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Universidad Sergio Arboleda

María Paula Ospina Hidalgo


Estudios de Asia y África
RESEÑA

Titulo La nueva geopolítica asiática

Año 2006
Fernando Delage es graduado en Derecho de
Autor la Universidad de Sevilla, tiene una maestría en
Relaciones Internacionales en la Universidad de
Keio , y posee un Doctor en Ciencia Política. En
materia profesional es profesor de Relaciones
Internacionales en la Universidad Loyola Andalucía y
subdirector de Loyola Leadership School,
actualmente se desempeña como director de Casa
Asia.
Entre sus publicaciones destacan “La nueva
geopolítica asiática” (2006); “La República Popular
China y la reconfiguración del orden asiático” (2013);
‘India y el equilibrio de poder en Asia’ (2015).
Presentación de la obra reseñada Se evidencia el creciente auge del continente asiático
y como esto ha repercutido en el panorama no solo
regional sino internacional, teniendo como referentes
actores de gran bagaje histórico en la influencia y
relaciones globales como lo es Estados Unidos y de
–relativamente- nuevos actores regionales que vienen
pisando fuerte en la carrera de abrirse campo como
nuevas potencias emergentes.
Síntesis comentada del contenido de la En esta obra podemos vislumbrar como uno de los
lectura países que más ha destacado y ha demostrado que
puede hacer competencia al ya mencionado país
norteamericano es China, quien desempeña un papel
clave no solo en la región, sino a nivel global, dada su
creciente influencia y ascenso en el panorama
mundial. No obstante, el país asiático no tiene un
camino fácil de recorrer teniendo en cuenta la
multiplicidad de actores que en la región han
empezado a emerger, entre los cuales destacan Japón,
India y Corea quienes también tienen un papel
importante en este juego de pesos y contrapesos, al
final la importancia e influencia que recae en estos
actores está ligada a su importancia geopolítica
principalmente y en cómo esto repercute en materia
económica y comercial.

Delage expone un punto de quiebre: el año 2005; ya


que es en este año que empiezan a ser más evidentes
las intenciones del gigante asiático, quien a lo largo de
los años había ido demostrando su gran crecimiento
económico, su gran capacidad militar y su activismo
diplomático, estos factores lo fueron llevando a
imponerse como líder regional y potencia emergente
provocando incertidumbre no solo en la región sino en
uno de los países más poderosos del mundo, Estados
Unidos. Desde este momento empieza un cierto recelo
por parte de EE.UU al sentirse acechado por esta
nueva potencia emergente cuyo ascenso hace temblar
la supremacía que el país norteamericano llevaba
dominando por más de medio siglo, todo esto sumado
al propósito chino de instaurar un proceso panasiático
ha provocado la competencia entre estos dos países y
por ende resulta difícil el uso de instrumentos
bilaterales y multilaterales. Esto ha conllevado a que
cada uno de las dos potencias busque apoyo de otros
países de la región con el fin de seguir aumentando su
influencia.
Teniendo esta perspectiva es obvio que tanto Estados
Unidos como China buscan imponerse en el panorama
Crítica global y regional y no están dispuestos a ceder, ya que
mientras uno está buscando emerger, el otro está
haciendo todo lo posible por evitar que esto suceda y
no se configure un potencial competidor que provoque
nuevos e indeseables desafíos a los intereses
norteamericanos. Por estos motivos, EE.UU re
direcciona y amplía su red de influencia hacia países
como Japón que también buscan un ascenso en la
región, pero que no representan una amenaza a gran
escala como lo es China y de este modo aprovecharse
de sus diferencias históricas para crear cooperación
entre países con el fin de mantener su hegemonía bajo
argumentos con los cuales busca justificar su actuar
tales como buscar mantener no solo un equilibrio de
poder regional, sino también, garantizar protección
ya que los demás países están bajo recurrente amenaza
de un país –China- cada vez más militarizado y
peligroso, lo que pone en riesgo no solo la seguridad
de la región, sino la seguridad mundial y el orden
establecido que desde hace años ha venido
imponiendo Estados Unidos.

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