre de la agrupación. La acción queda expedita después de haberse interpelado
infructuosamente al administrador de la agrupación. El demandado por cumplimiento de la
obligación tiene derecho a oponer las defensas personales y las comunes que correspondan a
la agrupación.

El participante representado responde solidariamente con el fondo común operativo por las
obligaciones que los representantes hayan asumido en representación de un participante,
haciéndolo saber al tercero al tiempo de obligarse.

ARTICULO 1460.- Estados de situación. Los estados de situación de la agrupación deben ser
sometidos a decisión de los participantes dentro de los noventa días del cierre de cada
ejercicio anual.

Los beneficios o pérdidas o, en su caso, los ingresos y gastos de los participantes derivados de
su actividad, pueden ser imputados al ejercicio en que se producen o a aquel en el que se
aprueban las cuentas de la agrupación.

ARTICULO 1461.- Extinción. El contrato de agrupación se extingue:

a) por la decisión de los participantes;

b) por expiración del plazo por el cual se constituye; por la consecución del objeto para el que
se forma o por la imposibilidad sobreviniente de lograrlo;

c) por reducción a uno del número de participantes;

d) por incapacidad, muerte, disolución o quiebra de un participante, a menos que el contrato


prevea su continuación o que los demás participantes lo decidan por unanimidad;

e) por decisión firme de la autoridad competente que considere que la agrupación, por su
objeto o por su actividad, persigue la realización de prácticas restrictivas de la competencia;

f) por causas específicamente previstas en el contrato.

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ARTICULO 1462.- Resolución parcial no voluntaria de vínculo. Sin perjuicio de lo establecido en
el contrato, cualquier participante puede ser excluido por decisión unánime de los demás, si
contraviene habitualmente sus obligaciones, perturba el funcionamiento de la agrupación o
incurre en un incumplimiento grave.

Cuando el contrato sólo vincula a dos personas, si una incurre en alguna de las causales
indicadas, el otro participante puede declarar la resolución del contrato y reclamar del
incumplidor el resarcimiento de los daños.

SECCION 4ª

Uniones Transitorias

ARTICULO 1463.- Definición. Hay contrato de unión transitoria cuando las partes se reúnen
para el desarrollo o ejecución de obras, servicios o suministros concretos, dentro o fuera de la
República. Pueden desarrollar o ejecutar las obras y servicios complementarios y accesorios al
objeto principal.

ARTICULO 1464.- Contrato. Forma y contenido. El contrato se debe otorgar por instrumento
público o privado con firma certificada notarialmente, que debe contener:

a) el objeto, con determinación concreta de las actividades y los medios para su realización;

b) la duración, que debe ser igual a la de la obra, servicio o suministro que constituye el objeto;

c) la denominación, que debe ser la de alguno, algunos o todos los miembros, seguida de la
expresión “unión transitoria”;

d) el nombre, razón social o denominación, el domicilio y, si los tiene, los datos de la


inscripción registral del contrato o estatuto o de la matriculación o individualización que
corresponde a cada uno de los miembros. En el caso de sociedades, la relación de la resolución
del órgano social que aprueba la celebración de la unión transitoria, su fecha y número de
acta;

e) la constitución de un domicilio especial para todos los efectos que deriven del contrato,
tanto entre partes como respecto de terceros;

f) las obligaciones asumidas, las contribuciones debidas al fondo común operativo y los modos
de financiar las actividades comunes en su caso;

g) el nombre y el domicilio del representante, que puede ser persona humana o jurídica;

h) el método para determinar la participación de las partes en la distribución de los ingresos y


la asunción de los gastos de la unión o, en su caso, de los resultados;

i) los supuestos de separación y exclusión de los miembros y las causales de extinción del

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contrato;

j) los requisitos de admisión de nuevos miembros;

k) las sanciones por incumplimiento de obligaciones;

l) las normas para la elaboración de los estados de situación, a cuyo efecto los administradores
deben llevar, con las formalidades establecidas en los artículos 320 y siguientes, los libros
exigibles y habilitados a nombre de la unión transitoria que requieran la naturaleza e
importancia de la actividad común.

ARTICULO 1465.- Representante. El representante tiene los poderes suficientes de todos y


cada uno de los miembros para ejercer los derechos y contraer las obligaciones que hacen al
desarrollo o ejecución de la obra, servicio o suministro; la designación del representante no es
revocable sin causa, excepto decisión unánime de los participantes. Mediando justa causa, la
revocación puede ser decidida por el voto de la mayoría absoluta.

ARTICULO 1466.- Inscripción registral. El contrato y la designación del representante deben ser
inscriptos en el Registro Público que corresponda.

ARTICULO 1467.- Obligaciones. No solidaridad. Excepto disposición en contrario del contrato,


no se presume la solidaridad de los miembros por los actos y operaciones que realicen en la
unión transitoria, ni por las obligaciones contraídas frente a los terceros.

ARTICULO 1468.- Acuerdos. Los acuerdos se deben adoptar siempre por unanimidad, excepto
pacto en contrario.

ARTICULO 1469.- Quiebra, muerte o incapacidad. La quiebra de cualquiera de los participantes,


y la muerte o incapacidad de las personas humanas integrantes no produce la extinción del
contrato de unión transitoria, el que continúa con los restantes si acuerdan la manera de
hacerse cargo de las prestaciones ante los terceros.

