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Tema: Desarrollo Psicomotor del esquema corporal en la obra de Henri Wallon.

Título del trabajo: Aportaciones al campo de la Psicología escolar

Autor: Cristóbal Vilchis Márquez

Colegio Superior de Ciencias “Valle de Castaño”

Curso: Desarrollo Infantil

Tetramestre: 4°B

Catedrático: Mauro García Simbrón

13 de febrero de 2023

Guadalupe, Nuevo León.


Desarrollo Psicomotor del esquema corporal en la obra de Henry Wallon

Aportaciones al campo de la Psicología escolar

Introducción.

La teoría de Wallon nos habla acerca del esquema corporal que se relaciona

a la unidad psicobiológica del individuo. Para Wallon existe una relación entre la

motricidad y el psiquismo, siendo la relación real del ser y su medio. Las

emociones son muy importantes en este esquema, en la que se manifiestan por

medio de gestos y mímica, que también sirven para que un individuo se exprese.

Wallon considera que las emociones son las intermediarias entre las

condiciones genéticas y fisiológicas y esto permite al infante adaptarse de forma

progresiva al mundo exterior que va descubriendo poco a poco.

Para poder llegar a una representación mental y estructural del esquema

corporal el niño debe atravesar las mismas etapas que recorre en su desarrollo

psicobiológico.

Las emociones ayudarán al niño a desarrollar un tono muscular para el

conocimiento de su propio cuerpo y ello conlleva una estrecha relación con vida

afectiva y de comunicación con su entorno en los primeros momentos de su vida.


Desarrollo.

El esquema corporal es el producto de las relaciones precisas de un individuo

con el entorno en el que se encuentra, atravesando diversas etapas como:

1. Conocimiento y conciencia del propio cuerpo: En esta etapa se abarca de

0 a 3 años. Aquí el niño debe establecer sus dominios y discriminaciones

funcionales para poder conocer su propio cuerpo.

2. Espacio postural – espacio ambiente: Abarca de 3 a 6 años, en las que el

niño se estabiliza, adquiere una capacidad de lenguaje y afectiva, así

como aprender el dominio en cierto grado de su entorno.

3. Estructuración del espacio postural y el ambiente: Abarca de los 7 a los

11 años y en ella se integra tanto el espacio postural y el ambiental, para

que el niño haga una estructura de la imagen de su propio cuerpo y lo

pueda proyectar a otros y a los objetos.

Yo considero que las diferentes etapas por las que pasa el infante le sirven

para aumentar el autoconocimiento de su propio cuerpo y las funciones que

puede tener, también este tipo de fases son muy importantes para que el niño

adquiera capacidades fundamentales como el habla, la lectoescritura, algunas

habilidades numéricas, entre otras.

También, Wallon menciona en el texto, que el recién nacido tiende a

relacionarse primeramente con las personas que los rodean, antes que con los

objetos. Esta relación se da, a través de reacciones motrices que tiene con estas

personas, como el hecho de llorar, cambiar de postura, etc. Considero que es


bastante asertivo este punto, ya que, primeramente, el bebé va a tener relación

cercana con la madre al momento de alimentarse y esa reacción que puede

tener, sería el llanto al tener hambre, tranquilizarse o estar en una postura más

cómoda al estarse alimentando.

En esta misma teoría de Wallon, se aborda el período emotivo que va de los

6 meses al año de vida, en el que el cuerpo adquiere una cierta plasticidad en

sus movimientos y las emociones regularán y coordinarán sus manifestaciones.

A su vez aquí se madura el dominio de manos, y se pasa de una posición dorsal

a una ventral (gatear y sentarse). Opino que en esta etapa ya hubo una

maduración de músculos y de conexión de los nervios con estos músculos, por

ende, el bebé ya puede hacer movimientos más controlados.

En el período sensoriomotor (1-3 años) el niño adquiere la marcha, el

lenguaje, la función simbólica y la representación. Este momento en la etapa de

desarrollo considero que es de suma importancia, ya que, es donde se adquiere

un mayor control en el movimiento y percepción del entorno en base a su propio

cuerpo con el organismo. Si no, se pasa de forma satisfactoria por esta etapa se

presentarán problemas en el desarrollo futuro de esa persona.

El infante al verse en el espejo, a partir de los seis meses es cuando empieza

a reconocer esa imagen reflejada y así pueda reconocerse así mismos. A su vez

Wallon propone que el niño antes de los tres meses no es sensible o no se

percata de su imagen reflejada en un espejo. Este aspecto yo lo relaciono a

como se va dando el desarrollo del cerebro de los bebés y cómo se van


modificando sus necesidades con su entorno y las personas que lo rodean,

siempre relacionándose con señales de las necesidades que este tiene.

