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CIR URUGUAY 1993; 63: 134-140

Mastitis periductal.
A propósito de 20 observaciones
Ores. Roberto Perdomo1 , César Pereyra Borrelli2 ,
Julio de los Santos3 , Isabelino Arbes4

Resumen Introducción
La mastitis periductal (MP) es una afección benigna de la
mama, que adopta formas clínicas variadas: secreción por La mastitis periductal (MP) es un proceso inflamato­
el pezón, tumefacción subareolar con o sin componente rio, no puerperal, que transcurre limitado al área de
inflamatorio, abscesos y fistulización. proyección de los galactóforos debajo del pezón y la
Estos diversos aspectos se intrincan entre sí y, en su areola. Con una variada sinonimia, constituye una
marcha crónica, tienden a agravarse progresivamente, entidad nosológica bien definida aunque de presen­
evolucionando por crisis recidivantes. tación multifacética.
A propósito de una serie de 20 observaciones, revisamos
la patología y formulamos consideraciones clínicas y Esta proteiforme enfermedad fue señalada en
terapéuticas. Destacamos la posibilidad cierta de una 1909 por lngier (1l que la denominó "mastitis obliter­
semejanza clínica con el cáncer mamario y la necesidad
de estar advertido para prevenir el error diagnóstico.
ante". En 1928 Cheatle y Cutler (2l proponen denomi­
En su tratamiento nos inclinamos por la cirugía de narla "mastitis a plasmacellen". Haagensen (3l la de­
resección total de los galactóforos, para evitar las scribe como "ectasia de los conductos mamarios",
recidivas, y describimos la técnica aplicada a tal fin. atribuyendo a ella la condición patológica primaria.

Palabras clave: Mama. Mastitis. Posteriormente, dicha condición se cuestiona y se


entiende por Dixon (4l que lo primario es la producción
de una mastitis periductal, concepto que asentamos
en esta comunicación.
Summary
En nuestro país, registramos la observación de
Periductal mastitis is a benign affection of the breast, Haran (5l, en 1952, que corresponde sin dudas a la
which adopts varied clinical forms: nipple secretion, entidad que estudiamos. No existen otras refer­
su/rareo/ar tumefaction with ar without inflammatory
component, abscesses and fistulization. encias.
These aspects mix together and in its chronic course tend Nos proponemos llenar ese vacío, aportando los
to get worse gradual/y, evolving with relapsing crisis. datos y el análisis de 20 observaciones que re­
As regards a series of 20 cases, the authors revise
pathology and make c/inical and therapeutical copilamos en los últimos 1 O años.
considerations. They emphasize the possibility of
resemb/ance to breast cancer and the need to be alert in Tabla 1. Distribución etaria
arder to avoid error in diagnosis.
As far treatment, authors prefer total resection of Edad (años) Observaciones
galactophoros surgery in arder to avoid relapses, and
describe its technique. 20-30 8

30-40 6

40-50 2

50-60 2

60-70 1
1 Profesor Agregado. 2 Profesor Adjunto. 3 Profesor Agregado
Anatomía Patológica. 4 Asistente Anatomía Patológica. 70-80 1
Presentado a la Sociedad de Cirugía el 2 de julio de 1991.
Correspondencia: Dr. Roberto Perdomo.
Charrúa 2379. Montevideo. Uruguay.
Mastitis periductal. A propósito de 20 observaciones 135

Tabla 2. Comienzo sintomatología Tabla 3. Retracción del pezón


Años Observaciones Observaciones
Meses hasta 1 6 Desde siempre 7
1-2 5 Aparición secundaria 6
2-3 3
Derecha 7
3-4 2
Izquierda 7
5-6 1
Bilateral 4
6-7 1
No se aclara 2
7-8 2

Tabla 4. Presentación clínica


Dolor Secreción pezón* Tumefacción Inflamación Abscesos Fístulas Aden. axilar
..
17 obs. Puriforme 4 Derecha 9 9 obs. 12 Unilat. 3
Lactiforme 2 Izquierda 9 Bilat.
Blanquecina 1 Doble izq. 1
Sanguinolenta 1 Bilateral 1
Serosa 1

• Secreción pura en 1 obs. Resto sintomatología combinada o sucesiva.


