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Remi
Parpadeé. Todas las vallas publicitarias estaban cubiertas con esas palabras. El calor
me llenó: el pecho, el vientre, las mejillas. Me giré. Mav me tendió una pequeña
caja y el anillo me guiñó el ojo. Era un diseño divertido y único con zafiros y
diamantes. Casi parecía...
"Alas de ángel." No podía respirar. Miré sus rasgos masculinos y robustos. "Mav…"
"Puedes hackear mi sistema cualquier día, Remi Solano." Sonrió. "¿Qué dices?
¿Quieres casarte conmigo?"
El amor estalló dentro de mí. Me sentí tan llena que estaba segura de que se me
escaparía.
"¡Sí, sí, sí!" Sonriendo, deslizó el anillo en mi dedo y luego me levantó de los pies.
"Te amo, Maverick."
"Yo también te amo, ángel." Me besó.
Cuando oí los vítores y los aplausos, le solté la boca. Cerca, vi a nuestros amigos.
Monroe movía las caderas y silbaba. Zane tenía un brazo sobre los hombros de su
prometida. Aspen y Liam aplaudían y sonreían. El embarazo de Aspen aún no se
notaba, pero sabía que Liam la estaba volviendo loca comprando cosas para el
bebé. Ya había empezado a preparar su ático a prueba de bebés. Volví a mirar a
Mav. El amor en su rostro me hizo derretirme.
"¿Cómo te las arreglaste para hacerte cargo de las vallas publicitarias?" Le pregunté.
"Bueno..." Me callé.
"Dios mío, Mav. Has hackeado las vallas publicitarias de Times Square." Se encogió
de hombros.
"Puede que haya cogido algunos malos hábitos de mi Ángel Rebelde."
Sacudí la cabeza, conteniendo una carcajada. Mi hombre era multimillonario. Sin
duda había donado unos millones de dólares a alguien para que lo hiciera.
"Entonces, futura señora Rivera, ¿quieres ir a casa para una celebración privada de
nuestro compromiso?" Froté mi nariz contra la suya.
"Iré a cualquier parte contigo, Mav."
"Bien." Me subió a su espalda.
Riendo, me aferré a él y saludé a los demás mientras nos alejábamos. Vi mi nuevo
anillo brillar en mi dedo.
***
Monroe
"Oh, Dios mío." Salté del taburete acolchado. Mi pulso estaba acelerado, mi corazón
en la garganta. "No puedo hacer esto."
Los ojos azules de mi mejor amiga Sabrina se abrieron de par en par, subiendo hasta
su pelo rubio y rizado. Dejó la copa de champán con un fuerte chasquido, su vestido
rojo se agitó a su alrededor. Parecía un hada enfadada.
"¿Qué? ¿Qué parte de casarte con el amor de tu vida, un hombre magnífico que
resulta ser un multimillonario súper rico, no puedes hacer?"
"¿No es redundante lo de multimillonario súper rico?" preguntó Remi.
Remi se había convertido en una buena amiga en los últimos ocho meses. Al igual
que Sabrina, llevaba un vestido de dama de honor en mi color rojo sangre favorito
con cuello halter. Tenía más curvas que Sabrina, y estaba preciosa. Sabrina sería
siempre linda, para su desesperación.
***
Aspen
"Liam..."
"Lo sé, cariño. Esto no estaba en nuestro plan. Pero si hay alguna mujer en el mundo
que pueda manejar una crisis, eres tú."
A la vida le encantaba lanzar bolas curvas. Miré a mi marido y algo se asentó en mi
interior. Imaginé que era lo que Monroe había sentido antes. Sea lo que sea a lo
que nos enfrentemos Liam y yo, lo superaremos.
Como habíamos hecho con las terribles circunstancias -secuestro, chantaje,
delincuencia- que nos habían unido por primera vez. Éramos un equipo. Y éste era
nuestro bebé. Sentí la necesidad de pujar.
"Dios, creo que tengo que pujar."
Liam ladró órdenes, y pronto había toallas debajo de mí y él se había despojado de
su chaqueta. Nuestros amigos salieron y Liam me subió el vestido y me quitó la ropa
interior.
"No pensaba bajar por este lado." dijo. Logré reírme.
"Nuestra."
Fin