Está en la página 1de 7

UNIVERSIDAD DEL CAUCA

FACULTAD DE DERECHO CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES

LA PRUEBA ILÍCITA: GARANTÍA U OBSTÁCULO PARA LA AVERIGUACIÓN DE


LA VERDAD

Estudiante:
ANGIE TATIANA MONTENEGRO MONTENEGRO

Docente:
ARISTIDES OBANDO

Asignatura:
ARGUMENTACION JURIDICA

POPAYAN – CAUCA
2022
La prueba ilícita: garantía u obstáculo para la averiguación de la verdad

¿Las pruebas obtenidas ilícitamente serán tomadas en cuenta en el derecho?

Este escrito tiene como finalidad dar a conocer el concepto, la procedencia e


importancia de la exclusión de la prueba ilícita como fundamento para el derecho al
debido proceso y el principio de legalidad, pero también da ejemplo de como la
garantía de la exclusión de la prueba ilícita puede llevar a ser un obstáculo para la
averiguación de la verdad de los hechos y la impartición de justicia ante cualquier
situación que transgreda las leyes.

Los doctrinarios enuncian diversas conclusiones sobre el concepto de prueba ilícita.


Por ejemplo, un primer sector doctrinario establece que la prueba ilícita es toda aquella
que vulnera la dignidad humana. Otro sector doctrinario señala que la prueba ilícita es
aquella que se obtuvo de manera dolosa o que fue obtenida de manera fraudulenta a
través de una conducta ilícita. Otro sector establece que la prueba ilícita es aquella que
transgrede cualquier norma del ordenamiento jurídico, bien sea constitucional o legal.
Finalmente, otro sector doctrinario establece la prueba ilícita es aquella que fue
obtenida y también practicada vulnerando los derechos fundamentales. Esta última
definición se establece bajo la premisa de que, si bien se tiene el derecho a la prueba
de manera constitucional, también de forma constitucional se debe establecer una
excepción a cualquier utilización de pruebas que se hayan obtenido de manera ilícita,
porque precisamente está afectando derechos constitucionales.

La prueba ilícita surge como un tema doctrinal del sistema norteamericano,


propiamente de la Corte Suprema Federal de los Estados Unidos por vía
jurisprudencial, es decir, de casos que han llegado a la Corte Suprema Federal. Uno de
los principales casos en los Estados Unidos sobre este tema fue el caso U.S. vs. Janis,
en el cual de manera general se habla de que la prueba ilícita se encuentra enfocada
para tener un efecto disuasorio. Esta vendría siendo la principal razón de por qué
excluir este tipo de pruebas. El caso de Estados Unidos. vs Janis habla sobre una
investigación que se hizo en contra de Janis, por fabricar libros contables donde
manifestaba una situación distinta a la de sus ingresos, aquí la cuestión fue que se
accedió a esos libros contables de manera ilegal, siendo utilizados precisamente por la
autoridad fiscal en Estados Unidos para poder proceder también de manera
administrativa o fiscal en contra de Janis. Entonces, respecto a ese caso se llegó a la
conclusión de que si se utilizaba ese tipo de prueba se estaría vulnerando lo señalado
en la enmienda cuarta de la Bill of rights.

Otro de los asuntos que se utilizan para explicar de dónde viene el tema de la prueba
ilícita es el caso de Silverthorne Lamber Company vs. Estados Unidos. Este caso hacía
referencia a unas cuestiones muy similares al caso anterior, pero aquí las autoridades
habían sacado copias de unos libros contables de manera ilegal, y los quería utilizar en
contra de la empresa, sin embargo, como habían sido obtenidas ilegalmente también
se hablaba de que esas pruebas no podían ser utilizadas porque afectarían la Bill of
rights.

La base fuerte que tiene la doctrina norteamericana de la exclusión de la prueba ilícita


