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Una Sociedad Enferma e Injusta

Hablare de los riesgos que toman aquellos que quieren marcar la diferencia, luchando en contra de
una sociedad enferma y carente de justicia, para ello me guiare por el libro, “El olvido que seremos”
de Héctor Abad Faciolince, donde refiere a su padre como una persona admirable, que al
experimentar una perdida, tomo la iniciativa y arriesgo su vida para defender los derechos humanos
contaminados por la injusticia.

Si muy bien sabemos lo que significa sociedad (Una sociedad supone la convivencia y la actividad
conjunta de los individuos de manera organizada u ordenada, e implica un cierto grado de
comunicación y cooperación.), porque no apoyar los cambios que ofrece gente como Héctor Abad
Gómez que al ser un médico salubrista y profesor colombiano, propuso mejorar las cañerías de los
barrios pobres, hacer un mejor tratamiento del agua potable y de la leche, para evitar enfermedades
como la tifoidea, la cual se había llevado a varios de sus familiares; el defendía la hipótesis de que
atacar una enfermedad con farmacéuticos no serviría para nada, puesto que una enfermedad es
mejor tratada si se ataca desde su origen, dicho con sus propias palabras: “ el medico profesor tiene
que estar ahí en los caminos, observando, manoseando, viendo, oyendo, tocando, bregando por
curar con la rastra de aprendices que le dan el nombre de los nombres: ¡Maestro! … Si doctorcitos:
no es para ser lindos y pasar cuentas grandes y vender píldoras de jalea… es para mandarlos a
todas partes a curar inventar y, en una palabra, a servir”, por lo que él empezó a ir a barrios pobres
de Medellín e inicio a experimentar: a cada niño lo revisaba y lo comparaba con su hijo ya que él era
un niño que contaba con buena salud, esto le lanzaba respuestas negativas sobre el estado de salud
de cada joven, con ayuda del doctor Richard Saunders, un gringo, el cual apoyo su idea y trabajando
juntos lograron que los lideres, que estaban dejando morir al pueblo, mejoraran los acueductos,
además de esto, él decía que la leche era impotable ya que era revuelta con las aguas contaminadas
del rio Medellín, aquí fue donde inicio un odio hacia él por apoyar al pueblo y mostrarle sus derechos.

Los ideales mantienen a una sociedad unida, pero si hay alguien con un ideal diferente uno que
complazca a todos por igual, uno mucho mejor que el ideal que los está rigiendo, representa un
ataque directo al ideal que se va manejando en la sociedad, como el ideal de Héctor Gómez, que es
un hibrido entre un ideal marxista en economía, cristiano por la figura amable de Jesus y liberal en
política, este pensamiento al no ser muy compartido, era muy odiado hasta por la extrema derecha
ya que implementaba el comunismo, uno no muy parecido al manejado en Rusia sino era uno que
apoya al pueblo tratándolo con igualdad de clases sin pedir algo a cambio, había gente que al
apoyarlo se arriesgaba y creaba artículos hablando de las proezas de Héctor, sus actos salubristas
y comentaban artículos hechos por él. Dije arriesgaban, porque la mayoría terminaban asesinados o
expulsados de sus empleos, de tal manera que para Héctor le parecía una falta de respeto tanto
contra la vida como al derecho a la libre expresión y lo denunciaba ante la sociedad, esto nos deja
mucho que pensar sobre un ente que aunque dice brindar apoyo no lo hace.

Héctor Abad Gómez, enseñaba su ideología hibrida a sus hijos y les hacía entender, ¿por qué él
apoyaba dicho pensamiento?, la respuesta era simple el buscaba la igualdad de trato, que no
hubieran distintas clases en las que una recibe más que la otra, que se respetaran los derechos
humanos, y todos deben tener acceso a los servicios básicos para sobrevivir, hubo dos hijos que
siguieron sus pasos, Sol, la menor de todos sus hijos, se convirtió en médica y epidemióloga,
defendió la idea salubrista de su padre, sobre el agua potable, la vacunación de las personas, y una
buena alimentación, pero aunque ella siga con su legado, la historia parece demostrar ser cíclica y
este un país de sordos donde los niños siguen muriendo; Héctor Abad Faciolince su único hijo varón,
inicio trabajando en la empresa de su madre escribiendo cartas, haciendo reportes y demás, estos
fueron sus inicios como escritor y sus padres lo apoyaron para que estudiara literatura y reforzara
sus conocimientos, el siguió defendiendo los derechos humanos, tal cual como su padre, haciendo
denuncias de las injusticias que se cometían a menudo y también escribiendo críticas de diferentes
temas sociales, políticos y económicos, en periódicos como el espectador donde hoy año 2021,
todavía existen algunos de sus artículos dentro de la página web del periódico.

