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La Edad moderna es el periodo que abarca desde el final de la Edad Media hasta el inicio la Edad
Contemporánea. Abarca aproximadamente unos tres siglos y medios: desde mitad del siglo XV
hasta finales del siglo XVIII. Este período de la historia tendrá gran importancia para la formación
del mundo actual. Será en la Edad Moderna cuando tenga lugar la revolución científica, cuando el
mundo conocido se amplíe y cuando se formen los Estados Modernos.
Junto a ellos, creció y se consolidó una nueva clase social: la burguesía, en cuyas manos
estuvo a lo largo de la Edad Moderna el poder económico, pero no así el poder político,
ejercido por la aristocracia mediante las monarquías absolutistas.
¿Cómo surge el nombre de Edad Moderna? El nombre de Edad Moderna proviene de la división de
la historia propuesta por Christoph Cellarius en el siglo XVII. En esta división de la historia se
proponían tres épocas: Edad Antigua, Edad Media y Edad Moderna. El término Edad Media ya
había sido introducido en época renacentista como forma de llamar a un período de la historia en
el que se habían perdido los valores y las culturas clásicas grecorromanas.
Cellarius, en base a esa idea de época Antigua basada en el mundo clásico, esa Edad Media en el
que supuestamente existió un retroceso cultural y ese concepto de Renacimiento del mundo
clásico, acuñó el término Neuzeit, que traducido al castellano queda como Edad Nueva o Edad
Moderna.
Esa época Moderna era la época en la cual Cellarius vivía. El término fue adoptado
posteriormente por distintos historiadores. Uno de ellos fue Johann Christoph Gatterer, que
definió los años de inicio y fin de cada época. Esta división de la historia tuvo éxito ya que
facilitaba el estudio de esta disciplina. Tan exitosa fue que se mantiene en la actualidad.
La fecha de inicio de la Edad Moderna suele tomarse en 1453. ¿Por qué 1453? Porque es el año de
la caída de Constantinopla. Con ello se ponía fin al Imperio Romano de Oriente. También
No obstante, para el inicio del período moderno suelen emplearse también otras fechas. Por
ejemplo, hay historiadores que marcan el inicio de la Edad Moderna en 1492, el año del
descubrimiento de América para el mundo europeo. Por otro lado, aunque no tan habitual, hay
historiadores que marcan el inicio de la Edad Moderna en el año 1517. Ese fue el año en el cual
Lutero publica sus 95 tesis, dando inicio a la reforma luterana.
La fecha final de la Edad Moderna tampoco tiene consenso. De forma habitual se suele fijar el final
de este período en 1789. En este año se produjo la Revolución Francesa, dando paso al fin del
Antiguo Régimen y al inicio de los Estados Contemporáneos.
Pero algunos historiadores también marcan el inicio de la Edad Contemporánea con la llegada de
la revolución industrial en el siglo XVIII y su expansión por el mundo entre este siglo y el XIX.
Finalmente, en Inglaterra su Edad Contemporánea se inicia en 1918, tras acabar la Primera Guerra
Mundial. Esto es así ya que allí, entre los siglos XVIII y XIX, no hubieron los procesos
revolucionarios que sí existieron en otras regiones del mundo.
En algunos libros la Edad Moderna se suele dividir en dos: Alta y Baja Edad Moderna. El punto de
inflexión sería la paz de Westfalia de 1648. Es decir, a mediados del siglo XVII. Esta fecha marcaría
el fin de la Guerra de los Treinta Años en Europa y el triunfo de los Estados Modernos. No
obstante, también suele tomarse como punto de inflexión la revolución científica, de fecha más
imprecisa.
Es decir, la Alta Edad Moderna iría desde mitad del siglo XV hasta mediados del siglo XVII. La Baja
Edad Moderna desde mitad del siglo XVII hasta final del siglo XVIII.
No obstante, esta división es más teórica que práctica. Es una división que se suele emplear en las
facultades para facilitar la enseñanza y el aprendizaje.
