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TECNICATURA UNIVERSITARIA EN

COSMETOLOGIA FACIAL Y CORPORAL

COSMETOLOGÍA FACIAL
Y ANEXOS CUTÁNEOS

2023

1
GENERALIDADES DEL
ORGANO CUTANEO:
La piel: panorama general

La piel es el órgano más


complejo que protege al
huésped de su ambiente
y, al
mismo tiempo, permite la
interacción del organismo
con el ambiente
circundante.
Es mucho más que un
escudo estático e
impenetrable contra las
agresiones
externas. La piel es una
estructura dinámica y
compleja integrada por
células,
tejidos y elementos de la
matriz extracelular que
median una variedad de
funciones:


• constituye la barrera física de permeabilidad
• protección contra los agentes
infecciosos
• termorregulación
• sensorial
• secreción y excreción
• protección contra la luz ultravioleta (UV
• reparación de heridas y regeneración
• apariencia física externa.

Estas diferentes funciones de la piel están mediadas por una o varias de sus tres
principales regiones: epidermis, dermis e hipodermis.
Estas divisiones son unidades funcionales e independientes; cada región de la piel
depende del tejido circundante y está en conexión con él para regular y modular la
estructura y la función normal de la piel en los niveles de organización molecular,
celular y tisular.
Mientras que la epidermis y su capa exterior, el estrato corneo, constituyen una gran
parte de la barrera física que proporciona la piel, la integridad estructural como un
todo esta constituida principalmente por la dermis y la hipodermis.
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La actividad antimicrobiana es llevada a cabo por el sistema inmunitario innato y las
células dendríticas presentadoras de antígenos de la epidermis, las células
inmunitarias circundantes que migran desde la dermis y las células presentadoras
de antígenos de la dermis.
Las células más superficiales de la epidermis son las que, en gran medida,
proporcionan protección contra la radiación UV. La inflamación comienza con los
queratinocitos de la epidermis o las células inmunitarias de la dermis, y el aparato
sensorial emana de los nervios que inicialmente atraviesan la hipodermis hacia la
dermis y epidermis, finalizando en órganos receptores especializados en las
terminaciones nerviosas libres.
Los vaso sanguíneos más grandes de la piel se encuentran en la hipodermis, donde
cumplen la función de transportar nutrientes y células migratorias. Los vasos
linfáticos cutáneos corren a través de la dermis e hipodermis, sirven como filtro para los
residuos y actúan en la regulación de la hidratación tisular.
Los apéndices epidérmicos proveen una protección especial o tienen funciones
sensoriales. La piel también determina la apariencia física de una persona, influida
por la pigmentación que confieren los melanocitos, por los contornos del cuerpo, el
aspecto que confiere la edad y el daño actínico, que produce modificaciones en la
epidermis, dermis e hipodermis. La piel comienza a organizarse durante la
embriogénesis, cuando las señales intercelulares e intracelulares, así como las
interacciones reciprocas entre las diferentes capas de tejido, adquieren la capacidad
de regular la maduración eventual de los diferentes componentes de la piel.

EPIDERMIS
La epidermis es un
epitelio plano
poliestratificado y
queratinizado que cubre
la
totalidad de la
superficie corporal. Es
la capa de la piel con
mayor número de
células
y con una dinámica de
recambio
extraordinariamente
grande. Presenta un
espesor
variable, con un valor
medio de 0,1 mm.,
pudiendo alcanzar en
zonas como las
plantas de los pies y las
palmas de las manos
espesores de hasta 1 o 2 mm.
La epidermis, avascular, depende de la dermis muy vascularizada para su nutrición .
Está normalmente compuesta por cuatro capas diferentes que desde el exterior
hacia el interior serían:
Capa córnea (stratum corneum).
Capa granular (stratum granulosum).
Capa de células espinosas (stratum spinosum).
Capa basal (stratum basale).

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En aquellas zonas donde se presenta con un mayor grosor, la epidermis tiene
cinco capas al contar con la capa lúcida (stratum lucidum), la cual está situada
entre la capa córnea y la granular.
Las capas de células espinosas y basales están formadas por células vivas
que continuamente se reproducen por división mitótica. Estas células
ocuparán el espacio de las células erosionadas en la capa córnea y se les
llama conjuntamente
la capa germinativa. En la capa granular, las células sintetizan la
queratohialina, la
sustancia precursora de la queratina, la cual se acumula en gránulos en el
citoplasma dando esta característica la denominación a esta capa. La capa
lúcida,
que se encuentra normalmente en la parte gruesa de la piel de las palmas de
las
manos y plantas de los pies, no existe en la piel delgada. Consiste entre tres y
cinco
filas de células muertas, claras y planas que contienen aún actividad
enzimática. El
estrato córneo está formado por células aplanadas y restos de células
situadas unas
sobre otras en forma de tejas y fuertemente empaquetadas, que han perdido
núcleo y orgánulos citoplasmáticos quedando compuestas casi
exclusivamente por filamentos de queratina agrupados en haces
denominados monofilamentos. Está
formado por 15 a 20 estratos celulares, de los cuales el último se va perdiendo
por
descamación. Este proceso de continuo desgaste y reemplazo renueva la
totalidad
de la capa epidérmica en un periodo aproximado de 28 días, desde que se
produce
la división celular hasta que la célula cae desprendida de la superficie de la
piel. Se
considera que la epidermis está formada por queratinocitos, debido a la
capacidad
de estas células de sintetizar queratina. Las queratinas son una familia de
proteínas
estructurales insolubles en agua y con una gran resistencia frente a cambios
en el
pH y a elevadas temperaturas. También presentan una fuerte resistencia a la
degradación enzimática. Globalmente se subdividen en dos grupos, las
queratinas duras o α (alfa) que forman parte del pelo y uñas; y las blandas o β
(beta) que son el elementos esencial de la capa córnea. Aunque los
queratinocitos constituyen el 80% de las células epidérmicas, también se
encuentran otros tipos celulares:

