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A

UNIVERSIDAD NACIONAL DE
SAN
ANTONIOFormando
ABAD profesionales
DEL CUSCO de primer
nivel...

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS


SOCIALES
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

GRUPO DOS: DETERMINACIÓN


CONCEPTUAL DEL ACTO JURIDICO

ASIGNATURA: DERECHO CIVIL II (ACTO JURIDICO)

DOCENTE: DOCTOR DARWIN ALEX SOMOCURCIO PACHECO

INTEGRANTES:

 FARFAN CALLA CRIS AMANDA 184064

 TTITO TTITO BELLA SHAKIRA 184498


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo del Curso de Derecho Civil y Acto Jurídico, enmarca


un conocimiento amplio del derecho y todas las teorías jurídicas, en que nos va a servir
de base ayudándonos a guardar una estrecha relación con la actualidad con ejemplos
para un mejor entendimiento. En el Derecho Civil II dentro de ello tenemos en cuenta
como tema importante EL ACTO JURIDICO; que es la manifestación de voluntad y
está encaminada a conseguir una consecuencia de derecho, que puede ser crear,
modificar, regular o extinguir una relación jurídica.
Es importante distinguir, algunos términos como voluntad, manifestación de voluntad,
hecho, hechos humanos, hechos naturales, hechos jurídico y de todo llegar a analizar si
todos los hechos son o no hechos jurídicos, y para así tener un concepto solido sobre
ACTO JURIDICO, también entender desde punto histórico y dogmático sobre el acto
jurídico y el negocio jurídicos que muchas veces es un término que llega ser
confundido
Finalmente, el acto jurídico, es más humano, voluntario, lícito que tiene como fin
producir consecuencias jurídicas; y es base de la validez del acto jurídico
INDICE
1.DETERMINACION CONCEPTAL DEL ACTO JURIDICO………………………0

2. EL HECHO JURIDICO ……………………………………………………………0

3.LOS HECHOS NATURALES………………………………………………………0

4.LOS HECHOS HUMANOS…………………………………………………………0

5.EL HECHO JURIDICO VOLUNTARIO ……………………………………………0

6. CONCEPTO DE ACTO JURUDICO ……………………………………………….

7. ACTO JURIDICO O NEGOCIO JURIDICO………………………………………..

8. EJEMPLOS ………………………………………………………………………..

9. CONCLUCION …………………………………………………………………
1.DETERMINACION CONCEPTAL DEL ACTO JURIDICO

La noción de acto jurídico en sentido estricto se refiere al acto según el cual la norma
jurídica toma en cuenta únicamente la voluntad de la realización del acto. La norma
valora lo que el sujeto quiere y conoce sobre el acto que se está ejecutando. Esa
voluntad de comportamiento es tomada en consideración por la norma jurídica para la
producción de efectos jurídicos. 

Por tanto, el acto jurídico en sentido estricto “Es un acto de voluntad de


comportamiento según el cual el propio acto no tiene el poder de producir efectos
jurídicos. Los efectos en su mayoría son producto de la ley”. (Morales Hervias, 2011 p.
49-50).

Para llegar a entender de mejor manera la determinación conceptual de acto jurídico


tenemos que estudiar y precisar cada una de las palabras que serán útil y llegar así de la
mejor manera a un concepto sobre el tema, como afirma Fernando, V. (2015) “La
determinación conceptual del acto jurídico conduce a considerar previamente, el
concepto de hecho jurídico pues deriva el acto jurídico con la presencia
imprescindible de la voluntad, de la licitud y de la manifestación de voluntad”
(p.35).

Primero ¿Que es la voluntad?

La voluntad es la intención o el deseo de hacer algo, también podemos mencionar que


un libre albedrio, referirse a esfuerzo, coraje y determinación.

De acuerdo con la RAE la voluntad es:

“f. Facultad de decidir y ordenar la propia conducta”
“f. Acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o aborre
ciéndola y repugnándola ”.

Es necesario también hablar sobre la voluntariedad “la voluntariedad debe de


entenderse como el aspecto activo y dinámico de la vida humana, como fuerza
animadora dirigida hacia algo o contra algo, independientemente del discernimiento y
de la intención del sujeto ” (Vidal Ramírez, 2015, p. 39).
Segundo ¿La manifestación de voluntad?

La manifestación de voluntad vendría a ser la exteriorización o reconocimiento de un


hecho con la finalidad de dar a conocer hacia los demás lo que se desea con un
determinado acto.

“La manifestación de voluntad, esto es, la exteriorización de lo que e sujeto quiere, es


imprescindible para que el hecho jurídico licito permita la determinación conceptual del
acto jurídico. No basta la licitud, aunque es imprescindible, para que el hecho voluntario
llegue a ser un acto jurídico pues, además es indispensable que la voluntad se
exteriorice, que se manifieste” (Vidal Ramírez, 2015, p. 41).

