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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0281/2013-L

Sucre, 2 de mayo de 2013

SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA


Magistrada Relatora: Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
Acción de amparo constitucional

Expediente: 2011-24031-49-AAC
Departamento: Santa Cruz

En revisión la Resolución 129/2011 de 21 de julio, cursante de fs. 71 a 73 vta., pronunciada dentro


de la acción de amparo constitucional interpuesta por Esther Pérez Cruz contra Gisela López Rivas,
Jefa Regional de “BOLIVIA TV” Santa Cruz.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA


I.1. Contenido de la demanda
Por memorial presentado el 28 de marzo de 2011, cursante de fs. 38 a 41 vta., la accionante expone
los siguientes fundamentos:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

La Empresa Estatal de Televisión “BOLIVIA TV” Regional Santa Cruz, la contrató para cubrir las
funciones de periodista de prensa hasta el 31 de octubre de 2010, fecha en la que fue retirada
argumentando que su contrato de consultora en línea había concluido, sin tomar en cuenta que se
encontraba en el quinto mes de gestación y tras solicitar verbalmente a la directora su
recontratación, se le manifestó que tal decisión, se encontraba en manos del superior que seria el
Jefe de prensa; sin embargo, sus compañeros de trabajo, cuyos contratos también concluyeron el 31
de octubre de 2010, sí fueron recontratados, hecho que no ocurrió con su persona debido a su
estado de embarazo.

Refiere que, los hechos de discriminación laboral y despido indirecto que sufrió, fueron denunciados
al Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social, llevándose una audiencia el 11 de noviembre de
2010, a la que no asistió la parte empleadora, por lo que mediante Resolución Administrativa (RA)
102/2010 de 24 de noviembre, se determinó instruir a la Empresa hoy demandada, proceda a su
reincorporación laboral, en la función que desempeñaba, más el pago de sueldos devengados y la
reposición de todos sus derechos laborales, a partir de su legal notificación.

El 14 de diciembre de 2010, “BOLIVIA TV” representó la Resolución Administrativa, argumentando


encontrarse sometida al Estatuto del Funcionario Público y que el contrato administrativo de
consultoría de línea 049/10 de 4 de enero de 2010, suscrito voluntariamente, establece una
duración del 4 de enero al 31 de octubre del año señalado, y que el consultor no tiene derecho a
prestaciones, pago de subsidios, indemnizaciones, pensiones, ni seguros de ninguna naturaleza,
salvo los previstos en el contrato, finalmente que el contrato sería estrictamente administrativo y no
reconoce relación laboral de dependencia con la contratante, no estando favorecida la consultora
con el pago de beneficios sociales, prestaciones de seguridad social, aguinaldos y otros derechos.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados


Señala como vulnerados sus derechos a la inamovilidad laboral, a no ser discriminada por su
situación de embarazo, a no renunciar a los derechos y beneficios reconocidos, a la vida, a la salud, a
la seguridad social, a la “seguridad jurídica”, a la maternidad y al trabajo, sin señalar norma
constitucional alguna.

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela, disponiéndose: a) La reincorporación a su fuente laboral; y, b) La


cancelación de sus sueldos adeudados, así como los subsidios de natalidad, lactancia y cuanto
subsidio este previsto, más costas.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Celebrada la audiencia pública el 21 de julio de 2011, según consta del acta cursante de fs. 65 a 70
vta., se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1. Ratificación y ampliación de la acción