epidérmicas
y que son las células encargadas de la síntesis de melanina, pigmento
que
da color a la piel y protección frente a los rayos ultravioletas (UVA).
a4 ns, que son células provenientes de la médula
ósea, emigradas a la piel y que forman parte del sistema inmunitario.
Tal
como hemos comentado anteriormente una de las funciones que
desarrolla
la piel es la defensa inmunitaria.
kel, son células sensoriales, situadas en el estrato
basal y
contactan con terminaciones de neuronas sensoriales para transmitir
información de tacto.

QUERATINOCITO
Los queratinocitos son las células que forman la mayor parte de la epidermis.
Son
células que liberan muy poca matriz extracelular por lo que las membranas
celulares de queratinocitos adyacentes suelen estar muy próximas. Esto
está
además favorecido por los numerosos desmosomas que permiten mantener
la cohesión y la integridad de la epidermis. La principal familia de proteínas
que
sintetizan los queratinocitos son las queratinas, un tipo de filamento
intermedio del
citoesqueleto. Los queratinocitos tienen un ciclo de vida característico que
empieza
en la parte basal del epitelio y termina en la más superficial del epitelio

QUERATINIZACION

La primera función de la epidermis es producir una capa córnea eficaz,


protectora,
semipermeable, que haga posible nuestra supervivencia en el medio terrestre.
Esta barrera cutánea impide tanto la pérdida de fluidos corporales como la
entrada
al organismo de elementos nocivos, como los agentes patógenos o los rayos
ultravioletas de la luz solar. Para llevar a cabo todas estas funciones
protectoras y
reguladoras, la epidermis sintetiza, tras el proceso de diferenciación, un gran
número de proteínas y lípidos incluidos en la composición de la capa córnea.
Este
proceso, llamado queratinización, se acompaña de transformaciones radicales
del
queratinocito: de una forma capaz de realizar una mitosis, muy activa desde el
punto de vista metabólico, pasa a una forma aplanada y anucleada que
descama
la superficie de la piel, todo ello en unos treinta días. A lo largo de todo este
proceso y en función del estado de diferenciación alcanzado, la célula sintetiza
varios tipos de queratinas, que son las proteínas estructurales principales de
los
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queratinocitos y permiten las modulaciones adecuadas del citoesqueleto;
también
sintetiza diversos lípidos que permiten controlar la permeabilidad de la
epidermis.
Esta importante síntesis proteica, la formación de numerosas uniones
intercelulares y el constante reciclaje de las células, permiten mantener una
epidermis suficientemente elástica, cohesiva e impermeable. No obstante, este
equilibrio resulta frágil, y un defecto de queratinización debido a una mutación
genética, una alteración inmunitaria o una agresión ambiental, puede tener
graves
consecuencias sobre la homeostasis de la epidermis y sobre la función de
barrera
de la capa córnea

Morfología y diferenciación

La morfología de los queratinocitos no es constante a lo largo de su vida, que


en
humanos es de aproximadamente un mes. Ese cambio ocurre
progresivamente

desde la parte basal de la epidermis, donde nacen, hasta la parte más


superficial,
donde mueren y terminan por desprenderse. Las diferencias morfológicas que
ocurren en este proceso se manifiestan en las diferentes capas o estratos.

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Estrato basal o germinativo.
Es una capa de una célula de espesor, fundamentalmente formada por
queratinocitos, que se encuentra en la parte más interna de la epidermis. Las
células de esta capa se unen a la lámina basal mediante hemidesmosomas,
permitiendo la estabilidad del epitelio y el control de la división y diferenciación
de los queratinocitos.
En el estrato basal se encuentran las células troncales (células madre
adultas) de
los queratinocitos, que dan lugar a los queratinocitos de la epidermis. Las
células
troncales tienen una forma de redondeada a columnar, con un tamaño de
unas 6 a 10 µm. Son más basófilas que el resto de células epidérmicas debido
a su alto contenido en ribosomas. Estas células troncales de la epidermis
interfolicular sólo se diferenciarán en queratinocitos. También hay células
troncales en los folículos pilosos que se diferencian en células del folículo
piloso o células sebáceas, y
también en queratinocitos
La tasa de proliferación y diferenciación de las células troncales varía en
función
de las necesidades de reemplazo de la epidermis, que puede depender de
circunstancias tales como heridas, rozamientos, crecimiento del órgano,
etcétera.
El contacto de los queratinocitos con la lámina basal parece ser un elemento
regulador importante de la proliferación. Cuando las integrinas, proteínas de
adhesión que unen las células a la lámina basal en los hemidesmosomas,
pierden
el contacto con la lámina basal, la célula comienza el proceso de diferenciación
Y migración hacia la superficie de la epidermis. Los queratinocitos del estrato
basal son los responsables de la síntesis de parte de la propia lámina basal.
Además, las integrinas no están sólo para el anclaje de los queratinocitos, sino
también para la organización de la propia lámina basal