Leon Barandiaran menciona “El acto jurídico es una especie dentro del hecho jurídico”.
Partiendo de este concepto es imprescindible para la determinación conceptual del acto
jurídico, precisar que es el hecho jurídico, para luego arribar el concepto de acto
jurídico con los elementos que los integra.

2. EL HECHO JURIDICO

La noción doctrinaria del hecho jurídico se remonta a Savigny, para quien es el hecho
que produce una adquisición, modificación, transferencia o extinción de derecho. De
ahí, la generalización noción de que el hecho jurídico es todo hecho que produce una
consecuencia de derecho y ala que se le agrega, como lo hace LEON BARANDIARAN
“como un vocablo más propi, el de JURÍGENO”. Así, pues, hecho jurídico o Jurígeno,
en la noción generalizada de la doctrina, viene a ser el hecho que, por sí, o junto con
otros, produce efectos jurídicos y se constituye, mediante o inmediatamente en fuente de
toda relación jurídica o en causa de su extinción.

Como puedo ya colegirse, no todo hecho es jurídico. Hecho, en general, es todo suceso
o acontecimiento generado con o sin intervención del ser humando y puede o no
producir consecuencias jurídicas.

El hecho es jurídico en la medida en que se produzcan consecuencias jurídicas y sea así


calificada por el derecho. No existe el hecho jurídico si no existe en cuento esta
calificación. Así, por ejemplo, un deslizamiento de tierra no es un hecho jurídico sino en
cuanto afecte el derecho de propiedad de alguien o cause la muerte de una persona. Son
las consecuencias, pues, las que determina el carácter jurídico del hecho por eso puede
hablarse de una casualidad jurídica en cuanto que, para que se produzca el efecto
jurídico, es necesario que exista un nexo entre el hecho y el efecto mismo, el hecho
jurídico, para sintetizar, es la causa de efecto jurídicos y por esta relación de causalidad
puede resultar más apropiada la denominación de hecho jurígenos que la de hecho
jurídicos.

El hecho jurídico o “Jurígeno” es, como lo dejamos ya de advertido, el resultado de una


calificación del derecho objetivo y, por eso, sus efectos tienen el carácter de jurídicos.
LEON BARANDIARAN explico el hecho jurídico señalando que todo el hecho tiene la
virtualidad de interesar al hombre, sea el nacimiento de un semejante o la vibración de
la brizna de paja agitada por el viento, pero le interesa diferentes puntos de vista y que
cuando lo aprecia en relación aun sistema de normas determinadas en forma del
Derecho, el hecho es subsumido dentro de la categoría de lo jurídico. Es acertada la
noción de ALBALADEJO para quien el hecho jurídico es todo acontecimiento o estado,
en general todo suceso o falta de este ya que también hay hechos negativos al que por su
sola realización o juntamente con otros, liga el derecho objetivo la producción de un
efecto, que es efecto jurídico precisamente en cuanto disponga por el derecho objetivo.

No puede concebirse el hecho jurídico como algo puramente factico, desligado de una
calificación jurídica de la que resulte el carácter de sus efectos. Ya nos hemos referido a
que entre el hecho jurídico y sus efectos existe una relación de causalidad, por lo que es
necesario precisar que no es suficiente el hecho sino la calificación de jurídico que el
ordenamiento jurídico le da de reconocer. Por eso, practicamos del criterio doctrinal que
considera que tanto el hecho como la norma son igualmente necesarios para la
producción del efecto jurídico y, como razona Albaladejo, la norma al atribuirle efectos
a determinados hechos, crea un serie de causas jurídicas, por o que, sin normas que los
dispongan no se diría el efecto y si el hecho lo produce es porque existe la norma; esta
no es la causa sino la creadora de una relación de causalidad entre el hecho y el efecto.
Como explica Barbero, el atributo de jurídico es una calificación a posteriori del hecho
en cuanto de este deriven consecuencias para el derecho.

El hecho jurídico lo es en cuanto es condicionante de loe efectos jurídicos previstos en


la normativa y tales efectos se dan porque la norma los causa. Como expresa Barbero, la
fuerza jurídica del hecho se expresa en términos de relevancia jurídica, por lo que rodo
efecto jurídico tiene su causa eficiente en un comportamiento normativo que se expresa
en un ita ius esto, as sea el derecho, de conformidad con la relevancia atribuida a un
hecho.

El Código Civil, como tampoco su antecedente de 1936, ha desarrollado


legislativamente una teoría del hecho jurídico. No existe en nuestro derecho un criterio
legal y se ha tratamiento a la doctrina, dentro de la cual, entre nosotros, tiene especial
relevancia el criterio que ha dejado sentado LEON BARANDIARAN. Por ello,
conceptuamos el hecho jurídico con la mayor generada y como causa de efectos
jurídicos, que su integración al derecho es el resultado de una calificación desde la
perspectiva de la normativa jurídica.

