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Rol: 425-2021
Ministro: Contreras Olivares, Roberto
Ministro: Escanilla Pérez, Carmen Gloria
Ministro: Pizarro Soto, María Alejandra
Redactor: Contreras Olivares, Roberto
Tribunal: Corte de Apelaciones de San Miguel(CSMI)
Partes: María Núñez Valenzuela con René Gallardo Ortega
Tipo Recurso: Recurso de Apelación
Tipo Resultado: Acogido-Revoca
Fecha: 20/07/2021
Cita Online: CL/JUR/63846/2021
Hechos:
Demandante interpone recurso de apelación contra la sentencia que rechazó la acción de divorcio culposo y
la acción de compensación económica. La Corte de Apelaciones revoca el fallo impugnado y hace lugar a la
demanda de divorcio por culpa y accede a la compensación económica

Sumarios:
1 . En el tópico de malos tratamientos graves está bien direccionada la opinión del ministerio público judicial,
toda vez que circunscrita la pretensión de la demandante a la causal prevista en el artículo 54 de la Ley de
Matrimonio Civil, por concurrir las circunstancias de sus números 1 y 2, lo cierto es que la declaración de los
testigos de la actora permite comprobar los graves malos tratamiento de obra y psicológicos que sufrió la
cónyuge durante la convivencia común que precisamente hizo intolerable la vida matrimonial. Los dos testigos
son hijos de las partes, a la fecha de 50 y 46 años respectivamente, y refieren trabajar bajo dependencia del
padre. Luego, ha de tenerse en cuenta, en esta perspectiva, que la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer, adoptada en 1979 y ratificada por Chile, en su artículo 1°, define la
"discriminación contra la mujer" como aquella que "denotara toda distinción, exclusión o restricción basada en
el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos
humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier
otra esfera". Por de pronto impele en su artículo 5 a los Estados Partes para tomar todas las medidas apropiadas
en lo que respecta "a) Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a
alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén
basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de
hombres y mujeres. Y el artículo 16 establece que dichos Estados "adoptarán todas las medidas adecuadas para
eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones
familiares y, en particular, asegurarán en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres". Cuestiones todas
que este tribunal de alzada ha de tener especialmente presente cuando se trata de violencia de género ejercida
sobre la mujer en el matrimonio, a la luz de las causales que prevé la legislación nacional en materia de divorcio
por culpa. En consecuencia, concurre en la especie la causal del artículo 54 N° 1 de la Ley de Matrimonio Civil,
al constituir la violencia física y psicológica que se ha dado por establecida por medio de malos tratamientos
graves en contra de la cónyuge, una violación grave de los deberes y obligaciones que impone el matrimonio, a
que se refieren los artículos 102 y 131 del Código Civil, en especial la consideración recíproca de respeto y
protección (considerandos 4° a 6° de la sentencia de la Corte de Apelaciones)
2 . Se ha definido a la compensación económica como "la indemnización que debe pagar uno de los cónyuges al
otro con el objeto de restablecer al término del matrimonio, por nulidad de este o divorcio, el equilibrio de las
condiciones pecuniarias de la vida" -Cuevas M. Gustavo-. Consecuencialmente, según el artículo 61 de la Ley
19.947 los requisitos de procedencia de la compensación económica son: 1) existencia de un matrimonio, 2) que
exista una declaración de nulidad o de divorcio, 3) ausencia o reducción de la actividad remunerada del cónyuge
beneficiado, 4) dedicación a los hijos o labores propias del hogar común, y 5) menoscabo económico. El
artículo 62 inciso 1° de la Ley 19.947, establece ciertos factores que permiten determinar la existencia del
menoscabo económico y la cuantía de la compensación, los que se pueden agrupar de la siguiente manera: a)
criterios vinculados al matrimonio: en tal sentido se considera la duración del matrimonio y de la vida en común
de los cónyuges b) criterios vinculados al cónyuge más débil o beneficiario: su situación patrimonial, la buena o
mala fe, su edad y el estado de salud, su situación en materia de beneficios provisionales y de salud, su
cualificación profesional y posibilidades de acceso al mercado laboral, y la colaboración que hubiere prestado a
las actividades lucrativas del otro cónyuge y c) criterios vinculados al cónyuge deudor: situación patrimonial
(considerandos 9° a 11° de la sentencia de la Corte de Apelaciones) La situación de menoscabo económico que

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es posible apreciar en la demandante producto de haberse dedicado al cuidado de los hijos y el hogar común
formado con el demandado. Aquello deriva principalmente en la exigua cifra de su ahorro con fines
previsionales, en tanto que fue prácticamente inexistente durante el largo lapso de convivencia matrimonial, a
consecuencia de no haber desarrollado alguna actividad lucrativa en la medida que obviamente quería y podía.
