Clareana Baraldi y Luzmila Fontan

Prueba semestral parte 1:

El tema que elegimos es la mala alimentación, este problema se encuentra dentro de las
noxas psicosocioculturales.

Causas
Este es un problema muy común en los adolescentes, las tres principales causas son:
Falta de educación: La educación nutricional es fundamental para desarrollar buenos
hábitos alimenticios, sin embargo, no está extendida en los planes educativos de colegios,
institutos y universidades.

Hábitos y aprendizaje: Si un niño vive en una familia con malos hábitos alimenticios, es
mucho más probable que aprenda esos mismos hábitos y que desarrolle obesidad y otros
problemas nutricionales.
Recursos: Los recursos que tiene cada familia o persona influyen en su alimentación. Una
familia puede tener dinero para comprar cierta clase de alimentos y no otros. Por ejemplo,
en Estados Unidos la clase baja consume más comida rápida.

Síntomas
En el caso de la desnutrición algunos de sus síntomas son: Piel seca, palidez, facilidad de
que aparezcan moretones, cabellos finos frágiles y fáciles de arrancar, uñas quebradizas y en
forma de cuchara, ojos secos con fotofobia, boca con boqueras, atrofia de las papilas,
corazón grande con insuficiencia cardiaca, desorientación, dificultades para andar,
calambres y dolores en los músculos.
En el caso del sobrepeso sus síntomas son: Dificultad para dormir, dolor de espalda y en las
articulaciones, sudoración excesiva, intolerancia al calor, infecciones en los pliegues
cutáneos, fatiga, depresión, sensación de falta de aire (disnea).

Consecuencias
Tanto la desnutrición como el sobrepeso tienen consecuencias para la salud, algunas de
ellas son: Diabetes, hipertensión, depresión, mal funcionamiento cerebral, envejecimiento
acelerado, problemas de sueño, problemas de indigestión, anemia, dislipidemia, algunos
tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y del sistema digestivo.
Prevención
Para prevenir todos estos problemas lo mejor sería llevar una buena alimentación.
Estas son algunas de las cosas que podemos hacer para tener una alimentación más
saludable: La lactancia materna durante los dos primeros años de vida, la diversidad y
abundancia de frutas y hortalizas, cereales integrales y fibras, frutos secos y semillas, el
poco consumo de carne y otros productos de origen animal, el consumir cantidades
mínimas de carne procesada y de alimentos y bebidas de alto contenido calórico, el evitar
productos a los que se haya añadido azúcar, grasa saturada, grasa trans y sal.
Sin duda, una buena alimentación es esencial para mantenerse sano física y mentalmente.