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Pedagogía de las experiencias socioeducativas - Renovar el

contrato: escuelas, familias y comunidad educativa.

Narraciones de la experiencia socioeducativa1


(…) un relato comienza con alguna infracción en el orden previsible
de las cosas (…)

J. Bruner

Hacíamos todo lo posible y sentíamos la desolación del fracaso. A mediados


del 2021 queríamos que las y los jóvenes volvieran a la escuela, pero… no
lográbamos anclarlos. Probamos diferentes estrategias. Cada tanto, quizás,
aparecían en pequeños grupos, de a dos o tres, pero se quedaban de modo muy
intermitente, sin ningún o con muy poco entusiasmo. Les dimos tiempo,
flexibilizamos los horarios, les mandábamos guías impresas a las casas… hasta que
un día, un joven estudiante nos dijo: queremos participar en el Parlamento Juvenil2.
(…)

Le hicimos, entonces, lugar a ese proyecto. Comenzamos a prepararlos para


las numerosas jornadas de debate en las que tendrían que participar.

Se sintieron involucrados, señalaron con precisión lo que les atraía: “se va


armar un documento nacional”. Tenían que argumentar y manifestar una posición
antes temas tan importantes como la inclusión de personas con discapacidad en las
instituciones escolares.

La relevancia social de la propuesta los atrajo. ¿O fue el debate en el que se


involucraban? El compromiso, el esfuerzo y la responsabilidad que les exigía
prepararse para el proyecto, lejos de ser un obstáculo, las y los alentó. Comenzaron
a volver a la escuela, a no faltar.

De pronto ocurría lo que tanto queríamos, ahí estábamos estudiando,


leyendo sobre escuelas inclusivas, escribiendo, componiendo diferentes argumentos,
aprendiendo a escuchar; a respetar diferentes posiciones, tratando de comprender
al que no piensa igual…

1
Texto producido en el marco de la Actualización Pedagogía de las Experiencias Socioeducativas.
2
Programa Nacional Parlamento Juvenil del Mercosur. Disponible aquí
Fue en ese momento que entendí lo que estaba pasando, cuando casi
perdíamos la esperanza, nos dimos cuenta que un PROYECTO, los convocó y
los sostuvo en la escuela (…)

El breve relato que inicia este texto es una recreación libre y acotada que se inspiró
en la participación de una colega en un foro de intercambio de un Seminario3 en el que la
consigna era contar estrategias que hubiesen traccionado hacia la “re-vinculación” de las y
los jóvenes que habían dejado de asistir a la escuela producto del COVID-19. En lo posible,
pedimos estuviese vinculada a una experiencia socioeducativa.

¿Qué ofrece este relato? Tan breve y tan potente, abre a diferentes asuntos: nos
pone en conocimiento de las preocupaciones de las y los docentes, de los intentos de
atenderlas, de las estrategias fallidas. Nos muestra la escuela, sus posibilidades y sus
limitaciones; muestra lo que puede pasar cuando ésta se vuelve sensible, de pronto, un
proyecto: convoca. Lo que tantas veces escuchamos: la escuela sola no puede, o puede
mejor con otros. La escuela “escuchó”: ¿a los jóvenes? o ¿los desafíos que proponía un
programa? Escuchó y no se desvió de su responsabilidad de enseñar. Puede leerse así: no se
trata de complacer a los jóvenes, sino de hacer lugar a una conversación que no los margine
y, una vez allí, “poner sobre la mesa” (diría con Masschelein y Simons -2014-) aquello que
tiene para dar: en este caso, hubo lecturas y escrituras, en este caso la enseñanza se ocupó
de la construcción de argumentos que van a entrar en un debate, se ocupó de comprender
diferentes posiciones… Me permito subrayar: contenidos escolares de alta relevancia en los
tiempos que vivimos. Avanzo un poco más en el análisis; puede decirse que son contenidos
que vienen a propósito de la participación en el Parlamento, sin embargo, son contenidos
que están en el curriculum escolar hace mucho tiempo.

El relato deja ver también que la renovación escolar no tiene que ver (solamente)
con reacomodar horarios. Deja ver qué fue lo que hizo que los jóvenes volvieran a la escuela.

