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URGENCIAS OBSTÉTRICAS

DISTOCIA DE HOMBROS
Es una urgencia rara que puede producir lesiones al feto, a la mujer o a ambos durante el parto
vaginal. En esta situación la cabeza nace pero los hombros no pueden pasar por debajo del
arco púbico. La causa puede ser una desproporción feto-pélvica relacionada con un tamaño
excesivo del feto o una anomalía pélvica materna.

Para estos casos se describen dos maniobras distintas; la presión suprapúbica al hombro
anterior en un intento de empujar para que pase por debajo de la sínfisis del pubis y la
maniobra d McDonald donde se flexionan las piernas de la mujer y se abducen con la rodilla
sobre el abdomen, esto hace que el sacro se enderece y la sínfisis del pubis gire hacia la
cabeza de la madre, con lo que disminuye el ángulo de inclinación pélvica y esto puede liberar
el hombro.

PROLAPSO DEL CORDÓN UMBILICAL


Este se produce cuando el cordón aparece por debajo de la presentación del feto lo que pone
en riesgo la oxigenación del mismo por compresión prolongada de cordón, la hipoxia fetal que
produce lesiona el sistema nervioso central y puede producir la muerte fetal. Esto ocurre uno
cada 400 partos y se da por cordón largo (mayor de 1mts) presentaciones anómalas, situación
transversa o falta de encajamiento en la presentación.
Los signos son bradicardia fetal con desaceleración variable durante la contracción uterina y se
observa o se palpa el cordón en la vagina.
Para aliviar la presión sobre el cordón se debe colocar la mano enguantada dentro de la vagina
y mantener la presión alejada del cordón umbilical (con ambos dedos en un lado ejerza presión
hacia arriba contra la presentación para aliviar la presión sobre el cordón) y coloque una toalla
enrollada debajo de la cadera derecha de la mujer.

Se ayuda a que la mujer adopte una posición como la de Sims modificada, la de


Trendelemburg o sobre pecho y rodilla a fin de que la
- Presión sanguínea: si la presión sanguínea llega a alterarse solo lo hace levemente, la
hipotensión ortostática, indicada por una sensación de desmayo o mareo en el momento de
ponerse de pie, puede presentarse en las primeras 48 horas como resultado de la ingurgitación
esplénica que puede aparecer después del parto. La presión baja o en descenso puede indicar
la existencia de hipovolemia secundaria a hemorragia. Sin embargo es un signo tardío y pocos
síntomas de hemorragia por lo general alertan al personal respecto del problema; una lectura
elevada puede darse al uso excesivo de medicación vasopresora u oxitocina. Puesto que la
hipertensión inducida por el embarazo puede persistir o presentarse en un periodo posparto, la
presión arterial debe valorarse en forma rutinaria. Si la mujer se queja de cefalea debe
descartarse la hipertensión como causa antes de administrarle algún analgésico.
gravedad mantenga la presentación alejada del cordón. Si el cordón aparece fuera del intro
envuélvalo sin apretarlo en una compresa estéril impregnada con solución salina estéril y tibia.
Administrar oxígeno a la mujer con mascarilla de 10 a 12 lts hasta que se produzca el parto.
Comience los líquidos intravenosos o aumente el goteo de la infusión existente. Mantenga
monitorización de FCF.
Como resultado del prolapso del cordón umbilical también puede haber sufrimiento fetal,
relajación uterina inadecuada y hemorragia por ello la indicación para la intervención inmediata
se presentan en el cuadro de urgencias.

EMBOLIA DE LÍQUIDO AMNIÓTICO


Esta se produce cuando el líquido amniótico, que contiene partículas y residuos entra en la
circulación materna y obstruye los vasos pulmonares, lo que causa dificultad respiratoria y
colapso circulatorio. El líquido puede penetrar en la circulación materna en cualquier momento
que se produzca un desgarro del saco amniótico o una rotura de vena uterina materna
acompañada de presión intrauterina suficiente para forzar el paso del líquido amniótico hacia
las venas. Esto se asocia a una mortalidad materna de 86% y fetal del 50%.
Los signos clínicos son dificultad respiratorio (inquietud, disnea, cianosis, edema pulmonar y
parada respiratoria), colapso circulatorio (hipertensión, taquicardia, shock y parada cardiaca) y
hemorragia (fallo de la coagulación, petequias, equimosis, purpura y atonía uterina).
Las intervenciones consisten en asegurar la oxigenación administrando oxigeno con mascarilla
facial de 8 a 10 lts/min o bolsa de reanimación con oxígeno al 100%, incline a la paciente 30º
hacia un lado para desplazar el útero. Es necesario estar preparado para la intubación y
ventilación mecánica y muchas veces iniciar RCP.
También hay que mantener el gasto cardiaco y reponer la perdida de líquidos lo cual se realiza
colocando a la mujer en decúbito lateral, administra líquidos IV, administrar sangre (glóbulos
rojos concentrados, plasma fresco o congelado), colocar sonda vesical y medir la diuresis cada
hora, corregir el trastorno de coagulación y monitoreo materno fetal. Una vez que se haya
estabilizado la mujer es necesario realizar un parto de urgencia.

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