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DESARROLLO DEL
LENGUAJE
LICENCIATURA EN EDUCACION PREESCOLAR
ROCIO COATE ROSAS
18
ETAPAS DEL DESARROLLO DEL LENGUAJE
Durante el primer mes de vida, lo único que emite la niña son vocalizaciones reflejas o
exteriorizaciones sonoras, como el llanto. Puede establecerse aquí el comienzo del proceso
comunicativo ya que la niña se comunica a través del llanto, que según la tonalidad denota distintos
contenidos de dolor, hambre o reflejo de cualquier estado de bienestar o malestar. Con él, logra
comunicar sus necesidades y si le son satisfechas, lo usará de forma intencional.
Hacia el segundo mes, observamos las primeras articulaciones espontáneas o gorjeos, cuya emisión
característica es "ajo". Según Alarcos (1976), están condicionados por la posición horizontal del
bebé. Se trata de articulaciones profundas de la cavidad bucal, principalmente sonidos guturales
aislados con carácter exploratorio. Consideramos que este es el comienzo de la función de
ejercitación articulatoria y auditiva, que hasta el momento sólo tiene carácter exploratorio. Con
respecto a la respuesta al entorno, notamos que la niña empieza a reconocer personas y voces con
claridad, y responde con sonrisas, llama la atención de los que le rodean con sonidos e imita gestos.
A partir del tercer mes la niña emite un balbuceo claro y constante, con sonidos guturales y
vocálicos. La niña pasa de emitir sonidos aislados, como ejercitación articulatoria únicamente con
carácter exploratorio, a emisiones voluntarias o intencionales respecto al sonido que quiere emitir.
De la misma forma, empieza a realizar identificaciones y diferenciaciones, tanto articulatorias como
auditivas para producir el mismo sonido o uno diferente. En este sentido observamos que afianza los
sonidos guturales y repite de manera constante /ga/, /ge/. Dentro de estas manifestaciones fónicas,
incluimos como características los gritos que emite para escucharse, que progresivamente se
convierten en gritos de protesta o de alegría, cuando algo le agrada o desagrada. Son, por tanto, una
llamada expresiva relacionada con su estado de ánimo o con alguna necesidad. También emite
gritos o un sonido similar a un ronroneo cuando está entretenida o jugando. Si bien durante esta
etapa no se advierte una gran evolución en cuanto a la cantidad de emisiones fónicas, sí
encontramos un comportamiento que denota respuesta ante su entorno, y reacciones que la
preparan para un proceso comunicativo. Empieza a observarlo todo con detenimiento. Muestra con
gestos (pataleo, movimiento de brazos, sonrisas) cuando algo le gusta. Observa los movimientos y
gestos e intenta imitarlos. Nota la presencia de animales y quiere tocarlos. Siente curiosidad por todo
lo que ve y oye. Le gusta que le presten atención y jueguen con ella. Entiende perfectamente a
través de los tonos cuando se juega con ella.
Balbuceo reduplicativo. Imitación de sonidos (6-10 meses) Después de los gorjeos, empiezan a
sucederse una gran cantidad de sonidos, principalmente vocálicos al principio: /a/, /e/, /i/, /o/, /oi/, /ui/,
/ua/; junto con exclamaciones ¡oh!, sonidos o sílabas aisladas: iau, uau, miau, piau, pió, pia, ya.; y
aparecen también las "lalaciones" (Félix Castañeda), "secuencias iterativas" (Millán Chivite) o
"grupos repetitivos" (Alarcos). Consisten en la emisión de sonidos mediante redoblamiento de
sílabas: bobobo, mamama, mamimami, uiuiui /oioioi/uauaua, oeoeoeoe, bababa, papapa, ñañaña,
tatata.
