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FACULTAD DE DERECHO

CURSO:

DERECHO PENAL GENERAL

TAREA CALIFICADA 1

TEMA: EJECUTORIA DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA PENAL RECURSO CASACIÓN N°


341-2021/ANCASH QUEBRANTAMIENTO DE PRECEPTO PROCESAL E INFRACCIÓN DE
PRECEPTO MATERIAL – POR DELITO DE FALSEDAD IDEOLÓGICA, MUNICIPALIDAD
PROVINCIAL DE YUNGAY

INTEGRANTES GRUPO N°2:

• Alarcón Cervantes, Jhony Marcos - U 21230283


• Álvarez Osorio, Bryan Augusto - U21212431
• Barrantes Benavente, Kevin Rubén - U18308290
• Cuayla Manchego, Alfredo Edgardo – U21313754
• Larico Álvarez, Rocío Maryoly – U19312655
• Pampa Chura, Fredy Andershon – U21219971
• Quilla Bustincio, Edson Edgar – U20102693
• Supo Mamani, Gina Giovana – U21212428

DOCENTE: EDITH NOEMI ARISACA HUANCA

AREQUIPA-2022
I. PRESENTACIÓN DE LA EJECUTORIA.

A. SALA DE CORTE SUPREMA QUE RESUELVE EL CASO

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA SALA PENAL PERMANENTE

B. ÍNDOLE

Recurso de casación, interpuesta por la señora FISCAL ADJUNTA SUPERIOR DE


ANCASH contra la sentencia de vista de fojas 355 de 13OCT20, que confirmando la
sentencia de primera instancia de fojas 218, 15Nov2018 absolvió a Galia Evelina
Castro Romero y Elizabeth Karina Rondan Jamanca de la acusación fiscal formulada
en su contra por delito de falsedad ideológica en agravio de la Municipalidad
Provincial de Yungay.

C. NÚMERO DE EXPEDIENTE

RECURSO DE CASACIÓN N.º 341-2021/ Ancash.

D. FECHA DE RESOLUCIÓN

13 octubre 2022

E. FUENTE DE DONDE SE TOMÓ

Página web del Poder Judicial del Perú.

(https://cej.pj.gob.pe/cej/forms/busquedaform.html)

2.- Exposición del concepto o categoría materia de análisis, tal como lo expone la
ejecutoría

La señora FISCAL ADJUNTA SUPERIOR en el escrito que realizó el recurso de casación invocó los
motivos de casación de quebrantamiento de precepto procesal, infracción de precepto
material y apartamiento de doctrina jurisprudencial

(artículo 429, incisos 2, 3 y 5, del Código Procesal Penal –en adelante, CPP–) que suscribe:

“Después de interpuesta la demanda, sólo pueden ser ofrecidos los medios probatorios
referidos a hechos nuevos y a los mencionados por la otra parte al contestar la
demanda o reconvenir. De presentarse documentos, el Juez concederá traslado a la
otra parte para que dentro de cinco días reconozca o niegue la autenticidad de los
documentos que se le atribuyen.”

Argumentó que se otorgó distinto valor a la prueba personal y que el delito de falsedad
ideológica es un delito de peligro.

“el artículo 428 del Código Penal estatuye lo siguiente: “El que inserta o hace insertar,
en instrumento público, declaraciones falsas concernientes a hechos deban probarse
con el documento, con el objeto de emplearlo como si la declaración fuera conforme a
la verdad será reprimido, si de su uso puede resultar algún perjuicio” (art 428, CP) .

3.- Exposición de la posición antagónica (de la resolución judicial previa o de la doctrina


discrepante

En esta sentencia de casación que hemos tomado como referencia para la elaboración de esta
tarea académica se encuentran distintas posiciones, por lo que tomamos la parte acusatoria
para este análisis. Habiéndose encontrado irregularidades e la ejecución de una obra de
mantenimiento de la Carretera del Caserío de Marap, distrito y provincia de Yungay.

