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TRATADO DE PSIQUIATRÍA

C a p í t u l o 16

Psicosis cicloides
D. Barcia Salorio

INTRODUCCIÓN sin la concurrencia de factores desencadenantes. Fi-


nalmente, hay que señalar que es característica la be-
ajo la denominación de Trastornos psicóti-

B
nignidad del proceso ya que en poco tiempo en la
cos agudos y transitorios (F23), la CIE-10 mayoría de los casos el paciente vuelve a la normali-
reune una serie de cuadros caracterizados dad psíquica lo que contrasta con la usual malignidad
en orden de prioridad por: a) comienzo agu- de los procesos esquizofrénicos.
do (de menos de dos meses); b) presencia de síndro- De todo el grupo ciertamente son las Psicosis ci-
mes típicos y c) presencia de estrés agudo. cloides el cuadro fundamental que en la CIE-10 se
Sin embargo, se señala acertadamente que no es califican de “Trastorno psicótico agudo” (F.23) “sin
necesario que se den los tres rasgos referidos para síntomas esquizofrénicos (F.23.0) y “con síntomas
llegar a un diagnóstico adecuado. El hecho funda- esquizofrénicos” (F.23.1), en donde se especifica que
mental reside en la agudeza del proceso, en ocasio- deben entrar las Bouffés délirantes y las Psicosis ci-
nes de un modo espectacular, en el sentido de que cloides. En el DSM-IV, no se reconoce la indepen-
en pocas horas puede aparecer un cuadro psicótico dencia de estos cuadros, lo cual es un error, y los pa-
florido y, en segundo término, que este cuadro está cietes que sufren de este trastorno se incluyen en el
hecho con síntomas típicos y característicos. Aunque trastorno esquizofreniforme (F.20.8), o en trastorno
en ocasiones puedan darse síntomas de tipo esquizo- psicótico breve (F.23.81, F.23.82).
frenénico, de hecho síntomas de primer rango de K. El concepto de Psicosis cicloide fue elaborado por
Schneider, no es esto lo que define el cuadro sino Leonhard sobre la base de las “Psicosis marginales”
ciertos síntomas característicos de alteración de la (Randpsychosen) de Kleist verdadero definidor del
conciencia, afecto y psicomotilidad. grupo quien además, había acuñado el término para
De todo el grupo ciertamente son las Psicosis ci- referirse a uno de los cuadros de su clasificación.
cloides el cuadro fundamental que en la CIE-10 se El origen de este concepto está en las Bouffés dé-
califican de “Trastorno psicótico agudo polimorfo”, lirantes de Magnan y Legrain (1893), que después
sin síntomas esquizofrénicos (F.23.0) o con síntomas de la reformulación de H.Ey (1963) se aceptan en la
esquizofrénicos (F.23.1). clasificación oficial francesa (INSERM, 1968), y en
Aunque el cuadro pueda surgir como consecuen- cuadros descritos por Wernice (1900) y junto a ello
cia de situaciones de estrés, sin embargo, en no po- la tradición de la Psiquiatría alemana respecto a la
cas ocasiones, los episodios aparecen limpiamente noción de Psicosis periódica (Bonhoeffer, 1907;

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TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Birnbaum, 1907, Friedman, 1905; Gaup, 1917, descrito, por cierto con mucha mayor precisión que
pero especialmente de Schröder, 1918-1926 y O. él, pacientes idénticos a los que él publicó.
Binswanger, 1928). Con el tiempo persistió el término de Psicosis es-
Con estos antecedentes Kleist elaboró la noción quizoafectiva y así se cita en los dos grandes Manua-
de “Psicosis marginales” (1928), que contienen los les de clasificación actuales (CIE-10 y DSM-IV), pero
elementos esenciales que luego Leonhard nombraría que describen enfermos diferentes: pacientes con
como “Psicosis cicloides”: independencia nosológi- criterios de esquizofrenia y que cursan con episodios
ca, carácter hereditario autónomo, riqueza sontoma- de manía y depresión, unos pacientes que lo cierto
tológica, benignidad del proceso respecto a la evolu- es que habían sido descritos por Kraepelin en la 8ª
ción y deterioro de la personalidad. Kleist dividió el Edición de su Tratado (1910) como un subforma de
1
Grupo en cinco categorías (Tabla I), que Leonhard la Demencia precoz .
redujo a tres: Psicosis angustia-felicidad, Psicosis
confusionales y Psicosis de la motilidad.
Existe muchas veces cierta confusión conceptual SINTOMATOLOGÍA Y FORMAS CLÍNICAS
debido especialmente a que estos cuadros han sido
llamados de muchas maneras, hasta de 39 modos La sintomatología de las Psicosis cicloides viene
(Barcia, 1982), pero especialmente respecto a las caracterizada por tres hechos esenciales:
“Psicosis esquizoafectivas” término propuesto por 1. En primer lugar, por el “polimorfismo” (Viel-
Kanasin (1933) y que ha hecho fortuna. La lectura gestaltigkeit), sobre lo cual había insistido Leohard.
del trabajo de Kasanin pone de manifiesto que los Este polimorfismo se refiere, de un lado, a la rica va-
enfermos por él estudiados, nueve jóvenes adultos, riedad sintomatológica y, de otro, a la variabilidad de
presentan todas las características de las Psicosis ci- los episodios, que como antes habíamos comentado,
cloides, pero que por la época de su publicación Ka- varían de unos episodios a otros o dentro de un mis-
sanin debería haberlos diagnosticado de Psicosis mo episodio y hay mezclas de los cuadros descritos
marginal de Kleist (1928) o Psicosis de la degenera- por Kleist y por Leonhard (Perris, 1974; Barcia,
ción de Schröder (1926) o bien, si quería un nombre 1981).
nuevo hacer referencia a estos trabajos que habían Dependiendo del trastorno del estado de ánimo,
la alteración formal del pensamiento o del cuadro
psicomotor, Bräuning describe seis tipos ideales (Ta-
Tabla I bla II) que frente a la nosología de Leonhard tiene la
ventaja de que se destaca el trastorno del pensa-
Psicosis marginales de Kleist miento que, seguramente, estaba infravalorado en
los planteamientos de aquel. Pero hay que insistir en
PSICOSIS CICLOIDES el hecho esencial, destacado por Leonhard, de la la-
bilidad de los episodios, es decir en el cambio tanto
Psicosis de la motilidad intraepisódico como interepisódico, cambios que
Psicosis confusionales pueden presentarse en el curso de horas.
2. En segundo término por la alteración global de
PSICOSIS DEL YO
la vida psíquica, lo que motivó a que Barahona Fer-
nandes las bautizara con el nombre de Holodisfre-
Psicosis hipocondríaca
nias (1959). Hay un ataque global e intenso del psi-
Confabulosis aguda expansiva
quismo del enfermo que en pocos días (dos o tres)
PSICOSIS PARANOIDES
cambia radicalmente en su conducta habitual, ideas y
planteamientos. La existencia, ella misma, cambia
Alucinosis persecutoria aguda en horas. Los síntomas se perciben como alteracio-
Psicosis aguda expansiva de inspiración nes de diferentes estructuras, pero en realidad es la
totalidad del paciente lo que está alterado. Segura-
PSICOSIS EPILEPTOIDES mente el dato esencial se refiere a la desestructura-
ción de la conciencia (H. Ey), lo que se hace visible
Estados confusionales episódicos en el pensar (delirios), sentir (alteraciones afectivas) y
2
Fenómenos de modificación de conciencia actividad (alteraciones psicomotoras) .
1
Un estudio hitórico puede verse en D. Barcia, Psicosis cicloides,
PSICOSIS DE LA CUALIDAD DE RELACIÓN Ed. Triacastela, Madrid 1998.
(BEHIEUNGSQUALITÄT) O PSICOSIS DE REFERENCIA 2
Aquí es preciso señalar que la noción de Conciencia en la doctri-
AGUDA na de H. Ey no coincide con el término Consciousness de la litera-
tura anglosajona y, en general, tampoco esta última con la habitual
preci sión de la Psicopatología alemana. En la literatura anglosajo-
Psicosis aguda de relación
na conciousness suele identificarse con Mente (Mind). H. Ey ve la
Psicosis de extrañamiento conciencia como una estructura que comprende la “conciencia de
lo vivido” (Consciousness) y la “conciencia de sí mismo”.

