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Diseño de edificios.

Antonio Ángel Jiménez Sierra

8. DOCUMENTACIÓN DE LOS PROYECTOS DE EDIFICACIÓN.

8.1. Fases de un proyecto.

Un proyecto es la exposición y el desarrollo completos de la solución a un problema


edificatorio. Da respuesta a una necesidad planteada. Es la herramienta básica para
poder realizar la construcción de un edificio. Por lo tanto, el proyecto es el medio
indispensable para conseguir un fin.

El proceso de diseño tiene un desarrollo en el tiempo. Durante ese proceso se idean


soluciones; muchas se descartan y unas pocas se adoptan. A veces hay cambios y
marchas atrás. Es un proceso complicado que está muy afectado por condicionantes
externos.

El nivel de definición de la obra a ejecutar ha de ir concretándose paulatinamente en


una serie de etapas. Desde las primeras ideas que expresa el promotor, para que el
proyectista las plasme en imprecisos bocetos, hasta la expresión exhaustiva de la
geometría del edificio y la forma de ejecutarlo, hay un largo camino en el cual se van
cubriendo sucesivas fases.

Cada una de estas etapas o fases se concreta en los siguientes documentos:


 Estudios previos.
 Anteproyecto.
 Proyecto básico.
 Proyecto de ejecución.

El contenido de cada fase viene especificado en el Real Decreto 2512/1977,


parcialmente derogado por la ley estatal 7/1997. (incluir una nota)

Estudios previos. Constituye la fase preliminar en la que se expresan las ideas que
desarrollan el encargo de modo elemental y esquemático, mediante croquis o dibujos,
a escala o sin ella. Incluye la recogida y sistematización de la información precisa, el
planteamiento del programa técnico de necesidades y una estimación orientativa del
coste económico, que permitan al cliente adoptar una decisión inicial.

Anteproyecto. Es la fase del trabajo en la que se exponen los aspectos fundamentales


de las características generales de la obra: funcionales, formales, constructivas y
económicas, al objeto de proporcionar la primera imagen global de la misma y
establecer un avance de presupuesto.

Proyecto básico. Fase en la que se exponen los aspectos fundamentales de las


características generales de la obra: funcionales, formales, constructivas y
económicas, con el objeto de proporcionar una primera imagen global de la misma y
establecer un avance de presupuesto. Su contenido es suficiente para solicitar, una
vez obtenido el preceptivo visado colegial, la licencia municipal u otras autorizaciones
administrativas, pero insuficiente para llevar a cabo la construcción.

Proyecto de ejecución. Fase de trabajo que desarrolla el proyecto básico, con la


determinación completa de detalles y especificaciones de todos los materiales,
elementos, sistemas constructivos y equipos, y puede llevarse a cabo, en su totalidad,
antes del comienzo de la obra, o parcialmente, antes y durante la ejecución de la
misma. Su contenido reglamentario es suficiente para obtener el visado colegial
necesario para iniciar las obras.

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La fase de proyecto básico determina con precisión todas las características


geométricas de la obra (morfología, superficies útiles y construidas, situación en la
parcela, alturas...). Por ello tiene carácter definitivo, ya que sirve para obtener la
licencia de obras.

El proyecto básico no contendrá documentos específicos del Proyecto de Ejecución,


excepto en el caso de instalaciones cuya definición sea necesaria para definir o
proyectar la distribución de plantas, u obtener autorizaciones administrativas o
concesión de la mencionada licencia de obras.

Dado que la licencia se otorga en base a las determinaciones del proyecto básico,
éste no puede ser modificado en el proyecto de ejecución más que en aspectos que
no sean relevantes para dicha concesión.

Las fases de proyecto básico y proyecto de ejecución se pueden fundir en una sola,
bajo el nombre de “Proyectos básico y de ejecución”. Esta práctica suele darse en
proyectos de escasa entidad.

A pesar de concederse la licencia de obras conforme al proyecto básico, no se


permite iniciar las obras hasta que no se redacte el proyecto de ejecución. Sin
embargo, cada vez se extiende más la práctica (usual fuera de España) de ir
desarrollando el proyecto de ejecución con la obra empezada. Esta práctica,
permitida según el Código Técnico de la Edificación, puede significar un importante
ahorro de tiempo, pero es necesario acentuar el énfasis en una correcta planificación
y control tanto de la elaboración del proyecto como de la ejecución de la obra.

8.2. Documentos del proyecto.

Cualquier tipo de proyecto, sea o no de edificación, contiene al menos estos


documentos:
- Memoria.
- Planos.
- Pliegos de condiciones.
- Mediciones.
- Presupuesto.

Tratándose del ámbito de la edificación, el contenido del proyecto está regulado en


la parte 1 del Código Técnico de la Edificación (CTE), en su anejo I. Los documentos
“Mediciones” y “Presupuesto”, se pueden presentar conjuntamente dentro del
documento llamado “Mediciones y presupuesto”. Además existen otra serie de
documentos obligatorios que acompañan al proyecto, que se suelen incluir como
anexos a la memoria.

En la actualidad es necesaria la intervención en un solo proyecto de distintos


profesionales que dominen distintas disciplinas o áreas de conocimiento, haciendo de
su redacción un proceso multidisciplinar. Por ello es muy frecuente que el proyecto
esté formado por un proyecto principal y varios proyectos parciales redactados por
especialistas, que desarrollan aspectos específicos del objeto a proyectar.

El CTE permite expresamente el desarrollo del proyecto mediante proyectos parciales


u otros documentos técnicos, siempre que se haga referencia a éstos en la memoria
del proyecto principal y aparezcan debidamente coordinados por el proyectista
principal, como documentos diferenciados y sin que aparezcan duplicidades. Un
ejemplo típico de proyectos parciales (también llamados proyectos específicos) son
los proyectos de instalaciones.

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La documentación que debe tener cada una de las fases enumeradas en el punto
anterior es, según el Real Decreto 2512/1977:

 Documentación mínima en la fase de Estudios previos:

- Memoria expositiva.
- Croquis o dibujos a escala o sin ella.
- Estimación de coste.

 Documentación mínima en la fase de Anteproyecto:

- Memoria justificativa de las soluciones de tipo general adoptadas.


- Planos de plantas, alzados y secciones a escala, sin acotar.
- Avance de presupuesto con estimación global, por superficie construida u otro
método que se considere idóneo.

 Documentación mínima en la fase de Proyecto básico:

- Memoria descriptiva de las características generales de la obra y justificativas


de las soluciones concretas que satisfagan el fin administrativo a que está
destinado.
- Planos generales a escala y acotados, de plantas, alzados y secciones.
- Presupuesto, con estimación global de cada capítulo, oficio o tecnología.

 Documentación mínima en la fase de Proyecto de ejecución:

- Memoria de cimentación, estructura y oficios.


- Planos de cimentación y estructura. Planos de detalle. Esquemas y
dimensionamiento de instalaciones.
- Pliego de condiciones técnicas, generales y particulares.
- Estado de mediciones.
- Presupuesto obtenido por aplicación de precios unitarios de obra.

El CTE no contempla las fases de estudios previos y anteproyecto. Sin embargo


profundiza en el contenido del proyecto básico y el de ejecución. En el Anexo I de la
primera parte del Código Técnico de la Edificación, se especifica la documentación
mínima que han de contener los proyectos. Los contenidos mínimos de la fase de
proyecto básico aparecen señalados con un asterisco (*). El resto son contenidos
mínimos del proyecto de ejecución.

8.3. Memoria.

Se puede decir que la memoria es la exposición detallada del proyecto. En ella se


recopilan todos los datos, estudios, pruebas y cálculos utilizados en la redacción del
proyecto.

En la memoria se justifican las soluciones adoptadas desde todos los puntos de vista:
formal, constructivo, económico, legal... Al llegar a la fase de proyecto de ejecución,
la memoria debe sintetizar de forma descriptiva todas las premisas, condicionantes y
soluciones al problema planteado.

El CTE considera cinco partes integrantes de la memoria:


- 1.- Memoria descriptiva.
- 2.- Memoria constructiva.

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- 3.- Cumplimiento del CTE.


- 4.- Cumplimiento de otros reglamentos y disposiciones.
- 5.- Anejos a la memoria.

Estas cinco partes se desarrollan en las tablas siguientes. Recuérdese que los
contenidos marcados con asterisco (*) corresponden a la fase de proyecto básico, y
los restantes a la de ejecución.

1.- Memoria descriptiva.


1.1.- Agentes.(*) - Promotor, proyectista, otros técnicos.
1.2.- Información - Antecedentes y condicionantes de partida, datos
previa.(*) del emplazamiento, entorno físico, normativa
urbanística, otras normativas en su caso.
- Datos del edificio en caso de rehabilitación,
reforma o ampliación. Informes realizados.
1.3.- Descripción del - Descripción general del edificio, programa de
proyecto.(*) necesidades, uso característico del edificio y otros
usos previstos, relación con el entorno.
- Cumplimiento del CTE y otras normativas
específicas, normas de disciplina urbanística,
ordenanzas municipales, edificabilidad,
funcionalidad, etc.
- Descripción de la geometría del edificio,
volumen, superficies útiles y construidas, accesos y
evacuación.
- Descripción general de los parámetros que
determinan las previsiones técnicas a considerar
en el proyecto respecto al sistema estructural
(cimentación, estructura portante y estructura
horizontal), el sistema de compartimentación, el
sistema envolvente, el sistema de acabados, el
sistema de acondicionamiento ambiental y el de
servicios.
1.4.- Prestaciones del - Por requisitos básicos y en relación con las
edificio. (*) exigencias básicas del CTE. Se indicarán en
particular las acordadas entre promotor y
proyectista que superen los umbrales establecidos
en el CTE.
- Se establecerán las limitaciones de uso del
edificio en su conjunto y de cada una de sus
dependencias e instalaciones.

2.- Memoria constructiva: Descripción de las soluciones adoptadas.


