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Sentencia nº 62 de Tribunal Supremo de


Justicia - Sala Plena de 22 de Septiembre
de 2016
Fecha de Resolución 22 de Septiembre de 2016

Emisor Sala Plena

Ponente Indira Maira Alfonzo Izaguirre

Procedimiento Conflicto de Competencia

EN SALA PLENA
Magistrado Ponente: INDIRA M. ALFONZO IZAGUIRRE
Expediente N° AA10-L-2013-000058

Mediante oficio N° 123 de fecha 22 de febrero de 2013, el Juzgado Primero de


Primera Instancia Agraria de la Circunscripción Judicial del estado Táchira, remitió
el expediente signado bajo el N° 8955-2013 (nomenclatura de ese Juzgado)
contentivo de denuncia por “invasión” del Fundo Torondoy, ubicado en el sector El
Jordán, municipio F.F.d.e.T., interpuesta por la ciudadana E.M.P.D.C., titular de la
cédula de identidad N° V- 1.554.0046 y DENIXA CASANOVA, titular de la cédula
de identidad N° 11.107.489, contra los ciudadanos J.N., indocumentado, A.T.P.N.,
titular de la cédula de identidad N° 15.978.632, P.A.A.N., titular de la cédula de
identidad N° 9.246.266, P.B.A.M., titular de la cédula de identidad N° 18.375.319,
F.N.V.G., titular de la cédula de identidad N° 18.792.815, J.R.R., titular de la
cédula de identidad N° 6.744.716, D.S.D., titular de la cédula de identidad N°
18.792.815, M.L., titular de la cédula de identidad N°14.348.128, M.A.F.L., titular
de la cédula de identidad N° 17.369.487, B.M.V.P., titular de la cédula de identidad
N° 19.548.119, I.F.A., titular de la cédula de identidad N° 22.643.188, MELQUIS
E.A.M., titular de la cédula de identidad N° 18.375.320, E.E.A.M., titular de la
cédula de identidad N° 18.375.319, J.Y.G.R., titular de la cédula de identidad N°
22.794.009, A.F.L., titular de la cédula de identidad N° 15.567.966, J.A.N., titular
de la cédula de identidad N° 15.978.632, D.N.E., (indocumentado), L.L.B., titular
de la cédula de identidad N° 22.641.171, J.B.A., titular de la cédula de identidad
N° 11.108.350, R.S. (indocumentada), E.Z.R., titular de la cédula de identidad N°
20.898.738, BELLAMIR MATEUS DE ANGARITA, titular de la cédula de identidad
N° 22.794.274 y P.A.A.M., titular de la cédula de identidad N° 18.375.319.

La remisión se efectuó a los fines de resolver el conflicto de no conocer planteado


y decidir la regulación de competencia solicitada de oficio por el Juzgado Primero
de Primera Instancia Agrario de la Circunscripción Judicial del estado Táchira, en
decisión de fecha 19 de febrero de 2013.

El 26 de marzo de 2013, se dio cuenta en Sala y se designó ponente al


Magistrado Oscar Jesús León Uzcátegui, de conformidad con lo establecido en
el artículo 99 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

En fecha 1° de octubre de 2014, se reconstituyó la Sala Plena en virtud de la


incorporación de la Magistrada Indira M. Alfonzo Izaguirre, por motivo de la falta
absoluta del Magistrado Oscar Jesús León Uzcátegui.

Por auto del 18 de noviembre de 2014, se reasignó la ponencia a la Magistrada


Indira M. Alfonzo Izaguirre, con el fin de resolver lo conducente.

En reunión del 29 de diciembre de 2014, se reconstituyó nuevamente la Sala


Plena con motivo de la incorporación de las Magistradas y Magistrados de cada
una de las salas de este M.T., designados por la Asamblea Nacional de la
República Bolivariana de Venezuela, en Sesión celebrada el 28 de diciembre de
2014 (Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 6.165
Extraordinario del 28/12/2014).

En fecha 11 de febrero de 2015, los Magistrados y Magistradas que integran la


Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia eligieron a los miembros de la Junta
Directiva de este M.T..

Analizadas las actas procesales, esta Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia
dicta sentencia, previas las consideraciones siguientes:

II

ANTECEDENTES
En fecha 23 de noviembre de 2009, las ciudadanas E.D.C., y DENIXA
CASANOVA, supra identificadas, acuden ante la oficina del Área 4 de Naranjales
del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, para formular denuncia
mediante la cual manifiestan que el Fundo Torondoy, ubicado en la Aldea El
Jordán del municipio F.F.d.e.T., de su propiedad, “ha sido visitada sin
autorización” y que ha sufrido “daños irreversibles”, lo cual enfatizan en los
siguientes términos:

El problema radica en que en sucesivas oportunidades (…) nos hemos dado


cuenta que personas ajenas a la misma ingresan sin permiso realizando actos
ilícitos, perjudicando no sólo nuestra propiedad con la desaparición de artículos,
artefactos, materiales de construcción, bombonas de gas, 25 reses, así como
daños irreversibles al medio ambiente con la tala indiscriminada de árboles que
afectan las nacientes de agua que allí se encuentran.

Además de esto es preciso acotar que para el día 15 de noviembre del presente
año, acudimos a nuestra propiedad para realizar el respectivo mantenimiento,
encontrandonos con insultos y amenazas con la “Ley del Monte”, por parte del
señor J.V. y la Sra. M.L., los cuales son encargados de la finca “Rancho M”
propiedad del Sr. les hicimos la pregunta de quién había ingresado a nuestra
propiedad, ya que es la única entrada a nuestra finca, lugar por el cual entra y sale
cualquier cosa de nuestra propiedad.
A raíz de todos estos problemas y a fín de evitar futuras represarias por parte de
esta gente (…) nos vemos en la necesidad de acudir ante este organismo para sí
salvar nuestra responsabilidad con estos actos ilícitos que se están cometiendo
con la ayuda del Sr. P.A., encargado de la finca “Villa Concha” Propiedad de la
G.G., cual tiene linderos con nuestra finca, los cuales se encuentran en el sitio
donde se está haciendo la tala de los árboles (sic).

En fecha 25 de noviembre de 2009, las ciudadanas mencionadas formulan


denuncia en los mismos términos que la precedente, ante la comandancia del
puesto de la Guardia Nacional La Morita, ubicado en el municipio F.F.d.e.T..

En fecha 29 de octubre de 2009, mediante Acta de Defunción N° 1162 se deja


constancia sobre el fallecimiento del ciudadano M.C.G., titular de la cédula de
identidad N° 194.542, quien fuera esposo de la ciudadana E.P.d.C., parte
accionante.

