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EL MICROBIO DEL MES

Clostridium perfringens
BARBARA SHEFF, RN, CPH, HNC, MT (ASCP), MA

Infecciones causadas: la intoxicación por ingesta de alimentos


contaminados con Clostridium perfringens, normalmente causada
por carne contaminada, puede provocar gastroenteritis de leve
a aguda. La bacteria, que crece en condiciones anaeróbicas,
también puede infectar heridas después de una intervención
quirúrgica o un traumatismo, y causar infecciones y abscesos.
También pueden estar implicadas en las úlceras diabéticas que
aparecen en el pie, en las úlceras por presión y en las
infecciones del tracto biliar y del tracto genital, y raramente
en la gangrena gaseosa (mionecrosis).

Signos y síntomas: los pacientes que presentan intoxicación


alimentaria por C. perfringens pueden experimentar
gastroenteritis de leve a aguda que aparece entre las 8 y las 22 h
posteriores a haber ingerido los alimentos contaminados.
Los síntomas más comunes son la diarrea acuosa y calambres
Tipo de microbio: bacteria anaeróbica, abdominales intensos. La enfermedad suele ceder por sí sola.
grampositiva y esporiforme. Las heridas infectadas por C. perfringens pueden ser dolorosas
y presentar inflamación. La gangrena gaseoasa suele estar
caracterizada por aparición repentina de dolor e inflamación,
olor fétido en la herida, fiebre, hipotensión y delirio.

Pruebas de laboratorio: un cultivo de laboratorio de los


alimentos sospechosos o un coprocultivo del paciente para la
toxina de C. perfringens confirma el diagnóstico de intoxicación
alimentaria. El diagnóstico de infección de tejido de C.
perfringens se basa en la tinción de Gram del exudado que
revela bastones grampositivos sin esporas y pocas o ausencia
de glóbulos blancos. Un hemocultivo y un cultivo del exudado
anaeróbicos darán positivo para C. perfringens, y un hemograma
completo mostrará anemia debida a la hemólisis vascular.
El recuento de glóbulos blancos puede estar normal o elevado.

Intervenciones de enfermería: en los pacientes que presentan


intoxicación alimentaria, proporciona terapia de apoyo,
incluyendo la recarga de líquidos y el control de los signos de
deshidratación. Una herida infectada con C. perfringens debería
desbridarse diariamente. Administre el tratamiento antibiótico
pautado: el fármaco de elección es la penicilina G (entre 10 y
24 millones de unidades diarias).

Prevención: enseñe a los pacientes a llevar a cabo buenas


prácticas de manipulación de alimentos y recomiéndales cocinar
la carne a 75 ºC y refrigerar las sobras de forma adecuada. Para
prevenir la infección del tejido por C. perfringens, mantenga la
herida del paciente limpia y controlada monitorizando los
signos de infección. N
Esta sección ofrece puntos clínicos clave sobre un microbio en particular. Debido a restricciones de espacio
no es exhaustiva.

Barbara Sheff es consultora en microbiología en Boston, Mass.

50 Nursing. 2005, Volumen 23, Número 7

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