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Unidad 7

Métodos y técnicas para el análisis del lenguaje no verbal y gestual


en humanos

El desarrollo del lenguaje, como proceso exclusivamente humano, es campo de estudio


con múltiples métodos pertenecientes a distintas disciplinas. Por lo tanto, la
adquisición de dicha función cerebral superior se describirá abordando las diferentes
etapas por las que atraviesa la comunicación desde el plano lingüístico y su correlato
con el desarrollo del pensamiento en el plano psicológico. Consideramos que el
desarrollo del lenguaje en el niño es un proceso de carácter biológico, dotado de leyes
internas y con marcadas etapas de evolución.

Es por ello de vital importancia el desarrollo neurofisiológico como el comportamiento


social en el que se desenvuelve el hombre, sin el cual no sería posible no sólo el
aprendizaje de esta función sino ninguna otra estrictamente humana. El lenguaje es la
base de la comunicación humana y representa el auxiliar más importante para
completar el desarrollo psíquico del hombre, tanto como para expresar sus contenidos
psíquicos, por lo tanto, es necesario que el niño se comunique usando un lenguaje
adecuado.

El hecho de señalar etapas significa que hay funciones o fenómenos que se establecen
dentro de las mismas, pero nunca que dichas funciones terminen al iniciarse la etapa
siguiente; todo lo contrario, cada una de estas etapas se perfecciona o deteriora a lo
largo de toda la vida.

Primera etapa de la comunicación o nivel pre-lingüístico.

La primera base del lenguaje está constituida por un verdadero juego sensoriomotor,
muy análogo al que precede y acompaña los comienzos de la manipulación.
(Osterrieth). A efectos de ubicar desde y hasta qué edad cronológica se extiende esta
etapa, diré que corresponde desde el nacimiento hasta aproximadamente los 12 ó 15
meses de edad.

Durante la misma el pre-lenguaje está constituido por llanto, gritos que emite
espontáneamente, vocalización (en los tres primeros meses), consonantizaciones (del
3° al 6° mes), silabaciones (del 6° al 9° mes). Sin embargo, esto tiene menos significación
lingüística que las reacciones tónicas (actitudes) y las posturas del bebé.

Cuando el niño llora expresa su displacer con todo su cuerpo, a través de actitudes y
posturas. Existe una intensa conexión corporal-gestual. Establece así un verdadero
"diálogo corporal ", la conexión a través del cuerpo establecida en el mismo nacimiento
se irá entrenando y perfeccionando más tarde hasta adquirir niveles de verdadero
lenguaje gestual. Podría decirse que esta etapa se caracteriza por la Conexión corporal-
gestual Es en esta 1era ETAPA durante la cual el pre-lenguaje encuentra su modo de
expresión constituido por el llanto, el grito, vocalizaciones (en los tres primeros meses),
consonantizaciones (del 3° al 6° mes), silabaciones (del 6° al 9° mes). Sin embargo, esto
tiene menos significación lingüística que las reacciones tónicas (actitudes) y las posturas
del bebé. Cuando el niño llora expresa su displacer con todo su cuerpo, a través de
actitudes y posturas. Establece así un verdadero "diálogo corporal ", la conexión a
través del cuerpo establecida en el mismo nacimiento se irá entrenando y
perfeccionando más tarde hasta adquirir niveles de verdadero lenguaje gestual.

Los primeros recursos comunicativos del niño con la madre son el llanto y sus
variaciones en intensidad, entonación y ritmo; van a dar una característica distintiva al
mensaje. También los gestos constituyen una forma de comunicación, así como la
prosodia (la tonalidad de la voz y su actitud emocional) del lenguaje de la madre le va a
ir dando particularidad a este mensaje madre-hijo; conformando un circuito. Llegando
al 2do mes, se puede describir el juego vocal que es simplemente un conjunto de
sonidos gradualmente modulados, resultado de la actividad espontánea del bebé.