La accionante por intermedio de su abogado, ratificó los argumentos de su demanda y ampliándola
manifestó: 1) Al habérsele retirado de su fuente de trabajo, no tendría con qué subsistir, teniendo
que buscar otra fuente laboral y nadie le daría trabajo estando en estado de gestación, atentándose
contra la vida del concebido; 2) Con el Decreto Supremo (DS) 066 de 3 de abril de 2009, se ha
promulgado el bono Madre Niño-Niña “Juana Azurduy”, que incentiva la maternidad, para quienes
no tienen recursos, pero la entidad demandada tenía todas las posibilidades para brindar el seguro
social; 3) Se ha dictado un Decreto Supremo de no discriminación; sin embargo, al ser retirada de su
trabajo por su estado de embarazo se la ha discriminado; 4) Lo más lamentable es que, se le hizo
suscribir un contrato administrativo, que encubre un contrato laboral, pues existe relación laboral de
dependencia y subordinación, se desarrolla un trabajo por cuenta ajena, y finalmente se percibe un
salario, constituyéndose en una funcionaria pública, por lo que no se puede afirmar que no sea un
contrato laboral; y, 5) Existe mucha jurisprudencia que justifica que no se puede retirar a una
persona de su trabajo, que se encuentre en estado de gestación, debido a que se pone en peligro la
vida de la madre como del concebido.

Con el derecho a la réplica sostiene que, sobre el tipo de contrato, no es un contrato a plazo fijo, no
es temporal, y no es que se terminó el trabajo, porque los contratos eventuales son de quince a
veinte días o un mes, como el contrato de temporada que ocurre con la zafra por cosecha, por lo
que no podría decirse que el contrato no es laboral, al cumplir con los tres requisitos principales, la
subordinación y dependencia, trabajo por cuenta ajena y salario.

I.2.2. Informe de la autoridad demandada

Gisela López Rivas, Jefa Regional de “BOLIVIA TV” Santa Cruz, por intermedio de sus abogados
expuso el siguiente informe oral: i) El art. 11 del DS 78 de 15 de abril de 2009, señala que una de las
atribuciones del Gerente General es designar, promover o remover a los funcionarios, así como
representar al directorio, por lo que no tiene legitimación pasiva para ser demandada; ii) La
resolución que obtuvo la accionante, no ordena la reincorporación a su persona sino a la Empresa
Estatal de Televisión “BOLIVIA TV” Regional Santa Cruz, la que actúa a través de su representante
legal que tiene su domicilio en La Paz; iii) La citada empresa, presentó un recurso de revocatoria
contra la RA 102/2010, que hasta la fecha no fue resuelto, incumpliéndose así con el principio de
subsidiariedad; iv) El DS 078 de 15 de abril de 2009, establece que el personal de “BOLIVIA TV” se
sujetará al Estatuto del Funcionario Público, por lo que no existe un contrato civil; toda vez que, los
funcionarios de referida institución se encuentran bajo el régimen del DS 181 de 28 de junio de
2009, la Ley de Administración y Control Gubernamentales y su Reglamento, por consiguiente al ser
una Empresa Estatal, resulta ser un contrato administrativo; v) El contrato de consultoría, no genera
una relación obrero patronal, el objeto es un servicio de consultoría que se va a prestar, no se refiere
a ningún servicio laboral, no reconoce al consultor una relación laboral de dependencia con la
entidad contratante, no están favorecidos con el pago de beneficios sociales, prestación de
seguridad social, aguinaldo y otros derechos reconocidos en sede laboral, por lo que el Inspector ha
incurrido en error, al sostener que se trataría de un contrato civil; vi) La suscripción de un contrato
de consultoría, se rige en el DS “281”, la entidad requirente hace una solicitud, se verifica la
existencia de un presupuesto para la contratación de un servicio directo, en caso de una imaginaria
reincorporación, donde se la efectuaría, si la necesidad del servicio de consultoría ha desaparecido,
no existe el servicio y menos el presupuesto, no se podría reincorporarla cuando no existe el cargo,
es un contrato de servicio de línea, por lo que dicha resolución es de cumplimiento imposible; vii) No
se ha vulnerado el derecho a la inamovilidad laboral, al no existir relación de dependencia, debido a
que la exfuncionaria se ha sometido a la Ley de Administración y Control Gubernamentales; viii)
Sobre la discriminación que se alega, si bien la misma esta penada por ley, en el caso no se ha
acreditado que la accionante hubiese sido discriminada por su estado de embarazo, únicamente ha
concluido su contrato, por otro lado los derechos a la vida, a la salud, a la seguridad social, a la
“seguridad jurídica”, a la maternidad, al trabajo, tampoco han sido lesionados, al no existir una
relación obrero patronal, no existe la figura del sueldo, sino sólo un monto determinado que se
cancela al consultor individual de línea, por la consultoría realizada; y, ix) La accionante en su
condición de consultora individual de línea, ha firmado sus informes, confesando dicha condición,
pues ningún trabajador asalariado presenta informe mensual de actividades. Argumentos por los
que solicita se deniegue la acción de amparo constitucional.

