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SÍNTESIS
El sargento segundo del Ejército Nacional, en retiro (SSR), Carlos Hernán RODRÍGUEZ
VERA se encuentra vinculado a dos actuaciones –un juicio y una indagación– en la
jurisdicción penal ordinaria (JPO) por los punibles de concierto para delinquir,
desaparición forzada, tortura y homicidio, todos agravados (caso 1), y concierto para
delinquir y desaparición forzada (caso 2). En noviembre de 2020, un despacho
sustanciador de la SDSJ negó su solicitud de sometimiento por tales diligenciamientos,
tras considerar que no se acreditó el factor material competencial. La SA, mediante Auto
TP-SA 856 de 2021, revocó la negativa y, en su lugar, ordenó realizar una nueva valoración
de los hechos con fundamento en todo el material probatorio recaudado. En junio de 2022,
la Sala examinó de nuevo el pedimento y lo inadmitió por incompetencia al estimar que
los dos procesos penales no guardan ninguna relación con el conflicto armado no
internacional (CANI). El apoderado apeló dicha decisión.
I. ANTECEDENTES
Actuaciones en la JPO
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SECCIÓN DE APELACIÓN
EXPEDIENTE LEGALI: 9000092-81.2018.0.00.0001
Caso 1. Juicio por los delitos de concierto para delinquir, desaparición forzada, tortura y
homicidio, todos agravados, de los que fue víctima el señor Carlos Alberto Barreto Ruiz
el 29 de enero de 2009 en Pitalito, Huila (radicado 110016099036-2016-00002). La fingida
gestión para obtener el préstamo de una importante suma de dinero
Tuvo ocurrencia la noche del 29 de enero de 2009, cuando Rodolfo Useche González, quien
se movilizaba en un vehículo camioneta, Ssangyong, recogió a, Carlos Alberto Barreto
Ruíz, en su lugar de residencia ubicada en el barrio “Simón Bolívar” de Pitalito, Huila, con
la finalidad de colaborarle en la obtención de un préstamo dinerario, al parecer
112.000.000; tras recogerlo, se dirigieron al establecimiento de comercio “Gabana”, situado
en la “zona rosa” de Pitalito, donde departieron en compañía de dos mujeres menores de
edad: (…), luego, se dirigieron a un establecimiento de comercio de razón social
“Guadualito”, ubicado sobre el tramo de vía que de Pitalito conduce a la inspección
municipal de “Bruselas”, contiguo al Batallón de Infantería No. 27 “Magdalena”; sobre ese
tramo de vía, una patrulla policial adscrita a la estación de policía de Pitalito, les ordenó
detener la marcha del vehículo en el que se transportaban, luego, los policiales
[procedieron a] ordenar a, Barreto Ruíz, que descienda del rodante para realizarle una
requisa y, preguntarle la razón o motivo por el cual se encontraban en el interior de dicho
vehículo, dos menores de edad; en desarrollo de la acción de requisa y registro del
vehículo, hace presencia un vehículo camioneta, Chevrolet LUV 2600, color verde, en la
que se movilizaban varios sujetos, entre ellos, alias “el zarco”, alias “muelas” y alias
“morocho”, quienes procedieron a ordenar a, Carlos Alberto Barreto Ruíz, que abordara
dicho rodante, delante de las unidades policiales adscritas a la estación de policía de
Pitalito, quienes no preguntaron el por qué estos sujetos se iban a llevar a Barreto Ruíz,
pero, sobre todo, el por qué irrumpían y obstaculizaban un procedimiento policial. Debe
señalarse que el 11 de febrero de 2009, fue encontrado el cuerpo sin vida de Carlos Alberto
Barreto Ruíz sobre el lecho del río Magdalena, en la vereda “Vega Grande”, comprensión
territorial de Oporaba, Huila, presentando un avanzado estado de descomposición y
signos de haber sido torturado3.
1 La Fiscalía 150 de la Dirección Especializada Contra las Violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho
Internacional Humanitario.
2 Los señores Óscar Hernando Hoyos Paladines, alias “Muelas”; Gilberto Sevilla Marín, alias “Morocho”; y Miguel
Sevilla Marín también se encontraban adscritos al mismo batallón que el compareciente RODRÍGUEZ VERA. Por su
parte, los señores Andrés Felipe Vera Escobar, Juan Pablo Ocampo Cardona y Nelson Humberto Murillo Morales, para
el momento de los hechos, hacían parte de la estación de policía de Pitalito, Huila. Mediante resolución de ponente 5149
del 31 de diciembre de 2020, la SDSJ rechazó por falta de competencia material la solicitud de sometimiento del señor
Andrés Felipe Vera Escobar por cuenta de los hechos del caso 1. (Expediente Legali 9001129-12.2019.0.00.0001). El 7 de
febrero de 2021, el interesado (Vera Escobar) fue notificado de la decisión. (Ibidem, folio 144). El 6 de abril de 2021, se
fijó el estado de rigor. (Ibidem, folio 146). La resolución no fue objeto de recursos y cobró ejecutoria el 9 de abril de 2021,
según constancia secretarial. (Ibidem, folio 164). Por su parte, otro despacho sustanciador de la misma Sala de Justicia,
en resolución 7852 del 17 de diciembre de 2019, asumió conocimiento de la solicitud de sometimiento del señor Nelson
Humberto Murillo Morales por los hechos punibles del caso 1 (Expediente Legali 9000835-57.2019.0.00.0001, folios 25 a
30). En relación con los demás acusados, los sistemas de información Legali y Conti no reportaron información sobre
trámites en la JEP (según la consulta efectuada por el despacho ponente de la SA).