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PSICOSIS CICLOIDES

En esta psicosis, la Ansiedad, que es uno de los


Tabla II síntomas que se observa más frecuentemente (Perris,
Tipos ideales de las psicosis cicloides 1974), no suele darse en forma “pura” y es habitual
según Bräuning que aparezca junto a ideas de referencia,. dando lu-
gar a un cuadro de angustia desconfiada (Leonhard,
Síndrome paranoide-ansioso 1956), cursando con ideas de autorreferencia, fre-
cuentemente complicada con pseudopercepciones.
Síndrome paranoide-exaltado Así, los enfermos creen que son espiados, que los vi-
Síndrome de excitación-confusión gilan, temen que serán castigados, etc.
Síndrome retardado-confuso Es frecuente que aparezcan ideas hipocondríacas,
Síndrome hipercinético
con sensación de malestar físico y no es raro que el
paciente esté intranquilo, quejándose a veces con
gritos, que realice intentos de fuga y, en general,
3. Finalmente, el análisis Fenomenológico reco- viendo su situación con intenso terror.
noce las experiencias de los pacientes afectos de Psi- La angustia suele ser fluctuante (Wernicke), es de-
cosis cicloides como distintas, en muchos aspectos, cir, que oscile en intensidad de un momento a otro
de las de los otros psicóticos, especialmente los es- de su enfermedad, pero también que cambie a la ex-
quizofrénicos. Al describir la sintomatología de los periencia contraria y el paciente experimente una in-
enfermos cicloides trataremos de mostrar algunos tensa sensación de felicidad, verdaderas experiencias
hechos significativos y diferenciales con la experi- de éxtasis (Glückrausch), que pueden ser de felicidad
mentada por otros psicóticos .
3
plena (Perris, 1974).
La variada sintomatología de las Psicosis cicloi- Perris (1974) llama la atención sobre el hecho de
des tiende, sin embargo, a “organizarse” y por esta que un análisis superficial puede llevar al diagnóstico
razón diferentes autores han descrito distintos cua- equivocado de manía, pero que una adecuada obser-
dros clínicos y han realizado diferentes clasificacio- vación del paciente, lleva al diagnóstico correcto. De
nes, algunas de las cuales antes hemos referido acuerdo con una serie de autores (Mayer-Gross,
(Magnan, KIeist, Leonhard). Tal como antes hemos 1914; Ruemke, 1933; Anderson, 1938; Auster-
señalado comentaremos únicamente los cuadros heim, 1965; Perris, 1974), puede afirmarse que
descritos por Leonhard cuya nosología es la más frente a la experiencia del maníaco asociada a una
aceptada. manifiesta intranquilidad motora, la experiencia de
felicidad del enfermo cicloide es estática, calmada y
placentera.
PSICOSIS DE ANGUSTIA-FELICIDAD No es infrecuente que el sentimiento de felicidad
de estos enfermos se acompañe de una sensación de
Leonhard agrupa aquí cuadros descritos por otros contacto con Dios, llegándose a verdaderas expe-
autores como formas independientes. Así Wernicke riencias de iluminación y de éxtasis pseudomístico,
había descrito magistralmente la Psicosis de angus- lo que constituye el centro de las Psicosis de inspira-
tia y la Autopsicosis expansiva con ideas autódo- ción.
nas, a partir de la cual Kleist elaboró la Psicosis de En relación con estas experiencias místicas es in-
revelación o intuitiva (Eigebungspsychose), que in- teresante destacar, como ha mostrado Leonhard
cluyó entre las Psicosis paranoides de su Nosología. (1959), que los pacientes no se explican el origen de
En contraposición al ánimo ansioso de la Psicosis tales vivencias, que no pueden achacar a ninguna
de angustia, la Psicosis de revelación se caracteriza circunstancia, por lo que hablan de “revelaciones”.
por un ánimo estático –que cuando aparece suele Los pacientes se sienten profetas, redentores, caudi-
ser errónea-mente diagnosticado de Esquizofrenia–. llos y sienten que pueden ayudar a los demás. Pro-
Leonhard ve estas dos manifestaciones como un claman sus ideas con entusiasmo, hablan de forma
mismo cuadro, con una estructura polar de angustia patética y se sienten impulsados a grandes obras. En
revelación o de angustia-felicidad, que prefiere lla- nuestra experiencia (Barcia, 1993), el análisis del
mar así para caracterizar esta forma clínica (Gluck- modo de vivir las experiencias iluminadoras muestra
Angst Psychosen). que las de los pacientes cicloides son diferentes de
las análogas de los maníacos.
3
En general, en la literatura anglosajona el término Fenomenolo-
Así, en las Psicosis paranoides agudas de Kleist,
gía se utiliza para analizar y describir la sintomatología que puede en las que este autor incluye la Autopsicosis expan-
ser observada. Se trata, por lo tanto, de una Semiología. En otros siva con ideas autóctonas de Wernicke y la Aluci-
contextos, Fenomenología se refiere al análisis de la Vivencia (Er- nosis paranoide aguda, el modo de vivir el delirio el
lebnis) del enfermo y así es como en este artículo se utiliza, en ge- paciente es diferente al de los cuadros de grandeza
neral. El análisis semiológico, que tiende a objetivar las manifesta-
ciones psíquicas como Síntomas, y que pueden ser incluidos en de los enfermos maníacos. Lo que Wernicke enten-
las abundantes escalas clínicas al uso, significa una disminución y día por “ideas autóctonas” eran creencias y revela-
reducción de la experiencia del enfermo. ciones que crecen repentina y bruscamente, inspira-