I.2.3. Resolución

La Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Santa Cruz, constituida en Tribunal de garantías, por Resolución 129/2011 de 21 de julio,
cursante de fs. 71 a 73 vta., denegó la tutela solicitada, en mérito a los siguientes fundamentos: a) El
contrato acompañado por la propia accionante, es un contrato administrativo de consultor en línea,
que establece el objeto, la causa, la duración, la coordinación, así como los derechos y obligaciones
del consultor, por otro lado, reconoce su naturaleza jurídica como administrativa, por tanto
sometido a las regulaciones de la Ley de Administración y Control Gubernamentales y al Régimen de
Responsabilidad por la Función Pública, aprobado por el DS 23318-A de 3 de noviembre de 1992; b)
Al consultor no le está reconocido ninguna relación laboral de dependencia con la entidad
contratante, no se encuentra favorecido con el pago de beneficios sociales, prestación de seguridad
social, aguinaldo y otros derechos reconocidos en sede laboral, en suma la consultora no puede
favorecerse con el pago de beneficios sociales y otros; c) Por otro lado en la clausula cuarta se
acordó que el consultor prestará los servicios señalados del 4 de enero al 31 de octubre de 2010, no
siendo aplicable la tácita reconducción; y, d) Finalmente, conforme a la jurisprudencia sentada por el
Tribunal Constitucional, al ser un contrato de plazo fijo, a la accionante tampoco le asiste tutela, por
cuanto dicho contrato tendría que ser renovado en más de dos ocasiones, momento en el cual
recién todo contrato es considerado de plazo indefinido.

I.3. Consideraciones de Sala

Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la
Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria,
posesionando a los Magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la liquidación de
las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de diciembre de 2011,
modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código Procesal Constitucional vigente desde
el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se procedió al sorteo de la presente causa,
dictándose Resolución dentro de plazo.

II. CONCLUSIONES
De la revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones:
II.1. El 4 de enero de 2010, la Empresa Estatal de Televisión “BOLIVIA TV” suscribió un contrato
administrativo de consultoría con Esther Pérez Cruz, a efectos de que la misma preste funciones de
Reportera Periodista, acordando como plazo de duración, desde la fecha de suscripción al 31 de
octubre del mismo año, asimismo se estableció que el mismo no admite la tácita reconducción; por
otro lado, en su clausula décimo sexta se estableció lo siguiente: “Ambas partes reconocen al
presente contrato su naturaleza estrictamente administrativa, en consecuencia sometido a las
regulaciones de la Ley de Administración y Control Gubernamental, Ley 1178, D.S. No. 23834 y al
régimen de la responsabilidad por la función publica aprobado por el decreto supremo No. 23318-A
y modificaciones correspondientes; en consecuencia, el CONSULTOR no reconoce relación laboral de
dependencia con la CONTRATANTE, no estando favorecido con el pago de beneficios sociales,
prestación de seguridad social, aguinaldos y otros derechos reconocidos en sede laboral” (sic) (fs. 14
a 18).

