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cooperación
Introducción
La teoría de juegos es una rama de las matemáticas aplicadas que representa algunos
procesos de toma de decisiones frente a situaciones donde hay competencia e incentivos.
Es importante destacar que no tiene por objeto arribar a las mejores decisiones para ganar
juegos. De hecho, los juegos que tienen estrategias ganadoras o no-perdedoras (tatetí) sino
que son todos triviales; los juegos que interesan son precisamente aquellos que no tienen
solución (es decir, los no triviales).
Paralelamente, cada juego tiene sus propias reglas, límites dentro de los cuales
pueden/deben actuar los jugadores. La característica de los juegos no triviales es que no
existe una ‘estrategia ganadora’ porque el pago o castigo no depende solo de la estrategia
de un jugador, sino que es el resultado de la interacción entre todas las estrategias, y por lo
tanto es impredecible.
Prisionero 1
No delatar Delatar
2
No delatar (2, 2) (10, 1)
Volviendo al caso bajo análisis, cada prisionero escogerá por separado la opción que
minimiza su condena (delatar a su compañero), aunque eso no lleve a la mejor solución
común (que ninguno delate). Este equilibrio se da siempre que un jugador individual pueda
empeorar su resultado al modificar su estrategia mientras el resto mantenga la misma
estrategia. Es decir, si uno de los jugadores decide no delatar pero es delatado por su
compañero, su condena será la máxima posible (10 años), lo que hace naturalmente difícil
que cualquiera de los jugadores adopte la estrategia de no delatar.
1. Que existe un óptimo social, donde ambos obtienen el máximo beneficio sumando
las penas. Esto se da cuando ninguno de los dos decide delatar (suma de años: 4)
4. Que no hay ninguna receta (dentro de las reglas del juego) que asegure un buen
resultado. El dilema no tiene solución: por eso se llama dilema.
Sin embargo, juegos repetidos pueden modificar la estructura de incentivos del dilema del
prisionero habilitando un equilibrio eficiente donde la mutua cooperación resulta atractiva.
Muchas veces, además, la reciprocidad tiene lugar solo cuando las personas interactúan de
modo reiterado y es alta la probabilidad de mantener una nueva interacción con esa
persona. La condición más importante para la cooperación en dilemas del prisionero de dos
jugadores es la importancia que estos le dan al futuro. Simplemente la reciprocidad es tanto
más robusta cuanto más importancia los jugadores otorgan al futuro. Si mañana fuese el fin
del mundo, por ejemplo, habría pocos incentivos para cooperar, al menos en relaciones
impersonales. Si la reciprocidad es la regla, también sabemos que no es lo mismo cooperar
con una persona con la que interactuamos muy seguido que con aquellas con quienes
tenemos pocas probabilidades de volver a interactuar. Cuanto mayor sea la probabilidad de
reencontrarse en el futuro, mayor será la posibilidad de la cooperación.
A lo que lleva este juego es a una situación donde los jugadores tienden a no moverse, lo
que podría empeorar la situación de cada uno, quedándose ambos sin planes. Un equilibrio
de este tipo siempre tiene un resultado sub-óptimo: (6,2) / (2,6).
Tal como fue descripto en el caso de los prisioneros, el equilibrio de Nash consiste en la
mejor respuesta a la estrategia del otro jugador, o el mejor par de estrategias que maximiza
el pago a ambos jugadores dada la estrategia del otro jugador. En este caso, el equilibrio
implica estabilidad en las decisiones.