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TRATADO DE PSIQUIATRÍA

ciones debidas a Dios, los ángeles y los santos. Pero por eso incoherente, o bien lentificado, percibiéndo-
lo que queremos destacar es que en estos casos, se en el enfermo un gran esfuerzo para pensar.
frente al modo de experimentar su vivencia el manía- En la fase agitada el síntoma fundamental es la in-
co que se siente él poderoso, el Psicótico de inspira- coherencia del pensamiento, que en general se
ción se siente “conmovido y extrañado”, y si hace acompaña de verborrea con giros del tipo de la “fu-
cosas importantes es, no porque él tenga ese poder, ga de ideas”, pero, en general, lo que hay es ruptura
sino porque le es dado por Dios. Finalmente, tal co- de la línea directriz del pensamiento.
mo ha señalado Anderson (1938), mientras que el Suele haber transiciones entre la Psicosis confu-
paciente maníaco intenta olvidar sus experiencias al sional y la de Motilidad, por lo que aquella se compli-
curar de su fase, el paciente cicloide que ha experi- ca con síntomas motores.
mentado episodios de éxtasis tiende a interpretarlos El estado de ánimo suele ser alegre y, por esta ra-
como una experiencia enriquecedora, que no debe zón, puede en ocasiones ser difícil diferenciar estos
ser olvidada. cuadros de los de la “Manía confusa”. Si el estado de
Un hecho notable que había sido señalado por ánimo es angustioso pueden aparecer ideas de refe-
Vaillant (1964) en pacientes que deben ser diagnosti- rencia.
cados de Psicosis cicloides (Perris, 1974) y que ha si- Puede haber falsos reconocimientos de perso-
do confirmado por otros autores es la existencia de nas y el enfermo adjudica nombres falsos o cree re-
una pronunciada preocupación por la muerte, un conocer en ellos a personas de su entorno, a médi-
hecho que ha sido investigado sistemáticamente por cos, enfermeras o a otros pacientes.
Perris (1974) y que debe ser considerado como ca- Si tomamos la concepción de la Conciencia en un
racterístico de estas Psicosis. La manifestación más sentido psicopatológico clásico restringido, no puede
común consiste en rumiación sobre la muerte sin afirmarse que en todos estos casos la conciencia esté
ideas de suicidio, delirios sobre la muerte de parien- “enturbiada” totalmente y el paciente absolutamente
tes o, en casos extremos, experiencias alucinatorias “confuso”. Fuenfgeld (1936) había destacado el he-
visuales referentes a cuerpos muertos (Perris, 1974). cho de que en el síndrome incoherente se mantiene
Las experiencias alucinatorias son también fre- la orientación en relación con el espacio y menos ve-
cuentes y, en general, estructuradas con el cuadro ces en relación con el tiempo y, frecuentemente, co-
alucinatorio-confusional o con las experiencias de mo también destaca Barahona Fernandes (1958), en
éxtasis que acabamos de comentar (Leonhard, un examen superficial, los enfermos no se muestran
1956). Pueden darse todas las formas posibles, res- claramente como confusos y este hecho es lo que
pecto al tipo de alucinación experimentado (visuales, hace que en ocasiones sean diagnosticados de Esqui-
auditivas, etc.), y aunque seguramente son más fre- zofrenia. En nuestra experiencia, el trastorno de
cuentes las auditivas (Perris, 1974), sin embargo, conciencia muchas veces sólo es detectado cuando
son quizás más características las visuales (H. Ey, en la catamnesis el paciente refiere no acordarse
1963; Barcia, 1984), sobre todo si se compara con bien de lo ocurrido y sólo de hechos aislados que ha
la Esquizofrenia procesual. vivido como “en sueños”.
Pero como ocurre con las ideas delirantes, la expe- En relación con esto es interesante referir que los
riencia alucinatoria de los cicloides es también dife- pacientes con Psicosis cicloide, que suelen dormir
rente a la del esquizofrénico. Tsutsumi y cols. (1967) mal los días anteriores al episodio, cuando éste
analizaron el fenómeno alucinatorio y pusieron de irrumpe con su habitual agudeza, es relativamente
manifiesto que no hay diferencias en términos de in- frecuente observar que muchos de ellos confunden la
cidencia entre la Esquizofrenia y las Psicosis cicloides, realidad con el ensueño. Así, en ocasiones, al ser in-
pero que la diferencia se vuelve significativa cuando terrogados sobre si han ensoñado, refieren como
se analiza el modo de experimentar la alucinación. sueños acontecimientos reales y, al contrario tam-
Estos autores estudiaron especialmente las alucinacio- bién, muchas veces interpretan como realidad lo que
nes olfatorias y señalaron que en los esquizofrénicos ha sido ensueño (Barcia, 1984; Barcia y Morcillo,
la alucinación olfatoria es vivida como si el olor pro- 1994).
cediera del propio cuerpo y fuera percibido por otras Este hecho que había sido observado por los auto-
personas, mientras que en las Psicosis cicloides el res clásicos (Forbes Winslow, 1860; Hammon,
olor venía de afuera, de alguna parte, y se asemejaba 1888; Luys, 1890, etc.), debe relacionarse con la for-
a la experiencia de las crisis uncinadas. ma descrita por Claude y sus discípulos Brousseau,
Borel y Robins (1924), bajo el término de Esquizoma-
nía, caracterizada porque el paciente ensueña y a
PSICOSIS CONFUSIONAL partir de este sueño organiza una forma delirante.
(INCOHERENTE-ESTUPOROSA) En el estadio inhibido, hay estupor o conductas
subestuporosas. Los movimientos de las acciones co-
Esta forma fue descrita por KIeist, Herz y Fuenf- tidianas suelen conservarse, por lo que el habla, al no
geld. El síntoma esencial lo constituye el trastorno estar automatizado, se afecta especialmente y con
del pensar (Vervirrheit) que puede estar acelerado y, frecuencia el mutismo, es un síntoma característico.

