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Los enfoques de la enseñanza según

Fenstermacher
 INTRODUCCIÓN GENERAL
Según Fenstermacher, hay tres maneras de concebir la enseñanza, cada uno de
ellos tiene diferentes objetivos y propósitos dentro de la educación. Haremos una breve
descripción sobre cada uno de ellos.
El primero de ellos es el Enfoque Ejecutivo, éste es un modo de enseñar estructurado
que busca un conocimiento específico, produciendo aprendizajes particulares,
desarrollando habilidades mediante técnicas y materiales curriculares.
El siguiente es el Enfoque del Terapeuta, consiste en ayudar al estudiante a mirar el
interior de su propia alma, mediante un trato psicoterapéutico, permitiendo el
crecimiento personal o desarrollo del yo.
Por último, el Enfoque del Liberador, que se propone reflexionar sobre la naturaleza
humana y comprender otras formas de percibir el mundo, creando individuos íntegros,
morales y libres.
Se observa que lo particular de cada enfoque es lo que cada docente pretende lograr en
sus alumnos. Esto lleva a que cada docente utilice una dirección, tono y estilo diferente.
Educar personas
¿Qué es ser una persona educada?
Según Fenstermacher, una persona educada es ser algo más que cumplir los
ciclos correspondientes en una institución educativa y graduarse. También, aquella que
ha alcanzado el nivel aceptable de saber y pericia necesarios para hacerse cargo de las
responsabilidades propias de la edad adulta. O también aquella que tenga conocimientos
de los clásicos, aprecie el arte y la música y posea un espíritu crítico.
Según el Enfoque Ejecutivo una persona educada es aquella que obtiene un
conocimiento específico. Según el Enfoque Terapeuta una persona educada es aquella
que llega a ser una persona auténtica, y según el Enfoque Liberal, es aquella que libera
su mente.
  ¿QUÉ HACE QUE ESTOS ENFOQUES SEAN DIFERENTES?
En el Enfoque Ejecutivo, el objetivo es introducir a los alumnos en una tarea
académica, para ello los profesores que siguen este modelo planifican, ejecutan el plan,
evalúan los esfuerzos, hacen una revisión y vuelven  a realizar este proceso nuevamente.
El docente es el gerente de los tiempos de la clase. Es sabido que para aprender algo
bien hay que dedicarle una cantidad considerable de tiempo; del tiempo que el docente
asigna a las actividades, sólo un 20% es realmente aprovechado por el alumno. A su vez
es quien da las indicaciones de lo que hay que aprender y cómo. También es quien
realiza la retroalimentación evaluativa mediante una conexión de errores escritos y
orales. Luego lleva a cabo el refuerzo que va desde actitudes hasta recompensas, ya sean
golosinas o dinero. Se aprecia, que en este enfoque, la oportunidad de aprender está a
veces negada porque el material se presenta muy rápido, lo que lleva al estudiante a no
poder emplear el tiempo necesario que requiere llegar al aprendizaje significativo. Es
necesario agregar que el docente utiliza ciertas aptitudes organizacionales para impartir
a los estudiantes datos específicos, conceptos, habilidades e ideas para que puedan
retener su conocimiento. Su valor se basa en que suministra medios muy claros y
directos para trasladar algún conocimiento específico de una fuente a la mente del
alumno.
Los intereses y contexto individuales de cada alumno y las características de las
diferentes materias, no son tomados en cuenta por este modelo.
El Enfoque Ejecutivo está muy relacionado con la forma de organizar una escuela. La
tecnología educacional es el desarrollo de un conjunto de técnicas sistemáticas y de los
conocimientos y prácticas adjuntas para diseñar y hacer funcionar las escuelas como
sistemas educacionales –se observa que hay estructuras, técnicas y metas. Luego
advertimos que el Enfoque Ejecutivo es el desarrollo estructurado de técnicas y
materiales curriculares en busca de aprendizajes particulares y habilidades. Según lo
mencionado anteriormente, en nuestra opinión hay una estrecha relación entre este
enfoque y el enfoque de sistema y la tecnología educacional. Esto se aprecia en la
comparación que podemos realizar entre los elementos fundamentales de un sistema
educacional (estructura, procesos, entradas, salidas, ambiente y realimentación) y la
manera en que el docente que apunta a un enfoque ejecutivo se desenvuelve
(planificación, ejecución del plan, evaluación y revisión). Aunque advertimos una
diferencia, que el elemento ambiente es tenido en cuenta dentro de un sistema
educacional, mientras que el contexto social del alumno no es tenido en cuenta dentro
del enfoque ejecutivo.