La Edad moderna se caracteriza por ser una época de grandes transformaciones en todos los
ámbitos de la sociedad del ser humano. Está época Moderna se caracteriza por el surgimiento de
los Estados Modernos en Europa, que conllevó una progresiva centralización del poder y la llegada
de las monarquías absolutas. La sociedad estamental va entrando en crisis y coge fuerza el sector
de la burguesía.
Resumir la historia Moderna en pocas palabras es complicado. Por ello hablaré de esta época
desde distintos puntos de vista.
En Europa surgirán los Estados Modernos en los cuales se desarrollará la monarquía absoluta. Los
Estados Modernos lucharán entre sí de forma continua. El apogeo de estas luchas será la Guerra
de los Treinta Años.
Fruto de los cambios en la economía la sociedad sufrirá modificaciones. El efecto más importante
fue el avance de la burguesía. La sociedad estamental característica de la Edad Media y de la Edad
Moderna finalizará con el inicio de las revoluciones contemporáneas. La burguesía jugaría un papel
fundamental. Poseedora de gran riqueza buscaría la cuota de poder político que le venía vetado
por viejas estructuras sociopolíticas que no daban más de sí.
Finalmente quiero hablar también de los avances científicos de la Edad Moderna. A inicios del
período moderno la invención de la imprenta tendrá gran importancia para la difusión de ideas. El
conocimiento ya no estaba reservado para pocas personas. Gracias a ello tuvo lugar la revolución
científica. En 1543 Copérnico publica De revolutionibus orbium coelestium. Ya en el siglo XVII
Galileo y Kepler confirman que el geocentrismo estaba muerto. En el siglo XVIII Newton
revolucionará la mecánica y la física. En este siglo en Europa aparecerán grandes científicos que
sentarán las bases de la ciencia contemporánea. Una ciencia que será uno de los pilares de la
revolución industrial.
La Edad Moderna es importante porque será en esta época cuando se sienten las bases del mundo
contemporáneo. Más allá de cuestiones políticas y de guerras, será en este periodo de la historia
cuando se asienten las bases del capitalismo. Cuando se produzca la revolución científica que
transformará el mundo del ser humano como nunca antes se había producido en la historia. Y
cuando la sociedad se vaya transformando hasta dejar la sociedad estamental del pasado y dar
paso, ya en la Edad Contemporánea, a la sociedad liberal.
El Estado Moderno es la organización política principal que se dio en Europa durante la Edad
Moderna.
El Estado Moderno nace a mediados del siglo XV, coincidiendo con el inicio de la Edad Moderna.
Tampoco es casualidad que naciera con el fin de la Guerra de los Cien Años y con el final del
proceso de conquista de la Península Ibérica por los Reyes Católicos.
Posteriormente, el Estado Moderno se consolida durante los siglos XVI y XVII. En estos siglos el
Estado Moderno se verá reflejado en las monarquías absolutistas imperantes en casi toda Europa.
¿Por qué surgieron los estados modernos? ¿Cómo surge el Estado Moderno? Son preguntas
básicas para conocer el origen del Estado Moderno. Desde la Baja Edad Media hubo una tendencia
hacia la unificación de estados y la constitución de monarquías más grandes. Estas unificaciones se
realizaron principalmente mediante enlaces matrimoniales o mediante conquistas.
Por ejemplo, en la Edad Media se unificaron el Reino de Aragón y el Principado de Cataluña para
constituir la Corona de Aragón.
Por otro lado, en Francia, el monarca francés pudo consolidar sus territorios a través del
sometimiento de la nobleza, lo que provocó guerras como la de los Cien Años. También amplió su
territorio conquistando el Reino de Borgoña entre finales de la Edad Media e inicios de la Edad
Moderna.
Este sistema político es opuesto al régimen señorial predominante en la Edad Media en Europa.
Durante este período de la historia existió en Europa una gran fragmentación política y la nobleza
señorial tenía mucho poder. El monarca no era absoluto y tenía que pactar con la nobleza de sus
territorios, lo que llegó a provocar conflictos. Sin embargo, con la creación de los Estados
Modernos, los monarcas empezaron a agrupar poder bajo su persona, lo que acabaría
desembocando en monarquías autoritarias y monarquías absolutas.
