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RESUMEN
Palabras clave: Competencias emocionales, Identidad cultural, Desarrollo integral del niño,
Educación inicial
ABSTRACT
Keywords:
1. INTRODUCCIÓN
Durante las últimas dos décadas los conceptos de Inteligencia Emocional e Identidad
han ido ganado un cuerpo teórico cada vez más complejo y científicamente aceptable. Esto va
sucediendo principalmente en Estados Unidos, México y algunos países europeos,
primordialmente en España. Se ha comprobado que la Inteligencia Emocional responde a una
estructura neurológica de carácter cognitivo ubicada, por tanto, en las funciones del Neocortex
(además del sistema límbico) (Vallés & Vallés, 2003). Su importancia radica en que las
emociones en sí mismas constituyen un componente inherente a casi todas las actividades
psicológicas del ser humano, tanto mentales como comportamentales. Sin embargo el concepto
de Inteligencia Emocional tiene un carácter completamente teórico a partir del cual algunos
investigadores han desarrollado el concepto de Competencia Emocional que viene a ser el
concepto aplicado de la Inteligencia Emocional dado que una competencia hacer referencia a
una habilidad y destreza claramente ejecutable y observable (Bisquerra, Las Competencia
Emocionales, 2002). Por tanto son las Competencias Emocionales las que permiten una
adecuada interacción de las emociones con las otras funciones psicológicas mediante un
trabajo de control y gestión de las mismas.
En este marco sucede que dentro y fuera del ambiente de aula, los/as niños/as tienden a
mostrar conductas y respuestas emocionales en algún grado descontroladas; con frecuencia
discuten con las personas mayores imponiendo sus deseos o incluso sus caprichos, reaccionan
con golpes e insultos cuando ocurren accidente como tropezones o empujones, se enojan o
entristecen con facilidad cuando algo no resulta como esperaban, se asustan demasiado frente
a evaluaciones o en caso de ausencia de los padres, etc. Estas conductas son prácticamente
comunes en buena parte de los niños de la presente generación; son claros en ellos los
indicadores de descontrol emocional: respuesta inmediata, emotividad clara en la respuesta,
conductas negativas e incluso perjudiciales (golpes, insultos, etc.), respuesta inadecuada e
infructífera para la situación (berrinches, pataletas, llanto excesivo, etc.).
A esto se agrega el manejo del auto concepto, la auto percepción y la auto imagen que
constituyen elementos base para el manejo de la emociones. Muchos niños tienden a expresar
conceptos y apreciaciones negativas de sí mismos: dicen que no son buenos para determinada
tarea, que no saben o no pueden realizarla, que siempre se equivocan, etc. Otras veces
expresan una autoimagen negativa: dicen que son “feos/as”. Es común también que algunos
muestren conductas de constante búsqueda de aprobación; con frecuencia preguntan si lo que
están haciendo está bien o hacen preguntas conociendo la respuesta correcta, esto muestra un
desarrollo de inseguridad en cuanto a las propias capacidades y sobrestimación de sus
limitaciones.
Por otro lado, el proceso de globalización cultural ha dado lugar a que los niños se vean
expuestos a muchos paradigmas culturales, lo que hace difícil una clara identificación cultural;
la televisión y el desarrollo tecnológico se han convertido en agentes que facilitan tal proceso.
De esta manera, los niños frecuentemente se ven confrontados entre su propia cultura que es
transmitida por sus padres y familiares cercanos y la información de culturas extranjeras
permanentemente transmitida por los medios de comunicación.
Se debe tomar en cuenta también que uno de los principales procesos mediante el cual
el niño desarrolla su identidad es por imitación de modelos cercanos. A la vez las personas
adultas (que sirven de modelos al niño) se rigen de parámetros de conducta y vivencia
culturalmente establecidos por el entorno cultural en el que se desenvuelven (Bolaños, 2007).
De esta manera en nuestro contexto es importante la presencia de modelos originarios
promovidos por el contexto político actual, modelos mestizo criollos que caracterizan a la ciudad
de La Paz, dado que en esta ciudad existe una simbiosis muy marcada entre la cultura
originaria y la cultura universal, lo cual ha dado lugar a una cultura urbana muy característica en
lo que se refieres a usos y costumbres. Finalmente existen modelos de cultura universal que se
promueven principalmente a través de los medios de comunicación (principalmente la televisión
y el internet), la educación (tanto como proceso institucionalizado como proceso social natural)
y la música.