II.2. Del formulario único de nacido vivo, de 11 de febrero de 2011, así como del certificado de
nacimiento de 17 de marzo del mismo año, el 25 de enero de 2011, nació la menor AA cuyos padres
son Hebert Ángel Melgar Suárez y Esther Pérez Cruz (fs. 6 a 8).

II.3. El 8 de noviembre de 2010, Esther Pérez Cruz, se apersonó al Ministerio de Trabajo, Empleo
y Previsión Social, denunciando discriminación laboral y despido indirecto, obteniendo en dicha
instancia el pronunciamiento de la RA 102/2010 de 24 de noviembre, que instruía a la Empresa
“BOLIVIA TV” Regional Santa Cruz, proceda a su reincorporación laboral, en la función que
desempeñaba, más el pago de los salarios devengados y la reposición de todos sus derechos
laborales (fs. 9 a 12).

II.4. Por memorial fechado el 14 de diciembre de 2010, la Empresa Estatal de Televisión “BOLIVIA
TV”, representó la Resolución Administrativa que disponía la reincorporación laboral de la
accionante (fs. 2 a 3).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO


La accionante alega que la Empresa Estatal ahora demandada, vulneró sus derechos a la
inamovilidad laboral, a no ser discriminada por su situación de embarazo, a no renunciar a los
derechos y beneficios reconocidos, a la vida, la salud, la seguridad social, a la “seguridad jurídica”, a
la maternidad y al trabajo, por cuanto sin considerar que se encontraba en estado de embarazo, fue
retirada indirectamente de su fuente de laboral, con el argumento de que su contrato de consultora
en línea habría concluido y que al pertenecer al área administrativa, no le asiste ningún beneficio
social, menos las prestaciones que brinda la Norma Suprema a su condición de madre gestante y
cuando acudió ante su empleador solicitando su recontratación, fue rechazada. Finalmente, pese a
que la Jefatura Departamental de Trabajo, emitió una conminatoria que ordenó su reincorporación
laboral, dicha disposición no fue cumplida, colocando en peligro su vida como la de su hijo/a.
Precisado el problema jurídico, corresponde verificar si existe una causal que impida ingresar al
fondo de la problemática planteada, o en su caso determinar si existió la vulneración de los derechos
fundamentales que se invoca.
III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
La acción de amparo constitucional, conforme establecen los arts. 128 y 129.I de la Constitución
Política del Estado (CPE), tendrá lugar: “…contra los actos u omisiones ilegales o indebidos de los
servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman, o amenacen
restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley” y “siempre que no exista
otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos,
suprimidos o amenazados”; marco normativo constitucional que de forma clara y expresa
establecen que, las supuestas lesiones a los derechos fundamentales y garantías constitucionales
deben ser reparadas en la jurisdicción ordinaria y sólo en defecto de ésta, de ser evidente la lesión al
derecho invocado e irreparable el daño emergente de la acción u omisión o de la amenaza de
restricción de los derechos, se podrá acudir a la jurisdicción constitucional, a efectos de solicitar la
tutela que en derecho amerite un determinado caso concreto.
Por su parte nuestro Código Procesal Constitucional aplicable en el caso, puesto en vigencia desde el
6 de agosto de 2012, en su Título II, Capítulo III, art. 51 contiene la siguiente definición: “(OBJETO).
La Acción de Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los derechos de toda persona
natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la Ley, contra los actos
ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos o particulares que los restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir”.
Normativa constitucional que encierra la esencia y el contenido de la acción de amparo
constitucional, sobre cuyos fundamentos se procederá a evaluar los derechos fundamentales y
garantías constitucionales, cuya vulneración se alega.