En fecha 3 de diciembre de 2009, la ciudadana G.C.S., en su carácter de Fiscal


Auxiliar Cuarta del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del estado
Táchira, mediante oficio N° 3726-09, ordena al Destacamento de Fronteras N° 12
del Comando Regional N° 1 de San Cristóbal, estado Táchira, el inicio de la
investigación penal bajo el alfanumérico 20-F4-1341-09, por la presunta comisión
de un hecho punible, en los delitos de hurto calificado, hurto de ganado e ilícitos
ambientales, donde figuran como víctimas las ciudadanas E.M.P.d.C. y Denixa
Casanova.

El 1° de febrero de 2010, la ciudadana E.M.P.d.C. interpuso escrito ante la Fiscalía


Cuarta del Ministerio Público, mediante el cual denuncia que la finca de su
propiedad sigue siendo presuntamente objeto de invasión, en los siguientes
términos:

me dirijo a usted muy respetuosamente para solicitar formalmente se tome en


cuenta mi caso (…) La causa 20F-4-1341-09 (…) estos hechos fueron
comisionados por el Teniente J.E.O., que conoce bien la situación, pero no le
dieron la solución de sacar los invasores objetando no tener la orden fiscal. Él y su
comando hablaron con los invasores el día Miércoles 25/11/09 que son: el
encargado de la finca “Rancho M” J.V. y su mujer M.L. y la familia de ellos, el
dueño de dicha finca el Sr. G.J.R.. El de la finca “Villa Concha” el ciudadano
P.A.A., P.A. (padre), hermanos y demás familia el que tenia la madera aserrada y
tenían tres (3) ranchos armados la dueña de dicha finca la Sra., G.G..

El Viernes 27/11/09 volvimos a la finca con el mi mismo teniente y su comando,


encontramos la casa principal de habitación familiar con la puerta destrozada y
robo de todas ropas, sabanas y objetos de cocinas, ventiladores, TV, etc. Un
zaqueo por las mismas personas que acabo de mencionar y se agregó a la
ciudadana L.L. y su familia, dueña de la bodega de la “Y” Quebrada Grande, me
informaron que esperaban la orden de su despacho para ejecutar el desalojo de
estas personas de mi finca, todo el mes de Diciembre y Enero he estado
insistiendo tanto con el Ministerio de Ambiente, Guardia Nacional y su despacho y
nada. No pudimos volver a la finca ya que los señores invasores nos amenazaron
de muerte

(…)

El hecho es que esas personas han tomado posesión de mi vivienda y la


destinada a los obreros con todos sus familiares incluyendo menores de edad, la
Sra. Encargada de la finca “Rancho M” está viviendo en mi casa con todos los
muebles

(…)

El sábado 26/09/09 que fui con los contratistas solo encontré 18 reses (…) el
15/11/09 fuimos encontrándome con el robo de la bombona de gas

(…)

El 22/11/09 fui con mis hijos a buscar las yeguas y se encontró con la tala y la
madera aserrada y también se encontró al sr P.A. su padre y familia infraganti
aserrando la madera, por este hecho también recibimos amenazas. (sic).
En fecha 22 de febrero de 2010, la mencionada víctima solicitó al Instituto
Nacional de Tierras, la declaratoria de garantía de permanencia respecto al lote de
terreno denominado Fundo Torondoy.

El 5 de marzo de 2010, la Fiscalía Cuarta del estado Táchira realizó el acto de


imputación contra los ciudadanos J.N., indocumentado y de A.T.P.N., titular de la
cédula de identidad N° 15.978.632, acto mediante el cual el Ministerio Público
precalificó el hecho en el que podrían estar incursos los sujetos antes
mencionados, como autores del delito de Invasión, sancionado en el artículo 471-
A del Código Penal, de conformidad con las resultas obtenidas en la investigación.

En fecha 10 de mayo de 2010, el Tribunal de Primera Instancia en Función de


Control N° 6 del Circuito Judicial Penal del estado Táchira autorizó orden de
allanamiento requerida por el Ministerio Público, relacionada con el caso en
análisis.

En fecha 23 de julio de 2010, el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente


mediante oficio N° 1161 remitió al Instituto Nacional de Tierras el informe sobre la
inspección ocular practicada en las adyacencias del Fundo Torondoy,
relacionadas con el procedimiento de solicitud de declaratoria de garantía de
permanencia.

El 17 de febrero de 2011, el Tribunal Primero de Primera Instancia en Funciones


de Control del Circuito Judicial Penal del estado Táchira realizó Audiencia Especial
de imposición de medida de coerción personal requerida por la representación
fiscal, contra los ciudadanos E.E.A.M., I.F.A., P.A.A.M., Melquis E.A.M., P.B.A.M.,
F.N.V.G., D.S.D., J.R.R., M.L., M.Á.F.L., A.T.P.N., J.A.N., D.N., R.S., B.M.V.P.,
J.Y.G.R. y A.F.L., la cual fue declarada sin lugar, ordenando al despacho fiscal
realizar el acto de imputación a fin de dar cumplimiento a lo que establece
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Entre los días 16, 17, 18, 19 de mayo y el 2 de junio de 2011, el Fiscal Auxiliar
Cuarto del Ministerio Público procedió a realizar el acto de imputación a los
ciudadanos mencionados en autos, por la presunta comisión del delito de
Invasión, previsto y sancionado en el artículo 471-A del Código Penal. En dichos
actos los ciudadanos P.A.A.N., P.B.A.M., M.Á.F.L., B.M.V.P., Melquis E.A.M.,
E.E.A.M., J.Y.G.R., A.F.L., A.T.N., J.A.N.E., L.L.B., J.B.A. manifestaron que ya no
se encontraban pernoctando en el Fundo Torondoy, razón por la cual sus
respectivas defensas solicitaron el sobreseimiento de la causa.

Con respeto a los ciudadanos J.R.R., F.N.V.G., D.S.D., M.L., I.F.A. y D.N.E.,
manifestaron acogerse al precepto constitucional.

El 14 de junio de 2011, mediante oficio 20F4-1631-11, la representación fiscal


solicita al comandante del punto de control de la Guardia Nacional “La Morita”, el
traslado al Fundo Torondoy con el objeto de realizar un censo de las personas que
ocupan las tierras y a su vez realizar inspección técnica y fijación fotográfica de
dicho inmueble, lo cual se llevó a cabo el 16 de junio de 2011, dejando constancia
de las personas que aún permanecen en el inmueble, junto a sus respectivas
familias.

El 4 de octubre de 2011, el Defensor Público W.E.M.C., actuando en


representación del imputado I.F.A., consigna ante la Fiscalía del Ministerio
Público, “Constancia de Tramitación de Título de Adjudicación”, emitida por el
Instituto Nacional de Tierras, correspondiente al lote de terreno denominado
Fundo Torondoy, en la cual se indica que le será asignado a una cooperativa
denominada “Asentamiento campesino socialista Simón Bolívar”, de la cual forma
parte su defendido.

