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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E

IMPUNIDAD”

UNIVERSIDAD ANDINA DEL


CUSCO
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:
ANALISIS DEL CAPITULO II DEL LIBRO I DE LA OBRA
“EL CONTRATO SOCIAL”

ASIGNATURA : DERECHO COMERCIAL II


DOCENTE : IVONNE MERCADO ESPEJO
INTEGRANTES : ARANA BALBIN, RICARDO
MONTAÑEZ NUÑEZ, BRYAN MANUEL
QUISPE CUSIHUAMAN, LESLIE
SEMESTRE : 2019-II

CUSCO-PERÚ
2019
Universidad Andina del Cusco El contrato social

PRESENTACIÓN
El presente trabajo contiene los aspectos más importantes sobre la
interposición literaria del libro el contrato social, una obra política en donde
Jean Jacques Rousseau expone su forma de entender el proceso de
convivencia social basado en un principio democrático. En donde según el
autor debe hacerse una estrecha relación entre el pueblo y el poder soberano
que es el estado en donde se busca de manera precisa igualdad y
conformidad social jurídica.
Para la realización del trabajo se tuvo en cuenta las ideas centrales sobre el
contenido del Libro I, Capitulo II, denominado de las sociedades.
Finalmente se tuvo como método una lectura detallada y precisa del
mencionado capitulo contenido en el ensayo político, con el cual se tiene
previsto enmarcar y detallar cada uno de los aspectos más sobresalientes
del tema que es objeto de análisis ya que integra de manera práctica a los
individuos que hacemos parte de una sociedad.
Universidad Andina del Cusco El contrato social

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................... 4
EL CONTRATO SOCIAL ......................................................................................................................... 5
1 BIOGRAFIA DE JUAN JACOBO ROUSSEAU (1712-1778) ............................................................... 5
2 EL CONTRATO SOCIAL .................................................................................................................. 6
ANALISIS INTRODUCTORIO DE LA OBRA “EL CONTRATO SOCIAL”: .................................................... 7
1 CONTRATO SOCIAL, LIBRO I; CAPITULO I, .................................................................................... 8
2 CONTRATO SOCIAL, LIBRO I; CAPITULO II, ................................................................................... 9
2.1 ANÁLISIS: DE LAS PRIMERAS SOCIEDADES .......................................................................... 10
CONCLUSIÓN ..................................................................................................................................... 12
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................... 13
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INTRODUCCIÓN

Durante los últimos tiempos muchos estudiosos del derecho han sostenido que la obra del
filósofo Jean Jacques Rousseau “El Contrato Social” incluyo muchas de sus ideas políticas,
ya que bajo el fundamento de la filosofía liberal (liberalismo clásico de la época) centro su
óptica filosófica del individuo como elemento esencial de toda sociedad, con la cual sostiene
además que este debe vivir en una sociedad mediante la cual el Estado de Derecho asegure y
ofrezca libertadas de vida. Sin embargo, algunos pocos sostienen que, con esta obra,
Rousseau expuso los primeros principios de la filosofía política socialista, con el denominado
concepto de “la voluntad general”, de ahí el viejo adagio “Vox populi, vox dei”. Siendo así
que en el presente trabajo pasaremos a realizar un análisis sobre los aspectos más resaltantes
del capítulo II del Libro I del presente libro, el cual será materia de análisis y desarrollo del
presente trabajo.
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EL CONTRATO SOCIAL

