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Antropología.

Mirta Lischetti
La idea de Progreso (Páginas 98 a 102)
El siglo XIX esta vinculado con la idea de progreso: es el avance de la civilizacion
desde el pasado hacia el presente, se encuentra esbozada en el pensamiento griego.
Para los griegos, el presente no indicaba que se avanzara hacia una meta mejor
deseable.
Según Bury, la idea de progreso no aparece hasta que se conciba que la civilización
esta destinada a avanzar en el futuro, lo que en el pensamiento occidental ocurrirá a
partir del siglo XVIII.
La Edad Media no es productora de la idea, ya que la fuerza del pensamiento teológico
radica en el énfasis puesto en la vida ultra terrena y en el camino de la perfección
hacia Dios.
El Renacimiento volverá su mirada a la antigüedad Clásica, desarrollará la noción de
una humanidad en constante progreso hacia el futuro, y empiezan a surgir algunas
voces en este sentido.
El pensamiento francés de la ilustración forma esa idea. El principal aporte se debe a
Guizot, que intenta explicar el progreso sin recurrir a la filosofía. Guizot lo tomo con un
hecho que se reflejaba en la humanidad.
Saint- Simón, con su teoría del desarrollo humano, la idea que la concibió en el siglo
XIX.
Bury señala que esta noción no supone solamente la mejora material y bienestar
social, sino que implica también el desarrollo de la vida individual, de las facultades
propias de cada hombre, de los sentimientos y de las ideas.
A mediados del XIX, ya no había discusión de la posibilidad de progreso material y
espiritual, y menos ya que la civilización era el grado máximo de progreso que había
logrado la humanidad. Pero no había un acuerdo absoluto sobre la cuestión del
progreso continuo e indefinido.
Los pensadores que sostenían que la meta final era conocida( determinando estado de
cosas al cual se llegaría pronto) eran los que sostenían la idea de progreso continuo, y
quienes apoyaban la hipótesis opuesta, la idea de que la meta era desconocida y el
desarrollo sin fin, son los que hablaban del progreso indefinido.
A medida que la ciencia contribuyó a mejorar el progreso material, la creencia en el
progreso se generalizó. Esa ilusión de que el avance científico implica el avance
material y social, que contribuyó a consolidar la idea de progreso indefinido.
El problema de los pensadores del XIX fue que hasta el XVII, la idea de progreso no
había sido examinada a fondo sino que se la daba por sentada. Los llevó a suponer e
investigar que la existencia de una ley del progreso debía existir. Esta vía desembocó
en Spencer, quien intentó establecer una ley general de progreso humano a partir de
las leyes biológicas de la selección natural, la supervivencia del más apto, y de la
cultura como producto de la herencia biológica. El progreso no es un accidente sino
una necesidad. El progreso humano aparece como una secuencia del movimiento
cósmico general, del cual los sujetos solo forman parte del camino predeterminado.
Los pueblos considerados inferiores, lo son por ley natural y no hay cambio histórico
posible.
La paradoja de Spencer se sintetiza al señalar que las virtudes que él señalaba como
indicadores del progreso de una generación a otra, constituyen procesos de
adquisición cultural en distintos contextos históricos. La diversidad cultural no está
atrapada en una serie de genes hereditarios y prefijados en el sistema nervioso sino
que por el contrario refleja la capacidad humana de aprender y de transmitir
experiencias distintas en situaciones distintas.
Esta idea refleja el triunfo de la sociedad burguesa europea, dueña del mundo y
autora de las leyes sociales que quedaron así legitimadas como naturales, con su
atroz consecuencia para las clases oprimidas, pero también, para los pueblos no
europeos.

El pensamiento Evolucionista
Las leyes y el afán de explicar la naturaleza humana, llevó a los pensadores del siglo
XVIII, a bucear en las ciencias naturales. Al modelo de perfección y rigurosidad
científica, lo constituía la Física Mecánica, ejemplo: Física Newtoniana. La ley de
gravedad cumplía las expectativas de los pensadores sociales, que intentaban
establecer leyes similares para el conocimiento humano. Esta influencia se denominó
el mecanicismo en las ciencias sociales.