Estrato espinoso

Inmediatamente superficial al estrato basal está el estrato espinoso. Este


estrato
está formado por queratinocitos con aspecto más o menos poliédrico y de unos
10
a 15 µm de diámetro, más grandes que los del estrato basal, con un citoplasma
más eosinófilo y con uno o dos nucléolos muy patentes. En el citoplasma se
pueden observar numerosos haces de filamentos de queratina,
denominados tonofilamentos, que se ensamblan en filamentos visibles al
microscopio óptico denominados tonofibrillas, las cuales ayudan a la eosinofilia
del
citoplasma. En este estrato los queratinocitos se llaman espinosos porque
poseen desmosomas y uniones adherentes que se disponen de manera radial
estableciendo contactos entre células contiguas y que están conectados
mediante
las tonofibrillas. Estos contactos se asemejan a espinas cuando se observan al
microscopio. Los queratinocitos expresan queratinas como proteínas
características en su citoplasma7. La expresión del tipo de queratinas cambia a
medida que los queratinocitos se desplazan hacia la superficie. Hacia la parte
más
superficial del estrato espinoso los queratinocitos adquieren una morfología
más aplanada, lo que se atribuye al cambio progresivo en el tipo de queratinas
sintetizadas.
El estrato espinoso es más ancho en las zonas sometidas a rozamientos
puesto que los queratinocitos de este estrato están fuertemente cohesionados
mediante complejos de unión, lo que favorece la resistencia de la epidermis.

Estrato Granuloso

En las capas más superficiales del estrato espinoso los queratinocitos cambian
su expresión génica y empiezan a sintetizar gránulos de querato-hialina,
formándose el estrato granuloso. Este estrato es relativamente delgado, de
unos 15 µm, y con
queratinocitos muy aplanados con numerosos gránulos de querato-hialina.
Estos gránulos tienen forma poligonal, no están rodeados de membrana y son
altamente basófilos
Esta agrupación de los filamentos intermedios va aumentando, refuerza
la barrera cutánea, y marca el inicio de la cornificación o queratinización.
También en el estrato granuloso se observan los cuerpos lamelares. Estos
cuerpos no están en la capa germinal y empiezan a aparecer en el estrato
espinoso de forma progresiva, alcanzando su máximo desarrollo en el estrato
granuloso. Son orgánulos formados por pilas de láminas de lípidos, de 100 a
300 nm, con una estructura interna lamelar. Su función la realizan en el estrato
córneo y están relacionados con los procesos de descamación y con la
formación de la capa de impermeabilidad. Los cuerpos lamelares se exocitan y
sus componentes son modificados externamente para organizar capas
paralelas a la superficie.
Las células del estrato granuloso sufren la degradación de su núcleo y
orgánulos, mientras su citoplasma está prácticamente lleno de queratina.
Durante las últimas etapas de la diferenciación celular se produce un aumento
de la permeabilidad al calcio y a otros iones, lo cual dispara la activación de las
transglutaminasas y provoca la formación de una estructura proteica bajo la
membrana plasmática denominada envuelta.
Esta estructura va creciendo en grosor a medida que el queratinocito degenera
y es importante para organizar los filamentos de queratina paralelos a la
superficie de la epidermis, que se van produciendo en el interior del
queratinocito, y para enlazar dichos filamentos a los depósitos lipídicos
extracelulares de los cuerpos lamelares.
En el estrato granuloso se forman uniones estrechas entre los queratinocitos, lo
que ayuda a establecer una barrera sellada, permitiendo sólo el paso de
moléculas de pequeño tamaño e iones. Los queratinocitos de la capa granular
mueren finalmente por un proceso denominado cornificación, que es diferente
al de apoptosis, y se convierten en una célula cornificada anuclear. Pero antes
de morir los queratinocitos sintetizan proteínas y lípidos que contribuyen a la
creación de la barrera más superficial de la epidermis.
El estrato lúcido es una capa de transición entre el estrato granuloso y el
córneo.
Se encuentra en las zonas donde hay un mayor rozamiento, como la planta de
los 8
pies.
Estrato corneo
Está formado por los queratinocitos denominados corneocitos.
Éstos están conectados por desmosomas (corneodesmosomas) y embebidos
en una matriz extracelular enriquecida en lípidos no polares organizados en
capas.
En la última etapa, los corneocitos pierden el núcleo, se llenan de queratina, y
se rodean por una capa celular cornificada formada por una envuelta de
proteínas entrelazadas, además de por una envuelta de lípidos unidos
covalentemente.
El grosor del estrato córneo depende del grosor general de la epidermis, de
manera que cuantos más queratinocitos se produzcan más grueso será el
estrato córneo.
La muerte celular de las células del estrato granuloso provoca la pérdida
progresiva de desmosomas a lo largo del estrato córneo, lo que conlleva
descamación o desprendimiento de los restos celulares.
Filagrina y queratina constituyen del 80 al 90% de la masa proteica de la
epidermis.
Es esta capa la que protege frente a la desecación, patógenos y daños físicos y
químicos. El procesamiento extracelular de lípidos en los cuerpos lamerales es
importante para la epidermis. Por ejemplo, el glicerol que se forma a partir de
los lípidos es un agente hidratante. Los ácidos grasos libres contribuyen a la
acidez de este estrato, pH que en humanos es próximo a 5.
Por último, la conversión de
colesterol sulfato a colesterol es importante para regular el proceso de
descamación. Estos lípidos secretados se organizan formando una serie de
estratos continuos que hacen posible la impermeabilidad.