•• La gran mayoría no tiene registro de exploración axilar.

Material y método sos negativos. La galactografía puede ser de utilidad,


sobre todo en casos fistulizados (Figuras 1 y 2). Su
En la tabla 1 se anota la distribución etaria de nues­ complemento natural es la fistulografía.
tras 20 observaciones y se destaca que la mayoría La citología es otro buen apoyo para el di­
son enfermas jóvenes, en plena edad genital activa agnóstico, sobre todo en la medida que desecha la
(14 en 20). 12 de ellas tuvieron entre 1 y 3 hijos, no presencia de atipías celulares (tabla 6).
pudiendo amamantar del lado de su pezón retraído. Los abscesos subareolares son recidivantes y re­
La tabla 2 señala el comienzo aparente de la enfer­ quieren una y otra vez la intervención del cirujano
medad, cuya evolución crónica se realiza por crisis o (tabla 7). El estudio bacteriológico resultó muy incom­
empujes agudos o subagudos, con intervalos de pleto y carece de significación.
acalmia más o menos prolongados. Se destaca a La casi totalidad de las pacientes fueron tratadas
través de los años de tal evolución la falta de una mediante exéresis global de los galactóforos debajo
acción terapéutica decisiva. Solamente dos enfermas del pezón, de uno o ambos lados según la extensión
iniciaron el proceso durante el período de lactancia. de la enfermedad (tabla 8). Registramos una enferma
La comprobación de un pezón retraído es muy fre­ que nos llegó con exéresis parcial de areola y total de
cuente y su presentación en la serie la muestra la tabla pezón, luego de varios intentos infructuosos de
3. En la mitad de las pacientes el fenómeno parece pre­ asegurar el diagnóstico y controlar el proceso.
ceder a la patología (umbilicación primaria). Los resultados del estudio anátomopatológico
En cuanto a la sintomatología, la tabla 4 permite (tabla 9) fueron homogéneos, señalando todos la di­
comprobar que el dolor es prácticamente constante, latación de galactóforos debajo del pezón, con luz
así como la tumefacción mamaria subareolar. Otros ocupada por detritus celulares, y la mastitis crónica
signos físicos: secreción por el pezón, presencia de periductal (denominada canalicular o subareolar en
elementos inflamatorios atenuados, abscesos o fístu­ los informes). Una observación sumó a estas
las, se asocian en la evolución con mayor o menor imágenes la hipertrofia e hiperplasia del epitelio duc­
frecuencia. tal con aspecto seudopapilomatoso; es la única
La mamografía es un recurso diagnóstico muy paciente con secreción sanguinolenta por el pezón.
valioso, en manos expertas, como lo demuestra la De las 16 pacientes sometidas a la resección de
tabla 5, aunque existen presentaciones dudosas y fal- sus galactóforos, pudimos seguir la evolución alejada
136 Ores. Roberto Perdomo, César Pereyra Borrelli, Julio de los Santos, Isabelino Arbes

Tabla 5. Diagnóstico radiológico


Mamografía Galactografía Fistulografía
D. Positivo O.dudoso Falsos negativos
Observaciones Observaciones Observaciones Observaciones Observaciones

M.C.S.* 3 2 5 Dilatación 2 Fístula compleja 1


galactóforo
M.C.C.** 3
M.C.C. bilat. 3 Cavidad 1
subareolar y
fistula
O.M.S. sin 1
atipía ***
P.I.S.**** 2
Absceso 1

* Mastitis canalicular subareolar.