La 1er etapa de este juego es propioceptiva, o sea producto de la ejercitación de


la musculatura orofacial, a partir de la succión, bostezo, estornudo, grito, etc.
(aproximadamente a partir de alrededor de los 4 meses)

Desde el fin del 2do mes, es que emite sonidos, especialmente guturales, que al
principio se distinguen de los gritos en que no tienen el carácter impulsivo de éstos. A
partir de los 3 meses el niño presta especial atención a éstos: los repite, modifica,
modula...puede decirse que desde entonces juega tanto con su voz como con sus
manos, reproduciendo los efectos fortuitos, provocando variaciones; los controles
visual y táctil, son reemplazados ahora por el auditivo, sonoro y cenestésico. Es lo que
Rivière (1990) ha denominado el estadio del gorjeo, durante el cual el niño produce una
serie de sonidos diversos, sin relación alguna con el lenguaje hablado de los que le
rodean.

Con ello se establece el dominio gradual del complejísimo aparato fonador, condición
necesaria pero no suficiente de la constitución del lenguaje. Alrededor del 2do
semestre toma importancia el canal auditivo, produciéndose la retroalimentación que
hace posible que el niño al escuchar sus propias emisiones y las de su entorno,
favorezca la ampliación y complejidad de su juego vocal, que ahora será propioceptivo-
auditivo. A partir de este momento el niño pasa por una etapa de transición hacia el
nivel lingüístico propiamente dicho.

En esta etapa es característica la formación de la palabra "señal”, que son emisiones


relacionadas con actividades vitales del niño, como la alimentación, el sueño y el juego
y que necesitan ser satisfechas. De este modo, va percibiendo del medio ambiente
familiar aquellos estímulos que preceden a la satisfacción de sus necesidades y los va
integrando como señales a dicha satisfacción (ej. Ver la mamadera o la comida calma
el llanto motivado por el hambre). Pero además de estos estímulos senso-perceptivos,
aparecen las palabras ligadas a ellos como señales acústico-verbales que son
procesadas por la actividad nerviosa superior y que comienzan a formar parte de su
producción articulatoria.

Comienzan pues a los 9 meses de vida, primero las autoimitaciones auditivas para
pasar luego a imitar el habla de los demás, tanto comprendiendo como sin comprender
lo que imita. Sin embargo, las primeras palabras del niño pronto responden a una
significación común o generalizada. Entre estos 9 y 18 meses de vida podríamos
caracterizar a la etapa como de comprensión - expresión del habla.

La acción reforzadora de los sonidos que se hablan alrededor permite el pasaje del
juego vocal a la emisión de los primeros fonemas que por su complejidad van a
posibilitar la formación de dicha palabra "señal”; la cual entonces puede definirse como
palabra objeto, pues representa objetos concretos, Éste es el único momento en que
podemos homologar esta adquisición lingüística al condicionamiento.

Jakobovits y Murria (1967) llegarón a la conclusión de que el proceso de adquisición de


los fonemas está sujeto a leyes por las cuales el orden cronológico de esta adquisición
es igual para todas las lenguas del mundo. La totalidad de los fonemas de la lengua
materna se adquieren entre los tres y los cinco años.

El niñito emite espontáneamente gritos que traducen sus necesidades y sus dolores y
balbucea sonidos, que parecen expresar más bien alguna aprobación (a, e, ga, gue, ma,
pa, etc.). Los repite como juego: hacia los 8 o 9 meses juega con los sonidos, tal como
más tarde jugará con los juguetes. Hacia los 10 o 12 meses reacciona ante la palabra
de los demás, se vuelve hacia el padre o la madre al escuchar las palabras papá y mamá.
Así descubre en los otros el lenguaje. O va a adquirir, en adelante por imitación.

Delacroix y col. (1977) resume sus ideas esenciales acerca del desarrollo de la palabra
en el niño así: "Al juego anárquico sucede la coordinación de los esfuerzos. Ciertos
grupos de fonemas se desprenden, se estabilizan, se componen y pronto adquieren
una significación determinada... modelando poco a poco su parloteo, el niño recorta en
él figuras articulatorias y sonoras que se parecen cada vez más a las que les ofrece su
oído.; y a medida que sus movimientos se afirman, su percepción se confirma. Oye
mejor y abandona aquellos de sus fonemas no incluidos en la lengua de sus adultos.
La imitación del lenguaje forma parte de los procesos generales de imitación que
dominan: la conducta del niño desde fines del 1er año... la atención aguda por la
palabra oída, el egoísmo, como dice Jesperson, o la reproducción en eco de una parte
de la palabra o del final de la frase, concurren a dar formas al garrapateo articulatorio.
"El niño habla mediante palabras aisladas, que son frases. Durante algunos meses sólo
tiene a disposición un corto número de palabras. Luego su vocabulario crece tan
rápidamente, que el interlocutor tiene algún trabajo en constituir su diccionario. Y
progresivamente va construyéndose la comprensión - expresión del habla

