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///CUERDO:

En la ciudad de Paraná, capital de la provincia de Entre Ríos, a

los trece días del mes de marzo del año dos mil veinte reunidos los

Sres. Vocales, para conocer el recurso de inaplicabilidad de ley deducido a fs.

131/142 en los autos: "N. P. C/ R. D. M. M. - DIVORCIO VINCULAR S/

INCIDENTE (DE COMPENSACION ECONOMICA)" - Expte. Nº 8054,

respecto de la resolución dictada por la Sala Primera en lo Civil y Comercial de

la Cámara de Apelaciones de Concordia obrante a fs. 123/129. Que la votación

debe tener lugar en el siguiente orden Sres. Vocales: Dres. Emilio A. E.

Castrillon, Juan R. Smaldone y Martín F. Carbonell.

Estudiados los autos, la Sala se planteó la siguiente cuestión:

¿qué corresponde resolver respecto del recurso de inaplicabilidad de ley

interpuesto?

A LA CUESTIÓN PROPUESTA EL SR. VOCAL DR.

EMILIO A. E. CASTRILLON DIJO:

I.- Contra la sentencia obrante a fs. 123/129 dictada por la

Cámara de Apelaciones de Concordia que, por mayoría, confirmó la sentencia

de primera instancia rechazando el pedido de compensación económica

interpuesto por la Sra. M. M. R. D. contra P. N., interpuso la incidentante

recurso de inaplicabilidad de ley, cuya concesión motiva la intervención de esta

Sala.

II.- En lo que resulta relevante relacionar para la definición del


presente, cabe destacar que la incidentante reclamó para sí una compensación

económica en virtud de los más de cuarenta años de matrimonio con el Sr. N.;

la crianza de los hijos en común; y la dedicación al hogar que compartían con el

incidentado. A dicha pretensión se opuso el Sr. N. alegando que no obstante la

ruptura conyugal, mientras estuvo activo laboralmente pasó a su excónyuge el

50% de su salario; al jubilarse con la indemnización que le abonó su

empleadora (CTM de Salto Grande - 10 sueldos") y posteriormente por un

tiempo igual proporción de su haber jubilatorio, agregando que la incidentante

prosiguió habitando el único inmueble perteneciente a la comunidad de bienes

del matrimonio.

III.- El voto mayoritario, luego de analizar la naturaleza y

finalidad del instituto, estableciendo el marco aplicable -arts. 441 y 442 del

CCC- y analizando las particularidades del caso, concluye que no se dan en el

caso, los presupuestos que permitan admitir la compensación solicitada.

Para así resolver, consideró en primer lugar que no se acreditó

un desequilibrio económico manifiesto y perjudicial que habilite la condena

perseguida, destacando la falta de prueba sobre el nivel de vida llevado durante

el matrimonio.

En esa línea de razonamiento, entendió que si bien podría

considerarse que el hecho de haberse dedicado exclusivamente a los quehaceres

del hogar renunciando a encarar otro tipo de tareas que le hubieran permitido

desarrollarse laboral y/o profesionalmente, con la consecuente obtención de


recursos propios, pudo haberle generado un emprobrecimiento desde el punto

de vista de la pérdida o frustración de posibilidades de superación personal,

considerando su edad y estado de salud actual, las particulares circunstancias

que presenta el caso demuestran que no se produjo un empeoramiento de la

situación de la actora respecto de su cónyuge.