Fuerza es entonces equiparar en el ámbito previsional, al menos, la situación de los cónyuges. En efecto, a la luz
de los factores que brinda el artículo 62 de la Ley 19.947 para determinar la existencia del menoscabo
económico y la cuantía de la compensación, ya hemos anotado en sentencias anteriores que adquiere una
especial relevancia en el presente caso lo referido a la situación en materia de beneficios previsionales y de
salud. De tal manera, se hará lugar a la compensación económica demandada, aunque circunscrita a un monto
que, parcializado en mensualidades, permita a la actora incrementar su cuenta de capitalización individual con
fines previsionales y, de ese modo, mejorar las condiciones en que -si lo estima- llegará a pensionarse. Todo
ello, sin perjuicio de los derechos de los litigantes en la futura liquidación de la sociedad conyugal
(considerando 13° de la sentencia de la Corte de Apelaciones)
Texto Completo:
En San Miguel, a veinte de julio de dos mil veintiuno.
VistosSe reproduce la sentencia en alzada, previa eliminación de sus motivos décimo tercero, dado que está
repetida la enumeración.
Y teniendo en su lugar y, además, presente:
Primero: Que el abogado Mauricio Rodríguez Ossa, en representación de la parte demandante María
Angélica Núñez Valenzuela dedujo recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva de ocho de enero
del año en curso que rechazó la acción de divorcio culposo en conformidad con lo dispuesto en el artículo 54
N°s 1 y 2 de la Ley 19.947, desestimándose igualmente la pretensión de compensación económica.
Se arguye por el apelante que los testigos ofrecidos por su parte sí hacen fe que el demandado le dio malos
tratos de manera permanente y le fue infiel con otras mujeres. Asimismo, que la constancia de abandono de
hogar cuestionada en la sentencia fue realizada al día siguiente del abandono, pero la copia de tal documento fue
obtenida dos años después, no desvirtuándose, entonces, los fundamentos de la demanda, los que aparecen
también respaldados por los informes médicos incorporados que dan cuenta de la quebrantada salud mental de
la demandante a causa del actuar culposo de su cónyuge.
Concluye señalando que en virtud de la prueba rendida se acreditó que existieron los actos a que alude la
actora en su demanda, por lo que pide se revoque el fallo acogiendo la demanda de divorcio por culpa y la
compensación impetrada, con costas.
Segundo: El tribunal dictó sentencia en estos autos con fecha ocho de enero del año dos mil veintiuno,
mediante la cual rechazó la demanda principal de divorcio por culpa y la acción subsidiaria de compensación
económica.