El 21 de octubre de 2011, la Fiscal Cuarta del Ministerio Público del estado


Táchira, A.T.M., mediante oficios Nros. 20-F4-2843 y 20-F4-2844-11, solicita
información a la ciudadana Mariheugenia Zitela Cárdenas, Coordinadora General
de la Oficina Regional de Tierra del estado Táchira, sobre el estatus de la solicitud
requerida por la ciudadana E.M.P.d.C. (solicitud de adjudicación de tierras) y por
otro lado, si el ciudadano I.F.A. ha tramitado la adjudicación del lote de terreno,
ambas solicitudes relacionadas con el Fundo Torondoy.
El 27 de octubre de 2011, el defensor del ciudadano A.P.N., consignó ante el
Ministerio Público “Constancia de Tramitación de adjudicación de lote de terreno”
expedida por la Oficina Regional de Tierras.

El 1° de noviembre de 2011, la Coordinadora General de la Oficina Regional de


Tierras del estado Táchira, mediante oficio N° 11/0625 notificó a la representación
fiscal, el estado del procedimiento administrativo vinculado con el Fundo
Torondoy, en el cual señala que existe, por un lado, un “procedimiento de
denuncia de tierra ociosa”, tramitado en el expediente administrativo distinguido
con el alfanumérico 20-200702-DTO-2010/00039, el cual fue solicitado por los
interesados en el terreno, pero por otro lado, también existe un “procedimiento de
declaratoria de garantía de permanencia”, bajo el expediente N° 20-20-RDGP-10-
4950, solicitado por la ciudadana E.M.P.d.C., actuando en representación de la
“Sucesión M.C. Gelvis”, por tal razón, la Oficina Regional de Tierras a fin de evitar
decisiones contradictorias, acumuló ambos procedimientos en un solo expediente.

En fecha 20 de abril de 2012, los ciudadanos R.B. y H.R., Fiscal Sexagésimo y


Fiscal Auxiliar Sexagésimo del Ministerio Público a Nivel Nacional con
competencia Plena, respectivamente, y A.T., Fiscal Cuarto del Ministerio Público
en la Circunscripción Judicial del estado Táchira, en los actos conclusivos
solicitaron ante el Tribunal Primero de Primera Instancia en Funciones de Control
del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del estado Táchira, el
sobreseimiento de la causa de conformidad con lo establecido en los
artículos 318.2 y 320 del Código Orgánico Procesal Penal (2009), por considerar
que los hechos imputados a los ciudadanos de autos no son típicos, en los
siguientes términos:

Ahora bien ciudadano Juez, si bien es cierto que se encuentra evidenciado que
actualmente los ciudadanos A.P., B.V., D.S., F.V., I.L., M.L. y M.F., y sus
respectivos grupos familiares se encuentran ocupando los predios del Fundo
Torondoy (…), no es menos cierto que actualmente cursan por ante el Instituto
nacional de Tierras, Región Táchira, los expedientes administrativos nros 20-20-
RDGP-10-4950 y 20-20-200702-dto-2010-0039 relacionados con el mencionado
Fundo. En este sentido se observa que el primero de los expedientes es
relacionado con denuncia de declaratoria de Tierra Ociosa interpuesta por los
ciudadano A.T.P., M.A.F.L., P.A.A.M. y MELQUIS ESL ANGARITA MATEUS Y el
segundo de los expedientes relacionados con la solicitud de DECLARATORIA DE
PERMANENCIA intentada por la ciudadana E.M.P. viuda de CASANOVA, es decir
resulta más que evidente que se encuentra en discusión la actividad agraria sobre
dicho Fundo

(…)

En el caso que nos ocupa se encuentra actualmente en discusión la legitimidad en


la ocupación, por lo que adolece en consecuencia de uno de los elementos del
tipo penal de Invasión, toda vez que las tierras que forman parte del FUNDO
TORONDOY, corresponden al asentamiento campesino Baldío F.F., Sector
Quebrada Grande, Parroquia A.A.M.F.F.d.E.T., los cuales se encuentran en
reclamación o conflicto entre particulares devenido de la actividad agraria, de un
lado la ciudadana E.M.P. viuda de CASANOVA, reclamando un derecho de
permanencia y de otro lado los ciudadanos que ocupan realmente el Fundo,
quienes dicen pertenecer al colectivo TORONDOY, quienes denunciaron el
Instituto Nacional de Tierras y como ociosas las tierras que conforman dicho
fundo, como consecuencia de lo cual se aperturaron los procedimientos
correspondientes, encontrándose ambos acumulados, realizándose sendas
inspecciones por parte de Ingenieros del referido organismo cuyos resultados
fueron vaciados en los informes correspondientes, es decir actualmente se
encuentra en reclamación la tenencia y provecho de las mencionadas tierras,
debiendo en consecuencia y en apego a lo ordenado por el m.T. de la República,
aplicarse el procedimiento ordinario agrario establecido en el Capítulo VI de la Ley
de Tierras y Desarrollo Agrario.

Ahora bien, la ciudadana M.P. viuda de CASANOVA, en varias oportunidades y


mediante escrito ha solicitado igualmente la desocupación de las personas que
actualmente se encuentran en la casa fomentada en los predios del Fundo,
alegando ser la propietaria, presentando efectivamente el documento debidamente
protocolizado, sin embargo en apego e interpretación de la mencionada sentencia,
se concluye, que una vez resuelto el conflicto por la tenencia de la tierra objeto del
proceso, por el tribunal agrario, al cual le competa el conocimiento de la presente
causa, es cuando se determinará si la ocupación se produjo sobre un inmueble
ajeno al predio ocupado por los ciudadanos A.P., B.V., D.S., F.V., I.F., M.L. y M.F..

Con fundamento a lo explanado anteriormente, estas Dependencias Fiscales


consideran procedente SOLICITAR SE DECRETE EL SOBRESEIMIENTO DE LA
PRESENTE CAUSA, de conformidad con el ordinal 2° primer supuesto del artículo
318 del Código Orgánico Procesal Penal, por considerar que los hechos no son
típicos.

Por cuanto, la ciudadana M.P. viuda de CASANOVA, en su escrito de denuncia


refiere hurto de ganado de su propiedad, así como enseres del hogar, solicito
copia fotostática certificada en cuanto a esos hechos en específico (sic).
(Destacado del original).

En fecha 24 de abril de 2012, funcionarios adscritos al Instituto Nacional de Tierras


realizaron inspección ocular en el Fundo Torondoy, con la finalidad de verificar
“(…) la situación actual del predio (…) llevando a cabo todos los trámites y
procedimientos que constata la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, en la
aplicación del procedimiento de ‘Tierras Ociosas’ en función de dar respuesta a las
solicitudes (…)” (sic).