3 Expediente Legali 9000092-81.2018.0.00.0001, folio 306.
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1.2. De acuerdo con la acusación formulada, los procesados, al parecer, “eran miembros
activos de una estructura criminal con vocación de estabilidad en el tiempo dedicada al tráfico de
sustancias estupefacientes, a la desaparición forzada de personas, tortura y homicidio”. La Fiscalía
también indicó que el presunto líder de esa organización criminal era el señor
RODRÍGUEZ VERA, alias “el Zarco”, quien, de conformidad con la teoría del caso de la
FGN, se habría dedicado a delinquir en paralelo con sus labores como suboficial asignado
al Batallón de Infantería número 27, “Magdalena”, del Ejército Nacional, con sede en
Pitalito, Huila. Bajo el mando de RODRÍGUEZ VERA, supuestamente, estaban los señores
Oscar Hernando Hoyos Paladines, alias “Muelas”, Gilberto Sevilla Marín, alias “Morocho”
y Miguel Sevilla Marín, quienes se desempeñaban como “sicarios” y, además, “participaban
mancomunadamente y con solidaridad relevante en la retención, privación injusta de la libertad,
ocultamiento, tortura y asesinato de personas”. La etapa de juicio le correspondió al Juzgado
1º Penal del Circuito Especializado (J1PCE) con funciones de conocimiento de Neiva,
Huila4.
Caso 2. Indagación por concierto para delinquir y desaparición forzada del señor Exequiel
Martínez Lugo en Acevedo, Huila, por hechos ocurridos el 21 de enero de 2009 (radicado
415516000597-2009-00405). El malogrado viaje comercial a Panamá
1.3. La Fiscalía5 adelanta una indagación contra el señor RODRÍGUEZ VERA y otras tres
personas6 como supuestos coautores de los delitos de concierto para delinquir y
desaparición forzada, por hechos ocurridos el 21 de enero de 2009 en Acevedo, Huila. El
señor Rodolfo Useche González, alias “el Mocho”7, aceptó su responsabilidad por esos
punibles y realizó un acuerdo con la FGN. De esta manera, el J1PCE de Neiva lo condenó
como coautor del delito de desaparición forzada. El fallador presentó el episodio
delictivo, así:
vinculados a la misma indagación con el compareciente RODRÍGUEZ VERA. Una vez consultados por el despacho
ponente de la SA los sistemas de información Legali y Conti, no se reportó que las personas antes mencionadas
adelanten algún trámite ante la JEP.
7 Mediante resolución de ponente 4473 del 12 de noviembre de 2020, la SDSJ rechazó la solicitud de sometimiento del
señor Rodolfo Useche González ante la falta de acreditación de los factores personal y material de competencia por
cuenta de los procesos penales que registra en la JPO, entre los cuales se encuentran los dos casos que comparte con el
compareciente RODRÍGUEZ VERA. (Expediente Legali 9001000-07.2019.0.00.0001, folios 333 a 354).
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Martínez Lugo dado que este le había expresado que continuaría viajando debido a que el
registro que tenía Useche González por deserción ante la Justicia Penal Militar no le
permitiría obtener el pasaporte. Además de lo anterior, afirmó haberle prestado a Martínez
Lugo la suma de $46.000.000 sin exigirle garantía personal o real alguna, para que realizara
las compras en la ciudad de Panamá8.
1.4. Para la FGN, el señor RODRÍGUEZ VERA, al parecer, lideró el grupo criminal a quién
le fue entregada la víctima por parte del señor Useche González. Sobre este punto, la
sentencia condenatoria puntualizó lo siguiente: “Que Rodolfo Useche González en un sitio
ubicado sobre la vía que del municipio de Guadalupe lleva al de Altamira entregó a Ezequiel
Martínez Lugo a tres sujetos que se transportaban en una camioneta marca Toyota color verde,
quienes lo capturaron y a partir de su arrebatamiento y reclusión, se inició el irrespeto a su
identidad social, a su ser social con nombres y apellidos y a su vida, fueron irrespetados al ser
sustraído del entorno social y familiar y trasladarlo a un mundo clandestino en el que reina la
arbitrariedad desde el 21 de enero de 2009; su posible muerte, en condiciones que aseguren la
impunidad de los autores”9.
3. La SA, en el Auto TP-SA 856 del 23 de junio de 2021, revocó la resolución de primera
instancia que había negado el sometimiento del solicitante en los casos 1 y 2 al considerar
que para evaluar el factor material era necesario incorporar las piezas procesales de
ambos expedientes en su totalidad, así como la versión voluntaria que rindió el señor
8 Sentencia del 14 de diciembre de 2015. Expediente Legali 9000092-81.2018.0.00.0001, folios 1767 a 1778.
9 Expediente Legali 9000092-81.2018.0.00.0001, folio 1773.
10 Ibidem, folios 16 a 20.
11 El 6 de noviembre de 2021, el despacho sustanciador de la SDSJ entregó a la Cárcel y Penitenciaría para miembros de
la Fuerza Pública de alta y mediana seguridad “EJECA” la boleta de libertad a favor del compareciente RODRÍGUEZ
VERA. Ibidem, folios 931 a 932.
12 Ibidem, folios 1142 a 1217.
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4. Por ello, mediante resolución 5036 del 20 de octubre de 2021, el despacho sustanciador
de la SDSJ solicitó la versión voluntaria que rindió el compareciente ante la SRVR14. En
dicha diligencia, frente al caso 1, explicó que para esa época ya no estaba en la Sección de
Inteligencia (S2), sino en el aeropuerto de Pitalito, Huila. El capitán Buitrago y el soldado
Tocarema le informaron que el señor Carlos Barreto Ruíz le entregaba armas de fuego a
alias “Pablo 13” desde San Juan de Villalobos, en Mocoa, hasta Acevedo, en el Huila.
Adujo que el soldado Tocarema le explicó que la misión era entrevistar al señor Barreto
Ruíz para que les entregara información que les permitiera dar con la captura de “Pablo
13”. El señor RODRÍGUEZ VERA explicó que el día de los hechos, el capitán y el soldado
referidos lo recogieron en el aeropuerto en una camioneta y se dirigieron a un lugar cerca
al batallón donde queda una escuela. Allí se encontró con una patrulla de policía que
requisaba el vehículo en el que se movilizaba la víctima y el informante Useche González.