1 BIOGRAFIA DE JUAN JACOBO ROUSSEAU (1712-1778)


Rousseau fue uno de los grandes escritores y pensadores políticos del siglo XVIII y
desempeñó un gran papel en la preparación ideológica de la Revolución burguesa de 1789
en Francia. Expresando la ideología de la pequeña burguesía en proceso de proletarización,
Rousseau se manifiesta en sus obras, no sólo contra el régimen feudal de la Francia
prerrevolucionaria, sino también contra la opresión económica, por parte de la plutocracia.
En sus obras desarrolla la idea de que los hombres verdaderamente dignos y honestos y la
virtud auténtica, se deben buscar no entre la nobleza de título y rica, sino entre el pueblo
llano. A diferencia de los demás ideólogos de la burguesía del siglo XVII y XVIII, que veían
en el capitalismo sólo un lado positivo, Rousseau prueba que el progreso de las fuerzas
productivas es inevitablemente acompañado del retroceso de las costumbres y del
empeoramiento de la situación social y material de las masas populares. El origen y aumento
de la desigualdad, causa fundamental de todos los males sociales, lo relacionó Rousseau con
la aparición y desarrollo de la propiedad privada.
Sin embargo, no consideraba posible ni conveniente abolir la institución de la propiedad
privada viendo en ella cierta garantía de la libertad individual. Rousseau sólo exigía, en
interés del pueblo, la regulación legislativa del volumen de la riqueza personal y la
realización de una serie de medidas contrarias a las que frenan el progreso económico de la
sociedad. Considerando que el hombre, por su naturaleza, es bueno y no corrompido, y que
la causa fundamental de los males sociales se debe buscar en el régimen político, en su
famosa obra Del contrato social (ver) fundamentó el principio de una nueva estructura
política y social, que asegura, a su juicio, la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos.
Rousseau desenvolvió con mayor amplitud sus ideas filosóficas y pedagógicas en su obra
Emilio o de la Educación. El fundamento de la educación, según la doctrina de Rousseau,
debe ser el principio tendiente a seguir las indicaciones de la Naturaleza. En consonancia con
este principio:
1) a cada período de edad deben corresponder especiales formas de educación y de
aprendizaje;
2) la educación debe tener un carácter activo y facilitar el máximo desarrollo de la autonomía
e iniciativa de los estudiantes;
3) a la educación intelectual debe anteceder y acompañar el ejercicio de las fuerzas físicas y
de los órganos de los sentidos de los educandos;
4) los castigos corporales a los estudiantes son pedagógicamente nocivos. Todas estas ideas
de Rousseau, nuevas para el siglo XVIII, se transformaron después en el patrimonio de la
pedagogía avanzada.

Rousseau ha dejado también una profunda huella en el terreno filosófico; hasta un filósofo
tan importante como Kant, reconoció que debía mucho a Rousseau. La influencia de este
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último se ha manifestado más que todo en las teorías de Kant sobre moral y derecho y en sus
concepciones pedagógicas. También los clásicos del marxismo apreciaban en alto grado a
Rousseau. Engels consideraba el “Discurso sobre el origen y los fundamentos de la
desigualdad” de Rousseau como un modelo formidable de dialéctica y hacía notar también
la enorme importancia teórica y práctica de la teoría de Rousseau sobre la igualdad, que como
decía Engels, continúa “todavía ahora desempeñando un importante papel agitador en el
movimiento socialista de casi todos los países”. Aunque Rousseau no se consideraba
materialista y ocupaba las posiciones del deísmo (ver), sin embargo, su doctrina social está
impregnada de tendencias materialistas, y en la solución de toda una serie de problemas
manifiesta una gran aproximación a la concepción materialista de la historia (así, por
ejemplo, reconocía el vínculo del progreso intelectual de la sociedad con el crecimiento de
sus necesidades materiales; comprendía que el Estado y el Derecho sólo sirven a los intereses
de los ricos, &c.). Rousseau ejerció también una gran influencia sobre la literatura artística.
Su novela La Nueva Eloísa o Cartas de dos amantes, tuvo en su tiempo un éxito
extraordinario y provocó una multitud de imitaciones. Clásicos de la literatura universal:
Schiller, Goethe, Byron, experimentaron también la influencia de Rousseau. En Rusia, los
más grandes admiradores de Rousseau fueron Radishchev y L. I. Tolstoi.
2 EL CONTRATO SOCIAL
Jean Jacques Rousseau creía que el individuo debía en última instancia asumir su puesto en
la sociedad, fruto de esta inquietud es la publicación en 1762 de una exposición sistemática
de sus ideas políticas: Du Contrat Social, que era simplemente parte de una obra proyectada,
pero no concluida, sobre las instituciones políticas. El Contrato Social es un tratado sobre
los derechos políticos, y no un debate sobre los gobiernos existentes, y pretende enfrentarse
con el difícil problema de mantener la libertad en una sociedad que sea a la vez justa y
humana: “El hombre nació libre y, sin embargo, vive en todas partes encadenado”.