Detalló dichas circunstancias, puntualizando que: a) la

situación patrimonial de la peticionante mejoró desde que contrajo matrimonio

con el demandado, ya que se casó cuando tenía 18 años de edad, con estudios

secundarios incompletos y sin bienes a su nombre y ahora, producto el régimen

de comunidad de bienes, su patrimonio se acrecentó por la adquisición del

inmueble donde se asentó el hogar familiar y un automóvil, los que deben

liquidarse como consecuencia de la disolución de la sociedad conyugal,

conforme las actuaciones que se individualizan; b) lo hijos de la pareja son

mayores de edad, no residen con sus progenitores y son económicamente

independientes; c) la demandante viene usando de manera exclusiva la vivienda

familiar desde el cese de la convivencia hasta la actualidad sin abonar canon

locativo y; d) los aportes equivalentes al 50% de sus ingresos que en concepto

de cuota alimentaria el demandado realizó a favor de su excónyuge por más de

ocho años desde la separación de hecho en el año 2008 hasta su cese por

sentencia del 13/9/2016, son demostrativos del mantenimiento de un estandar

económico similar al sostenido durante la unión matrimonial y tuvieron la

magnitud suficiente como para intentar algún tipo de actividad, estudio y/o
inversión productora de rentas.

Finalmente, agregó que no hay elemento de mérito que

demuestre la intención de la solicitante de abrirse camino en forma

independiente y conseguir un crecimiento propio, destacando que la pericia

psicológica practicada informa que sus creencias religiosas y morales, producto

de su historia familiar de origen y crianza son las que condicionan y marcan la

idea que tiene la incidentante sobre "el rol de la mujer" y que no recibe ningún

tratamiento ni medicación para superar sus dolencias psíquicas actuales.

En dicho marco, concluyó que la comparación de esas dos

fotografías a las que se refieren los fundamentos del Anteproyecto,

correspondientes al estado patrimonial de los esposos al inicio del matrimonio

-año 1973- y al momento de producirse la separación -año 2008- no arrojan

diferencias como para conceder la compensación perseguida.

Por su parte, el voto minoritario, consideró cumplidos los

presupuestos de procedencia del reclamo, cuantificando la compensación

solicitada que limitó en el tiempo valorando las circunstancias particulares del

caso.

IV.- La parte recurrente denuncia errónea aplicación de los arts.

441 y 442 del CCC y arbitrariedad.

En lo sustancial, reafirma su posición en juicio argumentando

que en el caso se dan las circunstancias objetivas para admitir la compensación

solicitada y el fallo se aparta de la finalidad de la ley, denunciando que se le


carga culpas por no saber invertir ni insertarse en el mercado laboral luego de

los sesenta años y con problemas de salud, configurando una especie de

violencia de género por error o ignorancia del propósito de las normas

aplicadas.

Denuncia que el fallo realiza una selección arbitraria y parcial

de los elementos probatorios realizando una interpretación carente de logicidad

porque la desigualdad de género se patentiza quedando demostrados todos los

presupuestos para hacer viable el reclamo.

Agrega que solo resulta relevante constatar la existencia de una

ventaja patrimonial de un cónyuge respecto del otro/a a causa del proyecto de

vida en común y compartiendo el voto de la minoría, reprocha la extensión de la

compensación admitida, solicitando una renta a perpetuidad dada su situación

particular.

V.- A fs. 148/152 vta. la parte incidentada contesta el traslado

oportunamente dispuesto, solicitando por las razones que expone el rechazo del

recurso interpuesto.

VI.- Sintetizados los aspectos relevantes del sub examine, cabe

ingresar al tratamiento y definición de la cuestión propuesta a juzgamiento.

Se impone decidir, por vez primera, la procedencia o no de la

compensación económica solicitada en el marco de la dispuesto en los arts. 441

y 442 del CCC. Se debe tener en cuenta que la naturaleza jurídica del instituto

es autónoma (cfr. XXV Jornadas Nacionales de Derecho Civil Bahía Blanca


en el 2015-), Comisión 3: "Daños en las relaciones de familia" III.