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PSICOSIS CICLOIDES

La mímica muestra perplejidad, seguramente por Con la progresión de la desintegración de la con-


la dificultad del paciente para integrar e interpretar ciencia los movimientos van independizándose y el
los acontecimientos del entorno. Si aún habla, el pa- Yo se ve “inundado y dominado por los impulsos
ciente expresa que no sabe lo que hace, refiere que biológicos” (Barahona Fernandes, 1958).
todo le parece extraño, lo cual puede ser el origen de En las fases acinéticas, los enfermos están comple-
ideas de referencia y de significado lo que puede lle- tamente inmóviles, con la cara rígida e inexpresiva y
var al diagnóstico de Esquizofrenia aguda. no contestan al ser llamados. Al moverlos dejan caer
Si el paciente no habla se observa Estupor per- flácidamente los brazos o muestran discreta oposición
plejo, que puede llevar al error de diagnosticar Es- activa. Adoptan en ocasiones posturas rígidas catato-
quizofrenia catatónica. Sin embargo, a diferencia de noides antigravitatorias, como, por ejemplo, no dejar
estos, como advierte Stoerring (1969), los pacientes caer la cabeza al ser retirada la almohada.
no están tan tensos, ambivalentes ni negativistas. El
estupor es blando (weich) y su emocionabilidad oni-
roide es sorprendentemente accesible. CURSO DE LAS PSICOSIS CICLOIDES
Si se les da un tiempo suficiente y se les sigue ha-
blando, estos enfermos, son presa a menudo de Tres hechos son fundamentales por lo que respec-
emociones psicomotoras muy expresivas, con cam- ta al Curso de las Psicosis cicloides: el inicio agudo
bios abruptos. Pero todo ello, cuando el cuadro ha de los episodios, la tendencia a la repetición y la total
remitido, es vivido por el paciente con extrañeza, co- recuperación sin dejar defecto, para la gran mayoría
mo algo que le ha ocurrido, pero que en cierto modo de los casos.
es ajeno a él, un hecho que se repite en no importa En general hablamos de comienzo brusco en el
qué experiencia de las Psicosis cicloides. sentido de que la sintomatología florida se instaura en
un espacio de tiempo muy breve, de uno o dos días.
En poco tiempo el cuadro clínico aparece “like a bolt
PSICOSIS DE LA MOTILIDAD from the blue” (Perris, 1993), y toda la variada sinto-
matología ocurre a la vez.
Fue descrita por Wernicke, y en ella se alternan Sin embargo, en aproximadamente la mitad de los
fases de hipercinesia y otras de acinesia. casos, una cuidadosa anamnesis descubre que el epi-
En la fase Hipercinética, en los casos más carac- sodio florido va precedido de un pródromos (Follin,
terísticos se observa el predominio de hipercinesias 1963; Barcia, 1981; Barcia y Morcillo, 1994). Apro-
expresivas y pseudoexpresivas, movimientos pseu- ximadamente unos cincuenta días antes del episodio
doespontáneos y en corto circuito (Kleist), con gran psicótico completo se pueden apreciar discretos sín-
variabilidad y multiplicidad de formas. En ocasiones tomas que muchas veces pasan desapercibidos al en-
se presentan paracinesias, aunque no tan intensas fermo o no son correctamente valorados por los fa-
como en la catatonia y movimientos primitivos y ele- miliares, tales como ligeros cambios de humor, cierta
mentales, siempre integrados en una agitación gene- inquietud y logorrea, que se acompañan de discretas
ral y apareciendo en las fases hiperagudas con un ca- alteraciones en el sueño, como alguna dificultad para
rácter “expresivo y chistoso” (Barahona Fernandes, conciliarlo o la presencia de algunos despertares.
1958; Leonhard, 1959). De un modo solapado la sintomatología y el tras-
En estas psicosis puede haber manifestaciones torno del sueño se hace más apreciable, pudiendo
verbales impulsivas pero también al estar, a veces, aparecer sentimientos de autosuficiencia y senti-
contaminadas con episodios confusionales, puede mientos de autorreferencia, como la sensación de
presentarse lenguaje incoherente. ser observados (Sutter y cols., 1974). Al cabo de este
La estructura de la Conciencia en las psicosis de la tiempo, en general después de un breve pero intenso
motilidad está alterada y se desestructura de forma período de insomnio, a veces casi total, aparece con
progresiva y la actividad se va trocando cada vez más toda su pujanza el cuadro psicótico.
extraña al Yo, el cual poco a poco va siendo domina- La duración del episodio varía dependiendo del ti-
do por impulsos biológicos. Cuando el Síndrome aún po de Psicosis cicloides aunque, en conjunto y con la
no es muy intenso el sujeto puede vivenciar su moti- terapéutica actual, no debe exceder en tres semanas,
lidad como ajena al Yo, lo cual puede verse también al menos para la mayoría de los síntomas. En ocasio-
en formas de Psicosis cicloides contaminadas por la nes la sintomatología cede espectacularmente con
Psicosis de la motilidad. Un enfermo con “Psicosis terapéutica electroconvulsiva (Perris, 1974, 1991).
de inspiración” siente que “los brazos le son llevados Al ceder el cuadro clínico, el paciente no suele
arriba en oración”, y otras veces “quedaba paraliza- guardar un recuerdo total del mismo y, como antes
do por el impulso de Dios”. Otro paciente diagnosti- habíamos señalado, refiere que los episodios que re-
cado de “Psicosis de la cualidad de relación” (Be- cuerda los vivencia de modo análogo a como se re-
ziehungsqualität) de KIeist, experimenta que se cuerda un sueño.
mueve, siente y habla como un verdadero autómata Generalmente la recuperación es total, existiendo
y “se ve obligado.a moverse contra su voluntad”. para la mayoría de los casos una buena adaptación