La física en el siglo XIX se apartó del modelo mecánico de Newton para investigar
otros aspectos como la energía. La naturaleza se presenta como un sistema de
movimientos, de energías, de magnitudes mensurables. El cambio desde la física
mecánica, hasta la física cuántica influyó en las demás ciencias, más allá de las
ciencias sociales. La consecuencia fue que en la física cuántica, las leyes de la
naturaleza no tienen un carácter tan estricto como la física clásica; no se da un
determinismo riguroso de los fenómenos sino leyes de probabilidad.
La biología con las leyes de evolución biológica, rompieron con el supuesto fijismo de
las especies, que lograron una síntesis de gran alcance explicativo, sin problemas.
La ambición a la ciencia del siglo XIX tiene como fundamento, según Duby y Mandrou,
la fe en un progreso científico capaz de reunir a todas las ciencias en un solo saber de
base matemática que explicaría el universo y las galaxias, el hombre pensante y aún
Dios. Las ciencias del hombre buscaron las leyes generales de un determinismo
humano. Spencer y Darwin influyeron en el pensamiento antropológico del siglo. El
esfuerzo de Spencer por probar que la naturaleza humana, era un producto de la
evolución, abrió el camino al determinismo racial.
Según M. Harris, fue Spencer quien popularizó el término evolución y la expresión
supervivencia del más apto. La idea de que existía una ley universal de desarrollo, lo
llevó a sostener que “la civilización en lugar de ser un artefacto, es parte de la
naturaleza”
La diversidad de la conducta y de la cultura humana se incluyen en esta ley universal.
La consecuencia de este pensamiento , consistió´en la sobre-estimación de los
factores hereditarios como elementos causales de la conducta humana. El siglo XIX, es
responsable de la discriminación racial basada en supuestas y poco probadas causas
científicas. El contexto de producción de teorías: colonialismo.
El gran exponente fue Darwin en su obra “El origen de las especies”, afirmaba la
existencia de leyes de la naturaleza, la inevitabilidad del progreso y la justicia del
sistema de la lucha, sin la cual no se puede alcanzar el progreso, como resume Harris.
En esta obra no se hace mención a la evolución humana, sino que obedece a las
mismas reglas que la evolución animal. El aporte fundamental lo recoge las ciencias
naturales, toma la imagen del hombre como criatura privilegiada de Dios. Somos una
especie mas de entre las miles de especies que pueblan el planeta, sujetos a las leyes
naturales como los animales y las plantas.
En La descendencia del hombre, Darwin plantea la relación entre la selección natural y
la evolución humana. El problema de Darwin consiste en no separar los cambios
producidos y determinados por la herencia biológica, de las conductas aprendidas y
extra-somáticas.

Criticas al evolucionismo (Páginas 146 a 147)


Boas desarrolló su teoría de la cultura, que confronta con el evolucionismo, nos
permite entender sus criticas a esta corriente.
a. el énfasis en un enfoque histórico
b. el imperativo de estudiar cada cultura desde adentro.
a. Boas planteó la necesidad de un enfoque histórico de la cultura, pero no a la
manera de los evolucionistas. Sostuvo que no existía un único sentido de la historia a
través de cuyas etapas habrían de transitar las diferentes culturas, marchando hacia
un estadio de racionalidad representado por la sociedad occidental. Argumentó que
cada cultura tenía una historia original, osea que estaba conformada por un conjunto
de pautas, valores y tradiciones, de distintos orígenes geográficos o de propia
creación, que constituían una realidad ecléctica. El origen de los rasgos culturales
incorporados por un proceso de difusión que podían ser rastreados históricamente,
pero no debía olvidarse que ellos no eran adoptados por el grupo social sin previas
modificaciones, sino a través de un proceso de adaptación en la cual esos rasgos
adquirían un significado dentro de esa cultura, cambiando el sentido que tenían en su
contexto original.