Además del aumento considerable de emisiones fónicas, destacamos una diferencia fundamental de
estas emisiones con las mencionadas en el período anterior, ya que ahora se trata de imitación de
sonidos. Consideramos que en esta etapa continúan las funciones mencionadas en la anterior, pero
con respecto a un mayor número de manifestaciones fónicas, y denotamos de especial importancia
la aparición de las "secuencias iterativas"
Etapa lingüística
Antes de entrar en la descripción de la etapa, quiero matizar que el cambio de una etapa a otra es
progresivo. Aunque aparecen los significantes, sigue existiendo una actividad fónica propia de la
etapa anterior. Alarcos (1976) lo explica de la siguiente forma: El período prelingüístico se prolonga
más allá del momento en el que el niño lleva a cabo el descubrimiento del signo. Para él la actividad
fónica se desdobla en dos actividades claramente diferenciadas: una libre, creadora, privada de
intención comunicativa, que sucede al balbuceo, y otra intencional, significativa y, desde un punto de
vista estrictamente fonético, mucho más pobre y reducida. durante esta etapa seguimos encontrando
emisiones fónicas propias de la etapa anterior, es decir, con carácter de exploración articulatoria,
aunque progresivamente van aumentando en complejidad. Si antes hablábamos de secuencias
monosilábicas reiteradas, ahora encontramos más emisiones en cuanto a su cantidad, así como en
cuanto a su variedad, tanto por las combinaciones de consonantes y vocales como por la longitud
(monosilábicas, bisilábicas o trisilábicas). (p. 14).
Aproximadamente cerca del año de edad comienza la etapa lingüística, es decir el niño integra el
"contenido" (idea) a la "forma" (palabra) para un objeto determinado o persona determinados. Este
período se inicia con la expresión de la primera palabra, a la que se le otorga una legítima
importancia como el primer anuncio del lenguaje cargado de un propósito de comunicación. Sin
embargo, no se puede decir con precisión cuándo comienza, cuándo este anuncio del lenguaje se
precisa y confirma, cuándo se puede hablar de la "primera palabra". Por eso la fecha de su aparición
está diversamente fijada, ya que los estudios al respecto se basan mayormente en las informaciones
que dan las madreCon respecto a la aparición de la 'primera palabra", cabe aclarar que esto
depende del momento en que los padres lo identifiquen como tal y de lo que entienden por 'palabra",
ya que las unidades de significación que el niño emplea se corresponden con segmentos del habla
adulta. (p. 85). Encontramos un mayor consenso en la idea de que esta etapa comienza cuando el
niño utiliza una expresión fónica (que pasa a denominarse significante) dotada de un significado
concreto. Gómez Fernández (1993), en su estudio sobre la teoría universalista de Jakobson, lo
refleja de la siguiente forma: Por lo tanto, en cuanto se refiere al estudio de la adquisición infantil del
lenguaje, conviene establecer unos criterios para distinguir los sonidos que adquieren cualidad
lingüística de aquellos que constituyen mero resto del período prelingüístico. Para fakobson, los
principales criterios vienen dados por la constancia en la ejecución del sonido, el carácter
intencionalmente significante de la construcción en que aparece el sonido y el alcance social de la
expresión. (p. 10 – 11). Esta etapa se divide en diferentes categorías según la edad:
A) De los doce a los catorce meses de edad A partir de los 12 meses (un año), incluso desde los
11 meses, el niño comienza a producir secuencias de sonidos bastante próximos a los
elementos lexicales de la lengua adulta, o sea las palabras. Estas formas verbales próximas a
la palabra, van precedidas de producciones fónicas estables que contienen elementos de
significación, constituyendo estas emisiones un anticipo de la capacidad del niño para utilizar
un significante que comunique un significado. De esta forma el niño comienza con el
desarrollo lexical, contando en su repertorio lingüístico 3 a 5 palabras (mamá, papá, tata,
caca, etc.) Entre los 13 y 14 meses, el niño inicia la conocida etapa "holofrástica"
(palabrafrase), en la que emite frases de una sola palabra o elementos con varios
significados. Por ejemplo, la palabra "abe" (abrir) lo utiliza para expresar diferentes acciones:
“Abre la puerta”, “Pela la naranja”, etc. Por lo tanto, el niño desde los 12 meses inicia un largo
y complejo proceso de desarrollo y, poco a poco, los significados que atribuye a las palabras
se van aproximando a los significados atribuidos por el adulto. Pero, para que esto ocurra de
una manera óptima, es importante que los padres estimulen léxicamente al niño, tratando de
asociar siempre en las "conversaciones" el significado fónico (palabra hablada) con el
significado (objeto al que hace referencia la palabra), para que el niño asocie y fije la relación
en su cerebro. Por consiguiente, en este proceso, es conveniente que los adultos utilicen
sustantivos, adjetivos y acciones que forman parte de la vida diaria del niño. B) De los quince
a los dieciocho meses de edad A los 15 ó 16 meses el niño se encuentra en plena etapa
holofrástica (palabra-frase).