Plano Neurofisiológico:

Las primeras adquisiciones fonológicas se apoyan en la actividad innata como la


succión, el llanto, el bostezo, la tos, etc., referidas anteriormente. La contracción de
cada músculo origina un mensaje sensorial que llega a la corteza cerebral (mensaje
propioceptivo: sensación de uno mismo y cinestésico: sensación de movimiento). Las
aferencias propioceptivas se repiten en cada movimiento y esta repetición tiende a
estabilizar y dar fijeza a la acción.

También intervienen las aferencias vibratorias y táctiles, que son de tipo exteroceptivas
pues provienen del medio externo, como por ejemplo el contacto materno. Por lo tanto,
además de estabilizarse, el repertorio de aferencias tiende a ampliarse creándose,
simultáneamente a las primeras adquisiciones del lenguaje, las primeras gnosias
visuales, auditivas, táctiles, gustativas y las primeras praxias orofaciales. Esta
coincidencia en el tiempo de mensajes propioceptivos y sus combinaciones permite la
elaboración de una fórmula, modelo, pattern o "estereotipo dinámico” según la
denominación propuesta por Pavlov.

El estereotipo se define como una "sucesión ordenada de respuestas que se producen


a partir de un largo entrenamiento como resultado de la presentación de una serie de
estímulos igualmente ordenados, se comporta como una unidad funcional en la que
todas sus partes están relacionadas entre sí por vinculaciones de magnitud, tiempo,
influencias recíprocas y conservación de las huellas nerviosas. Estos estereotipos pasan
gradualmente a ser propioceptivo-auditivos; característica que persistirá toda la vida
en la formación de los estereotipos motores-verbales, y que son la base
neurofisiológica de las palabras emitidas, gracias al trabajo del analizador cinestésico-
motor-verbal.

Como las aferencias auditivas tienen tan importante papel reforzador en el desarrollo
del lenguaje, se entiende porqué el juego vocal en niños hipoacúsicos es pobre al no
contar con dicho refuerzo. Todas las emisiones producidas en esta etapa van a estar
sustentadas por intereses biológicos que actúan como el principal reforzamiento. La
melodía del lenguaje y la incidencia estadística de los fonemas de la lengua materna
van a dar su característica distintiva al lenguaje por ser vocablos cargados de
significación para el niño.

Por acción del mecanismo de inhibición diferencial, que es una forma de


funcionamiento del sistema nervioso tan activa como la excitación, pero de signo
inverso pues se produce un potencial de la misma altura, pero hiperpolarizante, con el
consiguiente gasto de energía; se suprimen los sonidos del juego vocal que no son
reforzados, y los que sí lo son se transforman en fonemas. La base neurofisiológica de
estos fonemas son los estereotipos fonemáticos, también producto del trabajo del
analizador cenestésico - motor verbal.

En este momento, con la aparición de la palabra señal en el plano lingüístico, se da una


etapa de generalización en el plano fisiológico que es propia del primer momento de la
formación de un reflejo condicionado. Todo este proceso se va desarrollando por el
trabajo de análisis y síntesis que realizan los analizadores tanto a nivel del cabo
periférico como a nivel del cabo central. La actividad analítica consiste en la
discriminación entre dos o más estímulos simultáneos, y la actividad sintética permite
reorganizar y combinar la información. Como resultado de esta actividad se va
formando la combinación de los estereotipos fonemáticos que van a dar lugar a los
estereotipos motores-verbales neurofisiológicos, que corresponden a las palabras
articuladas. Paralelamente a dicho proceso se produce la actividad analítica - sintética
a nivel del analizador verbal, encargado del procesamiento de la información
semántica, permitiendo la consolidación de los primeros estereotipos verbales, base
neurofisiológica del significado.