SECCION 5ª

Consorcios de cooperación

ARTICULO 1470.- Definición. Hay contrato de consorcio de cooperación cuando las partes
establecen una organización común para facilitar, desarrollar, incrementar o concretar
operaciones relacionadas con la actividad económica de sus miembros a fin de mejorar o
acrecentar sus resultados.

ARTICULO 1471.- Exclusión de función de dirección o control. El consorcio de cooperación no


puede ejercer funciones de dirección o control sobre la actividad de sus miembros.

ARTICULO 1472.- Participación en los resultados. Los resultados que genera la actividad
desarrollada por el consorcio de cooperación se distribuyen entre sus miembros en la
proporción que fija el contrato y, en su defecto, por partes iguales.

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ARTICULO 1473.- Forma. El contrato debe otorgarse por instrumento público o privado con
firma certificada notarialmente, e inscribirse conjuntamente con la designación de sus
representantes en el Registro Público que corresponda

ARTICULO 1474.- Contenido. El contrato debe contener:

a) el nombre y datos personales de los miembros individuales, y en el caso de personas


jurídicas, el nombre, denominación, domicilio y, si los tiene, datos de inscripción del contrato o
estatuto social de cada uno de los participantes. Las personas jurídicas, además, deben
consignar la fecha del acta y, la mención del órgano social que aprueba la participación en el
consorcio;

b) el objeto del consorcio;

c) el plazo de duración del contrato;

d) la denominación, que se forma con un nombre de fantasía integrado con la leyenda


“Consorcio de cooperación”;

e) la constitución de un domicilio especial para todos los efectos que deriven del contrato,
tanto respecto de las partes como con relación a terceros;

f) la constitución del fondo común operativo y la determinación de su monto, así como la


participación que cada parte asume en el mismo, incluyéndose la forma de su actualización o
aumento en su caso;

g) las obligaciones y derechos que pactan los integrantes;

h) la participación de cada contratante en la inversión del o de los proyectos del consorcio, si


existen, y la proporción en que cada uno participa de los resultados;

i) la proporción en que los participantes se responsabilizan por las obligaciones que asumen los
representantes en su nombre;

j) las formas y ámbitos de adopción de decisiones para el cumplimiento del objeto. Debe
preverse la obligatoriedad de celebrar reunión para tratar los temas relacionados con los
negocios propios del objeto cuando así lo solicita cualquiera de los participantes por sí o por
representante. Las resoluciones se adoptan por mayoría absoluta de las partes, excepto que el
contrato de constitución disponga otra forma de cómputo;

k) la determinación del número de representantes del consorcio, nombre, domicilio y demás


datos personales, forma de elección y de sustitución, así como sus facultades, poderes y, en
caso de que la representación sea plural, formas de actuación. En caso de renuncia,
incapacidad o revocación de mandato, el nuevo representante se designa por mayoría
absoluta de los miembros, excepto disposición en contrario del contrato. Igual mecanismo se
debe requerir para autorizar la sustitución de poder;

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l) las mayorías necesarias para la modificación del contrato constitutivo. En caso de silencio, se
requiere unanimidad;

m) las formas de tratamiento y las mayorías para decidir la exclusión y la admisión de nuevos
participantes. En caso de silencio, la admisión de nuevos miembros requiere unanimidad;

n) las sanciones por incumplimientos de los miembros y representantes;

ñ) las causales de extinción del contrato y las formas de liquidación del consorcio;

o) una fecha anual para el tratamiento del estado de situación patrimonial por los miembros
del consorcio;

p) la constitución del fondo operativo, el cual debe permanecer indiviso por todo el plazo de
duración del consorcio.

ARTICULO 1475.- Reglas contables. El contrato debe establecer las reglas sobre confección y
aprobación de los estados de situación patrimonial, atribución de resultados y rendición de
cuentas, que reflejen adecuadamente todas., las operaciones llevadas a cabo en el ejercicio
mediante el empleo de técnicas contables adecuadas. Los movimientos deben consignarse en
libros contables llevados con las formalidades establecidas en las leyes. Se debe llevar un libro
de actas en el cual se deben labrar las correspondientes a todas las reuniones que se realizan y
a las resoluciones que se adoptan.

ARTICULO 1476.- Obligaciones y responsabilidad del representante. El representante debe


llevar los libros de contabilidad y confeccionar los estados de situación patrimonial. También
debe informar a los miembros sobre la existencia de causales de extinción previstas en el
contrato o en la ley y tomar las medidas y recaudos urgentes que correspondan.

Es responsable de que en toda actuación sea exteriorizado el carácter de consorcio.

ARTICULO 1477.- Responsabilidad de los participantes. El contrato puede establecer la


proporción en que cada miembro responde por las obligaciones asumidas en nombre del
consorcio. En caso de silencio todos los miembros son solidariamente responsables.

ARTICULO 1478.- Extinción del contrato. El contrato de consorcio de cooperación se extingue


por:

a) el agotamiento de su objeto o la imposibilidad de ejecutarlo;

b) la expiración del plazo establecido;

c) la decisión unánime de sus miembros;

d) la reducción a uno del número de miembros.

La muerte, incapacidad, disolución, liquidación, concurso preventivo, cesación de pagos o

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quiebra de alguno de los miembros del consorcio, no extingue el contrato, que continúa con
los restantes, excepto que ello resulte imposible fáctica o jurídicamente.

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