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EN LO PRINCIPAL: Deduce recurso de casación en el fondo; OTROSI: se

tenga presente patrocinio.

I. Corte de Apelaciones de Punta Arenas

JOSE LUIS RIFFO FIDELI, abogado, por la

demandante, en autos laborales caratulados “FIDELI GALLARDO con

CRUZAT VARAS”, rol de ingreso de esta Corte Nº 32/2004, a Us. I.

respetuosamente digo:

Que, atendido el derecho que me conceden los

artículos 764 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, vengo en

interponer recurso de casación en el fondo en contra de la sentencia de

segunda instancia de fecha 15 de julio de 2004 dictada por la I. Corte de

Apelaciones de Punta Arenas, la que reproduce y confirma la sentencia

apelada de primera instancia, dictada por el Juzgado de Letras del Trabajo de

Magallanes, de fecha 13 de mayo de 2004.

I.- ANTECEDENTES DEL RECURSO

La presente causa se inició por demanda de nulidad

de despido y cobro de pesos interpuesta por mi representada, Margarita Sonia

Fideli Gallardo, en contra de su ex empleadora, doña Mariette del Carmen

Cruzat Varas.

La demandada opuso la excepción de prescripción de

las acciones impetradas por la demandante, fundada en que a la fecha de


notificación de la demanda, habían transcurrido más de seis meses desde la

suspensión o término de los servicios. Señala que la prescripción se

interrumpe sólo con la notificación judicial de la demanda.

Evacuando el traslado conferido, esta parte

demandante solicita el rechazo de las excepciones de prescripción opuestas,

argumentando que operó la interrupción de la prescripción con fecha 8 de julio

de 2003, fecha en que se interpuso la respectiva demanda, pues, en materia

laboral, así lo ha sostenido reiterada jurisprudencia de nuestros tribunales de

justicia.

Con fecha 13 de mayo de 2004, es dictada sentencia

de primera instancia que, en su considerando décimo cuarto determina que las

acciones deducidas se encuentran prescritas, razón por la cual la excepción de

prescripción alegada por la demandada deberá ser acogida en relación con las

prestaciones demandadas consistentes en cobro de cotizaciones previsionales

correspondiente a cuatro días trabajados en noviembre de 2002 y a 18 días

festivos trabajados entre diciembre de 2002 y marzo de 2003, el pago de horas

extraordinarias demandadas y la acción de nulidad de despido. En lo

resolutivo, la sentencia referida declara, en cuanto a la excepción de

prescripción, que se hace lugar a la excepción de prescripción deducida a fojas

16 y siguientes, sólo en cuanto se declara prescritas las acciones que guardan

relación con las prestaciones demandadas consistentes en cobro de

cotizaciones previsionales correspondiente a cuatro días trabajados en

noviembre de 2002 y a 18 días festivos trabajados entre diciembre de 2002 y

marzo de 2003, el pago de horas extraordinarias demandadas y la acción de


nulidad de despido. En cuanto a la indemnización sustitutiva del aviso previo,

declara que se rechaza la demanda deducida a fojas 1 y siguientes en cuanto a

la pretensión de pago de indemnización sustitutiva de aviso previo.

En contra de la sentencia definitiva esta parte

demandante se alza en apelación.

Con fecha 15 de julio de 2004 la I. Corte de

Apelaciones de Punta Arenas, reproduce y confirma en todas sus partes la

sentencia de primera instancia.

La sentencia de alzada ha sido dictada con error de

derecho que influye sustantivamente en lo dispositivo del fallo.

I.- LEYES INFRINGIDAS

Mediante la resolución que se impugna, se han

infringido las normas de los artículos 480 del Código del Trabajo, 2523 y

2524 del Código Civil, y artículo 162 inciso cuarto del Código del Trabajo, en

relación al artículo 161 del mismo texto legal.

1) INFRACCION DE ARTICULOS 480 DEL CODIGO DEL TRABAJO

Y 2523 Y 2524 DEL CODIGO CIVIL:

La sentencia recurrida ha incurrido en una errónea

aplicación del derecho contenido en los artículos 480 del Código del Trabajo y
2523 y 2524 del Código Civil, normas que regulan la prescripción extintiva de

las acciones en materia laboral y civil. El error ha consistido en una

equivocada interpretación de las normas en comento, ya que si bien el artículo

480 del Código del Trabajo dispone que la acción para reclamar la nulidad del

despido prescribe en seis meses contados desde la suspensión de los servicios,

y el derecho al cobro de horas extraordinarias prescribirá en el mismo plazo,

contado desde la terminación de los servicios, la misma disposición en su

inciso 5º establece que los plazos de prescripción señalados se interrumpirán

en conformidad a las normas de los artículos 2523 y 2524 del Código Civil.