Intervención de los queratinocitos en las funciones de la piel

Los queratinocitos forman la epidermis de la piel y la principal función de la piel


es crear una barrera entre el medio externo y el interno del organismo. Protege
al organismo frente a daños mecánicos, luz ultravioleta, sustancias químicas y
abrasiones. Es muy importante el papel de la epidermis a la hora de evitar la
desecación y frente a patógenos. Además, es un tejido muy activo en
la reparación tras una herida.

Barrera frente a patógenos

La epidermis es la primera barrera que los patógenos tienen que saltar antes
de poder entrar en el organismo. Pero además los queratinocitos
liberan citocinas inhibidoras que neutralizan patógenos y, cuando hay daños,
favorecen la inflamación y activan las células de Langerhans, las cuales son
células de la epidermis presentadoras de antígenos.

Reparación de heridas
Tras una herida los queratinocitos pasan de un estado sedentario a uno donde
se desplazan. Esto parece estar mediado por su desconexión de la membrana
basal (pérdida de los hemidesmosomas y cambio en la expresión de integrinas)
y por la recepción de citocinas liberadas por otras células. Esto permite a los
queratinocitos desplazarse por la superficie de la zona dañada y sellarla.

Pigmentación

La pigmentación de la piel tiene como misión proteger frente a los rayos


ultravioleta. La pigmentación de9pende de la producción de melanina por parte
de los melanocitos, unas células muy escasas de la epidermis que se sitúan en
el estrato basal y en los folículos pilosos. Los melanocitos se distribuyen de
manera dispersa por la epidermis y la melanina que producen la incluyen en
unos orgánulos denominados melanosomas Esta producción y su liberación,
además de por factores externos, está controlada en parte por moléculas
liberadas de forma paracrina por los propios queratinocitos. Los melanosomas
se distribuyen por su citoplasma y por las prolongaciones citoplasmáticas que
emiten entre los queratinocitos.. Una vez captados los melanosomas, los
queratinocitos se desplazan hacia las capas superiores donde la melanina se
irá acumulando, incluso en la capa de estrato córneo. Así, la pigmentación de la
piel depende de la cantidad de melanosomas que contengan los melanocitos y
la que contengan los
queratinocitos.

MELANOCITO

Los melanocitos son células características de la epidermis que producen la


melanina, un pigmento presente en la mayoría de los seres vivos y que tiene un
papel fundamental en la protección frente a los efectos nocivos de la radiación
ultravioleta del Sol. La melanina deriva del aminoácido tirosina y las formas
más comunes en humanos son la eumelanina, de color negro-marrón, y la
feomelanina, de color rojo-amarillento.

Caracteristicas generales

Los melanocitos se originan en el neuroectodermo, concretamente en la


cresta neural, y migran como melanoblastos durante la embriogénesis. Se
localizan principalmente en la piel, concretamente en la capa basal de la
epidermis y en los folículos pilosos, pero también aparecen en otras partes del
cuerpo como oído medio, algunas partes del cerebro y médula espinal,
corazón, huesos, ojo y glándulas suprarrenales.
Tienen un tamaño variable y su forma es dendrítica con proyecciones hacia
otras células. En la piel las proyecciones se introducen en el citoplasma de los
queratinocitos para traspasar la melanina mediante citocrinia (secreción al
citoplasma). Existen aproximadamente 1000 - 2000 melanocitos por mm2 de
piel representando del 5 al 10% de las células de la capa basal de la epidermis.
En el citoplasma de los melanocitos se puede observar un núcleo ovoideo y un
Retículo Endoplasmático Rugoso muy desarrollado allí encontramos la tirosina,
sustancia a partir de la cual se sintetiza la melanina. También se observan unos
gránulos característicos cerca de la membrana dónde se produce y almacena
la melanina.
Estos gránulos pueden ser de dos tipos, los premelanosomas, dónde se
almacena tirosina que se irá transformando en melanina, y los melanosomas,
que son la forma madura de los premelanosomas cuándo alcanzan una alta
concentración de melanina.

Melanogénesis

El proceso de biosíntesis de melanina en los melanocitos se denomina


melanogénesis y en él intervienen varias enzimas y numerosos factores de
regulación (radiación ultravioleta, hormonas melanotrópicas, citocinas, etc.).
Comienza en el Retículo Endoplasmático Rugoso (RER) de los melanocitos
dónde se sintetiza tirosina, que es el aminoácido precursor de la melanina.
La tirosina pasa del RER a los premelanosomas y aquí, en presencia de
oxígeno y 10
por acción del enzima tirosinasa, es transformada en L-DOPA y esta a su vez
en
DOPAquinona. A partir de la DOPAquinona parten varias rutas. Las dos más
importantes son la ruta que dará lugar a la familia de eumelaninas, el tipo de
melanina biológica más abundante, y otra que dará lugar a feomelanina.
A medida que se va sintetizando melanina, los premelanosomas van
desarrollándose y madurando hasta alcanzar el estadío de melanosomas.
En los melanosomas la tirosinasa cesa su actividad y se sitúan en las dendritas
dispuestos a ser transferidos a los queratinocitos. La unidad formada por el
melanocito y los queratinocitos con los que contactan sus dendritas forman la
conocida como unidad melanocítica cutánea.
Melanogénesis basal