2.1.- Sustentación del - Justificación de las características del suelo y
edificio.(*) parámetros a considerar para el cálculo de la
parte del sistema estructural correspondiente a la
cimentación.
2.2.- Sistema estructural - Se establecerán los datos y las hipótesis de
(cimentación, estructura partida, el programa de necesidades, las bases
portante y estructura de cálculo y procedimientos o métodos
horizontal). empleados para todo el sistema estructural, así
como las características de los materiales que
intervienen.
2.3.- Sistema envolvente. - Definición constructiva de los distintos subsistemas
de la envolvente del edificio, con descripción de
su comportamiento frente a las acciones a las

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que está sometido (peso propio, viento, sismo,


etc.), frente al fuego, seguridad de uso,
evacuación de agua y comportamiento frente a
la humedad, aislamiento acústico y sus bases de
cálculo.
- El Aislamiento térmico de dichos subsistemas, la
demanda energética máxima prevista del
edificio para condiciones de verano e invierno y
su eficiencia energética en función del
rendimiento energético de las instalaciones
proyectado según el apartado 2.6.2.
2.4.- Sistema de - Definición de los elementos de
compartimentación. compartimentación con especificación de su
comportamiento ante el fuego y su aislamiento
acústico y otras características que sean exigibles,
en su caso.
2.5.- Sistema de - Se indicarán las características y prescripciones
acabados. de los acabados de los paramentos a fin de
cumplir los requisitos de funcionalidad, seguridad
y habitabilidad.
2.6.- Sistemas de - Se indicarán los datos de partida, los objetivos a
acondicionamiento e cumplir, las prestaciones y las bases de cálculo
instalaciones. para cada uno de los subsistemas siguientes:
1. Protección contra incendios, anti-intrusión,
pararrayos, electricidad, alumbrado,
ascensores, transporte, fontanería,
evacuación de residuos líquidos y sólidos,
ventilación, telecomunicaciones, etc.
2. Instalaciones térmicas del edificio proyectado
y su rendimiento energético, suministro de
combustibles, ahorro de energía e
incorporación de energía solar térmica o
fotovoltaica y otras energías renovables.
2.7.- Equipamiento. - Definición de baños, cocinas y lavaderos,
equipamiento industrial, etc.

3.- Cumplimiento del CTE.


3.1.- Seguridad Justificación de las prestaciones del edificio por
estructural. requisitos básicos y en relación con las exigencias
3.2.- Seguridad en caso básicas del CTE. La justificación se realizará para las
de incendio. (*) soluciones adoptadas conforme a lo indicado en el
3.3.- Seguridad de CTE.
utilización. También se justificarán las prestaciones del edificio
3.4.- Salubridad. que mejoren los niveles exigidos en el CTE.
3.5.- Protección contra el
ruido.
3.6.-Ahorro de energía.

4.- Cumplimiento de otros reglamentos y disposiciones.


Justificación del cumplimiento de otros reglamentos obligatorios no realizada en
el punto anterior, y justificación del cumplimiento de los requisitos básicos
relativos a la funcionalidad de acuerdo con lo establecido en su normativa
específica.

5.- Anejos a la memoria.


Información geotécnica. El proyecto

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Cálculo de la estructura. contendrá tantos


Protección contra el incendio. anejos como sean
Instalaciones del edificio. necesarios para la
Eficiencia energética. definición y
Estudio de impacto ambiental. justificación de las
Plan de control de calidad. obras.
Estudio de seguridad y salud o estudio básico, en su caso.

8.4. Planos.

Los planos presentan gráficamente, a escala y de forma exhaustiva todos los


elementos que compondrán la edificación. Es necesario utilizar en su redacción todas
las técnicas necesarias que permitan construir una realidad tridimensional a partir de
ideas plasmadas en dos dimensiones.

Es necesario también diferenciar los planos destinados a presentar una solución (típicos
de los concursos de arquitectura), de los que habrán de utilizarse en la obra. En el caso
del proyecto de ejecución predomina este último enfoque. Tanto el proyectista como
el personal implicado en la redacción de planos deben concienciarse de que, al
dibujarlos, están dando instrucciones precisas a personas que intervendrán en la obra,
las cuales ni siquiera conoce.

El CTE prescribe para los planos los siguientes contenidos:

El proyecto contendrá tantos planos como sean necesarios para la definición en


detalle de las obras. En caso de obras de rehabilitación se incluirán planos del
edificio antes de la intervención.
Plano de situación.(*) Referido al planeamiento vigente, con referencia a
puntos localizables y con indicación del norte
geográfico
Plano de Justificación urbanística, alineaciones, retranqueos,
emplazamiento.(*) etc.
Plano de urbanización.(*) Red viaria, acometidas, etc.
Plantas generales. (*) Acotadas, con indicación de escala y de usos,
reflejando los elementos fijos y los de mobiliario
cuando sea preciso para la comprobación de la
funcionalidad de los espacios.
Planos de cubiertas.(*) Pendientes, puntos de recogida de aguas, etc.
Alzados y secciones.(*) Acotados, con indicación de escala y cotas de
altura de plantas, gruesos de forjado, alturas totales,
para comprobar el cumplimiento de los requisitos
urbanísticos y funcionales.
Planos de estructura. Descripción gráfica y dimensional de todo del
sistema estructural (cimentación, estructura portante
y estructura horizontal). En los relativos a la
cimentación se incluirá, además, su relación con el
entorno inmediato y el conjunto de la obra.
Planos de instalaciones. Descripción gráfica y dimensional de las redes de
cada instalación, plantas, secciones y detalles.
Planos de definición Documentación gráfica de detalles constructivos.
constructiva.
Memorias gráficas. Indicación de soluciones concretas y elementos
singulares: carpintería, cerrajería, etc.

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No olvidemos que los planos vienen redactados en dos dimensiones, y sirven para
hacer posible una realidad de tres dimensiones. Por ello, a pesar de la posibilidad de
diseñar directamente en tres dimensiones que ofrece la informática, sigue siendo
necesaria la definición mediante plantas, alzados, secciones y detalles.

En un futuro no muy lejano se utilizarán directamente las tres dimensiones,


abandonando definitivamente el plano en papel. En la actualidad ya existen
herramientas informáticas que permiten este tipo de presentación, como el formato
PDF en 3d.

8.5. Pliegos de condiciones.

El documento eminentemente contractual dentro del proyecto es el pliego de


condiciones. Sólo aparece en la fase de proyecto de ejecución. Constituye un
compendio, lo más detallado posible, de prescripciones a exigir por la Dirección
Facultativa de la obra, y de especificaciones a cumplimentar por el constructor.

El pliego de condiciones se estructura según la índole de éstas, lo cual se especifica en


el CTE como se expresa a continuación:

Pliego de cláusulas administrativas.


Disposiciones generales.
Disposiciones facultativas.
Disposiciones económicas.
Pliego de condiciones técnicas particulares.
Prescripciones sobre los - Características técnicas mínimas que deben
materiales. reunir los productos, equipos y sistemas que se
incorporen a las obras, así como sus condiciones
de suministro, recepción y conservación,
almacenamiento y manipulación, las garantías
de calidad y el control de recepción que deba
realizarse incluyendo el muestreo del producto,
los ensayos a realizar, los criterios de aceptación y
rechazo, y las acciones a adoptar y los criterios
de uso, conservación y mantenimiento.
- Estas especificaciones se pueden hacer por
referencia a pliegos generales que sean de
aplicación, Documentos Reconocidos u otros que
sean válidas a juicio del proyectista.
Prescripciones en cuanto - Características técnicas de cada unidad de obra
a la ejecución por indicando su proceso de ejecución, normas de
unidades de obra. aplicación, condiciones previas que han de
cumplirse antes de su realización, tolerancias
admisibles, condiciones de terminación,
conservación y mantenimiento, control de
ejecución, ensayos y pruebas, garantías de
calidad, criterios de aceptación y rechazo,
criterios de medición y valoración de unidades,
etc.
- Se precisarán las medidas para asegurar la
compatibilidad entre los diferentes productos,
elementos y sistemas constructivos.
Prescripciones sobre - Se indicarán las verificaciones y pruebas de
verificaciones en el servicio que deban realizarse para comprobar las
edificio terminado prestaciones finales del edificio.

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8.6. Mediciones.

Una de las funciones del proyecto es dar una idea suficientemente aproximada de
cuanto ha de costar la obra. Para ello es necesario contabilizar todas las cantidades
de materiales, mano de obra y cualesquiera otros elementos que impliquen un gasto
económico. Esto se puede conseguir dividiendo el edificio en unidades de obra.

Se denomina unidad de obra a cada una de las partes distintas de que se compone
la construcción a realizar, que se puede medir y valorar. No existe una única manera
de confeccionar unidades de obra, si bien existen una serie de convenciones y formas
de hacerlo sancionadas por la experiencia.

La medición del proyecto es el acto mediante el cual se calculan las dimensiones de


cada unidad de obra, utilizando los planos. Distintas unidades de obra pueden usar
diferentes unidades de medida. Por ejemplo, un macizo de hormigón o una zapata
aislada se medirían en metros cúbicos (m3); un muro de medio pie de ladrillo cara vista
se mediría en metros cuadrados (m2), al igual que un enfoscado o un guarnecido de
yeso; una albardilla de un muro, un peldañeado o cualquier elemento lineal se mediría
en metros (m); otros elementos independientes, como un inodoro, un grifo o una placa
de anclaje, se medirían por unidad (ud).

A la hora de efectuar las mediciones es necesaria la total definición en los planos de


todas las partes del edificio. Es usual que, al hacer una medición necesitemos
información no contenida en los planos o en el resto de documentos. Esto delata
carencias o errores en la redacción que es preciso subsanar. Por ello muchos
proyectistas consideran que el momento de la medición constituye un eficaz control
de calidad del proyecto.

Cada unidad de obra se especifica en el documento Mediciones mediante una


descripción lo más detallada posible, precedida de la unidad en que se mide. Bajo la
descripción se detallan una serie de líneas de medición, en las que se detallan las
cantidades de cada una de las partes o elementos incluidos en la unidad de obra, así
como su localización. Finalmente se totaliza.

Las unidades de obra, con sus respectivas mediciones, se agrupan en capítulos. Dentro
de cada capítulo aparecen unidades de obra afines que suelen coincidir con
diferentes fases de la obra o distintas tecnologías aplicadas (Movimiento de tierras,
cimentación, estructura...). Los capítulos se ordenan de forma más o menos
cronológica, dentro de lo que será el desarrollo de la obra.

