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Educación física

Frecuencia cardiaca: Su
frecuencia cardíaca, o pulso, es el número de
veces que su corazón late por minuto. La frecuencia cardíaca normal
varía de una persona a otra. Conocer la suya puede ser un indicador
importante de salud cardíaca.
Importancia: Una adecuada frecuencia cardiaca es fundamental para el correcto
funcionamiento del corazón. En reposo, la frecuencia cardíaca normal oscila entre
los 50 y 100 latidos por minuto en las personas adultas y se considera normal que, el
ejercicio físico o las situaciones de estrés provoquen un aumento de esta frecuencia.
Es importante mantener una frecuencia cardiaca normal, para
disminuir el riesgo de muerte. Si bien durante el ejercicio físico, la
frecuencia cardiaca aumenta, pudiendo llegar hasta a doscientos
latidos por minutos, están muy recomendados, pues luego de la
actividad, estando en reposo, la frecuencia será más baja.
Técnicas: Hay muchas formas de tomar el pulso y, por lo tanto, de
calcular la frecuencia cardiaca. Para medirla sin la ayuda de ningún
aparato electrónico, necesitaremos colocar los dedos índice y corazón
(nunca el pulgar) en una parte del cuerpo donde una arteria pase muy
cerca de la piel. Así, puede medirse en el cuello (pulso carotídeo), en la
muñeca (pulso radial), en la ingle (pulso femoral), en la parte interna
del codo (pulso cubital), en la parte posterior de la rodilla (pulso
poplíteo), en la sien (pulso temporal) o en la cara interna del pie (pulso
medio).

Una vez que se tenga localizado el pulso en una de estas zonas,


presionando suavemente con los dedos hay que contar cuántas
pulsaciones tenemos en un minuto (o en medio minuto y multiplicarlo
por dos).

La frecuencia cardiaca también se puede medir con ciertos aparatos


electrónicos, que están especialmente indicados para tomarla cuando
se está realizando una actividad física. Se trata de los conocidos
como pulsímetros, aunque su nombre más correcto es el
de frecuencímetro cardiaco. Estos aparatos se componen de una cinta
que se coloca a la altura del pectoral y que está conectado con un reloj
que mide la frecuencia cardiaca, aunque la mayoría de los modelos
cuentan con funciones añadidas como pueden ser el cronómetro, el
contador de calorías consumidas, etcétera.
Capacidad aerobica: La Capacidad aeróbica se define como la capacidad del organismo
(corazón, vasos sanguíneos y pulmones) para funcionar eficientemente y llevar actividades
sostenidas con un poco de esfuerzo, poca fatiga, y con una recuperación rápida (ejercicio
aeróbico).
Fisiológicamente, es la habilidad de producir un trabajo utilizando oxígeno como
combustible. La capacidad aeróbica es una función del volumen máximo de oxígeno
(VO2 max), el cual representa la capacidad máxima del organismo para metabolizar el
oxígeno en la sangre (máximo transporte de oxígeno que nuestro organismo puede
transportar en un minuto o más).
Dado que cuanto mayor sea el VO2 max, mayor será su resistencia cardiovascular, este es
utilizado como unidad de medida para la capacidad aeróbica.

Capacidad anaeróbica: La capacidad anaeróbica se define como la capacidad del


organismo para funcionar eficientemente al realizar actividades físicas de corta duración y de
alta intensidad (ejercicio anaeróbico), en presencia de poco oxígeno debido al fuerte esfuerzo,
produciendo energía anaeróbica, esto es, a través de transformaciones químicas utilizando
ácido adenosín trifosfato (ATP) y fosfocreatina (CE) durante los primeros 10 segundos del
ejercicio (anaeróbico aláctido), y glucógeno durante los 40-50 segundos restantes (anaeróbico
láctico o total).
Cuanto más intenso es el esfuerzo anaeróbico más elevada es la cantidad de oxígeno
requerido para las combustiones necesarias, pero el abastecimiento de éste por el torrente
sanguíneo es limitado al igual que su absorción por los tejidos.

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