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Informe Juridico

Rosa Violeta Rojas Guanillo

Acto Juridico o Negocio Jurídico


Dentro de la doctrina moderna, por iniciativa de los autores alemanes y posteriormente
seguida por italianos y españoles han planteado el concepto del negocio juridico.
Dejando librado para el acto juridico, la idea de todo hecho voluntario que produce
efectos jurídicos

Por lo tanto, en este orden de ideas el negocio juridico se presenta como una especie
del acto juridico. Se le conceptúa como la declaración de voluntad orientada a
conseguir una finalidad práctica, licita y amparada por el ordenamiento legal, el que lo
reconoce como sustento suficiente para entablar y regular las relaciones jurídicas, que
obedece a una concepción especial acogida por el codigo civil alemán de 1900.

Por lo tanto, es necesario deslindar el ámbito conceptual del acto juridico y del negocio
juridico, pues ambos conceptos se presentan como respuesta a dos sistemas
aparentemente distintos. Ya que el primero se origina con el codigo civil francés 1804 y
el segundo como se ha indicado como el Código Alemán de 1900.

La determinación conceptual del acto jurídico conduce a considerar, previamente, el


concepto de hecho jurídico pues de él deriva el acto jurídico con la presencia
imprescindible de la voluntad, de la licitud y de la manifestación de voluntad. (Vidal
Ramírez, 2011, p. 31).

Como enseñó León Barandiarán, el acto jurídico, es una especie dentro del hecho
jurídico. Partiendo de esta afirmación es imprescindible, para la determinación
conceptual del acto jurídico, precisar primero lo que es el hecho jurídico, para luego,
como lo hizo el citado profesor, arribar al concepto de acto jurídico con los elementos
que lo integran (Ídem).

Nuestro Código Civil no se pronuncia sobre él, como sí lo hacen otros Pero es


necesario su estudio, porque determina la juridicidad de los actos o procederes
humanos y de ciertos vínculos que se denominan relaciones jurídicas. De aquí que el
hecho jurídico haya sido motivo de estudios entre los tratadistas y en la cátedra
universitaria sea forzosa introducción al estudio del acto jurídico, de las obligaciones y
de los contratos. Y no solamente por eso, sino porque también tiene importancia
dedicar unas líneas a la manera sobre cómo los hechos se integran al
derecho. (Lohmann Luca de Tena, 1994, p. 12)
En consecuencia, la clasificación de los hechos jurídicos es un presupuesto necesario
para estudiar otras instituciones del derecho civil. El derecho civil no sólo está
constituido por el Código Civil y por los principios sistemáticamente organizados en las
normas jurídicas, sino que es también el resultado de las construcciones conceptuales.
Estas construcciones cumplen una función cognoscitiva ya que informan a los
operadores jurídicos sobre el significado de las normas jurídicas. También cumple una
función argumentativa porque aclaran, integran y desarrollan un discurso claro y
coherente para su aplicación práctica. En este sentido, la actividad de la construcción
de conceptos se identifica con la del legislador y la del administrador de justicia porque
todos realizan una actividad teórica para aplicarla a una experiencia concreta (Morales
Hervias, 2011, pp. 16-17).

Como se puede apreciar, antes de comenzar a estudiar al acto jurídico,


ineludiblemente, debemos pronunciarnos sobre la institución que la comprende, esto
es, al hecho jurídico. Y esto no sólo porque exista entre el hecho jurídico y el acto
jurídico una relación de género a especie sino también porque resulta fundamental
saber cómo determinados acontecimientos o eventos (hechos) sean naturales o
humanos en algún momento irrelevantes para el derecho, súbitamente, por alguna
circunstancia, cobren relevancia jurídica, entren al mundo del derecho y produzcan
efectos jurídicos. Por último, conocer el hecho jurídico es importante porque forma
parte de la teoría general del derecho, área del saber jurídico que no debe escapar al
conocimiento de ningún operador jurídico: llámese juez, abogado, árbitro, estudiante.