Segunda etapa de la comunicación o primer nivel lingüístico.

Esta etapa se extiende aproximadamente desde los 18 meses hasta los 7 años
aproximadamente y determinará la interiorización del habla. Es entre los 18 y 36 meses
de vida que se cumplen verdaderas "interiorizaciones" objetivas que forman el
pensamiento concreto.

Poco a poco a medida que se aproxima a los 3 años de edad, el niño inicia sus
identificaciones entre pensamiento- lenguaje. Estas funciones nacidas separadamente,
van a encontrar la "vía final común" por la que transitará conjuntamente el resto de la
vida.

Esta 2ª ETAPA comienza a los 9 meses de vida y en ella el niño inicia, primero
autoimitaciones auditivas y pasa luego a imitar el habla de los demás, tanto
comprendiendo como sin comprender lo que imita. Sin embargo, sus primeras
palabras pronto responden a una significación común o generalizada.

En el lenguaje infantil aparecen sustituciones, omisiones y neologismos con sentido


ocasional. La famosa llamada "media lengua”. Con la aparición del monosílabo
intencional (adquisición que señala los comienzos de interiorización del lenguaje) se
dan las primeras sílabas con carácter comunicativo. Así como se va ampliando la
capacidad comunicativa del niño, lo mismo ocurre con la comprensión, merced al
conjunto de influencias que recibe desde sus dos primeros años de vida.
Los estereotipos fonemáticos no perfeccionados adquieren función denominativa
durante el juego, en ciertas oportunidades bajo la forma de ecolalia. A partir de la
palabra-frase, que se produce gradualmente desde el año hacia los dos años de vida,
el niño ya puede condensar un sentido, en una palabra; se amplían los recursos
fonológicos con la incorporación de nuevos fonemas y también se amplía la capacidad
combinatoria de sílabas simples directas e inversas; y algunas complejas. La palabra es
utilizada en un contexto del que se desprende su valor comunicativo (la situación, la
mímica, la entonación).

Se pueden utilizar palabras suprimiendo una sílaba, lo que daría como resultado un
neologismo, que adquiere valor de palabra por el uso. De la palabra-frase emerge la
utilización de dos palabras fusionadas que se van independizando por incorporación
de nuevas palabras. Cada palabra corresponde a un objeto de su interés; nos referimos
a la etapa de la palabra yuxtapuesta caracterizada por la utilización de una palabra que
es la más constante denominada pivote y por palabras abiertas, que constituyen el
resto del bagaje lingüístico.

A partir de esta etapa se empiezan a configurar las primeras gramáticas infantiles. Los
contenidos semánticos se relacionan con los objetos, por lo cual se van dando la
función sustantiva de todos los vocablos, incluso los verbos. "El niño habla primero
mediante palabras aisladas, palabras con el sentido de frases, o palabras frases.
Durante algunos meses sólo tiene a disposición un corto número de palabras. Luego
su vocabulario crece tan rápidamente, que el interlocutor tiene algún trabajo en
constituir su diccionario”.

"El lenguaje se desarrolla pasando de la frase constituida por el simple contacto de las
palabras, organizadas entre ellas por medios musicales y mímicos, a la organización
gramatical...” "La función del lenguaje en el niño es eminentemente social: quiere
conquistar el medio circundante, continúa y termina la obra que su madre ha
comenzado. Es grande la importancia de la afectividad y de la actividad en la actividad
lingüística”.

Avanzados los 2 años se enriquece el repertorio con palabras pivote y abiertas de


segundo y tercer orden, momento en que aparece la frase simple, y ya existe una mayor
similitud con el sistema fonológico de los adultos. Se incorporan preposiciones,
conjunciones, artículos, declinaciones (género, número y persona verbal).

Hay cada vez mayor coherencia de la sintaxis dada por la regulación de


declinaciones de verbos irregulares. Al servicio del significado de las oraciones,
el niño/a incorpora inflexiones en la voz.
Al mismo tiempo se da la aparición del monólogo infantil, que acompaña a la acción
del pequeño y nos marca el comienzo de la interiorización del lenguaje. Experiencias
de Luria (1934)) muestran que el rimo del monólogo se acelera a consecuencia de la
necesidad de la resolución de un problema. Hay una escasa diferencia entre las
manifestaciones del lenguaje externo del monólogo y la actividad discursiva del
pensamiento.