Por su parte, el artículo 2523, que regula la interrupción de la prescripción de

las acciones especiales de corto tiempo, dispone que una de las formas de

interrupción de la prescripción opera “desde que interviene requerimiento”.

El punto es determinar que se debe entender por la

voz “requerimiento”. La sentencia recurrida, que reproduce la de primera,

discurre en torno a que este término es “el acto judicial por el que se intima

que se haga o se deje de ejecutar una cosa; aviso, manifestación o pregunta

que se hace, generalmente bajo fe notarial, a alguna persona exigiendo o

interesando de ella que exprese y declare su actitud o respuesta”, y agrega que

requerir refleja interacción con otra persona, manifiesta la intención de dar

noticia al demandado de lo que se solicita por vía judicial, lo que constituye el

emplazamiento efectuado en forma legal y en virtud del cual queda trabada la

litis.

Sin embargo, lo equivocado de este razonamiento

queda en evidencia al confrontar el artículo 2523 con el artículo 2518 del


Código Civil, norma esta última que regula la interrupción de la prescripción

ordinaria o de largo tiempo y que exige expresamente demanda judicial y su

notificación en forma legal. Pero, ¿Cuál es el motivo que en el artículo 2523

se hable de requerimiento en vez de demanda judicial, y que no exija la

notificación de este “requerimiento”?. En primer lugar, la naturaleza misma de

la prescripción de corto tiempo, que otorga un plazo muy breve para accionar

y destruir la presunción de pago. Así se puede citar a René Abeliuk, que en su

libro de “Las Obligaciones, págs. 1029 y 1030, expresa que “Parece claro,

pues, el ánimo del legislador de diferenciar esta interrupción civil de la

equivalente en la prescripción de largo tiempo, lo que tiene una justificación

muy lógica, desde dos ángulos: primero, porque el plazo de ella es muy breve,

por lo cual deben otorgarse facilidades al acreedor para destruir la

presunción de pago en que se fundan y, segundo, por el efecto muy particular

de esta interrupción (en referencia a la intervención de la prescripción)”.

Refuerza lo anterior la consideración de que el artículo 480 si hubiera querido

ser más exigente en la interrupción de la prescripción laboral se habría

remitido al artículo 2518 del Código Civil y no al 2523, y es lógico que así lo

hiciera, dado lo breve de los plazos que el Código del Trabajo da para

accionar judicialmente, que se condicen más con la naturaleza de una

prescripción de corto tiempo que con los de una de largo tiempo. A mayor

abundamiento, se puede señalar que ya es discutible que el término

requerimiento se deba entender limitado a una demanda o acción judicial,

incluso en una sentencia de la propia Corte Suprema, de 14 de julio de 1967,

se aceptó que el requerimiento puede ser extrajudicial, definiendo aquél como


el acto judicial o extrajudicial por el cual se exige a una persona que haga o no

haga una cosa o que exprese una actitud o respuesta.

Toda la argumentación anteriormente expuesta tiene

aún mayor fuerza en materia laboral, en que rigen principios propios que la

diferencian del derecho civil, y, por ejemplo, en el procedimiento laboral no

impera exclusivamente el principio dispositivo, que entrega a las partes el

impulso procesal, sino que la labor del juez debe ser más activa que en el

procedimiento civil, así por ejemplo, se pronunció una sentencia de la Corte

de Apelaciones de Antofagasta resolviendo que: “la demanda fue presentada

dentro del plazo establecido para la prescripción de las acciones y por

tratarse de conflictos regidos por el Código del Trabajo, el procedimiento

especial regulado por este ordenamiento no permite aplicar las reglas del

derecho civil, puesto que se trata de procesos con un procedimiento que no

es exclusivamente dispositivo, desde que la intervención del juez es mucho

más activa que en el procedimiento civil, por lo que es correcto y justo

concluir que la sola presentación de la demanda laboral ante los tribunales

de justicia, es suficiente para interrumpir la prescripción” (C.A. de

Antofagasta, 16 de mayo de 2002. La Corte Suprema rechazó recurso de

casación de fondo por manifiesta falta de fundamento, sentencia de 14 de

agosto de 2002, Rol Nº 2293-02).

En definitiva y en conclusión, es errónea la

aplicación que en la sentencia recurrida se hace de los artículos 480 del

Código del Trabajo y 2523 y 2524 del Código Civil, toda vez que, en materia

laboral, la interrupción de la prescripción de las acciones de nulidad y de


cobro de horas extraordinarias se rige por las normas especiales de las

prescripciones de corto tiempo, en las que la interrupción se verifica desde que

interviene requerimiento, requisito este último que se satisface, a lo menos en

el ámbito del derecho del trabajo, con la sola interposición de la demanda

judicial, sin que sea necesaria la notificación judicial de la demanda.