La acusada Elizabeth Karina Rondan Jamanca, en su calidad de Asistente de la Jefatura de


Obras de la Municipalidad Provincial de Yungay, con el consentimiento de su coprocesada
Galia Evelina Castro Romero, elaboró los siguientes documentos públicos: Acta de Recepción y
Conformidad de Servicio, de dieciocho de febrero de dos mil catorce; Hoja de Tareo 1; Planilla
de Jornales 1; Informe 0118-2014-MPY/GLYDL-DO y M/GECR-J, de diecisiete de febrero de dos
mil catorce. En ellos se insertó información falsa, como: identidad de trabajadores, cargos,
horas y días trabajados

Lo cual ocasionó un perjuicio potencial al estado.

. Respecto al potencial perjuicio que exige el tipo penal, debe verificarse que del uso del
documento se pueda causar algún perjuicio. En tal sentido, verificados los documentos que
ingresaron al tráfico jurídico, el Ministerio Público se ha limitado a señalar un perjuicio
potencial y no uno concreto.

El representante del Ministerio Público, mediante escrito , interpuso recurso de apelación.


Denunció una errónea interpretación de la ley penal respecto del tipo delictivo imputado y en
la valoración de las testimoniales.

Fundamentos de derecho

Artículo 428 del Código Penal :


“El que inserta o hace insertar, en instrumento público, declaraciones falsas concernientes a
hechos deban probarse con el documento, con el objeto de emplearlo como si la declaración
fuera conforme a la verdad será reprimido, si de su uso puede resultar algún perjuicio,

4.- Síntesis de la discrepancia

Los puntos controvertidos en el presente caso giran en torno a los siguientes conceptos:
a) El resultado típico del delito de Falsedad Ideológica:
- La diferencia entre los delitos de peligro y los delitos de lesión.
- El concepto del elemento normativo «perjuicio» exigido por el tipo penal del art.
428 de CP (falsedad Ideológica).
b) El objeto material del delito de Falsedad ideológica
- Si el documento debe ser emitido por un funcionario público.
- Si el ilícito penal es un delito común y de dominio o es un delito especial.
c) La relevancia del consentimiento de la falsificación de la firma en documento objeto
del delito para negar el delito.

4.1 Posición de la Sala Penal Superior


La posición de la Sala Penal Superior respecto de los puntos controvertidos es la siguiente:

a) Sobre el resultado típico del delito de Falsedad Ideológica

La Sala Superior, acogiendo los argumentos de primera instancia sobre este asunto,
consideró que el delito de Falsedad ideológica requiere para su configuración que se
verifique como resultado típico un perjuicio real y concreto para el agraviado. En esa
línea de pensamiento, la Sala Superior consideró que dicho resultado no se dio en el
presente caso, debido a lo siguiente:

«B. El Ministerio Público en su recurso impugnatorio, sostiene que, no se


valoró la declaración de los testigos Arlene Bridian Gonzales Valencia, jefa de
Obras de la Municipalidad Provincial de Yungay, y de Zico Melgarejo León,
tesorero de la comuna, en el sentido que no se puede pagar a personas que no
han laborado en una obra y que, si existiese sobrantes en la ejecución de una
obra, se quedan en la Municipalidad a menos que existan pendientes
debidamente sustentados.
C. El Ministerio Público reclamó que en el Informe 118-2014-MPYGİYDL-
DOYM, de diecisiete de febrero de dos mil catorce, emitido por la encausada
Castro Romero, no se establece que la obra haya estado inconclusa. Pero
quedó establecido que la firma que aparece en dicho documento no le
pertenece, consecuentemente, no se probó lo afirmado por la Fiscalía, en el
sentido que no hiciera falta el dinero para culminar la obra» (fundamento de
hecho segundo, numeral 4 de la sentencia de casación).