** Mastitis canalicular crónica.
*** Densificación mamaria subareolar.
****Proceso inflamatorio subareolar

Tabla 6. Citología
Discusión
Observaciones Patología
Pus o líquido 2
puriforme
Es aún discutido si la dilatación de los galactóforos
debajo del pezón, de comprobación corriente, es con­
Dureza fibrosa. 2 dición primaria de la enfermedad o si ella está condi­
No atipías cionada a una mastitis periductal preexistente y asin­
Exudado inflamatorio 1 tomática hasta el momento. Cualesquiera de las
hipótesis puede ser avalada en virtud que existe,
Material amorfo 1
seguramente, un largo período subclínico de la enfer­
Células epiteliales 1 medad, durante el cual los factores se interrelacionan
sin atipía entre sí y se influencian mutuamente. Es reconocido
Neutrófilos, 1 que la enfermedad puede transcurrir durante toda la
macrófagos, células vida sin manifestaciones clínicas, como lo demuestra
gigantes su alta incidencia en autopsias de pacientes añosas,
1
asintomáticas.

La incidencia de la MP es estimada en 2,3% por


Geschickter (6), dentro de un grupo de 3.107 mujeres
de 1O. Ella fue buena en conjunto, con la excepción con enfermedades no malignas mamarias, de indica­
de una enferma fistulizada que recidivó el proceso ción quirúrgica. Entre tanto, Foote y Stewart encuen­
inflamatorio supurativo, obligando posteriormente a tran hasta 22% de MP en el estudio autópsico de 200
realizar una mastectomía subcutánea. mamas no cancerosas.
Otra paciente experimentó a los 9 años de la oper­ Por otra parte, se destaca -en la historia natural de
ación --<:lespués de haber tenido sin inconvenientes la MP la alta incidencia de pezones umbilicados coin­
un parto 3 años antes- empujes fluxivos dolorosos de cidiendo con el lado de las. manifestaciones clínicas.
su mama operada, sin llegar a la supuración. Se ha interpretado también este fenómeno como re­
Obviamente, las pacientes que cursaron embara­ sultado de la fibrnsis retráctil condicionada por la MP
zos y partos posteriores a la intervención, no pu­ crónica. Efectivamente, hay un grupo de pacientes en
dieron amamantar del lado operado sin que ello con­ las que se pone de manifiesto una secuencia pa­
stituyera un problema de relieve. tológica que apoya tal interpretación: síntomas de MP
seguidos por progresiva umbilicación del pezón (um­
bilicación secundaria). Sin embargo, un grupo impor­
tante señala categóricamente que "el pezón estaba
umbilicado desde siempre" y sobre ello se produjeron
Mastitis periductal. A propósito de 20 observaciones 137

Tabla 7. Supuración Tabla 8. Operación de intención curativa


Drenaje de abscesos Bacteriología Observaciones
Observaciones Observaciones Resección subareolar de galactóforos 16
Una vez 3 Estéril 2 Exéresis nódulo subareolar y puesta a plano 1

Dos veces 2 Estafilococo 1 Resección y cierre primario fístula compleja 1


Resección pezón y parcial 1
Varias veces 7 Proteus 1
de areola
No se opera 1

Figura 1. Galactografía. Galactóforo dilatado debajo del Figura 2. Galactografía. Galactóforo dilatado con fístula
pezón. cutánea

las manifestaciones clínicas muy a posteriori (umbili­ A medida que el proceso avanza el endotelio, co­
cación primaria, por lo menos aparente). lumnar o metaplásico, se afina, se debilita y se ulcera,
Queremos recordar también que la coexistencia comunicando el lumen ductal con el tejido intersticial
del proceso con la umbilicación del pezón, es des­ e incrementando la reacción periductal química y
tacada desde los primeros estudios en la materia que bacteriana. P roducto de tal reacción son las diversas
le atribuían un rol obliterante y generador de la di­ formas de tumefacción subareolar, con o sin compo­
latación ductal por detrás (mastitis obliterante). En el nente inflamatorio, y las etapas más avanzadas de
momento actual las opiniones parecen concordes en abscesos y fistulización.
minimizar ese posible rol. Se comprende así la unidad patológica evolutiva
En cuanto a la secreción por el pezón, observamos del complejo que implica la MP. Recordamos también
dentro de lo parcial de su registro, el predominio de la que este proceso, aunque predominante en un galac­
secreción puriforme, fétida. Ello adquiere interés a tóforo más dañado, no tiene claros límites en lo que
través de estudios bacteriológicos recientes {Leach y respecta a la infiltración inflamatoria, la fibrosis y el
col (7)) que demuestran una alta incidencia de gérme­ compromiso de los duetos vecinos que aparecen
nes anaerobios en el pus de los abscesos de la MP. también dilatados en un área extensa. Asimismo, es
Otro aspecto de interés es el hallazgo frecuente de posible comprobar más de un foco en la misma
una metaplasia escamosa irritativa, que reemplaza al mama y la presentación bilateral de la enfermedad,
endotelio columnar en ciertas partes de esos galac­ concomitante o sucesiva.
tóforos dilatados (Zuska y col (8l, Habif y col (9l). Ello En las figuras 3, 4, 5 y 6 se aprecian los caracteres
determina la descamación de queratina que pasa a la histológicos del proceso en estudio, a los que hemos
luz de los duetos y contribuye a su taponamiento. En hecho referencia.
algún caso, la hiperplasia e hipertrofia del epitelio
puede adoptar disposición papilomatosa, con relleno
ductal pseudotumoral que asemeja al comedocarci­
noma (Ewing (10l).
138 Ores. Roberto Perdomo, César Pereyra Borrelli, Julio de los Santos, Isabelino Arbes