Dicho contrato no se propone un retorno a la naturaleza originaria, pero exige la edificación


de un modelo social que no se funde en los instintos y en los impulsos pasionales pero
tampoco exclusivamente en la razón aislada y contrapuesta a los sentimientos y a la voz del
mundo prerracional. El nuevo modelo debe apoyarse en la voz de la conciencia humana en
su integridad y debe estar abierto a la comunidad.

Según Rousseau, el principio que garantice esta transformación social está constituido por la
voluntad general, ya que sólo es ésta la que puede dirigir las fuerzas del Estado hacia el bien
común. Establece así la voluntad general “como verdadero motor del cuerpo social”, en
detrimento de la voluntad particular. La voluntad general se configura mediante un pacto
libre entre iguales. No se admite la sumisión a terceras personas. Este pacto entre iguales
supone la renuncia de cada uno a sus propios intereses a favor de la colectividad, es decir,
los hombres voluntariamente renuncian a un estado de natural inocencia para someterse a las
reglas de la sociedad, a cambio de beneficios mayores inherentes al intercambio social. Este
consentimiento voluntario se materializa a través de un contrato, “el contrato social” en este
caso.
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La reestructuración social que propone Rousseau debe tener como efecto la total
socialización del hombre, con objeto de impedir que surjan y se consoliden intereses
privados. El hombre sólo debe pensar en sí mismo cuando piense en los demás. Nadie debe
obedecer a otro, sino todos a las leyes que emanan del Estado, las cuales son expresión de la
voluntad general. Esta voluntad general debe estar dirigida por una especie de filósofo-rey,
el cual debe solicitar y facilitar los esfuerzos de todos, para que todos quieran el bien común
y eviten el mal, que se identifica con los intereses particulares. Por lo tanto, el hombre, según
Rousseau, sólo debe obedecer a aquella conciencia pública representada por el Estado. La
voluntad general, encarnada por el Estado y en el Estado, lo es todo. En definitiva, la defensa
del bien común conduce a un vaciamiento del individuo, el cual se ve absorbido por el cuerpo
social.1

ANALISIS INTRODUCTORIO DE LA OBRA “EL CONTRATO SOCIAL”:

Esta obra de Jean-Jacques Rousseau es el resultado final de un proyecto iniciado en 1743,


cuando era secretario del embajador en Venecia; lo que había de ser un amplio volumen sobre
las instituciones políticas acabó convirtiéndose en un extracto que el autor tituló El contrato
social o principios de derecho político (1762). De ahí la advertencia inicial: “Este pequeño
tratado se ha extraído de una obra más extensa, iniciada sin haber consultado mis fuerzas y
abandonada después de algún tiempo. De los diversos fragmentos que podían extraerse de
ella, éste es el más considerable, y lo que me ha parecido menos indigno de ser ofrecido al
público. El resto ha desaparecido”.
En su Discurso sobre las ciencias y las artes (1750), premiado por la Academia de Dijon,
Rousseau había afirmado el carácter irreconciliable de naturaleza y cultura (ciencias y letras
no han promovido las luces de la humanidad, sino que la han envilecido, oprimiendo más sus
cadenas); luego, en el Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los
hombres (1754), estableció el carácter dañino de la sociedad, su intrínseca corrupción, al
estar basada en la negación de la naturaleza.
Si la sociedad es intrínsecamente mala, se pregunta ahora Rousseau, por fundarse en la
desigualdad y haber alejado al hombre del estado de naturaleza (estado primigenio en que el
ser humano no vive escindido entre el hecho y el derecho, sino en armonía con su bondad
original), ¿puede este hombre ya corrompido por la sociedad construir una nueva sociedad
justa? La respuesta de Rousseau es afirmativa, porque el mal no está en el hombre sino en su
relación con la sociedad. La perversión se ha producido por el mal gobierno y es el “corazón
del hombre” quien puede cambiar la situación.
En El contrato social, Rousseau establece la posibilidad de una reconciliación entre la
naturaleza y la cultura: el hombre puede vivir en libertad en una sociedad verdaderamente
igualitaria. El problema fundamental es “Encontrar una forma de asociación que defienda y
proteja con toda la fuerza común proporcionada por la persona y los bienes de cada asociado,