Zazzo propone seis etapas en las que el niño se puede reconocer así mismo:

a) Hasta los tres meses de edad el bebé no se reconoce en el espejo.

b) Hasta los ocho meses el niño se ve con un modelo en el espejo.

c) Hasta el primer año muestra interés por su imagen en el espejo.

d) Hasta los dos años y un mes se preocupa y desconcierta en la imagen en

el espejo.

e) Hasta los dos años y tres meses se reconoce la imagen.

f) Hasta los dos años y diez meses se muestra más interés hacia su imagen.

El como un niño en sus etapas prematuras de crecimiento se va

descubriendo y tomando conciencia en cómo es en la realidad es bastante

interesante, primero ni siquiera reconociéndose al no tener concepción de la

realidad que le rodea, y empezando a descubrirse cómo es físicamente y mostrar

interés por su propia imagen, se da en esas etapas de desarrollo donde hay una

mayor necesidad del cuidado de los seres que lo rodean hacia él. En la última etapa

creo que ese interés hacia su imagen no sólo es por su forma física, sino, a cómo

se va formando su carácter, siendo más introspectivo esa atención que le pone

hacia si mismo.

En el espacio postural – espacio ambiente que va de los tres hasta los siete

años permite que el infante domine su orientación espacial, la aparición de la función

simbólica y el desarrollo psicomotriz. La simbología permite el desarrollo del


lenguaje, el desarrollo también permite que el niño puede hacer una representación

gráfica moderada. Yo opino que esa orientación espacial le sirve para ubicarse en

su propia casa o los lugares a los que frecuenta, pudiendo ser un kínder, una

guardería o algún otro sitio en el que suela pasar mucho tiempo. Con la función

simbólica le permitirá comunicarse con su entorno y los seres que los rodean de

una manera más óptima y no sólo a través de estímulos o impulsos como lo hacía

en la etapa de lactancia en la que al llorar, le comunicaba a la madre que tenía

hambre u ocupaba el cambio de prendas. En tanto al desarrollo psicomotriz entiendo

que es la manera en cómo se desenvuelve su desarrollo fisiológico para tener un

mayor control sobre su propio cuerpo y en especial de sus movimientos.

En la etapa de la estructuración del espacio postural y ambiente que va de los

siete a 11 años el niño pasará progresivamente las percepciones concretas y

desorganizadas a una concepción del mundo más objetivo, toma conciencia de su

esquema corporal, reconoce la derecha izquierda, usa el cuerpo de manera más

afinada, autónoma, real, física y motora, la mayoría de sus actos son voluntarios y

logra percibir de manera más correcta y concreta, el espacio, el tiempo, la quiralidad

y el movimiento. En este punto la madurez a varias funciones del niño ha llegado y

le permite el comunicarse con su entorno, principalmente de forma verbal más

efectiva, tener pensamientos más concreto, comenzar a cuestionarse y no dar por

hecho todo lo que conoce, orientarse de una mejor manera, incluso sitios a los que

no suele visitar con frecuencia y tener movimientos más precisos.


Conclusión.

Durante todo el texto de la teoría de Wallon se estudió todas las diferentes

etapas, por las cuales, pasa el infante para refinar sus pensamientos, movimientos,

orientación en el mundo y percepción de su propio yo, que va desde los primeros

meses de nacido hasta los 11 o 12 años, que es el paso de la infancia a la

adolescencia.

Yo opino que es necesario que el niño pase por todas estas etapas para que

pueda madurar todas sus capacidades intelectuales, conductuales y de control de

su cuerpo, si falta pasar por alguna de ellas de forma normal y apta para su

desarrollo, o avanza demasiado rápido en alguna de ellas, puede haber problemas

en la maduración de dichas capacidades en un futuro.

A su vez, un aspecto, que consideré muy interesante es como el infante se va

reconociendo poco a poco respecto a su imagen al observarse en el espejo en el

período de la primera infancia, desde no reconocerse al no tener una concepción

del mundo y de la realidad a los primeros meses de nacidos y poco a poco al

desarrollar y desenvolver su psique al transcurso de pocos meses se reconoce, se

acepta, se intriga, se reconoce y se interesa por como es. A su vez, considero que

ese interés en los meses más avanzados por su imagen no sólo es por su figura

física, sino, por una mirada más introspectiva que irá descubriendo poco a poco

atravesando la infancia y pasando a la adolescencia, donde ultimará qué le gusta,

qué le motiva a través de la manera en que fue conociendo el mundo, a través de

su propia realidad.
Referencias. Prieto, D. S. (1983). Desarrollo Psicomotor del esquema corporal

en la obra de Henri Wallon. Aportaciones al campo de la Psicología escolar.

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