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Estudio de la Anemia por Deficit de Hierro o Ferrópenica,por el

Laboratorio Clínico.

Concepto: Se define como la que se origina por un fracaso de la función Hematopoyética


Medular, al no disponer el organismo de la cantidad necesaria de Hierro para la síntesis de
Hemoglobina (Hb). El déficit de Hierro se considera la causa más común o frecuente en el mundo.

ETIOLOGIA

1. Ingreso inadecuado: es raro en el adulto. Se observa en pacientes cuya dieta es pobre en


alimentos que contengan este mineral, como por ejemplo vísceras, huevo, etc.
2. Absorción defectuosa: se puede ver en gran variedad de trastornos tales como anaclorhidria,
síndrome de malabsorción intestinal y resecciones gástricas.
3. Requerimientos aumentados: en ausencia de enfermedad, la necesidad de hierro en el hombre
adulto varía muy poco; sin embargo, durante los periodos de lactancia, la niñez y la
adolescencia, así como en la mujer desde la menarquia hasta la menopausia y sobre todo en el
embarazo, los requerimientos de hierro son mayores.
4. Utilización defectuosa: el metabolismo de hierro puede estar afectado en las infecciones
crónicas y en ciertas enfermedades como las colagenosis, las nefropatías y los procesos
malignos: en las transferrinemias congénitas y adquiridas el transporte de este mineral está
afectado.
5. Pérdida excesiva: constituye la causa más frecuente. Se observa en las hemorragias agudas
y crónicas. En los hombres y en las mujeres posmeno- páusicas, el balance negativo del hierro
suele significar una pérdida de sangre patológica, la mayoría de las veces por el tracto
gastrointestinal, por ejemplo, úlceras, hernia hiatal, hasta 2 % de todos los adultos por carencia
de hierro, neoplasias ocultas en el tracto gastrointestinal. En raros casos la pérdida de hierro
por hemoglobinuria, hemosiderinuria o hemosiderosis pulmonar acarrean déficit de hierro
junto con otra enfermedad.
6. Causas mixtas: enfermedades en las que el mecanismo de producción de esta anemia es
complejo como en las neoplasias, en las cuales existen alteraciones del metabolismo, pérdidas
excesivas o ingresos inadecuados.

DIAGNÓSTICO
Cuadro clínico
El comienzo es gradualmente insidioso como son la sensación de astenia, cansancio y lasitud.

En general se caracteriza por:


1. Trastornos gastrointestinales: anorexia, apetito caprichoso, flatulencia, ardor y molestias
epigástricas, constipación y diarreas; se puede observar disfagia. Además, fisuras en la
comisura bucal y hepatoesplenomegalia en raras ocasiones.
2. Trastornos cardiopulmonares: palpitaciones y disnea; puede aparecer cardiomegalia y
soplos funcionales.
3. Trastornos genitourinarios: alteraciones menstruales, cistitis y otros.
4. Trastornos neuromusculares: dolores neurálgicos, acroparestesias y calambres.
5. Palidez cutáneo-mucosa.
6. Alteraciones en las faneras: uñas cóncavas y coiloniquia.
Exámenes complementarios
Para demostrar la anemia por carencia de hierro tiene que comprobarse un aporte limitado de
hierro a la médula ósea y tiene que haber signos de agota- miento de las reservas corporales de
este elemento.

1. Hemoglobina: se encuentra siempre disminuida.


2. Constantes corpusculares: estas anemias son clásicamente microcíticas e hipocrómicas con
anisocitosis intensa asociada.
• Los valores del volumen corpuscular medio (VCM) y de la hemoglobina corpuscular
media (HCM) son bajos y especialmente de la concentración hemoglobina corpuscular
media (CHCM) por debajo de 30 %.
• La carencia de hierro no se acompaña siempre de microcitosis e hipocromía, en particular
si data de poco tiempo o es leve, tampoco estas alteraciones de los eritrocitos son
exclusivas de la carencia de hierro. Toda anemia por trastornos de la hemoglobina
tales como talasemia menor, anemias sideroblásticas, etc., pueden exhibir hipocromía
y microcitosis.
• Las anemias por déficit de hierro pueden ser normocíticas o hipocrómicas en ocasiones.
3. Conteo de reticulocitos: bajo o normal.
4. Hierro sérico: por debajo de 10,7 mg/L (control normal = 10,7-32,2). La magnitud del aporte de
hierro a la médula ósea se determina midiendo la capacidad total de fijación del hierro (control
normal = 50,1 mmol/L), la cual debe estar disminuida, y el índice de saturación de la
transferrina (control normal = 0,20-0,50) que debe estar bajo.
• En ausencia de esta tríada clásica se debe hacer una evaluación independediente de los
depósitos de hierro. Los niveles séricos de ferritina concuerdan bien con los depósitos de
hierro en la carencia de hierro no complicada y sus niveles bajos harán el diagnóstico; sin
embargo, una inflamación o una hepatopatía crónica puede elevar la ferritina a valores
normales aunque no haya depósito de hierro. En estos casos se debe recurrir al hierro
tingible en el medulograma (azul de Prusia).
5. Medulograma: no es necesario en la mayoría de los casos, pero si se realiza, pone en evidencia
la hiperplasia eritropoyética con presencia de micronor- moblastos y azul de Prusia negativo.
6. Plaquetas normales.
7. Otros exámenes: serán indicados según los datos obtenidos en la historia clínica y se insistirá
en el estudio del aparato digestivo, la sangre oculta en las heces fecales y búsqueda de
parasitismo, al igual que en la mujer un examen ginecológico exhaustivo.

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