El CTE define de forma escueta este documento del proyecto:

Mediciones
“Desarrollo por partidas, agrupadas en capítulos, conteniendo todas las
descripciones técnicas necesarias para su especificación y valoración”.

8.7. Presupuesto.

Cada unidad de obra cuesta dinero. Su coste se cuantifica mediante el precio


unitario. El precio unitario es lo que cuesta cada unidad de obra por unidad de
medida. Incluye el coste del material, de la mano de obra, de la maquinaria y de los
medios auxiliares (útiles, herramientas...).

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Para conocer el coste total de la obra basta multiplicar la medición de cada unidad
de obra por su precio unitario y sumar todos los productos obtenidos. En la práctica se
totaliza por capítulos, y se suma el coste de todos ellos para obtener el coste total. La
cantidad así obtenida se denomina presupuesto de ejecución material (PEM).

Es evidente que los precios unitarios a aplicar en la obra no se conocen durante la


redacción del presupuesto del proyecto, por lo que se acude a bases de datos
propias del proyectista u otras bases de datos de difusión comercial.

En la fase de proyecto básico sólo se relacionan los capítulos, pero no las unidades de
obra. No hay mediciones. El coste de cada capítulo se estima normalmente
basándose en la experiencia de proyectos previos similares, dando como resultado el
presupuesto aproximado.

Será en la fase de proyecto de ejecución cuando se haga una relación exhaustiva de


todas las unidades de obra (no se debe olvidar ni una sola) y se les apliquen a sus
mediciones, sus precios unitarios. Los precios unitarios se relacionan, agrupados por
capítulos, en el cuadro de precios unitarios. Esto da como resultado el presupuesto
detallado. A éste se le añade el resumen de presupuesto, que relaciona únicamente
los capítulos, el coste de cada uno y el total de la obra (PEM) en número y en letra. El
resumen de presupuesto ha de firmarse por el proyectista y por el promotor.

El CTE da las siguientes indicaciones para el presupuesto. En la columna derecha se


indica el contenido. Obsérvese que ha de tenerse en cuenta no sólo la pura
edificación, si no también los costes de control de calidad y medidas de seguridad.

Presupuesto - Valoración aproximada de la ejecución material


aproximado.(*) de la obra proyectada por capítulos.
Presupuesto detallado. - Cuadro de precios agrupado por capítulos
- Resumen por capítulos, con expresión del valor
final de ejecución y contrata.
- Incluirá el presupuesto del control de calidad.
- Presupuesto del Estudio de Seguridad y Salud

Es necesario hacer una aclaración: la aplicación de los precios unitarios a las


mediciones de las unidades de obra, una vez totalizados, dan como resultado el
presupuesto de ejecución material (PEM). Éste no tiene en cuenta los gastos generales
ni el beneficio del constructor, por lo que será necesario incrementarlo, comúnmente
aplicando un coeficiente multiplicador de alrededor de 1,19 al presupuesto de
ejecución material. Después se añade el IVA o impuestos equivalentes, tras lo cual
tenemos el presupuesto de ejecución por contrata o simplemente presupuesto de
contrata.

El coeficiente multiplicador mencionado más arriba no es arbitrario. Multiplicar por 1,19


el presupuesto de ejecución material es lo mismo que incrementarlo en un 19%. Este
incremento proviene del criterio de la Ley de Contratos del Estado, que estableció en
el 13% los gastos generales de la empresa y en el 6% el beneficio industrial del
promotor, ambos calculados sobre el PEM. Este criterio, válido para las obras
contratadas por la administración, se ha extendido comúnmente al ámbito privado
para estimar el presupuesto de contrata, aunque este incremento puede variar.

El presupuesto del proyecto no es el presupuesto real de la obra, pero es una


aproximación bastante certera. Las mediciones del proyecto han de servir para, una
vez aplicados los precios unitarios reales dados por el constructor, obtener el
presupuesto real y, de esta forma, plasmarlo en el contrato que suscribirán el
constructor y el promotor antes del comienzo de las obras.

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8.8. Estudio de seguridad.

La normativa vigente en la actualidad en materia de seguridad en el trabajo en el


ámbito de la edificación, la constituye el Real Decreto 1627/1997, sobre “Disposiciones
mínimas de seguridad y salud en las obras de construcción”, que ha sufrido una serie
de modificaciones posteriores en aspectos puntuales.

En toda obra es necesario adoptar una serie de medidas que garanticen la seguridad
de los trabajadores, así como el desarrollo de su actividad en condiciones óptimas de
salubridad. Estas medidas se han de planificar. Para llevarlas a cabo son necesarios
materiales, equipos, personal y maquinaria. Por ello, llevar a cabo todas estas medidas
requiere del estudio de seguridad y salud.

El estudio de seguridad y salud se compone de memoria, planos, pliego de


condiciones, medición y presupuesto. Es un proyecto parcial que acompaña al
proyecto principal de la obra. El importe de su presupuesto debe tenerse en cuenta en
el presupuesto del proyecto principal, como un capítulo más. En caso de que la obra
sea de pequeña entidad puede realizarse un estudio básico de seguridad y salud,
cuyo contenido es más sencillo. El Real Decreto 1627/1997 indica en qué casos debe
redactarse un estudio de seguridad y salud o un estudio básico de seguridad y salud:

“El promotor estará obligado a que en la fase de redacción del proyecto se


elabore un estudio de seguridad y salud en los proyectos de obras en que se den
alguno de los supuestos siguientes:

a) Que el presupuesto de ejecución por contrata incluido en el proyecto sea


igual o superior a 75 millones de pesetas.

b) Que la duración estimada sea superior a 30 días laborables, empleándose en


algún momento a más de 20 trabajadores simultáneamente.

c) Que el volumen de mano de obra estimada, entendiendo por tal la suma de


los días de trabajo del total de los trabajadores en la obra, sea superior a 500.

d) Las obras de túneles, galerías, conducciones subterráneas y presas.

En los proyectos de obras no incluidos en ninguno de los supuestos previstos en el


apartado anterior, el promotor estará obligado a que en la fase de redacción
del proyecto se elabore un estudio básico de seguridad y salud”.

Estudio de seguridad y salud.

El estudio de segundad y salud será elaborado por el técnico competente designado


por el promotor. Cuando deba existir un coordinador en materia de seguridad y salud
durante la elaboración del proyecto (según Real Decreto 1627/1997), le corresponderá
a éste elaborar o hacer que se elabore, bajo su responsabilidad, dicho estudio.

El estudio contendrá, como mínimo, los siguientes documentos:

a) Memoria descriptiva de los procedimientos, equipos técnicos y medios auxiliares


que hayan de utilizarse o cuya utilización pueda preverse; identificación de los riesgos
laborales que puedan ser evitados, indicando a tal efecto las medidas técnicas
necesarias para ello; relación de los riesgos laborales que no puedan eliminarse
conforme a lo señalado anteriormente, especificando las medidas preventivas y

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protecciones técnicas tendentes a controlar y reducir dichos riesgos y valorando su


eficacia, en especial cuando se propongan medidas alternativas.

Asimismo, se incluirá la descripción de los servicios sanitarios y comunes de que deberá


estar dotado el centro de trabajo de la obra, en función del número de trabajadores
que vayan a utilizarlos.

En la elaboración de la memoria habrán de tenerse en cuenta las condiciones del


entorno en que se realice la obra, así como la tipología y características de los
materiales y elementos que hayan de utilizarse, determinación del proceso
constructivo y orden de ejecución de los trabajos.

b) Pliego de condiciones particulares en el que se tendrán en cuenta las normas


legales y reglamentarias aplicables a las especificaciones técnicas propias de la obra
de que se traten, así como las prescripciones que se habrán de cumplir en relación
con las características, la utilización y la conservación de las máquinas, útiles,
herramientas, sistemas y equipos preventivos.

c) Planos en los que se desarrollarán los gráficos y esquemas necesarios para la mejor
definición y comprensión de las medidas preventivas definidas en la memoria, con
expresión de las especificaciones técnicas necesarias.

d) Mediciones de todas aquellas unidades o elementos de seguridad y salud en el


trabajo que hayan sido definidos o proyectados.

e) Presupuesto que cuantifique el conjunto de gastos previstos para la aplicación y


ejecución del estudio de seguridad y salud.

Dicho estudio deberá formar parte del proyecto de ejecución de obra o, en su caso,
del proyecto de obra, ser coherente con el contenido del mismo y recoger las
medidas preventivas adecuadas a los riesgos que conlleve la realización de la obra.

Estudio básico de seguridad y salud.

El estudio básico deberá precisar las normas de seguridad y salud aplicables a la obra.
A tal efecto, deberá contemplar la identificación de los riesgos laborales que puedan
ser evitados, indicando las medidas técnicas necesarias para ello: relación de los
riesgos laborales que no puedan eliminarse conforme a lo señalado anteriormente,
especificando las medidas preventivas y protecciones técnicas tendentes a controlar
y reducir dichos riesgos y valorando su eficacia, en especial cuando se propongan
medidas alternativas. En su caso, tendrá en cuenta cualquier otro tipo de actividad
que se lleve a cabo en la misma, y contendrá medidas específicas relativas a los
trabajos incluidos en uno o varios de los apartados del anexo II del real decreto.

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ANEXO II del RD 1627/1997


Relación no exhaustiva de los trabajos que implican riesgos especiales para la
seguridad y la salud de los trabajadores.
1. Trabajos con riesgos especialmente graves, de sepultamiento, hundimiento o
caída de altura, por las particulares características de la actividad desarrollada, los
procedimientos aplicados. o el entorno del puesto de trabajo.
2. Trabajos en los que la exposición a agentes químicos o biológicos suponga un
riesgo de especial gravedad, o para los que la vigilancia específica de la salud de
los trabajadores sea legalmente exigible.
3. Trabajos con exposición a radiaciones ionizantes para los que la normativa
específica obliga a la delimitación de zonas controladas o vigiladas.
4. Trabajos en la proximidad de líneas eléctricas de alta tensión.
5. Trabajos que expongan a riesgo de ahogamiento por inmersión.
6. Obras de excavación de túneles, pozos y otros trabajos que supongan
movimientos de tierra subterráneos.
7. Trabajos realizados en inmersión con equipo subacuático.
8. Trabajos realizados en cajones de aire comprimido.
9. Trabajos que impliquen el uso de explosivos.
10. Trabajos que reunieran montar o desmontar elementos prefabricados pesados.

