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Segundo Parcial

Antropología

Comisión: Martes 14:15 - 17:45.

Docente: Nazarena Belén Mora

Alumno: Francisco Saccomandi

1) Caracterice el concepto de Cultura según Gravano y explique cuál serpia el rol del
antropólogo para el autor.

2) Describa en diez renglones el tema de estudio elegido. Recuerde que el análisis de


un caso testigo (art, libro, película) faciitará el aprehensión de los conceptos y el
desarrollo del parcial. Si no ha elegido un tema, le sugerimos que trabaje con uno
propuesto por la cátedra.

3) Explique en el tema elegido o en el caso propuesto por la cátedra: ¿Cuáles son las
representaciones hegemónicas que aparecen teniendo en cuenta el concepto de
cultura propuesto por Gravano y cómo se da la relación entre legitimidad y
consentimiento tal como lo propone Godelier.

4) Vincule el tema con 3 autores vistos en la materia.


1) Ariel Gravano “La cultura como concepto central de la antropología”.

El autor va a plantear inicialmente que el objeto de estudio de la antropología


es claro y bien delimitado: la otredad cultural, con la alteridad como eje central.
Aquí es donde encaja un concepto fundamental para la antropología que es el
de cultura. Dicho término es construído y es definido según un momento
histórico particular haciendo foco en algúna cuestión o interrogante.

Gravano hará un recorrido desde lo general, es decir desde la noción de


cultura en general, hacia su noción específica en su devenir antropológico en
particular. Su concepción considera que la cultura “está compuesta por ciertas
y especiales manifestaciones y comportamientos, como las artes plásticas, la
escritura y literatura, la educación, la música, la danza, la poesía, el cine, la
comunicación mediática, los espectáculos” (Taylor, 1871). En otras palabras, y
tomando los aportes de Raymond Williams, la cultura es entendida como todo
aquello que el hombre produce en la vida respecto de las representaciones y
prácticas de un determinado grupo, las cuales tienen un carácter significante.
Esto reviste de gran complejidad al concepto y sus fenómenos.

En sus esfuerzos por delimitar este concepto, establece lo que no es cultura a


partir de la oposición con el concepto de naturaleza. Allí la cultura es ubicada
dentro de lo adquirido, y la naturaleza ligado a lo innato.

Dado que el concepto de cultura varía de acuerdo al contexto histórico,


Gravano va a establecer al Iluminismo, característico del siglo XVIII con su eje
central problemático que es la Revolución Francesa, como la matriz del
concepto de cultura. Para este momento, también denominado “Siglo de las
Luces” la idea de progreso es incisiva en cuanto procesos histórico-culturales
que de desarrollarán en éste período, y rompe con el pensamiento medieval en
el cual la argumentación mística era la imperante. En la modernidad con la
ponderación de la razón, las relaciones que se desarrollan impulsan una
explicación racional y analizable para comprender la acción del ser humano en
el mundo. La expansión colonial a su vez conlleva nuevos interrogantes y
nuevas respuestas para esos interrogantes. El pensamiento eurocéntrico ubica
a la pluralidad de culturas girando alrededor, subordinadas, degradadas o
marginales respecto a una cultura entendida como superior. Con este marco de
referencia se producen las relaciones e intercambios entre las diversas
culturas. La idea de progreso establece una evolución lineal desde el
salvajismo, atravesando la barbarie y con un claro punto de llegada: la
civilización, entendida como sinónimo de cultura. En ésta relación de marcada
asimetría se pone en relieve la alteridad, dado que la diversidad que se
encuentra en los “otros” produce una sensación de extrañeza en occidente al
remitirse a su propia cultura: acumulativa, cuantificable, seleccionable y que
centraliza lo que es “más” cultural atribuyéndose el poder. A esta concepción
ilumista se le contrapone la concepción o sentido antropológico de cultura, por
el cual la diversidad cultural implica que “todas las manifestaciones humanas
de cualquier latitud y cualquier época son, han sido y serán cultura. (…) Todas
las sociedades y grupos son productores de cultura, sin que sea posible
distinguir en términos de más o de menos” (Gravano, 2006). A pesar de ello
Gravano advierte de que aunque al entender la diversidad cultural todas las
culturas poseen cultura, siempre en todo grupo humano se van a ponderar
unos valores por sobre otros. De esta manera, ninguna cultura está exenta
plenamente del iluminismo, dado que ninguna cultura deja de ser ilumista
consigo misma.