Criticó con énfasis la insistencia del evolucionismo en el uso de una método
comparativo que cotejaba rasgos culturales individuales, aislándolos del contexto total
que les da el sentido.
b. Boas tomó la necesidad de entender los fenómenos culturales “desde adentro”. En
el caso del estudio de las culturas, dado que las conductas se basan en pautas
tradicionales que estructuran el mundo del nativo, el antropólogo tendría que tratar de
ver el mundo “a través de los ojos del nativo”, en vez de imponerle un marco de
racionalidad exterior constituido por la propia racionalidad occidental, a la manera en
que lo hacían los evolucionistas.
El evolucionismo tayloriano, encontraba que las diferencias entre primitivos y
civilizados podrían cifrarse en la dualidad sin razón/razón en la cual los pueblos no
occidentales eran definidos como “primitivos”. Boas consideró que cada cultura era
cualitativamente diferente e históricamente particular, y encontró que los intentos de
explicar las culturas no occidentales en términos evolucionistas eran una iniciativa
etnocentrica.

La obra de Darwin: Ciencia, Poder y visión del mundo (Páginas 212 a 215)
La obra de Darwin(“El origen de las especies”,1871, “La descendencia del Hombre”)
implicó a la comunidad científica y al publico en general. Los enunciados de la teoría
de la evolución enfrentan a los enunciados de la teología, e inician una lucha entre
instituciones por el poder de un determinado conocimiento acerca de la vida del
hombre. Estos enunciados van a ser tomados como bandera por los partidarios de
posiciones libertarias y socialistas, politizando la polémica, sacándola de los ámbitos
científicos. A esta teoría se la relaciona con la teología, la sociedad y la política. Hay
dos argumentos que se oponen a la teoría, y son de dos tipos: los que se refieren a
cuestiones teológicas, y los que le cuestionan deficiencias técnico-metodológicas:
noción de especie y variación, insuficiencias demostrativas, la teleologia.
En cuestión al primer argumento, la obra de Darwin, tiende al materialismo y al
ateísmo: el pensamiento destinado a terminar con una serie de ideas religiosas. El
debate se entabla entre los creacionistas y los evolucionistas. Mas allá de su obra,
Darwin demuestra no entra en esa polémica y se muestra respetuoso de la Biblia y los
dogmas cristianos, expresando que sus teorías no tienen nada que ver con la
explicación de las ultimas causas. Uno de sus seguidores, Haeckel, afirma que no
existe ninguna diferencia entre los hombres y los animales y niega el dogma de la
resurrección de los cuerpos y de la inmortalidad del alma.
Los teólogos reconocen como error de aquella época el haber tomado a la Biblia como
un libro de ciencias naturales, y las relaciones entre la ciencia y la religión son de
mutuo respeto.
La teoría de la evolución se inscribe en esa corriente ideológica, que unida a la
revolución industrial y a las relaciones políticas, a a hacer cambiar los intereses
científicos, dando el origen a una serie de teorías acerca de la evolución social y
cultural de la humanidad, que amenazaban el orden existente, dejaban atrás el
pensamiento dualista cartesiano: que distinguía al hombre como “res Cogitans”,
dotado de alma y/o razón, y por el otro, veían al hombre como “res extensa”,
mensurable y cuantificable en su aspecto físico- anatómico.
Principios del XIX, una serie de hechos científicos y sociológicos convergen hacia una
concepción unitaria del hombre, en la que tanto la anatomía, fisiología, psicología y la
moral son consideradas partes de un mismo saber: el saber sobre el hombre, saber
que va a consistir en pensarlo como emparentado con los animales, colocandolo
dentro del medio natural y dentro de una historicidad con tiempo y leyes humanas.