En el estudio básico se contemplarán también las previsiones y las informaciones Útiles


para efectuar en su día, en las debidas condiciones de seguridad y salud, los
previsibles trabajos posteriores.

Plan de seguridad y salud.

Tanto si se ha redactado un estudio de seguridad y salud, como si se trata de un


estudio básico, el constructor o contratista “…elaborará un plan de seguridad y salud
en el trabajo en el que se analicen, estudien, desarrollen y complementen las
previsiones contenidas en el estudio o estudio básico” (artículo 7.1 RD 1627/1997).

La persona encargada de la aprobación del plan de seguridad y salud es el


coordinador en materia de seguridad y salud durante la ejecución de la obra, que
efectuará todas las labores de dirección de obra en lo que respecta a este plan,
integrándose en la dirección facultativa.

8.9. Estudio de impacto ambiental.

La función de un estudio de impacto ambiental es determinar las posibles alteraciones


del medio ambiente que puede producir la ejecución de una obra o su posterior
explotación. Se redacta como un anexo a la memoria.

Este documento no es exigible a todas las obras, aunque es frecuente en obra civil de
infraestructuras y urbanización.

La redacción de este estudio está regulada a nivel nacional en el Real Decreto


Legislativo 1/2008, de 11 de enero, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley
de Evaluación de Impacto Ambiental de Proyectos. Esta normativa traslada al territorio
español una directiva de la Unión Europea, por lo que es similar a la de otros países
miembros. Además, admite la regulación de determinados aspectos por parte de las
Comunidades Autónomas.

El contenido mínimo del estudio de impacto ambiental se describe en el artículo 7:

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a) Descripción general del proyecto y exigencias previsibles en el tiempo, en


relación con la utilización del suelo y de otros recursos naturales. Estimación de los
tipos y cantidades de residuos vertidos y emisiones de materia o energía
resultantes.
b) Una exposición de las principales alternativas estudiadas y una justificación de
las principales razones de la solución adoptada, teniendo en cuenta los efectos
ambientales.
c) Evaluación de los efectos previsibles directos o indirectos del proyecto sobre la
población, la flora, la fauna, el suelo, el aire, el agua, los factores climáticos, el
paisaje y los bienes materiales, incluido el patrimonio histórico artístico y el
arqueológico. Asimismo, se atenderá a la interacción entre todos estos factores.
d) Medidas previstas para reducir, eliminar o compensar los efectos ambientales
significativos.
e) Programa de vigilancia ambiental.
f) Resumen del estudio y conclusiones en términos fácilmente comprensibles. En
su caso, informe sobre las dificultades informativas o técnicas encontradas en la
elaboración del mismo.

El estudio de impacto ambiental estará sometido a exposición pública, tras la cual, el


órgano de la administración competente en esta materia, emitirá la declaración de
impacto ambiental.

Los proyectos para los que es obligatoria la redacción del estudio de impacto
ambiental se enumeran en el anexo I del real decreto. En el anexo II se relacionan los
proyectos para los cuales el órgano ambiental competente (normalmente
dependiente de las CC.AA.) puede exigir dicho trámite.

La norma permite además, que las CC.AA. puedan elaborar su propia normativa
referente a la evaluación de impacto ambiental para los proyectos recogidos en el
anexo II.

8.10. Instrucciones de uso y mantenimiento.

Los edificios, tanto en su conjunto como para cada uno de sus componentes, deben
tener un uso y un mantenimiento adecuados. Al igual que cualquier otro objeto de
consumo, los edificios necesitan disponer de unas instrucciones de uso y
mantenimiento.

Este documento, igual que un manual, permitirá que los propietarios y usuarios puedan
conocer las características generales del edificio y las de sus diferentes partes. Se
puede incluir como anexo a la memoria si se redacta antes del comienzo de la obra, o
como documento del libro del edificio si se hace al finalizarla.

Los principales cometidos son:


 El uso del edificio en condiciones de seguridad. Los usuarios deben conocer de
qué manera hay que usar las diferentes partes, servicios e instalaciones para evitar
peligros tales como los accidentes domésticos (escapes de gas, descargas
eléctricas, caídas...). Un edificio bien conservado elimina peligros y aumenta la
seguridad.
 Una mayor durabilidad y envejecimiento más digno. Un edificio bien conservado
dura más años. Además, se eliminan los fuertes gastos debidos a pequeños
problemas que se agravan con el tiempo y que generan, al final, problemas graves
de difícil solución.
 La conservación en buen estado de los aislamientos, cierres, parasoles y otros
dispositivos de sombra o control de la radiación solar. De esta manera se permite

13
Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

un importante ahorro energético sean cuales sean las fuentes energéticas que
surtan al edificio.
 El buen funcionamiento de las instalaciones de electricidad, gas, calefacción o
aire acondicionado. Así se evitarán peligros, fugas y pérdidas. Además, el buen
funcionamiento de los equipos optimiza el rendimiento, ahorrando energía y
emisiones de gases contaminantes al medio ambiente.

En resumen, un edificio será confortable si es posible contar con las máximas


prestaciones de todas sus partes e instalaciones. Un correcto mantenimiento producirá
un nivel óptimo de confort en un ambiente de temperatura y humedad adecuadas,
adecuado aislamiento acústico y óptima iluminación y ventilación, dando como
resultado una mejor calidad de vida.

La parte general del CTE hace referencia a las instrucciones de uso y mantenimiento
en varias ocasiones. Resaltamos el artículo 1.4 y el 6.1.2.:

 Artículo 1.4. “Las exigencias básicas deben cumplirse en el proyecto, la


construcción, el mantenimiento y la conservación de los edificios y sus
instalaciones.”

 Artículo 6.1.2 “En particular, y con relación al CTE, el proyecto definirá las obras
proyectadas con el detalle adecuado a sus características, de modo que pueda
comprobarse que las soluciones propuestas cumplen las exigencias básicas de
este CTE y demás normativa aplicable. Esta definición incluirá, al menos, la
siguiente información:......
d) las instrucciones de uso y mantenimiento del edificio terminado, de conformidad
con lo previsto en el CTE y demás normativa que sea de aplicación.”

Así pues, el CTE hace obligatoria la redacción de este documento, que formará parte
del libro del edificio.

El guión usual para las instrucciones de uso y mantenimiento puede ser como el que
sigue:

 Una descripción, dirigida a personas no formadas en edificación, enumerando y


describiendo sucintamente las partes principales del edificio. Suele bastar la
mención de cimientos, estructuras, fachadas, cubiertas, paramentos interiores,
carpinterías e instalaciones.
 Se redacta un capítulo para cada una de las partes anteriores. Dentro de cada
uno se dan primero las instrucciones de uso y después las normas de
mantenimiento:
o Instrucciones de uso. Por ejemplo, dentro del capítulo de estructuras debe
especificarse la sobrecarga máxima de cada forjado.
o Normas de mantenimiento. En ellas se relacionan:
 Las inspecciones o controles a realizar, con sus fechas o
periodicidad.
 Las medidas a tomar si las anteriores inspecciones presentan
resultados anómalos.
 Las renovaciones o sustituciones a realizar y sus fechas o
periodicidad.

Existen numerosos modelos de instrucciones de uso y mantenimiento que publican


colegios profesionales y otras instituciones, pero es especialmente importante redactar
este documento teniendo en cuenta las particularidades de cada edificio.

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

8.11. Normas a seguir en caso de emergencia.

Aunque se considere que las emergencias siempre son evitables, en ningún caso debe
considerarse nulo el riesgo de que se produzcan. Los usuarios de los edificios deben
conocer cual ha de ser su comportamiento si se produce una emergencia. El hecho
de actuar correctamente con rapidez y eficacia en muchos casos puede evitar
accidentes y peligros innecesarios.

Este documento debe formar parte del libro del edificio, por lo que ha de redactarse
antes de la finalización de las obras. Puede ir incluido dentro de las instrucciones de
uso y mantenimiento.

En este documento se relacionan las incidencias probables, como:


 Incendio.
 Gran nevada.
 Pedrisco.
 Vendaval.
 Tormenta.
 Inundación.
 Explosión.
 Escape de gas sin fuego.
 Escape de gas con fuego.
 Escape de agua.

Para cada una de ellas se relacionarán las medidas preventivas, y las acciones a llevar
a cabo una vez declarada la incidencia.

8.12. Proyectos parciales.

El proyectista, aún teniendo las competencias y atribuciones necesarias para la


redacción de la totalidad del proyecto de edificación, puede necesitar los servicios de
especialistas en algunas áreas, como por ejemplo la protección contra incendios, la
seguridad y salud, o cada una de las instalaciones.

En cualquiera de estas áreas se pueden realizar proyectos parciales, también llamados


proyectos específicos. En este caso existirá un proyecto principal, que recogerá todos
los aspectos formales y constructivos del edificio, y en él aparecerán coordinados
todos los aspectos desarrollados en los proyectos parciales, en los términos que
determina el CTE: “Cuando el proyecto se desarrolle o complete mediante proyectos
parciales u otros documentos técnicos, en la memoria del proyecto se hará referencia
a éstos y a su contenido, y se integrarán en el proyecto por el proyectista, bajo su
coordinación, como documentos diferenciados de tal forma que no se produzca
duplicidad de los mismos, ni en los honorarios a percibir por los autores de los distintos
trabajos”.

Por lo tanto, la persona responsable de la coordinación de los proyectos parciales será


el proyectista del proyecto principal, por lo que también se le denomina proyectista
coordinador. Durante la redacción del proyecto deberá tener comunicación
constante y fluida con el resto de proyectistas de los proyectos parciales para evitar
incongruencias, contradicciones o faltas.

Los proyectos parciales se integran dentro del proyecto principal como parte de él, si
bien pueden visarse en colegios profesionales distintos de aquel al que pertenezca el
proyectista coordinador.