El nivel de actividad basal de los melanocitos, o melanogénesis basal, es el


principal determinante del color de la piel y viene determinado genéticamente.
Es decir, el
color de la piel no es dependiente de la cantidad de melanocitos, que es muy
similar entre distintas personas, sino de su actividad. En general, personas con
piel clara
presentan una melanogénesis basal baja y las personas con un color de piel
oscuro presentan melanogénesis basal alta. También influye la cantidad
relativa de
eumelanina y feomelanina producida.
La pigmentación debida a acumulación de melanina es de la larga duración. La
oxidación de la melanina existente produce pigmentación adicional pero de
corta duración, lo que se pone de manifiesto ante determinados estímulos
como puede ser la exposición de la piel a la luz solar.

Estimulación
La melanogénesis es estimulada por numerosos factores, destacando la
Hormona Estimulante de Melanocitos (abreviada MSH, del inglés
Melanocyte-stimulating hormone), aunque su mecanismo no es muy bien
conocido. La estimulación de la malanogénesis también se relaciona con
altos niveles de ACTH (Hormona Adrenocorticotrópica), probablemente
debido a que la MSH es un producto derivado de la ACTH. En enfermedades
que cursan con altos niveles de ACTH, como el síndrome de Cushing, se
puede observar una melanogénesis aumentada. Diversos metabolitos de la
vitamina D y derivados retinoides (vitamina A) también aumentan
la melanogénesis, de ahí que sean ingredientes frecuentes en lociones
bronceadoras.
Entre los factores externos que estimulan la melanogénesis destaca la
exposición a la luz ultravioleta de onda media (UV-B). Esta radiación daña el
ADN produciendo timidina dinucleótdio (pYpT) y este a su vez estimula la
melanogénesis.

Funciones

La función de los melanocitos es, como ya se ha mencionado, la síntesis de


melanina, su inserción en los melanosomas y la transferencia de los
melanosomas a otras células, por ejemplo a los queratinocitos de la
epidermis. En estas células, los melanosomas se distribuyen alrededor del
núcleo dónde la melanina ejercerá su acción: proteger al ADN de la radiación
ultravioleta de onda corta (UV-B, más perjudicial que la radiación ultravioleta
de onda larga o UV-A) al ser ab1s1 orbida por la
melanina.
La propia radiación ultravioleta estimula la melanogénesis, lo que supone
un mecanismo efectivo de incrementar la protección cuándo incrementa la
exposición.
Pero cierta cantidad de esta radiación en la piel es necesaria para la
biosíntesis de vitamina D. Esta necesidad y el nivel de radiación solar en las
diferentes regiones del mundo podrían explicar, desde un punto de vista
adaptativo, los diferentes niveles de melanogénesis basal, y en definitiva de
pigmentación cutánea, que existen entre diferentes poblaciones humanas.
Así, en zonas tropicales y ecuatoriales predomina la piel oscura, ya que la
mayor incidencia de radiación hace necesario una mayor protección de forma
permanente. Por el contrario, las poblaciones de zonas septentrionales
presentan piel clara pues no necesitan un alto nivel de protección y si
necesitan maximizar la captación de radiación UV para la síntesis de vitamina
D.

Células de Langerhans
Son células presentadoras de antígenos. Se caracterizan principalmente por
tener orgánulos citoplasmáticos, llamados cuerpos de Birbeck. Se localizan en
todas las capas epidérmicas (piel), y son más prominentes en el estrato
espinoso, es decir, entre el estrato granuloso y basal de la epidermis.
También se encuentran en tejidos como ganglios linfáticos, en la membrana
que recubre la cavidad bucal, amígdalas, el timo, la vagina y el prepucio. Estas
células tienen la particularidad de extender sus procesos membranosos entre
las células epiteliales, sin alterar el óptimo funcionamiento de la barrera
epitelial.
Aparecen en el organismo a partir de la semana 14 del desarrollo embrionario.
Una vez que aparecen, ocupan la epidermis y el resto de los tejidos antes
mencionados. Dentro de dichos tejidos se replican y alcanzan a cumplir su ciclo
en un tiempo aproximado de 16 días.
Las CLs representan, en un humano sano, aproximadamente el 4% del total de
las células de la epidermis. Su distribución y densidades varían de un sitio
anatómico a otro. Se estima que en la epidermis pueden llegar a existir desde
más de 400 hasta 1000 células de Langerhans por milímetro cuadrado.
La función de estas células es la de reconocer, captar, procesar y presentar los
antígenos solubles y haptenos a los linfocitos T sensibilizados.

Células de Merkel
Las células de Merkel, también conocidas como células Merkel-Ranvier o
células epiteliales táctiles, son mecanoreceptores de forma ovalada,
esenciales para la sensación táctil y se encuentran en la capa basal de la
epidermis. Son abundantes en la piel altamente sensible como la punta de los
dedos y hacen contactos sinápticos con fibras nerviosas aferentes
somato-sensoriales. Aunque son poco comunes, estas células pueden
volverse malignas y formar un carcinoma de células de Merkel, un cáncer de
piel agresivo y difícil de tratar.