En 1750, es decir en el contexto del iluminismo, es que Turgot va a


establecer a la cultura como un “tesoro de signos”, donde las practicas y
producciones del hombre “atesoran” valores, metáforas y símbolos de los
grupos sociales, quienes le asignan valor, sentido y establecen la necesidad de
preservarlos. Todas esas representaciones simbólicas remiten a significados
compartidos con valor cultural. Ésta cultura decididamente no puede ser
recibida por intermedio de la génetica sino que debe ser aprendida. Los
hombres entonces son capaces de producir cultura, poseerla, transmitirla o
comunicarla y de renovarla o innovarla. Esto conforma un signo, el cual es
entendido en un sentido dialéctico entre lo familiar y lo nuevo, donde sus
interminables e innumerables interpretaciones, por parte de los propios y los
ajenos, dan lugar a los símbolos que son un salto cualitativo de la especie
humana ya que es el único capaz de representarse lo que hace.

El símbolo se halla “cargado” de significaciones y valores, pues remite a algo,


a una cosa, a un estado, es decir, referencia o actúa lo que la palabra misma
significa y consecuencia a partir del cual se pueden producir las múltiples
interpretaciones. En otras palabras el símbolo sustituye a un referente de lo
real, vuelve a presentar lo que no está. Y sus significados están situados
culturalmente con un contexto que permite hacerlos inteligibles, es decir,
entenderlos. Para Gravano la transformación también es central, dado que
somos seres históricos que producimos signos y símbolos donde las
representaciones del mundo inherentes a una cultura aparecen naturalizadas.

En síntesis, para Gravano la cultura se relaciona con el Otro, con la historia,


con el conflicto, con la transformación, con lo alterno en una disputa por el
sentido. Allí, los procesos de producción de sentido (por acción o por omisión),
se insertan en estructuras materiales que a su vez inciden sobre las estructuras
simbólicas. Sin embargo, no todos los actores están posicionados de la misma
forma. Como fuera dicho anteriormente hay una posición asimétrica, puesto
que hay relaciones de dominación, donde, en relación con Chiriguini, el poder
de nominación es el poder nombrar. Unos pueden decir quienes son y definir
quienes son los demás. Todo esto genera mecanismos de poder en una “arena
de lucha” por los significados.

Gravano establece dos relaciones de poder: las de de dominación y la de


hegemonía. En la dominación hay una imposición violenta mediante el aparato
represivo y que cuenta con una resistencia explícita. Al Otro entonces no se le
otorga la posibilidad de manifestar su significación o identidad. El ejercicio del
poder se extiende desde lo material hacia lo simbólico. Por el contrario, en la
hegemonía aparece una aceptación. Es la aceptación de una determinada
concepción del mundo como propia, aunque estuviera por fuera de nuestros
propios intereses. En otras palabras, la hegemonía se logra por consenso y la
dominación por la fuerza. Allí, los saberes hegemonicos son capaces de
naturalizar las relaciones de dominación. A su vez Alterna es la contraparte a la
hegemonia que le da sentido a su ejercicio. Se ubica por detrás y se resiste a lo
hegemónico, y éste conflicto entre lo hegemónico y lo alterno que cada cultura
gestiona, propicia las transformaciones. En el caso particular de este escrito lo
relacionaremos con el discurso de boxeador Muhammad Ali.
En su escrito en un apartado sobre luces y sombras, Gravano va a plantear
que las luces se emparentan con cierta labor de la antropología en tanto
propicia el relativismo cultural. Esto habilita romper y criticar la mirada iluminista
elitista caracterizada por un fuerte etnocentrismo y su exacerbacion que es el
eurocentrismo. A partir del concepto de cultura se critican los reduccionismos.