La sociedad provee de lenguaje al niño, pero el niño va al encuentro de ese don


maravilloso gracias al interés lingüístico que la anima, de esa curiosidad que
busca a través de los sonidos.

Se ha observado desde hace mucho tiempo, que el niño ante todo y ordinariamente,
extiende demasiado el sentido de sus palabras: puede llamar papá a cualquier hombre,
pipí a todo lo que moja, papa a todo lo que es comida. Por ejemplo, Jean a los 20 meses
llama ratón a todos los animalitos y el tapado de piel de su madre. El niño debe después
limitar el sentido de las palabras, para hacer que correspondan los géneros que él tiene
en el espíritu con los géneros definidos por la sociedad y fijados en las palabras.

Plano neurofisiológico.

En esta etapa se ve claramente el pasaje del primer sistema de señales (señales


sensoperceptivas) al segundo sistema de señales (señales verbales). Es importante
tener en cuenta la acción reforzadora que ejerce la lengua materna sobre la
consolidación de estereotipos fonemáticos, adquisición de nuevos y sus
combinaciones, que van a dar como resultado los estereotipos motores-verbales.
También aquí la base fisiológica es la actividad analítico - sintética por la cual se suprime
por inhibición diferencial aquello que no es inherente a la palabra y se combinan por
síntesis los elementos precisos para que se vaya conformando la palabra
correctamente.

Simultáneamente se van incorporando nuevos significados, por la actividad del


analizador verbal. Este proceso de análisis y síntesis también abarca la adquisición
gnósica-práxica. Al finalizar esta etapa, la atención es sostenida (atención tónica), así
como los intereses del niño van subordinando lo biológico y toman relevancia nuevos
aspectos de la relación social, puestos de manifiesto en el juego. La memoria y por
ende, la posibilidad de representar, son los dispositivos básicos que posibilitan la
retención de lo aprendido. Es de destacar la importancia que adquiere en el plano
semántico, esta nueva habilidad, constituida por la formación de estereotipos verbales
que van a significar la esencia del lenguaje.

Tercera Etapa De La Comunicación O Segundo Nivel Lingüístico.

Plano Lingüístico
A los 6 años comienza el camino de la lecto-escritura que coincide con el tiempo
destinado a transitar este Período concreto. Con el inicio del aprendizaje pedagógico,
es donde se pone de manifiesto el dominio de las funciones lingüísticas ya adquiridas,
posibilitando el aprendizaje del código lecto escrito, la transmisión del conocimiento
por medio de la comunicación verbal y la actividad del lenguaje interior o pensamiento
discursivo.

Es en esta 3ra ETAPA, o entre los 18 y 36 meses de vida, durante la cual se cumplen
verdaderas "interiorizaciones" objetivas que forman el pensamiento concreto. Poco a
poco a medida que se aproxima a los 3 años, el niño inicia sus identificaciones entre
pensamiento-lenguaje. Estas funciones nacidas separadamente, van a encontrar la "vía
final común" por la que transitarán conjuntamente el resto de la vida.

Dentro de esta etapa podemos considerar 2 subperíodos:Readings in the psychology


of language. Prentice Hall.

➢Luria, A.R (1934). Conciencia y Lenguaje. México: Cartago.

➢Rivière P. y Freire P. (1990). El proceso educativo segun Paulo Freire y Enrique Pichon
Riviere : seminario con la participacion de Paulo Freire, Ana P. de Quiroga, Miguel
Darcy de Oliveira, Maria Leonor Cunha Gayotto, Jose Carlos Barreto, Vera Lucio
Barreto y Vera Lucia Giffonio / promovido y coord. por el Instituto Riviere de San
Pablo; tr. Beatriz Romero. Ed. Buenos Aires: Cinco.

➢Vygotsky L.S. (1934). Pensamiento y lenguaje. Barcelona: Paidos Iberica.

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