Dentro de su repertorio léxico cuenta con 5 a 15 ó 20 palabras, y cada vez demostrará mayor
incremento en su vocabulario por medio de las inflexiones de su voz al querer identificar algo.
Einsenson (1979) sostiene que en esta etapa surge el habla verdadera y señala que el niño
utiliza palabras para producir acontecimientos o llamar la atención de los demás. En algunos
niños bastante adelantados, suele observarse el empleo de algunas frases con dos palabras,
principalmente de objetos o acciones, sin descartarse en ciertos casos, también, el uso de
adjetivos (calificadores). Sin embargo, antes de ser capaz de hacer combinaciones de dos
palabras, frecuentemente seguirá empleando una sola palabra para referirse a muchos
objetos. Esta extensión semántica en las vocalizaciones infantiles le seguirá acompañando
por largo tiempo. Pero a medida que vaya incrementando su léxico y evolucionando su habla,
irá reduciendo progresivamente tal extensión semántica
Desde los 16 ó 17 meses hasta los dos años de edad, hará cada vez más frecuentemente el
uso de combinaciones espontáneas de varias palabras y frases, incrementando el caudal de
palabras en su expresión. A los 17 meses el niño extiende cada vez más su repertorio
lingüístico y comienza a hacer combinaciones de dos palabras. En esta edad, la identificación
y denominación de objetos, figuras y diferentes partes del propio cuerpo, son ejercicios muy
recomendables para el desarrollo del lenguaje verbal del niño C) De los dieciocho a
veinticuatro meses de edad A los 18 meses se desarrolla completamente el tomar, prender y
soltar. Su marcha es rígida, a impulsos y precipitada, es capaz de sentarse en una silla con
poca ayuda, puede bajar las escaleras sentado.
B) Ya tiene un repertorio definido de palabras (más de tres menos de 50), todavía hay mucho
balbuceo con un intrincado patrón de entonación. Reconoce varias partes del cuerpo y
mantiene el interés dos o más minutos frente a una lámina si se le habla sobre ella. Es capaz
de identificar dos o más objetos familiares entre un grupo de cuatro o más. En esta etapa la
comprensión progresa rápidamente y sus expresiones son más bien del tipo "holofrase", es
decir usa una palabra para expresar un amplio contenido, la que será comprendida por
quienes le rodean, gracias al contexto y el apoyo del lenguaje gestual. Hay uso social de
objetos y el juego es más colaborativo, observándose varias rutinas de intercambio con el
adulto tales como: pedir-entregar, abrazar, saludar etc. También los roles son más variados,
adopta el rol de "hablante", de "oyente", de "ejecutante", de "observador". En sus expresiones
verbales utilizan sustantivos (nombres), verbos (acciones) y calificadores (adjetivos y
adverbios). Entre estas clases gramaticales suelen establecer las siguientes relaciones: •
Entre dos nombres (o sustantivos): "Zapato papá" (poseedor y objeto poseído). "Sopa silla"
(relación fortuita). • Entre nombre y verbo: "Abre puerta" (verbo y objeto). "Papá come" (sujeto
y verbo). • Entre calificadores y adjetivos
C) De los dos a los tres años de edad A los tres años se produce un incremento rápido del
vocabulario, incremento que es mucho mayor que lo que ocurrirá posteriormente, llegando a
tener un promedio de 896 palabras y a los tres años y medio 1222 palabras (Smith, 1980). El
niño en sus expresiones verbales ya emplea verbos auxiliares "haber" y "ser" y da cierta
prevalencia al artículo determinado. En el curso de esta edad comienza a utilizar las
proposiciones y el niño ya tiene un lenguaje comprensible, incluso para personas ajenas a la
familia, manifestando un dominio de la mayor parte de la gramática de su lengua materna
(sintaxis), por lo que los especialistas suelen denominarlo como el período de la "competencia
sintáctica". Ya a los tres años muestra interés en las explicaciones, del por qué de las cosas y
cómo funcionan. Demuestra comprensión y manejo de las preposiciones. Regularmente relata
experiencias recién pasadas (guiones), usa formas verbales en forma correcta en el tiempo
presente. Tiene un vocabulario de aproximadamente 1.000 palabras, el 80% de sus
enunciados son inteligibles, incluso para los extraños.