En fecha 12 de septiembre de 2012, el Tribunal Primero de Primera Instancia en


Funciones de Control del estado Táchira, declaró el sobreseimiento de la causa y
declinó la competencia en el Tribunal Agrario.

En fecha 19 de febrero de 2013, el Juzgado Primero de Primera Instancia Agrario


de la Circunscripción Judicial del estado Táchira se declara incompetente para
conocer de la presente causa y siendo el segundo tribunal en declarar su
incompetencia, solicita de oficio a la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia,
la regulación de la competencia.

III
DE LAS DECISIONES SOBRE LA INCOMPETENCIA

En fecha 12 de septiembre de 2012, el Tribunal Primero de Primera Instancia en


Funciones de Control del estado Táchira, durante la audiencia especial dictó el
sobreseimiento de la causa y declaró su incompetencia en los siguientes términos:

De las diligencias de investigación realizadas por el Ministerio Público durante la


fase preparatoria, este Tribunal observa razonados elementos de convicción para
no someter a juicio a los imputados (…) toda vez que actualmente varios de los co
imputados en el presente asunto penal se encuentran ocupando los predios del
fundo Torondoy ubicado en la aldea el Jordán, Municipio F.F.d.E.T., y que
actualmente cursan por ante el Instituto Nacional de Tierras región Táchira senda
solicitudes signada con los N° 20-20-RDGP-10-4950 y 20-20-2007-02-DTO-2010-
0039, solicitudes de ocupación de las tierras con el mencionado fundo, así como
solicitud de tierra ociosa y solicitud de declaratoria de permanencia intentada por
la ciudadana E.M.P., viuda de CASANOVA, lo que a todas luces constituye una
discusión evidente respecto a la actividad agraria sobre dicho fundo.

Ahora bien, en fecha 08 de diciembre del 2011, Expediente numero 11-0829,


sentencia en número 1881, con ponencia de la magistrada LUISA ESTELA
MORALES LAMUÑO, la cual entre otras cosas señala lo siguiente:

… Sentencia de la sala (sic) constitucional (sic) del tribunal (sic) supremo (sic) de
justicia (sic) de carácter vinculante para todos los tribunales de la república (sic),
incluso para las demás salas del tribunal (sic) supremo (sic) de justicia (sic),
mediante la cual desaplica por control difuso de la constitucionalidad de los
artículos 471-A y 472 del código (sic) penal (sic) venezolano, en aquellos casos
donde se observe un conflicto entre particulares de venido (sic) de la actividad
agraria conforme a las previsiones establecidas en el artículo 197 de la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario, resultando aplicable el procedimiento ordinario
agrario establecido en el capítulo VI del texto legal mencionado, y competente
para conocer en estos supuestos los juzgados de primera instancia agraria…
Es así, que ante la actual y evidente discusión de la legitimidad de la ocupación
del fundo Torondoy el cual corresponde al asentamiento campesino Baldío F.F.,
sector Quebrada Grande, Parroquia A.A.M.F.F.d.E.T., conflicto este entre
particulares referido dicho conflicto a la actividad agraria ya que la ciudadana
E.M.P. viuda de CASANOVA, se encuentra reclamando un derecho de
permanencia, y del otro lado los imputados quienes actualmente se encuentran
ocupando el prenombrado fundo aunado a que dichos ocupantes denunciaron
ante el Instituto Nacional de Tierras como tierras ociosas y por ello dicho
organismo procedió a dar apertura a los procedimientos correspondientes
ocasionado con ello inspecciones por parte de Ingenieros de dicho organismo para
posteriormente acumular ambas solicitudes, es por ello que lo procedente en el
caso que nos ocupa es decretar el sobreseimiento de conformidad con lo
establecido en el artículo 318 ordinal 2° del Código Orgánico Procesal Penal, ya
que los hechos imputados con atípicos.

Así mismo, se acuerda la solicitud de copia certificada de la totalidad del


expediente a la Fiscalía Cuarta del Ministerio Publico, a fines de que ordene lo
conducente respecto a la denuncia planteada por la ciudadana M.P. viuda de
CASANOVA, respecto al Hurto de Ganado así como los enceres del hogar que se
encontraban en el fundo Torondoy.

Por último, de conformidad con la sentencia de fecha 08 de diciembre de 2011,


Expediente numero 11-0829, sentencia en número 1881, con ponencia de la
magistrada LUISA ESTELA MORALES LAMUÑO, este Tribunal una vez acordado
el sobreseimiento de la causa por los motivos antes descritos, procede a declinar
la competencia para los Tribunales Agrarios del estado Tachita a fines de su
distribución y así también se decide (…) (sic). (Destacado del original, subrayado
de este fallo).

En fecha 19 de febrero de 2013, el Juzgado Primero de Primera Instancia Agrario


de la Circunscripción Judicial del estado Táchira, se declara incompetente para
conocer de la presente causa, en los siguientes términos:
es criterio del Juzgado Penal que los hechos imputados son atípicos, siguiendo la
sentencia de la Sala Constitucional

(…)

Así las cosas, observa este Juzgado con suma atención que no debe pasar
inadvertido el hecho de que el expediente penal inició con averiguación penal que
se originó en fecha 03 de diciembre de 2009, por denuncia interpuesta por las
ciudadanas E.D.C., titular de la Cédula de Identidad N° V-1.554.046, y DENIXA
CASANOVA titular de la cédula de identidad N° V-11.107.489, quienes se
afirmaron propietarias de la Finca Torondoy, ubicada en la Aldea El Jordán,
Municipio F.F.d.E.T., y señalaron en fecha 03 de diciembre de 2009 que:

1.- Personas ajenas a la misma han ingresado sin ningún permiso realizando
actos ilícitos perjudicando no sólo su propiedad como es la desaparición de
artículos artefactos, bombonas, 25 reses, entre otros objetos de la Finca
Torondoy.

2.- Y que esas personas han talado de manera indiscriminada árboles que afectan
las nacientes de agua de ese sitio.

Además la misma Fiscalía Cuarta del Ministerio Público del estado Táchira, por
providencia de la misma fecha, inició la correspondiente averiguación penal, por
HURTO CALIFICADO, HURTO DE GANADO, e ILÍCITOS AMBIENTALES
(respecto de los cuales ni la Fiscalía ni el Juez que sobreseyó la causa se
pronunciaron sobre si continuaba o no la averiguación).

(…)

En el caso que nos ocupa, y sujetándose esta Juzgadora estrictamente a las


actuaciones fiscales, observa que el expediente penal no inició por denuncia
originada por “problemas” resultantes del ejercicio de la actividad agraria por parte
de los “imputados” calificados así por el Ministerio Público.