En consiguiente, se desestima la mirada genética para hacer foco en las


desigualdades sociales. El hombre crea y es capaz de transformar su mundo,
su contexto, su historia y sus sistemas de vida. Esta accion del humano sobre
el mundo tiene un carácter significante pleno de sentidos que deben ser
interpretadas no solo por los emisores sino tambien por los receptores, es decir
los Otros.

2) El tema escogido fue el discurso del boxeador Muhammad Ali presente en el


film “Facing Ali” (2009) y en una entrevista para la BBC que brindara en 1971.
Éste verborrágico y narcisista deportista no sólo fue uno de los máximos
exponentes del boxeo por su desempeño en el ring sino también por sus
declaraciones y acciones fuera del mismo. Su figura social fue de enorme
influencia en las luchas sociales a favor de los afroamericanos. Ali nace bajo
el nombre de Cassius Clay, nombre que el considerará un símbolo de la
esclavitud de la raza negra en los Estados Unidos. Dado que Ali se
consideraba un hombre libre, renuncia a su nombre de esclavo. A la vez que
adscribe al Islam, se negará a ir a la guerra de Vietnam estableciendo una
postura antibélica. Aunque en la cima de su carrera deportiva es despojado de
todos sus títulos mundiales e impedido de pelear por un plazo que se extendió
por más de tres años y medio, las convicciones de Ali permanecieron firmes.

3) Gravano - representaciones hegemónicas. Relación entre legitimidad y


consentimiento de Godelier

Pese que a mediados del siglo XX la exclavitud había desaparecido en los


Estados Unidos, la mayoría de la población negra seguía siendo discriminada y
segregada. Esto se evidenciaba en que la mayoría de la población negra sólo
tenía acceso a trabajos de servidumbre y vivía confinada a los barrios pobres
de las ciudades sureñas. En ese contexto surgen dos figuras relevantes en la
lucha por la igualdad y asegurar los derechos de todos los ciudadanos: Martin
Luther King y Malcolm X (éste último se asociará e implicará como consejero
de Muhammad Ali). Sin embargo ambos referentes serían asesinados con solo
3 años de diferencia y en circunstancias muy similares. Podría identificarse que
tanto Luther King como Malcolm X se oponían a la perspectiva innatista de
cultura donde los razgos fenotípicos (su color de piel negra) eran
determinativos, puesto que sus discursos se inscriben en la concepción de
cultura construída donde el hombre es capaz de transformar el medio.

El discurso de Muhammad Alí refleja ésta precupación en la entrevista para la


BBC en la cual refiere a que todos los símbolos e íconos son blancos, es decir
se encuentran marcados por un fuerte etnocentrismo. Alí recuerda las
preguntas que le realizaba a su madre: “¿Por qué todo es blanco? ¿Por qué
Jesus es blanco y tiene ojos azules? ¿Por qué en la Última Cena son todos
blancos? Los Ángeles son Blancos. María y sus ángeles también. (…) Santa
Claus es blanco, Miss Mundo siempre es blanca, Miss Universo también (…)
Hasta Tarzán es blanco. Luchaba contra los africanos y rompía las mandíbulas
de los leones y hablaba con los animales, y sin embargo los africanos que
estaban allí desde hace siglos no podían hablar con los animales”.

Tal como plantea Gravano, ninguna cultura está exenta plenamente del
iluminismo, dado que ninguna cultura deja de ser iluminista consigo misma. Es
decir, a pesar de la diversidad cultural por la cual se reconoce que todas las
culturas poseen cultura, siempre en todo grupo humano se van a ponderar
unos valores por sobre otros. En éste caso los valores de los blancos por sobre
los de los negros. Esto responde a las relaciones de dominación acompañada
por una imposición violenta mediante el aparato represivo que cuenta con una
resistencia que se hace explícita. Como se puede ver en el film, Muhammad Ali
expresa esa resistencia con el cambio de su nombre, adscribiéndose al Islam y
en especial al negarse a ir a la Guerra de Vietnam. En palabras de Ali: “Estaba
decidido a ser el único negro al que no pudiera derrotar el hombre blanco”.