D) E) De cuatro a los cinco años de edad A los cuatro años de edad el niño domina virtualmente
la gramática, pero comienza a expresarse de acuerdo a un estilo "retórico propio", tal como
Einsenson (1979) señala. El niño empieza a utilizar los pronombre en el siguiente orden: Yo,
Tú, Él, Ella, Nosotros-as, Ustedes; contando con un vocabulario de 1,500 palabras y a los
cinco años, 2,300 palabras aproximadamente. Entre los 4 ó 5 años, el niño suele estar ya
capacitado para responder a preguntas de comprensión referentes al comportamiento social
aprendido, dado que su lenguaje ya se extiende más allá de lo inmediato. Esto se debe a la
capacidad simbólica del niño y, como tal, puede evocar y representarse mentalmente las
cosas, acciones y situaciones, trascendiendo la realidad y el presente. Esa capacidad y la
necesidad de comunicarse, hacen posible un mayor y rápido desarrollo del lenguaje infantil,
facilitando también el desarrollo de la inteligencia. Éste es el proceso de desarrollo del
lenguaje verbal que se da en los niños normales, tal como la psicología evolutiva, la
psicolingüística y otras lo describen. En dicho proceso intervienen muchos factores, todos
ellos estrechamente ligados al desarrollo integral del niño.
Las actividades e influencias culturales y los modelos de conducta de las zonas donde residimos, la
familia a la que pertenecemos, y el grupo social en el que nos movemos, son posibles factores que
pueden influir en el aprendizaje. Es necesario que como padres podamos ofrecer a nuestros hijos la
posibilidad de tener un intercambio adecuado con nuestra cultura de manera que esté dentro de sus
posibilidades futuras apropiarse de todo este conocimiento, transmitirlo y compartirlo. Las visitas
culturales y educativas en compañía de personas expertas o que puedan aclarar cualquier inquietud
siempre serán una buena opción para la estimulación de nuestros hijos.
Condiciones de la familia: La familia como primer núcleo social en la vida de nuestros hijos, favorece
la formación de características de personalidad, características afectivo-emocionales y de relaciones
adecuadas que permitirán el aprovechamiento de nuestros hijos durante las diferentes actividades a
las que estén expuestos especialmente, el aprovechamiento escolar. Con mucha frecuencia los
niños son espejos de lo que ocurre en su entorno familiar.
La conciencia fonológica es una habilidad que permite a los niños reconocer y usar los sonidos del
lenguaje hablado. En preescolar esto significa ser capaz de seleccionar palabras rítmicas y contar el
número de sílabas en un nombre. También involucra darse cuenta de cuántos sonidos se repiten
(aliteración). Por ejemplo, “Susie saboreó seis sándwiches de salami”.
Después, la habilidad progresa de darse cuenta a hacerlo. Los niños identifican palabras que riman y
separan palabras en sílabas o en sonidos sencillos escuchando en lugar de aplaudiendo.
Esta práctica se consigue mediante ejercicios y juegos sobre la secuencia de sonidos que forman las
palabras, practicando distintas tareas. - Jugar con rimas. - Contar sílabas o fonemas - Separar y
aislar sílabas o fonemas. - Saber la posición de los fonemas - Distinguir cuales son iguales y cuales
no. - Añadir sílabas o fonemas. - Omitir sílabas y fonemas - Invertir sílabas y fonemas. - Cambiar el
orden.
Una vez que los niños pueden notar, entender y manejar sonidos individuales en las palabras están
listos para el siguiente paso: decodificar o conectar sonidos con letras. Esto ocurre generalmente en
el kínder.