Tabla 9. Anatomía patológica


Observaciones
Mastitis crónica canalicular 8

Mastitis crónica subareolar 4


Proceso inflamatorio vinculado a galactóforos 1

Dilatación gruesos canales 1


e hipertrofia papilomatosa
Mastitis crónica supurada 1

Galactoforitis crónica 1

Trayecto fistuloso abierto en piel de origen 1


inflamatorio crónico con supuración Figura 3. Mastitis periductal crónica, con cavidades
quísticas a contenido amorfo; restos de hemorragia,
retracción del pezón.

,.

Figura 4. Mastitis periductal crónica, con gran dilatación Figura 5. Canalículo ocluido,casi totalmente, por un tapón
de los canalículos subareolares. Contenido amorfo, queratínico consecutivo a una metaplasia escamosa del
pastoso. epitelio duela!, con gruesas láminas córneas. 40x.

Consideraciones clínicas

Es preciso distinguir a la MP entre las diversas lesio­


nes mamarias. Sobre todo separarla del diagnóstico
de cáncer y evitar así la posible adopción de gestos
terapéuticos desmedidos.
La primera noción a resaltar es que la MP, en algu­
nas de sus formas clínicas, puede ofrecer al exami­
nador los diversos signos considerados característi­
cos del cáncer mamario: tumefacción dura e irregular,
retracción del pezón, adherencias a la piel y aspecto
de piel de naranja, adenopatías palpables en axila.
Aún más, lleva a pensar en el cáncer inflamatorio
cuando a esos componentes se suman rubor y calor.
Veamos algunos aspectos clínicos que pueden re­
sultar útiles para diferenciar la MP del cáncer y formu­
Figura 6. Canalículo dilatado. Su luz está ocupada por lar un diagnóstico positivo o de sospecha de aquella
material amorfo, de aspecto queratínico, con escasos
elemento celulares. Solución de continuidad en su sector afección benigna.
parietal. 60x.
1) La mayoría de las pacientes con MP son jóvenes,
Mastitis periductal. A propósito de 20 observaciones 139

Figura 7. Mastitis periductal fistulizada. Se aprecia el Figura 8. Mastitis periductal fistulizada. Se aprecia el
nódulo sobre el que asienta la fístula nódulo sobre el que asienta la fístula