En el Enfoque del Terapeuta, teniendo en cuenta las diferencias fisiológicas,
psicológicas y de contexto de los alumnos, desde discapacidad física, padres separados
o diferentes situaciones socio-económicas, el docente decide tomar una postura. Ésta
puede ser pasar estas características por alto, reconocerlas (buscando la manera de
disminuir aquellas que con más probabilidad obstaculizarán el aprendizaje y aumentar
las que lo facilitarán), o entenderlas como rasgos esenciales del proceso de aprendizaje.
En este enfoque el docente se inclina por la última postura, sosteniendo que lo que el
alumno es no puede separarse de lo que aprende y de cómo aprende.
Según Rogers y Freiberg, el docente opta por un aprendizaje sugerente, significativo y
experimental, es decir, que el alumno habrá descubierto algo significativo para él, de un
modo que involucra tanto a sus pensamientos como a sus sensaciones. En el aprendizaje
significativo se combinan lo lógico y lo intuitivo, el intelecto y las sensaciones, el
concepto y la experiencia, la idea y el significado. Cuando aprendemos de esta manera
somos completos, utilizamos todas nuestras potencialidades masculinas y femeninas.
En el Enfoque del Liberador, el docente pone gran énfasis en el contenido y
presta menos atención a sus habilidades docentes específicas y a los estados psíquicos y
emocionales de los alumnos. El educador se caracteriza por tener altos conocimientos
de su materia y buscar el cambio, ya que considera insuficiente el abordaje que tienen
ciertas materias. El contenido de sus clases debe ser seleccionado y organizado con el
propósito particular de liberar la mente del estudiante. También Giroux dice que las
pedagogías que desarrolla el profesor no sólo potencian a los estudiantes
proporcionándoles el conocimiento y las habilidades sociales que necesitarán para
actuar en el conjunto de la sociedad con sentido crítico, sino que además, los educan
para la acción transformadora.
En  este enfoque, la manera de dar clases está, en gran medida, influida por el contenido
mismo. Cuando hablamos de maneras, nos referimos a los modos coherentes de
conducta, es decir a “virtudes morales e intelectuales”. Estas virtudes morales
(honestidad, integridad, disposición imparcial, trato justo) e intelectuales
(racionalidad, amplitud de espíritu, valoración de las pruebas, curiosidad, hábito
mental reflexivo, escepticismo prudente) se consideran una parte del contenido. El
conocimiento, las habilidades y la comprensión se imparten directamente. En cambio,
los rasgos de carácter se enseñan con el ejemplo y el modelo, o sea indirectamente.
Este enfoque tiene una variante, es la enseñanza emancipadora, cuyo objetivo es que
el educador logre que las clases oprimidas despierten su conciencia y puedan superar
estas actitudes y reemplazarlas con rasgos de libertad activa y responsabilidad humana.
Si bien, tanto los liberadores como los emancipadores procuran liberar la mente de los
estudiantes, los objetivos de los segundos son abiertamente políticos. No obstante,
ambos se esfuerzan porque la educación tenga un fin moral, siendo éste la libertad del
espíritu.
Dentro de este enfoque se destaca la idea griega de paideia, acentúa la capacidad de los
hombres de alcanzar los fines más nobles y los logros más elevados en el conocimiento,
la comprensión y la virtud.
  ¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE CADA DOCENTE?
En el Enfoque Ejecutivo, el docente procura transmitir los elementos básicos
de su materia y la habilidad para manejarlos de la manera más eficiente posible. Pone
particular atención en la tarea, cumplimiento del deber y obtención de resultados. La
noción de la enseñanza como estímulo y del aprendizaje como respuesta permite a los
docentes concentrarse exclusivamente en esas dos conductas, sin tener que desviar la
atención a los antecedentes familiares de los estudiantes ni a sus historias personales.
En el Enfoque del Terapeuta, trata de fortalecer la personalidad de sus
alumnos, haciéndolos participar de experiencias significativas que se conectan con sus
propias vidas. Su propósito no es solamente transmitir conocimientos y habilidades,
sino también ayudarlo a hacer la elección de adquirir conocimientos de cierto tipo para
afirmar su personalidad. El docente pretende lograr un ser humano auténtico, es decir
genuino, que tome seriamente la libertad y comprenda que uno tiene que tomar
decisiones sobre quién y qué es,  y que acepte la responsabilidad de tomar esas
decisiones y afrontar sus consecuencias.