III.2. Marco jurisprudencial, legal, alcance y efectos de los contratos administrativos de


consultoría en línea
La SC 0351/2003-R de 24 de marzo, a tiempo de definir a los contratos de prestación de servicios
profesionales -refiriéndose al trabajo de los consultores en línea-, asumió el siguiente
entendimiento: “Que, el contrato de prestación de servicios es aquel a través del cual una de las
partes se obliga a prestar a la otra un servicio a cambio de una remuneración convenida, como se
desprende de la lectura de las previsiones contenidas en los arts. 732 y siguientes del Código Civil, de
06 de agosto de 1975 (CC). Al estar el contrato de prestación de servicios regulado en el Código Civil
(Libro Tercero, de las obligaciones, parte segunda, título II, de los contratos en particular) queda
librado a la autonomía de la voluntad de las partes contratantes y en la esfera jurídica de lo laboral
equivale al desempeño de funciones o tareas contratadas de acuerdo con su especialidad y cuya
forma de pago de la remuneración convenida se determina de un modo preciso en el contrato que al
efecto se suscribe”.
La relación laboral descrito por nuestra jurisprudencia, a tiempo de referirse a los consultores en
línea, sostiene que tal situación laboral no ingresa en el ámbito de los trabajadores asalariados
protegidos por la Ley General del Trabajo, tampoco se encuentra inmerso en el ámbito de la carrera
administrativa, prevista por la Ley del Estatuto del Funcionario Público, sino que dicho régimen
contractual, tiene un tratamiento especial y diferente de la modalidad de prestación de servicios en
calidad de empleados, pues el consultor no es un empleado en esencia, por lo mismo no es un
servidor público, así lo señaló la SC 0605/2004-R de 22 de abril.
El art. 5 inc. q) del DS 0181 de 28 de junio de 2009, sobre la naturaleza de los servicios, que cumple
el consultor individual de línea, señala: “Son los servicios prestados por un consultor individual, para
realizar actividades o trabajos recurrentes, que deben ser desarrollados con dedicación exclusiva en
la entidad contratante, de acuerdo con los términos de referencia y las condiciones establecidas en
el contrato”. De dicha definición podemos concluir que, por excelencia el consultor en línea es una
persona natural, que presta servicios especiales en el sector público, de acuerdo a las Normas
Básicas del Sistema de Administración de Bienes y Servicios.
Dentro de esa perspectiva el entendimiento del Tribunal Constitucional, determinó lo siguiente: Los
consultores en línea, al no ser funcionarios públicos, no gozan de la misma protección que les asiste
a dicho estamento laboral, menos se constituyen en titulares de los beneficios que brinda la Ley
General del Trabajo, por tal razón no les corresponde vacaciones, aguinaldos y otros beneficios.
Por otro lado, sobre el financiamiento que se emplea para el pago de los servicios que prestan los
consultores en línea, anualmente las entidades públicas elaboran sus Planes Operativos Anuales
(POA), que posteriormente se presentan al Ministerio de Economía y Finanzas Públicas para su
aprobación, ya de manera posterior por mandato del art. 5 de la Ley del Presupuesto General de la
Nación - Gestión 2000, ninguna entidad puede comprometer, ni ejecutar gasto alguno con cargo a
recursos no declarados en sus presupuestos aprobados.
En consecuencia, la definición de remuneración para consultores en línea, se encuentra prevista en
función a la escala salarial, debiendo las Unidades Administrativas de cada entidad elaborar el
cuadro de equivalencia de funciones, avalada por la Unidad Jurídica y autorizada por la Máxima
Autoridad Ejecutiva (MAE) de la entidad, de donde podemos concluir que, el presupuesto aprobado
para la contratación de consultores en línea, en cada entidad pública se encuentra programada con
anterioridad.
III.3. Marco normativo que regula el régimen de las asignaciones familiares, en el sistema de la
seguridad social -presupuestos que deben cumplirse para ser beneficiario/a-
A manera de introducción debemos indicar que, todo empleador que tanga bajo su dependencia
mujeres trabajadoras, se encuentra en la obligación de proceder a asegurarla en el ente gestor de
salud pertinente, así como de cumplir con el pago de las asignaciones familiares previstas por la ley,
cuando la misma haya quedado en estado de embarazo.
En ese sentido, nuestra Norma Suprema en su art. 45.I refiere: “I. Todas las bolivianas y los
bolivianos tienen derecho a acceder a la seguridad social. (…). V. Las mujeres tienen derecho a la
maternidad segura, con una visión y práctica intercultural; gozarán de especial asistencia y
protección del Estado durante el embarazo, parto y en los periodos prenatal y posnatal”.
Ahora bien, el art. 3 de la Ley 924 de 15 de abril de 1987, con relación a la taza de cotización para
financiar las prestaciones de los sistemas de la seguridad social, concretamente al régimen de la
maternidad señala: “El régimen de enfermedad, maternidad y riesgos profesionales a corto plazo
será financiado en su totalidad con el aporte patronal del diez por ciento (10%) del total ganado de
sus asegurados. Su administración corresponderá a las cajas básicas del Seguro social”.
Por su parte el DS 21637 de 25 de junio de 1987, regula el art. 3 de la Ley 924 y en su art. 25,
determina las prestaciones que componen el régimen de las asignaciones familiares, así como el
alcance de tales beneficios conforme sigue: “A partir de la vigencia del presente Decreto, se
reconocerán las siguientes prestaciones del Régimen de Asignaciones Familiares que serán pagadas,
a su cargo y costo, directamente por los empleadores de los sectores público y privado:
a) Subsidio PRENATAL, consistente en la entrega a la madre gestante asegurada o beneficiaria,
de un pago mensual, en dinero o especie, equivalente a un salario mínimo nacional durante los cinco
últimos meses de embarazo, independientemente del subsidio de incapacidad temporal por
maternidad.