Es decir, no se trataba de “campesinos” que estaban trabajando dentro de una


mayor extensión de tierra de una persona que alegó ser su propietaria
(…)

No aparece de las referidas actas elaboradas por los órganos de investigación que
las personas que imputó la Fiscalía, se hayan encontrado, sembrando al momento
de la denuncia

(…)

No aparece de estas actas actividad de campesinos y agricultores.

A los folios 107 al 113 de la Pieza II del expediente aparece comunicación enviada
por el Registro Público con funciones Notariales de los Municipios Autónomos
Libertador y F.F.d.E.T. N° 4-248-1.340 de fecha 09/6/2012, por medio de la cual
remitió a la Fiscalía copia certificada del documento registrado bajo el N° 24, folios
66 al 68, y vuelto, Protocolo Primero, del año 1987, en el que consta que M.C.G.,
(difunto esposo de la denunciante), adquirió un Fundo Agropecuario de 100 has
aproximadamente, ubicado en el Municipio F.F.d.E.T.. Parece corresponderse
esta documental con lo que la sentencia de la Sala Constitucional expresa:

De lo que resulta evidente, que para la consumación de ambos delitos se requiere


la incuestionable propiedad o posesión sobre el bien inmueble objeto del delito,
por parte de quien resultare victima en la causa penal, de lo que se deriva la
cualidad de ajeno -perteneciente a otra persona- para el infractor, como elemento
constitutivo del tipo (…)

No obstante, no se discutió en el proceso ante la Fiscalía ni ante el Tribunal Penal,


la propiedad de la Finca Torondoy a nombre de los esposos Casanova Panza.

(…)

En el presente caso, Los Ciudadanos calificados como imputados por la Fiscalía


Cuarta del Ministerio Público, no presentaron un contradocumento de posesión o
propiedad.
En este sentido, el artículo 186 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, establece
que

(…)

Así mismo, en el mismo texto legal, se encuentra prevista la competencia de los


juzgados de primera instancia agraria para conocer de las demandas entre
particulares, con ocasión de la actividad agraria, en su artículo 197, que dispone:

(…)

La naturaleza de la actividad agraria fue objeto de estudio y análisis por la Sala


Constitucional mediante fallo Nº 262/2005, en la cual se estableció que la actividad
agraria constituye “(...) una actividad sometida en mayor o menor grado a un
régimen estatutario de derecho público que ha sido objeto de tutela por parte del
legislador, no sólo mediante una serie de medidas relacionadas directamente con
el régimen sustantivo de los derechos (vgr., la afectación de uso y redistribución
de las tierras), sino mediante la creación de una jurisdicción (competencia)
especial que permita a los particulares un acceso directo a órganos
jurisdiccionales especializados; que estén en capacidad de atender con criterios
técnicos, tomando en consideración el interés general de asentar las bases del
desarrollo rural integral y sustentable, asegurando la vigencia efectiva de los
derechos de protección ambiental y agroalimentario de la presente y futuras
generaciones (Cfr. Artículo 1 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario)”.

De manera que en ese orden de ideas, este Juzgado al revisar las actas, observa
que las Garantías de Permanencia establecidas en el artículo 17 de la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrícola, los Títulos de Adjudicación de Tierras, establecidos
en el artículo 12 eiusdem, y las Cartas Agrarias previstas en el Decreto Ejecutivo
N° 2.292 del 4 de febrero de 2003, otorgadas por el Instituto Nacional de Tierras,
no constan a nombre de ninguno de los involucrados en el presente juicio, ni al
inicio ni hasta la fecha

(…)
Es después de iniciadas las averiguaciones fiscales y de haber sido imputados
como “invasores”, cuando estos Ciudadanos denuncian como “ociosa” la Finca
Torondoy, siendo que con anterioridad –pero tambien después de iniciadas las
averiguaciones fiscales-, la viuda del señor M.C. solicita también el Derecho de
Permanencia y logra que la Oficina Regional de Tierras por auto (f. 57-58 V P.)
dictado el 10.02.2010 (dos meses después de la denuncia penal), abra el
procedimiento de DECLARATORIA DE PERMANENCIA y que de acuerdo a lo
dispuesto en el artículo 17 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, exhorte a los
Tribunales de la República a abstenerse de ordenar o ejecutar medidas de
embargo, secuestro, interdictales, y en general, alguna medida cautelar o
definitiva, que conlleve directa o indirectamente su desalojo.

(…)

En el caso de marras, se observa en los autos que junto a la denuncia Penal, la


Ciudadana E.M.P. viuda de CASANOVA adjuntó el documento de propiedad de la
Finca Torondoy, y posteriormente se aperturó procedimiento de Declaratoria de
Garantía de Permanencia.

Por manera, que a criterio de este Tribunal todo gira en presuntos hechos punibles
que se divorcian en absoluto de la Competencia Material que le fue asignada a
este Juzgado Primero de Primera Instancia Agraria de la Circunscripción Judicial
del Estado Táchira, por Resolución emanada de la Sala Plena Nº 0054 del 30 de
Septiembre de 2009. Y así se establece.

(…)

Así las cosas, al parecer existen hechos denunciados que aparentemente revisten
carácter penal (invasión) y carácter penal ambiental (tala y deforestación),
materias que no le están atribuidas a los Juzgados Agrarios en la Ley de Tierras y
Desarrollo Agrario, aún cuando en el sub iúdice el Instituto Nacional de Tierras por
obra de la Oficina Regional de Tierras del Estado Táchira, haya iniciado
expedientes administrativos correspondientes el primero a una solicitud de
Derecho de Permanencia y el segundo una solicitud de Declaratoria de Tierras
Ociosas. Y así se establece.

En consecuencia, tal como ha quedado evidenciado de autos, que el objeto de la


pretensión no tiene que ver con materia agraria por la naturaleza de las
circunstancias fácticas que propiamente dichas han sido denunciadas, y que
posterior a la denuncia penal e imputación por Invasión realizadas por la Fiscalía
Cuarta del Ministerio Público del Estado Táchira, es que el Instituto Nacional de
Tierras tuvo injerencia debido a las solicitudes administrativas antedichas, es que
este Juzgado llega a la conclusión de que no es de su competencia por la materia
conocer y decidir la presente causa y Así se Decide.

(…)

DISPOSITIVA

(…)

TERCERO
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 70 el Código de Procedimiento
Civil, este JUZGADO plantea conflicto negativo de competencia, y solicita
respetuosamente la Regulación de la Competencia ante la Sala Plena del Tribunal
Supremo de Justicia (…) (sic). (Destacado del original).

