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Valor de educar
El eclipse de la familia
La familia es sin duda quien nos forma con diferentes hábitos, costumbres y actitudes,
sin saberlo es donde iniciamos el proceso de enseñanza-aprendizaje, claro está que a
diferencia de los docentes los padres tienen que hacer un esfuerzo aleatorio porque
muchos padres desarrollan un trabajo que no les permite estar siempre con sus hijos y
allí inicia una forma de educación empírica que nuestros niños y jóvenes ven en alguien
diferente a los padres.
Fernando Savater, El valor de Educar, Segunda Edición Pág. 26 “Los niños siempre
han pasado mucho más tiempo fuera de la escuela que dentro, sobre todo en sus
primeros años. Antes de ponerse en contacto con sus maestros ya han experimentado
ampliamente la influencia educativa de su entorno familiar y de su medio social, que
seguirá siendo determinante —cuando no decisivo— durante la mayor parte del
período de la enseñanza primaria.”
El niño y el jovencito se enfrentan a mundos donde deben de adaptarse para
convertirse en parte de la sociedad, se aprende en el hogar, pero también en la calle
mencionan los adultos regularmente sin saber que están dando una opinión acertada y
científicamente comprobable, dado que la experiencia también es parte de resultados
cuantitativos que deben atenderse por diversas razones dentro de una sociedad.
La disciplina de la libertad
Las generaciones, los métodos de enseñanza, los planes de estudio, todo ha cambiado
actualmente, estamos en una sociedad en la cual la tecnología ha venido quitando el
lugar a una metodología, es cierto que hoy en día, se depende mucho de la tecnología,
el realizar los trabajados directamente desde una computadora y evitar el análisis, los
ensayos y otras dinámicas educativas.
Es importante reforzar los métodos científicos, los conocimientos técnicos para la
práctica, se debe de implementar estrategias que ayuden a enriquecer lo que ya se
sabe, es necesario no solo teórico, sino también práctico. En algunas ocasiones,
muchos establecimientos y los docentes que lo forman, se niegan a innovar estrategias
para impartir la enseñanza, se siente obligados a solo utilizar el mismo método, los
docentes deben de ampliar, conocer e incentivar, para que la educación no sea un
modelo riguroso, sino, un modelo flexible y de esa forma sea eficiente.
La tecnología ha sido el temor de muchas personas, el modelo pedagógico, era
memorístico, no se permitía la opinión y menos había interacción este estudiantes y
docentes, hoy en día, el estudiante tiene voz y voto, las herramientas digitales son de
gran ayuda, son importantes para que el alumno desarrolle diferentes capacidades y
habilidades, para que el mismo enriquezca su conocimiento.
No hay que dejar por un lado lo retorico, los conocimientos que se trasmitieron en el
pasado, se trató de renovar y no de olvidar a través de diferentes técnicas.
Educar es universalizar
El proceso de enseñanza, nunca es una transmisión de conocimientos objetivos o
destrezas prácticas, sino que se acompaña de un ideal de vida y un proyecto de
sociedad; los tiempos han cambiado, la forma de impartir el aprendizaje es diferente,
ahora se debe de trabajar en modelos pedagógicos innovadores, que despierten el
interés de los estudiantes, para que se motiven a aprender día a día, los modelos no
tienen por qué repetirse, los tiempos van cambiando, los modelos de enseñanza
también, no siempre se puede estar en una caverna, en la cual no se sale de lo
monótono.
El docente no tiene que hacer al estudiante un discípulo de él, sino que, él tiene que
ser un contacto para el alumno, el docente es una guía, un orientador, un psicólogo, el
maestro cubre roles importantes en la vida de un estudiante, es por eso, que debe de
ser importante saber manejar cada situación que se presente ante un establecimiento.
En la generación como esta, es fundamental implementar estrategias y herramientas
didácticas digitales que motiven a los estudiantes ingresar e innovar su aprendizaje.
Cabe destacar que, es primordial conocer y ampliar los conocimientos que se tiene, de
esta forma a través de la experiencia se enriquece el aprendizaje, tanto del estudiante,
como del docente.
Conclusión