El mundo pasa por constantes guerras ideológicas y teológicas, Héctor Gómez le contaba a sus hijos
la forma en la que una religión tomaba poder, como por ejemplo: los inicios del cristianismo católico
y lo que ellos hicieron para ser la creencia religiosa más fuerte, aplicando miedo y terror en los demás
pueblos que presentaban distintas creencias, esto en sus enseñanzas teológicas, pero en las
ideológicas, les enseño un socialismo distinto al que maneja Rusia uno al que él llamo “socialismo a
la americana”, he hizo entender la lucha que sufrió su familia por sobrevivir a la pelea ideológica a
muerte entre conservadores y liberales.
Héctor Gómez al ver que sus ideales eran rechazados, pidió que lo mandaran a dar clases fuera del
país gracias al trabajo que le habían ofrecido en la OMS, dio clases en diferentes ciudades y países,
llego hasta los Ángeles, y se traía estudiantes a Colombia para que vieran las distintas situaciones
por las que pasaban algunas comunidades y/o familias económicamente no sustentables. El riesgo
que toman algunos valientes por mejorar y enfrentar a una sociedad llena de corrupción, una
sociedad que carece de justicia, que al cambio lo erradica con violencia, algo que la hace ver
vulnerable y le da la razón a aquellos que la atacan con un ideal fuerte, pero rechazado a la vez por
miedo al cambio.

Héctor Faciolince dijo: “sabemos hoy en día, que hay un único motivo por el que vale perseguir algún
dinero: para poder conservar y defender la independencia mental, sin que nadie nos pueda someter
a un chantaje laboral que nos impida ser lo que somos”, Héctor Gómez, su padre, trabajaba en una
universidad como profesor en la facultad de medicina pero el dinero que ganaba lo regalaba a gente
que lo necesitaba, por lo que le quedaba muy poco para mantenerse a él y a su familia, así que su
esposa inicio a trabajar y con lo que ganaba pagaba las deudas y demás necesidades de la familia
y apoyaba a su esposo dándole dinero ya sea para que lo regalara o para sus campañas y protestas,
la vida nos une para tener un mejor control de nuestros actos y poder satisfacer nuestros
pensamientos con libertad aunque siempre haya algo que no nos lo permita. El dinero solo es una
autosuficiencia creada para que se mantenga un orden económico y aunque brinda poder, también
alimenta la ambición, el egoísmo y demás adjetivos que califican negativamente a una persona, la
pregunta que no he logrado resolver es: ¿Por qué se necesita del poder para lograr algún cambio
en una sociedad?, dirán que es muy simple su respuesta, pero en realidad no se necesita de poder
solo se debe de tomar una decisión, si aceptar o rechazar dicho cambio.