El capitán le explicó al compareciente que se trataba de un procedimiento de rutina. El
señor RODRÍGUEZ VERA indicó que se acercó a ese vehículo y el informante Useche
González le señaló al señor Barreto Ruíz, al que condujeron a un paraje cerca del batallón,
a unos 3 o 4 kilómetros. En ese lugar fue interrogado el señor Barreto Ruíz hasta la 1:00
a.m. sin que entregara ninguna información relevante, pese a ponerle de presente la
recompensa que podría obtener si aportaba información. El soldado Tocarema se
comunicó con el capitán Buitrago y recibió instrucciones de dirigirse con el señor Barreto
Ruíz al lugar donde se encontraba el oficial. El compareciente añadió que cuando estaba
privado de la libertad fue llamado por la Fiscalía y se enteró de que el señor Barreto Ruiz
había sido asesinado15.
5. Respecto al caso 2, el señor RODRÍGUEZ VERA manifestó que desconocía los hechos
de los que resultó víctima el señor Exequiel Martínez Lugo. Refirió que en una reunión
con el capitán Buitrago, el soldado Tocarema y el informante del batallón Rodolfo Useche
González, alias “el Mocho”, escuchó que nombraron a la víctima, pero reiteró que
desconocía ese episodio delictivo16.
17 De manera específica, requirió a la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) para que allegara copia íntegra de los
expedientes de los casos 1 y 2. El 11 de mayo de 2022, la UIA entregó el informe final en el que se destacan las siguientes
piezas procesales: i) El acta de preacuerdo entre la FGN y el señor Rodolfo Useche González del 31 de julio de 2015.
(Expediente Legali 9000092-81.2018.0.00.0001, folio 1733). ii) La entrevista al señor Useche González del 13 de
septiembre de 2016 en el marco de la investigación por los hechos del caso 1. (Ibidem). iii) La declaración juramentada
del señor Useche González del 18 de agosto de 2016 en la que relató las circunstancias en que se produjo la desaparición
forzada, tortura y muerte de los señores Exequiel Martínez Lugo y Carlos Alberto Barreto Ruíz. (Ibidem). iv) La
denuncia interpuesta por Useche González en contra del señor Exequiel Martínez Lugo por el presunto delito de estafa.
v) La sentencia absolutoria proferida por el Juzgado 2º Penal del Circuito con funciones de conocimiento de Pitalito del
15 de diciembre de 2011 a favor de Useche González por los hechos del caso 2. También ofició al director de personal
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La decisión recurrida
7.1. Tras incorporar a su análisis la versión voluntaria del señor RODRÍGUEZ VERA,
compareciente ante la SRVR, y diversas piezas procesales relativas a los casos 1 y 2, arribó
a la conclusión de que no se demostró la relación entre los hechos punibles por los que
está procesado con el CANI. En criterio del despacho, la versión voluntaria del
compareciente no aportó “un relato claro, exhaustivo, detallado y veraz respecto a su relación
con el señor Rodolfo Useche González, ni en cuanto a sus funciones mientras estuvo en la Sección
de Inteligencia (2) del Batallón de Infantería Nº 27 ‘Magdalena’, tampoco se refirió a los
informantes que tenía a su cargo, ni las funciones que cumplía en las fechas de los hechos”. Así, la
Sala estimó que la versión del compareciente en los casos 1 y 2 carece de sustento
probatorio y resulta contradictoria respecto a las pruebas y demás elementos de
convicción que reposan en los expedientes ordinarios, los cuales sirvieron de
contrastación para examinar su dicho.
7.2. El despacho sustanciador encontró mejor probada la hipótesis de la JPO según la cual
los hechos concernientes a los casos 1 y 2 estuvieron, al parecer, asociados a la existencia
de una organización criminal llamada “Los Facilito”, dedicada al tráfico de estupefacientes
y a la que perteneció el compareciente, como supuesto líder, otros miembros de la Fuerza
Pública, el señor Rodolfo Useche González y, según la Fiscalía, las víctimas Exequiel
Martínez Lugo y Carlos Alberto Barreto Ruíz.
7.2.1. En el caso 1, la Sala destacó que el señor Useche González indicó que dos familiares
de reconocidos narcotraficantes de Pitalito fueron plagiados y se contactaron con el señor
RODRÍGUEZ VERA para lograr su liberación a cambio de una importante suma de
dinero. Supuestamente, la víctima, el señor Barreto Ruíz, tenía conocimiento acerca de la
del Ejército Nacional para que informara sobre la condición que ostentaba el señor RODRÍGUEZ VERA para la época
de los hechos. El 3 de junio de 2022, la Dirección de Personal informó que “el señor Sargento Segundo (r) Carlos Hernán
RODRÍGUEZ VERA fue orgánico del Batallón de Infantería #27 “Magdalena” del 15/junio/2007 al 15/julio/2009”.
(Expediente Legali 9000092-81.2018.0.00.0001, folios 1796 a 1809).
18 Ibidem, folios 1624 a 1632.
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7.3. La SDSJ enfatizó que, según las piezas procesales de la JPO, los hechos de los cuales
fueron víctimas los señores Barreto Ruíz y Martínez Lugo no obedecieron a ninguna
operación militar o de inteligencia, ni tampoco se pudo establecer que en ellos
participaran integrantes del Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal
(GAULA) ni de la Regional de Inteligencia Militar del Ejército (RIME) de Neiva. La Sala
también indicó que tampoco se pudo determinar que las víctimas tuvieran alguna
relación con la antigua guerrilla de las FARC-EP, o que fungieran como colaboradores de
ese grupo insurgente.