Considerando, entonces, el hecho jurídico como un género, pues resulta más


comprensivo de los que su enunciado parece indicar y puede conceptuársele como todo
suceso o acontecimiento, o conjunto de estos, que produce efectos jurídicos, los cuales
pueden ser de una variedad extraordinaria. Resulta, así, que el hecho jurídico puede
estar constituido por un acontecimiento de la naturaleza y también por sucesos
originados por la intervención humana.

Por lo que dejamos expuesto, es necesario detenerse en el origen de los hechos


jurídicos, según sean consecuencias de fenómenos naturales o de la voluntad humanan
pues, atendiéndose a ese origen, es como se sustenta el criterio dominante de la doctrina
para su calificación, la que es útil desarrollar para llegar a la determinación conceptual
del acto jurídico

3.LOS HECHOS NATURALES

Los hechos naturales son los hechos que se producen independientemente de la voluntad
humana, cuta causa radica en fenómenos de la naturaleza, pero cuyos efectos deben ser
jurídicamente considerados para la calificación del hecho como jurídico.
La cuestión que se plantea es si los hechos naturales necesariamente pueden interesar al
derecho o si pueden serle irrelevantes. Al respecto, si el hecho da lugar a una
adquisición, modificación o extinción de un derecho se a necesario un hecho jurídico.
Por el contrario, será irrelevante al derecho su ni se produce ninguna consecuencia
jurídica. En el primer caso, será jurídico el hecho natural que, con un movimiento
sísmico produce la desaparición de bienes, lo que acarrea la pérdida del derecho sobre
los mismos; no lo será, si con su producción no genera consecuencias como la señalada,
como puede ser un alud en una zona desértica no ocupada por seres humanos.

Debe de advertirse, sim embargo, que no basta la generación natural del hecho pues lo
que hay en cuya producción se presenta de maneta mediata o inmediata, la intervención
de la voluntad humana, como puede ocurrir con una onda sísmica originada por un
experimento atómico o nuclear. Por ello, el hecho jurídico será natural o humano según
la causa principal que lo genera y esta identificación es imprescindible para la
calificación de los efectos, pues siendo jurídicos pueden dar lugar a una imputación de
responsabilidad.

Dentro de los hechos naturales, el trascurso del tiempo es el hecho que reviste la mayor
importancia y trascendencia jurídica, pues todo esta inmerso en el trascurso del tiempo,
como la vida misma de los seres humanos.

En uno de los casos, el simple trascurso del tiempo puede acarrear consecuencias
jurídicas, como ocurre con la caducidad de algunos derechos y en otros, el devenir del
tiempo requiere de la concurrencia de otros hechos, como ocurre con la prescripción
extinta y la prescripción usucupativa. MESSINEO ha escrito por eso, que el hecho
jurídico, que es el tiempo en su transcurrir, es la sucesión de sus diversos momentos,
enfatizado que, desde el punto de vista jurídico, es un hecho de orden natural que se
contraponen a los hechos humanos.

Puede, pues, resumirse el hecho jurídico en el trascurso del tiempo, sea natural o
humano, pues todos los hechos jurídicos son una sucesión.
4. LOS HECHOS HUMANOS

Los hechos humanos son los hechos que se producen por intervención de la voluntad
humana y que, por ello, le son dependientes. Por esta presencia de la voluntad humana
son, necesariamente, hechos jurídicos

En generalizado el criterio de que los hechos humanos pueden ser voluntarios e


involuntarios, pero ambos caracterizados por la voluntariedad. La voluntariedad debe
entenderse como el aspecto activo y dinámico de la vida humana, como su fuerza
animadora dirigido hacia algo o contra algo, independiente del discernimiento y de la
intención del sujeto. Por ello, los hechos humanos voluntarios son aquellos que se
quieren voluntariamente, porque son consecuencia del discernimiento y de la intención,
aun cuando sus consecuencias puedan o no haber sido previstas, mientras que los
hechos humanos involuntarios, son aquellos que se realiza sin intención, y aun sin
discernimiento, pero con voluntad, derivándose una consecuencia no desea ni prevista.

Como ya hemos advertido, no existe criterios absolutos para distinguir entre hechos
naturales y hechos humanos. Así, por ejemplo, la muerte considerada en si misma en si
misma es siempre un hecho natural, pero que puede configurar un hecho humano
cuando se trata cuando se trata de homicidio. Para el derecho recogiendo ideas de
Albaladejo, el hecho natural es un acontecimiento de la naturaleza o es una unidad
formada por varios acontecimientos de la naturaleza, mientras que el hecho humano
consiste en la realización por la conducta humana de un resultado, aun cuando la
conducta es omisiva.