La señora juez a quo justifica su decisión en dos considerandos que están signados como décimo tercero
donde en resumen concluye que no se configuraron las causales de divorcio por culpa invocadas por la parte
demandante, a saber malos tratamientos graves contra la integridad física o psíquica del cónyuge y transgresión
grave y reiterada de los deberes de convivencia, socorro y fidelidad propios del matrimonio. Indica el fallo que
"la declaración de los testigos no constituye plena prueba para acreditar los malos tratamientos del demandado
hacia la demandante ni tampoco la transgresión grave y reiterada del deber de fidelidad propio del matrimonio,
debido a que los testigos no dieron suficiente razón de sus dichos, solo declararon de manera muy general y
superficial acerca de los supuestos malos tratos e infidelidades que habría experimentado su madre por parte de
su padre, no indicaron episodios específicos y precisos de los hechos que presenciaron, cuándo sucedieron, la
reiteración de ellos ni la razón por la que los recuerdan; además se refieren a peleas y discusiones, de lo que se
podría concluir que ambas partes participaban de éstas, que eran manifestaciones cruzadas. Asimismo, de la
constancia de abandono de hogar realizada ante la 50ª Comisaría de Carabineros de San Joaquín por la
demandante el 2 de agosto del 2019 que da cuenta que su cónyuge "se retiró voluntariamente del hogar común
el 1 de agosto del 2017" demuestra que fue el demandado quién se fue de la casa que compartía con la
demandante, desprendiéndose de ello que la falta imputable a don René Gallardo y que constituiría una
violación grave de los deberes y obligaciones que impone el matrimonio, malos tratamientos graves contra la
integridad física o psíquica del cónyuge o una transgresión grave y reiterada de los deberes de convivencia,
socorro y fidelidad propios del matrimonio, no tornó intolerable la vida en común para doña María Angélica
Núñez, como lo exige el artículo 54 de la Ley 19.947, desde el momento que no fue ella quien agotada de los
supuestos desencuentros, discusiones e insultos abandonó el hogar común, sino que fue el demandado que tomó
la iniciativa de poner término a la convivencia matrimonial, limitándose la demandante a concurrir dos años

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después a realizar una constancia de tal hecho a la Comisaría de Carabineros. Por otra parte, los informes
emitidos por el psiquiatra tratante de la demandante y extendidos en abril del año 2019 y en mayo del 2020,
indican que está en tratamiento desde abril del 2019, es decir, dos años después que su cónyuge se fue de la
casa, que tiene depresión leve y que la recuperabilidad es de 4 a 6 semanas, sin especificar que la referida
depresión sea consecuencia de los maltratos o las infidelidades de parte de su cónyuge".
I. En cuanto al divorcio por motivo de culpa de uno de los cónyuges.
Tercero: Que mediante informe de 24 de marzo de 2021 el Fiscal Judicial de este tribunal de alzada don
Jaime Salas Astrain, es del parecer de revocar la sentencia por encontrarse acreditada la causal invocada
contemplada en el artículo 54 N° 1 de la Ley 19.947, sosteniendo que las declaraciones de los testigos si
entregan antecedentes relevantes de los hechos referidos en la demanda y que los argumentos del tribunal
ponderando esa prueba testimonial, como los informes médico psiquiátrico allegados y la constancia en
Carabineros del alejamiento del hogar común del demandado, resultan errados, puesto que los datos que
entregan si son coherentes entre sí, justificatorios de los episodios denunciados, y permiten alcanzar la
convicción de ocurrencia de los malos tratamientos graves e infidelidad de que se trata. Se dice en el informe:
"las declaraciones de los testigos presentados por la actora (...) sobre la pretensión subsidiaria de la demanda) sí
hacen fe de las causales invocadas" (sic), lo que es excesivo según lo dicho al inicio donde circunscribe su
opinión favorable para entender que adviene solo la causal del artículo 54 N° 1 antes citado.
No parece acertado, asimismo, el precitado informe cuando atribuye un efecto contrario al hecho de que
fuera el marido quién abandonara el hogar común, denotativo sugiere de la intolerancia de que se hizo la vida en
común para la cónyuge y demandante que permaneció en él. Si bien, esa circunstancia podría ser indiciaria de
una protesta convivencial del marido, no tiene la fuerza suficiente para arribar a la aseveración del fallo en
orden a entender una complacencia de la mujer o tolerancia en la unión.