b) Objeto material del delito de Falsedad ideológica

Sobre este punto, la Sala Superior consideró que los documentos objeto de la falsedad
ideológica, debieron ser documentos expedidos por un funcionario en ejercicio de sus
funciones, cosa que a su entender no se pudo probar en el presente caso. Señala la
Sala superior al respecto, lo siguiente:

«A. De conformidad con el inciso 3 del artículo 425 del Código Penal, en autos,
no se evidencia que la procesada Rondan Jamanca tenía un vínculo contractual
con la Municipalidad Provincial de Yungay, puesto que la base de la
imputación fiscal era que actuó en calidad de asistente de la Jefatura de Obras
de la Municipalidad Provincial de Yungay, sin percibir emolumentos por estas
funciones, por lo que su calidad de funcionaria pública no se encuentra
debidamente acreditada. Además, los documentos cuestionados tenían la
firma apócrifa de su coencausada Castro Romero […]
Que nos da a entender según el manual de organización de funciones del 2012
de la municipalidad provincial de Yungay ( no existe cargo de asistente de obra
por lo que nose acredita la calidad de servidora pública Rondan jamanca
elizabeth Karina como exige el tipo penal quien haría el rol de locadora de
servicio .

c) La relevancia del consentimiento de la falsificación de la firma

Sobre este punto la Sala Superior asume implícitamente que el consentimiento de


parte de la acusada Castro Romero, para que se falsifique su firma, habría justificado
que se tenga por acreditado el delito de Falsedad Ideológica, aunque en el presente
caso no se pudo acreditar tal consentimiento. Al respecto se precisa lo siguiente:
«D. El dictamen pericial de grafotecnia 086-2017, sobre las firmas a nombre de
la encausada Castro Romero, concluyó que las firmas a nombre de Galia
Evelina Castro Romero provienen del puño gráfico de Elizabeth Karina Rondan
Jamanca. Los peritos fueron examinados en el juicio oral, en el que explicaron
sus conclusiones, de las que no hay mayor discusión. Se colige, por tanto, que
no existe en autos elementos de prueba que acredite que la acusada Castro
Romero, tuvo conocimiento que su coprocesada Rondan Jamanca, insertara
datos falsos» (fundamento de hecho segundo, numeral 4 de la sentencia de
casación).

Sintesis de la discrepancia

4.2 Posición de la Corte Suprema

La posición de la Corte Suprema respecto de los puntos controvertidos es la siguiente:

a) Sobre el resultado típico del delito de Falsedad Ideológica

Sobre este punto la Corte Suprema señala que es un error de parte de la Sala Superior
el exigir que la falsedad haya causado un perjuicio real o concreto para el Estado;
pues, a su entender, el delito de Falsedad Ideológica no es un delito de lesión, sino de
solo de peligro abstracto. Esto es así, puesto que el prejuicio al que hace referencia el
tipo penal del art. 428 del CP, solo basa con que sea «potencial» y no real o concreto.

b) Objeto material del delito de Falsedad ideológica

La Corte Suprema discrepa de la Sala Superior señalando que el delito de Falsedad


Ideológica no requiere para su configuración que el sujeto activo posea una calidad
específica de funcionario o servidor público; es decir, estamos frente a un delito
común y de dominio y no frente a un delito especial o de infracción de deber. Por
tanto, a su entender, la Sala Superior hizo mal en valorar tal circunstancia para negar
la comisión del delito.

Señala la Corte Suprema que: q


«[…] el tipo penal de falsedad ideológica es un delito común y de dominio, luego, no se requiere
una condición especial del sujeto activo ni la vulneración de un deber institucional positivo.
La relevancia del consentimiento de la falsificación de la firma
Sobre este punto la Corte Suprema señala que no es razonable pensar que la acusada
Castro Romero, no sabía que su firma había falsificada, pues esta «reconoció que
suscribió el Acta de Recepción y Conformidad de dieciocho de febrero de dos mil
catorce, donde figuraban esos documentos, sin que haya efectuado observación
alguna, aunque acotó que no los verificó. Esta coartada, en todo caso, no tiene una
acreditación probatoria positiva específica» (fundamento jurídico quinto de la
sentencia de casación).