El Estado Moderno tenía un carácter centralista que favorecía al soberano en detrimento de los
poderes feudales y de la Iglesia. En Europa Central los estados minarán el poder del Emperador del
Sacro Imperio Romano Germánico. Es lo que se conoce como la crisis de los poderes universales
de la Edad Media.
Centralización de la política del Estado mediante la creación de órganos políticos comunes a todo
el territorio. Un ejemplo lo podemos ver en el sistema de gobierno de Carlos V.
Promulgación de leyes generales comunes para todo el territorio bajo dominio del soberano. Esto
difiere de la Edad Media, donde existen multitud de leyes y fueros, incluso dentro de unos mismos
estados.
Maquiavelo
Nicolás Maquiavelo destacó por su libro El Príncipe, publicado el 1513. En este libro el italiano
intentó transformar la política en una ciencia empírica. Su libro el Príncipe se podría calificar como
un manual a seguir por los soberanos de la época. Aunque Maquiavelo se centró en los gobiernos
de Italia, se podía extrapolar su discurso al resto de estados europeos.
El príncipe soberano debía gobernar con táctica y oportunismo. El príncipe no tenía que someterse
a otras entidades como la Iglesia. No debía tener temor a mentir a sus súbditos en aras del interés
supremo del Estado. En definitiva «el fin justifica los medios».
Jean Bodin
Otro intelectual del siglo XVI fue el francés Jean Bodin. Destacó por sus aportaciones a la teoría del
Estado. Desarrolló el concepto de soberanía, tan importante para estas monarquías autoritarias
del Estado Moderno.
Bodin argumentó que era necesario un poder fuerte para que existiera prosperidad. Este poder
fuerte tendría que velar por los intereses de toda la sociedad. El soberano tendría el poder como
consecuencia de un pacto que le da permiso para gobernar. Pero el gobierno no sería pactado,
sino que sería autoritario. En definitiva, hay un pacto para elegir al gobernante, pero no para elegir
el tipo de gobierno que ejerce el gobernante.
En resumen, para Bodin el ideal de gobierno es la monarquía absoluta. El rey debe tener todo el
poder en sus manos y todos deben obedecerle. El Rey es el mismo Estado. Una ideología que
tendrá su mayor expresión en las monarquías absolutas de los Estados Modernos del siglo XVII.
Anteriormente hemos hablado de las características básicas del Estado Moderno. Ahora hablaré
de las características de las monarquías que gobernarán el Estado Moderno. Estos instrumentos y
características son básicas para entender el estado europeo de la Edad moderna y el control que
llegaron a ejercer los soberanos en el poder político.
Estas características son las siguientes:
La guerra fue el medio político principal de los soberanos de los Estados Modernos. Desde la Baja
Edad Media, y con influencia de la Guerra de los Cien Años, el monarca necesitó consolidar su
poder mediante el empleo de la fuerza. Esto llevó a la creación de un ejército de forma
permanente.
Esta necesidad militar llevó a la contratación de mercenarios. Eran profesionales de la guerra que
tenían una necesidad económica. Esto llevó a que los estados más grandes y ricos pudiesen pagar
más y mejor. También podían comprar mejores y novedosas armas. Se desarrolló la artillería, la
ingeniería militar y las unidades militares especializadas como los tercios españoles. Esto es
ejemplo de la llamada «revolución militar» de la Edad Moderna.
Además, las empresas bélicas ayudaba a crear un ideal común. Podía llegar a unificar el país en
proyectos comunes y a conquistar nuevos territorios.
La política hacendística
La necesidad de dinero para pagar al nuevo ejército permanente llevó a tener que disponer de
ingresos económicos regulares. Como consecuencia se intensificó la hacienda pública y la
recaudación de impuestos.
En muchos casos la necesidad de aumentar impuestos directos llevó a tensiones internas. El Rey
tenía que buscar financiación externa o a convocar a Cortes o Estados Generales para pedir dinero
a la nobleza, la Iglesia y la burguesía. Para intentar evitar estos conflictos y para no tener que
depender de terceros, a lo largo de los siglos XVI y XVII irían creciendo los impuestos indirectos.