Tal como refiere Gravano se le niega el manifestar su significación o identidad


de manera “gratuita” puesto que las consecuencias son abrumadoras. En el
film se muestra lo que dirían los medios: “El campeón de los pesos pesados,
Cassius Clay, en un tribunal de Houston fue declarado culpable de haber
violado las leyes del servicio militar negándose a ser reclutado”. Sería apartado
del boxeo por 3 años y medio y despojado de todos sus títulos que eran el
símbolo de sus victorias deportivas y consiguiente ascenso como el mejor
boxeador del mundo y quizá de todos los tiempos.

A pesar de ello, Ali desafiante e inflexible exclamaría “absuélvanme o métanme


en prisión porque voy a seguir manteniéndome firme (…) Sea cual sea el
castigo, sea cual sea la persecución por defender mis creencias religiosas,
aunque eso signifique enfrentarme a una metralladora, haré eso antes que
denunciar a Elijah Muhhamad y la religión del Islam. Estoy dispuesto a morir”
(…) “No tengo nada contra el Viet Cong. Ellos no me insultan por ser negro”
(…) Esa no es mi guerra. Mi guerra está aquí mismo” (…) “Cuando me
pregunten acerca del ejército, diré claramente “no, no iré.” ¿Por qué debemos
viajar otros negros y yo a 16.000 km de nuestra casa, aquí en los Estados
Unidos, para tirar bombas y disparar a gente inocente que nunca nos ha
molestado?”. Estas claras expresiones de resistencia tuvieron una gran
acogida que llenó de orgullo a los jóvenes negros que podían identificase con
esa postura que Ali había adoptado. De hecho cuando se retiraba del centro de
reclutamiento, lo hacía vitoreado por sus seguidores, que gritaban y agitaban
carteles: “si él no va, nosotros no vamos”. Esto pone en relieve que el discurso
de Ali había encontrado eco en la población negra de su país y también en
África convirtiéndose en un símbolo de la resistencia del afroamericano contra
el racismo, es decir “cargado” de significaciones y valores.

Respecto a la hegemonía puede indicarse a partir de la rivalidades que


estableció con Floyd Patterson o Joe Frazier quienes insistían en llamarlo
Cassius Clay. Esto enfadaría enormemente a Ali, que en respuesta los llamaría
“Tío Tom”, el cual es un término peyorativo tomado de una novela popular y
utilizado por los negros estadounidenses para referirse a aquellos negros que
son muy serviciales con los blancos o bien poco reinvindicativos con su raza.
Ellos estaban aceptando una concepción del mundo como propia, aún cuando
resultaba contraria para los intereses sociales o de clase a la cual habían
adoptado o representaban, dado que actuaban el discurso de los blancos. Es
decir que había una aceptación, un consenso por parte de ellos dado que no
cuestionaban éstas prácticas culturales: sometimiento y segregación de la raza
negra durante siglos (y con actualidad) que denunciaba Ali quien oficiaba como
lo alterno confrontando explícitamente contra el discurso dominante y
propiciando el conflicto (de puja y contradicción). La cultura que es concebida
por como “toda manifestación material o simbólica producida por cualquier
grupo humano” (Gravano, 2006), aparece reflejada en este contexto histórico y
locación particular bajo ésta variante de “arena de luchas” que busca dar,
compartir y sobretodo imponer significados.

Godelier coincide con Gravano, en tanto plantea que el punto mas fuerte de un
poder no radica en su fuerza física sino por el consentimiento de los dominados
a su dominación. De esta forma son ellos mismos quienes legitiman las formas
de desigualdad social. Con lo cual el sistema funciona a partir de una
ambigüedad creada y reproducida por los mismos actores quienes mantienen
las cosas “en orden”, un orden erigido y legitimado como verdadero que
naturaliza la opresión y la dominación.

En otras palabras, los rivales de Ali estaban enceguecidos por el dinero y el


poder. Pero Ali tenía un compromiso mayor. Foresman, uno de sus grandes
oponentes, lo describe de la siguiente forma: “Muhammad Ali había aprendido
algo por el camino… supongo que cuando tuvo los problemas con la
conscripción. Luego se fue a África, la gente creía en él. ‘Significas tanto para
nosotros’. Encontró otra razón para boxear, aparte del dinero y los cinturones.
Y cuando una persona encuentra algo así, es casi imposible ganarle”.