Con este razonamiento, la Corte Suprema, aunque discrepa de la conclusión


probatoria a la que llega la Sala Superior en este punto; al igual que esta asume de
manera implícita que el consentimiento de parte de la acusada Castro Romero, para
que se falsifique su firma, habría justificado que se tenga por acreditado el delito de
Falsedad Ideológica.
LA TIPICIDAD

La tipicidad es una característica esencial del delito


Según Villavicencio (2016) señala que la tipicidad “es la descripción
concreta de la conducta prohibida hecha por el legislador” (p.295):
En ese sentido se puede afirmar que la tipicidad es un instrumento
legal ya que forma parte de un contexto normativo y contiene la
descripción de la conducta materia de prohibición.

Acción típica. Uno de los primeros conceptos que interesa en la


construcción del delito está referido a la acción, esto es el
comportamiento humano que genera cambios en el mundo externo,
puede ser la acción propiamente dicha como la ausencia de esta, es
decir la omisión. Tal comportamiento adquiere relevancia penal cuando
se encuentra proscrita por la norma penal, de ahí que el
comportamiento, cuando adquiere relevancia penal, se llama acción
típica.
Según Bramont- Arias Torres (1997) señala que una conducta es una
acción típica se debe a que el comportamiento se ajusta a lo que está
contenido en el tipo penal, es decir que estamos ante una tipicidad.
Mientras que el tipo es la descripción de la conducta penada, la
tipicidad se refiere a la adecuación de la conducta a tal supuesto, en
resumen, la tipicidad es “la adecuación de ese comportamiento
(conducta) al tipo penal” (p.39).
Tipicidad Subjetiva

La tipicidad subjetiva lo que analiza son los elementos del tipo penal que están vinculados a la
motivación de la acción del sujeto activo. Por eso se encuentra en esta parte la culpa, el dolo y
otros elementos subjetivos distintos del dolo. En la redacción del tipo penal el que permite la
imputación del hecho al sujeto activo ya sea como dolo o culpa.

El dolo.

Según los autores Rodríguez, Ugaz, Gamero y Schonbohm (2012), los delitos dolosos, “suponen
la realización consiente y voluntaria de los elementos objetivos del tipo” (p.63). Resulta claro
que en el dolo esta la presencia de dos elementos: conocimiento y voluntad.
Elementos del dolo
El elemento cognoscitivo, es aquel que claramente se encuentre en el actuar consiente por
parte del agente, teniendo el conocimiento de los elementos la conducta típica, por
ejemplo: en el delito de hurto el autor conoce que el bien del que se apropia de manera
ilícita es ajeno.
Sin embargo, cabe resaltar que no es de importancia existe conocimiento por parte del
agente sobre la ilicitud del acto, por ejemplo: en el supuesto de aquel que entrega un
cheque sin fondos, por lo general, tiene conocimiento de tal situación.

CLASES DE DOLO

Dolo directo.- dolo directo en primer grado y dolo


directo en segundo grado. El dolo eventual
Según Rodríguez, Ugaz, Gamero y Schonbohm Se dacuando alagente se le representa el
(2012), el dolo directo en primer grado, “consiste en peligro que apunta a la probabilidad de
el deseo del agente de realizar el delito o la acción lesión de un bien jurídico,
pero es indiferente
típica” (p.64); el dolo directo en segundo
gradose ante tal situación, aceptando el resultado
da cuando el agente en un primer momento no lesivo.
tiene como fin la realización del injusto, pero se le
presenta como necesario o de posible realización
para lograsu finalidad como tal.