2) INFRACCION DEL ARTÍCULO 162 INCISO 4º EN RELACIÓN AL

161 DEL CODIGO DEL TRABAJO:

Al rechazarse la solicitud de esta parte de condenar a

la demandada al pago de la indemnización sustitutiva del aviso previo de 30

días que exige la ley, la sentencia recurrida, ha incurrido en error de derecho e

infracción de las normas legales mencionadas, ya que cumpliéndose todos los

supuestos y requisitos exigidos por la ley para la procedencia de su pago no ha

dado lugar a la misma.

En efecto, consta del mérito de autos que la

demandada entregó carta de despido a la demandante con fecha 9 de marzo de

2003, comunicándole el término de la relación laboral para el día 30 de marzo

de 2003, esto es, no se dio aviso previo con 30 días de anticipación como

exige la ley en el artículo 162 inciso cuarto.

El fundamento de la sentencia de primera instancia

para su rechazo, que es reproducida por la sentencia de segunda recurrida, es

que posteriormente el vínculo contractual se prolongó hasta el 30 de abril del

mismo año, sin embargo, cabe hacer notar que esta fue sólo una prolongación

“jurídica” de la relación laboral, derivada del incumplimiento de la


demandada en el pago e integro de las cotizaciones previsionales de la

demandante, motivo por el cual debió pagar remuneraciones hasta el

mencionado día 30 de abril de 2003, no obstante que en el hecho la prestación

de los servicios propiamente tal terminó el 30 de marzo, tal como se notificaba

en la carta de despido.

En definitiva, el pago de remuneraciones a la

demandante por el mes de abril de 2003 correspondió a la aplicación de una

sanción legal a la demandada por el no integro oportuno de todas sus

cotizaciones previsionales, lo cual no constituye una razón legal o jurídica

válida para eximir a la demandada del pago de una indemnización establecida

en la ley a favor de la trabajadora cumpliéndose los requisitos que la hacen

procedente, al no habérsele dado el aviso de despido con la anticipación de 30

días que exige la ley. La solución dada en la sentencia recurrida llevaría al

absurdo de que podría llegar a ser más beneficioso para un empleador estar en

mora del pago de cotizaciones previsionales al término de la relación, que dar

el aviso previo de 30 días, ya que si por ejemplo la demandada hubiera

convalidado el despido el día 10 de abril de 2003 sólo habría tenido que pagar

10 días de remuneración del mes de abril eximiéndose del pago de los 30 días

de remuneración que tendría que pagar por concepto de indemnización

sustitutiva del aviso previo. Debe recibir aplicación en este caso la máxima

jurídica de que “nadie puede aprovecharse de su propio dolo”.

V.- MODO EN QUE LOS ERRORES DE DERECHO INFLUYEN

SUSTANCIALMENTE EN LO DISPOSITIVO DEL FALLO


El perjuicio producido por

los vicios que motivan el recurso ha consistido en que la sentencia recurrida

ha reproducido y confirmado la sentencia de primera instancia en todas sus

partes, rechazando todas y cada una de las peticiones y acciones hechas valer

en la demanda presentada por esta parte con fecha 8 de julio de 2003, sin

entrar a pronunciarse sobre el fondo de las mismas ya que, de una parte, de no

haberse acogido la excepción de prescripción opuesta por la demandada la

sentencia recurrida debió haber entrado a pronunciarse sobre el fondo de la

procedencia o no de las prestaciones e indemnizaciones contenidas en la

demanda, valorando toda la prueba rendida por esta parte durante el término

probatorio y el curso del juicio. Asimismo, de no haberse infringido el artículo

162 inciso cuarto en relación al 161 del Código del Trabajo, se habría debido

dar lugar a la petición de pago de la indemnización sustitutiva del aviso previo

de 30 días que exige la ley.

Por Tanto,

RUEGO A S.S. I.: Tener por interpuesto recurso de casación en el fondo en

contra de la sentencia de segunda instancia de fecha 15 de julio de 2004,

acogerlo a tramitación y una vez efectuado el trámite de admisibilidad

correspondiente, elevar los autos a la Excelentísima Corte Suprema de Justicia

para que dicho tribunal superior invalide el fallo con arreglo a derecho y acto

continuo dicte sentencia de reemplazo que dé lugar a todas y cada una de las

peticiones contenidas en la demanda, o remita la causa al tribunal inhabilitado

que corresponda para su conocimiento y fallo.


OTROSI: Sírvase V.S.I. tener presente que en mi calidad de abogado

habilitado para el ejercicio de la profesión, patente al día de la I.

Municipalidad de Punta Arenas, patrocino personalmente el recurso de

casación en el fondo contenidos en este escrito.

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