 EL HECHO JURIDICO

En cuanto al ser humano, a lo largo de su vida y como ser ontológicamente libre, que
realiza una serie de acciones de diversa índole y como consecuencia , dicha acciones
tiene efectos jurídicos y otras no : La respuesta que se da es que entre acción y
reacción hay un nexo causal. que es el ordenamiento jurídico. Sin dicho nexo no
habría consecuencia relevante para el ordenamiento jurídico. Autorizada doctrina
italiana afirma que “por hechos jurídicos se entienden aquellos acontecimientos o
aquellas situaciones (o estados) que produzcan una modificación de la realidad
jurídica, o sea un efecto jurídico y que por eso son jurídicamente relevantes. Los
hechos jurídicos son los antecedentes necesarios (aunque no siempre
suficientes) para que se produzca un efecto cualquiera que sea, en el mundo jurídico:
sin hechos jurídicos (relevantes), el ordenamiento jurídico permanece inerte y no
nacen efectos jurídicos” (Espinoza Espinoza, 2008, p. 27).
 En el mismo sentido, otra doctrina brasileña señala que el derecho se origina de
un hecho, como la paremia reza: ex facto ius oritur. El hecho es el elemento
generador de la relación jurídica incluso cuando se presente de forma tan
simple que apenas se perciba, incluso cuando ocurra dentro de un ciclo
rutinario de eventualidades cotidianas del cual todos participen sin darse
cuenta. La ley comúnmente define una posibilidad, un llegar a ser, que se
transformará en derecho subjetivo mediante la ocurrencia de un
acontecimiento que convierte la potencialidad de un interés en derecho
individual (Da Silva Pereira, 2011, p. 381).

Entonces, la característica de los hechos jurídicos es que ellos están previamente


regulados en una norma jurídica como hechos jurídicos hipotéticos. Eventualmente los
hechos jurídicos producirán efectos jurídicos, pero no todos tienen esa capacidad de
eficacia jurídica. Para entender mejor la naturaleza de los hechos jurídicos es
significativo mencionar el modo en el que un hecho se convierte en jurídico. En otras
palabras, la juridicidad de un hecho hace que un hecho sea jurídico. Un hecho sin
juridicidad no será un hecho jurídico (Ibidem, pp. 28-29).

En otros términos, el hecho es jurídico en la medida en que produzca consecuencias


jurídicas y sea calificado por el derecho. No existe el hecho jurídico per se sino en
cuanto merece esta calificación. Así, por ejemplo, un deslizamiento de tierras no es un
hecho jurídico sino en cuanto afecte el derecho de propiedad de alguien o cause la
muerte de una persona. Son las consecuencias, pues, las que determinan el carácter
jurídico del hecho y por eso puede hablarse de una causalidad jurídica en cuanto que,
para que se produzca el efecto jurídico, es necesario que exista un nexo entre el
hecho y el efecto mismo. El hecho jurídico, para sintetizar, es la causa de efectos
jurídicos y por esta relación de causalidad puede resultar más apropiada la
denominación “jurígenos” que la de hechos jurídicos. (Vidal Ramírez, 2011, p. 32).

Así, pues, los hechos se integran al derecho en virtud de una calificación que consiste
precisamente en estudiar la subsunción de los hechos dentro de los términos de la ley
o un negocio. Sólo después de calificados merecerán ser considerados como jurídicos
(Lohmann Luca de Tena, 1994, p. 17).

Esbozadas las opiniones de diversos doctrinarios calificados sobre el tema, podemos


ensayar una definición de hecho jurídico. Así, entendemos por hecho jurídico a aquel
evento o acontecimiento natural o humano que “potencialmente” podrá producir
efectos jurídicos siempre y cuando tal evento o acontecimiento esté previsto
legalmente o reciba una calificación jurídica que, primero, lo dote de juridicidad para
que luego pueda producir efectos jurídicos. De no estar previstos legalmente o recibir
calificación jurídica, estos eventos o acontecimientos seguirán siendo intrascendentes
para el derecho ergo no producirán efecto jurídico alguno.

 ¿Acto jurídico (en sentido estricto) o negocio jurídico?

El acto jurídico es la realización material del poder de la voluntad sobre el derecho. Se


presenta en todas las áreas del derecho: en el derecho civil a través del contrato, en el
derecho público a través del voto de una ley, en el derecho internacional a través de
los tratados bilaterales o multilaterales. En filosofía política, el acto jurídico ha jugado
igualmente un rol predominante, particularmente, con los filósofos del contrato social,
para quienes el Estado y el Poder Legislativo tienen su fuente en el acto jurídico que
obliga a los ciudadanos (voluntad general) (Moore, 1999, p. 281).