Los hechos humanos son, entonces, necesariamente voluntarios, debido a la


voluntariedad. Lo voluntario así entendido puede prescindir del discernimiento y de la
intención, mas no para la determinación conceptual del acto jurídico que requiere,
necesaria e imprescindiblemente, de una voluntad integrada con el discernimiento y que
tengas los demás requisitos que permiten calificar como voluntad jurídica, esto es, con
la intención y la libertad, para llegar a ser una voluntad capaz de dar formación a un
acto jurídico.

Para la determinación conceptual del acto jurídico debe dejarse de lado, en


consecuencia, el hecho jurídico involuntario y solo considerarse el hecho jurídico
voluntario. Con esta advertencia y atendiendo a que el concepto de acto jurídico fue
tomado del Código Civil argentino por el código civil de 1936 y que nuestro vigente
código civil mantiene, incluso con el momen juris, vamos a seguir utilizado la
terminología de la obra de Velez Sarsfield y de la doctrina argentina.

5. EL HECHO JURIDICO VOLUNTARIO

Como ya hemos señalado, nuestra codificación Civil no ha legislado, como lo hace el


código argentino, sobre los hechos jurídicos, limitándose el articulo 140 de nuestro
código vigente a solo dar una noción de acto jurídico, por ellos, por el entroncamiento
del código argentino con nuestro código civil de 1936, es inevitable hacer referencia a la
obra de Velez Sarsfield, según la cual “los hechos se juzgan voluntarios, si son
ejecutados con discernimiento, intención y libertad”.

Brebbia, comentándolo, considera que los hechos voluntarios, a diferencia de los


involuntarios, son atribuidos al sujeto juntamente con sus consecuencias y que esta
atribución encuentra su fundamento en que el sujeto lo ha querido, lo que supone que ha
estado en condiciones de valorar el alcance de su acción (discernimiento); que ha tenido
el propósito de realizarlo tal y conforme lo llevo a cabo (intención); y que lo ha
realizado libre de presiones internas(libertad).

Los hechos voluntarios pueden ser distinguidos en lícitos e ilícitos, según guarden
conformidad o contravengan el ordenamiento legal.

Los hechos voluntarios lícitos: son los que causan daño y la imputabilidad al agente o
sujeto que los produce de dan debido a su dolo o culpa, configurando, según sea el caso,
el ilícito civil o el ilícito penal o ambos.

La ilicitud del hecho determina la responsabilidad civil contractual (inejecución de las


obligaciones) o extracontractuales con las siguientes obligaciones de indemnizar el daño
causado; y la responsabilidad penal que acarrea la punición correspondiente. estos
hechos son intrínsecamente ilícitos y las consecuencias que producen, por ello, son
necesarios ilícitas. Estas mimas ilicitud los descarta para la determinación conceptual
del acto jurídico.

Para avanzar, entonces, en la determinación conceptual del acto jurídico deben tomarse
en consideración los hechos voluntarios lícitos, los cuales, per se, originan
consecuencias jurídicas licitas. Sin embargo, también pueden suscitar efectos
calificables como ilícitos, por ejemplo, la inejecución de una obligación convencional y
dar lugar a una responsabilidad contractual; o la sola conducción de un automóvil, que
plantea una responsabilidad por riesgo, en el ámbito de la responsabilidad
extracontractual y que, en caso de producirse el evento dañoso, puede hasta dar lugar a
responsabilidad penal.

6. CONCEPTO DE ACTO JURÍDICO

Habiendo determinado con precisión los conceptos que nos permitirán comprender en
esencia qué es el acto jurídico, procederemos a definirlo como un hecho jurídico,
voluntario, lícito, con manifestación de la voluntad y efectos jurídicos que respondan a
la intención del sujeto en conformidad con el Derecho Objetivo. Compartiendo de esta
manera, la formulación realizada por el doctor José León Barandiarán.

La definición descrita de acto jurídico, es propia de una delimitación conceptual, sin


embargo, es necesario señalar los alcances de su contenido según nuestro ordenamiento
jurídico actual. Para tales efectos, precisaremos que, el acto jurídico es la manifestación
de voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas, siendo
esta la noción que adopta el Código Civil de 1984, en su Art. 140.

Conviene destacar que la voluntad que genera el acto jurídico es la voluntad privada. Es
la voluntad declarada por un sujeto que, con plena conciencia, la destina a producir un
efecto jurídico. Por ello queda comprendida en el ámbito del Derecho Privado. Es la
voluntad de quien, actuando como un particular, configura un acto que queda
comprendido en el campo del Derecho Privado, aunque la normatividad que le pueda
ser aplicable sea la de un Derecho Especial. La voluntad que genera el acto jurídico es
la de un sujeto que actúa simplemente como tal, como un sujeto de derecho y por eso el
acto jurídico incide sobre toda clase de relaciones jurídicas, sean patrimoniales o extra-
patrimoniales, o trátese de derechos creditorios o reales, sucesorios, de familia o
personalísimos (Vidal Ramírez, 2011, p. 31).