entre los 20 y 40 años. No es la edad habitual del eventualmente la emergencia por el ostium del
cáncer mamario, sin que ello permita su exclusión. mismo.
2) La larga duración del proceso que, con una mar­ La paraclínica es de gran ayuda, sobre todo la
cha matizada de recidivas, suele evolucionar por radiología simple mamaria, complementada por la
años. Esto nos sirve solamente para los casos citología por punción. P rácticamente, teniendo pre­
vistos tardíamente. sente a la enfermedad y con los recursos de la
3) El dolor, prácticamente constante, es casi siempre paraclínica, el diagnóstico positivo de MP es actual­
el primer síntoma en aparecer y no se relaciona mente fácil y seguro.
corrientemente con los períodos menstruales. Frente a una MP complicada con fistulización, la
4) La secreción por el pezón, característica de la MP galactografía puede poner de relieve el galactóforo
y de comprobación usual: blanquecina, lactiforme, dilatado por debajo del pezón y su comunicación
espesa, inodora o, por el contrario, amarillenta, anómala con la piel vecina (figura 2).
puriforme, fétida. P or excepción sanguinolenta.
5) La retracción del pezón cuando se la reconoce
como un fenómeno preexistente, de larga data, Consideraciones terapéuticas
como sucede en la mayoría de los casos.
6) Los signos inflamatorios que retroceden bajo la Actuar sin conocimiento de la MP y en base al as­
influencia de las medidas locales y la antibioti­ pecto clínico de cáncer, puede conducir al desastre.
coterapia. La historia de una tumefacción residual, Si se duda, debe siempre recurrirse a la biopsia.
después de la involución de un proceso inflamato­ Con el diagnóstico formulado de MP, las medidas a
rio, es un dato principal en el diagnóstico de MP. tomar variarán según las circunstancias:
7) La tumefacción de presencia constante y aspecto 1) Las pacientes con pura secreción por el pezón,
variable: nódulo firme o duro, con o sin el agregado pueden tratarse con antibioticoterapia y vigilancia.
de signos fluxivos, o bien tenso, blando o renitente Es conveniente realizar un estudio bacteriológico
cuando se ha constituido un absceso. En las de esa secreción con identificación de gérmenes y
pacientes con evolución prolongada, es frecuente su sensibilidad a los antibióticos.
comprobar la cicatriz de abscesos abiertos previa­
2) Las pacientes con absceso constituido deben ser
mente.
drenadas, recogiendo muestra del material puru­
8) Casi siempre hay un cierto grado de dolor a la lento para bacteriología. Aquí adquiere especial
palpación: mínimo en la tumefacción residual y importancia la pesquisa de gérmenes anaeróbi­
máximo en la abscedación. cos. P osiblemente, una vez obtenido el alivio del
9) La topografía tumoral es siempre subareolar y en dolor, habrá que convencer a la paciente que es
los casos más extensos avanza apenas en el con­ preciso realizar una operación definitiva. De otro
torno periareolar. modo el proceso recidivará. Es la evolución corri­
10)En casos fistulizados (figuras 7 y 8) se dará valor ente de los abscesos subareolares por MP, con­
también a la topografía de asiento sobre un nódulo trariamente a lo que sucede con los abscesos
subareolar. La exploración del trayecto permitirá el periféricos de las mastitis puerperales.
paso hacia la cavidad del galactóforo dilatado y 3) Las MP con componente fluxivo deben ser someti-
140 Ores. Roberto Perdomo, César Pereyra Borrelli, Julio de los Santos, Isabelino Arbes