En el derecho civil, el acto jurídico, opuesto al hecho jurídico, constituye el binomio de


las fuentes de los derechos subjetivos. Esta clasificación es conocida como
una summa división. A pesar de eso, ella constituye una construcción artificial lógica y
no necesariamente podrá imponerse (Ídem).

Dentro del universo de los hechos jurídicos existe la categoría de los hechos jurídicos
voluntarios llamados actos jurídicos que se caracterizan por estar conformados por
una o más manifestaciones o declaraciones de voluntad emitidas con el propósito de
alcanzar un resultado práctico, que en cuanto tutelado por el ordenamiento jurídico, se
convierte en un resultado jurídico. Estos actos jurídicos (llamados en otros sistemas
doctrinarios y legales negocios jurídicos) constituyen sin lugar a dudas la especie más
importante de hechos jurídicos voluntarios, por cuanto a través de ellos los particulares
tienen la posibilidad de satisfacer sus múltiples y variadas necesidades en su vida de
relación con otros sujetos de derecho, razón por la cual la doctrina les ha prestado
mucha atención, y en muchos sistemas jurídicos como es el caso del Código Civil
peruano que le ha dedicado un libro especial para su regulación (Taboada Córdova,
2002, pp. 21-22).

Para Enneccerus, el acto jurídico viene a significar “la realización querida o al menos
previsible de un resultado exterior” Y añade: “los actos, o bien carecen de importancia
jurídica (…) o bien producen, conforme a las disposiciones del ordenamiento jurídico,
un efecto jurídico. A estos últimos los llamamos jurídicamente eficaces o simplemente
actos jurídicos”. Para el autor alemán, nos parece entender, basta el simple resultado,
las consecuencias externas, sean deseadas o no, con efectos ante la ley (Lohmann
Luca de Tena, 1994, p. 35).

Es notoria la importancia de que se estipule que el resultado deba ser exterior. De no


ser así estaríamos ante un acto sin importancia, sin trascendencia, y cuyas
repercusiones quedarían limitadas al agente. Decimos sin trascendencia para el
Derecho porque él regula las manifestaciones que afecten a terceros o a la sociedad
en general. Así, por ejemplo, no sería acto jurídico aquella declaración que se
formalice como promesa de venta y que emita en la soledad del desierto (Ibídem, pp.
35-36).

En la delimitación conceptual que traza la doctrina nacional tradicional, el acto jurídico


es el hecho jurídico, voluntario, lícito, con manifestación de voluntad y efectos
jurídicos. Así se ha afirmado que el acto jurídico: “es una especie dentro del hecho
jurídico, pues aquel descarta la involuntariedad y la ilicitud. Lo primero es indudable.
La palabra misma “acto” indica una determinación de voluntad. Más algunos son de la
opinión que el término acto jurídico debe comprender el hecho voluntario, tanto el lícito
como el ilícito (Enneccerus). Este parecer es inaplicable dentro de la sistemática de
nuestro Código Civil, que asigna el carácter de licitud al acto jurídico” (Espinoza
Espinoza, 2008, p. 23).

Como hemos podido apreciar, el acto jurídico, como especie del hecho jurídico, no es
una institución privativa del derecho civil (contratos) sino que también la encontramos
presente en otras áreas del derecho como el derecho público (voto de una ley),
derecho internacional (tratados bilaterales y multilaterales), entre otras. Hasta aquí no
habría ningún problema, sin embargo, a lo largo de las décadas, diversos doctrinarios
nacionales han planteado que la figura regulada en nuestro artículo 140 no es la
del Acto Jurídico sino que en realidad se trata de otra figura distinta, la del Negocio
Jurídico.

Si se trataran de dos términos distintos, ¿se podrían celebrar negocios jurídicos en el


Derecho Público e Internacional? En el comentario realizado por el profesor Taboada
Córdova al 140, él considera que la figura denominada “acto jurídico” en nuestro
ordenamiento nacional es llamada “negocio jurídico” en otros.
Para un sector minoritario de la doctrina nacional resulta imprescindible trazar un
paralelo con el concepto de negocio jurídico, puesto que ambos, para nuestro sistema
de derecho privado, llegan a tener una relación de sinonimia conceptual. De este
modo nuestro sistema de derecho privado, al igual que el de los países en los que la
codificación civil mantiene el nomen juris de acto jurídico y no ha adoptado el de
negocio jurídico, se afilia a la posición unitarista del concepto (Vidal Ramírez, 2011, p.
41).