Las células de Merckel están u1n2idas a los queratinocitos contiguos a través de


desmosomas y contienen filamentos intermedios en su citoplasma. El núcleo
es lobulado y el citoplasma es un poco más denso que el de los melanocitos y
las células de Langerhans.

Unión intercelular y unión dermo-epidérmica


Las células
epidérmicas están
unidas entre sí por
medio de los
puentes de unión
intercelular y están
unidas a la dermis
por medio de la
membrana basal.
Los puentes de
unión intercelular o
desmosomas están constituidos
por varias proteínas que se
agrupan en 3:
1) filamentos de queratina,
2) plaquinas
3) desmogleinas.

La epidermis está separada de la dermis por la capa basal, constituyendo la


unión dermo-epidérmica. Cohesiona a ambas capas cutáneas y determina la
resistencia a la tracción.
La membrana basal que se identifica
con facilidad como una membrana
homogénea, es una estructura
compleja formada por 4 espacios:
1) la membrana de las células
basales,
2) la lámina lúcida (LL),
1) la lámina basal (LB)
2) la zona fibrosa o sublámina
densa.

A nivel de las células basales se pueden observar los hemidesmosomas (HD) que
unen la epidermis a la lámina densa a través de los filamentos de anclaje. La
lámina densa está compuesta predominantemente por colágeno tipo IV y está
unida a la dermis subyacente por medio de las fibras de anclaje constituidas por
colágeno tipo VII.

13
DERMIS

Se encuentra debajo de la epidermis y está formada por tejido conjuntivo, con un


espesor que varía entre uno y tres milímetros. Su función es dar fortaleza y
elasticidad a la piel.
En la dermis están localizados los vasos sanguíneos y linfáticos de la piel y la
mayoría de los receptores sensitivos, además de los anexos cutáneos de
origen
epidérmico y unas estructuras adicionales: la papila y el músculo piloerector
La dermis, como tejido conjuntivo, está constituida por una trama fibrosa
compleja, resistente, espesa y esponjosa, envuelta en la sustancia fundamental.
La sustancia fundamental es una especie de gel compuesto por agua, proteínas,
electrolitos y un material mucoso; mucopolisacáridos ácidos. Su estructura es
amorfa y su principal característica es la hidratación.
Aunque su división no queda perfectamente delimitada, vista al microscopio
podemos diferenciar en la dermis dos capas: la dermis papilar y la dermis
reticular.
La dermis papilar es la parte más superficial sobre la que se asienta la
epidermis,
separada de ésta por la membrana basal. Debe su nombre de papila a que la
dermis en su límite con la epidermis configura unas ondulaciones en forma de
cono que ahuecan la epidermis; a cada una de estas cavidades se le
denomina papila dérmica y en ella se alojan algunas terminaciones nerviosas y
los capilares
sanguíneos que alimentan las células de la epidermis.
La dermis reticular está situada en la zona más profunda de la dermis papilar.
Constituida principalmente por fibras colágenas que forman la red que le da
nombre.
Alternando con las fibras colágenas, se dispone una red de fibras elásticas,
especialmente abundantes alrededor de las glándulas sebáceas y sudoríparas.
Es más gruesa que la dermis papilar y en ella se alojan la mayoría de los
elementos
cutáneos; como las glándulas sebáceas, sudoríparas, el músculo piloerector, el
folículo piloso, la papila, determinadas terminaciones nerviosas y los capilares
sanguíneos y linfáticos.

Células
La dermis está constituida principalmente por tres tipos de
células: los
histiocitos, los
mastocitos y los
fibroblastos.

Los histiocitos son


células grandes
cuya principal
función es la
fagocitaria, es
decir, detectar y
aislar microbios y
cuerpos extraños
que se adentren
en la dermis; englobarlos y d1e
4 struirlos.
Los mastocitos son células voluminosas de forma variada. En su
citoplasma
poseen diversos gránulos que contienen sustancias activas, por lo que
reciben
también el nombre de células cebadas. Estas sustancias son liberadas
ante determinados estímulos. Las principales sustancias que liberan
estas células cebadas son: la histamina, que participa en la respuesta
inmune, aumentando la permeabilidad capilar, y la heparina, que es un
anticoagulante.

Los fibroblastos

Los fibroblastos son las principales células que forman parte de la estructura
del tejido conectivo del organismo, pero también son las encargadas de
mantener a dicho tejido.
Su morfología dependerá del sitio en donde se encuentren y principalmente
son los responsables de sintetizar fibras y un precursor del colágeno, así como
mantener la matriz extracelular de los tejidos.
Básicamente son las células que forman la estructura de sostén de los órganos
en los seres vivos. Al sintetizar fibras, colágeno, mucopolisacáridos
(glucosaminoglucano) y glucoproteínas (fibronectina), juegan un papel
fundamental en la reparación de los tejidos, siendo protagonistas en los
procesos de cicatrización. Durante la cicatrización de las heridas los
fibroblastos migran al sitio de la lesión donde proliferan para restituir al
colágeno.
La célula activa (fibroblasto), como su nombre lo indica, presenta alta actividad
secretora.
Estas son células de gran tamaño (miden entre 50 a 100 micras de longitud y
30 de ancho), son planas (3 micras de espesor) y fusiformes (forma de huso,
ancha en el centro y delgada hacia los extremos).