Responsabilidad civil y compensación económica. Naturaleza jurídica, se

concluyó por unanimidad que "las compensaciones previstas en los arts. 441,

442 y 524 del Cód. Civ. y Com. no tienen naturaleza indemnizatoria. El

objetivo de la indemnización por daños es restituir a la víctima a la situación

anterior al hecho dañoso, mediante una reparación plena (art. 1740, Cód. Civ. y

Com.). La finalidad de la compensación, en cambio, es corregir un desequilibrio

patrimonial manifiesto. Por lo tanto, no es un instrumento de nivelación

patrimonial. (Aprobada por unanimidad). Además reconoce raíz constitucional,

la que yace en el art. 14 bis de la Carta Magna, cuando alude a la "protección

integral de la familia". Este instituto fue incorporado al Código Civil y

Comercial de la Nación, como una figura mediante la cual el cónyuge que ha

sufrido un desequilibrio durante el matrimonio tiene derecho a exigir al otro una

compensación por el empeoramiento padecido, al momento del divorcio. Se

trata pues de un derecho personal reconocido al cónyuge al que el divorcio le

produce un empeoramiento de la situación económica que gozaba en el

matrimonio, colocándolo en una posición de inferioridad frente a la conservada

por el otro y por tanto este derecho nace como consecuencia de la ruptura del

proyecto de vida en sí, y emana objetivamente del cese de la comunidad de

vida.

La normativa aplicable exige para su procedencia: a) que se

produzca un desequilibrio manifiesto de un cónyuge respecto al otro; b) que tal


desequilibrio implique un empeoramiento en su situación y; c) que tenga por

causa adecuada el matrimonio y su ruptura, a través del divorcio, estableciendo

el art. 442 del CCC pautas que sirven tanto de indicadores para la cuantificación

de la compensación como de constatación del desequilibrio económico.

A partir de tales parámetros conceptuales, considero que asiste

razón al querellante cuando reprocha al veredicto las infracciones legales que

sustentan su recurso porque, no obstante que se realiza en el voto mayoritario

una acertada y primera delimitación teórica y teleológica del instituto, a

posterior se aprecia una equivocada aplicación e interpretación normativa

provocada por la arbitraria y subjetiva valoración judicial que se formula de los

indicadores objetivos propuestos por la ley, para así, y por dicho conducto,

descartar irrazonablemente el desequilibrio económico manifiesto que permite

acceder a la compensación solicitada y que primera y contradictoriamente había

establecido, valorando circunstancias subjetivas que no debieron prevalecer en

la decisión (hijos convivientes, bienes a liquidar, aspiraciones personales) si,

como en el caso, no descartan o excluyen la situación patrimonial objetiva

perjudicial que viabiliza la pretensión compensatoria, más allá de su valoración

posterior en la fijación cuantitativa de la compensación.

En estas actuaciones ha quedado demostrado el desequilibrio

económico manifiesto de la incidentante respecto de su cónyuge con motivo de

la ruptura del vínculo matrimonial, desde que en razón de la organización

seleccionada de la vida familiar, en la que cada parte adoptó un rol específico


en la pareja, quedó configurada una situación de desigualdad en términos

económicos, pues la actora relegó sus capacidades productivas, proyectos

personales y profesionales en función de asumir tareas de cuidado personal y

sostenimiento del hogar, desarrollando, por el contrario, el incidentado su

potencialidad en el ámbito laboral. Dicho desequilibrio existente durante el

vínculo matrimonial por el distinto esfuerzo aportado al proyecto de vida en

común que se puso en evidencia con su ruptura, generando una situación injusta

que el legislador se propuso compensar judicialmente equilibrando los riesgos

implícitos de llevar adelante un modelo de organización familiar que debe ser

afrontado por ambos actores.

Resalto que esa dinámica familiar consensuada por sus

integrantes y sus consecuencias no debió ser subjetivamente juzgada en el fallo

y sí valorada como pauta objetiva de constatación del desequilibrio anunciado,

sobre el que sin dudas aún tiene actual incidencia relevante la situación

particular de la accionante, su edad y estado de salud que coadyuvan a

consolidarlo, sin perjuicio de la valoración de los elementos referidos en el fallo

como bienes a liquidar y aportes, a la par demostrativos de la desventaja

económica que impacta en la realidad de la incidentante, en la posterior

determinación cuantitativa de la compensación.