b) Subsidio de NATALIDAD, por nacimiento de cada hijo: un pago único a la madre, equivalente
a un salario mínimo nacional.

c) Subsidio de LACTANCIA, consistente en la entrega a la madre de productos lácteos u otros


equivalentes a un salario mínimo nacional por cada hijo, durante sus primeros doce meses de vida.

d) Subsidio de SEPELIO, por fallecimiento de cada hijo calificado como beneficiario menor de 19
años: un pago único a la madre, equivalente a un salario mínimo nacional.
Las Cajas de Salud serán las encargadas de velar por el fiel cumplimiento de estas prestaciones”.
Empero, para poder acceder y ser beneficiario de las prestaciones que otorga el régimen de la
Seguridad Social, el Reglamento del Código de Seguridad Social, promulgado mediante DS 05315 de
30 de septiembre de 1959, en su art. 14, señala como requisito indispensable la inscripción de la
trabajadora o trabajador en la Caja de Salud respectiva.
El mismo reglamento en su art. 65, sostiene: “La asegurada y la esposa o conviviente del asegurado
tienen derecho en los periodos de gestación, parto y puerperio, a la necesaria asistencia medica
quirúrgica, hospitalaria y al suministro de los medicamentos que requiera el estado de la paciente”;
sin embargo, en su art. 66 enumera las condiciones que la trabajadora asegurada y la esposa o
conviviente del trabajador asegurado debe cumplir, a efecto de acceder a las prestaciones en
especie del seguro de maternidad, y manifiesta lo siguiente:
“a. Estar inscrita en los registros de la Caja, la que como testimonio de su afiliación entregara a
la trabajadora un carnet de asegurada o un carnet de beneficiaria a la esposa o conviviente del
trabajador.
b. Presentación del carnet de asegurado, debidamente sellado por el empleador en la casilla
correspondiente. La esposa o conviviente deberá presentar, además del carnet de asegurado, su
carnet de beneficiaria o su cedula de identidad personal, que acredite ser la esposa o conviviente
inscrita en el carnet del asegurado.