La ocupación –se dice– no es negocio jurídico, sino acto jurídico en sentido estricto;
conducta humana que produce, por sí propia, consecuencias de orden legal –
adquisición de la propiedad–, de manera distinta de cuanto ocurre, por ejemplo, en un
contrato de compraventa, donde se opera una transferencia, concertada y autor
reglamentada por las partes del contrato. La adquisición de la propiedad del
incremento de tierra generado por un aluvión –afirma, igualmente– no tendrán su
origen en un hecho humano, en un “acto”, sino en un factor de la naturaleza, en un
“hecho” jurídico propiamente dicho. (León Hilario, 2004, pp. 2-3).

5. Conclusiones

Antes de comenzar a estudiar al acto jurídico, ineludiblemente, resultaba


imprescindible pronunciarse sobre la institución que la comprende, esto es, al hecho
jurídico. Y esto no sólo porque exista entre el hecho jurídico y el acto jurídico una
relación de género a especie sino también porque resulta fundamental saber cómo
determinados acontecimientos o eventos (hechos) sean naturales o humanos en algún
momento irrelevantes para el derecho, súbitamente, por alguna circunstancia, cobren
relevancia jurídica, entren al mundo del derecho y produzcan efectos jurídicos.

Conocer el hecho jurídico es importante porque forma parte de la teoría general del
derecho, área del derecho que no debe escapar al conocimiento de ningún operador
jurídico: llámese juez, abogado, árbitro, estudiante, incluso para un lego en derecho.

Entendemos por hecho jurídico a aquel evento o acontecimiento natural o humano que
“potencialmente” podrá producir efectos jurídicos siempre y cuando tal evento o
acontecimiento esté previsto legalmente o reciba una calificación jurídica que, primero,
lo dote de juridicidad para que luego pueda producir efectos jurídicos. De no estar
previstos legalmente o recibir calificación jurídica, estos eventos o acontecimientos
seguirán siendo intrascendentes para el derecho ergo no producirán efecto jurídico
alguno.

El acto jurídico, como especie del hecho jurídico, no es una institución privativa del
derecho civil (contratos) sino que también la encontramos presente en otras áreas del
derecho como el derecho público (voto de una ley), derecho internacional (tratados
bilaterales y multilaterales), entre otras.

Bibliografía

 CASTILLO FREYRE, Mario (2020). Tentaciones Académicas 2: Análisis


del Anteproyecto de Reforma del Código Civil Peruano, entre el Derecho
Civil y el Arbitraje, cuarta parte. Lima: Estudio Mario Castillo Freyre.

 CASTILLO FREYRE, Mario y SABROSO MINAYA, Rita (2008). “La


Teoría de los Actos Propios y la Nulidad ¿Regla o Principio de
Derecho?”. Lima: Estudio Mario Castillo Freyre, pp. 1-18. Disponible
en aquí.

 MOORE, Benoît (1999). “De l’acte et du fait juridique ou d’un critère de


distinction incertain”. En: Revue Juridique Themis, 31-2, Montreal:
Université de Montréal, Faculté de Droit, pp. 277-313.

 BRASIL, Patricia Cristina y HETTWER MASSMANN, Débora Raquel


(2017). “A Mulher, o Direito e os Fatos Jurídicos” En: Interfaces
Científicas – Humanas e Sociais. Aracaju: Edunit, v. 6, n.2, octubre, pp.
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 ESPINOZA ESPINOZA, Juan (2008). Acto Jurídico Negocial. Análisis


Doctrinario, Legislativo y Jurisprudencial. Lima: Gaceta Jurídica.

 LEON HILARIO, Leysser (2004). “Los Actos Jurídicos en sentido


estricto: Sus bases históricas y dogmáticas”. En: Negocio Jurídico y
Responsabilidad Civil. Estudios en memoria del profesor Lizardo
Taboada Córdova, coordinado por Freddy ESCOBAR ROZAS, Freddy;

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