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¿REALMENTE ES NECESARIO CORTAR LA HISTORIA EN REBANADAS?

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JACQUES LE GOFF
Una larga Edad Media

En los ámbitos tanto económico, político y social como cultural en el siglo XVI, y de hecho hasta
mediados del siglo XVIII, no hubo cambios fundamentales que justifiquen la separación entre la Edad Media
y un período nuevo, diferente, que sería el Renacimiento.
A finales del siglo XV, tuvo lugar el descubrimiento de América por Cristóbal Colón, pero no fue
hasta mediados del siglo XVIII cuando empezó a sentirse las repercusiones de tales descubrimientos. Más
importante, puede ser el perfeccionamiento desde la edad media de la navegación en altura. Gracias a la
introducción de la brújula, el timón de codaste y la vela cuadrada en el siglo XIII. Una actividad mayor que
nace en la edad media y que las tradiciones historiográficas sitúan en siglos XV y XVI. Transporte por agua y
tierra tal como señala F. Braudel, que se mantiene lento.
La economía agrícola europea experimentó cierto desarrollo durante el período medieval. Así, la
invención del arado de reja de hierro con mayor perfeccionamiento de la labranza, la difusión de la rotación
trienal, y la sustitución del buey por el caballo como animal de tiro. Sin embargo, en Europa del XVI subsistió
una economía rural de larga duración. Ruralismo aumentado por aquellas inversiones en propiedades por
aquellos que se enriquecían gracias a la banca y el comercio.
Otro elemento de continuidad entre la edad media y el Renacimiento es la instauración del
pensamiento económico. Se introdujeron las nociones de capital, usura y escasez, que se volvieron objeto de
intensas discusiones prácticas y teóricas. El Occidente capitalista experimentó una larga evolución que
ignoraría sus fundamentos económicos y sociales la ruptura con el Renacimiento.
Reflexión de la continuidad entre ambas etapas en la obra de Braudel, Civilización Material,
economía y capitalismo. Así, recuerda que hasta el XVIII la alimentación era fundamentalmente vegetal,
dentro de un ámbito en el que las cosechas estaban reguladas por las hambrunas. Hasta el xviii, los
rendimientos del trigo seguían siendo bajos, el abono seguía siendo humano y animal. A partir de siglo XI,
multiplicación de molinos que hizo del pan base de la alimentación europea. Asimismo, en la edad media, la
pesca nórdica y las nuevas técnicas de conservación de pescado hicieron del arenque un alimento europeo. La
pimienta fue un elemento importado de Oriente y esencial en la cocina medieval, cuyo consumo no disminuyó
hasta siglo XVII. Además, destaca dentro de esta continuidad el alcohol. En cuanto a la producción y al uso de
metales también destaca la continuidad entre ambas etapas y posteriores. Con respecto al ámbito del
nacimiento y desarrollo de la moda en el terreno indumentario, se suele atribuir a los siglos xv y xvi, pero
éstos se remontan al corazón de la edad media. Además, hay quien afirma que el modelo de costumbres que
configuró la civilización occidental databa en gran parte de la edad media. Así, Norbert Elias, afirma un
movimiento transversal que haría evolucionar a Europa desde el siglo XI hasta el siglo XVIII, siendo
momento en el que surge término progreso. Autor que insiste en los progresos de la civilización que
conciernen a lo cotidiano y al comportamiento humano. Ejemplo de ello son la difusión desde el siglo XIII de
los buenos modales en la mesa. La economía se mantuvo esencialmente agraria, y el campesino siguió siendo
un hombre dominado por señores. En cuanto al conocimiento transcurrió tan lentamente que fue a mediados
de xviii cuando un grupo de letrados decidió reunir los resultados de esa larga acumulación: La Enciclopedia.
Además, la Europa política tradicional parecía haber llegado a su fin con los tratados de Utrecht con el fin de
la Guerra de Sucesión española.
En este planteamiento debemos plantear la cuestión del año 1492. Para Franco Cardini, insiste en la
continuidad, en la expansión del mundo que se mantiene igual. Aquello a lo que él no llama Renacimiento
sino simplemente el mundo, proviene de esa Edad Media que produjo a Colón. Para Bernard Vincent se trata
de un año admirable, que no solo se queda en dicho descubrimiento, sino también expulsión de judíos
peninsulares, el fin de la Reconquista. Año admirable para el cristianismo el cual entra en la construcción
nacional: se inaugura el uso del castellano en toda España.
Ámbito donde el propio Shakespeare se va inspirar en autores medievales y vive totalmente en un
mundo medieval, así como temas y protagonistas propios del mundo medieval.