1 CREATIVE COMMONS, El Contrato Social: Rousseau, un pensador de “las luces”


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y por la cual cada uno, uniéndose a todos los demás, no se obedezca más que a sí mismo, y
permanezca, por tanto, tan libre como antes”.
1 CONTRATO SOCIAL, LIBRO I; CAPITULO I,
"Quiero averiguar si puede haber en el orden civil alguna regla de administración legitima y
segura tomando a los hombres tal como son y las leyes tales como pueden ser. Procuraré unir
siempre, en esta indagación, lo que la ley permite con lo que el interés prescribe, a fin de que
la justicia y la utilidad no se encuentren separadas."

En el presente libro Jean Jacques Rousseau empieza con las siguientes palabras: “El hombre
ha nacido libre, y en todas partes está encadenado. Hay quien se cree señor de los demás y
es más esclavo que ellos”2.Iniciando así con una frase celebre en el cual nos quiere decir que
cada hombre tienen derechos, entre ellos el principal es el derecho a nacer libres para ser
libres, no debe ser obligado a perder su libertad, donde lo más sagrado para una sociedad, es
el orden como principio natural.

Rousseau es claro al indicarnos que el individuo debe encontrar las condiciones (necesarias)
existentes, las cuales tienen que ser legales (o legítimas) para que pueda convivir en la
sociedad.

Por otra parte, encontraremos que señala claramente tres tipos de libertades:

a) La libertad natural, la cual se pierde tras haber realizado el contrato.

b) La libertad civil, la cual está limitada por la voluntad general.

c) La libertad moral, la cual convierte al hombre en amo de sí mismo.

Es por ello que el pacto social convierte en iguales a los hombres, tanto por convención como
por derecho, pues para entenderlo mejor, leamos estas palabras con las que Rousseau finaliza
su primer libro: “... Ahora bien, como los hombres no pueden engendrar nuevas fuerzas, sino
solamente aunar y dirigir las que existen, no les queda otro medio para subsistir que formar
por agregación una suma de fuerzas que pueda superar la resistencia, ponerlas en juego
mediante un solo móvil y hacerlas actuar de consuno (...) De este modo, si se separa del pacto
social lo que no forma parte de su esencia, resultará que se reduce a los términos siguientes:
Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección
de la voluntad general; y recibimos en cuerpo a cada miembro como parte indivisible del
todo..."

Es así que Rousseau se dio cuenta de la necesidad que hacía el establecer un pacto social

2
JACQUES ROUSSEAU, Jean. (2000), El contrato social, Quito, Editorial LIBRESA, p.8.
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2 CONTRATO SOCIAL, LIBRO I; CAPITULO II,