7.4. El despacho destacó la decisión de la SDSJ que estudió el sometimiento del antiguo
integrante de la Policía Nacional, Andrés Felipe Vera Escobar, quién también está
investigado por cuenta de los hechos del caso 1. Mediante resolución 5149 del 31 de
diciembre de 2020, la SDSJ declaró la falta de competencia material. Al respecto, se afirmó
lo siguiente:
Como se aprecia, no existen elementos que, a primera vista, permitan concluir que los
delitos por los que está siendo procesado el señor Andrés Felipe Vera Escobar se hayan
cometido por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto armado
interno. Por el contrario, la retención, desaparición, tortura y homicidio del señor Carlos
Alberto Barreto Ruíz se desplegaron y perpetraron, presuntamente, por “miembros activos
de una estructura criminal con vocación de estabilidad en el tiempo dedicada al tráfico de sustancias
estupefacientes, a la desaparición forzada de personas, tortura y homicidio” y que la causa de estas
era el “conocimiento” que la víctima tenía del secuestro y ubicación de dos familiares de
reconocidos narcotraficantes de la zona que contrataron los servicios de la mencionada
empresa criminal para lograr su liberación. Dicho de otra forma, lo que se desprende de lo
sucedido es que el solicitante y los demás miembros de la estructura criminal retuvieron y
torturaron a la víctima, por estar vinculado al secuestro extorsivo cometido contra
familiares de reconocidos narcotraficantes, esto es, en el marco de una actividad
delincuencial asociada a la criminalidad organizada más no a crímenes de guerra o de lesa
humanidad.
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7.5. Para finalizar, la SDSJ indicó que el interesado RODRÍGUEZ VERA “no ha actuado con
lealtad” al no informar sobre otra condena que recibió en la JPO, tras su retiro del Ejército
Nacional19.
La apelación
9. El abogado explicó que las afirmaciones de Rodolfo Useche González son falsas, por lo
que no puede dársele credibilidad a su testimonio. También relató que Useche González
denunció al fiscal que adelanta la investigación del caso 1, porque este último,
supuestamente, lo habría presionado para incriminar a personas inocentes y encubrir a
los verdaderos responsables de esos crímenes. Sobre el particular, el abogado puntualizó
“mi defendido me aportó dos declaraciones […] donde se retracta de lo transcrito por la H.
Magistrada de la SDSJ, dejando claro que los hechos sí eran del conflicto y que inclusive, mi
defendido desconocía de uno de ellos. Además, afirma, que la fiscalía lo presionó para dar una
declaración contraria a la realidad, es decir que sí se trataban de hechos del conflicto. Tan es así que
el señor Useche declaró por dichas denuncias interpuestas y se ratificó en las presiones y falsedades
que le pudieron obligar a declarar”.
II. FUNDAMENTOS
19 Al respecto, el despacho de la Sala logró establecer que el compareciente fue condenado el 9 de noviembre de 2009
por el Juzgado 2º Penal del Circuito con funciones de conocimiento de Pitalito, como autor responsable de los delitos
de uso de documento falso, fabricación tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones y
usurpación de funciones públicas. El episodio delictivo ocurrió el 25 de septiembre de 2009, “cuando RODRÍGUEZ
VERA fue encontrado por una patrulla de la Policía Nacional al interior de la vivienda de la señora Martha Lucía Vargas,
quien estaba siendo víctima de extorsión. En su poder fueron hallados un revólver, 14 cartuchos sin documentos y un
formato con el logo de la Fiscalía General de la Nación con una supuesta orden de allanamiento que tenía por objetivo
buscar dinero en dólares y pesos colombianos”.
20 La resolución 2196 del 17 de junio de 2022 fue notificada al compareciente el 21 de junio de 2022. El 23 de junio de
2022, el apoderado del señor RODRÍGUEZ VERA interpuso, en término, el recurso de apelación contra la mencionada
resolución. Mediante resolución 2890 del 10 de agosto de 2022, el despacho ponente de la SDSJ concedió la impugnación.
(Expediente Legali 9000092-81.2018.0.00.0001, folios 1996 a 1999).
21 De conformidad con lo establecido en el inciso 2º del artículo transitorio 7º de la Constitución Política, introducido
por el artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2017, y los artículos 13 y 14 de la Ley 1922 de 2018, 96 –literal b– y 144 de la
Ley Estatutaria de la JEP21 (LEJEP). La SA, como superior funcional de la SDSJ, es competente para pronunciarse sobre
la apelación interpuesta por el señor RODRÍGUEZ VERA, por conducto de su representante judicial.
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concierto para delinquir, desaparición forzada, tortura y homicidio (casos 1 y 2), una vez
la Sala de Justicia, de conformidad con lo ordenado por esta misma Sección en el Auto
TP-SA 856 de 2021, incorporara a su análisis la versión voluntaria del compareciente ante
la SRVR –en el macrocaso 03 sobre “Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en combate
por agentes del Estado”–, así como diversas piezas procesales relevantes relativas a los dos
procesos estudiados.
La verificación del factor material frente a las dos actuaciones adelantadas contra el
señor RODRÍGUEZ VERA por los delitos de concierto para delinquir, desaparición
forzada, tortura y homicidio (casos 1 y 2)
11. Esta Sección ha indicado que la satisfacción del factor material de competencia
requiere la existencia de un vínculo entre los hechos delictivos y el CANI, lo que acaece o
acontece cuando las conductas que se analizan en esta Jurisdicción Especial fueron
perpetradas por causa, con ocasión, o en relación directa o indirecta con el conflicto
armado22. De manera específica, los vocablos “por causa” y “en relación directa” imponen
efectuar un juicio de causalidad entre las conductas y el conflicto para establecer si,
factualmente, las primeras tuvieron origen en el segundo, y si aquéllas facilitaron “las
finalidades en las que se inspira la agrupación (…)”23; o, lo que resulta equivalente, que su
comisión permitió la materialización de los fines asociados al desarrollo del conflicto24.
Por otro lado, la locución “con ocasión” se refiere a la existencia de una relación cercana y
suficiente entre las conductas punibles y la guerra, comoquiera que ésta no se limita a las
confrontaciones armadas, sino que, en atención a su discurrir y diversas manifestaciones,
involucra escenarios y aspectos de distinta naturaleza25. Y, el término “relación indirecta”
exige estudiar si los delitos contribuyeron al esfuerzo general de guerra, concretamente,
a mantener o aumentar las capacidades del actor armado. En este último evento, el
análisis de rigor debe comprender la complejidad del conflicto, su prolongación, la
multiplicidad de participantes y víctimas, y el nivel de degradación de las conductas en
función de los métodos utilizados26.