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

En el presupuesto del proyecto principal, aparecerán las cantidades totales (no el


desarrollo) de los presupuestos de los proyectos parciales, cada uno de ellos tratado
como un capítulo más.

Mención aparte merecen las estructuras. Es muy frecuente el encargo del cálculo de
las estructuras a especialistas, por lo que esta parte del proyecto es, en principio,
susceptible de desarrollarse mediante un proyecto específico. Sin embargo, en la
actualidad, los colegios de arquitectos consideran esta parte íntimamente integrada
en lo puramente edificatorio, y exigen su desarrollo dentro del proyecto principal.

8.13. Documentación de obra. Reformados. Actas.

En este capítulo se ha hablado, hasta ahora, de la fase de proyecto. El proyecto no es


el fin, si no un medio; el medio indispensable para poder llevar a cabo las obras de
edificación.

En el momento en que se ponen por primera vez los pies en el solar con intención de
empezar las obras, da comienzo un proceso complejo en el que han de coordinarse
multitud de acciones llevadas a cabo por multitud de personas. Pero también habrá
que llegar a puntos de encuentro entre distintos intereses: los de cada uno de los
agentes que intervienen en el proceso edificatorio, recogidos en la Ley de Ordenación
de la Edificación (LOE, ley 38/1999):
 Promotor.
 Proyectista.
 Constructor.
 Director de obra.
 Director de la ejecución de la obra.
 Entidades y laboratorios de control de calidad de la edificación.
 Suministradores de productos.
 Propietarios y usuarios.

Aparte de estos agentes intervienen otras personas, como los directores de obra de
cada uno de los proyectos específicos, o el Coordinador en materia de Seguridad y
Salud durante la ejecución de la Obra, figura obligatoria para las obras en que sea
necesario el estudio o estudio básico de seguridad y salud (Real Decreto 1627/1997).

Las labores de dirección de la obra se llevan a cabo por la Dirección Facultativa. En


ella se integran:
 El Director de obra. “El director de obra es el agente que, formando parte de la
dirección facultativa, dirige el desarrollo de la obra en los aspectos técnicos,
estéticos, urbanísticos y medioambientales, de conformidad con el proyecto que
la define, la licencia de edificación y demás autorizaciones preceptivas y las
condiciones del contrato, con el objeto de asegurar su adecuación al fin
propuesto” (Artículo 12, Ley 38/1999).
 El Director de la ejecución de la obra. “El director de la ejecución de la obra es el
agente que, formando parte de la dirección facultativa, asume la función técnica
de dirigir la ejecución material de la obra y de controlar cualitativa y
cuantitativamente la construcción y la calidad de lo edificado” (Artículo 13, Ley
38/1999).
 Los Directores de obra de los proyectos parciales. ”Podrán dirigir las obras de los
proyectos parciales otros técnicos, bajo la coordinación del director de obra”
(Artículo 12, Ley 38/1999).
 El Coordinador en materia de Seguridad y Salud durante la ejecución de la Obra.
“El técnico competente integrado en la dirección facultativa, designado por el
promotor para llevar a cabo las tareas que se mencionan en el artículo 9” (Artículo

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

2-f, Real Decreto 1627/1997). El coordinador de seguridad y salud durante la


ejecución de la obra actúa como el director de obra del plan de seguridad y
salud, que puede considerarse un proyecto parcial más.

Libro de órdenes y asistencias.

Dentro de sus respectivas atribuciones y competencias, el director de la obra, y el


director de la ejecución de la obra, deberán resolver contingencias, realizar
aclaraciones o dar órdenes encaminadas a la consecución del fin previsto.

La manera de hacerlo es anotar por escrito dichas aclaraciones u órdenes, utilizando


el lenguaje o dibujos, a escala o a mano alzada, en el libro de órdenes y asistencias.

El libro de órdenes y asistencias es un impreso de múltiples páginas, normalizado por


cada colegio profesional. Las páginas suelen venir con un cuadriculado para facilitar
el dibujo, y traen original y varios autocopiativos. El original queda en la obra, y existen
al menos dos copias, una para el director de la obra y otra para el director de la
ejecución, que deberán retirarlos en el mismo momento en que hayan quedado
escritas las órdenes. Así, aunque se perdiese o deteriorase el libro en la obra, quedaría
constancia de lo escrito. Cuando se termina un ejemplar del libro de órdenes se solicita
uno nuevo al colegio oficial correspondiente, continuándose en él las anotaciones.

Algunos profesionales prefieren que las órdenes y asistencias se recojan en actas de


visita de obra. Sin embargo, el libro de órdenes es el único método normalizado que,
además, aparece mencionado en la normativa (Artículos 12 y 13 de la LOE, parte
general, y Real Decreto 2512/1977 para el caso de los arquitectos). Se trate de libro de
órdenes o se trate de actas, o de ambos a la vez, al finalizar la obra se incorporarán al
libro del edificio.

Es frecuente la necesidad de efectuar modificaciones atendiendo a causas


debidamente razonadas. En ese caso se recogen en el libro de órdenes y en él se
hace referencia a reformados del proyecto, en los que se definen dichas
modificaciones.

Es obligatoria, además, la existencia en la obra del libro de incidencias en materia de


seguridad y salud, en el cual sólo podrá hacer anotaciones el coordinador de
seguridad y salud durante la ejecución.

Reformados.

Cuando es necesario hacer modificaciones se reflejarán en un reformado del


proyecto.

Las modificaciones pueden referirse a cualquier aspecto de la obra. Pueden reflejarse


en planos, si es un cambio en la geometría o en la disposición de algún detalle
constructivo, pero también en cualquier otro documento escrito del proyecto.

Hay que prestar especial atención al presupuesto, porque cualquier modificación, por
pequeña que parezca, tendrá reflejo en él. Hay que recordar que en la obra rige el
contrato entre constructor y promotor, en el que normalmente se incluye una
medición copiada o basada en la del proyecto, y un presupuesto real con precios
pactados. Las modificaciones pueden significar cambios en la definición de las
unidades de obra, o en sus mediciones. También pueden introducir unidades de obra
nuevas. En este caso, será necesario pactar precios contradictorios, para lo cual podrá
intervenir la dirección facultativa.

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

Cuando surge la necesidad de redactar un reformado, se debe dejar muy claro qué
documentación sustituye y proceder a la inmediata retirada de la documentación
obsoleta, reflejando este acto en el libro de órdenes.

Certificados y actas.

Durante el transcurso de las obras, e incluso más allá, existen una serie de
acontecimientos o hitos, que se han de reflejar en distintos documentos o actas.

Después de la promulgación de la Ley de Ordenación de la Edificación, una Comisión


conjunta constituida por los Consejos de Colegios de Arquitectos y de Aparejadores y
Arquitectos Técnicos, analizó aquellos aspectos derivados de su aplicación que han
de tener un reflejo documental y que afectan a los profesionales titulados que
intervienen en el proyecto y en la dirección facultativa de las obras. Como resultado,
se establecieron como documentos necesarios en la generalidad de las obras de
edificación, los siguientes:

 Acta de replanteo y de comienzo de obra. Copia


 Certificado final de obra (requiere modelo oficial). Copia
 Acta de recepción de edificio terminado. Copia
 Acta de subsanación de defectos, para los casos de recepción con reservas de
edificio terminado.
 Acta de recepción parcial de obras de edificación, para fases terminadas.
 Acta de subsanación de defectos, para los casos de recepción con reservas de
fases terminadas.
 Acta de recepción de edificio terminado, para casos de rechazo de la recepción
por parte del promotor.
 Acta de manifestaciones para los supuestos en que coincidan en la misma
persona, física o jurídica, la condición de promotor y constructor.
 Certificado de liquidación final de obra ejecutada.
 Notificación por la dirección facultativa al promotor de la terminación de la obra.

Otros acontecimientos particulares que se den en las obras, pueden necesitar también
reflejo documental, como por ejemplo, circunstancias atmosféricas, retrasos,
incidencias por las que deban detenerse las obras, accidentes, etc.

Certificaciones.

Las obras de edificación requieren grandes inversiones y suelen dilatarse en el tiempo.


Las empresas constructoras no pueden hacer frente a los gastos de la totalidad de la
obra y esperar a que el promotor les pague a la finalización de las mismas. Por ello, se
efectúan una serie de pagos periódicos que se corresponden con la fracción de obra
que se va ejecutando.

Las certificaciones de obra son documentos redactados periódicamente por el


director de la ejecución de la obra, y aprobados por el director de la obra, en los
cuales se refleja la medición de las unidades de obra realmente ejecutadas, y se les
aplica el precio acordado en el contrato entre constructor y promotor. Con arreglo a
ellas se van abonando cantidades económicas con la misma periodicidad. Se suelen
redactar mensualmente.

En una certificación de obra se mide lo realmente ejecutado a origen, es decir, desde


el comienzo de las obras. Esta medición se valora y, de la valoración resultante, se
deducen las cantidades abonadas con arreglo a certificaciones anteriores.

Las cantidades abonadas lo son a buena cuenta, es decir, su abono no significa


recepción ni aprobación de las obras ejecutadas, si no que constituyen un adelanto

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

sobre la liquidación final, en la cual se termina de abonar el coste total de la obra. La


liquidación final suele acompañar al acta de recepción del edificio terminado.

Aparte de lo que prescribe la Ley de Ordenación de la Edificación, es frecuente


acordar en el contrato un periodo de garantía tras la finalización de las obras, durante
el cual se practica por el promotor una retención económica para que el constructor
responda de posibles defectos. Dicha retención se abonará a la finalización del plazo
acordado.

En algunos casos se realiza el acta de recepción del edificio terminado con reservas,
haciéndose constar los aspectos que presentan deficiencias, así como un plazo para
subsanarlas.

8.14. Libro del edificio.

En el artículo 7 de la LOE aparece el siguiente texto:

“Una vez finalizada la obra, el proyecto, con la incorporación, en su caso, de


las modificaciones debidamente aprobadas, será facilitado al promotor por el
director de obra para la formalización de los correspondientes trámites
administrativos.

A dicha documentación se adjuntará, al menos, el acta de recepción, la


relación identificativa de los agentes que han intervenido durante el proceso
de edificación, así como la relativa a las instrucciones de uso y mantenimiento
del edificio y sus instalaciones, de conformidad con la normativa que le sea de
aplicación.

