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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS


CARRERA DE MEDICINA
PEDIATRÍA
ESTUDIANTE: ADRIANA NICOLE MORÁN PACHECO
G8
ENSAYO SOBRE PLANES DE REHIDRATACIÓN EN PEDIATRÍA
INTRODUCCIÓN

La deshidratación es un cuadro clínico que se origina por una excesiva perdida de agua y
electrolitos, que puede comprometer variablemente al nivel de la circulación e incluso afectar a
otros órganos y sistemas. Puede originarse por una disminución de la ingesta de agua, una perdida
significante o ambas. La depleción del volumen o hipovolemia se refiere a cualquier condición
en la cual la volemia se encuentre considerablemente disminuida, por una pérdida de sodio o agua,
producida por vómitos, diarreas, etc. Ambos términos son utilizados en pediatría para referir un
déficit de fluidos en los pacientes pediátricos.

Diversas patologías conducen a la deshidratación, de allí que ésta sea una de las causas más
comunes de consulta en el servicio de urgencias de pediatría, la etiología más frecuente es la
pérdida digestiva en el contexto de gastroenteritis. El manejo de los tratamientos para revertir la
deshidratación puede conducir a los pacientes a complicaciones previsibles como shocks
hipovolémicos, falla renal o alteraciones de la conciencia.

La deshidratación en pediatría es reconocida como una de las causas de morbimortalidad más


recurrente en países en vía de desarrollo; por tanto, es imprescindible el correcto manejo de esta
patología mediante la rehidratación con el fin de disminuir los desenlaces fatales y prevenibles de
la enfermedad.

DESARROLLO

Para entender sobre el tratamiento y los planes de rehidratación se debe conocer los tipos de
deshidratación. En el contexto de una deshidratación falta agua, prácticamente siempre
acompañada de déficit de sodio, esto puede ser mayor o menos que el de agua. Por otra parte,
existe deshidratación con aumento de sustancias osmóticamente activas diferentes al Na+, por
ejemplo, en la diabetes mellitus, donde la Osmp sube a expensas de la glucosa. Es decir, puede
aparecer deshidratación hiperosmolar no hipernatrémica.

Dado que los cambios en agua y Na+ son los más frecuentes, se puede clasificar la deshidratación
según el grado de pérdida de agua y según la concentración de Na en el plasma.
Entre los grados de deshidratación y sus sintomatologías, se clasifican en:  

1. Deshidratación incipiente: Sin signos ni síntomas.  
2. Deshidratación moderada:  Sed, comportamiento inquieto o irritable, reducción de la 
elasticidad de la piel, Ojos hundidos. 
3. Deshidratación  grave:  Los  síntomas  se  agravan.  Choque,  con  pérdida  parcial  del 
conocimiento, falta de diuresis. 

Deshidratación según la edad del niño

Hidratación en Pediatría

La rehidratación oral es el método de elección para el tratamiento de las deshidrataciones leves y


moderadas debidas a la diarrea. Mientras que en la deshidratación grave se administra 20 cc/kg
de SSI (solución salina isotónica al 0,9%) o Ringer Lactato, en goteo rápido, con posterior
valoración clínica para eventuales repeticiones de la misma solución.

Una vez superada la situación de shock, se procede a la rehidratación calculando el déficit del
paciente, para lo cual se debe sumar el volumen de mantenimiento más el porcentaje de pérdida
a reponer en 24 horas.

Composición de sales de rehidratación

Soluciones de administración endovenosa (SAE)

Las sustancias de administración endovenosa disponibles para la restitución de líquidos se


clasifican en tres tipos:

 Los coloides son soluciones con partículas de alto peso molecular, por ende, su paso
desde el componente intravascular a los tejidos es lento, de modo que permanecen en los
vasos sanguíneos por periodos de tiempo prolongados y se consideran los expansores más
eficaces del volumen intravascular, pero a su vez se relacionan con una mayor tasa de
desarrollo de reacciones de hipersensibilidad y otras complicaciones. Entre los coloides
encontramos a la albúmina, los glóbulos rojos empaquetados, el plasma fresco congelado
y las soluciones sintéticas.
 Los cristaloides son soluciones isotónicas respecto al plasma compuestas por partículas
de bajo peso molecular con la capacidad de fluir rápidamente desde el área intravascular
tisular al medio intracelular. Se distribuyen por el plasma presentando un índice de
eliminación alto, después de 60 minutos de la administración solo permanece el 20% del
volumen suministrado en el espacio intravascular.
 El lactato de Ringer posee una osmolaridad más similar al plasma con relación a los
demás, por eso es el más empleado. Asimismo, según la literatura la solución salina tiende
a producir levemente mayor disminución del pH debido a que posee mayor concentración
de cloro que el lactato de Ringer y esto a su vez se deriva en complicaciones como
acidosis metabólica e hipercloremia.

Planes de rehidratación

Plan A: Está dirigido a todos los pacientes que no tienen deshidratación, el manejo se hace en
casa y se compone de:

 Aumentar el aporte de líquido más de lo usual.


 Administrar SRO, en el caso del paciente con diarrea después de cada deposición acuosa
dar 10 -20 ml/kg.
 Continuar la alimentación, teniendo en cuenta que la diarrea se deben evitar alimentos
muy endulzados o irritantes como jugos ácidos.
 Informar al cuidador sobre los signos de alarma por los cuales deberá volver a consultar
inmediatamente (emesis y fiebre no controlable, disentería, alteración de la conciencia).
 Promover medidas preventivas, para evitar el contagio infeccioso (lavado de manos,
higiene en la preparación de alimentos y su conservación).