IV

DE LA COMPETENCIA DE LA SALA PLENA

Previo a cualquier otro pronunciamiento, esta Sala Plena pasa a determinar su


competencia para conocer de la presente causa, y en ese sentido, se aprecia que
el Juzgado Primero de Primera Instancia Agrario de la Circunscripción Judicial del
estado Táchira al declararse incompetente, planteó el conflicto negativo de
competencia, de conformidad con lo establecido en el artículo 70 del Código de
Procedimiento Civil y solicita la regulación de la competencia ante esta Sala Plena.

En ese sentido, establecen los artículos 70 y 71 del instrumento normativo


adjetivo, lo siguiente:
Artículo 70.- Cuando la sentencia declare la incompetencia del Juez que previno,
por razón de la materia o por el territorio en los casos indicados en el artículo 47,
si el Juez o Tribunal que haya de suplirle se considerare a su vez incompetente,
solicitará de oficio la regulación de competencia.

Artículo 71.- La solicitud de regulación de competencia se propondrá ante el Juez


que se haya pronunciado sobre la competencia, aún en los casos de los artículos
51 y 61, expresándose las razones o fundamentos que se alegan. El Juez remitirá
inmediatamente copia de la solicitud al Tribunal Superior de la Circunscripción
para que decida la regulación. En los casos del artículo 70, dicha copia se remitirá
a la Corte Suprema de Justicia si no hubiere un Tribunal Superior común a ambos
jueces en la Circunscripción. De la misma manera procederá cuando la
incompetencia sea declarada por un Tribunal Superior. (Destacado de la Sala).

El artículo 70 transcrito establece que si el Juez que previno se declara


incompetente por razón de la materia, y si el Juez o Tribunal que haya de suplirle,
a su vez se considera incompetente, debe solicitar, de oficio, la regulación de la
competencia. Asimismo, el artículo 71 eiusdem dispone que en los casos del
artículo 70, si no hubiere un Tribunal Superior común a ambos jueces en la
Circunscripción, la solicitud debe remitirse a la Corte Suprema de Justicia
(Tribunal Supremo de Justicia) para que decida la regulación.

En este sentido, se observa que en materia de regulación de competencia la Ley


Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia (2010) en su artículo 31.4 establece
como competencias comunes de cada Sala, decidir los conflictos de competencia
entre tribunales, cuando no exista otro tribunal superior y común a ellos en el
orden jerárquico, y establece a su vez, en el numeral 3 del artículo 24 eiusdem,
que corresponde a la Sala Plena dirimir los conflictos de no conocer que se
planteen entre tribunales de instancia con distintas competencias materiales,
cuando no exista una Sala con competencia por la materia afín a la de ambos.

En el caso bajo análisis, el conflicto negativo de competencia se plantea entre el


Tribunal Primero de Primera Instancia en Funciones de Control del estado Táchira
y el Juzgado Primero de Primera Instancia Agraria de la Circunscripción Judicial
del estado Táchira, dos tribunales de distintos ámbitos competenciales (penal y
agrario) que no tienen un superior común, razón por lo que esta Sala Plena,
asume la competencia para conocer la presente solicitud de regulación de
competencia. Así se decide.

VI

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Determinada como ha sido la competencia, esta Sala Plena del Tribunal Supremo
de Justicia pasa a resolver la solicitud de regulación de la competencia, tomando
en consideración, previamente lo siguiente:

El conflicto de competencia se planteó en razón que el Juzgado Primero de


Primera Instancia en Funciones de Control del estado Táchira y el Juzgado
Primero de Primera Instancia Agrario de la Circunscripción Judicial del estado
Táchira, se declararon incompetentes para conocer la denuncia formulada por las
ciudadanas E.M.P.d.C. y Denixa Casanova por la invasión al Fundo denominado
Torondoy, en contra de los ciudadanos J.N., A.T.P.N., P.A.A.N., P.B.A.M.,
F.N.V.G., J.R.R., D.S.D., M.L., M.Á.F.L., B.M.V.P., I.F.A., Melquis E.A.M.,
E.E.A.M., J.Y.G.R., A.F.L., J.A.N., D.N.E., L.L.B., J.B.A., R.S.E.Z.R., Bellamir
Mateus de Angarita, y P.A.A.M..

Así las cosas, se observa que en el contexto del procedimiento penal se acreditó
el trámite de solicitud de declaratoria de garantía de permanencia sobre el Fundo
Torondoy, por la ciudadana E.M.P. viuda de Casanova, así como la petición de
declaratoria de tierras ociosas y ocupación sobre el referido predio, efectuada por
los ciudadanos A.T.P., M.Á.F.L., P.A.A.M. y Melquis E.A.M., ante la Oficina
Regional de Tierras del estado Táchira, adscrita al Instituto Nacional de Tierras,
bajo los expedientes con alfanuméricos 20-20-RDGP-10-4950 y 20-20-200702-
DTO-2010-0039, lo que –para el órgano jurisdiccional- constituye un conflicto
sobre la actividad agraria del señalado fundo, que sustrae del ámbito penal la
denunciada invasión, con fundamento en el criterio vinculante establecido por la
Sala Constitucional mediante fallo N° 1881 de fecha 8 de diciembre de 2011.
En ese sentido, se estableció en la sentencia señalada supra, la especialidad y
fuero atrayente de los órganos jurisdiccionales con competencia agraria, lo
siguiente:

De la lectura de ambas disposiciones sustantivas, se desprende que tanto una


figura como la otra -invasión y perturbación a la posesión pacífica- llevan implícita
la probanza, del derecho que se pretende violentado –propiedad o posesión-. Así,
es menester la existencia de un instrumento demostrativo del derecho que se
alegue, y el cual se vea cercenado por la invasión o la perturbación. De lo que
resulta evidente, que para la consumación de ambos delitos se requiere la
incuestionable propiedad o posesión sobre el bien inmueble objeto del delito, por
parte de quien resultare victima en la causa penal, de lo que se deriva la cualidad
de ajeno -perteneciente a otra persona- para el infractor, como elemento
constitutivo del tipo.

Asimismo, resulta relevante destacar que, el tercer aparte de la primera de las


disposiciones comentadas -artículo 471-a del Código Penal-, establece como
agravante específica, que la invasión se lleve a cabo “sobre terrenos ubicados en
zona rural”. Resultando obvio el aumento de las penas en estos casos, porque no
sólo se atenta contra [la] propiedad sino, que adicionalmente pudiera atentarse
contra la seguridad agroalimentaria. Sin embargo, tal como se indicara ut supra,
es requisito indispensable la probanza del derecho que se entiende amenazado,
de lo que se deriva la irregularidad de la ocupación, ya que al encontrarse en
discusión la legitimidad en la ocupación, se adolece de uno de los elementos del
tipo penal.

