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Este documento describe las escuelas unidocentes en Costa Rica, sus oportunidades y retos. Brindan educación primaria completa en zonas rurales donde hay poca población, lo que amplía el acceso a la educación. Un docente enseña a todos los niveles en el mismo salón. Esto genera oportunidades para desarrollar habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y valores en los estudiantes. Sin embargo, también enfrentan retos como falta de recursos, infraestructura deficiente y poca valoración social.
Este documento describe las escuelas unidocentes en Costa Rica, sus oportunidades y retos. Brindan educación primaria completa en zonas rurales donde hay poca población, lo que amplía el acceso a la educación. Un docente enseña a todos los niveles en el mismo salón. Esto genera oportunidades para desarrollar habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y valores en los estudiantes. Sin embargo, también enfrentan retos como falta de recursos, infraestructura deficiente y poca valoración social.
Este documento describe las escuelas unidocentes en Costa Rica, sus oportunidades y retos. Brindan educación primaria completa en zonas rurales donde hay poca población, lo que amplía el acceso a la educación. Un docente enseña a todos los niveles en el mismo salón. Esto genera oportunidades para desarrollar habilidades de liderazgo, trabajo en equipo y valores en los estudiantes. Sin embargo, también enfrentan retos como falta de recursos, infraestructura deficiente y poca valoración social.
La escuela unidocente en Costa Rica: oportunidades y retos
Introducción
El presente ensayo expone sobre la escuela unidocente, sus oportunidades y
retos, logrando al final de la lectura de este un conocimiento claro sobre la importancia de estas instituciones en las comunidades rurales. Las escuelas unidocentes, según menciona Cartín (2018) son “destinadas a la atención de la población estudiantil dispersas de las comunidades rurales, procurando que los estudiantes se beneficien y tengan la posibilidad de mejorar su nivel de vida al tener acceso a una educación primaria completa” (p. 11). El fin de estas escuelas es la igualdad de la educación en zonas rurales y urbanas, impartiendo los seis niveles de educación primaria. El sistema educativo unidocente es reconocido como centros educativos donde se ofrece el I y II ciclo de la educación general básica, donde los estudiantes son atendidos únicamente por un docente; por lo general estas escuelas se ubican en comunidades rurales donde la población es escasa. En una misma aula se ubican todos los estudiantes desde primero hasta sexto, por lo que se debe contar con una buena organización administrativa y didáctica por parte del docente. Como menciona Alvarado y Maya (2009) la función de los docentes es fundamental porque deben asumir mayores responsabilidades que la de un maestro con un solo grupo a cargo, ya que deben planificar y desarrollar acciones en las áreas: pedagógicas, administrativas y comunales, lo que le permite tener experiencia en los diferentes campos de la gestión escolar, lo cual los enriquece a nivel personal y profesional y los capacita para desenvolverse en diferentes ámbitos del sistema educativo, oportunidad que no tienen los otros educadores y educadoras (p. 15). El docente al gestionar gran cantidad de funciones, en la mayoría de los casos busca la colaboración de la comunidad para lograr un adecuado funcionamiento de la institución, sin embargo, para que la colaboración sea recíproca el docente debe ser: motivador, buen escucha y buen líder para el trabajo colaborativo.
Las escuelas unidocentes muchas veces se ven afectadas por: la falta de
presupuesto, recursos didácticos, equipo tecnológico, mala infraestructura, problemas de acceso y alimentación, son parte de algunos retos que enfrenta diariamente los alumnos y docentes de las escuelas unidocentes y que más adelante se explican con mayor detalle. Otras dificultades que se pueden agregar según Alvarado y Maya (2009) “la poca o casi nula valoración de la escuela unidocente, la ausencia de procesos sistemáticos de capacitación y actualización de los maestros y las maestras, entre otros” (p. 18). Desarrollo Oportunidades La educación es una práctica de desarrollo social que responden a un contexto socioeducativo, por lo que se considera importante analizar la oferta educativa que disponen los ciudadanos para la enseñanza- aprendizaje, por lo que se considera de vital importancia conocer la escuela unidocente al respecto. Siguiendo a Díaz, Solano, & Alvarado,(2002) citado por Cartín (2018) donde expone que a finales de la década de 1940, el Ministro de Educación Pública, el señor Uladislao Gámez, dio como directriz que las escuelas debían impartir los seis grados de enseñanza primaria, no obstante, no se logró aplicar esta iniciativa sino hasta inicios de la década de los 60, en la administración del presidente don Francisco J. Orlich, siendo Ministro de Educación el señor Ismael Antonio Vargas Bonilla. En el año 1963, el MEP establece las políticas que garantizan el acceso a la educación primaria completa y dan origen a la escuela Unidocente. Las escuelas unidocentes cumplen con la necesidad de ampliar la cobertura de la educación primaria a zonas alejadas donde se ofrecía únicamente el I ciclo de la Educación General Básica, por lo que, brinda una serie de oportunidades para las personas que viven en zonas rurales. Para lograr un modelo de escuela unidocente se contemplaron 4 componentes para un modelo pedagógico: Gestión institucional, gestión comunitaria, gestión regional y gestión