A los niños que tienen bases sólidas en la conciencia fonémica les es más fácil entender que ciertas
letras corresponden a sonidos específicos. Tienen experiencia mezclando sonidos para formar
palabras y separando las palabras. Esto les da ventaja cuando es el momento de decodificar los
sonidos de las letras, mantenerlos en la memoria y combinarlos en palabras
Fonética
Estudia los sonidos del lenguaje, primero necesitamos estudiar el tracto vocal. El habla comienza
con los pulmones, los cuales inspiran y espiran aire. El propósito inicial fue por supuesto obtener
oxígeno y eliminar dióxido de carbono. Pero también es esencial para hablar.
PATOLOGÍAS ASOCIADAS A UNA DISCAPACIDAD SENSORIAL, MOTRIZ O COGNITIVA
También, puede definírsele, como un conjunto de elementos semiológicos que suponen una
comparación de las estructuras lingüísticas de un sujeto con las de otros sujeto que habla
normalmente, utilizando como referencia la posesión y buen funcionamiento de los elementos
anatómicos (normalidad de los órganos lingüísticos), de los elementos funcionales (contexto
socializador y lingüístico) y de los elementos ambientales (entorno comunicativo de continuo
estímulo).
En el retraso simple del habla no se encuentra una causa aparente. Se detectan una cantidad de
errores articulatorios fonéticos, prolongando el período madurativo de la adquisición de los sonidos.
Sin embargo, la estructuración de la frase y la comprensión verbal se ajustan al desarrollo.
Algunos autores definen este tipo de retraso simple del habla como dislalia evolutiva, en donde el
niño(a) a temprana edad presenta una fuerte incidencia de errores fonológicos, errores que van
desapareciendo durante la etapa evolutiva. A los 5, 6 o 7 años, ya no se presentan.
Las dislalias corresponden a un trastorno en la articulación de los fonemas, o bien por ausencia o
alteración de algunos sonidos concretos o por la sustitución de éstos por otros de forma
improcedente. Se trata de una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos fonemas o grupos
de fonemas.
Se puede hablar de dislalia a partir de los 4 años de edad, que es cuando estadísticamente, la
mayoría de los niños(as) presentan una correcta articulación de los fonemas. Ya a esta edad el
niño(a) debe contar con la capacidad suficiente para unir las gnosias auditivas a las praxias fonéticas
y captar la relación significativa que tienen unas con otras. Cuando dichas habilidades no se
producen, surge la dislalia funcional auditiva y la dislalia funcional práxica o praxicomotora.
Su causa funcional no está determinada de manera evidente. Algunos autores la clasifican también
como dislalia fonológica, ya que el niño(a) es capaz de articular el fonema de forma aislada, pero
dentro de la palabra no los utiliza en el lugar correspondiente, debido a que no los tiene bien
conceptualizados, por lo que el proceso de aprendizaje de los sonidos se ve alterado, es decir, todo
varía en función de la posición del sonido y de la amplitud de la palabra; estas dificultades afectan
también el lenguaje oral interno por lo que los procesos semánticos, la lectura oral y la lectura
comprensiva se verán alterados.
-La dislalia funcional práxica.
Es una alteración fonética que afecta a la ejecución motriz o producción del habla por una
incoordinación de los movimientos bucoarticulatorios o por los malos hábitos adquiridos. Su causa
no está determinada de forma evidente.
Contrario a la dislalia funcional auditiva, el niño(a) tiene conceptualizado el fonema, pero no puede
articularlo debido a la dificultad de producción. Asimismo, no presenta dificultad en el lenguaje
interno, ni en los procesos semánticos, ni en la discriminación auditiva, ni en la lectura silenciosa o
comprensiva. Algunos autores la denominan también como dislalia fonética.
Es un trastorno en la producción oral producida por una causa anatómica y/o fisiológica de los
órganos periféricos articulatorios, de origen no neurológico. A este tipo de alteraciones se les tiende
a llamar disglosia. La causa puede ser variada, y se puede ubicar en los diferentes órganos
responsables de la articulación del habla.
Se trata de alteraciones que pueden referirse a lesiones del sistema nervioso: la disartria, la anartria,
la dispraxia y la apraxia. Afectan la producción mecánica del habla, mientras que los procesos
básicos del lenguaje permanecen relativamente intactos.