c. Acreditar no menos de seis cotizaciones mensuales en los doce meses inmediatamente


anteriores al mes que se presume la realización del parto (…)”.
Con relación al último requisito previsto en el inc. c) del art 65 del Decreto Reglamentario del Código
de Seguridad Social, fue modificado por el art. 12 del Decreto Ley 14643 de 3 de Junio de 1977, que
a la letra indica: “La atención obstétrica se otorgará a la asegurada, a la esposa o conviviente del
asegurado o del titular de la renta, sin requerirse ningún período previo de cotizaciones. Sin
embargo, para el pago de los subsidios de incapacidad temporal por maternidad de la asegurada, se
requerirá depositó de cuatro cotizaciones mensuales anteriores a la fecha del parte de baja por
maternidad”.
Como se podrá apreciar, nuestro ordenamiento jurídico en lo relativo a los beneficios que brinda la
Seguridad Social, a la maternidad, prevé una serie presupuestos que debe cumplir una potencial
beneficiaria, por ejemplo: para acceder al pago de las asignaciones familiares consistentes en los
subsidios de prenatalidad, es presupuesto la inscripción a la Caja de Salud respectiva, contar con el
carnet de asegurado debidamente llenado por el asegurador; por otro lado, el seguro social a efecto
de dar cobertura al pago de tales asignaciones relacionadas con la maternidad, debe contar en sus
registros con el aporte patronal del 10% del total ganado de sus asegurados, contrariamente quien
pretende ser titular de los beneficios que se otorga al estado de la maternidad, no cumple con los
requisitos y presupuestos enunciados, resulta materialmente imposible que la administración
pública, pueda acceder al pago de las asignaciones familiares que regula la ley; por cuanto, al
margen del régimen normativo, existe de por medio un procedimiento administrativo que debe
cumplirse para que tales beneficios, se hagan efectivos.
III.4. Análisis del caso concreto

En el caso en examen, la accionante alega que, la entidad demandada, no consideró el hecho de que
su persona se encontraba en estado de embarazo y de forma indirecta fue retirada de su fuente de
trabajo, alegando que al pertenecer su contrato a la modalidad de consultora en línea, no le asistiría
ningún derecho y que pese a haber obtenido de la Jefatura Departamental de Trabajo, conminatoria
de reincorporación, la misma fue incumplida, argumentos que constituyen los hechos lesivos a decir
de la accionante, que hubieran vulnerado sus derechos.

De los antecedentes que se adjuntaron, se tiene que la hoy accionante y la Empresa Estatal de
Televisión “BOLIVIA TV” Regional Santa Cruz, el 4 de enero de 2010, suscribieron un contrato
administrativo de consultoría, con fecha de conclusión al 31 de octubre del mismo año,
determinando que dicho contrato no admitía una tácita reconducción; por otro lado, también se ha
llegado a establecer conforme a la Conclusión II.2 del presente fallo, que Esther Pérez Cruz al
momento en que su contrato de consultoría concluyó -31 de octubre de 2010-, se encontraba en
estado de embarazo de aproximadamente seis meses, habiendo el 25 de enero de 2011, dado a luz
a la menor AA, quien a la fecha contaría con más de dos años.

Sobre la base de tales elementos, es evidente que ambas partes tenían pleno conocimiento y
seguridad, sobre el inicio y conclusión de la relación laboral de consultoría, en similar manera
consintieron el hecho de que, el contrato suscrito no admitía tácita reconducción, singularidades que
este Tribunal tiene presente a tiempo de efectuar el presente análisis. No obstante de lo anterior, la
accionante acude a la jurisdicción constitucional y demanda la tutela de sus derechos a la
inamovilidad laboral, a la no discriminación, a la vida, a la salud, a la seguridad social, a la “seguridad
jurídica”, a la maternidad y al trabajo, argumentando que los mismos fueron suprimidos, pues a la
fecha de haber concluido su contrato de consultoría en línea, se encontraba en estado de embarazo.