Cuarto: Que, no obstante, en el tópico de malos tratamientos graves está bien direccionada la opinión del
ministerio público judicial, toda vez que circunscrita la pretensión de María Angélica Núñez a la causal prevista
en el artículo 54 de la Ley de Matrimonio Civil, por concurrir las circunstancias de sus números 1 y 2, lo cierto
es que la declaración de los testigos de la actora, Cristian Gallardo Núñez y Mariela Gallardo Núñez, permite
comprobar los graves malos tratamiento de obra y psicológicos que sufrió la cónyuge durante la convivencia
común que precisamente hizo intolerable la vida matrimonial. Los dos testigos son hijos de las partes, a la fecha
de 50 y 46 años respectivamente, y refieren trabajar bajo dependencia del padre. Están contestes en que desde
niños les constan los actos de violencia física y verbal sobre la actora, menoscabándola y no considerando su
opinión. Cristián Gallardo precisa, además, que su madre siempre se mantuvo "sumisa", ya que "siempre trató
de mantener a su familia junta". Mariela Gallardo explica que desde niña vio cómo su padre insultaba a su
madre y que siempre hubo peleas. Ambos testigos aseveran que la causa de esos malos tratos tuvo su origen en
las permanentes infidelidades de su padre, lo que provocó una profunda depresión en su madre que debió tratar
médicamente. De allí que se visualiza suficientemente la existencia unidireccional de un patrón conductual
fuertemente lesivo del padre hacia la madre.
Todo lo que aparece concordante además con la constancia en Carabineros de la 50va. Comisaría de San
Joaquín que data de 2 de agosto de 2017, dos años antes de la señalada en la sentencia, al día siguiente de que el
marido abandonara el hogar común. Y los efectos traumáticos se evidencian, asimismo, con el certificado de
atención los días 17 de abril del 2019 y 1° de mayo del 2020, suscrito por el psiquiatra René Mendoza del
Centro de Terapia Integral, que indica que atiende a la demandante desde abril del 2019, por pánico, miedos y
ansiedad de varios meses de evolución. Diagnóstico: depresión leve, trastorno adaptativo, Pronóstico Favorable,
Recuperabilidad: 4 6 semanas.
A su vez, la prueba vertida por la demandada resultó insuficiente para revertir tales conclusiones, en
atención especialmente que su testimonial se refirió básicamente a aspectos relativos a la compensación
económica solicitada.
Quinto: Ha tenerse en cuenta, en esta perspectiva, que la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer, adoptada en 1979 y ratificada por Chile, en su artículo 1°, define la
"discriminación contra la mujer" como aquella que "denotara toda distinción, exclusión o restricción basada en
el sexo que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos
humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier
otra esfera". Por de pronto impele en su artículo 5 a los Estados Partes para tomar todas las medidas apropiadas
en lo que respecta "a) Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a
alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén

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basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de


hombres y mujeres. Y el artículo 16 establece que dichos Estados "adoptarán todas las medidas adecuadas para
eliminar la discriminación contra la mujer en todos los asuntos relacionados con el matrimonio y las relaciones
familiares y, en particular, asegurarán en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres". Cuestiones todas
que este tribunal de alzada ha de tener especialmente presente cuando se trata de violencia de género ejercida
sobre la mujer en el matrimonio, a la luz de las causales que prevé la legislación nacional en materia de divorcio
por culpa. Sexto: Que, en consecuencia, concurre en la especie la causal del artículo 54 N° 1 de la Ley de
Matrimonio Civil, al constituir la violencia física y psicológica que se ha dado por establecida por medio de
malos tratamientos graves en contra de la cónyuge, una violación grave de los deberes y obligaciones que
impone el matrimonio, a que se refieren los artículos 102 y 131 del Código Civil, en especial la consideración
recíproca de respeto y protección.