Toda la documentación a que hace referencia los apartados anteriores, que


constituirá el Libro del Edificio, será entregada a los usuarios finales del edificio”.

Es así como, desde la entrada en vigor de la LOE, aparece la obligatoriedad de


aportar al promotor o al usuario final un compendio de documentación sobre todos los
aspectos del edificio y su construcción. Dicha documentación se denomina Libro del
Edificio.

Algunas Comunidades Autónomas han profundizado en la definición de este


documento.

En la Comunidad de Madrid, está vigente el decreto 349/1999, que prescribe que el


libro del edificio se organizará según el siguiente índice:
 PORTADA.
Identificación del edificio.
 PARTE I.
Características del edificio.
A) Del conjunto del edificio.
B) De cada unidad de ocupación.
 PARTE II.
Normas e instrucciones de uso, conservación y mantenimiento.
A) Del conjunto del edificio.
B) De cada unidad de ocupación.
 PARTE III.
Normas e instrucciones de actuación en caso de siniestro o en situaciones de
emergencia.
A) Del conjunto del edificio.

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

B) De cada unidad de ocupación.


 PARTE IV.
Registro de documentos.

La información ocupará tantos volúmenes como sea necesario, y serán como mínimo
dos: en el primero se recogerán las partes I, II y III, reservándose otro volumen para la
parte IV, dedicada al registro de documentos, tanto de la obra como posteriores a
ella.

8.15. Gestión documental.

El proceso de redacción de un proyecto de edificación o de ingeniería genera una


cantidad ingente de documentación. Constantemente se están produciendo croquis,
dibujos, planos, escritos y cálculos. Paralelamente al diseño formal se recopila
normativa, e información sobre materiales y sistemas constructivos. Es necesario tener
convenientemente organizada y archivada toda esta información para localizar
fácilmente cualquier documento.

Un estudio de arquitectura u oficina técnica funciona como una empresa de


producción de proyectos y seguimiento de las obras. Como tal empresa, siempre
persigue la optimización de su rendimiento con los medios de los que dispone.
Cualquier sistema de producción de proyectos tiene muy en cuenta la gestión de los
documentos de cara a optimizar el rendimiento.

En la redacción del proyecto intervienen distintas personas, lo cual aumenta la


importancia de gestionar correctamente los documentos. No existe una única manera
de hacer la gestión documental. Cada oficina técnica o estudio de arquitectura
posee sus propios procedimientos. En los estudios y oficinas técnicas se ven estanterías
llenas de volúmenes y documentos de normativa, archivos de materiales, muestras,
maquetas, archivos de planos... y por supuesto ordenadores.

La documentación generada puede tener distintos soportes, pero su gestión se facilita


si se presenta en pocos, o mejor, en uno solo. Es posible disponer de toda la
documentación en soporte informático. Incluso si se dispone de maquetas, se pueden
guardar imágenes de las mismas. En la actualidad es frecuente disponer de
renderizaciones y animaciones virtuales en sustitución de las maquetas.

Dentro de un ordenador, cualquier información se guarda en archivos. La


organización de los mismos dentro de una estructura de carpetas y subcarpetas es
muy eficaz, porque permite una rápida localización de la información deseada a
nada que se sea un poco cuidadoso. Pero en una oficina con una organización es
necesario implantar un sistema concreto.

En una oficina técnica se genera y se guarda información de dos tipos:


 Encargos.
 Información de apoyo.

Un encargo es el trabajo encomendado al estudio de arquitectura u oficina técnica


por un promotor, sea público o privado, persona física o jurídica. El objeto de un
encargo puede ser un proyecto de un edificio y su obra, o también puede ser un
trabajo de urbanismo, un informe, una tasación de bienes inmuebles, un cálculo de
estructuras para otra oficina técnica, etc.

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

La información de apoyo está constituida por todos aquellos documentos útiles o


necesarios para poder llevar a cabo el objeto de un encargo, por ejemplo:
 Normativa técnica.
 Normativa urbanística.
 Manuales de diseño y cálculo.
 Libros técnicos.
 Revistas técnicas.
 Documentación obtenida en cursos, seminarios o congresos.
 Bases de datos de precios de la construcción.
 Bases de datos de materiales y sistemas constructivos comerciales.
 Direcciones de personas y empresas relacionadas con la actividad.
 Detalles o soluciones procedentes de la experiencia del propio estudio.
 Cualquier otro tipo de información útil.

Organización de los encargos.

La redacción de un proyecto se realiza en archivos de trabajo, en formatos de editor


de textos, de hoja de cálculo, de imágenes, de CAD, de cálculo de estructuras, etc.
Los documentos de trabajo deben estar siempre localizables no solo durante la
redacción de los proyectos, si no también después de la finalización de las obras. No
es infrecuente que un estudio de arquitectura reciba el encargo de ampliar o
rehabilitar un edificio diseñado años antes en el mismo estudio, y es entonces cuando
se descubre la verdadera utilidad de tener a mano los archivos de trabajo. Por otra
parte, puede decirse que en esta información permanece todo el know how de la
oficina.

A pesar de todo, siguen existiendo documentos que no pueden informatizarse. Un


ejemplo claro son los contratos, actas y otros documentos con firma que pueden tener
valor legal. Estos documentos en papel deben también ser correctamente
gestionados.

Una vez realizado el trabajo, la información ha de ser presentada en su forma


definitiva de manera que cualquier persona pueda leerla sin necesidad de poseer los
programas utilizados para crearla. Tradicionalmente la presentación se ha realizado en
papel, pero hoy la mayoría de los estudios y oficinas técnicas la presentan en formato
digital. Para ello es necesario algún tipo de archivo que pueda aglutinar todos los
formatos, que pueda interpretarse por cualquier persona de fuera del estudio y que se
vea en pantalla como si fuera en papel. El tipo más utilizado para ello es el archivo
PDF.

PDF es acrónimo del inglés portable document format, y se desarrolló a principios de


los años 90 por Adobe Systems. Es un formato compuesto, pues alberga texto, imagen
vectorial e imagen de mapa de bits. Es un tipo de documento multiplataforma,
pudiendo ser presentado en cualquiera de los sistemas operativos más extendidos.
Además, los programas para su lectura son gratuitos, por lo que puede facilitarse a
cualquier persona que disponga de un ordenador, tablet o libro electrónico.

Cualquier proyecto puede guardarse en uno o en varios archivos PDF, que pueden
firmarse digitalmente, y bloquearse para no poder ser modificados. Las mejores
prestaciones para la creación de este tipo de archivos las da el software comercial de
Adobe, pero en la actualidad existe software gratuito y también software libre para
poder hacerlo. Disponiendo de este software, se puede crear un archivo PDF desde
cualquier programa que sea capaz de imprimir.

Los planos se guardan también en archivo PDF, ya que se conserva la escala. Los
lectores de archivos PDF suelen incluir una herramienta de medida. También es
tecnológicamente posible la presentación de la información gráfica directamente en

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

tres dimensiones mediante el formato PDF, si bien en la actualidad se sigue usando el


tan arraigado formato plano.

Microsoft ha creado una alternativa al archivo PDF: el XPS, pero este tipo de archivo
tiene aún poca difusión.

Los colegios profesionales admiten el formato PDF para su visado, y algunas


administraciones están trabajando en su admisión para realizar trámites
administrativos, como la concesión de licencias de obras.

Así pues, en la actualidad se presentan los proyectos en documentos tipo PDF o


similares. Pero en los estudios de arquitectura y oficinas técnicas, es necesario archivar
también todos los documentos de trabajo. Para organizar todo el trabajo de un
determinado encargo, se utiliza el documento base.

El documento base permite conocer en cualquier momento la documentación


generada, y también cual está derogada o vigente. Es un listado que enumera
pormenorizadamente toda la documentación que compone el proyecto, sea gráfica
o escrita, en todas sus fases e incluso más allá de la finalización de las obras.

El documento base puede ser un documento en papel que se va rellenando. Pero es


mejor un documento informático, que puede ser un documento de procesador de
textos, una hoja de cálculo o incluso una base de datos. Periódicamente puede
imprimirse una copia del mismo para conocimiento del personal de la oficina. También
puede autorizarse el acceso al documento base desde los ordenadores de algunas o
todas las personas que intervienen en la redacción de cada proyecto.

Un ejemplo orientativo de la documentación que se puede listar en el documento


base puede ser el siguiente:

(De Gonzalo García / Ignacio Dols: Como dirigir a las personas y organizar el estudio).

Documentación previa Aportaciones de la propiedad (cualquier escrito o gráfico


puede ser escaneado para su tratamiento informático)
Levantamiento topográfico.
Estudio geotécnico.
Planificación del proyecto.
Informes de viabilidad.
Anteproyecto Memoria.
Planos.
Proyecto básico Memoria descriptiva y anejos.
Planos, citados uno a uno.
Presupuesto aproximado.
Proyecto de ejecución y Memoria técnica y anejos.
reformados Planos, citados uno a uno.
Pliego de condiciones.
Mediciones y presupuesto.
Estudio de seguridad y salud.
Proyecto de infraestructura común de
telecomunicaciones.
Documentación final.
Libro del edificio.
Documentación complementaria.

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

En la actualidad, cualquier programa de edición de textos u hoja de cálculo


comercial hace posible insertar hipervínculos, de modo que, desde el documento
base se puede acceder directamente a cualquiera de los documentos listados.

Durante la redacción del proyecto, la información digital permanece en un solo


ordenador. A dicha información tienen acceso, libre o restringido, cada una de las
personas que trabajan en el proyecto, que acceden desde sus puestos de trabajo por
medio de la red de la empresa (Intranet) o de forma remota por internet. Algunos
programas de diseño permiten el trabajo simultáneo de varias personas sobre el mismo
archivo. En esta etapa se dice que el expediente está abierto.

Una vez terminado el encargo, se cierra el expediente.

8.16. Sistemas de archivo.

Actualmente casi toda la información puede conseguirse o redactarse en soporte


informático, lo cual alivia mucho el volumen de los espacios de archivo. No obstante,
es difícil evitar la existencia de información en papel.