La diplomacia
Durante el Renacimiento crecieron las relaciones diplomáticas entre los distintos estados. EL
origen de esta diplomacia fue la paz de Lodi de 1454 en Italia, la cual estableció un relativo
equilibrio político en Italia y permitió que los príncipes italianos enviaran agentes al resto de cortes
para cuidar las relaciones internacionales.
De esta forma, mediante la diplomacia se podía tanto recabar información del «enemigo» como
firmar pactos o acuerdos puntuales. Esta diplomacia se extendió posteriormente por el resto de
monarquías europeas. Finalmente se llegaría a tener embajadas permanentes. Venecia sería
pionera en tener embajadores permanentes a otros estados. Con ello se mejoraban las relaciones
internacionales.
La legislación y la justicia.
En este derecho se fomentaba la supremacía de la autoridad del monarca frente a los otros
poderos. La legislación fue clave para consolidar el autoritarismo y para dar paso al absolutismo.
Así, en cada estado, se fueron unificando de forma lenta y progresiva las distintas leyes en base al
derecho romano y al Código Justiniano.
Consecuencias de la implantación del Estado Moderno: los estados modernos de los siglos XVI y
XVII
¿Qué consecuencias tuvo la llegada de los Estados Modernos? Entre las consecuencias más
destacadas encontramos las siguientes:
Crisis de los poderes universales de la Edad Media. Se produce una minoración del poder del Papa
y del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico en favor de los soberanos de los estados.
Se van afianzando las instituciones estatales, menos universales que la idea de Cristiandad y de
monarquía universal que representaban la Iglesia Romana y el Imperio. A inicios de la Edad
Moderna hubo un intento de recuperar la idea universal a manos de Carlos V. Pero su idea fracasó.
Y con ella llegó el triunfo de los estados.
El triunfo de las monarquías de los grandes estados europeos. Diversos territorios europeos se
agruparon en estados mayores. Ello permitió la llegada de grandes estados comandados por reyes
con monarquía hereditaria. Son los casos de España, Francia, Inglaterra, Portugal, Dinamarca o
Suecia. Sin embargo, también se podían encontrar casos de monarquías electivas, como los casos
de Bohemia, Hungría y Polonia. Un ejemplo de gran monarquía fue la de Felipe II en España, que
se olvidó de ideales mayores e intentó consolidar la Monarquía hispánica.
La consolidación de estados menores. No todos los Estados Modernos fueron grandes monarquías
en grandes territorios. Existieron multitud de estados menores que mantuvieron su independencia
y su soberanía. Aunque eran, en su mayoría, monarquías autoritarias, podían existir repúblicas
como la Confederación Suiza. Un ejemplo de estos estados son los estados alemanes o los estados
italianos. Aunque a pesar de mantener su independencia, solían estar a merced del juego político
de las grandes potencias de los siglos XVI y XVII.
En este artículo has podido descubrir qué es el Estado Moderno, cuándo nación y sus
características principales. El Estado Moderno fue un elemento político fundamental en la historia
moderna de Europa entre los siglos XVI y XVII.
Tras la paz de Westfalia de 1648 los Estados reforzarán su autonomía y su identidad política. A
partir de entonces la diplomacia internacional reconocerá a los Estados como organizaciones
políticas existentes en un territorio delimitado por fronteras y con leyes propias. Los poderes
universales serán finalmente relegados a tercer plano.
A partir del siglo XVIII el Estado Moderno mantendrá esta base política, pero irá variando
lentamente a causa de la industrialización, del capitalismo y de los cambios políticos.
Del Despotismo Ilustrado del siglo XVIII se dará paso a una crisis del Antiguo Régimen con la
irrupción de la Revolución Francesa en 1789. Y, aunque las características existentes en la Edad
Moderna desaparecerán, los Estados Modernos serán la base de los Estados Contemporáneos.