11.1. Adicionalmente, para verificar el vínculo o relación entre las conductas delictivas y
el conflicto armado colombiano, el artículo transitorio 23 constitucional, introducido por
el artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2017, y el artículo 62 de la Ley 1957 de 2019, prevén
un conjunto de criterios indicativos, no exhaustivos, de conexidad material, conforme a los
cuales un caso tendría relación con el desarrollo del conflicto si, en efecto, éste fue causa
directa o indirecta de la comisión de la conducta punible, o si su existencia influyó en el
autor o partícipe en cuanto a: i) su capacidad para cometerla, ii) la decisión para cometerla,
22 Artículo transitorio 5º constitucional, introducido por el artículo 1º del Acto Legislativo 01 de 2017.
23 Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Autos TP-SA 171 de 2019 y 1205 de 2022.
24 Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Autos TP-SA 490 de 2020 y 1205 de 2022.
25 Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 019 de 2018. La locución con ocasión ha sido empleada
indistintamente como "en el contexto del conflicto armado", "en el marco del conflicto armado" y "por razón del conflicto
armado". (Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Autos TP-SA 490 de 2020 y 1205 de 2022).
26 Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Autos TP-SA 019 de 2018, 171 de 2019 y 1205 de 2022.
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iii) la manera en que fue ejecutada, o iv) la selección del objetivo que se proponía alcanzar
con la comisión de la infracción penal27.
11.3. Por otro lado, en el análisis de factor material, los jueces transicionales deben evaluar
los hechos que concitan su atención de forma gradual, progresiva o escalonada, en
observancia de “distintos niveles de intensidad”29 y conforme “el momento procesal y las
pruebas disponibles analizadas en conjunto y no de manera aislada”30. De esta forma, en la etapa
inicial de definición de competencia, en la que se pretende aumentar las posibilidades de
que esta Jurisdicción conozca una mayor cantidad de asuntos relacionados con el
conflicto31 –con el específico propósito de amplificar la labor de esclarecimiento de la
verdad plena y la restauración de los derechos de las víctimas32–, el estudio de rigor debe
ajustarse a un nivel bajo de intensidad, para lo cual se exige un mínimo material probatorio
en términos cuantitativos y cualitativos. A la postre, en la fase intermedia, en la cual se
evalúa la relación de la conducta con las hostilidades acorde con un nivel medio de
intensidad demostrativo, el conjunto de pruebas debe ser aceptable –lo que conduce a un
aceptable nivel de persuasión33–, lo que implica que no sólo sean evaluadas holísticamente,
sino también con algún grado de constatación34 o de confirmación fáctica y jurídica35. Para
finalizar, cuando se provee sobre los beneficios definitivos, en la etapa final y con ajuste a
un nivel alto de intensidad, se requiere que la hipótesis de la conexidad entre la conducta
y el conflicto esté sustantiva o sustancialmente mejor fundamentada frente a las demás
posibilidades concurrentes, con apoyo en un acervo probatorio exhaustivo36, el cual exigirá
27 Además, la Corte Constitucional, en la sentencia C-080 de 2018, indicó que también son criterios orientadores para
establecer la relación de una conducta con el conflicto: (i) el tipo de responsable del hecho, es decir, su calidad de
combatiente o de civil; (ii) que la conducta constituya una infracción al Derecho Internacional Humanitario (DIH); y
(iii) que los hechos hubieren ocurrido en zonas geográficas de conflicto (punto 4.1.3). Al respecto ver, también, el Auto
TP-SA 826 de 2021.
28 Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 861 de 2021, entre otros.
beneficios provisionales y, por último, al momento de estudiar el otorgamiento de beneficios definitivos. Tribunal para
la Paz. Sección de Apelación. Autos TP-SA 020 de 2018 y 1205 de 2022.
30 Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Autos TP-SA 070 de 2018, 362 de 2019 y 1205 de 2022.
31 Tal aspiración encuentra sustento en la naturaleza del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No
Repetición (SIVJRNR) o Sistema Integral para la Paz (SIP), particularmente, en cuatro principios orientadores de su
componente judicial, a saber, la especialidad, la integralidad, la prevalencia y la complementariedad; y, además, en el
“estado de cosas en materia de positivización del derecho aplicable que existe a nivel nacional e internacional”. Tribunal
Para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 200 de 2019. Párrafo 20. Ver, también, Auto TP-SA 861 de 2021. (pie de
página 36).
32 Tribunal Para la Paz. Sección de Apelación. Autos TP-SA 395 de 2018, 548 de 2020 y 861 de 2021.
33
Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Sentencia TP-SA-AM 143 de 2019. Párrafo 14. Ver, también, Auto TP-SA
1205 de 2022.
34 Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 070 de 2018. Ver, también, Auto TP-SA 1205 de 2022.
35 Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Autos TP-SA 070 de 2018, 306 y 117 de 2019, 1205 de 2022.
36 Tribunal Para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 720 de 2021. Ver, también, Auto TP-SA 1205 de 2022.
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EXPEDIENTE LEGALI: 9000092-81.2018.0.00.0001
un “análisis contextual y máxima constatación”, así como “contrastación y combinación con los
elementos probatorios disponibles”37.
11.4. Lo que viene de concretarse supone que, para definir la competencia de esta
Jurisdicción, los elementos de prueba disponibles deben viabilizar una inferencia razonable
acerca de la relación de la conducta por la que se pretende obtener los beneficios
transicionales con el conflicto armado colombiano38.
12. En el presente evento, estudiado de forma integral el material probatorio que reposa
en el expediente transicional y traídos los criterios establecidos en el artículo transitorio
23 constitucional, no es posible concluir –en consonancia con lo precisado por la Sala de
Justicia y en oposición a la tesis de la apelación–, en un nivel bajo de intensidad, que los
hechos por los que el señor RODRÍGUEZ VERA es investigado en la JPO cumplen el
factor material competencial de la JEP. Ello, desde el punto de vista demostrativo,
equivale a sostener que no es factible inferir, de manera razonable, la relación de las
conductas de los casos 1 y 2 con el conflicto armado interno.