De las primeras sociedades
La más antigua de todas las sociedades, y la única natural, es la de la familia; sin embargo,
los hijos no permanecen ligados al padre más que durante el tiempo que tienen necesidad de
él para su conservación. Tan pronto como esta necesidad cesa, los lazos naturales quedan
disueltos. Los hijos exentos de la obediencia que debían al padre y éste relevado de los
cuidados que debía a aquéllos, uno y otro entran a gozar de igual independencia. Si continúan
unidos, no es ya forzosa y naturalmente, sino voluntariamente; y la familia misma no subsiste
más que por convención.
Esta libertad común es consecuencia de la naturaleza humana. Su principal ley es velar por
su propia conservación, sus primeros cuidados son los que se debe a su persona. Llegado a
la edad de la razón, siendo el único juez de los medios adecuados para conservarse,
conviértese por consecuencia en dueño de sí mismo.
La familia es pues, si se quiere, el primer modelo de las sociedades políticas: el jefe es la
imagen del padre, el pueblo la de los hijos, y todos, habiendo nacido iguales y libres, no
enajenan su libertad sino en cambio de su utilidad. Toda la diferencia consiste en que, en la
familia, el amor paternal recompensa al padre de los cuidados que prodiga a sus hijos, en
tanto que, en el Estado, es el placer del mando el que suple o sustituye este amor que el jefe
no siente por sus gobernados.
Grotio niega que los poderes humanos se hayan establecido en beneficio de los gobernados,
citando como ejemplo la esclavitud. Su constante manera de razonar es la de establecer
siempre el hecho como fuente del derecho. Podría emplearse un método más consecuente o
lógico, pero no más favorable a los tiranos.
Resulta, pues, dudoso, según Grotio, saber si el género humano pertenece a una centena de
hombres o si esta centena de hombres pertenece al género humano. Y, según se desprende de
su libro, parece inclinarse por la primera opinión. Tal era también el parecer de Hobbes. He
allí, de esta suerte, la especie humana dividida en rebaños, cuyos jefes los guardan para
devorarlos.
Como un pastor es de naturaleza superior a la de su rebaño, los pastores de hombres, que son
sus jefes, son igualmente de naturaleza superior a sus pueblos. Así razonaba, de acuerdo con
Filón, el emperador Calígula, concluyendo por analogía, que los reyes eran dioses o que los
hombres bestias.
El argumento de Calígula equivale al de Hobbes y Grotio. Aristóteles, antes que ellos, había
dicho también que los hombres no son naturalmente iguales, pues unos nacen para ser
esclavos y otros para dominar.
Aristóteles tenía razón, sólo que tomaba el efecto por la causa. Todo hombre nacido esclavo,
nace para la esclavitud, nada es más cierto. Los esclavos pierden todo, hasta el deseo de su
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libertad: aman la servidumbre como los compañeros de Ulises amaban su embrutecimiento.