Bajo esta perspectiva, el presente trabajo constituye una propuesta de investigación que
identifica las características de las Competencias Emocionales y la Identidad Cultural en
estudiantes de nivel inicial a partir de la aplicación de un programa de fortalecimiento de tales
variables. Se trabajó bajo una metodología cualitativa de investigación acción con apoyo de
técnicas cuantitativas de recolección de información y se encontró que al fortalecer las
competencias emocionales en niñ@s de nivel inicial, est@s desarrollan mayores habilidades de
reflexión y autonomía lo que permite que puedan aprender a ser reflexivos y críticos ante la
información cultural que reciben. Del mismo modo, al mostrar a l@s niñ@s información cultural
acorde al contexto social y cultural cercano y real en el que se desenvuelven, se proporciona un
contexto de mayor seguridad personal que es importante para el desarrollo de competencias
emocionales. De este modo se muestra la importancia de ambas variables para el desarrollo
personal de l@s niñ@s.
2. OBJETIVOS
A. General
3. METODOLOGÍA
4. ESCENARIO Y SUJETOS
L@s niñ@s oscilan entre 5 y 6 años de edad y responden a un nivel socioeconómico medio
alto.
5. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS
Técnicas:
Observación libre: Se aplico esta técnica papa el análisis de la Identidad Cultural Observando
a l@s niñ@s durante cada una de las sesiones del programa. Si bien la observación es libre,
una vez finalizada la aplicación del programa se sistematizo la información en una matriz de
categoría de análisis. Estas categorías se elaboraron principalmente en función a criterios
teóricos de Gilberto Giménez (Giménez, 1997), entre otros autores.
Prueba de inteligencia emocional para niños: Esta prueba evalúa tres de las cinco
dimensiones de la inteligencia emocional: conciencia emocional, regulación emocional y
autonomía emocional. (Bisquerra & Pèrez, 2007) Consiste en estímulos gráficos acompañados
de una consigna verbal dada por el evaluador a la que el niño deberá marcar en la opción de su
preferencia. Cada uno de los estímulos describe una situación emocional según las
mencionadas dimensiones. Esta prueba fue elaborada en base a los criterios del programa de
“inteligencia emocional” de José Martín Aizpuru (Aizpuru, Artola, & Peñagarikano, 2008)
realizando las adaptaciones contextuales necesarias. Los conceptos de las consignas se
fundan en los aportes teóricos de Vallés y Rafael Bisquerra. Se la estructuró también en base a
criterios psicopedagógicos acordes a la edad de los niños a quienes fue aplicado (Papalia,
2005) teniendo de esta manera una validación teórica bien fundamentada.
6. RESULTADOS
El análisis se realizo a partir del grupo de referencia que presentaba puntajes bajos en la
prueba de inteligencia emocional y que mostraba varios indicadores en el proceso de
observación previa a la aplicación del programa. Se hace un análisis de los resultados de la
prueba de inteligencia emocional que mide las tres dimensione trabajadas durante la aplicación
del programa: Conciencia Emocional, Regulación Emocional y Autonomía Emocional. A esto se
agrega una comparación de los resultados de la pre y la post prueba. Se realizo también una
tabulación de los registros de observación sistemática mostrando los indicadores más
frecuentes durante la aplicación del programa. El registro de indicadores se hizo por simple
presencia de cada indicador considerando la aparición de cada indicador en más cinco
sesiones. En cuanto a Identidad cultural se realizo un análisis de las observaciones libre
categorizando los datos más frecuentes según una matriz de categorías de análisis.
Tabla 1
Tabla 2
En el área de conciencia emocional en general las repuestas muestran puntajes altos en ambas
pruebas; la capacidad de reconocer y nombrar las emociones (RE) fue la mejor respondida por
la mayoría de los niños, sus respuestas en esta sub prueba fueron bastante rápidas y sin
dificultad. Se observo que no reflexionaban demasiado en la respuesta. El área que presento
mayores dificultades fue el de regulación emocional, en la prueba inicial l@s niñ@s
preguntaban con frecuencia cual era la respuesta correcta o mencionaban que no podían; sus
respuesta eran más reflexionadas y por tanto más lentas. Muestra de ello son los bajos
puntajes en las sub áreas correspondientes a esta dimensione en la prueba inicial; de esta
manera son muy frecuentes los puntajes de uno o cero en cada actividad de la sub prueba
correspondiente. Ya en la prueba final se observan puntajes muy cercanos al puntaje esperado
y la respuesta son un tanto más rápidas. La dimensión de Autonomía Emocional presenta
características parecida en la prueba inicial; se observan puntajes muy bajos en relación a los
esperados. En la prueba final se observan mejoras solo en la prueba correspondiente a la
capacidad de auto concepto (AC). La habilidad de reconocer y valorar las propias capacidades
y limitaciones no muestra mejoras significativas pues los resultados son bajos en la prueba
inicia y final.