Séptimo: Que, en definitiva, y por estas consideraciones, compartiendo parcialmente la tesis del Sr. Fiscal
Judicial, se enmendará la decisión del Tribunal a quo.
II. Respecto a la demanda de compensación económica. Octavo: Que doña María Angélica Núñez
Valenzuela ha demandado de compensación económica a su cónyuge don René Joaquín Gallardo Ortega,
solicitando se le condene al pago de una compensación económica por la suma $60.000.000 o la que estime en
justicia. Se funda en que durante la convivencia se dedicó al cuidado de sus hijos y a las labores del hogar
común y que no pudo desarrollar actividad remunerada o lucrativa, o lo hizo en menor medida de lo que quería
y podía, sufriendo un menoscabo económico por esta causa. Asevera que desde que nació su segundo hijo el 10
de marzo de 1972, dejó de trabajar por 44 años y cuando volvió, el sueldo que recibía era mucho menor a sus
inicios, lo que le provocó un menoscabo económico grave, ya que se dedicó al cuidado de los hijos y del hogar
común y ayudó a su cónyuge a instalar un taller en su casa, para lo cual le pasó dinero. A la época de la
demanda tiene 68 años, su salud física y psíquica es frágil, tiene depresión y angustia y recibe $80.000 por parte
del demandado. Por el contrario su cónyuge tiene 71 años, una fábrica de lámparas y un motel, administra la
sociedad conyugal y ella no percibe nada. Además el demandado ha construido casas a las amantes, quienes
después lo abandonan.
Noveno: Que se ha definido a la compensación económica como "la indemnización que debe pagar uno de
los cónyuges al otro con el objeto de restablecer al término del matrimonio, por nulidad de este o divorcio, el
equilibrio de las condiciones pecuniarias de la vida" Cuevas M. Gustavo, artículo titulado "Indemnizaciones
reparatorias de la nueva Ley de Matrimonio Civil (Ley número 19.947) y Regímenes Matrimoniales", en
publicación de la Facultad de Derecho de la Universidad del Desarrollo "Curso de Actualización Jurídica.
Nuevas Tendencias en el Derecho Civil¿", Santiago, año 2004, pág. 74).
Décimo: Consecuencialmente, según el artículo 61 de la Ley 19.947 los requisitos de procedencia de la
compensación económica son: 1) existencia de un matrimonio, 2) que exista una declaración de nulidad o de
divorcio, 3) ausencia o reducción de la actividad remunerada del cónyuge beneficiado, 4) dedicación a los hijos
o labores propias del hogar común, y 5) menoscabo económico.
Undécimo: Que el artículo 62 inciso 1° de la Ley 19.947, establece ciertos factores que permiten determinar
la existencia del menoscabo económico y la cuantía de la compensación, los que se pueden agrupar de la
siguiente manera: a) criterios vinculados al matrimonio: en tal sentido se considera la duración del matrimonio y
de la vida en común de los cónyuges b) criterios vinculados al cónyuge más débil o beneficiario: su situación
patrimonial, la buena o mala fe, su edad y el estado de salud, su situación en materia de beneficios provisionales
y de salud, su cualificación profesional y posibilidades de acceso al mercado laboral, y la colaboración que
hubiere prestado a las actividades lucrativas del otro cónyuge y c) criterios vinculados al cónyuge deudor:
situación patrimonial. Décimo segundo: Que apreciada en su conjunto la prueba incorporada y rendida en la
audiencia de juicio, conforme a las reglas de la sana crítica, en los términos del artículo 32 de la Ley 19.968, se
ha adquirido convicción de que las partes contrajeron matrimonio el 17 de agosto de 1970 y cesaron su
convivencia en agosto de 2017. De la unión nacieron cuatro hijos. La cónyuge no registra actividad laboral
remunerada desde el año 1972 y tiene imposiciones previsionales por casi cuatro años, según períodos
intermitentes de 1970 a 1972, 1968, 1987 y 1988 La vida en común se prolongó hasta agosto de 2017, como se
indicó. A su vez, el demandado tiene una pensión por renta vitalicia de 3,63 UF cuenta más de 70 años, es
empresario y durante la vigencia de la sociedad conyugal, según su propia confesión, adquirió siete inmuebles,
de los cuales se adjuntan algunos certificados de su inscripción conservatoria. La demandante reconoce que el
marido le otorga $ 80.000 que debieran ser mensuales. Décimo tercero: De esta forma, se colige la situación de
menoscabo económico que es posible apreciar en la demandante producto de haberse dedicado al cuidado de los
hijos y el hogar común formado con el demandado. Aquello deriva principalmente en la exigua cifra de su
ahorro con fines previsionales, en tanto que fue prácticamente inexistente durante el largo lapso de convivencia

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matrimonial, a consecuencia de no haber desarrollado alguna actividad lucrativa en la medida que obviamente
quería y podía. Fuerza es entonces equiparar en el ámbito previsional, al menos, la situación de los cónyuges.