En el Enfoque del Liberador, el docente apunta a que los alumnos aborden el
material del modo que lo haría un científico o un experto, además procura liberar la
mente del estudiante de los límites de la vida cotidiana, de la inercia y la trivialidad, de
la convención y el estereotipo. Según Adle el educador intenta lograr que los alumnos
adquieran un conocimiento organizado, que desarrollen aptitudes intelectuales, que
incluyen las habilidades del aprendizaje y que comprenda más ampliamente las ideas y
valores.
  ¿EN QUÉ SE BASAN CADA UNO DE ESTOS ENFOQUES?
El Enfoque Ejecutivo está basado en la psicología conductista, experimental,
que a su vez se basa en el empirismo lógico o el positivismo.
El Enfoque del Terapeuta surgió de una conjunción  de crítica social
contemporánea y una nueva versión de la psicología desarrollada en oposición al
conductismo y los métodos experimentales. Muchas de estas ideas tuvieron sus raíces
en la psicología humanista o de “tercera fuerza”.
El Enfoque del Liberador no está muy enraizado con la psicología, pero a su
vez se asemeja bastante a la psicología cognitiva, ya que ésta se interesa en la manera en
que adquirimos, interpretamos, aplicamos y ampliamos nuestro conocimiento. A pesar
de esta semejanza, los fundamentos de los liberadores son más filosóficos.
  ASPECTOS NEGATIVOS SOBRE CADA ENFOQUE  
En el Enfoque Ejecutivo, el educador se parece a un gerente de una línea de
producción: los estudiantes entran a la fábrica como materia prima y de algún modo se
los ensambla en forma de personas educadas. El alumno es tratado como un objeto, sin
tener en cuenta que es un ser humano. El docente no es tanto una parte real del
proceso como un gerente. Al parecer, el profesor no está dentro del proceso de
enseñanza y aprendizaje, sino que se sitúa fuera. A veces la oportunidad de aprender se
dificulta ya que el material se presenta muy rápido. Este enfoque pone
particular atención en la tarea, el cumplimiento del deber, la obtención de resultados y
la responsabilidad por no lograr una buena producción, y no en los intereses de cada
alumno individual. Llenar la cabeza del alumno con un conocimiento específico
seleccionado, empaquetado y trasmitido por otros sólo lo induce a que se abstenga de
comprenderse como ser humano. Todo esto lo separa de sí al obligarlo a prestar
atención, no a sus propios sentimientos, sus propios pensamientos y sus propias ideas,
sino a estériles pensamientos, imágenes y actitudes de otros.
En nuestra opinión, si bien este enfoque pareciera ser el menos adecuado para emplear,
también reconocemos que es el que muchas veces se adecua más a ciertas situaciones.
Tales como cuando un profesor tiene que asistir a varias escuelas, con escaso tiempo y
con los problemas económicos y sociales que hoy afectan a cualquiera, los cuales
impiden que el educador esté al tanto o interesado acerca de la vida personal de cada
alumno. Además la cantidad de alumnos que tienen los cursos es un factor más a esta
situación. Por otro lado, debemos tener en cuenta la presión que un profesor sufre ante
las exigencias curriculares que debe cumplir en un tiempo determinado que a veces se
ve disminuido por diferentes motivos (actos, feriados, huelgas, enfermedad, etc.)
haciendo que el docente recurra al Enfoque Ejecutivo como el modo más efectivo de
transmitir conocimientos.
En el Enfoque del Terapeuta, el docente debe tener precaución demantener
el objetivo de este enfoque (ayudar a alcanzar su propio conocimiento y habilidades
mediante la conducción del alumno hacia su crecimiento personal) y no extenderse más
allá asumiendo la actitud de un psicólogo. Otro aspecto a considerar, es que para
preservar la democracia y la identidad nacional es necesaria una educación común, pero
en este enfoque el alumno es quien puede o debe elegir qué conocimientos adquirir.
Entonces, ¿qué ocurre con el futuro de la comunidad? Se llega a la conclusión de que
esta elección debe realizarse luego de adquirir el conjunto de conocimientos centrales.

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