Funciones
Su principal función está relacionada con el mantenimiento del tejido
conectivo, el
cual está formado por fibras (colágenas, reticulares y elásticas) y la matriz
extracelular.
Los fibroblastos mantienen la matriz extracelular de los tejidos, sintetizando
ciertos compuestos que la componen, en estado de precursores y también
algunas fibras. Pero no solamente las sintetizan, también son capaces de
fagocitar algunos de estos componentes en procesos de remodelación tisular.
Entre los compuestos que conforman la matriz extracelular están: las
proteínas fibrosas y la sustancia fundamental amorfa, constituida
principalmente por ácido hialurónico y el plasma intersticial.
El proceso de síntesis y remodelación de la matriz extracelular que ejecutan los
fibroblastos, lo realizan a través de la producción de una amplia variedad de
enzimas pertenecientes a la familia de las metaloproteinasas.

MATRIZ EXTRACELULAR
La matriz contiene fibras proteicas incluidas en una sustancia fundamental de
densidad variable.
La sustancia fundamental es amorfa y contiene grandes moléculas como son
los glucosaminoglicanos y los proteoglicanos, y proteínas de adhesión como la
fibronectina y la laminina, además de las sustancias químicas que se
encuentran
normalmente en el líquido extracelular de todos los tejidos. Las proteínas de
adhesión interaccionan con rec1e5ptores en las membranas celulares para anclar
células y mantenerlas en posición, así como para proporcionar tracción para el
movimiento celular. Las fibras pertenecen a dos clases: fibras de colágeno y
fibras
elásticas.
• Fibras de colágeno: están compuestas, a su vez, por moléculas alargadas de
colágeno que son las proteínas fibrilares extracelulares más abundantes e
importantes del organismo. Hay unos 20 tipos de cadenas polipeptídeas de
colágeno, producidas por diferentes genes, que se combinan entre sí para
producir los distintos tipos de colágeno. Los colágenos de tipo I, II y III se
organizan como fibras. Las fibras de colágeno de tipo I suelen ordenarse en
haces gruesos, lo que proporciona una gran fuerza. Las fibras de colágeno son
flexibles pero ofrecen una gran resistencia a una fuerza de tracción.
• Fibras elásticas: proporcionan la propiedad llamada elasticidad a los tejidos
conjuntivos.
La elasticidad significa resistencia a la deformación y es la capacidad que tiene
el tejido de ser deformado o estirado por una pequeña fuerza y de
recuperar la forma y dimensiones originales cuando la fuerza es retirada. Las
fibras elásticas pueden ser estiradas hasta un 150% de su longitud sin
romperse, tienen tendencia a ramificarse y anastomosarse (conectarse) entre
sí para formar redes y están constituidas por una proteína hidrofóbica llamada
elastina.

• Fibras reticulares: están constituidas por colágeno de tipo III y son fibras
diminutas, tienden a formar redes delicadas y constituyen las principales fibras
de la matriz extracelular en los ganglios linfáticos, el bazo y la médula ósea.

Vascularización cutánea
La piel es un órgano muy vascularizado que utiliza aproximadamente el 20%
del volumen total de la sangre.
Los vasos sanguíneos juegan un papel fundamental en la piel, le proporcionan
la nutrición que necesita, participan en la regulación de la temperatura del
cuerpo y de la presión sanguínea (estos son capaces de adaptarse, se pueden
vasocontraer y vasodilatar, para regular el flujo sanguíneo), además de
numerosos eventos
inmunológicos y reparadores.
La rica red vascular de la piel está localizada en los límites de la dermis y nutre
los
apéndices epidérmicos. Esta red a su vez se encuentra dividida en la dermis
en plexos vasculares: plexo profundo y plexo superficial. Los vasos que
aportan las
ramas dérmicas forman arterias musculo-cutáneas que penetran la grasa
subcutánea y entran en la dermis reticular profunda, aquí se organizan en un
plexo horizontal y las arteriolas ascendentes se extienden hasta la epidermis
que es avascular. Estas arteriolas en sus paredes cuentan con un tipo de
célula contráctil.
En la unión entre la dermis papilar y reticular, las arteriolas terminales forman
el plexo subpapilar, aquí estas funcionan como esfínteres precapilares.
Luego las asas capilares se extienden hacia la dermis papilar. En el vértice de
cada asa capilar se encuentra la porción más delgada, para permitir el
transporte de material fuera del capilar. Las ramas descendentes de los
capilares venosos, drenan en los conductos
venosos del plexo subpapilar. L1a6s vénulas poscapilares del plexo subpapilar
responden a mediadores como la histamina, con lo cual, son los sitios donde
se encuentran las células inflamatorias durante esta respuesta.
En el adulto, el sistema vascular cutáneo normal permanece en reposo,
excepto en cierta angiogénesis como en la fase de crecimiento del pelo (fase
anágena) o algún estímulo patógeno.
Linfáticos

Los conductos linfáticos de la piel son importantes para regular la presión del
líquido intersticial mediante la reabsorción del líquido liberado de los vasos y la
depuración de los tejidos de las células, proteínas, lípidos, bacterias.
Los vasos linfáticos comienzan como linfáticos iníciales en fondos ciegos
localizados en la dermis papilar, luego drenan en vasos linfáticos más
grandes en el
plexo subpapilar y luego más profundo entre los límites de hipodermis y
dermis
reticular.
El flujo linfático en la piel depende de los movimientos de los tejidos, causado
por las pulsaciones arteriales, contracciones musculares, movimientos del
cuerpo, con un sistema de válvulas dentro de los vasos que impide el flujo
retrógrado.