En merito de tales fundamentos, se debe considerar las limitaciones normativas al régimen de los
contratos de consultoría en línea, pues el contrato suscrito por la accionante con “BOLIVIA TV”, al
pertenecer al campo del derecho administrativo, se encuentra sometido a un régimen de prestación
de servicios especiales, por tanto no le asiste protección constitucional de ninguna naturaleza, ello
debido a que la relación laboral se rige estrictamente bajo los términos del contrato.

En consecuencia, en el caso en análisis no se advierte que la entidad demandada, hubiese retirado


indirectamente a la accionante de su fuente laboral, por cuanto únicamente se tiene la conclusión
del plazo del contrato, que se acordó en la Clausula Cuarta -31 de octubre de 2010-, por lo que el
hecho de no permitir la continuidad de funciones de la accionante, no responde a la voluntad o
discrecionalidad de la entidad estatal demandada, sino que surge de los términos previstos en el
contrato, habiéndose configurado la previsión contenida en la Clausula Octava, que regulaba las
formas de terminación del contrato, siendo una de ellas el Cumplimiento del Contrato, por lo que no
es evidente la vulneración a los derechos a la inamovilidad laboral, a la no discriminación, a no
renunciar a los derechos y beneficios reconocidos, a la vida, la salud, menos al hoy principio de
“seguridad jurídica”.

En similar sentido, este Tribunal concluye que no es cierta la vulneración de los derechos a la
seguridad social y a la maternidad, pues como se manifestó precedentemente la naturaleza del
contrato administrativo, se rige estrictamente en el DS 0181, relativo a las Normas Básicas del
Sistema de Administración de Bienes y Servicios. Bajo dicho marco normativo se plasmó la Clausula
Decimosexta, por la cual Esther Pérez Cruz, consintió y reconoció que no le asiste los beneficios
sociales que regula la seguridad social, ni los derechos que se reconocen en sede laboral y no es que
se le haya obligado a renunciar a tan elementales derechos, sino que la naturaleza del contrato
suscrito, que responde a la autonomía de la voluntad de las partes, se rige bajo dicha hermenéutica
contractual, que imposibilita a los consultores en línea, sea cual fuese su condición poder acceder a
tales beneficios.

Sin embargo, con relación a estos dos últimos derechos -seguridad social y maternidad-, debe
considerarse lo analizado y desarrollado en el Fundamento Jurídico III.3 de esta Sentencia
Constitucional Plurinacional, por cuanto existe de por medio todo un régimen normativo que
establece los presupuestos que deben ser cumplidas, para acceder al pago de las prestaciones que
reconoce el Seguro Social, en el caso, si bien Esther Pérez Cruz durante el periodo que duró sus
funciones quedó en estado de gestación, su situación laboral pertenece a un régimen de
contratación especial, que no cumple con los requisitos que se han citado, aspecto que también
impide a este Tribunal conceder la tutela por tales derechos, pues lo contrario representaría el
desconocimiento de todo el andamiaje jurídico en el cual se sustenta la seguridad social.

Recapitulando y concluyendo, el hecho de que la entidad demandada, no haya accedido a la


renovación del contrato de consultoría de Esther Pérez Cruz por las razones expuestas, lleva a
concluir a este Tribunal en mérito de los Fundamentos Jurídicos analizados, que no se vulneró los
derechos alegados en la acción de amparo constitucional, merced al régimen singular de los
contratos de consultoría en línea, por tanto no se hace merecedora de la tutela que brinda la esfera
del derecho constitucional.

Consecuentemente, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela solicitada, realizó una


correcta valoración de los antecedentes y la normativa correspondiente.

POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo previsto
en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve: CONFIRMAR la
Resolución 129/2011 de 21 de julio, cursante de fs. 71 a 73 vta., pronunciada por la Sala Civil
Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de
Santa Cruz, y en consecuencia, DENEGAR la tutela solicitada.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi


MAGISTRADA

Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez


MAGISTRADO

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Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco


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Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales


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