En efecto, a la luz de los factores que brinda el artículo 62 de la Ley 19.947 para determinar la existencia del
menoscabo económico y la cuantía de la compensación, ya hemos anotado en sentencias anteriores que adquiere
una especial relevancia en el presente caso lo referido a la situación en materia de beneficios previsionales y de
salud.
De tal manera, se hará lugar a la compensación económica demandada, aunque circunscrita a un monto que,
parcializado en mensualidades, permita a la actora incrementar su cuenta de capitalización individual con fines
previsionales y, de ese modo, mejorar las condiciones en que si lo estima llegará a pensionarse. Todo ello, sin
perjuicio de los derechos de los litigantes en la futura liquidación de la sociedad conyugalDécimo Cuarto:
Entonces, se concluye que una compensación económica condigna con los antecedentes del proceso se satisface
con la suma de cinco millones de pesos, monto que el demandado deberá pagar de la manera que enseguida se
indicará en lo resolutivo.
Y de conformidad, además, con lo informado por el señor Fiscal Judicial y lo dispuesto en los artículos 102,
1698 del Código Civil; 42, 53, 56, 61, 62 de la ley 19.947, y 67 de la ley 19.968, se revoca la sentencia apelada
de ocho de enero del año dos mil veintiuno, dictada por el Primer Juzgado de Familia de San Miguel en causa
Rit C 1228 2019 y en su lugar se decide que:
I. Se hace lugar a la solicitud de divorcio por culpa causal N° 1 del artículo 54 de la Ley 19.947 ,
declarándose terminado el matrimonio entre María Angélica Núñez Valenzuela y René Joaquín Gallardo
Ortega, celebrado el 17 de agosto del año 1970 inscrito con el N° 1884, año 1970, de la circunscripción San
Miguel del Registro Civil e Identificación.
II. Se otorga lugar a la compensación económica demandada, sólo en cuanto se dispone que el demandado
René Joaquín Gallardo Ortega, deberá pagar a ese título a María Angélica Núñez Valenzuela la suma de
$5.000.000 (cinco millones de pesos), dividida en 50 (cincuenta) cuotas mensuales y sucesivas de $ 100.000
(cien mil pesos) cada una, a partir del mes siguiente a que esta sentencia quede ejecutoriada, las que se
reajustarán anualmente de acuerdo a la variación que experimente el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y
que el demandado pagará el último día del mes en una cuenta especial del Banco Estado, de cuya apertura la
demandante dejará constancia en la causa para que el tribunal de primer grado la comunique al demandado por
correo electrónico y carta certificada.
III. No se condena en costas al demandado, por haber actuado con motivos plausibles.
Notifíquese y practíquense las inscripciones y subinscripciones que fueren procedentes, ejecutoriada que sea
la presente sentencia.
Regístrese y comuníquese.
Redacción del Ministro Roberto Contreras Olivares.

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