En el caso de Floyd Patterson quien decía que lo iba a vencer para devolver
el título a los Estados Unidos, grabó una canción para el programa de la
cadena ABC dos días antes de la pelea, cuya letra decía:

“Regresa a Casa, querido Cassius”


“Regresa a Casa”
“ Entrené todo el año”
“ ¿Tienes miedo Muhammad?”
“¿Tienes miedo?”
“De lo que te haré”.
La situación se extendió durante el pesaje y presentación oficial de la pelea
donde ambos boxeadores estuvieron cara a cara.

Ali: -¿Por qué no me llamas por mi nombre?

Patterson: -¿Y cómo te llamas? Me dijiste que te llamabas Cassius Clay

Alí:-Nunca te dije que me llamaba Cassius Clay. Me llamo Muhammad Ali y lo


anunciarás ahí mismo, en el centro del cuadrilátero después del combate, si no
lo haces ahora mismo. Ya me oíste. Tío Tom

4) Respecto al texto constuctores de otredad, el caso se enmarca dentro del


3er momento de la antropología caracterizado por la desigualdad cultural. Y
cuyo contexto es justamente la descolonización de los pueblos africanos. Aquí
se busca identificar cómo se construyen los procesos de dominación. Una
dominación que es simbólica y tal como fuera descripto anteriormente, una de
sus expresiones es la hegemonía, donde el dominado consiente y legitima la
dominación y es agente central para posibilitarla aunque vaya en contra de sus
intereses.

- “¿Por qué insistes en que te llamen Muhammad Ali?”

- “Es el nombre que me dio mi líder y maestro, el honorable Elijah


Muhamnad. Es mi nombre original. Es un nombre negro. Cassius Clay
era mi nombre de esclavo. Ya no soy un esclavo”.

Chiriguini se encarga de contraponer los enfoques esencialista y relacional de


identidad la cual es definida como “un proceso de identificaciones
históricamente apropiadas que le confieren sentido a un grupo social
(Chiriguini, 2004). Las mismas se relacionan con el concepto de alteridad dado
que constituyen toda vez que tomamos conciencia de un Otro diferente que nos
produce la sensación de extrañamiento. El enfoque esencialista es más clásico
y define a la indentidad como algo que permanece inalterable, que perdua a lo
largo del tiempo. Por el contrario, el enfoque relacional considera a la identidad
en términos de dinámica social donde la identidad se construye colectivamente
en base a un otro y se encuentra libre, abierta a nuevas resignificaciones. Por
lo tanto aunque refiera a un individuo particular, la identidad es colectiva,
dinámica e histórica.

Chiriguini expone que en los años sesenta, lo que ocupaba el centro de


atención de las ciencias sociales era la “asimilación” de las minorías étnicas y
en particular de los negros a la sociedad norteamericana hegemónica. Esto
coincide con el 3er momento de la antropología, es decir el de desigualdad
cultural se advierten allí las relaciones de poder y de desigualdad. Allí la autora
hace hincapié en que no todos tienen el mismo poder para nombrar y para
nombrarse. El que domina es quien tiene la potestad de nominar y legitimar la
jerarquización de las sociedades. En este contexto, el ser negro constituye una
identidad negativa como modelo de inferioridad y con el estigma del color que
configura determinadas representaciones sociales que están “cargadas” de
etnocentrismo. La postura de Ali deviene muy relevante como emergente de
diversos movimientos sociales que tienen lugar en este momento histórico
puesto que constituyeron y fortalecieron identidades. Esto propiciaría la
situación de que la población negra fuera adquieriendo cada vez una mayor
visibilidad en su reclamo por la igualdad.