Un sistema de archivo debe cumplir tres funciones básicas con los documentos
recopilados y generados en el estudio u oficina técnica:
 Organizarlos de manera ordenada.
 Almacenarlos durante un tiempo prolongado e indefinido.
 Permitir localizar y extraer de forma rápida cualquier documento en cualquier
momento.

Vamos a clasificar los sistemas de archivo en tradicionales y digitales. Para estos últimos
vamos a hablar también de las copias de seguridad.

Sistemas de archivo tradicionales.

Este tipo de sistemas son los usados tradicionalmente antes de la introducción de los
sistemas informáticos en las empresas. Hoy día se siguen utilizando para el archivo de
documentos difíciles de digitalizar, como por ejemplo originales en papel, a veces
firmados o sellados, que deban permanecer (contratos, pedidos…), o en empresas en
las que el grado de informatización es nulo o muy bajo. El acceso se restringe
simplemente utilizando muebles o habitaciones con llave.

Los sistemas existentes son:

 Carpetas y archivadores de anillas.

Las carpetas y archivadores de anillas sirven para organizar documentos sueltos. En


una carpeta no caben muchos documentos, por lo que son fáciles de encontrar
aunque dentro de ella no guarden un orden preciso.

Dentro de los archivadores de anillas son conocidos los clásicos A/Z. Un archivador
de anillas permite almacenar muchos documentos sueltos que, al encuadernarse,
se pueden ordenar bajo cualquier criterio, por ejemplo cronológico. En este caso
se colocan encima los documentos más recientes, porque así es más fácil su
archivo según van llegando. Si los documentos a archivar no deben ser taladrados,
se pueden usar fundas encuadernables de plástico.

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

 Cajas de proyectos.

Son cajas rígidas de cartón duro, plástico o incluso madera, de múltiples tamaños,
dentro de las cuales se pueden almacenar documentos libremente. Suelen estar
adaptadas al tamaño A-4. Son apropiadas para guardar en su interior documentos
de múltiples páginas encuadernados en forma de volúmenes o tomos. Es la forma
tradicional de presentar los proyectos voluminosos, en la que cada documento
(memoria, pliego de condiciones, presupuesto, estudio de seguridad…) aparece
como un volumen. Los planos se guardan en ellas doblados y sueltos, doblados y
encuadernados o doblados dentro de fundas de plástico encuadernadas. La caja
da el carácter unitario a toda la documentación de un solo proyecto.

Las cajas también pueden utilizarse para el archivo de otros tipos de documentos,
como revistas, informes, memorias, etc., y también pueden contener carpetas.

 Cajas de archivo definitivo.

Se utilizan de forma análoga a las cajas de proyectos, pero no están diseñadas


para un uso continuado, por lo que se usan para almacenar documentos que no
van a ser usados habitualmente. Se fabrican en cartón ondulado o plástico.

 Archivos de carpetas colgantes.

La carpeta colgante es una cartulina doblada con unos ganchos metálicos o de


plástico en sus extremos, de forma que puede colgarse de dos barras horizontales.
Posee una pestaña en la que se anota el asunto cuya documentación se guarda.
Cada carpeta admite pocos documentos, sueltos o encuadernados, en este caso
de pocas páginas. Suelen estar adaptadas al tamaño A4 o folio.

El archivo de carpetas colgantes es un mueble con cajoneras de tamaño


adaptado a dichas carpetas, las cuales pueden organizarse por temas,
alfabéticamente, cronológicamente o de cualquier otra forma. Su principal
ventaja es la facilidad de acceso, por lo que se emplean para almacenar
documentos cuyo uso sea habitual o bien cuando, aún no siendo habitual, es
necesaria rapidez en la localización, extracción y posterior vuelta al archivo.

 Archivadores de planos.

Tradicionalmente los planos se dibujaban a mano, primero a lápiz sobre papel de


croquis, y después a tinta sobre papel vegetal. El original en vegetal era la versión
definitiva de cada plano. Después se fotocopiaban los planos en máquinas
heliográficas o en copiadoras de tóner, y eran estas fotocopias las que se
doblaban y formaban parte de los proyectos. Los originales en papel vegetal se
guardaban por si se necesitaban de nuevo para hacer nuevas copias o como
base a posibles modificaciones. El papel vegetal no admite el doblado sin
deteriorarse, por lo que tenía que guardarse extendido o enrollado. Los sistemas de
archivo de planos responden a esta necesidad.

En la actualidad casi no se utiliza este sistema en la elaboración de planos, debido


a la facilidad para imprimir y hacer copias en el propio estudio que proporcionan
los sistemas informáticos. Pero siguen existiendo algunos tipos de planos que se han
de guardar sin doblar, como los paneles de presentación de propuestas. Este tipo
de paneles no se enrollan, bien porque llevan soporte rígido o bien porque al
enrollarse se deterioran las tintas.

Los planos enrollados se guardan dentro de tubos de cartón o de plástico de


distintas longitudes. Estos tubos se almacenan de dos formas:

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o Verticalmente, en pequeños muebles con ruedas, para el caso de que


tengan que usarse frecuentemente.
o Horizontalmente, apilados sobre soportes que se cuelgan en las partes
altas de las paredes o en estanterías, para el caso de planos a
almacenar definitivamente.

Los planos extendidos se guardan en archivos planeros, o simplemente planeros:

o Planeros verticales: Constan de dos barras horizontales de las que


penden los planos, a los que se adhiere una tira de cartón con dos
orificios cuya separación coincide con la de las barras. También se
puede sustituir esta tira de cartón por una especie de pinza. Los hay de
distintos tamaños y pueden tener puerta delantera o superior. Su
ventaja es que ocupan menos superficie en planta que los horizontales,
y su principal inconveniente es la necesidad de utilizar dispositivos que
faciliten el cuelgue de los planos.
o Planeros horizontales: Constan de una serie de cajones, de poca
profundidad, en los que se extienden los planos. Estos planeros suelen
estar adaptados a papeles de 50x70 cm y 100x70 cm. Su inconveniente
es la superficie horizontal que ocupan, y su ventaja, la facilidad para
colocar los planos y acceder a ellos.

Sistemas de archivo digital.

En la actualidad, la mayor parte de la información de un estudio u oficina técnica se


guarda en soporte digital. Entre las principales ventajas de los sistemas informáticos
encontramos las siguientes:

 Ahorro de espacio de almacenamiento.


 Facilidad de acceso a la información.
 Ahorro de papel. Sólo se imprime si es necesario.
 Facilidad para realizar modificaciones o basarse en trabajos previos para realizar
otros nuevos.
 Facilidad para la la entrega a distancia de documentos, por vía telemática.
 Facilidad para la difusión en Internet, de forma abierta o restringida.
 Posibilidad de realizar trabajo a distancia (teletrabajo) o en grupos
multidisciplinares de personas ubicadas en lugares distintos.

Existen algunos inconvenientes:

 El manejo de la información no es posible sin suministro eléctrico.


 Es necesaria una correcta gestión del acceso a la información: restricciones,
permisos…
 Es necesaria la protección contra virus y ataques informáticos.
 Es necesaria una correcta gestión de copias de seguridad.
 En caso de redes es necesario un correcto mantenimiento de las mismas.

Debe guardarse toda la información en uso en un mismo dispositivo, normalmente el


disco duro de un ordenador. En estudios medianos o grandes puede ser un ordenador
dedicado o un servidor de red.

Una gran ventaja de los sistemas informáticos es la facilidad que ofrecen los sistemas
operativos para la organización de la información en una estructura de carpetas o
directorios. El diseño de esta estructura depende de cada estudio.

Una forma muy sencilla y eficaz puede ser la siguiente: se crea una carpeta llamada
PROYECTOS, de la cual “cuelgan” una serie de carpetas, cada una dedicada a un

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

proyecto o expediente distinto. Cada una de estas carpetas se titula con el formato
10-XXX-NOMBREPROYECTO, donde 10 indica las dos últimas cifras del año en el que se
abre el expediente del proyecto, XXX es el número de orden de entrada del
expediente dentro del año y NOMBREPROYECTO es un nombre por el cual se puede
identificar rápidamente de qué proyecto se trata sin necesidad de abrir ningún
documento perteneciente a él. Por ejemplo, una carpeta llamada 10-015-
CASA_MORALES indica que el expediente se inició en 2010, y entró, dentro de ese año
en 15º lugar. El indicativo “CASA_MORALES” permite identificar intuitivamente el
proyecto de un golpe de vista. Los tres ítems pueden separarse con guiones o no
separarse. En todo caso, hay que tener cuidado de no separarlos con caracteres
como puntos, barras inclinadas, etc, y siempre hacerlo de la misma manera.

De esta forma se utiliza el sistema de ordenación del sistema operativo en el que


primero se colocan los números en orden ascendente y después las palabras por
orden alfabético. Así siempre aparecerán ordenados los expedientes por orden de
entrada.

Dentro de la carpeta de cada proyecto se puede diseñar otra estructura de carpetas,


que debe ser siempre la misma, por fases de proyecto, por tipo de documentación o
una combinación de ambas.

La información puede permanecer en la carpeta “proyectos” mientras el expediente


está activo, es decir, durante la redacción del proyecto y durante la obra, añadiendo
algún tiempo más por si aparece alguna incidencia. Posteriormente dicha información
puede almacenarse de forma definitiva en otro soporte digital para su archivo. La
información puede eliminarse entonces del ordenador dedicado a almacenar la
información en uso. Los tipos de soporte más usuales son:

 Discos duros.
 Discos magnéticos.
 Cintas magnéticas.
 Discos magneto-ópticos.
 Discos ópticos: CD-ROM, DVD-ROM, BLU RAY.
 Memoria electrónica.

A la hora de almacenar la información hay que tener en cuenta que muchos


documentos pueden ser necesarios años más tarde, por ello hay que intentar
asegurarse de que en un futuro a medio o largo plazo habrá sistemas capaces de leer
el soporte elegido, y que el soporte sea estable en el tiempo. Por ejemplo, hoy sería
difícil leer la información contenida en un floppy disk de 5 1/4 pulgadas de los años 80.
Además lo más probable es que la información no hubiera llegado intacta hasta la
actualidad en este tipo de soporte.