De este modo, la situación en conflicto exigía un análisis de la

prueba con perspectiva de género, como un paradigma de necesaria aplicación

práctica y valor de equidad, cuya incorporación a la labor jurisdiccional implica


cumplir con la obligación constitucional y convencional de hacer realidad el

derecho a la igualdad real y no solamente formal, siempre alumbrado por el

valor solidaridad (en este sentido, Solari, Néstor E. “La compensación

económica desde una perspectiva de género” L.L. 2019-C , 591 ; DFyP 2019

(noviembre), 53m YUBA, Gabriela, "Compensación económica. Valoraciones

en torno a su procedencia y cuantificación del monto", elDial.com - DC27A4;

Jáuregui, Rodolfo G. “La compensación económica y una solución para un caso

con características excepcionales”: RCCyC 2019 (septiembre), 73; Mignon,

María Belén, "La compensación económica y su incorporación a la legislación

civil: un avance que hace a la perspectiva y equidad de género", Revista RC D

1107/2014, Rubinzal Culzoni; Molina de Juan, Mariel F., "Compensaciones

económicas en el divorcio. Una herramienta jurídica con perspectiva de

género", Revista Interdisciplinaria de Doctrina y Jurisprudencia, nro. 57 p. 188,

Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, noviembre 2012 ).

Cabe agregar que la Exposición de Motivos del Código Civil

de Cataluña -una de las fuentes de nuestro nuevo digesto- describe una realidad

bien parecida a la nuestra e insiste en que "se ha tenido en cuenta que la

incorporación de la mujer al mercado de trabajo no ha ido paralela, en la

práctica, a un reparto de las responsabilidades domésticas y familiares entre los

dos cónyuges y que en bastantes casos la actividad laboral o profesional de uno

de los cónyuges se supedita aún a la del otro, hasta el punto de que, en

determinados niveles educativos y de renta, continúa siendo habitual que uno de


los cónyuges, típicamente la mujer, abandone el mercado de trabajo al contraer

matrimonio o al tener hijos. Ambas circunstancias abonan reconocer el derecho

a la prestación compensatoria vinculándolo al nivel de vida de que se disfrutaba

durante el matrimonio, si bien dando prioridad al derecho de alimentos de los

hijos y fijando la cuantía de acuerdo con los criterios que la propia norma

detalla. Sin embargo, para los casos en que la prestación se satisface en forma

de pensión, se insiste en el carácter esencialmente temporal de esta, salvo que

concurran circunstancias excepcionales que hagan aconsejable acordarla con

carácter indefinido.

Si bien en las XXVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil (La

Plata, 2017) se concluyó en que "debe considerarse a la separación de hecho

prolongada previa al divorcio como una seria limitación para el otorgamiento de

la compensación económica" (Comisión 8: Derecho de Familia: "Alimentos y

Compensación económica", "Caducidad". Aceptado por mayoría), las

características especiales del caso hacen que propicie esta solución con carácter

excepcional, en atención a las particularidades de la causa, ya que los

protagonistas continuaron vinculados por una relación de dependencia

económica de la mujer respecto del hombre, según lo reconoció el propio

demandado y deja constancia el voto minoritario, que enervan los efectos de la

mentada separación de hecho, en la conexión con el instituto que nos ocupa.

Sentado ello y no obstante las dificultades que presenta la

materia en orden tanto a la cuantificación como a la determinación de la


frecuencia o del período temporal de la prestación, ya que a la letra del art. 441

“puede consistir en una prestación única, en una renta por tiempo determinado

o, excepcionalmente, por plazo indeterminado” entiendo que la misma y para

acoplarse a la prueba obrante en autos, debe ser reconocida en la extensión

resuelta más por tiempo indeterminado, por vía de excepción. Al no haberlo

resuelto así, la sentencia enjuiciada incurre en una absurda valoración de la

prueba y, consecuentemente, en clara violación a las pautas que establece el art.