Contribuyendo con esta determinación de acto jurídico, el doctor Vidal Ramírez (2011)
continúa indicando que “el acto jurídico reviste, pues, capital importancia, ya que, como
se ha expresado anteriormente, genera una amplia gama de relaciones jurídicas
sometidas al imperio de la autonomía de la voluntad en la medida en que ésta no
colisione con el orden público. Y en este punto es necesario detenerse para dejar
establecido que la voluntad requiere del amparo legal en la misma medida en que el
ordenamiento legal, para tomar en cuenta el efecto jurídico producido, requiere de la
voluntad. No puede concebirse el amparo de actos con finalidad contraria al
ordenamiento legal. Pero habría que agregar, como lo hace la moderna doctrina, que por
el acto jurídico se concede a la voluntad privada el poder de autorregulación de las
relaciones jurídicas entre los particulares” (p. 32).

Es imprescindible para entender la esencia del acto jurídico, tener en cuenta que tiene
una finalidad específicamente jurídica. Es su nota característica relevante, se constituye
en su rasgo distintivo.

7. ACTO O NEGOCIO JURÍDICOS

Dentro del estudio de la institución del hecho jurídico como género, encontramos como
especies del mismo al acto jurídico y a la noción de negocio jurídico. Habiendo ya
precisado todo lo referente al hecho jurídico para su mejor entendimiento, de la misma
manera hemos de desarrollar las ideas claves referente a los conceptos de acto jurídico y
negocio jurídico.

Desde un enfoque histórico, empezaremos indicando que el acto jurídico surge como
resultado de la elaboración de la doctrina francesa, puesto que como tal, con dicha
denominación, no se encontró dentro de la codificación francesa, nos referimos a que no
estuvo regulada dentro del Código Napoleónico de 1804 sino que fue posterior a este.
Para la doctrina francesa, el acto jurídico se define como toda manifestación exterior de
voluntad con la finalidad de producir efectos jurídicos.
Respecto al negocio jurídico y su génesis, esta noción es producto de la
elaboración alemana, puesto que este se regula en el Código Civil Alemán, promulgado
en 1896 y vigente desde 1900, el mismo que expande dicha noción a la doctrina
europea. Para la doctrina alemana, se conceptúa al negocio jurídico como la declaración
de voluntad orientada a conseguir una finalidad práctica, lícita y amparada por el
ordenamiento legal, el que lo reconoce como sustento suficiente para entablar y regular
relaciones jurídicas. Por otro lado, siguiendo las ideas de Ennecerus, el supuesto de
hechos es el fundamento de las consecuencias jurídicas, siendo su elemento principal
los hechos jurídicos. La participación de la voluntad hace que el hecho jurídico derive
en acto jurídico. De este modo, pues, el negocio jurídico es el acto jurídico en el que el
contenido de la declaración de voluntad da lugar a las consecuencias jurídicas en cuanto
a la creación, modificación o extinción de derechos.

La doctrina alemana entorno a esta noción del negocio jurídico, influyó, como
ya lo mencionamos, en la doctrina europea, de ahí podemos observar que, la doctrina
italiana ha tomado de la alemana la distinción entre acto jurídico y negocio jurídico.
Messineo entiende por hechos jurídicos aquellos acontecimientos o situaciones que
producen una modificación en la realidad jurídica y, por eso, son jurídicamente
relevantes ya que sin ellos el ordenamiento jurídico permanecería inerte y no nacerían
efectos jurídicos. Del hecho jurídico debe mantenerse diferenciada la denominada
"hipótesis" que precede a la norma y a los efectos que se realizan cuando la "hipótesis"
se convierte en hecho jurídico concreto. Estos hechos interesan al Derecho en cuanto
están referidos al ser humano o se generan con la voluntad humana. El negocio jurídico
es una especie del acto jurídico que consiste en una declaración de voluntad o varias,
dirigidas a la producción de determinados efectos jurídicos, que el ordenamiento
jurídico reconoce y garantiza en los límites de la correspondencia o coherencia, entre los
efectos o la voluntad que los persigue, y siempre que se trate de efectos lícitos (Vidal
Ramírez, 2011, p. 34).