es que no se afecten o vulneren la cuarta, quinta y sexta enmienda. La cuarta
enmienda habla de la protección contra los registros y cateos ilegales, la quinta
enmienda habla del respecto al derecho de no autoincriminación y la sexta enmienda
habla de la garantía de tener un abogado para asistirte legalmente. Sin embargo y
derivado de la misma doctrina norteamericana se han ido desprendiendo excepciones
a la exclusión de prueba lícita, pues a pesar de que tener una prueba obtenida de
manera ilícita, dependiendo de algún factor puede ingresar esta prueba y puede ser
tomada como legal para con ello llegar a un juicio oral. Las excepciones a la prueba
ilícita ya han sido utilizadas en América Latina y uno de los primeros países en América
Latina que empezaron a utilizar las excepciones de la prueba de la misma forma como
se utilizan en los Estados Unidos, fue el caso de El Salvador, pues en su código
procesal se mencionaba la exclusión de pruebas ilícitas, pero se hacía la mención de
que si la prueba era obtenida por buena fe, descubrimiento inevitable o una fuente
independiente, la prueba podía ser admitida y precisamente esas vendrían siendo las
principales excepciones a la prueba ilícita que ha venido manejando la doctrina
norteamericana, como son: la buena fe, el descubrimiento inevitable, la fuente
independiente, y también está el vínculo atenuado.
Respecto al tema de la prueba ilícita en México se constitucionalizó en el artículo 20 a
partir de la reforma constitucional de 2008, sin embargo, es importante decir que antes
de la reforma de 2008 ya existían códigos procesales en distintas entidades
federativas, donde ya se establecía en su código procesal el tema de la prueba ilícita,
como es el caso de Chihuahua o de Guajaca en donde desde el 2006 se aplicaba la
prueba ilícita e incluso en su código procesal se hacía alusión a la excepción de la
fuente independiente. Otro estado donde se hablaba del tema de la prueba ilícita era
Zacatecas, es más en su código procesal también se hablaba de que solamente podría
ser utilizada la prueba ilícita si esta era a favor del imputado, lo que se conoce como
prueba a favor del reo.

Precisamente este tema de la constitucionalización de la prueba ilícita no debe


analizarse a la ligera, porque cuando la prueba ilícita se encuentra a nivel
constitucional, se genera una total incompatibilidad con las excepciones a la misma
prueba ilícita. No se puede hablar de que a nivel constitucional la prueba ilícita sea
declarada totalmente nula, pero por cuestiones jurisprudenciales si se habla de
excepciones a esa prueba ilícita tal y como pasa actualmente en México. Aquí radica
una de las principales diferencias con el sistema norteamericano, pues en Estados
Unidos la prueba ilícita se ha ido desarrollando de manera jurisprudencial y su principal
razón ha sido el dicter in effect, es decir, el efecto disuasorio en contra de las
cuestiones ilegales policiacas y como se ha desarrollado de manera jurisprudencial
simplemente busca un mero remedio jurisprudencial, es decir, que tiene aspectos de
mera prevención. Una situación totalmente distinta sucede cuando la prueba ilícita está
a nivel constitucional como es el caso de México, aquí adquiere un mayor peso pues no
simplemente se está hablando de un aspecto jurisprudencial, ya que si está en la
Constitución adquiere el carácter de garantía constitucional.

El hecho de que la prueba ilícita tenga carácter constitucional se traduce en una


absoluta prohibición de utilizar o de admitir cualquier prueba que haya sido obtenida de
manera ilícita, este es un aspecto importante porque solo de esta forma es posible
entender por qué existen excepciones a la prueba ilícita en los Estados Unidos, sobre
todo porque su sistema procesal siempre ha sido más pragmático y se resuelve
mediante los casos, es más en Estados Unidos se ha ido reduciendo el efecto de la
prueba ilícita con la finalidad de arreglar las conductas ilícitas de la policía.

Es muy importante tomar en cuenta tanto la obtención como la práctica de la prueba


para poder ser considerada ilícita, porque la violación a los derechos fundamentales se
puede dar tanto al momento de la obtención de la prueba, es decir, cómo se están
desarrollando los actos de investigación para obtener la prueba, de qué forma están
siendo realizados y como se está llegando a la obtención de la prueba; pero también
durante la práctica de la prueba, es decir, tanto su incorporación como su producción
en el proceso pueden vulnerar derechos fundamentales. Un ejemplo es cuando al
momento de ser incorporada o producida no se estén respetando los principios
fundamentales del debido proceso que son la contradicción, la publicidad, la oralidad, la
inmediación, etc.

Entonces, en el supuesto en que se obtenga de forma correcta cualquier prueba, pero


al momento de quererlas incorporar se están violando los principios del sistema
procesal acusatorio, se estaría vulnerando con ello los derechos fundamentales
plasmados en la Constitución y si se están violando esos derechos entonces sería una
prueba ilícita. Así mismo, si se están violando los principios fundamentales del debido
proceso también se está violando directamente el derecho a la defensa y con ello el
principio de presunción de inocencia.