Tabla 3
A B V T.
D.
Reconoce (mediante verbalizaciones) que cada emoción tiene intensidades diferentes
REGULACIÓN EMOCIONAL Reconoce las situaciones que provocan diferentes intensidades en las emociones
Es capaz de postergar recompensas emocionalmente positivas (diferenciar entre querer y
necesitar)
5 5 5 5
Todos los indicadores más frecuentes coincidieron en los tres cursos a excepción del
siguiente: “Reconoce y valora sus sentimientos agradables”, este indicador solo está presente
en el curso verde y se observo en conductas tales como negación de los logros y muestra de
tristeza o rabia frente a las tareas bien realizadas a pesar de recibir felicitaciones.
Tabla 4
10ª S
12ª S
11ª S
TOT-
O. I.
2ª S
4ª S
5ª S
7ª S
9ª S
1º S
3ª S
6ª S
8ª S
CRITERIOS DE OBSERVACIÓN
En la observación inicial se encontraba entre 6 a 10 indicadores por niño. Al igual que en las
otras tablas, estas muestran mayor presencia de indicadores en el área de regulación
emocional, seguida de autonomía emocional. En el área de Conciencia emocional se
observaron indicadores en menos de cinco sesiones que dejaron de presentarse en la mayoría
de los niñ@s a partir de la cuarta sesión y en los más tardíos en la séptima sesión. En las
dimensiones de Regulación y Autonomía Emocional se observan todavía indicadores hasta la
última sesión, pero en número de entre tres y uno habiendo tenido entre 5 y 7 indicadores en la
observación inicial (O.I.). Es importante mencionar que los indicadores presentes hasta la última
sesión en la mayoría de los niños fueron los referentes a la capacidad de dar respuestas
emocionales adecuadas, control de la impulsividad y la capacidad de relajarse ante situaciones
estresantes.
7. CONCLUSIONES
Otro aspecto importante hallado es el ritmo de progreso de l@s niñ@s. Se observa que
ha un progreso moderado en l@s niñ@s que conformaron el grupo de referencia. Los registros
de observación nos hacen notar que el progreso fue cualitativamente favorable, si bien muchos
niños presentan incrementos medios entre la primera y última prueba, muestran una reducción
significativa de indicadores. Esto significa que a un nivel general de las tres dimensiones
trabajadas, tanto el aprendizaje teórico como practico fueron favorables en un nivel medio. Los
indicadores tienden a reducir a medida que al programa avanza, pero en todos los casos al
finalizar el programa, aun se observan entre uno y cuatro indicadores (principalmente en la
dimensión de Regulación Emocional). Se debe tomar en cuenta también que la asimilación total
de lo aprendido con el programa dependerá de un constante fortalecimiento de conocimientos y
prácticas tanto en el ambiente de aula como en el familiar y social, sin dejar de lado que el
desarrollo físico y la maduración bio-psico-social también darán lugar a una automática
maduración de las Competencias Emocionales.
Por otro lado se noto que, en la dimensión de Regulación Emocional, l@s niñ@s
muestran mayores dificultades en la capacidad de dar respuestas emocionales adecuadas y en
la capacidad de relajarse frente a situaciones estresantes. Si consideramos que el control
emocional está ligado, entre otros factores, al establecimiento de reglas, se puede concluir que
las mencionadas dificultades podrían deberse a una deficiencia en el establecimiento de reglas,
no necesariamente como reglas estrictas de carácter disciplinario, sino como normas de
conducta que fomenten un adecuado desenvolvimiento de l@s niñ@s. En contraste, en el área
de Autonomía Emocional, l@s niñ@s muestran poco desarrollo de la capacidad de lidiar con el
fracaso junto con dificultades en el desarrollo de la autoimagen y el auto concepto. Era
frecuente escuchar que l@s niñ@s verbalizaban una imagen y un auto concepto negativo y/o
que lloraban o se enojaban bastante cuando un trabajo les salía mal o cuando no podían
realizarlo. En este punto no es posible ni prudente hablar de baja tolerancia a la frustración por
la edad de l@s niñ@s, pero estos datos nos permiten pronosticar el posible desarrollo de bajos
niveles de tolerancia a la frustración si no se ayuda a desarrollar la habilidad de lidiar con el
fracaso a través del reconocimiento de este como un aspecto esperable de la vida cotidiana que
es superable si uno esta consciente de las propias capacidades y limitaciones y reconoce que
lo que no se sabe hacer puede aprenderse.
8. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS
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Promolibro.