Siguiendo la misma línea de influencia alemana, la doctrina española también ha


acogido la figura del negocio jurídico por obra de Valverde. Se define, en ella, el
negocio jurídico como la declaración o declaraciones de voluntad privada, encaminadas
a conseguir un fin práctico jurídico, a la que el ordenamiento jurídico, bien por sí sola o
en unión de otros requisitos, reconoce como base para producir determinadas
consecuencias jurídicas.
Vidal Ramírez (2011) según su análisis, indica que, en el Perú, los más recientes
estudios se han inclinado en favor del negocio jurídico, Así, Jorge Eugenio Castañeda,
civilista de notabilísimo cuño y antiguo maestro de San Marcos, expone la sospecha de
que una desafortunada traducción del Código Civil Alemán fue la causa de que los
juristas brasileros, y sus seguidores en el Perú, instalaran en sus respectivos Códigos
disposiciones sobre acto jurídico y no sobre negocio jurídico y, por ello. propuso que el
negocio jurídico fuera incorporado en la Reforma del Código Civil de 1936. También
Raúl Ferrera Costa, quien toma decidido partido por el negocio jurídico. Y, por último,
Juan Guillermo Lohmann, quien ha realizado un interesante y documentado estudio a
propósito del Libro dedicado al Acto Jurídico, en base al Proyecto de la Comisión de
Reforma publicado por la Pontificia Universidad Católica del Perú y del Proyecto
publicado por el Ministerio de Justicia. Habría que citar, también, a Ricardo La Hoz
Tirado, quien tiene publicada una monografía sobre Negocio Jurídico y Declaración de
Voluntad, pero sin plantear distingos entre negocio jurídico y acto jurídico y, más bien,
tratándolos como conceptos de igual contenido.

Lohmann, identificado con la doctrina europea en torno al negocio jurídico, sostiene al


tratar el concepto de negocio jurídico, lo define como la declaración o declaraciones de
voluntad de derecho privado que, por si, o en unión de otros hechos están encaminados
a la consecución de un fin práctico, licito y admitido por el ordenamiento jurídico, el
cual reconoce a tales declaraciones como el sustento para producir efectos prácticos
queridos y regular relaciones jurídicas de derecho subjetivo. Se trata, sostiene, de un
acto de voluntad libre y responsable que se exterioriza. De esta definición infiere que el
negocio es una especie del acto jurídico y también toma decidido partido por la doctrina
iniciada por los precursores y autores del Código Alemán (Vidal Ramírez, 2011, p. 36).

Como se puede apreciar, no se puede En el deslinde que se ha trazado no aparece una


diferencia sustancial de fondo, entre el acto y el negocio jurídicos. La idea fundamental
alrededor de la cual giran los conceptos es la de una declaración de voluntad destinada a
producir efectos jurídicos. Y, así. de un lado, la doctrina francesa y, de otro, la alemana,
y sus respectivas seguidoras, la primera, que equipara el acto jurídico y el negocio
jurídico y. la segunda que los distingue.

Respecto a la incorporación legislativa del acto jurídico en el Código Civil de 1936 y


posteriormente en el Código Civil de 1984, el doctor Vidal Ramírez (2011) indica que,
no se puede dejar de considerar que mientras nuestra codificación civil adopta el acto
jurídico, manteniendo su fidelidad a la concepción francesa, tanto en el Código del 36
como en el nuevo Código, la doctrina nacional parece enrumbarse hacia el negocio
jurídico, particularmente con el trabajo realizado por Lohmann, pese a que la Comisión
Encargada del Estudio y Revisión del Código Civil de 1936 mantuvo el acto jurídico y a
la plasmación de su normativa dedicó un Libro especial, y es a ese propósito que realiza
su estudio. Concluye Jorge Muñiz Ziches en que dentro del concepto de la Comisión
Reformadora (la del Codigo de 1852 la referencia al acto juridico implicaba la del
negocio jurídico y que quizás, por la influencia del Codigo Civil Brasilero, nuestro
codificador se quedó con el acto jurídico". Concluye también que en la mente del
Codificador del 36 estuvo presente el Código Civil Alemán y que el alcance que se
pretendió darle al concepto de acto jurídico lo confundía con el de negocio jurídico.

Fernando Vidal Ramírez muy acertadamente, indica según su análisis, que es León
Barandiarán quien hace la construcción teórica definitoria del acto jurídico para nuestro
Derecho Civil. Después de conceptuar el hecho jurídico y hacerlo entender, en su
sentido amplio, como toda causa capaz de generar un efecto de derecho y de formular el
cuadro general de su clasificación, concluye que el acto jurídico es el hecho jurídico,
voluntario, lícito, con declaración de voluntad y efectos queridos por el agente. Destaca
que la palabra "acto" es indicativa de una determinación de voluntad. El acto jurídico es,
pues, el hecho jurídico de carácter voluntario y licito, cuyo efecto es querido
directamente por el agente, y en el cual existe una declaración de voluntad; pero efecto
querido sólo capaz de devenir eficaz en virtud de lo dispuesto en la norma de Derecho
Objetivo. Asimismo, Vidal Ramírez, indica que advirtió León Barandiarán que en el
Derecho Alemán se distinguía el negocio jurídico del acto jurídico y que este es toda
decisión de voluntad con idoneidad para crear efectos jurídicos lícitos o no y que el
negocio respecta sólo al hecho jurídico, pero se adhiere al concepto del Código del 36
en cuanto al acto jurídico como hecho voluntario y lícito. Agrega que dentro de la
categoría del acto Juridico no sólo ha de comprenderse la relación que crea o extingue
un derecho, según la concepción de Savigny, sino también toda relación que además de
transmitirlo y modificarlo, lo conserva.