¿Cómo se logró la re-vinculación? ¿Diríase que “lo que pasó” fue por “el
Parlamento” (el programa), o fue por “el proyecto” (independientemente del programa)?
Pudo haber sido otro programa, pudo haber sido un proyecto armado por la escuela con
cualquier organización de la comunidad. ¿Qué trama se potencia en las experiencias
socioeducativas? ¿Qué escuela “convoca” en el siglo XXI? ¿Qué escuela ofrece sentido y
“hace que la escuela sea escuela”? Ese es el tema de fondo que aquí interesa.

3
Seminario “Inclusión, igualdad y responsabilidad pedagógica”. INFoD 2021.
¿Qué desafíos (el relato deja pensar) tienen las políticas educativas y la pedagogía?

A diferencia de lo que suele ocurrir con las preguntas de una investigación, éstas,
que emanan de una experiencia, no requieren de un equipo de especialistas, “cualquiera”
(Rancière, 2010) puede dejarse interpelar, pensar y proponer.

La vida de los relatos, la experiencia en la palabra

Es el humor de quien la mira el que da su


forma a la ciudad de Zermude. Calvino (2012:80).

Vivimos vidas relatadas. Las contamos para otros o para nosotros mismos. Lo que
hacemos, lo que pensamos, los proyectos que imaginamos, lo que podemos, lo que no; lo
que nos duele y lo que nos enamora; juntos y/o de modo subjetivo, necesita de la palabra
para decirse.

¿Hasta dónde la palabra formatea la vida, el pensamiento, las emociones? La


experiencia cabalga en las palabras.

No es este un texto que pretende la filosofía así que no ahondaremos en esa


mágica fórmula. Solo se busca partir de un acuerdo: los relatos de las escenas educativas son
un punto de partida para pensar, para analizar lo que hacemos, dónde nos ubicamos; dónde
ubicamos a las y los estudiantes; con qué objetos de la cultura los vinculamos, cómo…es
decir, qué horizontes pueden dibujarse. En un buen relato, podríamos capturar, no solo los
hechos (qué pasó; cómo fue que pudo pasar) sino, centralmente, el relato deja ver el humor
con el que los miramos.

Los relatos de experiencias están hoy reconocidos en el marco de la narrativa como


enfoque de investigación y, también por lo que pueden contribuir a los procesos de la
formación docente4.

Los relatos de experiencias abren una comprensión más profunda, revelan “el
sentido interior de una situación de la que yo he captado, intelectualmente, sólo la
superficie” (Longobardi, 1999: 51).

4
Ver en la bibliografía la referencia a textos que pueden consultar si desean profundizar en este tema.
En este marco, es este texto una invitación a narrar experiencias, a compartir
pequeños relatos de escenas que permitan ver las múltiples perspectivas desde las que
“miramos” la escuela, el quehacer del oficio de enseñar.

Pequeños relatos de escenas que dejen ver nuevas formas de una pedagogía que
anida en las experiencias socioeducativas y se hacen lugar en este mundo contemporáneo
en el que se ha datificado la experiencia, se ha digitalizado la cultura, se ha transformado el
trabajo, el gobierno de las instituciones, las relaciones con el conocimiento… Este mundo en
el que que ha cambiado el escenario y, desde ya, la escena escolar.

Desarmemos la invitación
● Breves notas sobre la narrativa y los relatos

La narrativa se reconoce heredera del giro epistemológico hacia la hermenéutica


que a mediados de los años 70 se da en el campo de las ciencias sociales. Desde una
perspectiva ontológica, concibe “la realidad” como una construcción, y, considera que son
los sujetos sociales quienes elaboran y otorgan significado a los hechos que tienen lugar en
la vida social.

La narrativa, al incluir la comprensión de la realidad por parte de los sujetos de la


experiencia, reconoce que hay un saber que emerge de la experiencia5.

Es ese saber, el que puede capturar, el que se puede transmitir en los relatos.

Un modo de conocer, “ una particular reconstrucción de la experiencia, por la que,


mediante un proceso reflexivo, se da significado a lo sucedido o vivido (Ricoeur, 1995).
Trama argumental, secuencia temporal, personajes, situación, son constitutivos de la
configuración narrativa (Clandinin y Connelly, 2000)”6. el relato la riqueza y detalles de los
significados en los asuntos humanos (motivaciones, sentimientos, deseos o propósitos) que
no pueden ser expresados en definiciones, enunciados factuales o proposiciones abstractas,
(...) El objeto de la narrativa -dice Bruner (1988, p. 27)- son las vicisitudes de las intenciones
humanas".