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TRATADO DE PSIQUIATRÍA

familiar y laboral (Perris, 1974, 1993; Barcia y cols., A) Condición psicótica aguda entre los 15 y 50
1992). Este hecho es esencial ya que es uno de los años.
datos que marca la diferencia entre las Psicosis cicloi- B) Comienzo repentino unas cuantas horas o co-
des y la esquizofrenia, pero además obliga a replan- mo mucho, unos cuantos días.
tearse el tema de la conveniencia o no de mantener C) Para el diagnóstico definitivo se requiere la
una terapéutica psicofarmacológica de mantenimien- concurrencia de, al menos, cuatro de los siguientes
to. En este sentido Leonhard (1986) ha insistido en síntomas:
la idea de que únicamente debe ser tratado el episo- 1. Confusión en algún grado, frecuentemente ex-
dio psicótico. presada como perplejidad o confusión.
Un hecho fundamental y que está en la base de la 2. Delirios con humor incongruente, de cualquier ti-
concepción de las Psicosis cicloides, lo representa la po, la mayoría de las veces de contenido persecutorio.
tendencia a la repetición de los episodios. En general 3. Experiencias alucinatorias, de cualquier tipo, a
las Psicosis de angustia y felicidad y las formas confu- menudo relativas a temor a la muerte.
sionales tienden a tener una periodicidad no tan alta 4. Una arrolladora, espantosa y persuasiva expe-
como la de la Psicosis Maníaco depresiva (Leonhard, riencia de ansiedad, no relacionada con una particu-
1956), pero sí las Psicosis de la motilidad, que a ve- lar situación o circunstancia.
ces se repiten con mucha frecuencia (Kleist, 1936). 5. Profundos sentimientos de felicidad o éxtasis, la
Los episodios tienen cierta tendencia al carácter mayoría de las veces de tonalidad religiosa.
bipolar, pero pueden presentarse todo tipo de varia- 6. Alteraciones de la motilidad de tipo acinético o
ciones como repetir el mismo cuadro, por ejemplo hipercinético.
episodios confusionales o hipercinéticos, cambio de 7. Una particular preocupación por la muerte.
unos episodios a otros o dentro del mismo episodio, 8. Cambios de humor en origen, no lo bastante
etc. Ya hemos dicho que no debe hablarse de formas pronunciados como para justificar el diagnóstico de
“puras”, sino de una cierta tendencia a ellas, en algu- desorden afectivo.
nos pacientes. D) No hay una constelación sintomatológica fija,
Finalmente, hay que destacar otro hecho impor- por el contrario, los síntomas pueden cambiar fre-
tante y que también es diferente en las Psicosis ci- cuentemente en el curso del mismo episodio, desde
cloides frente a las Esquizofrenias, sobre el cual han luego mostrando características bipolares.
insistido todos los autores, como es la mucha menor Los enfermos que siguiendo estos criterios pue-
presencia de cuadros defectuales en las Psicosis ci- den ser diagnosticados de Psicosis cicloide, entran,
cloides, lo cual se ha verificado en observaciones lon- como hemos dicho en la Introducción, en algún gru-
gitudinales de larga duración (Leonhard y Vontros- po de los Trastornos agudos y transitorios (F.23) del
toff, 1964; Perris, 1974; Brokington y cols., 1982; CIE-10, concretamente en el grupo Trastorno psicó-
Cutting y cols., 1978; Hatotani y Nomura, 1983). tico agudo polimorfo (sin síntomas de esqui-
Stephens (1978) realizó una cuidadosa investiga- zofrenia) (F.23.0), que expresamente se dice que
ción bibliográfica estudiando un amplio número de incluyen Bouffée délirantes sin síntomas de Esquizo-
publicaciones que analizaban la evolución de los pa- frenia o no especificada, y Psicosis cicloides, sin sín-
cientes con diagnóstico de Esquizofrenia, con obser- tomas esquizofrénicos o no especificada y Trastorno
vaciones, por lo menos superiores a los 10 años. Pu- psicótico agudo polimorfo con síntomas de esqui-
do dividir el material en trabajos sobre pacientes con zofrenia (F.23.1), en donde se incluyen, las Bouffées
diagnóstico de Esquizofrenia procesual, tipo Kraepe- délirantes con síntomas esquizofrénicos y las Psico-
lin y Esquizofrénicos “no procesuales”, es decir, que sis cicloides con síntomas esquizofrénicos.
cumplían los criterios de Langfeld o de las Psicosis A continuación, citamos el texto del CIE-10 refe-
cicloides de Leonhard. rente a estos grupos diagnósticos:
El porcentaje de “no mejorados” de los Esquizo-
frénicos procesuales fue del 45% de media, con un
rango entre 35-82%, mientras que en los “no proce- F.23.0. TRASTORNO PSICÓTICO AGUDO
suales”, la cifra desciende al 14% de media, con un POLIMORFO (SIN SÍNTOMAS DE ESQUIZOFRE-
rango entre 5-23%, un dato idéntico al obtenido por NIA)
el grupo de Perris (1986, 1988) con un material de
enfermos diagnosticados con los criterios actuales, Se trata de un trastorno psicótico agudo en el cual
que es del 15%. las alucinaciones, las ideas delirantes y las alteracio-
nes de la percepción son evidentes pero marcada-
mente variables y cambiantes de un día para otro e
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS incluso de una hora a otra. También suele estar pre-
sente un estado de confusión emocional con intensos
Perris y Brokington (1982), desarrollaron unos sentimientos fugaces de felicidad y de éxtasis o de an-
criterios diagnósticos que exponemos a continua- gustia e irritabilidad. Este cuadro clínico cambiante,
ción. polimorfo e inestable es característico y aunque a ve-