Por lo tanto, conforme al principio de exclusión de la prueba ilícita aquellas pruebas que
sean obtenidas ilícitamente por parte de cualquier autoridad violando derechos
humanos, no podrá ser introducida en el juicio oral y eventualmente no podrá ser
desahogada ni tomada en cuenta por el juez al momento de fundar una sentencia
condenatoria. Esto es muy importante porque nos brinda un mecanismo de seguridad,
un manto de certidumbre y de certeza respecto de la actuación de las autoridades, las
cuales deben saber que, si no respetan los derechos humanos al obtener cualquier tipo
de prueba, esa prueba será completamente nula.

Para ilustrar la importancia del principio de exclusión de la prueba ilícita y cómo


funciona en la práctica, se citará un caso hipotético en donde la autoridad entra a un
domicilio sin haber obtenido la correspondiente orden de registro y allanamiento y que
sólo un juez puede emitir, entonces suponiendo que una vez ingresen al domicilio, esas
autoridades que normalmente suelen ser la policía, encuentren armas o sustancias
estupefacientes prohibidas por la ley, aquí se establecería que esas armas o
sustancias estupefacientes no podrían servir como medios de prueba o como medios
de convicción en el desarrollo de un juicio. Dichas pruebas estarían viciadas de origen
y serían nulas, porque fueron obtenidas mediante la violación del derecho referido a la
inviolabilidad del domicilio establecido en el artículo 28 de la Constitución Política, pues
solamente un juez “en virtud de mandamiento escrito de autoridad competente, con las
formalidades legales y por motivo previamente definido en la ley”, puede autorizar una
orden y permitir que las autoridades entren a allanar o registrar un domicilio.

De igual manera, el principio de exclusión de la prueba ilícita no solamente se aplica a


aquellas pruebas obtenidas de forma inmediata y directa como producto de la violación
de un derecho fundamental, sino también se proyecta a aquellas pruebas que han sido
obtenidas de forma mediata o indirecta de nuevo. Un ejemplo sería cuando ingresan a
un domicilio un grupo de policías sin haber obtenido la correspondiente orden de cateo,
luego de revisar el lugar sr encuentran con personas que señalan la existencia de un
segundo domicilio en el cual hay armas y sustancias estupefacientes y se encuentran
los presuntos cómplices de la actividad ilícita en la cual han incurrido. La policía se
dirige a ese segundo domicilio y entra al mismo ya contando con una orden de cateo
emitida por la autoridad competente, es decir, habiendo obtenido el requisito que exige
el artículo 28 de la Constitución. A este respecto, la obtención de esa prueba en el
segundo domicilio también será nula, porque fue obtenida como resultado de una
antecedente violación de los derechos humanos. En consecuencia, aquí hablaríamos
de la “Teoría de los frutos del árbol envenenado”, toda vez que hubo una primera
violación.

De acuerdo a la “Teoría de los frutos del árbol envenenado”, como existió una primera
violación de los derechos humanos, todas las pruebas que se deriven de forma
inmediata o de forma mediata, estarán viciadas de nulidad. De este modo, el principio
de exclusión de la prueba ilícita está enviando un claro mensaje a las autoridades para
que prevalezca el respeto a los derechos humanos en la difícil tarea de perseguir e
investigar los delitos y que sepan las autoridades que, si se transgreden esos
derechos, todo lo aportado al proceso como resultado de la violación será nulo y no
podrá ser tomado en cuenta en el juicio oral. Esta es una de las tantas cuestiones que
aborda la argumentación jurídica y que provee al sistema jurídico un procedimiento
penal más racionalizado y moderno.

Como conclusión es importante resaltar el papel del principio de exclusión de la prueba


como base para garantizar el cumplimento del derecho al debido proceso y la primacía
del principio de legalidad, conforme al cual las conductas tipificadas, las sanciones, los
criterios para su determinación y el procedimiento previsto para su respectiva
imposición deben estar previamente definidos por la ley. Sin embargo, es preciso
mencionar que en muchos casos el garantismo jurídico constitucional se emplea como
un instrumento para evadir o entorpecer la recta y eficaz administración de justicia. De
este modo, maniobras como la dilatación del proceso hacen casi imposible la
averiguación de los hechos con sus circunstancias y la impartición de justicia en
cualquier sistema jurídico.

También podría gustarte