Una sociedad necesita de personas que le brinden mejoras, un ejemplo de dichas mejoras la Escuela
Nacional de Salud fundada por Héctor Abad Gómez, su primer director, e Ignacio Vélez Escobar,
doctor que hacia parte de la extrema izquierda, esta alianza genero mucho odio hacia ellos por ambos
bandos (izquierda y derecha), en esta escuela se enseñaba lo que Héctor Gómez quería que se
practicara en la medicina además de esto a los profesores se les daba la libertad de hablar de
cualquier tema ya sea político, económico, cultural, social, etc. No se les amonestaba por hablar de
temas prohibidos en otros lugares, como lo hacía la anterior universidad en la que Héctor trabajaba.
Saber encontrar lo que queremos, lo que nos gusta y lo que no nos gusta nos hace disfrutar de la
vida, una parte que demuestra que si te lo propones, lo logras y a cambio recibes satisfacción.
La pérdida más grande de una persona se da cuando se pierde a un ser querido, lo cual puede llegar
a ser un golpe devastador, más que todo si dicha perdida es un hijo o hija, para un padre ver morir a
sus hijos es lo más difícil que le puede ocurrir; Héctor Gómez perdió a su hija Marta por un cáncer
que termino con su vida a los 16 años, ella era una persona muy inteligente, tocaba el violín y la
guitarra, apareció en farándula, viajo dando conciertos por Colombia, Estados Unidos y Puerto Rico,
la noticia de su enfermedad destruyo a toda su familia pero más a su padre que la adoraba, al morir,
llamaron personas externas a la familia a dar su sentido pésame. La muerte de Marta se hizo leyenda
en la familia Abad Faciolince, una familia sobreviviente a una época llena de terror, donde cada
integrante que la compone tiene un propósito. Héctor Gómez mando fundir una pequeña hoja de oro,
a los médicos y familiares que la atendieron durante su enfermedad donde decía: “No es la muerte
la que se lleva a los que amamos. Al contrario los guarda y los fija en su juventud adorable. No es la
muerte la que disuelve el amor, es la vida la que disuelve el amor”, todos estos hechos hicieron que
Héctor se volviera un ser con sed de justicia, empezó a pelear y a defender los derechos humanos,
las personas al tener miedo de denunciar, iban con Héctor para pedirle que lo hiciera por ellos, él lo
hacía a través de medios radiales y artículos presentados en columnas de periódicos, aquí se
empezó a evidenciar que vivíamos en una sociedad enferma, la cual, parece no tener cura.

Cuando jubilaron a Héctor Gómez de la universidad de Antioquia, por razones injustas, los profesores
y estudiantes de la universidad, al enterarse de este acto, fueron a protestar y lograron que diera una
pequeña catedra sobre medicina, donde les mostraba a los estudiantes que la enfermedad se debía
tratar desde su origen y no directamente. Héctor, al terminar su catedra, llegaba a su casa y
encontraba cartas con denuncias, la mayoría eran de asesinatos, esto lo impulso a ver la existencia
de una nueva enfermedad y no una cualquiera (como una gripa), sino era una que alzaba la tasa de
mortalidad a niveles exagerados, esta nueva enfermedad es llamada: violencia, él decidió
confrontarla y su lucha termino con la vida de muchos estudiantes y profesores que lo apoyaban,
muchos de ellos se encontraron torturados antes de morir, en consecuencia, lo denunciaba y pedía
respuestas a esas muertes y demás injusticias que se cometían en contra del pueblo, no recibió
nada, solo un silencio que días después lo mato, su lucha fue pacífica y no una armada, pero este
fue el triste final de su vida. Para el pueblo su muerte fue lo peor que le pudo haber ocurrido al país,
pero las personas que quedaron satisfechas por este acto violento, llamaban a la casa de la familia
y caían tan bajo que solo llamaban para decir, “que bien, por fin se murió” o mensajes parecidos que
hirieron fuertemente a sus seres queridos.
Lo que buscaba Héctor Abad Gómez, era defender los derechos humanos dado que al ver la
desaparición, el secuestro, el asesinato, entre otras cosas que ocurrían a personas inocentes, y las
autoridades se hacían los de la vista gorda, él empezó a denunciar estos hechos en las columnas de

los periódicos o daba un reporte radial siendo él la representación de una voz de justicia; así como

Héctor había muchos más que defendían un ideal y por ello eran rechazados, criticados y odiados
por la sociedad, hasta tal punto que uno por uno fue asesinado pero no dejaron de defender todo por
lo que luchaban, ya después de muertos la gente se daba cuenta de lo que perdía y los cambios que
pudo haber sufrido esta sociedad tan impura.

La idea es generar un pensamiento influyendo en la actitud de las personas frente a una sociedad
dañada y vulnerable, que con cualquier cambio puede mejorar de manera positiva o de una manera
negativa, empleando la voz y no la violencia, para expresar una lucha pacífica.

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