12.1. Los elementos probatorios relacionados con el caso 1, registrado por la SA como el
de la fingida gestión para obtener el préstamo de una importante suma de dinero,
permiten evidenciar que en el escrito de acusación presentado el 6 de octubre de 2017 por
la Fiscalía 150 de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos
Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, respecto del SSR Carlos Hernán
RODRÍGUEZ VERA y seis personas más, como presuntos coautores de los punibles de
concierto para delinquir, desaparición forzada, tortura y homicidio, todos agravados, por
hechos acaecidos el 29 de enero de 2009 en el municipio de Pitalito, en los que perdió la
vida de forma violenta el ciudadano Carlos Alberto Barreto Ruiz39, se reseñó que el
compareciente y los otros acusados integraban un grupo criminal en el municipio
referido, llamado “Los Facilito”, dedicado al tráfico de estupefacientes y a la comisión de
otras infracciones penales.
37 Tribunal para la Paz. Sección de Apelación. Auto TP-SA 070 de 2018. Ver, también, Auto TP-SA 1205 de 2022.
38 Tribunal Para la Paz. Sección de Apelación. Autos TP-SA 395 de 2018 y 548 de 2020. Ver, también, Auto TP-SA 861 de
2021.
39 Expediente Legali 9000092-81.2018.0.00.0001, folios 300 a 318.
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tres de sus efectivos, concretamente, Andrés Felipe Vera Escobar, Juan Pablo Ocampo
Cardona y Nelson Humberto Murillo Morales, se desplazaran a la vía que conduce de ese
municipio a la inspección de Bruselas, y en uno de sus parajes procedieran a realizar un
supuesto operativo de registro y control, en el cual detuvieron el vehículo en el que se
movilizaban Rodolfo Useche González, dos mujeres menores de edad y el señor Carlos
Alberto Barreto Ruiz. Los policías retuvieron a este último y se lo entregaron a
RODRÍGUEZ VERA, quien había arribado al lugar en una camioneta adscrita al parque
automotor del aludido batallón junto con otros tres acusados, Óscar Hernando Hoyos
Paladines, alias “Muelas”, Gilberto Sevilla Marín, alias “Morocho”, y Miguel Sevilla Marín,
a los que la Fiscalía señaló de ser “sicarios” bajo las órdenes del suboficial. La víctima
abordó el rodante que salió hacia la unidad militar, sin conocerse qué le sucedió hasta el
11 de febrero de 2009, fecha en la que se encontró su cuerpo sin vida en el lecho del río
Magdalena, concretamente en el municipio de Oporapa, Huila. El cadáver presentaba un
avanzado estado de descomposición y evidencias de tortura.
12.1.2. Resáltese que, en los interrogatorios rendidos por los policiales –los cuales, junto
con otros elementos materiales probatorios e información legalmente obtenida, sustentan
el llamamiento a juicio oral–, éstos admitieron que el SSR RODRÍGUEZ VERA los
contactó telefónicamente con la finalidad de que realizaran un “procedimiento de registro y
control de antecedentes” respecto de un vehículo que se desplazaba en la vía que de Pitalito
conduce a Bruselas, por lo cual interceptaron el rodante en el que se desplazaba la víctima
en compañía de otras personas. También relataron que el compareciente arribó al lugar
en una camioneta de la Sección de Inteligencia del Batallón de Infantería “Magdalena”, y
que luego se dirigió a hablar con el señor Barreto Ruíz para, finalmente, abordar ambos
el automotor y salir del lugar para ingresar a las instalaciones de la referida unidad
militar40.
12.1.3. El señor Useche González, alias “el Mocho”, se reitera, informante o fuente humana
del Batallón de Infantería “Magdalena”, rindió una declaración juramentada en el marco
de un proceso de colaboración eficaz con la justicia. En dicho elemento demostrativo, que
también soporta la acusación contra el compareciente, se narró que la causa factible que
originó la desaparición forzada, tortura y homicidio del señor Barreto Ruiz, fue el plagio
de unos familiares de dos reconocidos narcotraficantes de Pitalito por lo que al señor
RODRÍGUEZ VERA le ofrecieron una cuantiosa suma de dinero con el único objetivo de
lograr su liberación, razón por la cual el exsuboficial del Ejército Nacional, presuntamente,
ordenó victimizar al señor Barreto Ruiz, comoquiera que éste, supuestamente, conocía la
identidad de los perpetradores, así como la ubicación del sitio de cautiverio41.
12.1.4. También se tiene conocimiento procesal de que mediante auto 53 del 10 de mayo
de 2019, la SRVR dispuso que el SSR RODRÍGUEZ VERA rindiera versión voluntaria en
el marco del macrocaso 03, relativo a “Muertes ilegítimamente presentadas como bajas en
combate por agentes del Estado”, diligencia que se llevó a cabo el 29 de mayo de 201942. En
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dicha ritualidad, el compareciente relató, respecto al caso 1, que fue involucrado en esos
hechos en tanto un capitán de la RIME de Neiva y un soldado del GAULA, de apellidos
Buitrago y Tocarema, respectivamente, le ofrecieron hacer parte de un operativo contra
Barreto Ruíz, supuesto “traficante de armas” de Acevedo, quien prestaba sus servicios a
“Pablo 13”, comandante del Frente 13 de las FARC-EP, con presencia en el sur del
departamento del Huila. Añadió que aceptó la propuesta para tratar de reivindicarse con
el comandante del Batallón de Infantería “Magdalena”, toda vez que este lo había excluido
del S2 y, por ello, lo pasaron al mando de un pelotón en el aeropuerto de Pitalito. Refirió
que inicialmente creyó que la acción era aprehender a la víctima en un retén cuando
transportara las armas de fuego, pero, tres días antes de la operación, le dijeron que el
propósito era retenerla para indagarla y obtener información que permitiera la
localización de “Pablo 13”43.