Con una posición bastante particular, Jorge Muñiz Ziches sostiene que la fuente que
inspiró el sistema del acto jurídico adoptado por el Codificador del 36 no es el sistema
del negocio jurídico de la doctrina alemana, ni aún el sistema del acto jurídico de la
doctrina francesa, sino el sistema del acto jurídico que desarrolló el Código Civil
Argentino de 1871, redactado por Dalmacio Vélez Sarsfield, particularmente el Art.
944, donde se definen los actos jurídicos “como los actos voluntarios lícitos, que tengan
por fin inmediato, establecer entre las personas relaciones jurídicas y crear, modificar,
transferir. conservar o aniquilar derechos". Manuel de la Puente sostiene esta misma
opinión y agrega que la construcción jurídica del Código Civil Argentino tiene una
notable y hasta sorprendente parecido con la Teoría General del Negocio Jurídico.

Planteada la reforma del Código Civil, Vidal Ramírez menciona que, León Barandiarán
que, en sus Comentarios, como ya se ha expuesto, advirtió sobre la distinción entre acto
jurídico y negocio jurídico, decidiéndose por el acto jurídico, ratifica su posición con la
ponencia presentada a la Comisión Encargada del Estudio y Revisión del Código Civil
de 1936. En igual sentido aportó también Jorge Vega García y de la misma manera,
Manuel de la Puente y Susana Zusman coautores de un Anteproyecto, quienes optan por
el acto jurídico, advirtiendo que "por razones de tradición jurídica", pero señalando que
ante la variedad de opiniones doctrinales respecto a la naturaleza y efectos del acto
jurídico consideran conveniente destacar que tanto la teoría general del negocio jurídico
como la del acto jurídico tratan de explicar lo mismo, o sea la actuación de la autonomía
de la voluntad, variando únicamente las expresiones utilizadas para aplicar dicho
principio.

Como apreciación de Fernando Vidal Ramírez, este resalta que, existe, pues, una
cuestión ya dilucidada. El Código Civil de 1936 no formuló definición del acto jurídico,
pero lo concibió como todo hecho voluntario y licito, con declaración de voluntad y
efectos queridos, según el esquema de León Barandiarán. El actual Código Civil no
presenta dudas en cuanto a que no acoge las disquisiciones en torno al negocio jurídico
y define el acto jurídico, en su Art. 140, como la manifestación de voluntad destinada a
crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas, con lo que confirma su ex
tracción conceptual de la obra de Vélez Sarsfield y se aproxima al concepto de negocio
jurídico, de manera tal que permite sostener que entre el acto jurídico, en la noción
incorporada a nuestra codificación civil, y el negocio jurídico, existe una evidente
relación de sinonimia conceptual.

Como se puede observar, existe una corriente doctrinaria que considera que negocio
jurídico y acto jurídico son conceptos que tienen una relación de sinonimia conceptual,
sin embargo, otros consideran que el negocio jurídico es una especie del acto jurídico.
Según los últimos trabajos realizados por la doctrina nacional se puede observar que
esta se inclina por la diferenciación del negocio jurídico y el acto jurídico, entendiendo
que el primero es especie del segundo. Es así que para poder comprender la diferencia
existente entre dichas nociones y poder denominarlas de la manera correcta,
describiremos las características de cada una de ellas para su mejor compresión y
distinción. Para tales efectos, consideraremos pertinentes las precisiones realizadas por
Pérez Caruajulca (2019), quien en su artículo de investigación indica lo siguiente:

Dentro de los Actos Jurídicos en general, como actos voluntarios de la vida


cotidiana relevantes para el Derecho, existen algunos actos que son Negocios
Jurídicos y otros que no lo son, a éstos últimos se les denomina “Actos Jurídicos
en Sentido Estricto”

La autonomía privada como elemento diferenciador entre un negocio jurídico y


un acto jurídico en sentido estricto. Actualmente, se considera que los actos a
través de los cuales los privados ejercemos nuestra Autonomía Privada no son
otra cosa que los Negocios Jurídicos. Los Negocios Jurídicos son entonces Actos
de Autonomía Privada en los cuales los privados tienen el poder de regular sus
propios intereses y de decidir cuáles serán las consecuencias jurídicas y prácticas
de la realización de dichos actos. En los Negocios Jurídicos los privados tienen
libertad(i) para decidir qué actos realizar (libertad de elección) y (ii) para
reglamentar el contenido y consecuencias de los mismos (libertad de
configuración). La razón: los intereses envueltos en los Negocios Jurídicos son
intereses esencialmente privados; o en otras palabras, intereses que
primordialmente les incumbe a los sujetos privados que participan en la
realización del acto.