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PSICOSIS CICLOIDES

ces destacan síntomas individuales de tipo afectivo o siguiendo los criterios de Perris y Brockington y los
psicótico, no se satisfacen las pautas para episodio elaborados por Pull y cols. (1983) para el diagnósti-
maníaco (F.30.-), episodio depresivo (F.32.-) o esqui- co de los Bouffées délirantes de la clasificación fran-
zofrenia (F.20.-). Este trastorno suele tener un co- cesa. Así, por ejemplo, Zaudig (1990) encontró un
mienzo súbito (menos de 48 horas) y una rápida reso- coeficiente Kapa de 0,78.
lución de los síntomas. En un elevado número de Por el contrario, no hay concordancia (K = 0) en-
casos no existe un claro estrés precipitante. tre las Psicosis cicloides y la Esquizofrenia, Manía y
Si los síntomas persisten más de tres meses, el Depresión utilizando criterios de las Clasificaciones
diagnóstico debe cambiarse (probablemente los más oficiales (Brockington y cols., 1982; Perris, 1991) o
adecuados sean entonces el F.22, “Trastorno deli- es muy baja entre las Psicosis cicloides y las Psicosis
rante persistente”, o F.28, “Otro trastorno psicótico esquizoafectivas (Cutting y cols., 1979; Zaudig y Vol-
no orgánico”). gí, 1983).
Ya habíamos señalado que no deben identificarse
las Psicosis cicloides con las Psicosis esquizoafectivas
Pautas para el diagnóstico debido, como decíamos antes, a que si bien los casos
publicados por Kasanin podrían ser incluidos entre
Para un diagnóstico preciso se requiere que: las Psicosis cicloides de Leonhard, la evolución con-
a) El comienzo sea agudo (pasar desde un estado ceptual posterior de las Psicosis esquizoafectivas se
no psicótico a un estado claramente psicótico en un separa considerablemente de aquellas.
plazo de dos semanas o menos). El grupo de Trastornos esquizoafectivos incluyen
b) Estén presentes varios tipos de alucinaciones o una variedad de Psicosis mucho más amplia y hetero-
ideas delirantes, variando de tipo e intensidad de un genea y únicamente algunos casos coinciden con las
día para otro o dentro del mismo día. psicosis cicloides. A pesar de los esfuerzos realizados
c) Exista un estado emocional cambiante de forma (Maj, 1984; Marneros y Tsuang, 1986), no hay una
similar. delimitación precisa de las Psicosis esquizoafectivas.
d) A pesar de la variedad de los síntomas, ninguno Maj y Perris (1985) han puesto de manifiesto que se
esté presente con la suficiente consistencia como pa- incluyen como Psicosis esquizoafectivas a pacientes
ra satisfacer las pautas de esquizofrenia (F.20.-) o de con síntomas conjuntamente de esquizofrenia y psi-
un episodio maníaco o depresivo (F.30.- o F.32.-). cosis afectivas o que en su curso tienen episodios de
ambas psicosis alternativamente. Estos autores seña-
lan que deberían incluirse en el concepto de Psicosis
F.23.1. TRASTORNO PSICÓTICO AGUDO esquizoafectivas una serie de variables relacionadas
POLIMORFO CON SÍNTOMAS ESQUIZOFRÉNICOS con la sintomatología (por ejemplo, esquizodepresi-
va), con el curso (por ejemplo, depresión postpsicóti-
Se trata de un trastorno psicótico agudo en el que ca debido a la terapéutica con neurolépticos, etc.).
se satisfacen las pautas de trastorno psicótico agudo Finalmente, debe señalarse que utilizando los cri-
polimorfo (F.23) y en el que están presentes de for- terios diagnósticos de Perris y Brockington se ha po-
ma consistente síntomas típicos de la esquizofrenia. dido verificar en estudios longitudinales la consisten-
cia de tales diagnósticos y por lo tanto, su validez
empírica (Cutting, 1990; Fritze y Lanzik, 1990; Maj,
Pautas para el diagnóstico 1990).
Junto a los criterios que hemos comentado quizás
Para un diagnóstico preciso se requiere que se deba también señalarse que el análisis Fenomenoló-
cumplan las, pautas a), b) y c) del trastorno agudo gico ofrece datos que juzgamos interesantes. Cuando
polimorfo (F.23.0). Que además hayan estado pre- la perturbación de la conciencia es muy intensa, es
sentes síntomas que satisfacen las pautas de la esqui- imposible analizar el modo como el Yo del paciente
zofrenia (F.20.-) durante la mayor parte del tiempo participa de su sintomatología, pero en casos graves
desde que el cuadro clínico psicótico se estableció de psicomotores o aún en los mismos estados de inco-
forma evidente. herencia, la experiencia es más penetrable (Einfuhl-
Si los síntomas esquizofrénicos persisten más de bar) que en los cuadros catatónicos o en la disgrega-
un mes, el diagnóstico debe ser cambiado por el de ción esquizofrénica.
esquizofrenia (F.20). Cuando se inicia la recuperación después del epi-
Los criterios del CIE-10 coinciden ampliamente sodio agudo, las vivencias, aún las delirantes, son vi-
con los de Perris y Brockington, pero creemos que vidas por el paciente como “distantes y extrañas al
los de estos autores se ajustan mejor a las caracterís- Yo”, por lo que el enfermo vive sus experiencias con
ticas de las Psicosis Cicloides, por lo que pensamos un sentimiento de enfermedad mucho más clara que
deben ser utilizados prioritariamente. en la esquizofrenia. Todo ello lleva además a una
Una serie de estudios han mostrado una alta con- más fácil corrección del juicio delirante y a una com-
cordancia entre los diagnósticos de Psicosis cicloides pleta restitución de la enfermedad.