La Culpa
Según Rodríguez, Ugaz, Gamero y Schonbohm (2012), señalan que “el fundamento de la
imputación de los delitos culposos es el desprecio de parte del agente respecto a los
bienes jurídicos ajenos; ello se debe a que el autor omite su deber objetivo de cuidado”.
A esto agregan que no todos los hechos de naturaleza culposa son sancionados, ya que
para que ello ocurra debe existir ley expresa que defina y sancione la conducta.
Asimismo, tales autores manifiestan que no es dable ni la tentativa, ni la participación.
Clases de Culpa
La culpa también tiene su clasificación: Culpa consiente o con representación y culpa
inconsciente o sin representación.

La culpa consiente, según el maestro S. Mir Puig (2008), se da cuando el agente no


quiere causar la lesión, se representa la posibilidad y a pesar de ello se actúa; en tal
sentido manifiesta que “se reconoce el peligro de la situación, pero se confía en que no
dará lugar al resultado lesivo”, en tales supuestos, el agente tiene conciencia sobre el
posible sobrevenir del peligro creado.
La culpa inconsciente. Según S. Mir Puig (2008), señala “que no solo se quiere el
resultado lesivo, sino que ni siquiera se prevé su posibilidad”

Tipicidad Objetiva
El tipo objetivo tiene todas las características que han sido tomadas en cuenta por el legislador para
la prescripción de la conducta prohibida. Además, que se debe cumplir con una serie de principios
para que sea válido.

La doctrina ha creído conveniente ubicar aquí al bien jurídico protegido, al sujeto activo y sujeto
pasivo, entre otros elementos destinados al análisis exegético y hermenéutico de los textos
correspondientes.

Tipicidad objetiva. Abarca el ámbito externo de la conducta penalmente relevante, para la doctrina
mayoritaria tanto nacional como internacional, los elementos que conforman la tipicidad objetiva
son los sujetos, sujeto activo y sujeto pasivo, la conducta típica, aspectos descriptivos y normativos,
y
finalmente el objeto de la acción los delitos en que la conducta típica requiere de un resultado lesivo
se deben tener en cuenta la relación entre el sujeto activo y el resultado, es decir el nexo causal.
ELEMENTOS DE LA TIPICIDAD OBJETIVA

La tipicidad objetiva, está conformado por todos aquellos elementos externos de la


conducta penalmente relevante, los cuales son los siguientes: loa sujetos, objetos la
conducta, los aspectos
descriptivos, los aspectos normativos e imputación objetiva.

Los sujetos.

Dentro de los sujetos se identifican en el tipo objetivo encontramos al sujeto activo y al sujeto pasivo.

Según Villavicencio (2016), La descripción de los elementos objetivos del comportamiento prohibido
se manifiestan en referencia al sujeto activo; en ese sentido indica que tal concepto dogmático,
tiene la finalidad de describir las cualidades que debe reunir la persona durante la ejecución de la
conducta
delictiva.

Según Villavicencio (2016) señala que el sujeto pasivo es la persona titular del bien jurídico
tutelado, puesto en peligro o lesionado por el delito” (p.305), siendo que dicho sujeto puede ser una
persona natural (sea imputable o no), una persona jurídica, la sociedad o el estado.

La conducta
Según Villavicencio “la gran variedad de circunstancias (tiempo, medio, lugar, etc.) son
sintetizadas por el legislador extrayendo algunas características comunes” (p. 308).

Toda conducta delictiva, posee por lo general un verbo rector, el cual es el punto
central en el que gira y se define el comportamiento. Por ejemplo, en el delito de
homicidio el verbo rector se encuentra en “matar a otro”.
Los objetos
Según Villavicencio (2016), señala al clasificar los elementos del tipo objetivo hace
manifiesto del objeto de la acción, indicando que es aquel elemento propio del mundo
exterior, sobre el cual recae de manera material la acción típica. En tal sentido
manifiesta que no en todos los tipos penales se requiere de la presencia de objeto de
la acción con elemento del tipo, tal como ocurre en los delitos de mera actividad o de
puesta en peligro.