Otro ejemplo de la continuidad es el génesis del estado moderno. Si bien Occidente tuvo un largo
desarrollo sin ninguna ruptura significativa desde el siglo VII hasta mediados del XVII, fue el ámbito político
donde ese desarrollo fue el más espectacular. Es cierto que existieron intentos de ruptura antes de la
Revolución Francesa, pero fracasaron. La creación del estado moderno fue lenta.
Además, hay quien señala la importancia de los documentos escritos y el hecho de que el vocabulario
del derecho canónico medieval anticipe las expresiones del derecho administrativo moderno, con términos
como: auctoritas, utilitas publica, privilegium. Además, un elemento que ha caracterizado al estado en la edad
media y el inicio de los tiempos modernos es el sello.
El motivo que inspiró a los iniciadores de la idea de una época autónoma, el Renacimiento, fueron los
grandes descubrimientos, que impulsaron el comercio, pero a pesar de ello, la introducción de nuevos
productos en el occidente europeo no modificó sustancialmente la alimentación.
El propio Cipolla mostró precisión y brío que antes de la revolución industrial del siglo xviii no se
podía hablar más que de una sola y misma economía. De manera más general, la mayor evolución consecutiva
al descubrimiento concierne a la economía monetaria. La abundancia de metales preciosos, la difusión y la
creciente complejidad de las técnicas bancarias nacidas en la edad media condujeron al lento desarrollo del
capitalismo.
Los partidarios del Renacimiento como periodo consideran la eclosión de la Reforma como un giro
mayor que marca el fin del monopolio del cristianismo. Sin embargo, la influencia del cristianismo en la fe de
los occidentales se mantuvo casi intacta hasta el siglo XVIII. La práctica religiosa y la creencia retrocedieron,
de manera progresiva con consecuencias en los ámbitos de la filosofía y la literatura. Racionalismo irreligioso
tuvo mayor magnitud en Inglaterra con Thomas Hobbes, y John Locke.
Un signo del surgimiento del periodo que sucedería a la larga edad media es la publicación a partir de
1751 de la Enciclopedia o Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios, bajo impulso de
Diderot, D’Alembert, Voltaire, Montesquieu, Rousseau, etc. que afirmaba la superioridad de la razón y la
ciencia sobre el dogma cristiano.
La sociedad occidental que se levantaba y se concentraría en la Revolución francesa era producto no
sólo de la victoria del progreso sino también de la del individuo.
Además, nos encontramos con una edad media en la que existe un combate contra la obsesión por
dirigirse al fin del mundo, con la idea de renovación, que adoptó en ciertas épocas un carácter tan resuelto que
los historiadores modernos hicieron de ella “renacimientos”: carolingio, y el del siglo xii. Además, las
innovaciones entre siglo xii y xv, se caracterizan por un regreso a las virtudes de la época que se consideraba
como punto de referencia la Antigüedad grecorromana. Por esta razón los historiadores modernos le dieron el
nombre de Renacimiento. La edad media tradicional transmitió el sentimiento de avanzar mirando hacia el
pasado, que obstaculizó durante mucho tiempo la posibilidad de una nueva periodización.
La visión cambió cuando Petrarca en el siglo xiv arrojó a los siglos precedentes a la oscuridad y los
redujo a un periodo de transición neutro e impulso la bella Antigüedad y el renacimiento que anuncia. Siglos
que le da el nombre de Media Aetas, y así surge la Edad Media.
Para Le Goff, el fin de la larga de la edad media, y el cambio de periodo se sitúa a mediados del siglo
XVIII, que conlleva numerosos avances e invenciones, que concluyen el ámbito filosófico y religioso
precedente con la Enciclopedia, así como la aparición de movimiento antimonárquico en el ámbito político.
Además, acrecentada desigualdad entre ricos y pobres, signo de evolución económica y financiera. Podemos
afirmar que en el XVIII el Occidente entró en un nuevo periodo.
El Renacimiento no hubiese otra cosa que prolongar la edad media, que a su vez se vincula con la
Antigüedad. La inflexión decisiva del pensamiento que no concibe teología sin humanismo se produjo desde
la edad media. Así, Humanismo resultado de una larga tradición que se puede remontar a Antigüedad.
Además, la racionalidad que marca el Renacimiento ya lo encontramos en la edad media con las matemáticas
como método.
La realidad es que en el curso de la edad media hubo renacimientos plurales más o menos extendidos
y más o menos dominantes. La edad media tuvo conciencia de la novedad, el avance y la mejora.
Es necesario señalar que un verdadero periodo histórico es habitualmente largo: éste evoluciona
puesto que la Historia nunca es estática.

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