Además de la polémica Iglesia/teoría de la evolución, o materialidad/espiritualidad en
el hombre, la teoría de la evolución va a dar lugar a otra, que va a enfrentar lo natural
con lo histórico o cultural en el hombre. Pero que trata de otra situación, en la que no
se discute la materialidad del cuerpo del hombre y la existencia o no del alma, sino la
interpretación de sus comportamientos, atribuyéndolos bien a la biología o a la
historia.
En los temas que nos preocupan, vamos a poder construir distintos tipos de
sociedades, según pensemos que los comportamientos de los hombres están
determinados biologicamente: fijismo, o pensemos que dichos comportamientos se
arman a partir de la vida social de los hombres, significando la posibilidad de
transformarlos: biologicismo.
Señalamos los limites biológicos que para toda la vida humana, tanto de la especie
como del individuo, suponen la enfermedad, la decrepitud y la muerte. Como también
es importante señalar las potencialidades de la especie: la premisa biológica del
psiquismo humano.
La relación biológica/historia va a partir de posiciones irreductibles, situada a
mediados del siglo XIX, hasta la actualidad con posturas conciliadoras, habiendo
pasado por momentos de mucha virulencia y hegemonía de una u otra, explicitando
en cada caso los razonamientos teóricos a que dieron lugar.
Malthus afirma que los bienes de subsistencia aumentan aritmeticamente y la
población geometricamente, es necesario prevenir las posibles situaciones
catastróficas futuras. Cada uno debe esforzarse en obtener su parte, mediante el
trabajo en la sociedad; los pobres, los perezosos, los inútiles no tienen derecho a vivir
a expensas de los demás. Su desaparición es un efecto beneficioso para la sociedad.
No hay que hacer nada para evitar la competencia entre los hombres en cuanto a los
bienes de subsistencia.
La teoría de Darwin, condujo a los científicos sociales, liderados por Spencer a
elaborar una teoría con esos contenidos para explicar el funcionamiento de la
sociedad. Cuando en realidad, lo que sucedió, fue que Darwin quien se inspiró en
teorías sociales, en especial las desarrolladas por Malthus, para construir la teoría d la
evolución. En sus propias palabras: “Esta es la teoría de Malthus aplicada a todo el
reino animal y vegetal”.
Spencer en 1852, escribe “Una teoría de Población”, que es una respuesta a Malthus,
en su argumentación se desarrollo en términos fisiológicos y no en términos socio-
culturales, siendo que él era un estudioso de la sociedad. Sostiene que la inteligencia
y la fertilidad están en relación inversa.
Según Harris: “Las células de la mente y las del sexo compiten por los mismo
materiales. El exceso de fertilidad estimula una mayor actividad mental porque cuanta
mas gente hay, mas ingenio se necesita para mantenerse en vida. Los individuos y las
razas menos inteligentes mueren y el nivel de inteligencia se eleva. Pero este
aumento de inteligencia sólo se logra a costa de intensificar la competencia entre las
células de la mente y las células del sexo, y en consecuencia se produce una
progresiva disminución de la fertilidad”.
Ashley Montagu, señala como una determinada interpretación del mundo animal
modeliza una interpretación de la sociedad humana. La falsa idea de que el mundo
animal se caracteriza por una feroz lucha por la existencia y que la sociedad humana,
se caracteriza por “la lucha, la hostilidad, la competencia desaforada y la
agresividad”.
Thomas Huxley en 1888, publicó un articulo: “La lucha por la existencia: un
programa”, que afirma que no guarda relación con el concepto de selección natural,
no se explica como a partir de esta lucha se va a producir la evolución del hombre a
partir de animales no humanos.
Y según Ashely Montagu, cada tribu, cada nación debía resolver el problema de su
lucha por la vida. Esta forma de concebir la evolución era una justificación del
liberalismo económico, pero planteado mas dramático, fácil de entender y mas
popular.

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