Bien jurídico
Según Villavicencio (2016), señala que el bien jurídico “aparece como un objeto
inmaterial, se presenta como un valor ideal frente al acto agresor del agente”,
mientras que en el objeto de la acción “el menoscabo es real, susceptible de
concretarse materialmente” (p. 316).

5.- Posición del grupo

5.1 Respecto del resultado típico del delito de Falsedad Ideológica

Efectivamente el delito de Falsedad ideológica es un delito de peligro abstracto, el cual no


requiere que se verifique un resultado típico de lesión concreta, o un perjuicio patrimonial
específico en detrimento de la parte agraviada (GARCÍA CAVERO, 2015, pág. 287). Bastará con
la simple posibilidad de que ese perjuicio pueda ocurrir; o, dicho de otra manera, el perjuicio
requerido solo es «potencial».

5.2 Respecto del objeto material del delito de Falsedad ideológica

La posición del grupo es que este delito exige para su configuración que el documento sobre el
cual rece la falsedad (objeto material del delito) sea un documento público. Para que un
documento sea público no basta con que se haya dado en un procedimiento en el seno de un
organismo público o con fines públicos, como señala la Corte Suprema, sino que la
manifestación o declaración de voluntad contenida en el documento provenga de un
funcionario público en ejercicio de sus funciones (URTECHO BENITES, 2008, págs. 197-198).
La razón es que un documento público sólo puede cumplir con su función de seguridad y
probatoria si es un funcionario quien lo suscribe. Dicho de otra manera, no es posible predicar
la fe pública de un hecho contenido en un documento cuyo registro no haya sido efectuado
por un funcionario en el ejercicio de sus funciones, sino por un particular. Es la calidad del
sujeto que emite el documento lo que genera la posibilidad de confiar en el contenido
probatorio de este (CREUS, 1998, págs. 427-428).
Si todo esto es así, somos del criterio que sí era relevante determinar si el documento
realmente fue emitido por un funcionario en el ejercicio de su cargo. En el presente caso, al
haber sido falsificada la firma de la acusada Castro Romero (única acusada con calidad de
funcionaria), mal puede argumentarse que la existencia de un documento ideológicamente
falso, pues este presupone solo la falsedad de los hechos declarados en él, pero no la
elaboración falsa del soporte material del documento mismo. Cuando lo que se afirma es que
tanto los datos como el soporte material del documento son falsos, entonces estamos ante un
delito de Falsedad material (y no ideológica), según lo prevé el art. 427 del CP.
La diferencia es relevante, puesto que no solo las penas son distintas (en un caso es de 6 años y
en el otro de 10 años); sino que, además, la posibilidad de la autoría por la falsedad ideológica
solo recae en el funcionario que inserta hechos falsos en un documento o en el particular que
induce al funcionario a hacerlo (hace insertar). En cambio, en la Falsedad Material, la posibilidad
de autoría recae únicamente en la persona que elabora directamente el documento falso.

5.3 Respecto a la relevancia del consentimiento de la falsificación de la firma

Relacionado con lo dicho en el punto anterior, la posición del grupo es que no puede asumirse,
sin cuestionarlo críticamente, que el consentimiento de la acusada –al haberse tenido por
acreditado por la Corte Suprema– hace típica la conducta de falsedad ideológica. Pues ello
implica, que de haber sucedido lo contrario, es decir, en el caso de que no se hubiera probado
el consentimiento, la conducta sería atípica. Sin embargo, creemos que, aunque la acusada
Castro Romero no haya sabido de la Falsedad de su firma, igual la acusada Rondan Jamanca
hubiera respondido por Falsedad, aunque falsedad material y no ideológica.
Dicho de otra manera, si el documento era materialmente falso, con el consentimiento o no de la
víctima, el delito igual se habría cometido, puesto dado que el bien jurídico protegido aquí es la
fe pública (o sea, un bien jurídico colectivo) el consentimiento no sería válido en ningún caso,
pues nadie puede consentir sobre lo que interesa a todos.

Bibliografía

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