das también a tratamiento médico hasta yugular la escisión del área enferma para una condición tan a
reacción inflamatoria. menudo generalizada", expresa Hadfield ( 13, 14l.
4) Las tumefacciones subareolares por MP deben Por otra parte, dicha técnica permite devolver a la
ser operadas en frío. ¿Qué operación utilizar? Se areola y al pezón su aspecto normal, siendo estéti­
ha recurrido a la exéresis limitada de la tumefac­ camente muy aceptable.
ción, mediante una incisión areolar radiada, pro­ Cabría la objeción de limitar las posibilidades de la
curando incluir en su totalidad el galactóforo princi­ lactancia, en pacientes en plena edad genital activa.
pal responsable del cuadro, y dejando la herida a Pero no debe olvidarse que casi todas ellas son por­
plano para su cicatrización por segunda. Similar tadoras de un pezón umbilicado que, desde ya, hace
técnica de abertura y puesta a plano se ha utili­ dudosa la competencia funcional de su glándula
zado para tratar las fístulas de la MP (Zuska y col mamaria. Las pacientes sometidas a la operación
(8
l, Atkins y col (11l. que tuvieron partos y lactancia a posteriori no
acusaron inconvenientes mayores por esta circun­
Creemos más aconsejable la operación ideada por stancia.
Adair y Urban (12l, que practicamos a la mayoría de Corresponde insistir en la imperiosa necesidad
nuestras pacientes. Consiste en la ablación de la que la operación incluya "todos los galactóforos", no
masa tumoral con el conjunto de los galactóforos, dejando tras de sí zonas enfermas. Asimismo,
mediante una incisión periareolar enfrentada a la tu­ creemos conveniente no realizar el cierre primario
mefacción palpable. cuando existen fístulas con alto componente infec­
Levantado el colgajo arciforme superficial se expo­ cioso activo, porque ello, aquí como en otras partes,
nen los conductos, se los rodea con un lazo de goma predispone al fracaso y a la recidiva. Es lo que pen­
y, ejerciendo tracción, se los divide en profundidad samos sucedió en una de nuestras pacientes por­
(alrededor de 2-3 cms). Luego se escinde a ras del tadora de una MP fistulizada.
pezón y se retira un bloque de tejidos de forma cónica
que debe comprender la totalidad de los conductos
con la tumefacción palpable. Durante esta sección Bibliografía
profunda se identifican varios galactóforos dilatados,
conteniendo material espeso en su interior, que 1. lngier. Citado por Cromar (4).
emerge de los mismos en forma de comedones. 2. Cheatle GL, Cutler M. Tumours of the breas!. London: Arnold,
1931: 298-335.
Las aberturas de conductos mayores se ligan con 3. Haagensen, CD. Mammary duct ectasia. A disease that may
catgut fino. El pezón queda libre y, cuando se hallare simulate carcinoma. Cancer, 1951; 4: 749.
4. Dixon JM. Periductal mastitis/duct ectasia. World J Surg 1989;
umbilicado, puede ser fácilmente evaginado y vuelto 13: 715-20.
a su aspecto normal. 5. Haran AM. A propósito de una tumoración de glándula mamaria
Solamente resta el cierre de la herida con un fistulizada y curada con hormona folicular. Bol Soc Cir Uruguay
1952; 23: 221-9.
drenaje a retirar rápidamente. Por más detalles de la 6. Geschicter CF. Diseases of the breast. Philadelphia: Lippincott,
operación aconsejamos recurrir a los trabajos de 1948.
Hadfield (13· 14l y de Walker y Sandison (1 5l . 7. Leach RD, Phillips J, Eykins SS, Corrin B. Anaerobic
subareolar breas! abscess. Lancet, 1979; 1: 39.
Esta operación tiene la ventaja de remover toda el 8. Zuska JJ, Crile G, Ayres WW. Fistulas of lactiferous ducts. Am
J Surg 1951; 81: 312-7.
área enferma. Si pudiéramos identificar claramente y 9. Habif DV, Perzín KH, Lipton R, Lattes R. Subareaolar abscess
resecar el galactóforo más afectado, responsable del associated with squamous metaplasia of lactiferous ducts. Am J
proceso en ese momento, nos expondríamos de to­ Surg 1970; 119: 523-6.
1O. Ewing J. Citado por Adair (1).
dos modos a una recidiva a punto de partida de los 11. Atkins HJB. Mammillary fistula. Br Med J 1955; 2: 1473-4.
conductos vecinos, también dilatados y sumergidos 12. Adair, FE. Plasmacell mastitis. A lesion simulating mammary
en el magma inflamatorio crónico. carcinoma. Arch Surg 1933, 26: 735-49.
13. Hadfield J. Exccision of the major duct system for benign dis­
Ello se objetiva en alguna enferma con doble tu­ ease of breas!. Br J Surg 1960; 47: 472-7.
mefacción en torno a su areola, por sucesivas erup­ 14. Hadfield J. Further experience of the operation por excision of
the major duct system of the breast. Br J Surg 1968; 55: 531-5.
ciones independientes condicionadas a otros tantos 15. Walker JC, Sandison, AT. Mammary-duct ectasia. Br J Surg
focos de MP. "Es racional aconsejar la completa 1964; 51: 350-5.

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