339
TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Un hecho importante es que existe siempre buen Un hecho interesante es que entre los aconteci-
rapport, en el sentido de E. Bleuler, lo cual diferen- mientos desencadenantes de los cuadros cicloides es-
cia claramente al Psicótico cicloide del Esquizofréni- tá el parto, también observado por los autores clási-
co. Es sabido que, siguiendo a Jaspers, en la Esqui- cos. Así Magnan (1888) lo había señalado y
zofrenia hay algo así como una “intuición de la Wernicke (1906) pensaba que la forma más frecuen-
totalidad de la Esquizofrenia”, lo cual no es captable te de las Psicosis puerperales era la Psicosis de mo-
por la enumeración de los síntomas y otros hechos tilidad hipercinetica, la mayoría de las veces diag-
aislados, sino que como ha dicho Wyrsch (1946) “lo nosticada erróneamente como “Manía puerperal”.
que hay de específico en el ser del Esquizofrénico es Leonhard (1986) era de la opinión de que la ma-
más que la suma de los síntomas particulares”. Esto yoría de las Psicosis puerperales eran Psicosis cicloi-
es lo que Ruemke llamó Precoxgefühl (1958); des, un punto de vista compartido por otros autores
Wyrsch (1946) “intuición de Esquizofrenia” y Min- (Janssen y Denker, 1964; Perris, 1986). Lanczik y
kowsky (1960) diagnóstico por sentimiento”. coiL (1990) sobre un material de 42 psicosis post-
Este peculiar efecto que produce de esquizofréni- partum encuentran 19 casos de Psicosis cicloides y
co, su aislamiento y mal contacto es lo que no se concluyen que el concepto de Psicosis cicloides es
percibe en el Psicótico cicloide y creemos, constituye apropiado para la caracterización de una alta pro-
un dato importante para el diagnóstico. porción de psicosis puerperales.
Un dato importante se refiere al condicionamien-
to genético de estas psicosis. Perris (1991) señala
FACTORES ETIOPATOGÉNICOS que los estudios familiares indican que el 40% de los
pacientes con Psicosis cicloide tienen un pariente en
Las Psicosis cicloides son más frecuentes en el sexo primer grado con un cuadro similar lo cual ha sido
femenino. La edad de aparición según Perris (1974) confirmado por otros autores (Leonhard, 1987; Mit-
es, por término medio, a los 30 años. Sin embargo, suda, 1982; Ungran, 1985).
el rango de edad está comprendido entre los 15 y 50 Aunque manteniéndose en un plano hipotético
años. Poyart (1961) señala que hay igual número de deben citarse como posibles factores patogenéticos:
enfermos entre los 19-22 años que entre los 22 y 44 la hipótesis de la invasión del sueño REM y la hipóte-
años. Por encima de los 50 años es excepcional. sis del fenómeno del Kindling.
No existe una personalidad definida, aunque hay Fisher (1965) propuso que el trastorno psicótico
que señalar que el estudio de la personalidad ha sido agudo se asociaría a un “estado de falta”. Existía una
un olvido casi sistemático (Perris, 1974). Hay que re- necesidad de soñar debido a la existencia de una re-
cordar, sin embargo, que Magnan incluía a estos en- ducción de sueño paradógico y como consecuencia
fermos entre los “degenerados” y no es infrecuente de esta deprivación, aparecería durante el día un des-
encontrar una personalidad “frágil”, hipersensible, a bordamiento brusco de los fenómenos del sueño bajo
veces con rasgos histeroides (Sutter y cols., 1979). formas de manifestaciones oníricas que invadirían el
Angst (1963) sobre una muestra de 78 casos en- campo de la conciencia.
contró 28 con rasgos sintónicos, 38 esquizotímicos y Esta hipótesis ha sido aceptada por algunos y con-
7 inclasificables, pero en 52 ocasiones se observaron testada por otros. Sin embargo, como ocurre fre-
rasgos obsesivos, 19 sensitivos, 2 histeroides y 9 fue- cuentemente, un problema esencial, es el nosológico
ron calificados como personalidades “primitivas”. y los grupos de enfermos observados pensamos que
Un tercio de los casos de Perris (1974) fueron son heterogéneos al considerar a las Psicosis cicloi-
descritos como sintónicos (extravertidos, con fuertes des dentro del grupo esquizofrénico.
afectos, cálidos y profundos) y en otros pacientes se Hay hechos, sin embargo, que pueden justificar la
observaron rasgos obsesivos. En un estudio con 50 hipótesis de la invasión REM: el intenso insomnio
pacientes realizado por nuestro grupo se observó previo al episodio, el descenso de conciencia, la alta
que cerca de la mitad de los casos (48,0%) podían frecuencia de alucinaciones visuales, la “mezcla” de
ser calificados como “normales”, mientras que en el vivencias reales con otras oníricas, la espectacular
28,0% la personalidad era neurótica y en el 12,0% mejoría utilizando fisostignima (Janowski y cols.,
psicopática. 1972, 1973; Barcia y cols. 1986, etc.). Sucedería
Lo que puede decirse es que hay un alto porcenta- que fracasarían los mecanismos inhibidores del sue-
je de sujetos “normales” con síntomas neuróticos y ño REM y existen datos experimentales (Guillemine-
algunos con rasgos psicopáticos. ault, 1972; Vela, 1984) que apoyan esta hipótesis.
Magnan había señalado que las Bouffées déliran- La Hipótesis Kindling se basa en dos ideas: las
tes podían ser desencadenadas acontecimientos vita- evidentes relaciones de las Psicosis cicloides con la
les, en general poco importantes, y muchos autores epilepsia y, fundamentalmente, estudios con implan-
han compartido este punto de vista (Schroeder, tación crónica de electrodos cerebrales.
Kleist) y este hecho está en la base de la concepción Ya hemos señalado que Magnan había señalado el
de Langfeld, pero son numerosos los casos en que el parecido de las Bouffées délirantes con la “Manía
episodio psicótico se inicia sin motivación visible. epiléptica”. Kleist (1927) estableció la relación entre