El proceso identitario es entonces comprendido como un doble proceso que


es colectivo y particular. Es colectivo en tanto se trata de experiencias
compartidas colectivamente como parte de un grupo. Y es particular por la
manera en que procesamos esas experiencias, no como individuos sino como
sujetos sociales desde el momento que tomamos conciencia de nuestra
pertenencia a un grupo social. En este sentido el discurso de Ali exhibe este
doble proceso. De lo colectivo, ya que mientras aún se llamaba Cassius Clay
se comienza a relacionar con Malcolm X con quien establece una amistad y le
abre las puertas del Islam donde compartiría nuevas experiencias como con
Elijah Muhammad quien le daría el nombre que adoptaría de allí en adelante:
Muhammad Ali. Y a su vez con lo particular y su modo de procesar estas
experiencias y su entendimiento por la pertenencia a dicho grupo social.
“Tengo una religión y es la religión del Islam…que mucha gente no comprende
y no le parece agradar”. Con la asunción de una nueva identidad, se establece
un posicionamiento. “No tengo que ser lo que ustedes quieren que sea. Soy
libre para ser lo que quiera y pensar lo que quiera pensar. No creo en la
integración forzada”. Mientras estuvo suspendido para boxear, hizo algunas
exponencias en diversas universidades en las cuales con compromiso
denunciaba el eurocentrismo. “Los niños negros deben estudiar su propia
cultura…no Inglaterra, ni Francia, ni Roma. Deben estudiar Asia y África.
Deben estudiar su propia cultura negra”.

Clastres planteará la importancia del concepto de etnocidio, el cual


diferenciará del de genocidio que había sido mucho más difundido en particular
a partir de los juicios de Núremberg tras la Segunda Guerra Mundial. El
genocidio, termino casi inédito hasta entonces, refiere a la idea de “raza” y la
voluntad de exterminarla, de “borrarla” físicamente (sobre todo cuando se
asocia a un racismo que se desarrolla libremente sin límite). El etnocidio es un
término que Clastres rescata de Robert Jaulin y por el contrario no se trata de
exterminar fisicamente a los hombres sino de “borrarlo” en términos simbólicos
o culturales por ser juzgados como inferiores o perjudiciales. Lo coincidente es
que para ambos términos, el Otro es percibido como alterno aunque el autor
considera que etnocidio es un termino mas “optimista”, pues se halla presente
la noción de indentidad. Clastres establecerá que para que haya etnocidio debe
haber un Estado por detrás para imponer esa decisión, cuyo modo normal de
existencia y funcionamiento es el etnocidio, con la negación de la diferencia.
Este capacidad etnocida del Estado, señalará Clastres, no tiene limites. Ante
las posibilidades de que el poder pudiera ser cuestionado, éste reaccionará con
la brutalidad de la represión, de la deportación y, de ser “necesario”, con el
genocidio.

En la película y en la entrevista para la BBC se ven reflejadas éstas


caractéristicas. No solo cuando le quitan los títulos y le impiden boxear; Ron
Lyle, quien en 1975 perdió con Ali en el ocaso de la carrera de éste, diría
“Cuando peléo contra Liston por primera vez y ganó el título, lo elogiaron. Pero
cuando anunció que era un Musulmán Negro, el hombre blanco lo abucheó”.

Joe Frazier también mencionaría “Si eras un muchacho negro en Mississippi,


no salías de tu zona. Si te quedabas en tu zona, te llevabas bien con todo el
mundo. Y cuando salias de tu zona tenías problemas…había mucha violencia”
Además de las preguntas que le efectuaba a su madre, dejando en evidencia
el racismo y la discriminacion de la que erán víctimas los afroamericanos en
Estados Unidos, Alí relataría: “Justo después de coronarme campeón olímpico
en Roma, dije ‘ahora sí puedo comer en el Downtown’ (centro de la ciudad). Así
que fui al Downtown ese día , com la gran medalla de oro colgada en el pecho,
me senté y pedí una taza de café y un hot dog, y la señorita me dijo: ‘aquí no
servimos a negros’. Estaba muy furioso y le dije ‘yo tampoco como negros, asi
que sírvame una taza de café y un hot dog’. Finalmente tuvo que abandonar el
lugar. Este hecho tendría un impacto muy grande en él y propiciaría su
acercamiento al Islam.

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