12.1.5. Precisó que el día de los hechos, como a las 10 u 11 de la noche, el capitán y el
soldado lo recogieron en una camioneta en el aeropuerto y se dirigieron a un sitio cercano
al Batallón “Magdalena”, en el que advirtieron que la víctima Barreto Ruíz había sido
interceptado por una patrulla de la Policía Nacional mientras se movilizaba en su vehículo
con otras personas. En ese sitio se encontraron con “el Mocho”, informante de la aludida
unidad operativa, quien señaló a Barreto Ruíz para que lo abordaran. Contó que empezó
a hablar con este último y le pidió que se fuera en la camioneta con él y con sus
compañeros para que absolviera unas preguntas. Así, refirió, el capitán, el soldado,
Barreto Ruíz y él se dirigieron, juntos, hacia el batallón. Al llegar a las instalaciones de la
unidad militar, el capitán se bajó de la camioneta y le ordenó al soldado que interrogara
a Barreto Ruíz. El compareciente pensó que iban a ingresar al batallón, pero el soldado le
dijo que no, que era mejor ir a otro lugar y le propuso que fueran al aeropuerto.
RODRÍGUEZ VERA, el soldado y Barreto Ruíz llegaron a ese sitio. Allí, relató, empezó a
indagarle a Barreto Ruíz acerca de las armas de fuego y su vínculo con “Pablo 13”, sin
obtener respuesta alguna. Finalmente, sobre la una de la madrugada, al ver que no obtuvo
la información que pretendía, le preguntó al soldado qué hacer. Éste se comunicó con el
capitán quien ordenó que le llevaran a Barreto Ruíz. El versionado se quedó en dicho sitio
mientras que los otros abordaron la camioneta y abandonaron el lugar. Tiempo después,
a raíz de un interrogatorio que le hizo la Fiscalía por estos hechos, aseguró que se enteró
de que el cuerpo de Barreto Ruíz apareció sin vida 10 días después44.
43 Versión voluntaria. Minuto 4:16:00 a 4:57:00. Audio disponible en Expediente Legali 9000092-81.2018.0.00.0001, folio
1527.
44 Ibidem.
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12.1.11. Además, el SSR RODRÍGUEZ VERA indicó que, en el puesto de registro y control
instalado por efectivos de la Policía Nacional, él y los otros dos militares se encontraron
con “el Mocho”, informante del batallón, quien señaló a Barreto Ruíz para que lo
abordaran. Contrariamente, en el proceso penal ordinario se precisa que, al parecer, el
compareciente le solicitó al señor Useche González que sustrajera a la víctima de su lugar
de residencia, bajo el pretexto de ayudarle con la consecución de $112´000.000 mediante
un préstamo y que, durante su desplazamiento con la víctima, la fuente humana se
comunicaba con el entonces militar activo para reportarle los sitios por los que
transitaban.
12.1.12. Por último, el suboficial no explicó la concurrencia en los hechos de los militares
Óscar Hernando Hoyos Paladines, alias “Muelas”; Gilberto Sevilla Marín, alias “Morocho”;
y Miguel Sevilla Marín, quienes también se encontraban adscritos al mismo batallón que
el SSR RODRÍGUEZ VERA. Para la FGN, los mencionados efectivos del Ejército Nacional,
al parecer, se hicieron presentes en el puesto de registro y control de la policía en
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compañía del compareciente y a bordo de una camioneta Chevrolet LUV 2600, color
verde, y, además, actuaban bajo el mando de aquél (RODRÍGUEZ VERA) como presuntos
“sicarios” y, así, “participaban mancomunadamente y con solidaridad relevante en la retención,
privación injusta de la libertad, ocultamiento, tortura y asesinato de personas” (ut supra párrafos
1.3 y 1.4). Adicionalmente, el exsuboficial indicó que a la víctima se le ofreció una
recompensa a cambio de información. Sin embargo, se sabe que ésta en realidad terminó
muerta y, además, con vestigios de tortura.
12.1.13. De esta manera, la versión voluntaria del SSR RODRÍGUEZ VERA se evidencia
artificiosa (internamente) y, además, resulta contraria, refractaria o contrapuesta a lo
acreditado hasta el momento en la JPO, en el marco del caso registrado por esta Sección
como el de la fingida gestión para obtener el préstamo de una importante suma de dinero. Ello
impide inferir, de manera razonable, la relación del concurso delictual por el que se
pretende obtener los beneficios transicionales con el conflicto armado colombiano.
12.1.15. Para la SA, de acuerdo con la acusación formulada y sustentada por la FGN, el
compareciente, alias “el Zarco”, al parecer, era el líder de una “estructura criminal con
vocación de estabilidad en el tiempo dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes, a la
desaparición forzada de personas, tortura y homicidio”. Esta presunta actividad delictual
organizada, de conformidad con la teoría del caso de la FGN, que la Sala de Justicia y esta
Sección comparten en un nivel bajo de intensidad demostrativa, la habría desarrollado
coetáneamente con sus labores como suboficial asignado al Batallón de Infantería número
27, “Magdalena”, del Ejército Nacional, con sede en Pitalito.
12.1.16. Las pruebas acopiadas en la investigación penal permiten precisar que, al parecer,
los hechos del caso –hoy enjuiciados–, se dieron en desarrollo de una actividad criminal
organizada, que, presuntamente, concretó la desaparición forzada, tortura y, finalmente,
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12.2.3. Frente a este concurso delictual, por el cual, se reitera, se adelanta una indagación,
la falta de coherencia o armonía de su dicho con los elementos de convicción allegados es
incluso mayor a la que se evidencia frente al caso 1. El exsuboficial no informó de qué
manera se enteró de lo acaecido al señor Martínez Lugo. Adicionalmente, la hipótesis de
la FGN, sustentada en la información suministrada por alias “el Mocho”, es que un grupo
criminal organizado, presuntamente liderado por el SSR RODRÍGUEZ VERA, fue el
responsable de la muerte en la que la referida fuente humana del Batallón “Magdalena” –
ya condenada por tales hechos– concurrió o intervino para entregarle a la víctima a sus
victimarios. Además, se sabe que los otros indagados, vale decir, los señores Arnulfo
Pérez Mosquera, Jimeno Fajardo Bonilla y Sócrates Jesús Velásquez Acosta, no tienen
actuaciones ante la JEP (ut supra píe de página 6).
12.2.4. Lo anterior impide sostener que la narrativa del compareciente acerca de los hechos
del caso identificado fácticamente por la Sección como el malogrado viaje comercial a
Panamá, así como su relación con el conflicto armado, se infieran razonablemente de los
elementos demostrativos obrantes en el proceso transicional, conforme a un nivel bajo de
intensidad probatoria.