5
Fontana (2014). La construcción de la igualdad en la escuela desde la perspectiva de los directores. Análisis y
narrativa de tres casos. Disponible en:
https://repositorio.flacsoandes.edu.ec/bitstream/10469/6123/2/TFLACSO-2014AF.pdf
6
Bolivar Botía (2002). Bolivar Botía (2002)¿De nobis ipsis silemus? Epistemología de la investigación
biográfico-narrativa. Disponible en:
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1607-40412002000100003&script=sci_arttext
● Breves notas sobre la experiencia

La experiencia, dice Larrosa es “eso que me pasa” (2018); y propone explorar la


cuestión de la experiencia en educación. En ese sentido, señala que en primer lugar, es
necesario “dignificar la experiencia, reivindicar la experiencia, y eso supone dignificar y
reivindicar todo aquello que tanto la filosofía como la ciencia tradicionalmente
menosprecian y rechazan: la subjetividad, la incertidumbre, la provisionalidad, el cuerpo, la
fugacidad, la finitud, la vida... (2006:3).

Si la experiencia acontece, algo se mueve de lugar, algo se modifica, en lo que


pensábamos, lo que sabíamos, lo que creíamos, lo que decíamos.

Narrar la experiencia, contarla, exige de una elaboración que intenta comprender lo


vivido. ¿Por qué; cómo es que pasó esto? ¿Cómo no nos dábamos cuenta que un PROYECTO
podía convocarlas/os? Al tener que significar lo vivido, al tener que darle sentido para otros,
se traduce, se re-vive en otros términos. En función del contexto de producción y de
enunciación se eligen unas palabras y no otras. No se cuenta del mismo modo, no se cuenta
lo mismo a unos y otros.

La narrativa habla de “algo” que pasó, de aquello que irrumpe en el previsible


devenir pero también habla de aquello que lo hizo posible, de las acciones, las decisiones,
las emociones, las reflexiones, lo más o menos pensado que está imbricado en ese
acontecimiento. La buena narrativa no busca espectacularidad sino transmitir lo que anida
en la profundidad de los sucesos.

Decíamos, es esta una invitación a compartir el relato de una escena.

Buscamos visibilizar las formas de una escuela que se mueve.

Se trata de narrar una escena de la experiencia socioeducativa con el propósito de


compartir y reflexionar entre colegas docentes sobre aquello que acontece, aquello que
“pasa” en la en la experiencia socioeducativa

No es cualquier escena entonces, sino, aquella que “nos” involucra en un quehacer


cotidiano, propio, singular de quienes elegimos enseñar.

Es una escena que ofrece, da a pensar, revisar, recrear.

Interesa compartir, pensar juntos, analizar “formas de lo escolar” que habilitan


novedosos haceres que invitan, convocan al estudio. Y ¿cómo es que ha ocurrido?
En este marco, es que buscamos escenas de la enseñanza en la experiencia
socioeducativa. Escenas que nos dejen “ver” alternativas diversas alrededor de ese
horizonte común que es la transmisión cultural.

● Breves notas sobre la escena

Decimos narrar una escena; tomamos este concepto de Jacques Rancière, filósofo
contemporáneo francés, nacido en Argelia en 1940, un profesor actualmente muy
reconocido. Entre educadores, conocido principalmente, por su libro El maestro ignorante.

Dice Rancière (2018): “lo esencial de la escena es la construcción de una cierta


intriga en la que las nociones se ponen a trabajar [como quien pone «las manos a la obra»],
encarnadas por personajes conceptuales” (p. 15). El autor reconoce la presencia de
diferentes sujetos y materiales diversos (objetos decorativos, música, lienzos pintados,
actores, artefactos escenográficos, directores, trajes de cualquier época o a la moda,
videastas, bailarines, dramaturgos, reflectores, coreógrafos, pantallas, críticos, pintores,
espectadores, textos, performers, sonidos, etc.).

Arendt, señala que percibimos el mundo desde un lugar; es hablando con otros que
podemos percibirlo desde otras posiciones; es cambiando la posición de la mirada que
podemos percibir de otro modo lo que vemos.

Inés Dussel (2021) retoma estas cuestiones para pensar la escena de clase y
destaca: “(…) importa es pensar lo que se manifiesta en la escena, en esa conjunción de
cuerpos, gestos, miradas, palabras y significaciones (...)”. Eso no quiere decir que no haya un
fuera-de-escena, que serían todas las acciones y el tejido intelectual, ético y estético que
soporta la actuación y que es el que le da espesor y verdad a la escena.