Discos duros.

El disco duro (hard disk) es un tipo de soporte magnético. Consta de uno o varios
discos rígidos que están confinados dentro de una carcasa hermética. La carcasa
incluye también el motor, las cabezas lectoras y la electrónica. El cierre hermético
evita entradas de polvo, humedad o gases, lo cual alarga enormemente la duración
del disco. El almacenamiento en disco duro es muy seguro, pero no está exento de
averías.

Los discos duros pueden ser fijos o portátiles. Un disco fijo (o interno) queda en el
interior del ordenador y no está diseñado para ser transportado por sí solo. Para su
conexión a la placa base del ordenador se han utilizado durante muchos años el bus
SCSI y el bus IDE, siendo este último el más utilizado. En la actualidad se usan otros
como el SATA. La existencia de distintos tipos de buses implica conectores distintos, por

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Diseño de edificios. Antonio Ángel Jiménez Sierra

lo que es importante pensar que algún día será necesario sustituir el ordenador que lo
alberga, momento en el cual habrá que trasvasar la información. Pero si el ordenador
es obsoleto y se estropea, quizás no se pueda instalar el disco duro en otro nuevo.

Los discos duros portátiles (o externos) están diseñados para poderse transportar. La
manera más extendida de conectarse al ordenador es el estándar USB. Dada la gran
difusión de este sistema, y su gran versatilidad, cabe esperar que seguirá en uso
muchos años. Es posible utilizar para almacenar la información un disco duro portátil
de gran capacidad, permanentemente unido a un mismo ordenador que gestione la
información. De esta manera se garantiza que pueda conectarse a otro si es
necesario. No obstante conviene mantener la información en uso (los expedientes
abiertos) en un disco duro fijo, ya que la velocidad en el flujo de datos es mayor.

Ante la avería de un disco duro, si se ha cometido el error de no disponer de copias de


seguridad, existe el recurso de acudir a empresas especializadas en recuperación de
la información. La recuperación sin daños de todos los datos no está garantizada. El
servicio de estas empresas es caro, pero suele compensar la alternativa de perder
años de trabajo.

Discos magnéticos.

La característica de este tipo de discos, a diferencia de los discos duros, es que


necesitan de una unidad lectora. Durante muchos años se han utilizado los discos
magnéticos flexibles, entre los cuales los más difundidos fueron los de 5 ¼ y 3 ½
pulgadas. Hoy casi están en desuso por su escasa capacidad de almacenamiento.
Además, la información almacenada en ellos es vulnerable y tiene una corta vida.
Existen otros tipos de discos magnéticos más avanzados en el mercado, pero son de
difusión escasa.

Cintas magnéticas.

Las cintas magnéticas fueron la alternativa a los discos magnéticos porque tenían gran
capacidad de almacenamiento. Sin embargo el acceso a la información resulta muy
lento. Por ello siempre se han utilizado preferentemente para la grabación de copias
de seguridad. En la actualidad sólo subsisten en los grandes sistemas corporativos.

Discos magneto-ópticos.

En los discos magneto-ópticos, la información se graba magnéticamente con la


incidencia de un rayo láser, mientras que la lectura es exclusivamente por medios
ópticos. Se pueden reescribir. Los fabricantes aseguran una durabilidad de 30 años.
Exigen una unidad lectora. Un ejemplo es el Minidisk de Sony.

Se suelen utilizar para realizar copias de seguridad de acceso rápido.

Discos ópticos.

Dentro de los discos ópticos encontramos algunos de los más conocidos y difundidos
sistemas de almacenamiento de información, como son el CD-ROM y el DVD-ROM. Su
amplia difusión los hace muy apropiados para almacenar información, gracias a que
el soporte es insensible a los cambios electromagnéticos, y es muy resistente en
condiciones de conservación normales. Además, las unidades de lectura-escritura
existentes en el mercado admiten ambos formatos. Un CD-ROM admite 700 u 800 MB,
mientras que un DVD-ROM admite 4,5 GB o más si es de doble o múltiple capa. Están
muy difundidas las unidades lectoras-grabadoras que admiten los dos formatos.

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Las versiones CD-R y DVD-R (o DVD+R) se pueden grabar una sola vez. La letra R
proviene del inglés “recordable” (grabable). Las versiones CD-RW y DVD-RW se
pueden escribir en múltiples ocasiones, pudiéndose usar como si fuesen discos duros si
se dispone de un software apropiado. Las letras RW provienen del inglés “rewritable”
(reescribible).

Otro medio que empieza a difundirse es el Blu Ray. Tiene el mismo aspecto y
dimensiones que el CD-ROM y el DVD-ROM, pero su capacidad llega a 25 GB por
capa, con posibilidad de presentar doble o múltiples capas. Se está desarrollando una
versión que llegará a 33,4 GB por capa. Otros competidores del Blu Ray son el HD DVD
y el HD VMD, pero tienen menos probabilidad de difusión amplia.

Todos estos sistemas surgen de la industria audiovisual. El CD-ROM se creó para


albergar contenidos musicales, como sustitución a los discos de vinilo. El DVD permitió
incluir películas de calidad, sustituyendo a las cintas de video. El Blu Ray es capaz de
almacenar contenidos de video en alta resolución, y está destinado a sustituir al DVD
en este cometido.

Para un almacenamiento definitivo de la información, son apropiados los CD-R y DVD-


R, porque no permiten sobreescribir información, evitando que esto pueda ocurrir por
error. La amplia difusión de ambos formatos y sus unidades lectoras-grabadoras, y su
bajo precio, los hace aun más apropiados.

Ya existen los Blu Ray grabables, de simple y doble capa, para 25 y 50 GB


respectivamente. Se denominan BD-R. Se están empezando a comercializar tanto los
discos como las unidades lectoras y grabadoras.

El Blu Ray usa una tecnología muy distinta al DVD-ROM, por lo que se hace difícil que
existan unidades que admitan ambos formatos. No obstante, existen unidades de
lectura para contenidos multimedia que admiten CD ROM, DVD-ROM, HD-DVD y Blu
Ray, lo cual hace pensar que nada está cerrado en este tema.

Memoria electrónica.

Uno de los sistemas preferidos en la actualidad para el almacenamiento de la


información es la memoria electrónica. Se trata de chips electrónicos en los cuales se
puede grabar y regrabar la información, sin que sea necesario el suministro eléctrico
para conservarla, por lo que ésta puede transportarse en este soporte.

Este sistema permite almacenar grandes cantidades de información en un


reducidísimo espacio. Además, las memorias electrónicas actuales son muy seguras.

Existen varios tipos de memoria electrónica. Se difunde en forma de tarjetas de


memoria o de dispositivos de almacenamiento llamados “pen drives” o “stick
memories”. Las tarjetas de memoria se usan sobre todo para almacenar la información
obtenida mediante aparatos como cámaras, videocámaras, teléfonos móviles,
aparatos topográficos, etc., existiendo distintos sistemas (Flash, SD, XD…). Los pen drives
son dispositivos diseñados para el transporte e intercambio de información, usando un
estándar de conexión ampliamente extendido: USB. También existen adaptadores
para la lectura de todos los tipos de tarjetas de memoria por medio del puerto USB.

Sea cual sea el sistema utilizado, entre sus ventajas encontramos:


 Pequeño tamaño para gran capacidad de almacenamiento.
 Amplia difusión comercial de los sistemas existentes.
 Rápida conexión y reconocimiento por parte del ordenador.
 Uso como si se tratara de una unidad de disco duro.
 Gran seguridad en el almacenamiento de los datos.

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Son muy pocos los inconvenientes para este sistema. La ventaja de la facilidad para el
tratamiento de la información, como si se tratase de discos duros, puede convertirse
en un inconveniente para el caso de información a archivar definitivamente, dado
que podríamos efectuar modificaciones de forma involuntaria. Para evitarlo existen
dispositivos de memoria que pueden bloquearse mediante un interruptor, de esta
forma se puede leer la información pero no escribir.

También empiezan a comercializarse dispositivos basados en memoria electrónica,


destinados a sustituir a los discos duros, cuya principal ventaja es la ausencia de
mecánica en su interior. Estos dispositivos mantienen los mismos buses de datos, lo cual
los hace compatibles con los sistemas informáticos existentes.

En todo caso, se puede augurar un gran futuro a estos sistemas, cuya capacidad y
prestaciones siguen creciendo rápida y continuamente.

Sistemas de copia de seguridad.

Una vez cerrado un expediente, se puede copiar a un dispositivo de almacenamiento


para proceder a su archivo, y eliminarlo del ordenador donde se encuentra la
información en uso. No es mala práctica el archivo en más de un soporte para mejorar
la seguridad, y en más de una ubicación, dada la facilidad para almacenar la
información digital.

No obstante, resulta imprescindible tener permanentemente una copia de toda la


información en uso (expedientes abiertos) en otro soporte distinto. Para ello se realizan
copias de seguridad, también llamadas copias de respaldo. La razón se encuentra en
la posibilidad de fallos o incidencias en los equipos o en el software, así como
cualquier otra incidencia que pueda suceder: robos, incendios… Es válido cualquier
soporte de los anteriormente mencionados.

La copia de seguridad se puede realizar en el mismo estudio o de forma remota. Para


realizarla en el mismo estudio son muy eficaces los discos duros portátiles. La mayoría
de los discos duros portátiles a la venta incluyen software de gestión de copias de
seguridad, por lo que es muy fácil implantar este tipo de sistemas en una oficina, por
pequeña que ésta sea. Si es de forma remota, los proveedores de servicios de Internet
ofrecen también la posibilidad de gestionar copias de seguridad a distancia. De esta
manera, las copias se guardan en lugares ajenos al estudio mediante una conexión
permanente a Internet (vía ADSL por ejemplo), por lo que incluso ante una inundación
o un incendio, la información permanece a salvo.

La información es el activo más importante de una empresa de ingeniería o estudio de


arquitectura, por lo que vale la pena invertir en sistemas de seguridad de la
información. Muchas oficinas y estudios tienen implantados varios sistemas
simultáneamente. Cualquier inversión en este sentido es insignificante frente a la
posibilidad de perder el trabajo de muchos años.

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