12.3. Es preciso resaltar que los hechos inherentes a los casos analizados (1 y 2) guardan
una evidente conexión o semejanza. Nótese i) su cercanía o proximidad en la línea del
tiempo (21 y 29 de enero de 2009), ii) su presunta ocurrencia en municipios contiguos o
48 Fiscalía 16 Especializada de Ibagué. Solicitud de orden de captura. 8 de marzo de 2017. Radicado 415516000597-2009-
00405. Cuaderno 16. Folios 5 a 10. También ver acta de preacuerdo entre la Fiscalía 16 Especializada de Ibagué y Rodolfo
Useche González. Folios 1 a 7. 7 de septiembre de 2015. Disponible en Expediente Legali 9000092-81.2018.0.00.0001, folio
1518.
49 Versión voluntaria. Minuto 4:09:30 a 4:14:50. Audio disponible en Expediente Legali, 9000092-81.2018.0.00.0001, folio
1527.
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limítrofes del departamento del Huila (Pitalito y Acevedo), iii) la referencia común a una
peligrosa estructura criminal dedicada al tráfico de estupefacientes y a otras ilicitudes con
operación sostenida en el tiempo (con ánimo de permanencia), iv) la concurrencia del
mismo testigo de cargo (Useche González), v) los engaños o ardides a los que fueron
sometidas las víctimas para, luego, ser desaparecidas, torturadas y, por último, asesinadas
(identidad en el modo de operar); y, por último, vi) la ferocidad o la sevicia evidenciada
en el supuesto accionar criminal.
12.3.2. De otro lado, pese a que es indiscutible que, en desarrollo de los hechos de los dos
casos, al parecer, se emplearon recursos humanos (informante y otros militares) y físicos
(vehículo oficial), el conflicto armado colombiano tampoco influyó en la manera cómo,
presuntamente, acaecieron los acontecimientos.
12.3.3. Por último, el CANI no le ofreció la oportunidad al señor RODRÍGUEZ VERA para
incurrir en las conductas ilícitas, ni influyó en su decisión para ejecutarlas ni en la
selección de su objetivo; se insiste en que los comportamientos no entrañaron capacidad
de respuesta militar sino, al parecer, el designio de ejercer una actividad delincuencial
organizada y permanente. Es decir, fue dicho propósito y no el conflicto armado, lo que,
presuntamente, generó la afectación de los bienes jurídicos vida e integridad personal,
libertad individual, autonomía personal y seguridad pública.
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sostiene el recurrente. Así, la indicación del abogado y, por ende, su hipótesis, queda
absolutamente desprovista de respaldo objetivo consistente.
13. De manera que, aunque el compareciente era integrante de la Fuerza Pública para las
fechas de los hechos analizados (ut supra pie de página 17) y éstos acaecieron antes del 1º
de diciembre de 2016, la Sección concluye, en un nivel bajo de intensidad probatoria, que
los delitos por los que fue condenado no fueron cometidos por causa, con ocasión, o en
relación directa o indirecta con el conflicto. En consecuencia, frente a los casos 1 y 2,
resultaba innecesario que la SDSJ se ocupara del estudio de la existencia del ánimo
determinante de enriquecimiento personal ilícito.
14. Así, la respuesta al problema jurídico planteado es que la SDSJ sí acertó al inadmitir
por incompetencia la solicitud de sometimiento del SSR RODRÍGUEZ VERA, por no
encontrar acreditado el factor material competencial respecto de las dos actuaciones
penales –juicio e indagación– que se adelantan en su contra por los delitos de concierto
para delinquir, desaparición forzada, tortura y homicidio (casos 1 y 2). Por ello, la
resolución apelada será confirmada.
III. DECISIÓN
50 Sobre el valor de la declaración de parte obtener beneficios transicionales, ha dicho la SA lo siguiente: “El único
elemento probatorio en apoyo de su postura sería la manifestación del interesado cuya declaración no fue solicitada
durante el trámite de instancia, como bien lo señaló la SAI. Incluso, en caso de que se hubiese practicado tal declaración,
el dicho del interesado no es suficiente para establecer la relación de los delitos con el conflicto. Además, se hace
necesario otros elementos o pruebas capaces de falsear o corroborar dicha declaración. La sola palabra de quien tiene
interés en que se le reconozca un beneficio transicional no constituye razón suficiente para otorgar la prerrogativa. Por
lo anterior, las consideraciones del recurso frente a la supuesta relación de los delitos del interesado con el CANI no
tienen vocación de revocar la decisión apelada”. Auto TP-SA 355 de 2019. En el mismo sentido, Autos TP-SA 915 de
2021 y 1114 de 2022.
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RESUELVE
Primero.- CONFIRMAR la resolución 2196 del 17 de junio de 2022, proferida por la Sala
de Definición de Situaciones Jurídicas, por cuyo medio inadmitió por incompetencia
material la solicitud de sometimiento del sargento segundo del Ejército Nacional, en
retiro, Carlos Hernán RODRÍGUEZ VERA, en relación con los casos 1 y 2 (radicados
110016099036-2016-00002 y 415516000597-2009-00405, respectivamente), de conformidad
con los fundamentos.
Tercero.- COMUNICAR esta decisión al Juzgado 1º Penal del Circuito Especializado con
funciones de conocimiento de Neiva, Huila, y a la Fiscalía 150 de la Dirección
Especializada Contra las Violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional
Humanitario.
Notifíquese y cúmplase.
Firmado
digitalmente
por SANDRA
ROCIO GAMBOA
RUBIANO
EDUARDO CIFUENTES MUÑOZ SANDRA GAMBOA RUBIANO
Magistrado Magistrada
Con salvamento parcial de voto
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SECCIÓN DE APELACIÓN
EXPEDIENTE LEGALI: 9000092-81.2018.0.00.0001
Firmado
digitalmente
por MIRTHA
PATRICIA
LINARES
PRIETO
PATRICIA LINARES PRIETO DANILO ROJAS BETANCOURTH
Magistrada Magistrado
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