Por ejemplo, muchos de los Estados Modernos surgidos a inicios de la Edad Moderna son estados
europeos actuales.
La crisis de los poderes universales
¿Qué son los poderes universales? Los poderes universales fueron los poderes políticos
predominantes en la Edad Media. Eran los que habían tenido un mayor peso en la política
medieval. Estos poderes universales eran el Papado de la Iglesia Católica y el emperador del Sacro
Imperio Romano Germánico. ¿Por qué tenían un mayor poder? Básicamente porque los estados
no eran tan fuertes como serán los estados modernos. Esto implicaba que los monarcas y la
nobleza tuviera un menor peso económico, político y de prestigio respecto el Emperador y el Papa.
A partir del siglo XIII la institución monárquica fue diferenciando su autoridad frente a las
instancias universales que se habían erigido en depositarias del poder político durante la Edad
Media (los poderes universales anteriormente mencionados). Además, la monarquía también irá
ganando peso económico y político frente a las estructuras particulares del dominio señorial
(principalmente la nobleza) características de la sociedad feudal.
El poder universal del Papa derivaba del hecho de ser la cabeza espiritual del conjunto, y se
caracterizaba por compartir la religión cristiana bajo la dirección del Sumo Pontífice. Todo esto
cambiaría a raíz de la Reforma protestante, que sacó de la obediencia de Roma a muchas iglesias y
cristianos europeos.
Al mismo tiempo, los afanes de los distintos soberanos por controlar sus iglesias nacionales,
llevaron a fuertes tensiones con el Papado y en algún caso (como en Inglaterra) fueron decisivos
para llevar el país hacia la ruptura con Roma y la reforma protestante.
Durante el periodo medieval los emperadores de Occidente se consideraron como los legítimos
sucesores de los emperadores romanos. La ideología imperial mantuvo la concepción universalista
característica del Bajo Imperio Romano, pero con la influencia de la religión cristiana. Se conformó
así el Sacro Imperio Romano Germánico.
Pero los conflictos de los siglos XIV y XV, como la Guerra de los Cien Años, y la debilidad del
Imperio, cada vez con menos pretensiones universalistas y más identificado con la nación
alemana, pusieron de manifiesto la naturaleza de los nuevos poderes: los reyes soberanos.
Por otro lado, se desarrolló un proceso de “imperialización” en la figura del rey que se reveló con
la apropiación de una serie de símbolos y atributos hasta entonces privativos al emperador: la
utilización del título de majestad, la adaptación del derecho romano a las ambiciones centralistas
del monarca, la representación pictórica del rey con vestidos y ornamentos imperiales y la
sacralización del rey, entre otros.
La doctrina del origen divino del poder real se desarrolló en todas las cortes europeas, pero
particularmente en Francia. El rey galo era rey “por la gracia de Dios”. Los reyes franceses
reeditaron la saturación simbólica de las coronaciones. También se atribuyeron poderes
taumatúrgicos y lucharon por la consecución de la forma de gobierno absolutista. Los reinados
fueron adquiriendo un mayor poder. Fue la época de la consolidación de los reinados de Francia,
de Inglaterra, del nacimiento del reino de España.
El poder del emperador, ya muy debilitado a finales del siglo XV, conocería con Carlos V una nueva
ocasión para convertirse en el árbitro de Europa, aunque ya no sobre la base de su poder en los
territorios propios del Imperio, sino a partir de su condición de rey de la pujante Castilla y el
importante aporte monetario de sus dominios en Indias. Carlos V, depositario de una herencia
inmensa, protagonizó un proyecto imperial de dimensiones mundiales. Pero la Reforma
contribuyó a debilitar aún más su poder en el ámbito alemán y, al igual que su abuelo Maximiliano
I, fracasó en el intento de constituir allí una monarquía moderna.
Finalmente, Carlos V se vio obligado a reconocer el fracaso de la universitas christiana que había
pretendido reconstruir. Por tanto, los poderes universales de la Edad Media dieron paso a unas
monarquías más autoritarias a inicios de la Edad Moderna, que después irán encaminadas hacia el
absolutismo.