442. Ello así, ya que actora y demandado estuvieron casados más de cuarenta

años (desde el 14 de septiembre de 1973; cuando contaba con diecisiete años la

actora); actualmente por su edad avanzada y por carecer de capacitación o

calificación para ingresar al mercado de trabajo esto resulta prácticamente

imposible, pues solo cursó estudios secundarios incompletos, padece las

patologías crónicas narradas en la pericia médica de fs. 89/92, las que tenderán

a agravarse lentamente y no serán modificadas en forma sustancial; a eso se

suma que tiene una dependiente estructura yoica, la capacidad laboral

(dependiente) resulta para ella una posibilidad inviable desde su

posicionamiento subjetivo actual (pericia psicológica de fs. 68/71 vta.); y nunca

trabajó fuera de su casa: pregunta 9 -cfr. testimoniales de María Esther Oliva

(fs. 58); Stella Maris Frosasco (fs. 59); Elsa Carolina Eckert (fs. 61/62)-. De tal

forma palmariamente y con total evidencia de las constancias relacionadas,

surgen los elementos necesarios para fundamentar con sólido respaldo la

mencionada excepción a la regla, siendo justo establecer la pensión, como


adelanté, por tiempo indeterminado.

Como elocuentemente ilustra la Profesora Graciela Medina:

“acreedoras por antonomasia de pensiones indefinidas son amas de casa que

se unieron en matrimonio siendo casi adolescentes y no administraron más

cantidades, durante décadas, que las que sus maridos tuvieron a bien

entregarles. Eran mujeres carentes de cualquier instrucción, que quedarían

sumidas en la miseria de no ver reconocida, con carácter indefinido, una

compensación por sus renuncias” (cfr. Medina, Graciela, "Compensación

económica en el Proyecto de Código", LL, 2013-A-472.)

VII.- Por lo expuesto, propongo al acuerdo declarar procedente

el recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto y, en consecuencia, CASAR el

pronunciamiento impugnado, de acuerdo a lo expuesto en los considerandos,

con costas -art. 65 del CPCC.- ASÍ VOTO.

A LA CUESTIÓN PROPUESTA EL SR. VOCAL DR.

JUAN R. SMALDONE DIJO:

Adhiero al voto emitido por el Sr. Vocal preopinante. ASÍ

VOTO.

Por último, habiendo mayoría absoluta, EL SR. VOCAL EN

EJERCICIO DE LA PRESIDENCIA DEL STJ, DR. MARTÍN F.

CARBONELL, se abstiene de votar y firmar la presente resolución con arreglo

a lo dispuesto por el art. 33 de la LOPJ, texto según ley 10.704.

Con lo que no siendo para más se da por finalizado el acto


quedando acordada la siguiente sentencia:

Emilio A. E. Castrillon Juan R. Smaldone

Paraná, 13 de marzo de 2020.

Y VISTO:

Por los fundamentos del acuerdo que antecede se,

RESUELVE:

DECLARAR PROCEDENTE al recurso de inaplicabilidad

de ley deducido a fs. 131/142 y, en consecuencia, CASAR la resolución de la

Sala Primera en lo Civil y Comercial de la Cámara de Apelaciones de

Concordia, obrante a fs. 123/129, de acuerdo a lo expuesto en los

considerandos.

IMPONER costas a la vencida (art. 65 del CPCC).

DIFERIR la regulación de honorarios para la oportunidad en

que se determinen los correspondientes a las instancias inferiores.

Notifíquese conforme arts. 1º y 4º Ac. Gral. 15/18 SNE y

oportunamente bajen.

Emilio A. E. Castrillon Juan R. Smaldone


Ante mí:

Sebastián Emanuelli
Secretario

En igual fecha se registró. Conste. Asimismo, se deja constancia que el Dr.

Martín F. Carbonell votó en último término conforme lo dispuesto por el art. 33

de la LOPJ, texto según ley 10.704.

Sebastián Emanuelli
Secretario

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