Inervación cutánea

El sistema nervioso modula y manipula la función de la piel de distintas


maneras, para lograr la homeostasis de la misma.
Los nervios se comunican con distintas células de la piel, el sistema endocrino
y el sistema inmunitario, con los cuales conforman una red interactiva.
La interacción entre la piel y el sistema nervioso tiene influencias sobre una
variedad de funciones, como la termorregulación, el crecimiento celular, la
inflamación, las defensas, la apoptosis, el prurito, la curación de heridas, entre
otras.
Las redes nerviosas de la piel contienen sensoriales solas (terminaciones
nerviosas libres) o junto a estructuras especializadas (receptores
corpusculares) que cumplen las funciones de receptores del tacto, dolor,
temperatura, prurito y estímulos mecánicos.
Las fibras motoras están distribuidas junto con las sensoriales en la dermis y se
ramifican para inervar las glándulas sudoríparas, el musculo erector del pelo y
las glándulas sebáceas.
El patrón de las fibras nerviosas es similar a los patrones vasculares. Es decir,
las fibras nerviosas forman un plexo profundo y ascienden a uno superficial
subpapilar.
Las terminaciones nerviosas libres no se encuentran encapsuladas, son
frecuentes en la dermis papilar, aunque se pueden encontrar en la dermis
profunda; responden a estímulos mecánicos, térmicos y químicos.
Las terminaciones nerviosas libres constituyen los receptores sensoriales más
importantes. Se pueden asociar a células como por ejemplo las células de
Merkel (detectan una presión sostenida)
Los receptores corpusculares son estructuras especializadas encapsuladas
que van a permiten reconocer las posibles sensaciones que se establece por
medio de la conexión entre estimulo externo y la interpretación interna, estos
corpúsculos son: Meissner, Pacini, Ruffini y Krause.
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Los corpúsculos de Meissner son mecanorreceptores o corpúsculos del tacto.
Son un tipo de terminaciones nerviosas en la piel, responsables de la
sensibilidad para el tacto suave. En particular, tienen la mayor sensibilidad (el
umbral de
respuesta más bajo). Se
encuentran localizados en
las papilas dérmicas.
Los corpúsculos de Pacini
se encuentran en la dermis
profunda y en el tejido
subcutáneo de la piel que
recubre las superficies del
cuerpo que soportan peso.
Estos corpúsculos actúan
como mecanorreceptores
de adaptación rápida que
responden a estímulos
vibratorios y a la presión
mecánica profunda.

Los corpúsculos de Ruffini son receptores sensoriales situados en la piel, en la


dermis profunda y perciben los cambios de temperatura relacionados con el
calor.
Los Corpúsculos de Krause son los bulbos encargados de registrar la
sensación
de frío que se produce cuando entramos en contacto con un cuerpo o un
espacio
que está a menor temperatura que nuestro cuerpo. La sensibilidad es variable
según la región de la piel que se considere. Sin embargo su función en la
actualidad
no se define con claridad
Dichos corpúsculos son variaciones anatómicas de los corpúsculos de
Meissner, localizados en el nivel profundo de la hipodermis, parecidos a los
corpúsculos de Pacini, pero más pequeños (50 micras) y simplificados. Se
encuentran en el tejido submucoso de la boca, la nariz, ojos, genitales, etc. de
los cuales hay unos 260.000 extendidos por todo el cuerpo.

Inmunología Cutánea
La piel es un órgano complejo que realiza diversas funciones resultantes de
reacciones químicas y físicas. Una de las principales es servir como barrera
entre el medio interno y externo para la protección contra agresiones físicas,
químicas y microbiológicas, así como de la radiación ultravioleta. Además de
tener una estructura capaz de establecer interacciones entre componentes
celulares de la epidermis y la dermis, posee varios tipos de células con
potencial para producir o responder a diversos estímulos endógenos o
exógenos.
La determinación de la piel como órgano inmunocompetente responsable de la
inmunovigilancia en los tejidos normales (no inflamados) se estableció en 1997,
año en el que se describió el si1s8tema inmunitario de la piel como un complejo
de células
existentes en la piel normal asociadas al sistema inmunitario. Éste es una
unidad inmunológica relacionada con un órgano con funciones protectoras y
efectoras, debido a que la piel es una barrera semipermeable. Este sistema se
compone de elementos estáticos, formado por las células que son parte
anatómica de la
estructura de la piel, entre las que se encuentran los queratinocitos, los
fibroblastos y las endoteliales, las cuales proporcionan la base de las
reacciones inmunitarias y producen citocinas proinflamatorias; y, también, de
componentes dinámicos, como los leucocitos, y las células presentadoras de
antígeno (las de Langerhans, las dendríticas, los macrófagos y los linfocitos T),
que tienen un tiempo limitado de permanencia en la piel.

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