Los trastornos del lenguaje ocasionados por la dispraxia o apraxia constituyen una disfunción entre
los trastornos propiamente motrices de la disartria y los de la afasia. La persona con apraxia o
dispraxia se esfuerza por organizar las posturas articulatorias correctas y las secuencias de las
mismas cuando desea hablar, pero no puede o le es difícil organizar los fonemas o las palabras.
La disartria, o alteración de la actividad articulatoria de las unidades fonéticas, puede ser de origen
variado dentro del trastorno neurológico, dándose igualmente desde el nacimiento como
consecuencia de enfermedad o accidente posterior que desencadena la lesión cerebral. Es aquel
defecto de la articulación originado por lesiones en el neuroeje.
La anartria es la ausencia del habla por pérdida severa de la función motriz de la musculatura
bucofacial; laringe, faringe, velo del paladar, lengua y cara no consiguen efectuar su función para
articular los fonemas del habla. El habla no progresa debido a la severidad de la implicación motora
y oral. Es la falta total de la articulación oral.
- Alteración de la fluidez del habla.
Se relaciona con el déficit específico del ritmo y del tipo de fluidez del habla, se perciben en distintas
situaciones ocasionando serias consecuencias en la comunicación y en la interacción con el
ambiente que le rodea.
Habla no fluida o falta de fluidez: es una dificultad o alteración que ocurre durante el acto temporal
de hablar o en aquellos niños(as) con trastornos severos fonológicos y/o del lenguaje.
Este tipo de alteraciones sobreviene a una alteración orgánica o a una incoordinación de los
músculos respiratorios, laríngeos y de las cavidades de resonancia que intervienen en el acto vocal y
se conocen como disfonías o alteraciones de la fonación, habitualmente ligadas a un uso incorrecto
de la voz.
La mayoría de los autores coinciden en dividirlas, en dos grandes grupos: disfonías orgánicas y
disfonías funcionales. Las disfonías son defectos de la voz debido a perturbaciones orgánicas o
funcionales de las cuerdas vocales o a respiración defectuosa.
- Las disfonías orgánicas: presentan una patología visible y tienen un componente anatómico o
neurológico, importante en forma de tumores, problemas vasculares, paresias de cuerda vocal,
síndrome bulbar, parkinson, lesiones neuronales.
- Las disfonías funcionales: se caracterizan por una utilización defectuosa del órgano vocal a causa
del círculo vicioso del sobreesfuerzo vocal, por un abuso o agotamiento del mecanismo vocal, lo que
puede llevar a la aparición de alteraciones orgánicas tales como nódulos, edemas, pólipos y otros.
- Alteraciones del contenido del lenguaje referidas a la integración de las estructuras comunicativas
del lenguaje.
Retraso evolutivo del lenguaje o retraso simple del lenguaje. Se trata de una disfunción del lenguaje
de tipo evolutivo con desfase cronológico. Aparece en niños en los que no se encuentran
alteraciones de tipo intelectual, relacional, motriz o sensorial, aunque afecta a más de un módulo del
lenguaje, en especial a la fonología y a la sintaxis. Lo más normal es que se presente como una
insuficiencia del aspecto lingüístico a nivel expresivo, comprensivo y articulatorio.
El retraso simple se da en niños que no presentan, por lo tanto, ningún tipo de patología. pero que
por cualquier circunstancia tardan más tiempo en alcanzar la comprensión del lenguaje. Parece que
se da más en niños con bilingüismo.
Algunas de las características que presentan los niños están relacionadas con dificultades en la
comprensión de órdenes sencillas, poseen un escaso vocabulario, presentan dificultades en la
lateralización y una escasa función lúdica del lenguaje.
En las alteraciones de las estructuras del desarrollo del lenguaje se encuentran diferentes grados de
afectación, siendo la disfasia infantil congénita, conocida con el nombre de afasia infantil congénita,
afasia del desarrollo, sordera congénita, sordera verbal o audiomudez; presentándose como una
perturbación severa o grave de la elaboración del lenguaje.