En este orden de ideas, es evidente que ambos tipos –invasión y perturbación


violenta a la posesión pacífica- se excluyen entre sí, pues, de la lectura de este
segundo tipo penal contenido en el artículo 472 de la norma penal sustantiva, al
indicar “Quien, fuera de los casos previstos en los dos artículos anteriores” se
extrae que para la consumación del delito previsto en el mismo, se requiere que el
hecho no se adecúe a los supuestos previstos en el artículo que lo precede. Ello
es así porque en el primero se requiere la ocupación del inmueble, mientras que
en el segundo supuesto, la perturbación no implica la ocupación del bien, razón
por la cual, bajo estas consideraciones de índole legal, mal puede aplicarse a los
mismos hechos ambos tipos penales.

De modo que, si surgen situaciones de donde emerge una disputa por el derecho
legítimo que se procure sobre dichos bienes, entre quien se pretenda propietario o
poseedor y quien se señale como ejecutor de los delitos previstos en los artículos
comentados, mal podrá entenderse materializado el ilícito comprendido en
cualquiera de los dos artículos, y por ende no será competente para resolver tal
conflicto el juez penal, sino el de la jurisdicción que según la naturaleza del
conflicto corresponda.

Ahora bien, de la lectura de los artículos que contienen los tipos penales
mencionados –invasión y perturbación violenta de la posesión- se extrae que en
ambos casos los verbos rectores –invasión y perturbación- se relacionan con
bienes inmuebles, terrenos o bienhechurías en general, sin hacer distinción en
cuanto al uso o destino que se le viniere dando a los mismos. De lo que se
deviene que para que en primer caso se materialice el delito se requiere el ánimo
delictivo de obtener un provecho injusto de esa ocupación ilegal, y en cuanto al
segundo caso, esa posesión del inmueble debe entenderse “pacífica”, en su
sentido estricto, es decir, que no medie conflicto o disputa en cuanto a la misma.

De manera que, adicionalmente a los elementos que componen los dos tipos
penales bajo análisis, dos son los requisitos indispensable para entender que se
está en presencia de alguno de los dos supuestos, por un lado el ánimo de
obtener un provecho injusto, vale decir que no se posea ningún título que acredite
derecho alguno sobre el bien objeto del delito, y en caso del segundo supuesto,
que no exista disputa alguna sobre la titularidad del bien, de ser así, mal podría
entenderse la posesión como pacífica.

(…)

La jurisdicción especial agraria es la llamada a amparar los principios


constitucionales previstos en los artículos 2, 26, 49, 305 y 307 y que el legislador
concentró en el artículo 1 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, como la
consolidación de los mismos dentro de un estado democrático, social de derecho y
de justicia, en la búsqueda de la profundización de los valores constitucionales de
desarrollo sustentable, inherentes a la seguridad agroalimentaria y a la justa
disponibilidad suficiente de alimentos de calidad, distribución de la riqueza y
planificación estratégica, democrática y participativa; así como la mejora de la
calidad de vida de la población campesina, y el logro de un desarrollo armónico y
viable en el contexto de la justicia social que toda actividad agraria persigue.

En tal sentido, la Sala no puede dejar de advertir que, en base a esa protección a
la seguridad alimentaria, de la que emerge la protección constitucional a la
producción agropecuaria interna, se observan diferencias sustanciales entre la
posesión o propiedad civil, -que es la que persiguen proteger las normas penales
sustantivas comentadas- y la posesión agraria en el marco de la protección
constitucional y legal, puesto que la posesión agraria se conforma con el principio
de preeminencia del desarrollo de la actividad social sobre la particular. Es decir,
por encima de los derechos particulares, se sobreponen los derechos que
emergen del uso del bien destinado a la producción de alimentos o rubros útiles
para el consumo humano, que permitan satisfacer las necesidades
agroalimentarias tanto de quien la produce o trabaja como de su entorno familiar o
colectivo.

En consideración a las precedentes consideraciones, es forzoso concluir que la


resolución de los conflictos surgidos entre particulares relacionada con la actividad
agraria corresponde resolverlas a la jurisdicción especial agraria, si de ellas se
derivan las instituciones propias del derecho agrario, y seguirse a través del
instrumento legal que lo regula, por lo que, pretender encuadrar el supuesto de
hecho correspondiente a conflictos entre campesinos, derivados de la actividad
agroproductiva en los supuestos legales previstos en los tipos penales de invasión
y perturbación violenta de la posesión, a los cuales les corresponde la aplicación
del procedimiento ordinario regulado en la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario para
dirimir este tipo de conflictos, de acuerdo al contenido de sus artículos 186 y 197,
atenta contra la norma constitucional que recoge el principio del debido proceso,
establecido en el artículo 49 del texto constitucional, lo que encuentra pleno
fundamento en las características propias de la competencia agraria.

En ese orden de ideas, se advierte que las Garantías de Permanencia


establecidas en el artículo 17 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrícola (Rectius:
Agrario), los Títulos de Adjudicación de Tierras, establecidos en el artículo 12
eiusdem, y las Cartas Agrarias previstas en el Decreto Ejecutivo N° 2.292 del 4 de
febrero de 2003, otorgadas por el Instituto Nacional de Tierras a los grupos o
ciudadanos que se señalan en cada uno de sus supuestos, deben entenderse
como instrumentos legales derivados, legítimamente, del uso de la tierra con
vocación para la producción agrícola.

Bajo estas consideraciones, no resultan aplicables a los casos en los cuales exista
un conflicto entre particulares, originados por la producción agroproductiva, los
tipos penales establecidos en los artículos 471-a y 472 del Código Penal, si a
través de la investigación iniciada por el Ministerio Público, se evidencie una
disputa en relación al derecho invocado sobre el inmueble objeto del proceso, bien
sea mediante las figuras establecidas en el Código Civil Venezolano o mediante
cualquiera de estos títulos, debidamente otorgados por el organismo facultado
para ello –Instituto Nacional de Tierras- a alguna o ambas partes, pues, en tales
casos compete al juez de primera instancia agraria, –quien debe velar por el
mantenimiento de la seguridad agroalimentaria del Estado y el aseguramiento y
biodiversidad ambiental- la resolución de las demandas entre particulares que se
inicien con ocasión de la actividad agrícola. Y así se decide.