Si existen, pues, esclavos por naturaleza, es porque los ha habido contrariando sus leyes: la
fuerza hizo los primeros, su vileza los ha perpetuado.
Nada he dicho del rey Adán, ni del emperador Noé, padre de tres grandes monarcas que se
repartieron el imperio del universo, como los hijos de Saturno, a quienes se ha creído
reconocer en ellos. Espero que se me agradecerá la modestia, pues descendiendo
directamente de uno de estos tres príncipes, tal vez de la rama principal, ¿quién sabe si,
verificando títulos, no resultaría yo como legítimo rey del género humano? Sea como fuere,
hay que convenir que Adán fue soberano del mundo, mientras lo habitó solo, como Robinson
de su isla, habiendo en este imperio la ventaja de que el monarca, seguro en su trono, no tenía
que temer ni a rebeliones, ni a guerras, ni a conspiradores.
2.1 ANÁLISIS: DE LAS PRIMERAS SOCIEDADES
Se menciona que la familia es como el primer modelo de sociedad, ya que el jefe es la imagen
del padre y el pueblo la de los hijos, pues la especie humana está dividida por una persona
superior, que en este caso es el jefe, y un grupo de personas inferiores, el pueblo.
Según Aristóteles los hombres no son naturalmente iguales, pues unos nacen para la
esclavitud y otros para la dominación, en lo que llevaba razón, ya que hay esclavos por
naturaleza porque los ha habido contra ella.
Se conceptúa que la sociedad está conformada por la familia como inicio de toda sociedad,
por consiguiente, es alegoría de esta misma, infiriendo desde este punto que el modelo de
familia, padre e hijos, esto es jefe y pueblo.
La libertad es atacada de forma necesaria para la existencia de la sociedad organizada, este
ataque es aceptado por el pueblo como mal necesario para existir, en forma organizada. Todo
ser humano nace libre, solo que unos nacen para gobernar y otros para ser gobernados, y que
los libres pierden su libertad en aras de su utilidad.
La familia es el primer núcleo de una sociedad, naturalmente formada por ideas políticas
haciendo énfasis con los hijos, los hijos pueden mantener juntos a sus padres mientras lo
necesiten o por la voluntad propia.
Tomamos a la familia como base principal de una sociedad.
Las sociedades se consolidaron como una familia y después se equiparó al estado
diferenciándolos uno por amor y el otro por placer, por tal motivo Grocio se manifiesta que
el poder humano en referencia el estado que tiene gobernante y gobernados, en esta no
siempre el gobernado se ve favorecido por el poder humano.
Cómo una perspectiva de centenares de rebaños con un jefe que los conduce a todos para su
beneficio, todo esto tomando en cuenta que el género humano no pertenece a una centena de
hombre como Grocio se inclina a esta.
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Por ello parte la existencia de un razonamiento dónde se prodece una analogía donde los
reyes era dioses y los pueblos eran bestias a partir de un grado de superioridad del uno del
otro.
La sociedad más antigua de todas, y la única natural, es la de una familia; y aun en esta
sociedad los hijos solo permanecen unidos a su padre el tiempo que le necesitan para su
conservación. Desde el momento en el que el hijo crece, el vínculo natural se desbarata. Los
hijos, libres de la obediencia que debían al padre, y el padre, libre de los cuidados que debía
a los hijos, recobran ambos su independencia. Si continúan unidos, ya no es por naturaleza,
sino por su voluntad; y la familia misma no se mantienen sino por acción propia.
Esa libertad común es una consecuencia de la naturaleza del hombre. Su principal deber es
procurar su propia conservación, sus principales cuidados son los que se debe a sí mismo; y
después que adquiere uso de razón, siendo el solo el juez de los medios propios para
conservarse, llega a ser por este motivo su propio dueño.
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CONCLUSIÓN

Se analizó de una manera más creativa los aspectos más importantes sobre el Capítulo II
contenido en el Libro I de la obra El Contrato Social de Jean Jacques Rousseau.
Se profundizo en la lectura, haciendo que sea más fácil de entender el contenido de esta
mediante su análisis.
Se desarrolló capacidades interpretativas, para entender el porqué del contenido tratado y el
objetivo principal para el cual el autor expuso sus ideas.
Se llaga a concluir que la sociedad más antigua de todas, y la única natural, es la de una
familia; y aun en esta sociedad los hijos solo permanecen unidos a su padre el tiempo que le
necesitan para su conservación. Esa libertad común es una consecuencia de la naturaleza del
hombre. Su principal deber es procurar su propia conservación, sus principales cuidados son
los que se debe a sí mismo; y después que adquiere uso de razón, siendo el solo el juez de los
medios propios para conservarse, llega a ser por este motivo su propio dueño; dándose que
la familia es como el primer modelo de sociedad, ya que el jefe es la imagen del padre y el
pueblo la de los hijos, pues la especie humana está dividida por una persona superior, que en
este caso es el jefe, y un grupo de personas inferiores, el pueblo.
La familia es él es el primer modelo de sociedad política.
Universidad Andina del Cusco El contrato social

BIBLIOGRAFÍA

JACQUES ROUSSEAU, Jean. (2000), El contrato social, Quito, Editorial LIBRESA, p.8.
CREATIVE COMMONS, El Contrato Social: Rousseau, un pensador de “las luces”

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