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PSICOSIS CICLOIDES

la epilepsia y las Psicosis marginales en cuatro de los Sin embargo, en este sentido son más interesan-
cinco grupos aceptados por él y en ocasiones había tes los estudios con electrodos cerebrales profundos
observado crisis convulsivas en los enfermos diag- implantados crónicamente en las estructuras tempo-
nosticados de Psicosis marginales. Además, hay que rolímbicas Con estas técnicas (Heath 1954, 1957,
recordar que uno de los grupos era de Psicosis epi- Barcia 1981, 1993) han demostrado la existencia de
leptoides. trenes de spikes en sujetos con Psicosis cicloides du-
Otros autores también han observado esta rela- rante el período de normalidad, mientras que eran
ción, como Barahora Fernandes y Polaino (1977), normales los trazados EEG convencionales.
sobre la base de estudios electroencefalográficos y Momroe (1978, 1979, 1985) describió un cuadro
Mitsuda y Fukuda (1975) atendiendo a estudios he- que llamó “Trastorno conductual episódico (Episodie
reditaritarios además de por las características clíni- Behavioural Disorder) que se caracterizaba por ser
cas. de carácter brusco, con modificación de conciencia,
Fukuda (1990) señala que las “Psicosis atípicas acompañado en ocasiones de síntomas psicóticos y
pueden estar relacionadas con la epilepsia” y, para que en parte pudo provocar por estimulación directa
esta afirmación se basa en: la alta incidencia de alte- de las estructuras temporolímbicas.
raciones de la conciencia, el comienzo brusco de los La idea de que un trastorno impulsivo puede estar
episodios, la alta frecuencia de alteraciones EEG del relacionado con un ataque límbico (ictus limbico) es
tipo de las “disritmias paroxísticas” detectadas por aceptada por todo el mundo, pero el posible meca-
muchos autores en estudios sistemáticos (Sawa, Ya- nismo ictal parece un mecanismo más prolongado
mada, Fukuda, Matsuda, etc.). Hay que señalar en de reacción episódica del tipo de los que se observan
relación con esto que no es infrecuente observar el en las Psicosis agudas, lo que en principio parece no
Fenómeno de Landolt (Doerr y Rauch, 1984; Bar- compatible con un fenómeno epiléptico. Sin embar-
cia, 1991). Finalmente la relación entre las Psicosis go, seguramente el fenómeno kindling pueda ofre-
atípicas y la epilepsia se basa en la alta incidencia de cer una adecuada explicación (Monroe, 1985; Bar-
epilepsia en los pedigrees de los pacientes con Psi- cia, 1993).
cosis atípicas o cicloides, si se compara con la Esqui- La presencia de SIS (Spontaneous interictal spi-
zofrenia y Psicosis Maníaco-depresiva. En los parien- kes) observada en pacientes con Psicosis cicloides,
tes parece ser especialmente alta la presencia de detectados por medio de electrodos crónicamente
crisis psicomotoras (Fukuda, 1990). implantados en el sistema temporolímbico, que antes
En relación con esta problemática es interesante hemos referido, justifica la hipótesis kindling. La
llamar la atención que desde el punto de vista de las persistencia de esta excitabilidad anormal que sólo
características clínicas existen claras concomitancias esporádicamente se expande, es un signo de la pre-
entre los cuadros de las Psicosis epilépticas y los de sencia de potentes mecanísmos inhibitorios. En este
las Psicosis cicloides (Síater y cols., 1963; Mitsuda y sentido, McNamara (1980) ha señalado que el au-
Fukuda, 1975; Sadao, 1980; Barcia, 1981; Pérez y mento de inhibición como respuesta a la excitabili-
Trimble, 1980; Toone y cols., 1982). dad permanente debe ser interpretado teleológica-
En un estudio con 92 casos de Psicosis cicloides mente en el sentido de que es consecuencia de un
(Barcia, 1981) se observó que 15 pacientes habían fracaso de estos mecanismos inhibitorios y hay datos
sufrido crisis epilépticas con anterioridad a la apari- que pueden traerse a colación para mantener esta
ción de los episodios psicóticos; 19 sufrían ataques especulación (Barcia, 1993).
epilépticos al mismo tiempo que la Psicosis y en 7,
sin clínica epiléptica, se encontraron trazados EEG
hipersincrónicos con focos temporales sugerentes de TRATAMIENTO
comicialidad y en el 51,4% de todos los casos el
EEG era irregular con “disrritmias paroxísticas tem- Las Psicosis cicloides responden favorablemente,
porolímbicas”. Antecedentes familiares en parientes a veces de modo dramático, al TEC (Perris, 1991;
de primer grado se observó en 24 casos (26%). Barcia, 1993) y con pocas sesiones (dos o tres) cede
Los estudios electroencefalográficos convenciona- completamente la sintomatología, pero esta puede
les pueden, como acabamos de señalar, mostrar des- reaparecer si no se aplican 6-7 sesiones.
cargas paroxísticas, pero por múltiples razones (pro- Diferentes tipos de Neurolépticos se han mostra-
fundidad de los focos, presencia del fenómeno de do eficaces en el tratamiento de los episodios psicóti-
Landoldt, etc.) puede el trazado no mostrar rasgos cos. En ocasiones, sin embargo, aparecen en mu-
patológicos y sí solamente cierta desorganización. chos pacientes síntomas extrapiramidales severos,
Por esta razón son más demostrativos los estudios por ejemplo al utilizar butirofenonas, y creemos que
con electrodos faríngeos o esfenoidales (Kristensen y es más eficaz el tratamiento con Clozapina (Barcia,
Sindrup, 1978; Giner y cols., 1983, 1984, 1985) 1981).
que pueden evidenciar alteraciones EEG con rasgos Ya hemos dicho que Leonhard se oponía al trata-
típicos de la epilepsia que pasan desapercibidos con miento crónico de las Psicosis cicloides y además pa-
trazados convencionales. rece que si se realiza tal tratamiento su interrupción

341
TRATADO DE PSIQUIATRÍA

lleva fácilmente a un nuevo episodio. Sin embargo, que facilitan la aparición de los episodios y si se han
una serie de estudios (Mattsson y Perris, 1973; Pe- instaurado deben ser suprimidos muy lentamente.
rris, 1978; Perris y Smigan, 1984; Maj, 1984) pare- Un tratamiento que se ha mostrado eficaz, tanto
cen sugerir que la utilización de litio sólo, o más raras para la rápida remisión de los episodios agudos
veces en combinación con un neuroléptico, es eficaz como respecto a la prevención de recidivas, es la
para reducir la frecuencia de aparición de episodios combinación de Butirofenonas con antiepilépticos
a largo plazo, lo que no ocurre si se utilizan neuro- (Valproato y Carbamacepina) (Barcia, 1977; Post,
lépticos aisladamente. Perris (1993) y Albert (1986), 1989; Dose, 1989; Okuma, 1990; Barcia y cois.
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