pedagógica. Vargas, Solano y Alvarado (2016) a partir de estos cuatro componentes en Costa Rica se desarrolló el modelo de las escuelas unidocentes, a partir de la década de los años 90. Cada uno de ellos es considerado una pieza necesaria para que la escuela unidocente pueda responder a las características contextuales, a sus particularidad multigrado y a la política educativa en concordancia con el modelo de desarrollo vigente en el país. Las escuelas unidocentes actualmente se encuentran en casi todo el territorio nacional, en las cuales se alberga 30 o menos estudiantes, deben cumplir con el horario regular e impartir las siguientes asignaturas: español, matemáticas, ciencias, estudios sociales, lengua extranjera, lengua indígena (en escuelas indígenas) y asignaturas complementarias (religión, educación física, educación musical entre otras). De acuerdo con Cartín (2018) en cuanto a la jornada “Durante la jornada diaria se dedican 55 minutos para recesos y 40 minutos para el almuerzo de los estudiantes” (p. 22). Las escuelas unidocentes se han venido transformando durante varios años, con el fin de lograr una educación de equidad y beneficiando al actor principal que es el estudiante. Entre sus transformaciones están; la capacitación docente, la infraestructura, programas de estudio, materiales, horarios y aporte tecnológico para brindar una enseñanza de calidad. Según Cartín (2018) durante la estadía del ministro de educación Don Leonardo Garnier Rímolo, se definen líneas estratégicas para estas escuelas con el fin de orientar la labor en el campo educativo, por lo que se pretendía que los estudiantes lograran: aprender lo que es relevante y aprenderlo bien, que aprendan a vivir y a convivir, desarrollar una capacidad productiva y emprendedora, lograr un estilo de vida saludable, educación de calidad, entre otros. Expuesto lo anterior, se puede visualizar que la mediación pedagógica de este sistema debe ser de forma correlacionada o integrada, que pueda cumplir con el currículo y a la vez atender las necesidades, las características y ritmos de aprendizaje de los estudiantes. La educación recibida en una escuela unidocente genera una serie de oportunidades tanto para el docente como para los estudiantes, por medio de este sistema el docente aprende a organizar administrativamente, didácticamente y creativamente una institución, además, debe ser un buen líder que guíe con éxito toda una comunidad estudiantil y de padres de familia, se puede decir que el docente adquiere mayor responsabilidad pero también “enriquece a nivel personal y profesional y los capacita para desenvolverse en diferentes ámbitos del sistema educativo, oportunidad que no tienen los otros educadores y educadoras” (Alvarado y Moya, 2009, p. 15). Además, a nivel de planeamiento tiene la oportunidad de correlacionar un aprendizaje esperado en varias asignaturas logrando el adecuado conocimiento de los estudiantes. En el caso de los estudiantes “deben asumir un papel diferente, ya que la dinámica escolar requiere de niños y niñas que sean autónomos, solidarios, que puedan seguir indicaciones, que investiguen, analicen, pregunten y conozcan donde pueden encontrar la información y la ayuda que requieren” (Alvarado y Moya, 2009, p. 16). Al pertenecer a la escuela unidocente, los estudiantes aprenden a realizar trabajo cooperativo, ya que, por lo difícil que se vuelve el manejo de grupo, y al tener todos los niveles en la misma aula, el docente debe fomentar técnicas que se ajusten para lograr que todos los niños trabajen, y una de esas técnicas es el trabajo grupal, donde los estudiantes deben aprender a tener empatía y tolerancia para ir trabajando el material asignado. Diariamente el estudiantado desarrolla actividades compartidas, ya que su docente no puede brindarles una atención directa y constante, por tal motivo el estudiante se convierte en el centro del proceso de aprendizaje. El docente sigue su papel de mediador, pero planificando actividades independientes y grupales, en las que se dé una metodología de investigación para que ellos construyan sus conocimientos. Otra oportunidad que brinda este sistema es la convivencia de niños de diversos grados y edades, por lo que se hace necesario implementar buenas relaciones interpersonales, de cooperación y solidaridad entre ellos, fortaleciendo los valores y la formación de ciudadanos que valoran y respetan a los demás. Como se dijo anteriormente, estas escuelas son un gran beneficio para las zonas rurales ya que además de la educación estas instituciones pueden también coordinar procesos de encuentros deportivos, festivales, actividades sociales, entre otras que brinden al estudiantado un desarrollo emocional y la posibilidad de relacionarse con otras personas. La mayoría de los estudiantes se conocen y en algunos casos son familia. Además, la comunidad tiene buena relación con la institución, son un complemento una de la otra para lograr sus objetivos. Referencias Bibliográficas
Alvarado, R., Maya, A. (2009). La Escuela Unidocente: Un Reto Y una
Oportunidad para la Educación en la Comunidad Rural. Colección Pedagógica Formación Inicial de Docentes Centroamericanos de Educación Primaria o Básica, 48. Alvarado. La escuela unidocente.pdf (uned.ac.cr) Cartín, D. (2018). Escuelas Públicas Unidocentes en Costa Rica: Historia y situación actual. Dirección de Planificación Institucional MEP . uni.pdf (mep.go.cr) Vargas, C., Solano, A., Alvarado, R. (2016). Hacia el Fortalecimiento de las Escuelas Unidocentes. Proyecto de la Comisión de Decanas y Decano de la Educación del Consejo Nacional de Rectores . FORTALECIMIENTO-DE-LAS- ESCUELAS-UNIDOCENTES.pdf