Disfasia expresiva: si la expresión está afectada, el primer lenguaje no aparece hasta los 5 0 6 años
o en algunos casos no aparece nunca. Cuando lo hace se limita a la producción de algunas
palabras, generalmente incomprensibles para los no familiares y no se observa elaboración
espontánea de enunciados que combinen varias palabras.
Si la expresión y la comprensión están afectadas, el lenguaje es casi nulo. El niño presta muy poca
atención a los sonidos en general y su expresión se limita habitualmente a gritos y a una jerga
entonativa que acompaña sus gestos y mímica natural.
Se hace mención a la afasia infantil adquirida, la cual es la pérdida total o parcial de la capacidad de
formulación, de expresión y/o compresión de los signos del lenguaje, producida por una lesión
cerebral adquirida ya sea por traumatismos craneales, tumor o infección y se localiza
generalmente en la corteza cerebral que rodea la fisura de Rolando del hemisferio izquierdo. Se dice
que un niño adquiere la afasia infantil, entre lo 2 a 15 años de edad.
- Alteración de la comunicación
Este tipo de alteración conlleva a un mutismo electivo; considerándose éste como un rechazo
persistente a hablar en una o más situaciones sociales, a pesar de la capacidad para hablar y
comprender el lenguaje hablado. La situación más frecuente es que el niño(a) habla con sus padres
pero se rehúsa con personas extrañas. Sólo se puede hablar de mutismo cuando persiste más allá
de los 6 años de edad y produce trastornos escolares.
- Alteraciones del desarrollo global del lenguaje
Las limitaciones del desarrollo intelectual repercutirán el ritmo del desarrollo global. El retraso mental
presenta déficit en múltiples áreas de su desarrollo, estando entre ellas el área específica de las
habilidades de la comunicación, tanto verbal como no verbal. En cuanto a los aspectos lingüísticos
(fonológico, morfosintáctico, semántico y pragmático) el niño(a) progresa de forma lenta y desigual.
Para que tenga lugar el desarrollo del lenguaje se considera necesario la ocurrencia de una serie de
condicionantes básicos:
Ausencia de lesión en los órganos implicados (aparato fonador, sistema auditivo, etc.);
Una capacidad intelectual mínima, ya que es conocido que algunas personas con retraso mental
profundo no llegan a adquirir ni el uso normal de la lengua;
Contacto con hablantes componentes, la intervención del adulto es importante, ya que la evidencia
empírica muestra que los "niños salvajes", sin contacto con adultos o personas con competencia
lingüística son incapaces de desarrollar lenguaje por sí mismos, aun poseyendo una inteligencia
normal.
Muy pronto se produce en el niño la motivación e intento comunicativo, hecho que se denomina
protoconversación. Son diálogos muy primitivos, caracterizados por el contacto ocular, sonrisas,
gorgojeos y alternancia de las expresiones. Podemos encontrar este tipo de conducta ya en niños de
dos meses.
1. Imitación: Tener un modelo que imitar es la primera condición para empezar a hablar. El niño
reconstruye desde la imitación una nueva organización de lo adquirido, pero a la vez crea nuevas
formas de expresión utilizando en ellas una lógica propia (formas regulares - verbos irregulares)
Estos procesos observacionales son muy importantes para la explicación de palabras genéricas y
abstractas, que resultan muy difíciles fuera de un contexto. Igual ocurre con palabras auxiliares
(adverbios, preposiciones,…)
3. Acción: Decisiva para la adquisición comprensiva y expresiva del lenguaje, el niño clasifica,
analiza, establece relaciones, agrupa,…
Formato, para describir las interacciones triangulares entre niño, adulto y objetos:
Formato de acción conjunta: niño y adulto actúan sobre un objeto de forma conjunta
En los tres formatos adulto y niño se implican para elaborar procedimientos que aseguren la
interacción estar de acuerdo sobre procedimientos: cuándo iniciar y terminar, dónde, cómo, reglas,…
El interés de estos juegos radica en las relaciones sociales que implican en consonancia con los
usos del lenguaje en el discurso, su dominio comporta el dominio de aspectos cruciales del diálogo.
Horario de Atención: Matutino: 7:00 a 14:00 hrs. Vespertino: 14:00 a 21:00 hrs.
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