Plan B: Está indicada en los pacientes con deshidratación leve o de grado I o II, en este caso el
tratamiento se hace en el servicio de salud.

 Inicialmente este plan se administra durante 4 horas, en ellas se multiplica el peso del
paciente por 75-100ml y el resultado es la cantidad de SRO que se van a administrar.
 Si se produce vómito, esperar 10 minutos y continuar más lentamente; si ocurre
nuevamente vómito, intentar la administración por sonda nasogástrica.
 Valoración horaria y finalmente a las 4 horas, observando diuresis (0.5 ml/kg/hora).
 Si ha mejorado, pero aún no está hidratado, continuar en plan B por 2 horas más.
 Si está hidratado, verificar tolerancia a la alimentación para definir plan A.
 Si no ha mejorado remitir a Centro de Salud, para iniciar líquidos parenterales

Plan C: Esta dirigido a los pacientes con un grado III de deshidratación o que cumple alguno de
los ítems anteriormente vistos, este se va a dividir en tres fases.

Fase I: Se le llama fase de repleción intravascular, su objetivo es recuperar la perfusión y hacer


que el pulso sea más fuerte.

 Se administra a dosis de bolo de 20 cc x kg, para pasar en un tiempo de 5 a 60 minutos


según la necesidad y estado clínico del paciente.
 Si el déficit de líquido es leve o se tiene sospecha sobre disfunción miocárdica,
preferiblemente se recomienda dosis de 10 cc x kg en cada bolo de solución.
 De preferencia se utiliza Lactato de ringer, ya que la Solución Salina Normal 0,9 % podría
ocasionar una acidosis hiperclorémica dilucional por expansión del volumen extracelular,
agravando un cuadro acido-básico preexistente.
 No se recomienda el empleo de grandes volúmenes de soluciones dextrosadas, debido a
la posterior hiperglucemia y diuresis osmótica.
 De acuerdo al estado clínico del paciente posterior a la infusión del bolo inicial, se
revalorará la administración de nuevos bolos de cristaloides (máximo tres) o
administración de coloides.

Fase II: El objetivo de esta fase es corregir la carencia de agua en los compartimiento
intersticial e intracelular. En esta fase se van a tener en cuenta dos factores para hidratar al
paciente, el déficit y las necesidades basales.

Déficit: Representa el agua perdida por la deshidratación y la reposición depende del grado
de la misma junto el peso del paciente.

En menores de 10 kg:

 Grado I → 50 cc/kg/24 horas.


 Grado II → 100 cc/kg/24 horas.
 Grado III → 150 cc/kg/24 horas.

En mayores de 10 kg:

 Grado I → 30 cc/kg en 24 horas.


 Grado II → 60 cc/kg en 24 horas.
 Grado III → 90 cc/kg en 24 horas.

En este método se tiene en cuenta el peso del paciente, por debajo de 10Kg por cada Kg se
administrarán 100ml/kg/día, si el paciente pesa más se le sumara a lo anterior 50ml/kg/día por
cada kg hasta los siguientes 10kg y en caso de que el peso sea mayor entonces a los dos anteriores
se les sumara 20ml/kg/día por cada kg adicional restante.

En caso de que el paciente curse con deshidratación grado II se le deberán restar los bolos
iniciales. Dicha cantidad calculada se administra de la siguiente manera:

 50 % en las primeras 8 horas de la solución correspondiente para la edad.


 50 % en las siguientes 16 horas de la solución correspondiente para la edad.

Fase III: Denominada fase de reposición de perdidas actuales, en caso de que el paciente siga
perdiendo líquidos ya sea por vomito o diarrea. El vómito se repone por solución salina y la
diarrea, o ambos se puede hacer por lactato de Ringer. En este caso de calculan las pérdidas y se
reponen en relación 1:1.

Durante la fase I vamos a optar por usar lactato de Ringer y solución salina en todas las edades,
mientras que en la fase II vamos a elegir el líquido teniendo en cuenta la edad del paciente, los
lactantes y prescolares tienen una mayor demanda energética, por esta razón se opta en ellos por
la dextrosa, mientras que en pacientes mayores se debe tener en cuenta que un aumento en la
glucosa puede aumentar la diuresis y con ello agudizar la deshidratación.

CONCLUSIÓN

La deshidratación y sus consecuencias pueden ser prevenidas en el caso de los niños y debe ser
tratada de forma eficaz. El tratamiento parenteral constituye la vía masídonea y rápida para
atender deshidrataciones agudas.

El diagnóstico inmediato y la identificación del tipo de deshidratación permitirá emplear el


tratamiento más adecuado según el caso reportado del infante. El personal especializado debe
estar capacitado para la aplicación oportuna del tratamiento, y manejar los avances tecnológicos
para su aplicación.
Bibliografía
Carlos Esteban Bonilla Trilleras, B. A. (2020). Rehidratación en el paciente pediátrico.
Universidad del Rosario. Obtenido de
https://www.researchgate.net/publication/340115675_Rehidratacion_en_el_paciente_pe
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M.ª Ángeles García Herrero, C. O. (2020). Deshidratación aguda. Asociación Española de


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TERAPÉUTICOS EN URGENCIAS DE PEDIATRÍA. Sociedad Española de Urgencias
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