Rancière define la escena como el lugar de un encuentro que es siempre aleatorio


y está sometido a remodelación o reconfiguración, y también como el «momento» en que
las cosas pueden ir en direcciones distintas (pp. 30-31). Estas claves de espacio y tiempo
son importantes para poder acercarse a esta “textura de la experiencia sensible” (p. 134), y
para entender el tenor específico de la experiencia de enseñar.

● Breves notas sobre la presentación de la escena

Lo trivial contribuye a revelar lo sublime…A


veces las cosas que uno llama pequeñas son
grandes, mayores de lo que parecen o de lo que uno
sospecha. A veces, con el paso de los años, resultan
enormes.

Walter Teller7

Las que siguen son preguntas planteadas en modo retórico, hilos de los que cada
quien puede tirar para dar comienzo a su relato.

Repasemos, un relato comienza cuando algo irrumpe el orden previsible de las


cosas.

¿Qué “pasó”? ¿Cómo es que “eso” pudo pasar? ¿Por qué?

¿Qué muestra la escena?¿Cuándo; dónde se sitúa: cuál es el escenario?

¿Quiénes están involucrados? ¿Cómo: qué hacen, cómo se ven afectados? ¿Qué dicen; qué
piensan, qué sienten? Entonces, qué cambia; ¿qué fue lo que irrumpió, lo que des-cocoloca,
lo que da a pensar, a decir lo que no se había pensado hasta que “eso” pasó; hasta que se
armó “esa escena”...

¿Quiénes componen la escena de enseñanza? ¿Cómo se ubican en ella? ¿Lugar? ¿Tiempo?


¿Qué objetos, qué artefactos aparecen, cómo están dispuestos: cuáles son las operaciones,
las relaciones que puede producirse en esta escena que se está narrando?

¿Dónde y cómo aparecen las y los niños/as y jóvenes? ¿Las y los adultos, las y los
docentes?¿Qué “saber” está ocupando sino toda, parte central, de la escena? ¿Y el
contexto?

7
En Jackson PH. (2001) La vida en las aulas. Morata. Madrid
Bibliografía de referencia

● Alliaud, A (2010). Experiencia, saber y formación:


https://fh.mdp.edu.ar/revistas/index.php/r_educ/article/view/11
● Bolivar Botía (2002) ¿De nobis ipsis silemus? Epistemología de la investigación
biográfico-narrativa.
https://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1607-40412002000100003&script=sci_a
rttext
● Fontana, A. (2014) La construcción de la igualdad en la escuela desde la perspectiva
de los directores. Análisis y narrativa de tres casos.
https://repositorio.flacsoandes.edu.ec/bitstream/10469/6123/2/TFLACSO-2014AF.p
df
● Larrosa J. (2006) La experiencia y sus lenguajes:
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL001417.pdf
● Larrosa J (2018) Experiencia y (alteridad) en educación:
https://www.dgeip.edu.uy/documentos/2018/ifs/dapg/materiales/Jorge_Larrosa_Ex
periencia_y_alteridad.pdf
● Dussel, I. Equipo de Producción de Materiales Educativos en Línea. (2019). Clase 4:
Haceres cotidianos en las clases. Módulo Trabajo docente: haceres cotidianos con
medios digitales. Especialización Docente de Nivel Superior en Educación y Medios
Digitales. Córdoba: ISEP - Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba.
● Dussel, I., & Trujillo Reyes, B. F. (2018). ¿Nuevas formas de enseñar y aprender? Las
posibilidades en conflicto de las tecnologías digitales en la escuela. Perfiles
Educativos, 40 (Especial), 142-178.
● Rancière, J. (2018). La méthode de la scène. Paris: Lignes.

● Rancière., Jacques (2017). La noche de los proletarios. Archivos del sueño obrero.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Tinta Limón.
● Rancière, Jacques (2014). El método de la igualdad. Conversaciones con Laurent
Jeanpierre y Dork Zambuyan. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.
● Rancière, Jacques (2013). Aisthesis. Escenas del régimen estético del arte (1a. ed.).
Buenos Aires: Manantial.
Créditos 

Autora: Adriana Fontana

Cómo citar este texto:


Fontana, Adriana. (2022). Narraciones de las experiencias socioeducativas. Buenos Aires,
Ministerio de Educación de la Nación.

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