Así pues, cuando de la investigación llevada a cabo por el Ministerio Público por la
presunta comisión de alguno de los delitos previstos en los artículos 471-
a y 472 del Código Penal, se devenga la existencia de conflictos que guarden
relación con la actividad agroproductiva, el Fiscal a cargo de quien se encuentre la
investigación deberá remitir las actuaciones al juez con competencia en materia
agraria; pudiendo, de la misma manera, el juez penal que esté conociendo la
causa en fase de control o de juicio, declinar la competencia en el juez agrario,
cuando advierta que los hechos objetos del proceso no revisten carácter penal,
por tratarse de disputas producto de la actividad agraria, previa declaratoria del
sobreseimiento de la causa por no revestir los hechos carácter penal, conforme lo
establece el artículo 318, cardinal segundo del Código Orgánico Procesal Penal, o,
en su defecto, cuando se presenten dudas al respecto de la titularidad o posesión
del inmueble objeto de los hechos, se decretará la prejudicialidad de oficio, hasta
tanto el juez con competencia en materia agraria defina tal circunstancia, con lo
que se determinará la concurrencia o no de los elementos propios del tipo (sic).
(Resaltado y corchetes de la Sala).

Como se observa del fallo citado, cuando se encuentre en conflicto el derecho


alegado sobre el inmueble objeto del proceso penal, derivado de la controversia
entre particulares relacionada con la actividad agroproductiva, no resultan
aplicables los tipos penales previstos en los artículos 471-A y 472 del Código
Penal, por cuanto se encuentra involucrado el derecho a la seguridad
agroalimentaria de la población, como fin que debe cumplir el Estado, preceptuado
en el artículo 305 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Así, corresponderá al “Juez Penal” (de Control o de Juicio), declinar la


competencia en el Juzgado de la Jurisdicción Agraria, previa declaratoria del
sobreseimiento de la causa por no revestir los hechos investigados carácter penal,
conforme ocurrió en el caso analizado.

Por su parte, el artículo 186 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario estipula que
corresponde a los tribunales de la jurisdicción agraria el conocimiento de las
controversias que se susciten entre particulares con motivo de las actividades
agrarias, debiendo aplicar el procedimiento ordinario contemplado en el Capítulo
VI, Título V, De la Jurisdicción Especial Agraria del referido instrumento legal.

En el mismo sentido, el artículo 197 eiusdem, establece en concreto la


competencia de los juzgados de primera instancia agraria, en los siguientes
términos:
Artículo 197 Los juzgados de primera instancia agraria conocerán de las
demandas entre particulares que se promuevan con ocasión de la actividad
agraria, sobre los siguientes asuntos:

1. Acciones declarativas, petitorias, reivindicatorias y posesorias en materia


agraria.

(…)

5. Acciones derivadas del derecho de permanencia.

(…)

7. Acciones derivadas de perturbaciones o daños a la propiedad o posesión


agraria.

(…)

15. En general, todas las acciones y controversias entre particulares relacionados


con la actividad agraria.

En correspondencia con lo precedentemente señalado, visto que del proceso


penal derivó un conflicto entre particulares sobre la posesión del inmueble (Fundo
Torondoy) objeto del presunto delito (invasión), cuya actividad desarrollada por la
víctima como por los imputados guarda relación con la actividad agroproductiva, lo
cual se deduce de la declaratoria de garantía de permanencia y adjudicación de
tierras requeridas a la Oficina Regional de Tierras del estado Táchira del Instituto
Nacional de Tierras, no le son aplicables los tipos penales previstos en los
artículos 471-A y 472 citados, en consecuencia, conforme lo dispone el artículo
186 de la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, resultan competentes los tribunales
de la Jurisdicción Agraria.

Expresado lo anterior, y habiéndose determinado que los hechos investigados e


imputados se sustraen del ámbito penal por guardar relación el bien objeto del
presunto delito con la actividad agroalimentaria, esta Sala procede a determinar el
órgano jurisdiccional competente para resolver el mérito del asunto,
correspondiéndole conocer y decidir al Juzgado Primero de Primera Instancia
Agrario de la Circunscripción Judicial del estado Táchira, a cuyo efecto ordena
remitir la actuaciones procesales. Así se declara.

VII

DECISIÓN

Por las razones expuestas, esta Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia,
administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela por
autoridad de la Ley, declara:

1.- Que es COMPETENTE para conocer el conflicto negativo de competencia


surgido entre el Juzgado Primero de Primera Instancia en Funciones de Control
del estado Táchira y el Juzgado Primero de Primera Instancia Agrario de la
Circunscripción Judicial del estado Táchira y resolver la regulación de
competencia solicitada de oficio.

2.- Que CORRESPONDE al Juzgado Primero de Primera Instancia Agrario de la


Circunscripción Judicial del estado Táchira, la competencia para conocer de la
demanda intentada por las ciudadanas E.M.P.d.C. y Denixa Casanova, contra los
ciudadanos J.N., A.T.P.N., P.A.A.N., P.B.A.M., F.N.V.G., J.R.R., D.S.D., M.L.,
M.Á.F.L., B.M.V.P., I.F.A., Melquis E.A.M., E.E.A.M., J.Y.G.R., A.F.L., J.A.N.,
D.N.E., L.L.B., J.B.A., R.S.E.Z.R., Bellamir Mateus de Angarita, y P.A.A.M..

3.- Se ORDENA la remisión del expediente, junto con oficio, al Juzgado Primero
de Primera Instancia Agrario de la Circunscripción Judicial del estado Táchira.

Publíquese, regístrese y comuníquese. Remítase copia certificada de la presente


decisión al Juzgado Primero de Primera Instancia en Funciones de Control del
estado Táchira. Cúmplase lo ordenado.

Dada, firmada y sellada en el Salón de Despacho de esta Sala Plena, del Tribunal
Supremo de Justicia, en Caracas, a los treinta días del mes de mayo del año
(2016). Años 206° de la Independencia y 157° de la Federación.

LA PRESIDENTA,

G.M.G.A.
PRIMER VICEPRESIDENTE, SEGUNDA VICEPRESIDENTA,

MAIKEL J.M. PÉREZ I.M.A. IZAGUIRRE

Los Directores,

M.C. AMELIACH VILLARROEL GUILLERMO B.V.

M.C.G.

Los Magistrados,

A.D.R. EULALIA COROMOTO GUERRERO

M.G. RODRÍGUEZ F.V.E.

FRANCIA COELLO GONZÁLEZ M.M.T.

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN JHANNETT M.M.S.

J.J.M. JOVER INOCENCIO ANTONIO FIGUEROA ARIZALETA

B.G. CÉSAR SIERO ELSA J.G.M.

MARISELA VALENTINA GODOY ESTABA D.A. MOJICA MONSALVO

EDGAR GAVIDIA RODRÍGUEZ LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLO

C.A.O. RÍOS LOURDES B.S.A.

M.A.M. SALAS F.M.C.

C.T. ZERPA VILMA M.F.G.

Y.D.B.F. J.L.I.V.

Y.B. KARABÍN DE DÍAZ J.M.J.A.

El Secretario,

J.C.A.R.

IMAI/AA10-L-2013-000058

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