En contraposición, en los actos jurídicos en sentido (AJSE) estricto no existe un


ejercicio de la Autonomía Privada (entendida en tales términos), ya que si bien
los sujetos que los efectúan son libres de decidir la realización o no del acto
(libertad de elección), no están habilitados para reglamentar su contenido, ni
mucho menos para modificar las consecuencias de los mismos (libertad de
configuración). Y ello es así porque los intereses envueltos en los AJSE no son
esencialmente privados, sino que cuentan principalmente con una transcendental
relevancia pública.
8. EJEMPLOS DE ACTO JURIDICO Y NEGOCIO JURIDICO

ACTO JURIDICO NEGOCIO JURIDICO

1. El Sr. García y la Sra. María desean 1.Inmobiliaria S.A. quiere tener la


hacer vida en común que sea reconocida propiedad de un inmueble para realizar sus
legalmente para lo cual celebran un negocios y el propietario de tal bien, el Sr.
“matrimonio”; Oropeza, desea venderlo; para tal fin
celebran un “contrato de compraventa”;

2. el Sr. García tiene un hijo 2.Una Sociedad Anonima quiere que


extramatrimonial al cual aún no ha uno de sus directores, el Sr. García,
reconocido, y desea efectuar su actué en nombre de la empresa y
reconocimiento como tal a través de un celebre el contrato de compraventa
“acto de reconocimiento de hijo” indicado con el Sr. Oropeza,
efectuándose un “otorgamiento de
poder” al Sr. García facultándolo para
tales efecto
 No hay duda de que en estos actos hay  Los que celebran tienen tanto libertad de
intereses privados de por medio, pero elección como de configuración, ya que
principalmente existen intereses públicos además de decidir qué actos satisfacen de
envueltos. mejor manera sus intereses y necesidades
prácticas
9. CONCLUSIÓN

Para llegar a determinar el acto jurídico tuvimos que entender y precisar la relación que
existe entre hecho y el acto jurídico una relación de género a especie, también porque
resulta fundamental saber cómo determinados acontecimientos o eventos (hechos) sean
naturales o humanos en algún momento irrelevantes para el derecho, súbitamente, por
alguna circunstancia, cobren relevancia jurídica, entren al mundo del derecho y
produzcan efectos jurídicos.

Conocer el hecho jurídico es importante porque forma parte de la teoría general del
derecho, área del derecho que no debe escapar al conocimiento de ningún operador
jurídico: llámese juez, abogado, árbitro, estudiante, incluso para un lego en derecho.

Entendemos por hecho jurídico a aquel evento o acontecimiento natural o humano que
“potencialmente” podrá producir efectos jurídicos siempre y cuando tal evento o
acontecimiento esté previsto legalmente o reciba una calificación jurídica que, primero,
lo dote de juridicidad para que luego pueda producir efectos jurídicos. De no estar
previstos legalmente o recibir calificación jurídica, estos eventos o acontecimientos
seguirán siendo intrascendentes para el derecho ergo no producirán efecto jurídico
alguno.

En la actualidad, “el hecho jurídico” comprende tanto al “acto jurídico en sentido


estricto” como al “negocio jurídico”. Y a su vez el acto jurídico contiene al negocio
jurídico.
Hechos jurídicos como la ocupación (hecho jurídico humano) o la accesión (hecho
jurídico natural) producen efectos jurídicos por su sola ocurrencia (naturalmente ello ya
se encuentra previsto normativamente) por tanto ambos son considerados actos jurídicos
en sentido estricto.

Concluimos con el concepto del Acto Jurídico, es una manifestación de voluntad que se
hace con la intención de producir consecuencias de derecho que son reconocidas por
ordenamiento jurídico y también el Acto Jurídico posee una declaración de voluntad
encaminada a producir consecuencias de derecho.

Referencias bibliográficas

 Vidal, F. (2011). El Acto Jurídico. Recuperado de:


https://revistas.ulima.edu.pe/index.php/Ius_et_Praxis/article/view/3285/3242

 Coca, S. (2020). Acto jurídico y negocio jurídico. Concepto, presupuestos y


elementos esenciales. Recuperado de: https://lpderecho.pe/hecho_juridico-
acto_juridico-concepto-presupuestos-elementos-esenciales/

 Pérez, M. (2019). «No es lo mismo decir acto jurídico que negocio jurídico». ¡Se
tenía que decir y se dijo! Recuperado de: https://lpderecho.pe/no-es-lo-mismo-
decir-acto-juridico-que-negocio-juridico-se-tenia-que-decir-y-se-dijo/

Bibliografía
 Código Cvil Comentado: Tomo I. Recuperado de
https://andrescusi.files.wordpress.com/2020/06/codigo-civil-comentado-tomo-
i.pdf

 Vidal, F. (2015). El Acto Jurídico. Lima, Perú: El Búho E.I.R.L

 Morales, H. (2011). Patologías y Remedios del Contrato.  Lima, Perú: Jurista


Editores.

 Recuperado de: https://dle.rae.es/voluntad

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